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Introducción
El perfeccionamiento continuo del Sistema Nacional de Educación establece, como objetivo esencial, la formación de una nueva generación en correspondencia con una de las cualidades a que se aspira en este siglo XXI: formar de manera integral a niños, adolescentes y jóvenes.
En la educación superior el propósito es lograr un profesional más pleno, creativo e independiente, dotado de un alto significado humanista, capaz de poner sus conocimientos al servicio de la sociedad, lo cual implica que se le prepare para asumir su autoeducación durante toda la vida, de manera que pueda mantenerse actualizado y responda a las necesidades del país.
Lo anterior ha generado que los centros universitarios estén en constante renovación y adquisición de saberes. Al respecto, Fuentes González1 señala:
El proceso de formación en la Educación Superior, consecuente con la necesidad de formar profesionales capaces de brindar respuestas a las exigencias de las sociedades contemporánea, ha de propiciar una formación profesionalizante e investigativa de avanzada que permita la construcción y aplicación del conocimiento científico en la solución de los problemas fundamentales que se presentan en su campo profesional, de manera activa, independiente y creadora, a la vez de desarrollar una gestión socio-cultural, lo cual tiene profundas implicaciones en la relación entre la universidad y la sociedad.
Para que sea realidad esta aspiración, en la práctica pedagógica de los diferentes centros universitarios, es una necesidad elevar el rigor científico de la formación permanente de los profesionales que se desempeñan como docentes.
Nieva Chaves y Martínez Chacón2 precisan que “la formación docente no debe ser accidental y espontánea, tampoco se circunscribe a los que se inician como educadores; ella es fundamental para todos los actores educativos que participan de los procesos de desarrollo de la cultura, del tipo de ser humano y la sociedad inclusiva que se quiere perpetuar”.
La afirmación anterior también debe evidenciarse en el proceso de formación de los futuros profesionales de la salud. Para contribuir al desarrollo integral de esos estudiantes es necesario elevar constantemente la profesionalidad de los docentes que laboran en estos centros y la calidad en su preparación, estimulando la constante búsqueda, instrumentación y evaluación de alternativas científicas de solución a los problemas de la realidad social educativa, así como una adecuada formación pedagógica y consagración a la labor docente.
De hecho, varios investigadores manifiestan una gran preocupación por la formación pedagógica de los profesores de las ciencias médicas y han profundizado esencialmente en cómo favorecer la preparación de estos en contenidos didácticos.3,4,5,6
Por otra parte, las exigencias de la universidad cubana actual se dirigen a profundizar en el desarrollo permanente de los docentes de las diferentes carreras de las ciencias médicas, a fin de que estos actualicen y amplíen sus conocimientos teóricos y metodológicos, y además desarrollen competencias que les permitan el cumplimiento exitoso de la tarea instructiva que se les ha asignado frente a sus estudiantes.
En tal sentido, se reconoce la importancia de atender el perfeccionamiento constante de los docentes de las carreras de tecnología de la salud, teniendo en cuenta su perfil de formación profesional, puesto que una parte significativa de ellos no son graduados de carreras pedagógicas.
Así, algunos estudiosos del tema se preocupan por investigar sobre la formación del docente de tecnología de la salud, con énfasis en su preparación pedagógica y en aras de mejorar su desempeño profesional.7,8
La formación constante de los profesores en las carreras de tecnología de la salud respecto a la orientación educativa adquiere gran significación, teniendo en cuenta que educan a un profesional que tendrá la responsabilidad de brindar servicios de salud de calidad a la población. En ese sentido, los docentes deben estar preparados para proyectar y desarrollar acciones educativas que garanticen la orientación adecuada durante todo el proceso formativo de los estudiantes.
A pesar del trabajo realizado por los diferentes niveles organizativos del proceso, aún no se han logrado resultados eficientes en la labor formadora del colectivo pedagógico. Por ello, en este artículo se pretende dar a conocer una metodología que puede contribuir al adecuado desempeño profesional de los docentes en este aspecto.
