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MEDISAN

versión On-line ISSN 1029-3019

MEDISAN vol.17 no.5 Santiago de Cuba mayo 2013

 

CRÓNICA

 

Crónica de un sueño académico *

 

Chronicle of an academic dream

 

 

Dr.C. Ricardo Hodelín Tablada

Hospital Provincial Docente Clinicoquirúrgico "Saturnino Lora Torres", Santiago de Cuba, Cuba.

 

Alcanzar el grado científico es siempre un sueño académico muy preciado, pero llegar al final -- que, por supuesto, es siempre el comienzo de otra etapa -- significa una travesía por un largo y escabroso camino. Quiero, por tanto, dedicar esta crónica a todos aquellos que me ayudaron en el empeño. Ellos saben que no menciono sus nombres, mas están aquí y estarán siempre presentes. De los múltiples momentos vividos, voy a referirme solo a dos.

Inicialmente la tesis tenía por título "Muerte encefálica y estado vegetativo persistente. Dilemas actuales". Uno de mis profesores, antes de la predefensa, me objetó al respecto. No le parecía bien un título compuesto por dos oraciones y, aunque realmente se estudiaban ambas entidades, en su criterio el término dilema no lo decía todo. En relación con este aspecto, debatí mucho con mi tutor y finalmente decidí dejarlo, porque a mi juicio la tesis, que establecía diferencias importantes entre ambas alteraciones de conciencia, discutía sus argumentos en un amplio ambiente bioético, donde el término dilema era muy bien aceptado. Mi tutor no estuvo del todo conforme, pero recuerdo que me dijo: "Tú decides, porque eres quien lo va a defender".

El 22 de enero del 2010 se desarrolló la predefensa. Días antes recibí las oponencias, en las cuales uno de los oponentes resaltaba: "Considero que el título debe elaborarse mejor para lograr que exprese con mayor claridad el contenido de la tesis". Claro que me acerqué con reservas a mi tutor, pero él -- quien siempre logró mantener un clima de trabajo, marcado por una amplia amistad -- solo me aconsejó que lo aceptara, aunque explicara mis razones. Así lo hice y el oponente quedó conforme.

Días después comenzamos a trabajar en el nuevo título. Llamadas telefónicas, correos electrónicos, escucha de las opiniones de otros profesores… Ya teníamos casi toda la tesis lista y todavía no estábamos conformes. El 30 de abril visité al tutor en su apartamento del Vedado y dedicamos una sesión completa a trabajar el título. Le llevé una lista de 5 propuestas con sus fundamentos; no estuvo conforme.

Volví a Santiago, seguimos en el intercambio por correo electrónico, nos pusimos de acuerdo en todo lo demás y faltaba el título. El primero de mayo regresé del desfile y en la tarde lo llamé por teléfono. Insistí sobre el tema y me dijo: "Mira Hode, la novedad de la tesis es que demuestra diferencias, caracteriza ambas entidades; por ahí tenemos que buscar". Es increíble; colgué el teléfono y escribí "Caracterización de la muerte encefálica y el estado vegetativo persistente". Puse mis argumentos y le envié un mensaje. Minutos después sonó mi teléfono; era el tutor que no solo estaba de acuerdo, sino que también sumaba a los míos nuevos fundamentos para defenderlo.

Otro momento importante ocurrió en la etapa final. No puedo dejar de mencionar estos acontecimientos que mucho me consternaron. Según el Programa de Tesis Doctorales, la defensa estaba planificada para el lunes 8 de noviembre del 2010, en el Centro de Investigaciones Medicoquirúrgicas de La Habana. Mi pasaje hacia la capital era para el sábado 6 en el primer vuelo y el jueves 4 de noviembre todos los cubanos tuvimos que lamentar la caída de un avión de Aerocaribbean. Se trataba del ATR-72-212, con matrícula CU-T1549, vuelo 883, que cubría el itinerario Santiago de Cuba-La Habana; en consecuencia se suspendieron los vuelos.

La noticia fue espantosa, sobre todo para los santiagueros, que teníamos a muchos conocidos entre los pasajeros. Varios amigos llamaron a mi casa, preocupados porque no sabían en que fecha yo viajaba. Para aumentar las angustias apareció en las aguas del Mar Caribe el ciclón Tomás; comenzó a llover y, como siempre, la lluvia sacó a flote las nostalgias. De pronto vi a mi hijo llorando, una compañera de aula había perdido a su mamá en el avión. Encendí el televisor y en el noticiero leyeron una nota informativa. Debido a las lluvias, Astro suspendía todos sus viajes. Eran exactamente las 8 de la noche del viernes 6 de noviembre. La provincia de Santiago de Cuba pasaba a la fase de alerta.

Llamé por teléfono a mi tutor y, con esa paciencia que lo caracteriza, me dijo: "No te desesperes, relájate y trata de dormir. Si no puedes viajar entre sábado y domingo, yo me encargo de llamar al presidente del tribunal". Llovió toda la noche; al amanecer fue menos la lluvia. En el noticiero del mediodía Astro anunció el restablecimiento de sus viajes. Corrí a la Terminal de Ómnibus Nacionales y resolví tráfico para el propio sábado a las 9 de la noche. Desde las 7 llegué a la terminal con mi equipaje, y a pesar de todo lo que le expliqué a la Jefa de Turno, no me pude ir porque montaron los pasajeros del viernes.

Finalmente viajé en un ómnibus extra el sábado, casi domingo, a las 11.50 de la noche. Llegué a la capital el domingo 7 a las 5.20 de la tarde, en medio de un frente frío que azotaba la ciudad, y examiné -- según lo programado -- el lunes 8 de noviembre a las 9 de la mañana. Fue un ejercicio muy académico y riguroso; todo salió bien porque, como ya me había dicho uno de mis profesores, le había puesto todo mi corazón a este asunto. Exactamente a la 1.33 de la tarde, el tribunal concluyó proponer a la Comisión Nacional de Grados Científicos, otorgarle al aspirante el grado científico de Doctor en Ciencias Médicas.

Tengo que decirlo, fui inmensamente feliz y mi primer pensamiento fue para mi papá, que sin ser un profesional siguió atento cada paso de este largo proceso, se entusiasmó y sufrió junto conmigo; sin embargo, el corazón lo traicionó y no pudo disfrutar de este, mi sueño académico, que por supuesto era también muy suyo. Ya comenté anteriormente que fueron muchos los que me ayudaron, como escribió José Martí: "No hay hermosura mayor que el agradecimiento", y a todos ustedes les estaré siempre sinceramente agradecido.

Recibido: 5 de enero de 2013.
Aprobado: 5 de enero de 2013.

 

 

Ricardo Hodelín Tablada. Hospital Provincial Docente Clinicoquirúrgico "Saturnino Lora Torres", avenida de los Libertadores s/n, entre calles 4ta y 6ta, reparto Sueño, Santiago de Cuba, Cuba. Correo electrónico:rht@medired.scu.sld.cu

 

* Este trabajo obtuvo el Segundo Premio del Concurso "Crónica de un resultado científico", 4ta edición, convocado por la Delegación Territorial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, el Sindicato Provincial de los Trabajadores de las Ciencias y el Proyecto Historia de la Ciencia y la Tecnología en Santiago de Cuba.