Introducción
La ozonoterapia, modalidad terapéutica utilizada para la prevención, tratamiento y rehabilitación, es una terapia oxidativa que favorece la formación de sustancias prooxidantes y a la vez modula el estrés oxidativo, mediante la activación de los mecanismos antioxidantes endógenos.
Esta terapéutica tiene un amplio campo de aplicación, mucha aceptación social, y se aplica como tratamiento de elección en numerosas enfermedades y como terapia de apoyo en muchas otras, por su alta efectividad sobre cuadros clínicos de difícil pronóstico, junto con la ausencia de efectos secundarios de importancia.
Sus beneficios son los siguientes:
1.- Potente antioxidante: eliminador de los radicales libres, por lo que retarda los procesos de envejecimiento celular.
Se activan los mecanismos de defensa antioxidantes:
Glutación peroxidasa eliminación de lipoperóxidos y H2O2
Superóxido dismutasa eliminación de radical superóxido
Catalasa eliminación de H2O2
Producción de ATP
2.- Inmunomodulador: incremento en la proliferación y actividad de linfocitos y macrófagos, aumento de interleuquinas, citoquinas e inmunoglobulinas. Estimula los glóbulos blancos (linfocitos y monocitos) a que produzcan mediadores que aumentan las defensas del organismo ante agresiones externas, como las infecciones y la detección de células mutantes o degeneradas que pueden producir dolencias como el cáncer o enfermedades autoinmunes.
3.- Activación del metabolismo del glóbulo rojo: así este transporta más oxígeno a las células y mejora la función celular y la circulación en general.
4.- Germicida: elimina hongos, bacterias y virus.
5.- Acción antiinflamatoria mediante la actuación de enzimas antioxidantes que actuarían sobre los radicales peróxidos responsables de los mediadores de la inflamación, aumenta el catabolismo de la histamina y de la serotonina, disminuye la síntesis de prostaglandinas [PGE1, PGE2], aumenta la producción de IL4, IL10, IL11, leucotrienos [B5], PGE3 y disminuye las citoquinas pro inflamatorias [IL1, FNT].
6.- Acción analgésica, porque estimula los interferones.
7.- Acción vascular por aumento de la permeabilidad del eritrocito, activación de la neogénesis vascular.
En la última década las hernias discales se han convertido en un trastorno frecuente y causa de gran invalidez en la población laboral entre 20 y 50 años, por lo cual constituye un importante problema de salud.1
La hernia discal, como concepto, es la lesión del disco intervertebral que al prolapsarse a través del anillo fibroso produce protrusión del núcleo pulposo, y da lugar a un cuadro neurológico compresivo de las raíces nerviosas (síndrome compresivo radicular), caracterizado por dolor y trastornos de la sensibilidad generalmente. De acuerdo con la patogenia, la hernia discal es de etiología fundamentalmente traumática (microtraumas repetitivos por esfuerzos excesivos de la columna vertebral), aunque también se plantean que existen causas metabólicas y anomalías congénitas que originan hernia discal.2
Desde el punto de vista anatomofisiológico, el disco intervertebral está compuesto por el anillo fibroso (compuesto por fibras colágenas concéntricas), que tiene la función de soportar las tensiones, y el núcleo pulposo (compuesto por proteoglicanos fundamentalmente), el cual tiene la función de resistir y distribuir la fuerza.
Las agresiones sobre la columna producen desgarro del anillo fibroso con fragmentación, deshidratación y herniación del núcleo pulposo. Existen esquemas de procedimientos para este trastorno patológico; está el tratamiento conservador, el cual consiste en el reposo del paciente, el uso de analgésicos y relajantes musculares, los bloqueos y la fisioterapia; también está el quirúrgico, en el cual se destaca la disectomía percutánea y la quimionucleosis,
dos técnicas que entran en la cirugía cerrada, y dentro de la cirugía abierta está la laminoectomía, la foraminectomía, la microcirugía (disectomía), entre otras.3
A pesar de los avances en el manejo terapéutico de la hernia discal lumbar, muchas veces el paciente no responde ni a la terapia conservadora ni al tratamiento quirúrgico, sobre todo en este último aparecen complicaciones como el síndrome doloroso posquirúrgico. 4,5,6
En la actualidad es necesaria la búsqueda de alternativas terapéuticas que ayuden a mejorar la calidad de vida de estos pacientes. El tratamiento con ozono podría ser una herramienta capaz de mejorar la calidad de vida del paciente con hernia discal, por lo que el objetivo de este rabajo fue determinar, en el Centro Oncológico territorial de Holguín, Cuba, el efecto de la ozonoterapia sobre parámetros clínicos en el paciente portador de esa dolencia.