Desarrollo
El Reglamento para el Trabajo Docente y Metodológico en la Educación Superior es uno de los fundamentos legales que se tomó para la elaboración de la metodología. En este se precisa la importancia del trabajo metodológico para la preparación de los docentes, en función del desarrollo eficiente de su labor formadora en los estudiantes de las diferentes carreras; además, se significa el trabajo metodológico en su vertiente colectiva e individual. En el artículo 20 se señala: “El trabajo metodológico individual parte de la autopreparación… premisa fundamental para que resulte efectivo el trabajo metodológico que realiza el profesor de forma colectiva”.9
En la metodología que se propone se apropian estas ideas en la medida en que, a través de las diferentes etapas que la constituyen, las diversas acciones promueven la formación permanente de los docentes de las carreras de tecnología de la salud en torno a la orientación educativa.
La metodología para la formación de competencias en orientación educativa de los docentes de tecnología de la salud tiene su premisa en criterios básicos o ideas esenciales, como las que se mencionan a continuación:
Los docentes de las carreras de tecnología de la salud son sujetos que se desempeñan como profesionales de la educación; por tanto, entre sus funciones se encuentra la orientadora.
Su misión fundamental es el desempeño de su labor formadora con calidad, en aras de lograr la formación integral -enfocada en lo asistencial- de los futuros tecnólogos de la salud que requiere la sociedad.
La actualización y renovación constante de su preparación profesional y de sus saberes en general, de acuerdo con el desarrollo científico-técnico actual y las demandas del país, es una necesidad que revela a la formación permanente y la autoformación como ejes del desarrollo de los docentes de tecnología de la salud.
El análisis de los criterios básicos, las características generales y los requerimientos que cualifican a esta metodología, permiten acceder a sus elementos constitutivos esenciales: objetivo general, sistema categorial, método, procedimientos y etapas.
La metodología tiene como objetivo general contribuir al desarrollo de competencias sobre orientación educativa en los docentes de tecnología de la salud, a partir de acciones dirigidas al proceso de formación permanente de estos, a través de la reflexión como procedimiento general.
Por otro lado, la metodología es explicada teniendo en cuenta un determinado sistema categorial, al cual se debe recurrir para lograr una mejor comprensión del proceso de formación de competencias en orientación educativa.
Las categorías que se consideran en la metodología son las siguientes: autorreflexión, autopreparación docente, competencia para la orientación educativa, concientización formadora preorientacional, constructividad orientacional pro asistencia, desempeño pedagógico, formación de la competencia en la orientación educativa, formación-autoformación, gestión orientacional pro asistencia, método formativo de competencias sobre orientación educativa, orientación educativa, procedimiento reflexivo y reflexión.
Igualmente, se considera como método esencial el formativo de competencias sobre orientación educativa. Este método ofrece la vía general para propiciar la construcción colectiva e individual de los saberes orientacionales que les permiten a los docentes ir configurando la competencia en orientación educativa como una cualidad de su personalidad. Al método le es inherente un sistema de procedimientos (a través de lo reflexivo como procedimiento general), que posibilitan, de manera gradual, que el mismo docente vaya reflexionando, autovalorando y tomando conciencia de sus propias necesidades de formación, para poder realizar las acciones de desarrollo de la mencionada competencia.
Los procedimientos particulares del método empleado son tres: 1) preparación orientacional, 2) construcción orientacional y 3) intervención y reajuste orientacional. El método, con su procedimiento general y los particulares, vertebra la concepción y el desarrollo de la metodología.
Dicha metodología se concibió a través de diversas etapas, que se caracterizan por su estrecha relación, con reforzamiento en su carácter sistémico.
Asimismo, en su organización se incluyen talleres, para efectuar intercambios, reflexiones y aprendizajes. La evaluación es sistemática, de manera que se puedan ir rediseñando las acciones en correspondencia con los resultados que se van obteniendo durante el proceso de formación de competencias en orientación educativa.
La propuesta se dirige al desarrollo reflexivo y autorreflexivo de los docentes, a través de la identificación de sus necesidades y posibilidades para la orientación educativa.
Las etapas de la metodología son las siguientes:
Etapa diagnóstica-autodiagnóstica
Etapa proyectiva pro formación orientacional
Etapa de despliegue pro formación orientacional
Etapa valorativa orientacional
En estas se consideró como método esencial el formativo en competencias sobre orientación educativa.
