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Medicentro Electrónica

versión On-line ISSN 1029-3043

Medicentro Electrónica vol.23 no.4 Santa Clara oct.-dic. 2019

 

Artículo Original

Evaluación de la gestión de información en programas priorizados de salud en Villa Clara

Assessment of information management in the prioritized health programs in Villa Clara

Tania Morales Fernández1  * 

Aide Teresita Martínez Ramos1 

Betsy Rivas Corría1 

Leidy Clavero Fleites1 

Anamarys Diago Gómez1 

Sayli Martínez Bernal1 

Nerelys Machado Martínez1 

Sindi Rodríguez Bode1 

1Centro Provincial de Información de Ciencias Médicas. Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara. Cuba.

RESUMEN

Introducción:

entre las principales estrategias de trabajo del Ministerio de Salud Pública de Cuba se encuentran los programas proyectados a solucionar los problemas de salud existentes a nivel nacional e internacional, los cuales requieren cada día de un mayor sustento científico.

Objetivos:

evaluar la gestión de información realizada para el desarrollo de los programas priorizados de salud en la provincia de Villa Clara.

Métodos:

se determinaron los indicadores para evaluar la pertinencia, factibilidad y efectividad de la gestión de información en función de los programas priorizados de salud de la provincia. Se utilizó el modelo de Stuffebeam que considera cuatro aspectos: contexto, diseño, proceso y producto. Se aplicó una encuesta y entrevista a los especialistas.

Resultados:

como principal resultado científico se logró evaluar la pertinencia, factibilidad y eficiencia de la gestión de información en la aplicación de los programas priorizados de salud de la provincia, y los niveles de competencia y desempeño de los funcionarios y especialistas.

Conclusiones:

la evaluación de la gestión de información en función de mejorar el desarrollo de los programas priorizados de salud de la provincia contribuyó a evidenciar el papel de la información científica actualizada en la calidad de los resultados alcanzados, y los niveles de preparación de los especialistas y directivos que conducen esta actividad.

DeCS: gestión de la información; programas nacionales de salud

ABSTRACT

Introduction:

programs designed to solve the existing health problems at the national and international levels are among the main work strategies of the Ministry of Public Health in Cuba, which require a greater scientific support every day.

Objectives:

to evaluate the management of information carried out for the development of the prioritized health programs in Villa Clara province.

Methods:

indicators were determined to assess the relevance, feasibility and effectiveness of information management according to the province's prioritized health programs. Stuffebeam's model was used considering four aspects: context, design, process and product. A survey and an interview were also applied to the specialists.

Results:

the relevance, feasibility and efficiency of information management in the application of the prioritized health programs of the province was assessed as the main scientific result, as well as, the levels of competence and performance of users and specialists.

Conclusions:

the evaluation of information management in order to improve the development of the prioritized health programs of the province helped to highlight the role of up-to-date scientific information in the quality of the results achieved, and the levels of preparation of the specialists and managers who conduct this activity.

DeCS: information management; national health programs

INTRODUCCIÓN

La información es un recurso de poder que ha desempeñado un papel central en diferentes períodos históricos. Uno de esos momentos fue la Segunda Guerra Mundial, como consecuencia de la cual el mundo quedó dividido en dos grandes bloques políticos. Esa rivalidad, que se extendió a todas las esferas de la sociedad, fue precisamente uno de los motores impulsores del paso a una nueva forma de organización social. En ese contexto, la información y el conocimiento, se convirtieron en recursos fundamentales para el desarrollo de la sociedad.

Con el inicio de la era de la información y el conocimiento, a partir de la década de 1960, y el rápido progreso y expansión de las llamadas nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), la información adquirió una importancia cada vez mayor, hasta convertirse en el recurso fundamental para la vida. Fue una etapa de desarrollo de la humanidad cualitativamente superior, denominada en un primer momento: sociedad de la información, y dos décadas después, la sociedad del conocimiento.

