Introducción
A principios de enero de 2020, las autoridades chinas informaron que un nuevo coronavirus (nCoV-2019) fue identificado como la posible causa de una neumonía desconocida, con características graves, notificada en un grupo de pacientes en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, China.1) La Organización Mundial de la Salud (OMS) la declara pandemia el 11 de marzo de 2020.2) Coincidentemente, en esa fecha, se informaron los primeros casos en Cuba.
Dicha epidemia llega al área de las Américas en un contexto muy desigual y vulnerable, donde las respuestas y el enfrentamiento a esta han sido disímiles, en correspondencia con las particularidades de cada nación. Lo anterior está muy vinculado con la voluntad política para la toma de decisiones oportunas y la puesta en práctica de acciones tanto sanitarias como de apoyo social pertinentes.
En Cuba, el enfrentamiento a la pandemia se ha estructurado mediante una respuesta coherente, con unidad e integridad, basada en los aportes de la comunidad científica, representada por sus centros de investigación y de desarrollo tecnológico, las universidades y la Academia de Ciencias de este país.3 En esta dirección, el sistema de salud ha hecho posible entender la prevención de la enfermedad desde 2 elementos: primero, la voluntad política expresa de que la salud de las personas es prioritaria y segundo, la anticipación al riesgo, la prevención y el control del coronavirus.4)
A partir de la situación creada en el país y ante la aparición de nuevos casos positivos a la enfermedad, el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) activó el sistema de pesquisa, que incluyó las universidades médicas, para lo cual se desarrolló un proceso de capacitación de profesores y estudiantes mediante talleres. En estos espacios se puntualizaron los aspectos más importantes de la enfermedad, así como las acciones necesarias para su prevención y control.5) En tal sentido, con este artículo se pretende argumentar la importancia de la preparación de docentes y estudiantes de la Facultad de Enfermería - Tecnología de la Salud, desde los principios éticos para enfrentar la COVID - 19.
Etapas del enfrentamiento a la COVID-19
El SARS-CoV-2 es el agente responsable de la grave pandemia actual y causa la enfermedad asociada al nuevo coronavirus o COVID - 19. Los coronavirus son virus ARN de cadena única; agentes causantes de al menos una tercera parte de los resfriados comunes e infecciones respiratorias del tracto superior en el ser humano.6 Se denominan coronavirus puesto que al microscopio electrónico muestran proyecciones proteicas externas en forma de masa que dan a la partícula viral un aspecto de corona.7
Ante el llamado inminente del estado, el gobierno y el Ministerio de Salud Pública para realizar acciones preventivas, educativas y formativas durante la COVID - 19, desde el pregrado, el estudiantado de la Universidad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba dio un paso al frente.8
De manera protagónica y sustentado en los principios de la ética y la bioética médica, la facultad de Enfermería - Tecnología de la Salud se incorporó al enfrentamiento de la pandemia durante 3 etapas de trabajo:
Primera etapa (desde el 3 de febrero hasta el 15 de marzo de 2020): Permitió dotar a trabajadores, docentes y estudiantes de los conocimientos necesarios para informar al resto de los sectores y a la población en sentido general, sobre los aspectos clinicoepidemiológicos que caracterizan la enfermedad, temas de higiene personal y comunitaria, así como capacitación sobre bioseguridad, en función del cumplimiento de las medidas para prevenir la enfermedad.
Segunda etapa (desde el 19 de marzo hasta el 22 de julio de 2020): Se inició la pesquisa activa desplegada en todas las áreas de salud, que incluyó además a los municipios de la provincia, donde participaron profesores y estudiantes desde segundo hasta cuarto años de las diferentes especialidades y formaciones (técnicos superiores de ciclo corto, técnicos medios, así como estudiantes de las licenciaturas en Enfermería y Tecnología de la Salud).
Sus funciones consistían en reforzar las acciones de vigilancia epidemiológica a toda la población, la identificación oportuna y temprana de personas afectadas con infección respiratoria aguda (IRA), cefalea, malestar, debilidad, dolores de cabeza y/o garganta, así como posibles contactos, sospechosos, viajeros procedentes de otros países y provincias que le permitían romper la cadena de transmisión y controlar la enfermedad. De igual forma se contribuyó a la identificación de personas vulnerables donde fueron incluidas aquellas mayores de 60 años de edad que vivían solas, así como niños discapacitados.
