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Revista Cubana de Endocrinología

versión On-line ISSN 1561-2953

Rev Cubana Endocrinol v.17 n.3 Ciudad de la Habana sep.-dic. 2006

 

Hospital Clinicoquirúrgico “Hermanos Ameijeiras”

Síndrome metabólico vs síndrome de insulinorresistencia. Diferentes términos, clasificaciones y enfoques: ¿existe o no?

Dr. Raúl Orlando Calderín Bouza1 y Dr. Neraldo Orlandi González2

Resumen

Aunque Gerald M. Reaven describió en 1988 el síndrome X, múltiples nombres ha recibido este con el decursar del tiempo. Los de mayor aceptación son: síndrome metabólico (SM) y síndrome de insulinorresistencia (SIR). El primero se refiere a una constelación de factores de riesgo de lípidos y no lípidos de origen metabólico, mientras que el segundo, el más completo y adecuado, describe un grupo de anormalidades y resultados clínicos relacionados, que ocurren más comúnmente en individuos con insulinorresistencia (IR) e hiperinsulinemia compensatoria asociada a un estado inflamatorio crónico. Se ha cuestionado por algunos autores su existencia, pero las evidencias de que existe hablan por sí solas. El objetivo de esta revisión es hacer un análisis de los diferentes enfoques y clasificaciones para su diagnóstico, recomendar la clasificación de la NCEP-ATP III, por su factibilidad, aplicación en la práctica clínica y en los estudios epidemiológicos, e insistir en la visión de que el SIR es la resultante de la IR, así como de un estado inflamatorio crónico asociado a varios factores de riesgo cardiovascular (FRCV) y de situaciones clínicas afines que le confieren a este un riesgo elevado de desarrollar diabetes mellitus tipo 2 (DM 2) y enfermedad cardiovascular (ECV).

Palabras clave: Síndrome de insulinorresistencia (SIR), insulinorresistencia (IR), hiperinsulinemia, síndrome metabólico (SM), diabetes mellitus tipo 2 (DM 2), dislipidemia, hipertensión arterial (HTA).

Aunque el concepto de Síndrome X fue introducido en la conferencia por la medalla de Banting (Banting Medal Adress 1988), en New Orleans, por Gerald M. Reaven,1 la noción que llevó a su génesis había comenzado aproximadamente 50 años antes, cuando en 1939 Himsworth resumió los resultados del trabajo que él y sus colegas habían iniciado en 1936 en el Goulstonion Lectures sobre el “Mecanismo de la diabetes mellitus” en el Colegio Real de Médicos de Londres. La materia de estas lecturas fue más tarde publicada en la revista Lancet y ofrecía una visión moderna de la fisiopatología de la diabetes mellitus, en la que concluía que “la diabetes mellitus es una enfermedad en la cual la lesión esencial es una capacidad disminuida del tejido para utilizar glucosa”.2 En aquella época la creencia general era que todos los casos de diabetes mellitus podrían explicarse por la deficiencia de insulina, y elaboró la hipótesis de que “un estado de diabetes mellitus podría ser el resultado de una acción ineficaz de la insulina, así como por la carencia también de la misma”. Desde la introducción del concepto de Síndrome X, una cantidad relativamente grande de nueva información se publica todos los años, y en ella se han evidenciado diferentes términos, clasificaciones y enfoques.2,3

Diferentes términos

 Además de Síndrome X, también ha sido llamado Síndrome de Reaven, Cuarteto de la Muerte (por la asociación frecuente a cuatro disturbios que aumentan la morbimortalidad cardiovascular como son: los lípidos, la hipertensión arterial, la glicemia elevada y el sobrepeso u obesidad), síndrome metabólico (SM), CHAOS, por las siglas usadas en idioma ingles, (C= cardiopatía, H= hipertensión arterial, A = aterosclerosis, O = obesidad y S = stroke - enfermedad vascular cerebral); síndrome dismetabólico y, por último, el de síndrome de insulinorresistencia (SIR).4

