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Medicentro Electrónica

versión On-line ISSN 1029-3043

Medicentro Electrónica vol.18 no.1 Santa Clara ene.-mar. 2014

 

EDITORIAL

 

La publicación científica: Un reto necesario para los profesionales de la salud

 

Scientific publication: a necessary challenge for health professionals

 

 

Dra. Norma E. Batista Hernández

Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral y en Bioestadística. Universidad de Ciencias Médicas “Dr. Serafín Ruiz de Zárate Ruiz”. Santa Clara, Villa Clara. Cuba. Correo electrónico: normabh@ucm.vcl.sld.cu

 

 


La comunicación precisa y transparente de la investigación se ha convertido en una cuestión cada vez más relevante a medida que se acumulan pruebas de que muchos de los estudios de investigación publicados no ofrecen información clave respecto a su metodología y sus resultados.

En la revista Medicentro, desde su salida en la nueva plataforma de OJS (Open Journal System) en el 2011, se han recibido 235 trabajos (hasta el cierre de septiembre del año en curso); de ellos, solo se han publicado 75 para un índice de rechazo de 0,68.

La investigación científica y la publicación de sus resultados van de la mano. Una metodología investigadora exquisita solo puede ser reflejada adecuadamente por una publicación formal y estructuralmente óptima. Para el éxito de este proceso, deben seguirse unos pasos ordenados, que incluyen la selección de la revista en que se va a publicar, y la adhesión estricta a sus normas y a las guías metodológicas y formales que ofrecen diversas sociedades de editores y otras instituciones. Además, se requiere una escritura con contenidos estructurados, lógicos y atractivos y un estilo basado en las premisas de la precisión y síntesis. La tarea de redacción científica es colectiva, aunque no todos los autores la protagonicen directamente, y no termina hasta que el artículo está publicado.

Una de las cuestiones más sorprendentes acerca de publicar en revistas científicas biomédicas es que todo el mundo lo considera algo muy difícil, y en muchos casos así es. La clave de su confección está en que el objetivo no es escribir un «buen artículo» (de hecho, existen opiniones muy diversas acerca de lo que es un buen artículo), sino escribir un artículo que el director de una revista biomédica quiera publicar. Lógicamente, el artículo debe tener un sólido fundamento científico.

Entre los mayores problemas al escribir, no es qué decir sino qué se debe omitir. Escribir es una actividad lineal, por tanto, es necesario fijar una determinada estructura para el manuscrito; por citar un ejemplo, los artículos originales generalmente presentan cuatro partes: Introducción (¿por qué lo hizo?), Métodos (¿qué hizo?), Resultados (¿qué encontró?) y Discusión (¿qué significado tiene todo ello?).

En primer lugar hay que plantearse las grandes preguntas: ¿Tiene un mensaje coherente el artículo? ¿Es adecuado el mensaje para la revista donde se quiere publicar? ¿Está el artículo debidamente estructurado?

Después vienen los detalles, para lo cual habrá que leer varias veces el manuscrito, centrándose en un aspecto específico cada vez: ¿Están los datos verificados y vueltos a verificar? ¿Cuadran las cifras? ¿Se han respetado las reglas básicas de sintaxis y ortografía? ¿Se han seguido los requisitos de las Instrucciones para autores? Es un trabajo muy tedioso, pero es necesario hacerlo.

Luego del envío del trabajo a la revista seleccionada, se inicia el proceso de decisión, que comprende un conjunto de actividades que se efectúan en las revistas biomédicas, desde la recepción de un artículo hasta su aceptación o rechazo. La primera es la evaluación por parte de los miembros del Comité Editorial, quienes analizan tanto la idoneidad del artículo para la revista como su calidad científica. Tras esta primera evaluación, si es aprobado preliminarmente desde el punto de vista metodológico y estadístico, se procede a su revisión por expertos, proceso que es fundamental para refrendar su validez científica.

La mayoría de las publicaciones biomédicas exigen que los autores cumplan los Requisitos de uniformidad para los manuscritos, elaborados por el Comité Internacional de Editores de Publicaciones Médicas (ICMJE, por sus siglas en inglés),1 el cual establece los principios éticos de la realización y presentación de informes de investigación y proporciona recomendaciones concernientes a elementos específicos de la edición y redacción.