Resulta importante destacar, que a esta humanitaria labor se incorporaron 3 enfermeras para combatir dicha afección en países africanos y otras fueron a la zona roja de los hospitales asignados para el ingreso de personas contagiadas con el virus.
Tercera etapa (desde el 13 de enero hasta la actualidad): Ante el rebrote de la enfermedad, que demuestra la existencia de debilidades atribuibles a la baja percepción del riesgo en la población y las violaciones de las medidas de bioseguridad; la dirección de la facultad, por indicaciones de la Universidad de Ciencias Médicas, elaboró una nueva estrategia para el enfrentamiento, que incluyó la capacitación al personal en temas relacionados con vías de transmisión, síntomas y el protocolo de atención a pacientes con la COVID - 19.
En esta etapa se incorporaron a la pesquisa activa los docentes y estudiantes de la facultad en las diferentes áreas de salud de los municipios de la provincia de Santiago de Cuba. De igual forma, se diseñó una estrategia para el trabajo docente - metodológico, a fin de darle cumplimiento a los diferentes programas de estudio que forman parte del currículo de las disímiles especialidades.
Un aspecto importante a señalar es que la institución se utiliza como centro de aislamiento para contactos y sospechosos de la COVID - 19, donde trabajadores entre los cuales figuran: enfermeras, enfermeros, tecnólogos, médicos y profesores forman parte de la fuerza de trabajo que allí labora, quienes muestran la vocación ético - humanista que debe caracterizar al personal de la salud.
Según López,9 para la formación ética y humanista que representa la bioética se valora el aspecto cognitivo, pero es fundamental además, el metacognitivo, desde la naturaleza valorativa de lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto. Se comparte el reconocimiento de dicha autora sobre la necesidad del desarrollo de la actividad cognoscitiva, metacognitiva, moral y comunicativa, lo que se considera esencial para enfrentar la pandemia desde una visión bioética.
En esta línea de pensamiento, los valores humanos y los sólidos principios éticos y bioéticos de los trabajadores y estudiantes de la facultad de Enfermería - Tecnología han sido determinantes para el enfrentamiento a la COVID - 19, evidenciado en su comportamiento bioeticista al mostrar:
La justicia como solidaridad sustentada en el compromiso moral de inspiración martiana donde no se da lo que sobra, sino se comparte lo que se tiene.
Mostrar equidad en salud, lo que significa iguales oportunidades de los recursos disponibles, donde se beneficien todos sin consentir privilegios debido a la diferencia por color de la piel, género, territorio, discapacidad, orientación sexual, así como la contribución altruista a los problemas locales y globales de salud.
La beneficencia como responsabilidad, significa desarrollar el consentimiento informado en el marco de las relaciones interpersonales, caracterizado por la cientificidad (beneficencia de la confianza).
Dominar los procesos comunicativos como única vía para acercarse a lo más íntimo y profundo, establecido en el vínculo entre lo propiamente técnico y lo moral de las relaciones interpersonales.
El consentimiento informado debe convertirse en una acción educativa en la cual el respeto a la autonomía sea conciliado con la necesidad del paciente, a partir del reconocimiento de que lo mejor de la política cubana de ciencia y tecnología han sido los valores sociales que la han guiado, en particular, el interés por poner el conocimiento al servicio de las demandas del desarrollo y la satisfacción de las necesidades humanas básicas de toda la población.10
Por otra parte, el vínculo directo de los docentes y estudiantes con la comunidad, les ha permitido:
Ampliar sus conocimientos y elevar la percepción del riesgo en diferentes grupos poblacionales, que los convierte en protagonistas debido a la alta sensibilidad y solidaridad; por ello puede decirse que se han crecido y fortalecido en tiempos de pandemia.
Relacionarse directamente con uno de los modos de actuación del profesional, la prevención de riesgos y enfermedades, que además de la acción de salud en sí, ha estado cargada de valores propios de la profesión, tales como responsabilidad, disciplina, humanismo, colaboración y trabajo en equipo.
Sin lugar a dudas, la labor realizada durante este periodo ha sido una experiencia singular para las generaciones actual y futura de profesionales de la salud.
Conclusiones
La labor desplegada por docentes y estudiantes de la Facultad de Enfermería - Tecnología de Santiago de Cuba para enfrentar la pandemia de la COVID - 19 es considerada pertinente por los directivos de la institución, puesto que constituye un elemento significativo en la consolidación de los valores éticos y bioéticos para el desarrollo de protocolos y procesos adecuados, acorde con las necesidades y las buenas prácticas de calidad y seguridad en la atención comunitaria.