Muchos factores de riesgo ejercen su influencia en la dentición durante el crecimiento del niño, estos pueden tener importancia en el crecimiento de los huesos faciales y ser la causa, o al menos un factor, en el desarrollo de las maloclusiones.1
Los hábitos deformantes son patrones neuromusculares de naturaleza compleja que se aprenden por su repetición frecuente, y sin ser funcionales ni necesarios hacen que actúen fuerzas no naturales sobre los dientes, lo que puede causar alteraciones dentomaxilofaciales.1,2
Los hábitos deformantes son la causa primaria o secundaria de maloclusiones o deformaciones dentomaxilofaciales, a pesar de las discusiones relacionadas con la edad en la que pueden ser consideradas como normales.3
Se cree que muy pocas de las maloclusiones son prevenibles, pero el 25 % de estas pueden ser interceptadas a edades tempranas, se pueden eliminar los factores etiológicos y mejorar la condición de los pacientes.4
El Programa de atención estomatológica a la población menor de 19 años, constituye una actividad priorizada de la política de salud cubana. Este programa garantiza la uniformidad de las acciones preventivo-curativas a este sector de la población, y el perfeccionamiento de las actividades de educación para la salud en todos los escenarios.
Motivados por la incidencia de los hábitos bucales deformantes en la Escuela Primaria «Paco Cuesta», se consideró necesario realizar un estudio para proporcionar información sobre este tema y así facilitar y precisar las acciones de promoción, prevención, curación y rehabilitación.
Se realizó un estudio de intervención educativa, en 48 estudiantes de 4to grado de la Escuela Primaria «Paco Cuesta» del municipio Santa Clara, provincia Villa Clara, durante el curso escolar 2016 - 2017, con el propósito de identificar en ellos la práctica de hábitos bucales deformantes, y posteriormente, diseñar, validar y aplicar un programa educativo para modificar, de forma positiva, la información sobre los hábitos bucales deformantes y establecer una comparación luego de aplicado el programa educativo.
El estudio se realizó en tres etapas: diagnóstico, diseño e intervención y evaluación.
En la etapa de diagnóstico se confeccionó la historia clínica individual de cada paciente. Se diseñó y aplicó una entrevista estructurada que contó con siete preguntas, de las cuales: cuatro tenían respuestas cerradas y tres respuestas abiertas para explorar la información sobre los factores de riesgo que constituyen los diferentes hábitos deformantes bucales para la salud bucal.
El resultado obtenido en el diagnóstico fue la deficiente información sobre los resultados de la práctica de hábitos deformantes bucales. Por esta razón, se diseñó un programa educativo con cinco encuentros de 45 minutos de duración cada uno, los que fueron impartidos con una frecuencia semanal. Dichos encuentros se desarrollaron a través de la aplicación de: técnicas afectivo -participativas, técnicas grupales,2 técnicas audiovisuales e información gráfica, a partir de medios de enseñanza elaborados por los autores.
El programa educativo diseñado fue sometido a la valoración por criterios de especialistas en el que participaron cinco profesionales que poseen como mínimo tres de los requisitos que se describen a continuación: Título de Dr. en Ciencias Estomatológicas, Dr. en Ciencias Pedagógicas, Especialista de II Grado en Estomatología General Integral, Ortodoncia, Periodoncia, Máster en Salud Bucal Comunitaria, Máster en Odontoestomatología infanto-juvenil, categoría docente Profesor titular o Profesor auxiliar y categoría investigativa, con el propósito de valorar la utilidad, pertinencia, estructura, factibilidad y valor científico-pedagógico del producto diseñado. Se les ofreció una guía para plasmar sus opiniones con las siguientes categorías evaluativas: aceptada, aceptada con dificultades y no aceptada. La totalidad de los especialistas coincidieron en valorar la propuesta como aceptada.
Para la evaluación del impacto a corto plazo del programa educativo diseñado e impartido, desde el punto de vista cuantitativo, se aplicó una nueva entrevista estructurada con seis preguntas, dos con respuestas cerradas y cuatro con respuestas abiertas, para establecer una comparación en la información de los estudiantes al concluir la intervención educativa.
La información sobre los factores de riesgo que constituyen los hábitos deformantes bucales al inicio de la intervención educativa, fue evaluada de mal en la totalidad de los estudiantes, y al concluir esta, se informaron con mayor frecuencia las evaluaciones de bien seguidas por las de excelente.
La evaluación cualitativa de la investigación se obtuvo a través de un grupo focal constituido por tres estomatólogos generales básicos con 3-5 años de experiencia, y tres especialistas de Estomatología General Integral con 5-10 años de experiencia en la atención a escolares de primaria y con categoría docente de Asistente, además de dos especialistas de Ortodoncia y Másteres en Estomatología infanto-juvenil, con el objetivo de explorar las deficiencias encontradas durante el desarrollo de las acciones educativas.
Al analizar los niveles de información identificados al inicio de la intervención educativa, sobre hábitos deformantes bucales, como factores de riesgo de las maloclusiones, predominaron las evaluaciones de mal seguidas por las de regular, y al concluir se informaron con mayor frecuencia las evaluaciones de bien y excelente.
Estos resultados coinciden con los alcanzados por varios autores que han realizado intervenciones educativas sobre el tema en cuestión en escolares de primaria.5,6,7,8,9