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Revista Cubana de Endocrinología

versión On-line ISSN 1561-2953

Rev Cubana Endocrinol v.15 n.2 Ciudad de la Habana Mayo-ago. 2004

 

Hospital Clinicoquirúrgico "Hermanos Ameijeiras"

Frecuencia de aberraciones cromosómicas en sujetos con gonosomopatías. Experiencia en 19 años de trabajo

Lic. Marlén Quesada Dorta,1 Lic. Daisy Bello Álvarez,2 Dr. Pedro González Fernández3 y Dr. Eduardo Cabrera Rode4

Resumen

El objetivo de este trabajo fue determinar la frecuencia de aberraciones cromosómicas en un grupo de pacientes portadores de gonosomopatías y relacionar en cada caso el significado de las diferentes aberraciones cromosómicas encontradas con el diagnóstico clínico realizado. Se estudiaron desde el punto de vista citogenético 656 pacientes con diagnóstico presuntivo de gonosomopatías, recibidos en el laboratorio de genética molecular del Hospital Clinicoquirúrgico "Hermanos Ameijeiras" entre los años 1982 y 2001, procedentes de distintas instituciones hospitalarias del país. Del total de pacientes con diagnóstico presuntivo de gonosomopatías, en el 32,7 % (215/656) se confirmó el diagnóstico clínico con el estudio citogenético. El estudio cromosómico se realizó por técnicas de bandas G. Los reordenamientos cromosómicos encontrados se clasificaron en 4 grupos; el de mayor frecuencia fue el de las gonosomopatías numéricas, con 110 pacientes que representan el 51 % del total. En orden de frecuencia siguieron el grupo de las alteraciones numéricas y estructurales (mosaicos) con 59 pacientes (27,0), las inversiones de sexo con 24 (12,0) y el grupo de las gonosomopatías estructurales con 22 (10,0). Las aberraciones cromosómicas más comunes fueron las gonosomopatías numéricas (síndromes de Turner y Klinefelter). El estudio cromosómico en estos pacientes constituye un indicador de valor diagnóstico de gran importancia para la conducta terapéutica a seguir en cada caso.

Palabras clave: Gonosomopatías, isocromosoma, mosaicismo.

En la actualidad son numerosos los trabajos publicados acerca del papel que representan las anomalías cromosómicas como indicadores diagnósticos de muchas de las endocrinopatías de origen genético.1

Dentro del grupo de las enfermedades genéticas, las aberraciones cromosómicas ocupan un lugar muy importante, ya que se presentan en aproximadamente 1 de cada 200 recién nacidos vivos, así como en el 5 al 10 % de las muertes perinatales, y son responsables del 50,0 de los abortos espontáneos tempranos.

Con la aparición de las técnicas de bandeo cromosómico, la citogenética clásica ocupó un lugar fundamental dentro del campo de la genética clínica y fueron descritos numerosos síndromes genéticos de origen cromosómico.1-3 Del mismo modo que la genética humana revolucionó sobre la base del análisis cromosómico, la citogenética se está revolucionando con la aplicación in situ de las técnicas de la genética molecular. Puede decirse que la citogenética molecular ha penetrado en la citogenética clásica y ha permitido, de esta forma, encontrar reordenamientos cromosómicos complejos no detectados por la citogenética clásica.4,5

El objetivo de este trabajo fue determinar, mediante estudio cromosómico, la frecuencia de alteraciones cromosómicas en un grupo de pacientes con diagnóstico presuntivo de gonosomopatías y relacionar en cada caso el significado de las aberraciones cromosómicas encontradas con el diagnóstico clínico de los pacientes.

Métodos

Se estudiaron 656 pacientes con diagnóstico presuntivo de gonosomopatías, recibidos en el servicio de genética y biología molecular del Hospital Clinicoquirúrgico "Hermanos Ameijeiras", entre los años 1982 y 2001. Para su estudio, las aberraciones cromosómicas se clasificaron en:

  • Gonosomopatías numéricas.
  • Gonosomopatías estructurales y numéricas (mosaicos).
  • Inversiones de sexo.
  • Gonosomopatías estructurales.