La sociedad de la información se caracteriza por una creciente capacidad tecnológica para almacenar y hacer circular la información con mayor rapidez. Esta es una condición clave para la conversión de la ciencia y la tecnología en una fuerza productiva. Por otra parte, la sociedad del conocimiento, destaca la apropiación crítica y selectiva de la información, protagonizada por ciudadanos educados para gestionar el conocimiento.1

La sociedad contemporánea tiene, entre sus atributos principales: la presencia de una superabundancia informativa como resultado del acelerado proceso científico-tecnológico, y la utilización, cada vez más creciente, de las denominadas TIC como nuevo soporte material, que viene a sustituir, y en el mejor de los casos, a coexistir con las tradicionales formas de comunicación oral y escrita. La inserción de este cambio cualitativo en el escenario social ha sido rápido e invasivo, al punto de denominar a esta nueva época como la sociedad de la información y el conocimiento.

En la actualidad, el desarrollo de las TIC plantea nuevos retos a los profesionales de la información. El conocimiento se genera e innova de forma acelerada y se difunde con rapidez. El reto consiste en formar sujetos como usuarios inteligentes de la información, lo que implica un incremento de la calidad científica.

La información se ha convertido en uno de los recursos más importantes a nivel planetario para el desarrollo y sostenimiento de la humanidad, lo que trae una serie de cambios y transformaciones que han influido en todas las esferas de la sociedad.

Las habilidades para seleccionar, encontrar, evaluar y usar correctamente la información (agrupadas en el término alfabetización informacional), son indispensables para que las personas puedan desenvolverse de forma autónoma ante los problemas de información.

La alfabetización informacional es el aprendizaje para gestionar información de forma correcta y utilizarla de la manera más útil posible. La información se convierte en un recurso imprescindible y estratégico para la toma de decisiones, la resolución de problemas y el desempeño de las funciones de las organizaciones.2

Se entiende por gestión de la información: el proceso mediante el cual se obtienen, despliegan o utilizan recursos básicos (económicos, físicos, humanos, materiales) para agenciar información (también denominada recurso de recursos) dentro y para la sociedad a la que sirve.3

Las competencias informacionales (CI) consisten en poner en práctica, de forma combinada o integrada, en un contexto y con un contenido determinado (transferible), todos los recursos (habilidades, conocimientos, actitudes) para solucionar con éxito los problemas. También es aprender a aprender, a partir de la interacción efectiva con la información, sin delimitación de tipo, formato o soporte. Son necesarias en cualquier ámbito, e incluyen otras competencias tecnológicas, bibliotecarias, bibliográficas, sociales y un pensamiento crítico.4

En la actualidad, no es posible proponerse niveles superiores de calidad en los procesos de trabajo y servicios sin la utilización de los logros de la ciencia contemporánea; para ello, una gestión de información eficiente es fundamental.

Entre las estrategias de trabajo del Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) se encuentran los programas nacionales de salud. Estos requieren cada día de un mayor sustento científico, para dar solución a los complejos problemas que se presentan en la situación de salud nacional e internacional.

Los programas están fundamentados en sólidos conocimientos científicos que los profesionales han diseñado para elevar el estado de salud. Se enfocan en los grupos más vulnerables, a partir de su aplicación en cada nivel de atención de forma continuada y coordinada, con la introducción de la tecnología más avanzada para el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de los pacientes.5

La evaluación se basa en una combinación de hechos y valores (principios, atributos o cualidades que se consideran intrínsecamente buenos, deseables, importantes y de utilidad general), para calibrar el mérito de una intervención (es decir, de un programa o una política). Pertinencia, eficacia y eficiencia son criterios de evaluación que se consideran «conceptos».6

La evaluación de la gestión de información constituye un valioso resultado para evidenciar los niveles de preparación de los especialistas y directivos que conducen esta actividad, y el papel de la información científica actualizada en la calidad de los resultados alcanzados.

En la provincia de Villa Clara se desarrollan múltiples programas, todos en temáticas principales de la situación de salud del territorio. El Centro Provincial de Información decidió realizar la presente investigación derivada de un proyecto de investigación institucional, con el objetivo de evaluar la gestión de información realizada para el desarrollo de los programas priorizados de salud de la provincia.

MÉTODOS

Esta investigación se realizó durante el período de enero de 2017 a diciembre de 2018, como parte de un proyecto que culmina en diciembre de 2019.

El paradigma utilizado es esencialmente cualitativo, aunque como complemento se utilizaron métodos y técnicas de tipo cuantitativo.