Metodos
Se realizó un estudio observacional, descriptivo de serie de casos cuyo universo estuvo constituído por 137 pacientes de ambos sexos, con diagnóstico confirmado de hernia discal, que presentaban dolor acompañado de al menos un signo de tensión radicular y de nivel y lateralidad, coincidente con resonancia magnética nuclear, que puede estar acompañado de déficit sensitivo y/o alteración de ROT, sin signos de gravedad orgánica (fiebre, pérdida de peso), y con fracaso del tratamiento conservador (disminución de actividad, tratamiento farmacológico y rehabilitador durante al menos tres meses), que dieron su consentimiento a participar en la investigación.
Los pacientes a los que se aplicó el ozono por la vía rectal recibieron un ciclo de 20 sesiones (una sesión diaria) a la dosis diaria de 10 a 14 mg, obtenida en un equipo Ozomed, fabricado en el Centro de Investigaciones del Ozono. La vía intramuscular profunda, la musculatura paravertebral, se aplicó a razón de dos veces por semana, a una dosis de 0,2 a 0,3 mg en cada ocasión, en dependencia de la localización de la lesión.7,8,9,10
Para la evaluación del dolor antes del tratamiento se utilizó la escala análoga visual del dolor que otorga una puntuación (0 a 10), según su intensidad y para conocer los resultados se aplica la misma escala en todas las evaluaciones posteriores, concluído el tratamiento a los seis meses. Se considera el dolor como síntoma fundamental para definir la evaluación final del tratamiento.11)
Las alteraciones sensoriales se evaluaron clínicamente con el examen neurológico de las áreas cutáneas afectadas antes y después del tratamiento.
Para evaluar los reflejos se utilizó la escala de reflectividad con la evaluación de los reflejos osteotendinosos antes del tratamiento y después. Esta escala consta de 5 grados, grado 0 representa reflejos normales, el grado 1, hiperreflexia, grado 2, hiperreflexia que desplaza la articulación, el grado 3, hiperreflexia con aumento del área reflexógena y respuesta policinética y el grado 4 significa hiperreflexia con aumento del área reflexógena, acompañándose de reflejos patológicos como Babinsky, y clonos.12,13
Como medida para los trastornos motores tuvimos presente la presencia o no de alteraciones en estos.14
La respuesta al tratamiento con ozono propuesto en este estudio se evaluó por la siguiente escala con el examen realizado al término del tratamiento y la revaluación a los seis meses:15
Excelente: paciente asintomático al término del tratamiento.
Buenos: paciente sin dolor, pero que mantiene alguna otra sintomatología.
Regulares: si el dolor disminuyó 3 o más puntos en la escala analógica del dolor, pero no llegó a 0, y puede o no mantener alguna otra sintomatología.
Malos: si el dolor permanece igual o hay un incremento de este en la escala analógica independientemente de que exista o no alguna otra sintomatología.
En el diseño de la investigación se previeron medidas para controlar la calidad de los resultados y facilitar el análisis de los datos obtenidos. Entre ellas señalamos:
- Cada paciente incluido en el estudio fue evaluado clínicamente por el mismo especialista antes del tratamiento.
- Los estudios se realizaron siempre por una misma persona para cada especialidad.
- La evaluación post tratamiento se realizó por un grupo de expertos que examinaron a los pacientes al término del tratamiento, y los seis meses de terminado el tratamiento.
- A todos los pacientes se les aplicó un documento diseñado al respecto para evaluación de los síntomas y su remisión o no.
Terminada la etapa de control, se revisaron los modelos de recopilación de datos con la finalidad de detectar errores u omisiones y determinar si las mismas cumplían con los objetivos propuestos; se construyeron tablas que facilitaron el análisis y la interpretación de los resultados. Se utilizaron medidas de resumen para variables cualitativas frecuencias absolutos, por cientos, medidas de tendencia central como la media aritmética y de dispersión absoluta como la desvición estándar y relativa como el coeficiente de variación. El texto se procesó en el programa Microsoft Word y se confeccionó una base de datos en Excel; ambos del paquete Office 2010, en un micro computador portátil Marca Asus, con Sistema operativo Windows 2010.
Resultados
La evolución de la escala análoga visual, durante las primeras sesiones de tratamiento tuvo un comportamiento con tendencia al decremento del dolor. De los 137 pacientes en estudio 46 (31,33%) refirieron dolor entre 7 y 9 de la escala, y 43 (31,39%) de 4 a 6; entre 4 y 9 refirió dolor (64,97%), mientras 11(8,02%), el máximo dolor, en tanto 8 no presentaron dolor.