Síndrome metabólico (SM) vs síndrome de insulinorresistencia (SIR): El término de síndrome metabólico (SM) se refiere a una constelación de factores de riesgo de lípidos y no lípidos de origen metabólico, teniendo en cuenta el fenómeno sin identificar y la causa.4-6 En contraste con el término de síndrome metabólico (SM), el síndrome de insulinorresistencia (SIR) es un concepto usado para describir un grupo de anormalidades y resultados clínicos relacionados, que ocurren más comúnmente en individuos con insulinorresistencia (IR) e hiperinsulinemia compensatoria asociado a un estado inflamatorio crónico. El SIR no orienta hacia una enfermedad específica, sino que identifica una asociación de varios factores de riesgo cardiovascular (FRCV) y situaciones clínicas afines, que le confieren a este un riesgo elevado de desarrollar diabetes mellitus tipo 2 (DM 2) y enfermedad cardiovascular (ECV).4-9 La insulinorresistencia (IR) no es una enfermedad por sí misma; es una anormalidad fisiopatológica, presente en los órganos terminales o diana (hígado, músculo, tejido adiposo y el endotelio).4-9 Es precisamente esta resistencia a la acción fisiológica de la hormona insulina la génesis del síndrome, unida a un estado inflamatorio crónico que es la esencia de los fenómenos que se muestra en el anexo 1, o sea, la IR incrementa la probabilidad de padecer una o más de las anormalidades descritas, y uno o más de los síndrome clínicos asociados (ver anexo 2).4-9

Por estas razones, a nuestro juicio, compartido con el de otros autores como Gerald M. Reaven, Daniel Einhorn, Zachary Bloomgarden, Earl Ford, Fahim Abbasi, entre otros, y asociaciones médicas como la Sociedad Americana de Endocrinólogos Clínicos (AACE), que fue la primera que registró este síndrome en los registros médicos norteamericanos (ICD-9 Code 277.7), y la Asociación Clínica de Endocrinólogos (ACE), nos hacen decidirnos a llamarlo por el término de síndrome de insulinorresistencia (SIR).10

Han sido múltiples las clasificaciones usadas para lograr el diagnóstico de este síndrome, desde que en 1988 Alberti y colaboradores pertenecientes a la OMS hicieron la primera propuesta.11 Aquí se reflejan algunas bondades y defectos de las más usadas.

Clasificación de la OMS, modificada en 1999:11

Presencia de una de estas situaciones : Glucemia en ayunas alterada (GAA), intolerancia a los hidratos de carbono (IHC) y/o diabetes mellitus tipo 2 (DM2)] o IR + dos criterios de los 3 que se reflejan a continuación en mujeres (M) y en hombres (H) respectivamente:

  • IMC > 30 kg/m² o IC-Cad. > 0,85 M y > 0,9 H.
  • Tg = 1,7 mmol o HDL-c < 0,9 mmol M y < 1,0 mmol H.
  • TA = 140/ 90 mmHg.

La de la OMS, modificada en el año 1999, va hacia la fisiopatología; presenta mayor sensibilidad que la de la NCEP- ATP III, pero tiene cuatro defectos:

  • Tiene como primer criterio la obesidad. El sujeto obeso de hecho ya está enfermo. La obesidad no es causa de IR, sino que la empeora y predispone al fallo de la célula Beta, pero debe haber un sustrato de base ¿genético? para que se produzca la IR y el fallo de la célula Beta. No todos los sujetos obesos son IR y viceversa. Incluir la obesidad hipertrofiaría cualquier clasificación y desviaría la meta principal en el diagnóstico del SIR, que debe ser precoz y preventivo, de las complicaciones de la IR en sujetos aparentemente sanos.
  • Es costosa y solo aplicable a los hospitales de nivel terciario, ya que es imprescindible no solo la realización de una PTG-O, sino la dosificación de insulinemia como método indirecto de IR y necesario para poder estimar el índice HOMA, que también es un método indirecto de IR, o el uso de otra técnica para la estimación de la IR, ya sea indirecto o directo (ejemplo: clamp euglicémico).
  • No toma los valores de glucemia de la PTG-O, ni en ayunas ni a las 2 h como criterios para el diagnóstico de SIR , aunque lo utiliza indirectamente para saber si el paciente tiene una GAA, IHC o DM2, condiciones que no requieren la presencia de IR para el diagnóstico de SIR, ya que la presencia de dos criterios con las condiciones antes mencionadas hace, automáticamente, el diagnóstico del SIR; por eso se dice que solo utiliza la PTG-O indirectamente y no como criterio.11
  • Pasan a un segundo plano los triglicéridos y el metabolismo de los lípidos en general, cuando esto es lo primero que se afecta y es una condición sin ecuanon de la insulinorresistencia.
La clasificación del III Reporte del Panel de Tratamiento para Adultos (ATP III) para el Programa Nacional de Educación y Control del Colesterol (NCEP) tiene cinco criterios y la presencia de tres de ellos hace el diagnóstico del síndrome: 12
  • Obesidad abdominal (índice de cintura): H > 102 cm (> 40 in) M: > 88 cm (>35 in).
  • Triglicéridos: ³ 1,7 mmol/L.
  • HDL-c: < 1,03 mmol/L (H) y < 1,29 mmol/L (M).
  • TA: ³ 130 / 85 mm Hg.
  • Glucemia en ayunas: ³ 6,1 mmol/L.