Por el alcance del proyecto se planearon dos etapas en el diseño metodológico:

En la primera etapa se determinaron las dimensiones e indicadores que posibilitan la evaluación de la pertinencia, factibilidad y efectividad de la gestión de información, en función de los programas priorizados de salud de la provincia. Se realizó la evaluación de los dos primeros aspectos: pertinencia y factibilidad. En la segunda etapa se procedió a la evaluación de su efectividad.

Se tomó como referencia el modelo de evaluación propuesto por Stuffebeam (1989) citado por Ruiz Iglesias, que considera cuatro aspectos: contexto, diseño, proceso y producto,7 a los cuales se le definieron dimensiones y sus correspondientes indicadores.

La evaluación de contexto valora si la gestión de información es pertinente, si responde a las necesidades y si es oportuna dada la realidad contextual. Para ello, se definieron como dimensiones el nivel de preparación de los profesionales que trabajan con los programas priorizados de salud de la provincia en la gestión de información, y el nivel de pertinencia y oportunidad que poseen los programas priorizados de salud en relación con la realidad contextual.

La evaluación del diseño tiene en cuenta la concepción de la gestión de información, y si en realidad, dicha concepción es factible dados los recursos disponibles. Se determinaron como dimensiones: el nivel de elaboración teórica y calidad organizacional de los programas priorizados de salud, y la disponibilidad de infraestructura y recursos tecnológicos para garantizar la gestión de información en función de los programas priorizados.

La evaluación del proceso implicó realizar el análisis de cómo se manifiestan las relaciones entre los distintos actores (trabajadores del CPICM, directivos y especialistas involucrados en los programas priorizados de salud, docentes e investigadores vinculados a los programas), el cumplimiento de las orientaciones de cada programa de salud y los resultados del comportamiento periódico de las acciones de los programas. Se definieron como dimensiones: el nivel de aplicación de las acciones contenidas en los programas priorizados de salud, y el nivel organizacional logrado en la aplicación de los programas priorizados de salud.

La evaluación del producto requirió identificar las posibles variaciones acaecidas en los indicadores de efectividad, para lo cual fueron definidas como dimensiones: los cambios ocurridos en el desarrollo de los programas priorizados de salud, y los niveles de impacto alcanzados en la situación de salud de la provincia con la gestión de información realizada en los programas priorizados de salud.

La evaluación de la pertinencia y factibilidad de la gestión de información se realizó fundamentalmente con la valoración de especialistas.

En la aplicación de la valoración por especialistas se seleccionaron diez expertos. Los participantes en la evaluación de la gestión de información poseen vasta experiencia profesional, elevada preparación científica, y desde sus posiciones docentes y de dirección, mantienen un vínculo estrecho y sistemático con los programas priorizados de salud de la provincia.

La evaluación de la variable efectividad se realizó con la aplicación de una a los especialistas, docentes e investigadores vinculados a los programas priorizados, y una entrevista a los principales directivos responsables de cada programa.

Otros métodos que se aplicaron para complementar la obtención de información necesaria para evaluar la gestión de información fueron: el análisis documental, la observación participante y el método sistémico-estructural.

La gestión de información se realizó a los programas priorizados de salud de la provincia y se decidió investigar cinco. Se consideraron como criterios de selección: su alcance, relevancia actual, incidencia en el cuadro de salud de la provincia y antigüedad de la labor de gestión informativa que sobre ellos se ha desarrollado. Los programas seleccionados fueron: Programa del Médico y Enfermera de la Familia, Higiene y Epidemiología, Programa de Prevención y Control de Enfermedades Trasmisibles en Cuba, Programa Nacional de Medicamentos, Programa Nacional de Medicina Natural y Tradicional, Programa Nacional de Atención Estomatológica Integral a la Población y Programa Integral para el Control del Cáncer en Cuba.

RESULTADOS

La evaluación de contexto califica si la gestión de información es pertinente, si responde a las necesidades y si es oportuna dada la realidad contextual. Una vez valorados las dimensiones e indicadores establecidos se obtuvieron los siguientes resultados.

A pesar de la importancia de la gestión de información, se pudo constatar el poco conocimiento que los profesionales tienen de las bases de datos bibliográficas y otros recursos de la red de Infomed.

Existe correspondencia entre los programas priorizados y los principales problemas de salud, y se visualiza el nivel de prioridad de su difusión y tratamiento dentro de la provincia.