El análisis cromosómico con técnicas de bandas G6 se realizó en muestras de sangre periférica a partir de 1 ml de sangre total del paciente. Se cultivó en medio RPMI-1640 (Gibco-BRL) con el 10 % de suero fetal bovino (Gibco-BRL), y se utilizó la fitohemaglutinina (PHA) 0,04 mg/ml (Gibco-BRL) como agente mitogénico. Se incubaron durante 72 horas a 37 oC. Media h antes se detuvo la división celular con colcemid (0,05 mg/mL) para obtener las células en metafase. Se realizó tratamiento hipotónico con cloruro de potasio (0,074) por 30 min a 37 oC.

La fijación se realizó con metanol-ácido acético (3:1). Después de 3 fijaciones se extendió el material celular en láminas portaobjetos previamente humedecidas; se dejaron durante 3 días a 37 oC para su deshidratación y se procedió al bandeo cromosómico con tratamiento previo de las láminas con la enzima tripsina a una concentración de 1:250 (Gibco) para la digestión del cromosoma. Por último, se tiñeron con colorante Giemsa al 10 %.

Como mínimo se contaron 25 metafases. En el caso de mosaicismo, el número se incrementó a 50 como mínimo. Las metafases de buena morfología se fotografiaron en un fotomicroscopio (Leitz) y se ordenaron los cariotipos de acuerdo con el sistema internacional de nomenclatura cromosómica (ISCM: an international system for human cytogenetic nomenclature. Cytogenetic Cell Genet 1995). Solo a 2 casos se les realizaron técnicas moleculares de PCR con sondas del gen SRY.7

Resultados

Del total de pacientes estudiados, en el 32,7 % (215/656) se confirmó el diagnóstico clínico con el estudio cromosómico, de los cuales 110 fueron gonosomopatías numéricas, que representaron el grupo de mayor frecuencia (51,0); le sigue el grupo de las alteraciones numéricas y estructurales (mosaicos) que representó un 27,0; inversiones del sexo un 12,0 y el grupo de las gonosomopatías estructurales un 10,0 (tabla 1).

Tabla 1. Frecuencia de las gonosomopatías encontradas

Tipo de gonosomopatías
No.
%
Numéricas
110
51
Estructurales y numéricas (mosaicos)
59
27
Inversiones de sexo
24
12
Estructurales
22
10
Total
215

Como se puede observar en la tabla 2, el mayor número de alteraciones encontradas en el estudio fueron las numéricas, como el síndrome de Klinefelter (cariotipo 1) y el síndrome de Turner (cariotipo 2). Solo se observaron 6 variantes de síndrome de Klinefelter con fórmula cromosómica 48XXXY (cariotipo 3) y un 15,38 % (12/78) de pacientes con mosaico de Klinefelter 46XY/47XXY (figs. 1 y 2). Se observaron 11 pacientes con isocromosomas de brazo largo que mostraron variantes de Turner con fórmula cromosómica 45Xi (Xq) (cariotipo 4).

Tabla 2. Frecuencia de alteraciones cromosómicas gonosómicas encontradas en el período 1982-2001

Tipo de gonosomopatías
Diagnóstico
Total de casos
NuméricasSíndrome de Klinefelter60
Síndrome de Turner41
Variante de síndrome de Klinefelter6
Superhembra 2
Síndrome YY
1
Estructurales y numéricas (mosaicos) Disgenesia gonadal mixta 28
Mosaico de síndrome de Klinefelter 12
Mosaico de síndrome de Turner 17
Variante de síndrome de Turner 2
Otras7
Inversiones del sexo Síndrome de Morris 18
Hermafroditismo verdadero6
EstructuralesVariante de síndrome de Turner 15
Otras 7
Total  215

 

 

Fig. 1. Paciente portador del síndrome de Klinefelter con fórmula cromosómica 47XXY.