Primeramente, se efectuó un proceso de sensibilización de los docentes de las carreras seleccionadas, que se estructuró sobre la base de talleres de reflexión, y se presentó la concepción preliminar de la metodología y del sitio Orient Web, creado como parte de esta para la citada institución educacional.
Para la implementación de la metodología se utilizó como vía de investigación el estudio de caso, con la intención de provocar cambios que favorezcan la adecuada preparación de los docentes en su desempeño respecto al cumplimiento de la labor orientadora. También se emplearon la opinión de los usuarios y otros instrumentos de diagnóstico, como el criterio de especialistas, las entrevistas a directivos.
El estudio se organizó metodológicamente en tres fases: preactiva, interactiva y posactiva.
En la primera fase, preactiva, se lleva a cabo la superación de los docentes y de los profesores encargados de ejecutar la metodología; se presentan, de forma general, la concepción de la metodología para el proceso de formación permanente de los docentes y del sitio Orient Web. La valoración sobre la factibilidad y calidad de esos resultados se determina a partir del criterio de usuarios y de especialistas.
En la fase interactiva se precisan las acciones pedagógicas y se elaboran los indicadores que se emplearán para incidir en la formación de competencias en orientación educativa.
Finalmente, en la fase posactiva se valoran la eficiencia y el funcionamiento de la metodología, utilizando la triangulación metodológica, con el propósito de mejorar la continuidad de su implementación en el futuro.
En dicha metodología se propicia la superación de los docentes como una de las formas de posgrado, a través de intercambios y espacios colectivos que, a su vez, promueven la reflexión individual y la autoformación.
Como resultado de estos talleres de sensibilización, se reconocen las deficiencias detectadas en el diagnóstico y se expresan la necesidad y pertinencia de los temas debatidos en cada taller.
También se presenta la concepción preliminar de la metodología y del sitio Orient Web para la formación de competencias en orientación educativa. A tal efecto, se utiliza el criterio de usuarios. Por otra parte, el sitio constituye un material de autoayuda para la orientación educativa y tiene como objetivo la preparación de los docentes en esta labor.
De manera general, se reconoce el valor de la metodología propuesta y se aceptaron las dificultades detectadas en el diagnóstico; también, se reveló la necesidad y pertinencia de los temas debatidos en los talleres y la utilización del sitio.
Luego se desplegaron las acciones propuestas para las diferentes etapas de la metodología.
Etapas de la metodología
1ra etapa
En el cumplimiento de la primera etapa se ejecutan las siguientes acciones:
Se realiza el diagnóstico y autodiagnóstico para determinar el estado actual de preparación de los docentes respecto a la labor orientadora.
Se realiza un intercambio reflexivo con los docentes acerca de las carencias y potencialidades para la formación de competencias sobre orientación educativa.
En esta etapa diagnóstica-autodiagnóstica se efectúan los primeros intercambios, se detectan las incertidumbres de los docentes respecto a la preparación que poseen, quienes reflexionan y concientizan sobre sus carencias para formar al futuro profesional de la salud.
3ra etapa
En la tercera etapa se ejecutan las actividades de superación y autopreparación previstas, a saber:
4ta etapa
Se reagrupan los elementos y criterios de desempeño.
Se realizan evaluaciones parciales del cumplimiento de las acciones y los objetivos de la metodología para la retroalimentación.
Se analizan las propuestas de acciones de orientación en su grupo estudiantil.
Se desarrollan las acciones de orientación educativa en su grupo estudiantil.
Se socializan los resultados obtenidos en las acciones anteriores con el grupo estudiantil.
Se realizan evaluaciones parciales y final para determinar el cumplimiento de los objetivos y las acciones de la metodología propuesta.
Impacto de la metodología
Los principales cambios que dan cuenta del impacto de la metodología y del sitio Orient Web se evidenciaron de la manera siguiente:
La concientización de los docentes acerca de la importancia de desarrollar el proceso de formación permanente a través de un sentido innovador con un método respecto al sistema de procedimientos, para lograr niveles de sistematización del contenido de orientación educativa deseado. La realización de cada una de las acciones facilitó la dinámica de la formación de la competencia.