La evaluación del diseño consiste en valorar la concepción de la gestión de información, y si en realidad, dicha concepción es factible dados los recursos disponibles, sus dimensiones e indicadores. Se mostraron los siguientes resultados:

  • Existe precisión y coherencia en la estructura y proyección de los programas priorizados, a pesar del poco grado de actualización de estos.

  • Los contenidos de los programas priorizados no poseen visibilidad en la red de Infomed.

  • La infraestructura y los recursos tecnológicos de que disponen los profesionales para acceder a información científica actualizada son deficientes, y aunque el Centro Provincial de Información de Ciencias Médicas dispone de especialistas capacitados en la gestión de información no existe el flujo de comunicación necesario.

  • Es insuficiente la existencia de computadoras, así como el nivel de acceso y conectividad para la gestión de información.

La evaluación del proceso implica analizar cómo se manifiestan las relaciones entre los distintos actores (trabajadores del CPICM, directivos y especialistas involucrados en los programas priorizados de salud, docentes e investigadores vinculados a los programas), el cumplimiento de las orientaciones de cada programa de salud y los resultados del comportamiento periódico de sus acciones. De la evaluación de las dimensiones e indicadores establecidos se derivaron los siguientes resultados:

  • La mayoría de los encuestados planteó que disponer de información científica actualizada ha contribuido a mejorar el cumplimiento de los programas priorizados.

  • Existe una correcta interrelación, sistematización y cumplimiento de los programas priorizados.

La evaluación del producto consistió en identificar las posibles variaciones acaecidas en los indicadores de efectividad definidos. Una vez evaluados las dimensiones e indicadores establecidos se enuncian los siguientes resultados:

  • En cuanto a la aplicación de la encuesta participaron 26 especialistas, docentes e investigadores vinculados a los programas priorizados: 4 de ellos (15,3 %) con más de 30 años, 5 (19,2 %) de 21-30 años, 9 (34,6 %) tienen de 11-20 años, y 8 (30,7 %) con menos de 10 años de vinculación con el programa.

  • El 88,46 % planteó que el empleo de información científica actualizada y fiable en la concepción y elaboración de los programas de salud que se realizan en la provincia es muy importante, solo el 3,8 % planteó que es importante pero no indispensable, y un 7,6 % no tiene una respuesta clara y precisa.

  • En cuanto al nivel de actualización científica que poseen los programas priorizados de salud, el 30,7 % de los especialistas plantearon que se actualizan sistemáticamente, con la información científica más relevante disponible en recursos especializados en la temática que tratan, el 26,9 % mantienen una actualización científica aceptable, pero su retroalimentación informativa no es sistemática, el 26,9 % declaró que se sustentan en fundamentos científicos sólidos y comprobados considerados al ser elaborados, pero se necesitaría una actualización bibliográfica para lograr su perfeccionamiento, solo el 11,5 % manifestaron diversos grados de desactualización.

  • En relación a las fuentes de información que son utilizadas para garantizar la gestión informativa que requiere la ejecución de los programas de salud en la provincia, el 53,8 % señaló las bases de datos bibliográficas, el 50 % las revistas científicas especializadas, el 46,15 % especialistas reconocidos en la materia, el 42,3 % las tesis de doctorados y maestrías, el 30,7 % las instituciones científicas de referencia, solo el 19,2 % sesiones científicas de investigación y 7,6 % ninguna fuente.

  • Referente a la preparación en el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, el 46,15 % expresan que es bueno, un 34,6 %, regular, el 7,6 % expresan que es muy buena y el mismo porciento que es deficiente, y no saben 3,8 %.

  • 20 (76,9%) encuestados expresaron que realizan búsquedas de información científica en soporte electrónico frecuentemente, el 42,3 % utilizan Infomed, 30,7 % buscadores, 19,2 % revistas, 15,3 % las bases de datos; dentro de ellas 7,6 % Scielo Cuba y un 3,4 % no tiene asignado internet, 11,5 % tesis y 7,6 % la BVS y los libros, y 6 (23,7 %) no realizan búsquedas.

  • En relación al uso que realizan de los medios, productos y servicios de información científica, estos fueron los resultados:

  • Libros: el 30,7% los usa habitualmente, el 26,9% lo usa algunas veces, el 19,2% lo usa con cierta frecuencia, el 15,3 % nunca los ha usado y el 7,6% lo usa muy poco.