 

 

Fig. 2. Paciente portador del síndrome de Turner con fórmula cromosómica 45X.

Otro resultado de este estudio, pero en menor proporción (12 %), lo constituyen las inversiones del sexo, dentro de las cuales obtuvimos 18 casos con síndrome de Morris, con cariotipo 46XY y fenotipo femenino, y 6 casos de hermafroditismo verdadero con cariotipo 46XX y fenotipo varón.

Discusión

En todos los casos las características clínicas de los sujetos con síndromes de Klinefelter y Turner, respectivamente, respondieron al patrón citogenético encontrado, como se describe en la literatura.4,8-10

Los pacientes con el síndrome de Klinefelter tenían edades que oscilaron entre 18 y 35 años, lo que indica que eran sujetos en edad reproductiva y muchos de ellos venían remitidos de la consulta de infertilidad. Es conocido que el síndrome de Klinefelter ocurre en 1 de cada 800 individuos varones, y que entre un 10 y un 20 % de los hombres con infertilidad presentan este síndrome. En este estudio encontramos un bajo porcentaje de pacientes con mosaico de Klinefelter 46XY/47XXY, lo cual coincide con lo reportado por otros autores.11

Los pacientes que presentaron síndrome de Turner (fig. 3) tenían edades que oscilaban entre 15 y 35 años, quienes se remitían a consulta por baja talla y amenorrea primaria. En esos casos también estos resultados se correlacionan con la literatura revisada que plantea que aparece un mayor porcentaje de síndrome de Turner con fórmula cromosómica 45X.12-13

 

 

Fig. 3.Paciente portador de variante del síndrome de Klinefelter con fórmula cromosómica 48XXXY.

Los isocromosomas de mayor frecuencia encontrados en la bibliografía revisada son los que se forman por los brazos largos (q) del cromosoma X, y es precisamente este tipo de isocromosoma de brazo largo del Xi (Xq) lo que observamos en nuestro estudio.14

Otras de las gonosomopatías encontradas (tabla 1) y que ocupan un porcentaje importante en el presente trabajo (27 %) fueron las gonosomopatías estructurales y numéricas (mosaicos). Dentro de este grupo encontramos las disgenesias gonadales mixtas con la característica común de presentar siempre una línea con XY. Es la gonosomopatía numérica menos común; sin embargo, obtuvimos 28 casos con esta alteración, de los cuales 18 eran con fenotipo femenino y 10 con fenotipo masculino (tabla 2). Como refleja la literatura, aparecieron en este trabajo hembras fenotípicamente con síndrome de Turner, varones fenotípicamente normales y varones con fenotipo de disgenesia gonadal mixta.15

Entre los casos de disgenesia gonadal mixta con fenotipo masculino hubo 2 con los siguientes cariotipos: 45X/46XY del Y/47XYY del 2Yq y 45X/46X isodic (Y). En el primer caso fue un hombre de 42 años de edad, quien asistió a la consulta por infertilidad, y el segundo un varón de 13 años de edad con hipogenitalismo y baja talla. Encontramos la presencia de una mujer dentro de las disgenesias gonadales mixtas (DGM) con cariotipo 46XX/45X/46XY/47XYY, quien fue remitida al servicio como un posible síndrome de Turner y con amenorrea primaria (fig. 4).

 

 

Fig. 4. Paciente portador de una variante del síndrome de Turner con fórmula cromosómica 46Xi (Xq).

Entre las gonosomopatías, son las DGM las que muestran una mayor variedad en las alteraciones estructurales y numéricas de los cromosomas sexuales; en estos casos el reordenamiento en el material genético proporciona la diferente magnitud en las características fenotípicas del paciente.