Esta clasificación tiene cinco problemas:

  • Puede plantearse el diagnóstico de SIR sin la presencia de IR, la cual es el componente central de la clasificación de la OMS. Los resultados de Yuan Liao y colaboradores,13 en su investigación para evaluar la clasificación diagnóstica de la NCEP-ATP III en pacientes con dislipidemia, arrojó que esta no tiene gran sensibilidad para detectar insulinorresistencia, ya que se dejan de diagnosticar alrededor de un tercio de pacientes que tienen IR. Esto es porque dicha clasificación no tiene en cuenta como criterio a la IR.
  • Incluye la obesidad (ver análisis de la anterior clasificación). Además, el criterio de la circunferencia de la cintura falla para diagnosticar obesidad abdominal en personas de origen asiático.14-16
  • La separación de triglicéridos y HDL-c falla en el diagnóstico de dislipidemia en muchos afroamericanos, particularmente en hombres.14-16
  • No tiene en cuenta tampoco el estado proinflamatorio y protrombótico presente en la IR y el SIR. La IR y el estado inflamatorio crónico son la principal etiopatogenia del SIR.4-9
  • Finalmente, no hace PTG-O, solo se auxilia de la glicemia en ayunas, marcador de pobre especificidad y sensibilidad cuando uno lo compara con la insulina de las 2 h para la detección del estado normal glucémico, del IHC y del DM2, incluso con glicemia en ayunas normal (alrededor de 20 a 25 % de sujetos con DM2 se escapan al diagnóstico cuando uno usa solo la glicemia en ayunas). Además, el punto de corte de la glucosa en ayunas es muy alto. La Sociedad Americana de la Diabetes (ADA) recomienda como punto de corte 5,6 mmol/L.16 Esto hace que esta clasificación tenga menos sensibilidad y especificidad en relación con la de la OMS modificada (solo 24 a 26 % de la población norteamericana tiene SIR cuando uno aplica esta clasificación, mientras que cuando se aplica la de la OMS esta es de 40 a 60 % de acuerdo con la zona estudiada, es decir, la población que está entre los 18 a 50 años, ya que como se sabe la prevalencia de SIR aumenta a mayor edad).17,18

Ventajas de esta clasificación:

  • Es menos costosa. No requiere dosificar insulina.
  • Es más aplicable a la atención primaria y a los estudios epidemiológicos.
Clasificación de la Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos (AACE).10 Personas que no tengan diabetes y reúnan dos o más de estos criterios:
  • Triglicéridos = 1,7 mmol/L.
  • HDL-c < 1,03 mmol/L en H y < 1,29 mmol/L M
  • TA =130/85 o uso habitual de medicación antihipertensiva
  • PTG-O con glicemia a las 2 h de la carga de glucosa = 7,8 mmol/L y < 11,1 mmol/L.

La clasificación de la AACE parece ser la que más se acerca a la fisiopatología o esencia del SIR. Son ellos los que proponen llamarle síndrome de insulinorrresistencia (SIR), ya que ponen el factor o denominador común que es la IR/hiperinsulinemia compensatoria como esencia o posible explicación de los fenómenos del síndrome. Por esta razón ubican la hipertrigliceridemia criterio, lo que apoya aún más lo antes expresado en este párrafo, 10 excluyen la obesidad por las razones antes explicadas, usan la PTG-O, sobre todo la glucemia de la segunda hora, como criterio del SIR y excluyen a los sujetos que previamente tengan alteraciones de la glucemia, como GAA, IHC y DM 2. Ya estos sujetos están enfermos. Incluirlos en la clasificación la hipertrofiaría y desviaría la dirección de búsqueda de sujetos con IR y SIR para su diagnóstico precoz y prevención de complicaciones.10

Desventaja:

Necesita de una PTG-O. Este examen no está considerado como de rutina por sus inconvenientes y su costo.

