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Correo Científico Médico

versión On-line ISSN 1560-4381

CCM vol.17 no.1 Holguín ene.-mar. 2013

 

PUNTO DE VISTA

 

La promoción y prevención: pilares para salud y la calidad de vida

 

The promotion and prevention: pillars for health and the quality of life

 

 

Miriam Álvarez Estupiñán

Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral. Profesor Asistente. Centro Provincial de Promoción y Educación para la Salud. Holguín. Cuba.

 

 

 


La promoción de salud puede interpretarse como un nuevo camino, una estrategia, una filosofía o simplemente una forma diferente de pensar y actuar para alcanzar la salud de los pueblos. Para algunos, es un nuevo enfoque, cualitativamente superior al tradicional de la salud pública, es incluso un nuevo paradigma. Para OMS/OPS es indistintamente “una estrategia” o una “función esencial” de la salud pública. No obstante y a pesar de las diferentes acepciones asumidas, existe consenso en que involucra a gobiernos, organizaciones sociales e individuos, en la construcción social de la salud 1.

Desde Winslow (1920) hasta Ottawa (1986), y en la medida en que se han sucedido diferentes conferencias mundiales sobre promoción de salud, el tema ha adquirido un espacio cada vez mayor en el ámbito de la salud. Aunque para algunos puede ser aún una interrogante, un nuevo término, o un slogan, muchos reconocen esta actividad como una vía para alcanzar niveles de salud deseables para toda la humanidad.  Su aparición puede ubicarse en los países industrializados, donde se han obtenido avances significativos, tanto en el plano teórico como en la práctica. En América Latina, el desarrollo ha sido más lento en algunos casos, con limitaciones severas en otros, donde no ha sido suficientemente atendida desde el espacio genoestructural, aunque, en general, se observan avances.

El concepto de promoción de salud irrumpió con fuerza desde la segunda mitad del pasado siglo en el ámbito académico, en la investigación, los servicios de salud, en diversos sectores sociales, así como en las agendas de decidores y de los gobiernos. Pero, a pesar de ese progreso, muchos profesionales y ejecutores, aun hoy, no comprenden en toda su magnitud su esencia, y desconocen sus principios,   metodologías y herramientas. Si se considera que la comunicación es una herramienta importante para los cambios de comportamiento y estos, a su vez, una estrategia para la promoción de salud, deben desterrarse entonces los enfoques reduccionistas, que la conciben como una actividad puntual que se circunscribe a repartir panfletos o hacer spots televisivos 2.

Sin obviar la preocupación por la preservación de la salud heredada de culturas milenarias, la promoción y la educación para la salud como práctica transitaron y obtuvieron fuerza desde el siglo pasado. Los problemas de salud acumulados por la población mundial son cada vez más numerosos y diversos,  pero algo está claro para los entendidos: hasta el momento, la mejor alternativa para solucionarlos es  justamente la promoción y la educación para la salud.

La salud es un derecho humano básico e indispensable para el desarrollo social y económico. Con frecuencia cada vez mayor se reconoce que la promoción es un elemento indispensable para el mejoramiento de la salud. Se trata de un proceso de capacitación de la gente para ejercer un mayor control sobre la salud y aumentarla. Por medio de inversiones y de acciones, la promoción de la salud obra sobre los factores determinantes de la salud y genera beneficios sustanciales a la población, reduce la inequidad, promueve el respeto de los derechos humanos y acumula capital social. La meta final es prolongar la expectativa de salud y reducir las diferencias en ese sentido entre países y grupos. 3

La promoción de la salud constituye un proceso político y social global que abarca no solamente las acciones dirigidas directamente a fortalecer las habilidades y capacidades de los individuos, sino también las dirigidas a modificar las condiciones sociales, ambientales y económicas, con el fin de mitigar su impacto en la salud pública e individual. Es el proceso que permite a las personas incrementar su control sobre los determinantes de la salud y en consecuencia, mejorarla. La participación es esencial para sostener la acción en materia de promoción de la salud.

Las investigaciones y los estudios de casos realizados en el mundo prueban que la promoción de salud es efectiva. Las estrategias de promoción de salud pueden crear y modificar los estilos de vida y las condiciones sociales, económicas y ambientales determinantes de la salud. La promoción es un enfoque práctico para lograr mayor equidad y resultados en la gestión salud 4,5.

