Introducción
En la práctica de actividades físicas y el deporte competitivo o profesional se utiliza gran parte del tiempo a la recuperación muscular. En este sentido, los actuales modelos de competición y el creciente auge de la práctica deportiva han considerado de gran importancia los aspectos relacionados con la recuperación posesfuerzo y la disminución de la fatiga muscular.1,2
De acuerdo con lo anterior, el fisioterapeuta interviene en la relación entre el ejercicio físico y la recuperación, en presencia o no de una lesión, por lo que se convierte en un pilar fundamental del rendimiento físico en el deporte. Los tratamientos son muy variados, ya que comprende desde la crioterapia y el masaje manual, hasta el uso de la tecnología, como la compresión neumática intermitente y la radiofrecuencia.3,4
Por otra parte, la variedad de deportes en todas las edades, enseñanzas y carreras, así como de oportunidades para ejercitarlos, ha aumentado en las décadas recientes; mientras el interés por los profesionales del deporte se ha mantenido en ascenso.5
Teniendo en cuenta que los deportes requieren de mayor rendimiento por parte de los atletas y se han vuelto más competitivos, aumentan las lesiones y las complicaciones por esta causa. Es importante señalar que los deportes como fútbol, baloncesto, atletismo, rugby, balonmano y voleibol, son los que presentan más riesgo de lesión del ligamento cruzado anterior en mujeres.6)
En la generalidad de los deportes, según la edad, la mayoría de las lesiones ocurren entre los 15 y 25 años. Cuando se analiza solo el sexo, predomina el masculino, pero al relacionarlo con el número de lesiones, el femenino. Según el deporte, sobresale el fútbol y según su localización, las extremidades inferiores (rodilla, tobillo, muslo, pie y pierna, en ese orden).6)
En Cuba, la incidencia y prevalencia de las lesiones deportivas durante la niñez no se conoce con exactitud en las escuelas de iniciación deportiva (5
Por ser las lesiones causas directas o indirectas del retiro precoz de los atletas, así como de daño general a la salud de estos, en la medicina del deporte en Cuba existe gran preocupación y ocupación por la atención preventivo-curativa, con énfasis en las selecciones nacionales de las diferentes disciplinas.7
Como bien se conoce, es necesario que los deportistas puedan rendir al máximo nivel durante el mayor tiempo posible, pero, sin dudas, una lesión limita su rendimiento físico, de manera que la calidad del tratamiento fisioterapéutico ayuda a que los resultados sean mejores y a evitar futuras recaídas.8
Actualmente, existen dificultades y falta de relación entre los elementos o componentes del proceso de atención al niño atleta con lesiones (prevención, educación para la salud, diagnóstico, tratamiento, seguimiento, rehabilitación) y su reincorporación al deporte.9
Para la solución de la problemática anterior, la teoría general de sistemas fundamentalmente, constituye una herramienta conceptual que brinda principios metodológicos para la atención a problemas complejos en medicina y en salud, lo que significa un mayor acercamiento y una visión más acertada de esta.
Entre las diferentes modalidades de tratamiento, la crioterapia reduce la temperatura del tejido expuesto, lo que provoca disminución del metabolismo basal, vasoconstricción, conductividad nerviosa y reducción del flujo sanguíneo.
A través del tiempo ha sido el método más estudiado y utilizado por los fisioterapeutas, en sus distintas modalidades de aplicación, para prevenir y mejorar el dolor muscular de aparición tardía. Su efecto analgésico se fundamenta en algunos cambios evidentes en la electrofisiología neuromuscular; también se asocia con la disminución local de la temperatura cutánea, de ahí que retrasa tanto la apertura como el cierre de los canales de sodio. De este modo, se ralentizan las corrientes de sodio responsables de la despolarización de las fibras nerviosas y/o musculares y, a su vez, se reduce la velocidad de conducción nerviosa del axón.3
El hecho de tener un período refractario más largo condiciona que disminuya su potencial de acción que, sumado a la disminución de la frecuencia de descarga del nociceptor, explica el aumento del umbral del dolor y el potencial efecto hipoalgésico que se le atribuye.10
La provincia de Sancti Spíritus no está exenta de estos problemas, pues las afecciones del sistema osteomuscular (SOMA) constituyen una de las primeras causas de consulta tanto en la atención primaria como secundaria; no obstante, a pesar de ser un padecimiento frecuente, no representa una amenaza grave para la salud y, pese a que habitualmente es benigno, puede alterar la calidad de vida y la actividad deportiva de los afectados. Por lo antes expuesto se decidió realizar el presente estudio con el objetivo de evaluar la efectividad de la crioterapia para disminuir el dolor y el edema en pacientes con enfermedades traumáticas del SOMA.
Métodos
Se realizó un estudio observacional, de corte descriptivo y retrospectivo, de 5 548 deportistas con afecciones del SOMA, que acudieron al Servicio de Rehabilitación Física del Estadio José Antonio Huelga de la provincia de Sancti Spíritus, entre noviembre de 2018 y diciembre de 2019, para recibir crioterapia y estimulación eléctrica nerviosa transcutánea (TENS) para la disminución del edema y el dolor, para lo cual se tuvieron en cuenta criterios de inclusión y de exclusión
Las variables independientes establecidas para el estudio fueron: edad, sexo, tipo de deporte y lesiones que presentaban; entre las dependientes, disminución del edema y el dolor, recuperación y desaparición de los síntomas.