Clasificación del Grupo Europeo para el estudio de la IR (EGIR):19

Hiperinsulinemia en ayunas > 25 % y dos o más de los siguientes criterios:

  • Glucosa en ayunas = 6,1 mmol/L, pero no diabéticos.
  • TA = 140/90.
  • Triglicéridos = 2 mmol/L o HDL colesterol < 1 mmol/L o tratamiento para la dislipidemia.
  • Circunferencia de la cintura = 94 cm en el H y = 80 cm en la mujer.

Ventaja:

Tiene presente la esencia del SIR, ya que tiene en cuenta la IR/ hiperinsulinemia compensatoria.

Deficiencias:

Cifras de tensión arterial (TA) muy altas: 140/80. Debe ser 130/85. Niveles de Tg muy elevados: 2 mmol/L, donde debe usar 1,7 mmo/L. No tiene en cuenta la glucemia de las 2 h; solo la glucemia en ayunas con valores muy elevados; debe usar 5,6 mmol/L.16,20,21

Clasificación de la Federación Internacional de la Diabetes (IDF)22

La persona debe tener como requisito indispensable obesidad abdominal: circunferencia de la cintura = 90 cm en el hombre y = 80 cm en la mujer, más dos de los siguientes criterios:

  • Triglicéridos = 1,7 mmol/L o tratamiento específico.
  • HDL-c < 1,03 mmol/L en hombres y < 1,29 mmol/L en mujeres, o tratamiento específico.
  • TAS = 130, TAD = 85 mmHg o tratamiento específico.
  • GPA = 5,6 mmol/L o diagnóstico previamente de diabetes.

Ventajas:

Provee de puntos de cortes para la obesidad central según sexo y grupos étnicos, medidas por la circunferencia de la cintura con la meta de mejorar la identificación del SIR en poblaciones especiales. Además, el informe del consenso de la IDF aconseja a los pacientes con niveles de glucosa en plasma de 5,6 mmol/L se hagan una PTG-O.

Desventajas:

Es requisito indispensable para el diagnóstico de SIR, según esta clasificación, la presencia de obesidad. Además de lo planteado sobre el uso de la obesidad como criterio en las anteriores clasificaciones aquí se da el hecho de ser requisito indispensable. Esto es considerado fatal, inadecuado e inadmisible, ya que la clasificación perdería mucho valor en la sensibilidad. Ejemplo: un sujeto hipertenso, con hipertrigliceridemia y con glicemia elevada pero sin obesidad abdominal, no tendría SIR según esta clasificación. Un sujeto con IR, HDL-c bajo, e hipertensión arterial, pero sin obesidad abdominal, tampoco tendría SIR según esta clasificación. Estos ejemplos por sí solos son muy demostrativos de porqué la obesidad no debe ser criterio diagnóstico de SIR y mucho menos de manera obligada, como lo requiere esta clasificación.22

Clasificación de la INTERHEART23
  • Reporte seguro de diabetes.
  • Reporte seguro de hipertensión arterial
  • Circunferencia de la cintura (>0,85 mujer y >0,90 hombre)
  • Alta Apo B (>0,93 mmol/L =3,3 mmol/L de VLDL) el equivalente de la elevación por encima de 3,3 mmol/L de la HDL.
  • Baja Apo A (<1,164 = 1,0 mmol de HDL). Presencia de 3 o más criterios = SIR.

No es factible aplicar esta clasificación en la práctica clínica habitual ya que es muy costosa, por lo que no se recomienda. Teniendo en cuenta las ventajas y desventajas de cada clasificación y su factibilidad, se sugiere el uso de la clasificación de la NCEP ATP III en la atención primaria y en los estudios poblacionales.

¿Existe o no el síndrome de insulinorresistencia (SIR)? Diferentes enfoques o puntos de vista de un mismo problema: una llamada de atención

Al parecer no todo el mundo está de acuerdo. En una reciente declaración de la Asociación Americana de la Diabetes (ADA) y de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD) fue cuestionada la utilidad del SIR como una construcción clínica, entidad o síndrome, argumentando que el SIR ha sido definido de manera imprecisa, que la designación de síndrome es prematura y que el criterio puede proveer más confusión que ayuda.17 La encuesta realizada a través del medscape resultó favorable al Sí. A favor de la existencia del SIR, además de los autores de esta revisión, también están: la Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos (Gerad M. Reaven),10 la International Diabetes Federation (IDF)22 y la American Heart Association (Steven M. Haffner y Scott Grundy),22 aunque este último tiene un enfoque diferente del problema).4-8,22,23