Las cinco estrategias que la Carta de Ottawa considera indispensables para el éxito son: 2

  • La elaboración de una política pública favorable a la salud.
  • La creación de espacios y ámbitos propicios.
  • El reforzamiento de la acción comunitaria.
  • El desarrollo de las actitudes personales.
  • La reorientación de los servicios de salud.

En la actualidad se ha comprobado que:
  • El tratamiento integral del desarrollo de la salud resulta más eficaz - combinación de las cinco estrategias.
  • Diversos escenarios ofrecen oportunidades prácticas para la ejecución de estrategias integrales - municipios, comunidades, consejos populares, entre otros, junto a mercados, escuelas, lugares de trabajo, centros asistenciales y de recreación…
  • La participación es indispensable para hacer sostenible el esfuerzo desplegado -la población debe ser el centro de la actividad de promoción y de los procesos de toma de decisiones.)
  • El aprendizaje sobre la salud fomenta la participación - el acceso a la educación y a la información es esencial para lograr la participación efectiva y la movilización de los individuos y las comunidades.

Estas estrategias son elementos básicos de la promoción de salud. Por tanto, en primer lugar, se necesita de un sector sanitario que comprenda su importancia, la promueva y empodere en todos sus niveles con personal capacitado capaz de multiplicar los recursos humanos y la actividad en todos los sectores.

Es indudable que la estrategia de promoción de salud de la provincia Holguín ha experimentado avances. Su implementación ha estado dirigida al fortalecimiento de las acciones de promoción y prevención que retardan o eviten la aparición de las enfermedades crónicas no transmisibles y transmisibles y sus secuelas, según los principales problemas de salud del territorio, además, del enfrentamiento a eventos epidemiológicos donde la estrategia de comunicación social en salud desempeña un papel muy importante. Su impacto en los indicadores de morbi-mortalidad es evidente.

La provincia posee una mayor cobertura y sistematicidad de los mensajes educativos por los medios de comunicación social del territorio, se ha  incrementado la percepción de riesgo en la población hacia el tabaco y el alcohol, que se traduce en una reducción de las ventas de ambos productos en la red minorista; la participación intersectorial en los principales problemas de salud del territorio ha mostrado un incremento gradual sobre todo en el enfrentamiento al mosquito Aedes aegypti, en la prevención de las ITS y el VIH/sida, de la anemia en grupos vulnerables y la tuberculosis, por citar algunos de los avances del año recién terminado.

Sin embargo, a pesar de que se avanza en la implementación de la estrategia en la APS aún no se responde a sus principales problemas, se mantienen las dificultades en el cumplimiento de las normas técnicas en la utilización de los materiales educativos en las instituciones de salud y existe un pobre aprovechamiento de las salas de espera en policlínicos y hospitales para actividades educativas. Otro dilema actual es la inconsistencia en la evaluación, que no permite medir la contribución de la promoción de salud en la modificación de los indicadores de salud. Asimismo, se ha visto debilitado el consejo de salud a nivel local como el principal escenario para materializar la intersectorialidad.

Es hora de revisar entonces ciertos aspectos y responder a ciertas interrogantes, como son: ¿se prioriza en la provincia el trabajo de la promoción de salud?, ¿se tiene en cuenta como a otras esferas?, ¿constituye objeto de preocupación y ocupación de forma sistemática de los equipos de dirección?, ¿saben realmente nuestros profesionales desarrollar la promoción de salud?...

 

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

1. OPS. Informe anual del Director. Promoción de la salud en las Américas. Washington DC: OPS; 2001.

2. OMS. Carta de Ottawa para la Promoción de Salud. 1986. [citado: 5 nov 2012]. Disponible en: webs.uvigo.es/mpsp/rev01-1/Ottawa-01-1.pdf

3. OMS. Informe anual del Director. Promoción de la salud en las Américas. Ginebra: OMS; 2009.

4. Sanabria Ramos G. El debate en torno a la promoción de salud y educación para la salud. Rev Cubana Salud Publ. 2007 [citado: 5 nov 2012];33 (2):1-7. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_pdf&pid=S0864-34662007000200004&lng=es&nrm=iso&tlng=es

5. Reyes Sigarreta M, Garrido García RJ. Promoción de salud. En: Toledo Curbelo G.Fundamentos de Salud Pública. La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 2005. p. 547-62.

 

 

Recibido: 11 de noviembre de 2012
Aprobado: 23 de enero de 2013

 

 

Dra. Miriam Álvarez Estupiñán. Centro Provincial de Promoción y Educación para la Salud. Holguín. Cuba.
Correo electrónico: miriam@hehg.hlg.sld.cu

 

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