La reflexión de los docentes en cuanto a sus necesidades para la orientación educativa en correspondencia con el hacer, el saber hacer y el ser.
La participación consciente en las acciones que se reflejan en los niveles motivacionales alcanzados en el desempeño de las actividades. Se reconocen, por los directivos, las manifestaciones de responsabilidad ante la realización de las actividades y la calidad en las reflexiones.
El respeto a los criterios del colectivo, la cooperación en la planificación de las actividades.
La capacidad para mantener un trabajo adecuado en los diferentes contextos en que se desempeña, específicamente en los procesos formativos de los futuros tecnólogos.
El conocimiento y la búsqueda de aspectos relacionados con su esfera de actuación profesional en lo referido a la orientación educativa.
Una mayor motivación en los docentes, puesto que son capaces de planificar, ejecutar y dirigir acciones de su propio proyecto profesional.
La apropiación consciente de su desempeño, relacionada con su rol profesional como docente.
Una mayor preparación para desarrollar la orientación educativa con los estudiantes.
La participación consciente en la realización de actividades de superación y autosuperación, que se revierten en adecuados modos de actuación.
La funcionalidad de la metodología se encuentra en relación con la pertinencia de las acciones previstas y los cambios operados en los docentes. Se promovió la reflexión, lo que contribuyó a la preparación de los profesores y permitió su autosuperación. Esto resalta la metodología como una herramienta concreta para tal fin.
El impacto se manifiesta en el perfeccionamiento del proceso de formación de los docentes de las carreras de tecnología de la salud. Se profundiza en la preparación teórico-metodológica para esta labor a través de la adquisición de un método con un sistema de procedimientos reflexivos.
El diplomado citado constituyó un momento significativo en esta preparación, al incidir directamente en los docentes. La metodología, además, contribuyó a elevar su disposición, dada la posibilidad de atender su propio desarrollo. Se destaca el impacto social, teniendo en cuenta que se forma un profesional con responsabilidad en los servicios de salud.
Las competencias sobre orientación educativa en los docentes de tecnología de la salud inciden en el desempeño de estos en las áreas social, institucional, profesional y personal:
Social: Se dirige al impacto de los tecnólogos a nivel social; es decir, la calidad en la prestación de servicios asistenciales de salud, la contribución al desarrollo de programas de salud en las unidades asistenciales, el diagnóstico y la prevención de enfermedades a través de las actividades comunitarias, todo lo cual influye en la mejora de la calidad de vida de la población.
Institucional: Incide en el perfeccionamiento de la concepción del proyecto educativo de grupo, año, carrera e institución; proporciona información sobre el perfil de formación en las carreras de tecnología de la salud; favorece los procesos formativos del futuro tecnólogo, desde lo académico-asistencial, lo investigativo y lo extensionista.
Profesional: Se desarrolla la orientación profesional en los futuros tecnólogos de la salud, lo cual favorece la motivación y reafirmación sobre la especialidad escogida, forma en los estudiantes habilidades relacionadas con la bioética y el conocimiento de su desempeño y sus potencialidades, a fin de permitir la construcción de los proyectos profesionales y atender la diversidad de estudiantes de diferentes grupos etarios y de educación que ingresan a las carreras.
Personal: Favorece el desarrollo de actitudes, conducta, habilidades, comunicación, así como la solución de conflictos asociados con las relaciones interpersonales, de pareja y familiares de los futuros tecnólogos; perfecciona el conocimiento de sí mismo en las esferas emocionales, conductuales y de desempeño académico, que se revierte en el autoconocimiento, la autoestima y la comunicación asertiva de estos futuros profesionales.
Conclusiones
Se reveló la pertinencia del proceso en cuanto a las necesidades de formación permanente de los docentes; aspecto que determina la superación y autopreparación de estos para desarrollar los rasgos distintivos de su desempeño profesional.
La metodología propuesta es una concreción del método formativo de competencias sobre orientación educativa en los docentes de las carreras de tecnología de la salud; su aplicación posibilitó la participación protagónica de estos de manera flexible, con resultados que contribuyeron al objetivo trazado.
