Introducción
La sonrisa es una de las más importantes técnicas de comunicación que existe y se muestra a través de los dientes del sector anterior, por ese motivo la estética dental ha adquirido un papel fundamental en la odontología hasta llegar a ser uno de los principales motivos de consulta de los pacientes.
En los pueblos civilizados actuales, los dientes bien alineados, contorneados y de colores claros no solo significan salud y belleza, sino también autoestima, situación económica y sexualidad.1
Uno de los principales problemas que presentan los pacientes desde el punto de vista estético es la discromía dental. Esta situación es muy común en la actualidad y si se tiene en cuenta que la estética dental cuenta cada vez con mayor importancia en la sociedad de estos tiempos, no debe extrañar que sean muchas las personas que buscan una solución a este problema odontológico.2
Las variaciones del color del diente pueden presentarse por alteraciones cromáticas de origen extrínseco o intrínseco.3) La decoloración es un problema estético que requiere tratamiento eficaz, especialmente cuando afecta al sector anterior; dicho tratamiento es variado. Normalmente se inicia con la terapia endodóntica del diente para luego abordar el problema cromático con blanqueamientos, carillas o coronas.4
Ahora bien, el blanqueamiento dentario es el procedimiento de la odontología cosmética más utilizado en la actualidad para tratar las piezas dentarias con fines estéticos.5 La devolución del color normal del diente se denomina recromía, su pronóstico depende del tipo y causa de la modificación del color. Actualmente dicho proceder se puede aplicar en dientes vitales y no vitales.6
Por consiguiente, la recromía dental es un procedimiento que se debe llevar a cabo en la práctica diaria, puesto que satisface las grandes demandas estéticas del paciente que ha presentado discromía de algún diente anterior ya sea por traumatismo, uso inadecuado de materiales o sustancias, o técnica inadecuada en un tratamiento de conductos.7
Los autores, motivados por la relativa frecuencia con que se presenta el cambio de color en los dientes del sector anterior, decidieron realizar el presente trabajo para aportar una mayor información acerca del tema y compartir su experiencia con la comunidad científica en general.
Caso clínico
Se presenta el caso clínico de una paciente de 28 años de edad, quien asistió a la consulta de atención integral de la Clínica Estomatológica Provincial Docente Mártires del Moncada de Santiago de Cuba preocupada por su estética dental. Refirió que a causa de un fuerte golpe producido hace algunos años el diente comenzó a ponerse oscuro rápidamente. Se le realizó tratamiento pulpo radicular y acude a consulta para posible blanqueamiento del diente afectado; por tal razón, se indicó el ingreso para valorar tratamiento.
- Antecedentes patológicos personales: no refiere
- Antecedentes patológicos familiares: ambos padres vivos y sanos
El cepillado lo realizaba 3 veces al día, de forma mixta, no presentaba ningún hábito deformante, tuvo lactancia materna hasta los 6 meses, no consumía dieta cariogénica, tomaba una taza de café caliente en las mañanas.
Examen extrabucal: piel propia de la edad, el sexo y el color, mucosas normocoloreadas y húmedas, cara ovalada simétrica, perfil recto, cierre bilabial competente, articulación temporomandibular sin chasquido ni crepitación, así como ausencia de adenopatías visibles y palpables.
Examen intrabucal: mucosas de labios y carrillos normocoloreadas y húmedas, paladar duro normocoloreado, paladar blando depresible, lengua no saburral, suelo de boca normocoloreado, encías rosa coral, consistencia firme y textura normal, higiene adecuada y dentición permanente completa. También se apreció obturación de amalgama en la cara palatina del 16, 26, cara oclusal del 36 y en la fosa distal de la cara oclusal del 46. Se observó un cambio de color notable en el 22, con color carmelita oscuro, ocasionado por la extravasación de sangre provocada al romperse el tejido pulpar por el trauma.
Se diagnosticó discromía de origen orgánico por descomposición pulpar causada por antecedentes de trauma (fig,1). Fue indicada una radiografía periapical y se observó que el tratamiento pulpo radicular fue realizado correctamente. Se efectuó interrogatorio, fotografía previa y se tomó como guía el diente homólogo para luego comenzar un tratamiento de recromía. Se le explicó a la paciente la técnica, el pronóstico y se obtuvo su aprobación.
Se rebajó el sellado de policarboxilato de zinc de la cavidad cameral para evitar que los conos de gutapercha estuviesen en contacto con la sustancia blanqueadora; se limpió con suero fisiológico y secó con bolillas de algodón. Posteriormente se realizó aislamiento absoluto para proteger los dientes vecinos y los tejidos blandos. Luego se colocó en las paredes de la cavidad cameral una bolilla de algodón embebida en agua oxigenada de 100 volúmenes (al 30 %) y se le aplicó calor a la bolilla con la cola de castor, un instrumental metálico calentado en el mechero que provocó una leve explosión. Este proceso se realizó 3 veces, luego se colocó una bolilla de algodón humedecida en agua oxigenada y se selló la cavidad con cemento de ionómero de vidrio. Se citó a la paciente cada 4 días y se le realizó igual procedimiento. En la tercera visita se observó un notable blanqueamiento del diente y la paciente quedó satisfecha (fig 2).
Comentarios
La discromía se soluciona con la recromía, que es un tratamiento estético para devolverle al diente el color perdido; se aplica a petición del paciente, a quien se le explica la técnica y el pronóstico. Para lograr el efecto blanqueante en el diente se debe utilizar una sustancia que sea capaz de alterar químicamente la sustancia colorante para que desaparezca el color.
Se deben valorar las condiciones del diente para determinar si con el blanqueamiento se puede solucionar el problema del paciente. En la mayoría de los casos el método de oxidación directa ha sido el más indicado y casi todas las sustancias que se usan para restituir el color del diente dependen, para ser eficaces, de la generación de oxígeno; por ello el método directo de oxidación es el preferido, el más usado y simple, con efectos seguros.6
Existen técnicas clásicas, entre las cuales figuran: peróxido de hidrógeno de 100 volúmenes (30 %) activado con calor, peróxido de hidrógeno con perborato de sodio, perborato de sodio y acetona eterificada.6
Las alteraciones del color en las coronas como consecuencia de la descomposición pulpar son los casos donde con mayor facilidad se consigue recuperar el color natural, a través de procedimientos de blanqueamiento por oxidación directa,8) como se puede observar en este caso clínico, en el cual los autores escogieron la técnica de peróxido de hidrógeno de 100 volúmenes (30 %) activada con calor y se obtuvo un resultado satisfactorio, lo cual es equivalente al caso presentado por Artigas et al,9 quienes utilizaron la técnica similar con igual efecto y a la propuesta efectuada por Jardines,10 aunque este optó por el peróxido de hidrógeno al 30 % y perborato de sodio.
Tal como se ha visto, las alteraciones en el color de los dientes son muy comunes en la actualidad, a lo cual el especialista en odontología debe dar solución. En este caso se logró la recuperación estética y psicológica de la paciente, lo que le permitió elevar su autoestima.