En los 2 últimos casos se realizaron técnicas moleculares de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) con sondas del gen SRY. Este gen tiene una secuencia de 35 KB y está ubicado en el brazo corto del cromosoma Y (YP1) región 1A1; es específico de este cromosoma y participa en la cascada de genes que interviene en la diferenciación sexual. Estas pruebas se hicieron con vista a corroborar la existencia de material genómico del cromosoma Y. En ambos casos se corroboró el diagnóstico citogenético con el molecular.7 En los varones el aspecto fenotípico está regido por los genes localizados en el brazo corto del cromosoma Y, mientras en las mujeres es necesario un complemento 46XX para el desarrollo ovárico normal.1,4,5

En los casos de disgenesias gonadales mixtas, la citogenética convencional debe ser complementada por estudios moleculares por la alta sensibilidad de estos, ya que se pueden detectar reordenamientos cromosómicos no observados por las técnicas convencionales.15

Otro de nuestros hallazgos, pero en menor proporción (12 %), lo constituyen las inversiones del sexo, dentro de los cuales obtuvimos 18 casos con síndrome de Morris con cariotipo 46XY y fenotipo femenino (tabla 1) y 6 de hermafroditismo verdadero con cariotipo 46XX y fenotipo varón (tabla 2). Por el riesgo de malignización (de tipo gonadoblastomas y germinomas en sus cintillas gonadales) que pueden aparecer en estos casos, es que el diagnóstico citogenético es de relevante importancia, ya que define la conducta terapéutica a seguir.

En la actualidad, con la aparición de la citogenética molecular hibridación in situ fluorescente (FISH)* se han podido describir nuevos reordenamientos cromosómicos complejos no detectables con las técnicas de bandeo convencional, lo que constituye un paso de avance de gran importancia a la hora de correlacionar la clínica del paciente con los hallazgos cromosómicos y moleculares encontrados, para poder seleccionar la terapéutica a seguir en cada caso.

Se concluye que las aberraciones cromosómicas más comunes son las gonosomopatías numéricas (síndromes de Turner y de Klinefelter), lo cual permite que las aberraciones cromosómicas encontradas confirmen el diagnóstico clínico del paciente.

Summary

This paper was aimed at determining the frequency of chromosomal aberrations in a group of patients carriers of gonosomopathies and at relating in each case the meaning of the different chromosomal aberrations found to the patients' clinical diagnosis. 656 patients with presumptive diagnosis of gonosomopathies from different hospital institutions of the country that were received at the mollecular genetics laboratory of "Hermanos Ameijeiras" Clinical and Surgical Hospital from 1982 to 2001, were studied. Of the total of patients with presumptive diagnosis of gonosomopathies, in 32.7 % (215/656) the clinical diagnosis was confirmed by the cytogenetic study. The chromosomal study was conducted by using G band techniques. The chromosomal rearrangements found were classified into 4 groups. The group of numerical gonosomopathies showed the highest frequency with 110 patients, accounting for 51 % of the total. It was followed by the group of numerical and structural alterations (mosaics) with 59 patients (27.0), the inversions of sex with 24 patients (12.0), and the group of structural gonosomopathies with 22 patients (10.0) The most common chromosomal aberrations were the numerical gonosomopathies (Turner and Klinefelter's syndrome). The chromosomal study in these patients is a very important diagnostic value indicator for the therapeutical conduct to be followed in every case.

Key words: Gonosomopathies, isochromosome, mosaicism.

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Recibido: 3 de mayo de 2004. Aprobado: 22 de julio de 2004.
Lic. Marlén Quesada Dorta. Hospital Clinicoquirúrgico "Hermanos Ameijeiras". Servicio de Genética y Biología Molecular. Ciudad de La Habana, Cuba.

1 Profesor Auxiliar. Especialista en Laboratorio Clínico.
2 Especialista en Laboratorio Clínico.
3 Especialista de II Grado en Endocrinología Pediátrica. Hospital Docente "William Soler".
4 Doctor en Ciencias Biológicas. Instituto Nacional de Endocrinología.

* Técnica citomolecular que permite, mediante una sonda marcada con un fluorocromo, detectar secuencias de ADN o ARN en tejidos, células y núcleos interfásicos de amplia utilidad, ya que posibilita descubrir reordenamientos complejos no encontrados mediante las técnicas convencionales PCR in situ.

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