El manejo acertado de los pacientes con SIR depende de las formas de percibir las causas del síndrome y el grado de riesgo atribuido a la presencia de este.22-24 Un sujeto que tenga la presencia de SIR incrementa el riesgo cardiovascular de 1,5 a 3 veces y el de padecer DM 2, de 3 a 5 veces más que en un sujeto sin el síndrome.22,25,26 En el estudio de descendientes o hijos de los sujetos del estudio Framingham (Framingham offspring study) la presencia del SIR duplicó el riesgo para padecer enfermedad cardiovascular.16,27-29 En el estudio Botnia (Botnia study)16,30 el riesgo para presentar infarto del miocardio agudo (IMA) y enfermedad cerebrovascular estuvo incrementado 3 veces en los pacientes con diabetes que tenían el SIR. En el estudio de enfermedad isquémica del miocardio de Kuopio (Ischaemic Heart Disease Study),16 los hombres con SIR tenían de 2 a 4 veces más riesgo de mortalidad por enfermad de arterias coronarias comparados con aquellos que no presentaban el síndrome. En el estudio INTERHEART23 se hizo un cálculo del riesgo cardiovascular en 13 163 pacientes jóvenes aparentemente sanos, seguidos durante 5,7 años. Se demostró que el peligro para la aparición de nuevos casos de diabetes fue de 2,33 a 3,05 veces más para los sujetos con niveles de glucosa en ayunas entre 5 a 5,6 mmol/L. Si además se asocia con altos niveles de triglicéridos u obesidad, el riesgo se acerca a 8 veces más que los individuos que no tenían estas asociaciones.23 Además, el número de pacientes con SIR y DM 2 está incrementándose a una velocidad alarmante entre niños y adolescentes entre 13 a 19 años, con aumento también del desarrollo de las complicaciones.16 Este incremento a traído repercusiones importantes en la economía; por ejemplo, en los EE UU los costes de prescripción médica para este síndrome aumentó en el último año, y fue 4,2 veces mayor que el año anterior.16 A los pacientes que progresan de SIR para DM 2 se les calcula un aumento de su costo por encima de 80 % con respecto al año anterior.16

Diferentes enfoques o puntos de vista de un mismo problema: una llamada de atención
  • El SIR, como una epidemia, puede ser atribuido a causas ambientales (ejemplo: el básico enfoque y puntos de vista, más la proposición diagnóstica de clasificación de la NCEP- ATP III).16,25
  • El SIR como el resultado primario de la IR/hiperinsulinemia compensatoria (enfoque y punto de vista de la OMS y la AACE).5-10,22-24
  • El SIR como la resultante de la IR y un estado inflamatorio crónico (enfoque de la AACE y la Sociedad Americana del Corazón).5-10,22-24

El manejo del primer enfoque del SIR sería con cambios en el estilo de vida, con reducción de la obesidad e incremento de la actividad física.16,25 En el segundo enfoque, donde la IR es considerada la base del SIR, el manejo y tratamiento sería con inclusión de las drogas insulinosensibilizadoras (biguanidas y/o tiazolindionas) en adición a los cambios en el estilo de vida, además del uso de medicamentos para los síndromes clínicos asociados que no empeoren la IR (ejemplo: no usar betabloqueadores para el control de la presión arterial, ya que en estos pacientes los IECAs o ARA II son los indicados además de dosis bajas de diuréticos).5-10,22-25,31,32 En el tercer enfoque, considerado el mejor de todos, el manejo del SIR incluye los cambios en el estilo de vida, las drogas insulinosensibilizadoras cuando se necesiten (IHC y/o DM

2), junto a medicamentos que disminuyen el estado inflamatorio asociado al SIR. Un tratamiento que combina los regímenes antes mencionados puede ser: cambios en el estilo de vida (dieta, ejercicios, dejar de fumar), ácido acetil salicílico (ASA) a bajas dosis, IECAs o ARA II para el control de la tensión arterial, dosis bajas de diuréticos, fibratos vs estatinas para el tratamiento de la dislipidemia aterogénica, así como biguanidas/tiazolindionas para el estado de IHC y/o DM2.5-10,22-25,31,32

 

Anexo 1. Anormalidades asociadas a IR/hiperinsulinemia compensatoria

1. Algunos grados de trastornos de la glucemia:

  • Glucosa alterada en ayunas.
  • Intolerancia a los hidratos de carbono (IHC).
  • Diabetes mellitus tipo 2 (DM2).