Además de los requisitos de uniformidad, un grupo de expertos elaboró un conjunto de directrices para la presentación de informes. Las publicaciones médicas, incluidas BMJ, JAMA, Lancet y NEJM, a menudo exigen el cumplimiento de todas o algunas de las siguientes directrices para la presentación de informes:

· STROBE (presentación de informes de estudios observacionales en epidemiología)2
· STARD (presentación de informes de estudios de precisión diagnóstica)3
· Declaración CONSORT (presentación de informes de ensayos aleatorizados controlados)4
· TREND (Estudios de intervención no aleatorizados)5
· PRISMA (presentación de informes de revisiones sistemáticas), que reemplazó a QUOROM6

Tanto los miembros del Comité Editorial, como los expertos, suelen emplear estas listas de comprobación que les ayudan extraordinariamente en su labor. Estas no deben confundirse con una herramienta para medir la calidad de la investigación, deben contemplarse como una ayuda para mejorar la calidad de los informes de los estudios científicos en beneficio del autor, pues facilita la redacción del manuscrito; del revisor, para juzgar la aportación del estudio, y del lector, para interpretar correctamente los resultados y sus implicaciones en la práctica clínica.

Si un artículo publicado en una revista describe con detalle lo realizado en cada fase del estudio, el lector recibe información suficiente para decidir, por sí mismo, sobre la importancia de los resultados. Sin duda alguna, mejorar cómo comunicamos los resultados de la investigación debe traducirse en una mejor difusión de esta.

Es importante recordar que en la vida académica se pueden presentar aciertos y desaciertos en la publicación de artículos; un análisis intensivo de estos puede generar una mejora significativa para su aceptación por parte de las revistas, lo cual constituye uno de los retos necesarios de un investigador.

A los nuevos investigadores que inician su proceso de elaboración de artículos, los exhortamos a no desanimarse, traten de obtener lo mejor de cada situación de aprobación o rechazo; trabajen con mucha honestidad el proceso investigativo, porque tarde o temprano la publicación llegará y no hay una sensación más agradable que ver el fruto de meses de esfuerzos reflejados en una publicación científica.

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Fernández E, Antoñanzas F, Espallargues M, Galán I, Godoy P, López MJ, et al. Se hace camino al andar. Gac Sanit [internet]. 2010 ene. [citado 11 nov. 2013]; 24(1):[aprox. 4 p.]. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0213-91112010000100001&lng=es

2. Rodríguez EG. La revisión editorial por pares: rechazo del manuscrito, deficiencias del proceso de revisión, sistemas para su gestión y uso como indicador científico. Rev Cubana Inf Cienc Salud [internet]. 2013 jul.-sep. [citado 11 nov. 2013];24(3):[aprox. 17 p.]. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2307-21132013000300008&lng=es

3. International Committee of Medical Journal Editors. Recommendations for the Conduct, Reporting, Editing, and Publication of Scholarly Work in Medical Journals: Publishing and Editorial Issues Related to Publication in Medical Journals: Preparing a Manuscript for Submission to a Medical Journal [internet]. Washington: ICMJE; 2013 citado [5 oct.2013]. Disponible en: http://www.icmje.org/manuscript_a.html

4. Von Elm E, Altman DG, Egger M, Pocock SJ, Gøtzsche PC, Vandenbroucke JP. Declaración de la Iniciativa STROBE (Strengthening the Reporting of Observational studies in Epidemiology): directrices para la comunicación de estudios observacionales. Gac Sanit [internet]. 2008 mar. [citado 5 oct. 2013];22(2):[aprox. 7 p.]. Disponible en: http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0213911108712238

5. Gonzáles Rodríguez MP, Velarde Mayol C. Lista de comprobación de estudios sobre precisión de pruebas diagnósticas: declaración STARD. Evid Pediatr [internet]. 2012 [citado 8 oct. 2013];8:[aprox. 4 p.]. Disponible en: http://www.evidenciasenpediatria.es/files/41-11628-RUTA/43Fundamentos.pdf

6. Schulz KF, Altman DG, Moher D; the CONSORT Group. CONSORT 2010 Statement: updated guidelines for reporting parallel group randomised trials. BMC Medicine [internet]. 2010 [citado 6 nov. 2013];8:[aprox. 10 p.]. Disponible en: http://www.biomedcentral.com/1741-7015/8/18

7. Vallvé C, Artés M, Cobo E. Estudios de intervención no aleatorizados (TREND). Med Clín (Barc) [internet]. 2005 dic. [citado 3 oct. 2013];125(1):[aprox. 5 p.]. Disponible en: http://zl.elsevier.es/es/revista/medicina-clnica-2/articulo/estudios-intervencion-no-aleatorizados-trend--13083739?referer=buscador

8. Urrutia G, Bonfill X. Declaración PRISMA: una propuesta para mejorar la publicación de revisiones sistemáticas y metaanálisis Med Clín (Barc) [internet]. 2010 [citado 3 oct. 2013];135(11):[aprox. 5 p.]. Disponible en: http://www.prisma-statement.org/PRISMA%20Spanish%20Sept%202010.pdf

 

 

Dra. Norma E. Batista Hernández. Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral y en Bioestadística. Universidad de Ciencias Médicas “Dr. Serafín Ruiz de Zárate Ruiz”. Santa Clara, Villa Clara. Cuba. Correo electrónico: normabh@ucm.vcl.sld.cu