La media del dolor referido fue de 5,39 puntos, con una desviación estándar de 2,89 puntos. Después del tratamiento, se encontró que no tenían dolor 56 y entre 1 a 3 en la escala habían 77 pacientes; un paciente mantuvo dolor máximo en la escala, como se muestra en la tabla I, la media del puntaje del dolor disminuyó a 1,08 puntos, con desviación estándar de 1,29 respecto a los resultados obtenidos antes de iniciar el tratamiento. El coeficiente de variación fue de 1,87 antes del tratamiento y de 0,89 al terminar, lo que demuestra menor variablidad.
Las alteraciones de los reflejos del total de pacientes en estudio antes del tratamiento la mayor frecuencia absoluta estaba en grado 0, con 111 pacientes y 24 grado 1, 98,5%, mientras al terminar la ozonoterapia el 99,27% se encontraron en grado 0, como se muestra en la (tabla II).
Al examinar los trastornos motores, limitación de los movimientos, casi la totalidad de los pacientes participantes en la investigación los presentaban el 99,27%, mientras al terminar la ozonoterapia la totalidad no mostraban limitaciones a los movimientos, como se muestra en la (tabla III).
La parestesia presente en los pacientes tuvo repercusión importante, pues el 87,59% iniciaron el tratamiento con alguna alteración sensitiva; sin embargo, al ser evaluado luego del tratamiento, esta alteración solo estuvo presente en un paciente, lo que nos confirma el efecto regenerador y antinflamatorio de l tratamiento.
La vía de aplicación del tratamiento que más se utilizó fue la paravertebral, pues es la de más fácil aplicación en la actualidad; los resultados del estudio son importantes, si tenemos en cuenta que, concluida la ozonoterapia, la mayor cantidad de pacientes planteó tener resultados buenos 118 (86,13%), 7 los evaluaron de excelente. El 91,24% consideró que el resultado del tratamiento había sido favorable, teniendo en cuenta estas dos categorías, mientras 1 paciente consideró que el procedimiento no tuvo resultados positivos, como se muestra en la (tabla IV).
Discusión
Estos resultados muestran que la ozonoterapia por vía intramuscular, al nivel de la musculatura paravertebral, ofrece un mejoramiento en la calidad de vida de pacientes portadores de hernia discal lumbar, mediante el efecto sobre parámetros clínicos. Mejores resultados se describen en la literatura, incluso comparado por algunos autores con la vía intradiscal.
Los resultados concuerdan con lo reportado por la literatura acerca de los beneficios de la ozonoterapia en diferentes trastornos patológicos en humanos y modelos experimentales. La disminución de la escala análoga visual del dolor, es producida en la hernia discal por la liberación de sustancias químicas mediadoras de los procesos inflamatorios, como la bradiquinina, el tromboxano A2, la sustancia P, interleuquinas, como IL-1, IL-6, TNFα, y algunas prostaglandinas, como la E2 y la F2 α.
Se ha publicado el resultado del ozono sobre algunos mediadores de la inflamación, como por ejemplo su efecto de incremento de la prostaciclina, cuyo efecto es beneficioso, porque la prostaciclina es un potente antiagregante plaquetario y un vasodilatador por excelencia, que contribuye de esta forma a la reducción del proceso inflamatorio.16,17,18,19,20 También ha sido reflejado por otros autores los efectos inmunomoduladores de la ozonoterapia, que actúa sobre la modulación de citoquinas como el TNFα; este efecto también pudiera participar en la reducción del proceso inflamatorio.
Es conocido el efecto de la administración del ozono como reductor de niveles sanguíneos y tisulares de tromboxano A2, que puede estar presente en esos pacientes, además de conocerse que en el conflicto disco-radicular hay enlentecimiento de sangre venosa y arterial, con muchas áreas de isquemia, las cuales contribuyen al cuadro doloroso de los pacientes.
Es conocido el efecto del ozono sobre las propiedades reológicas de la sangre, que disminuye la tendencia del eritrocito a formar pilas de monedas, que reduce la viscocidad sanguínea y aumenta los niveles de 2,3-disfosfoglicerol (2,3 DPG); de esta forma se incrementa la cantidad de oxígeno que va a la célula y se reducen, por tanto, las zonas hipóxicas,21,22,23,24,25 lo que también contribuye a la evolución del cuadro doloroso.
Conclusiones
La evolución clínica de los pacientes portadores de hernia discal lumbar con ozonoterapia fue favorable. Durante el tratamiento no se observaron efectos indeseables de la terapia.
Realizar estudios imagenológicos que demuestren la resolución de la hernia discal lumbar, después del tratamiento con ozono.