  • Revistas: el 30,7 % lo usa algunas veces, el 19,2 % nunca los ha usado, lo usa muy poco o lo usa con cierta frecuencia y el 11,5 % lo usa habitualmente.

  • Tesis: el 30,7 % nunca los ha usado o lo usa algunas veces, el 19,2 % lo usa muy poco o lo usa con cierta frecuencia y ninguno lo usa habitualmente.

  • Bases de datos bibliográficas: el 34,6 % lo usa algunas veces, el 23,7 % nunca los ha usado, el 15,3 % lo usa muy poco y el 11,5% lo usa con cierta frecuencia o lo usa habitualmente.

  • Correo electrónico: el 34,5% lo usa habitualmente, el 15,3 % lo usa muy poco, el 19,2 % nunca los ha usado o lo usa algunas veces y el 11,5 % lo usa con cierta frecuencia.

  • Buscadores: el 42,3 % nunca los ha usado, el 23,7 lo usa algunas veces, el 15,3% lo usa muy poco o lo usa habitualmente y el 3,8 % lo usa con cierta frecuencia.

  • Sitios Web: el 42,3 % nunca los ha usado, el 23,7 % lo usa algunas veces, el 11,5% lo usa muy poco, lo usa con cierta frecuencia o lo usa habitualmente.

  • Gestores bibliográficos: el 61,5 % nunca los ha usado, el 23,7 % lo usa algunas veces y ninguno lo usa habitualmente y el 7,6% lo usa muy poco o lo usa con cierta frecuencia.

  • Biblioteca virtual: el 38,4 % nunca los ha usado, el 19,2 % lo usa muy poco, el 15,3 % lo usa con cierta frecuencia o lo usa habitualmente y el 11,5 % lo usa algunas veces.

  • Universidad virtual: el 50 % nunca los ha usado, el 15,3% lo usa muy poco o lo usa algunas veces, el 11,5 % lo usa con cierta frecuencia y el 7,6 % lo usa habitualmente.

  • Redes sociales académicas: el 69,2% nunca los ha usado, el 15,3 % lo usa algunas veces, el 7,6 % lo usa habitualmente y el 3,8 % lo usa muy poco o lo usa con cierta frecuencia.

En cuanto a la infraestructura tecnológica para garantizar la gestión de información: el 34,6 % planteó que es deficiente, el 30,7 % que es aceptable, el 26,9 % expresó que la tecnología disponible no garantiza la gestión de información requerida y disponen de ella el 7,6 %.

Respecto a los resultados alcanzados en la ejecución de los programas de salud: el 42,3% plantearon que son insuficientes, el 23,7 % no logran estabilizar de un año para otro, el 19,2 % opinó que son muy positivos y estables y el mismo porciento (7,6 %) planteó que no son buenos y que no cumplen las metas declaradas en los programas.

Con relación a la contribución de la gestión de información científica en los resultados de la ejecución de los programas de salud: el 84,6% planteó que disponer de información científica actualizada ha contribuido a mejorar los resultados, y el 15,3 % planteó que no es un factor que influya de forma evidente en los resultados alcanzados.

CONCLUSIONES

Se evaluó la pertinencia, factibilidad y efectividad de la gestión de información realizada en función del desarrollo de los programas priorizados de salud de la provincia. La evaluación del contexto reafirmó que, a pesar de la correspondencia que existe entre los programas priorizados y los principales problemas de salud, el conocimiento y el uso que hacen los responsables de dichos programas de las bases de datos bibliográficas y otros recursos de la red de Infomed son insuficientes. La evaluación del diseño demostró que, aunque los programas priorizados están desactualizados y sus contenidos no poseen visibilidad en la red de Infomed, su estructura y proyección tienen precisión y coherencia. Sin embargo, se constató que los recursos tecnológicos y la infraestructura necesaria para garantizar la gestión de información son mínimos y desiguales. La evaluación del proceso y el producto manifestó que contar con información científica actualizada ha favorecido la ejecución de los programas priorizados. Asimismo, existe una correcta interrelación, sistematización y cumplimiento de estos programas, aunque los resultados alcanzados fueron insatisfactorios.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Recibido: 27 de Junio de 2019; Aprobado: 19 de Julio de 2019

*Autor para la correspondencia: Correo electrónico: taniamf@infomed.sld.cu

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener conflicto de intereses

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