2. Dislipidemia aterogénica:

  • Aumento de los triglicéridos plasmáticos.
  • Disminución de la HDL-c.
  • Disminución del diámetro de la partícula pequeña densa de las LDL.
  • Aumento de la acumulación de triglicéridos en el estado posprandial.
  • LDL pequeña y densa elevada.
  • Apo B elevada.
  • LDL-c normal o alta.

3. Disfunción endotelial:

  • Aumento de la adhesión de las células mononucleares.
  • Aumento de la concentración en el plasma de las moléculas de adhesión.
  • Aumento de la concentración plasmática de la dimethylarginina asimétrica.
  • Disminución de la vasodilatación dependiente del endotelio.

4. Factores procoagulantes.

  • Aumento del inhibidor 1 del activador del plasminógeno.
  • Aumento del fibrinógeno.

5. Cambios hemodinámicos:

  • Aumento de la actividad del sistema nervioso simpático.
  • Aumento de la retención de sodio renal.
  • Aumento de la actividad de la bomba Na-K-ATPasa.
  • Aumento del contratransporte de Na e H.
  • Aumento de la actividad Ca-ATPasa.
  • Estimula factores de crecimiento (hiperplasia en las células musculares lisas de las arterias y arteriolas) por estimulación de la hiperinsulinemia resultante de la insulinorresistencia a un factor parecido a la hormona del crecimiento: el IGF-I.

6. Marcadores de inflamación:

  • Aumento de la proteína C reactiva.
  • Aumento del factor de Von Willebrand

7. Metabolismo anormal del ácido úrico:

  • Aumento de la concentración de ácido úrico.
  1. Aumento de la secreción de testosterona ovárica.
  • Poliquistosis ovárica asociada con insulinorresistencia (IR) e hiperinsulinemia compensatoria.
  • Aumento de la mortalidad cardiovascular en las pacientes que presentan poliquistosis ovárica con IR/hiperinsulinemia compensatoria.
  1. Síndrome de apnea obstructiva del sueño. (SAOS).
  2. Trastornos en el metabolismo del hierro.

 

Anexo 2. Síndromes clínicos asociados al SIR4-9

1. Diabetes mellitus tipo 2 (DM 2).
2. Enfermedad cardiovascular: cardiopatía isquémica y enfermedad vascular cerebral.
3. Hipertensión arterial esencial (HTA).
4. Síndrome de ovarios poliquísticos.
5. Esteatohepatitis no alcohólica.
6. Ciertas formas de cáncer (mama, páncreas, colon y próstata)
7. Síndrome de apnea obstructiva del sueño.
8. Síndrome derivado del trastorno en el metabolismo del hierro.

Summary

Metabolic syndrome vs insulin resistance syndrome. Different terms, classifications and approaches: Does it exist or not?

Eventhough Gerald M Reavaen described in 1988 the X syndrome, it has received multiple names in the course of time. The metabolic syndrome (MS) and the insulin resistance syndrome (IRS) are the most accepted. The first refers to a series of risk factors of lipids and nonlipids of metabolic origin; whereas the second, the most complete and adequate, describes a group of abnormalities and related clinical results that appear more commonly in individuals with insulin resistance (IR) and compensatory hyperinsulinemia associated with a chronic inflammatory state. Some authors have questioned its existence, but the evidences speak for themselves. The objective of this review is to make an analysis of the different approaches and classifications for its diagnosis, to recommend the classification of the NCEP-ATP III, due to its feasability, application in the clinical practice and in the epidemiological studies, and to insist on the view that the IRS results from IR, as well as from a chronic inflammatory state associated with some cardiovascular risk factors (CVRF), and from related clinical situations that confer it an elevated risk for developing type 2 diabetes mellitus (type 2 DM) and cardiovascular disease (CVD).

Key words: insulin resistance syndrome (IRS), insulin resistance (IR), hyperinsulinemia, metabolic syndrome (MS), type 2 diabetes mellitus, dyslipidemia, arterial hypertension (AHT).

 

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Recibido: 2 de junio de 2006: Aprobado: 3 de septiembre de 2006.
Dr. Raúl Orlando Calderín Bouza. Hospital Clinicoquirúrgico “Hermanos Ameijeiras”San Lázaro 701, entre Belascoín y Marquez González, Centro Habana, Ciudad de La Habana. Cuba.

1Especialista en Medicina Interna.
2Especialista en Endocrinología. Centro de Atención al Diabético de Ciudad de La Habana, Instituto Nacional de Endocrinología.

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