A todos los pacientes se les realizaron 10 sesiones de crioterapia (2 diarias por 10 minutos cada una, en la mañana y en la tarde), para lo cual se empleó el método de criomasaje, consistente en frotar bloques de hielo en las áreas afectadas en forma circular y con movimientos de desplazamiento suave, donde se obtuvo una reducción de la temperatura de alrededor de 15 °C; mientras que la estimulación eléctrica se utilizó una vez al día con el método convencional, con una frecuencia de 50-150 Hz y duración de los impulsos de 0,04-0,02 ms, con intensidad agradable, sin producir contracción muscular. Los electrodos se ubicaron por arriba del nivel de la lesión (ánodo) y único proximal (cátodo).
Los aspectos éticos del estudio se analizaron y aprobaron en la Comisión de Ética del Consejo Científico de Ciencias Médicas de Sancti Spíritus. Se obtuvo por escrito el consentimiento informado de cada uno de los pacientes, en el cual se explicaron los objetivos del estudio y se estableció la voluntariedad de participar y de abandonar el estudio en el momento que lo desearan.
Resultados
En la casuística (tabla 1) predominaron el sexo masculino (66,83 %) y el grupo etario de 18-21 años (57,33 %).
Por su parte, el futbol y el atletismo (tabla 2) resultaron ser los deportes con más afectados (23,08 y 22,85 %, respectivamente).
Entre las lesiones principales (tabla 3) figuraron los esguinces (56,54 %) y las fracturas (20,81 %). Solo 8 pacientes abandonaron el estudio por causar baja de las áreas deportivas a las cuales pertenecían y uno, que presentaba multifractura en el miembro inferior derecho por accidente, no se recuperó. La recuperación fue de 99, 83 % y en general se evaluó como buena (99,42 %).
El edema y el dolor disminuyeron desde la primera sesión de criomasaje y, a partir de la sexta ya habían alcanzado 41,65 y el 64,27 %, respectivamente (tabla 4).
Discusión
En el ámbito nacional no se encontraron estudios para contrastar los hallazgos de esta casuística y a escala internacional son muy pocos los estudios que muestran una aproximación más científica y objetiva de la utilización del criomasaje y otras terapias en atletas con estas lesiones.
Los resultados de la presente investigación son similares a los de García et al,11) quienes al combinar el criomasaje con la terapia de ultrasonido y corriente interferencial en 2 grupos de estudio, encontraron predominio del sexo masculino, pues según plantean, desde el punto de vista laboral los hombres tienen más accidentes de trabajo por estar expuestos a actividades que demandan más esfuerzos físicos que las mujeres, como también ocurre en deporte.
En lo que respecta al sexo se evidencia que las féminas tienen mayor riesgo de sufrir lesiones que los hombres, dadas las características morfológicas, incluidas la masa corporal y la talla reducidas en comparación con los hombres. Algunos autores12) también muestran la menor eficacia mecánica de las rodillas por su angulación, la cual favorece la inestabilidad de estas y del tobillo e indican que sus extremidades, al ser más cortas que la de los hombres, generan brazos de palanca más cortos que dificultan la óptima ejecución del gesto deportivo. Por otro lado, entre los parámetros fisiológicos el volumen cardíaco es 25 % inferior al de los hombres que, a su vez, disminuye la capacidad de transportar oxígeno.
Con respecto a los tipos de lesiones, en esta serie sobresalieron los esguinces y las fracturas, cuya recuperación fue evaluada de buena; mientras que en un estudio efectuado en Santiago de Chile sobre prevalencia, características y factores asociados a lesiones por entrenamiento funcional de alta intensidad13 prevalecieron los desgarros musculares (12,9 %) y los esguinces (11,8 %).
Como ha podido constatarse, en una investigación llevada a cabo para evaluar la efectividad de la terapia combinada más la crioterapia, en pacientes con sacrolumbalgia aguda y subaguda,12 en el primer grupo de tratamiento hubo mejoría entre la segunda y tercera sesiones de ultrasonido, corriente interferencial y criomasaje; en el segundo, entre la cuarta y sexta, con disminución del dolor en 100 y 40 % de los integrantes, respectivamente. Ya en la décima sesión 99,42 % no presentaban edema y dolor que dificultaran su funcionabilidad.
Olmos et al14) en su investigación sobre 2 modalidades terapéuticas para la rehabilitación de pacientes con linfedema, con el fin de generar una respuesta tisular basada en la transferencia térmica, destacaron los resultados de la aplicación del frío y la respuesta positiva al tratamiento, debido a su efecto fisiológico y a su mecanismo de acción sobre el área afectada.
En la serie de Zambrano et al,15 relacionada con los beneficios de la crioterapia en pacientes con artritis reumatoide, se encontró mejor efecto del criomasaje para disminuir la temperatura de la piel.
Se concluye que el criomasaje, más la estimulación eléctrica nerviosa transcutánea mediante el método convencional, resultó efectivo y seguro en el tratamiento de pacientes con edema y el dolor a causa de enfermedades traumáticas del sistema osteomioarticular.