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Revista Cubana de Endocrinología

versión On-line ISSN 1561-2953

Rev Cubana Endocrinol v.19 n.1 Ciudad de la Habana ene.-abr. 2008

 

ARTÍCULOS ORIGINALES

 

Calidad del hueso en mujeres de edad mediana con diabetes mellitus tipo 2

 

Bone quality in middle-aged females with type 2 diabetes mellitus

 

 

Alina Acosta CedeñoI; Daysi Navarro DespaigneII; Cosette Díaz SocorroIII; Yamilé ÁlvarezIV; Emma Domínguez AlonsoV; Teresa González CaleroI; Maité Cabrera GámezI

IEspecialista de I Grado en Endocrinología y Medicina General Integral. Instituto Nacional de Endocrinología. Ciudad de La Habana, Cuba.
IIEspecialista de II Grado en Endocrinología. Profesora Consultante. Investigadora Titular. Instituto Nacional de Endocrinología. Ciudad de La Habana, Cuba.
IIIEspecialista de I Grado en Medicina general Integral. Residente en Endocrinología. Instituto Nacional de Endocrinología. Ciudad de La Habana, Cuba.
IVResidente en Endocrinología. Instituto Nacional de Endocrinología. Ciudad de La Habana, Cuba.
VEspecialista de I Grado en Bioestadística. Instructora. Investigadora Agregada. Instituto Nacional de Endocrinología. Ciudad de La Habana, Cuba.

 

 


RESUMEN

ANTECEDENTES: la osteoporosis y diabetes mellitus constituyen problemas de salud para la población senescente en general y para la mujer en particular. El descontrol metabólico y las lesiones microvasculares de la DM afectan todo el organismo, incluyendo el hueso.
OBJETIVO:
determinar la calidad del hueso en mujeres de edad mediana con diabetes mellitus tipo 2.
MÉTODOS: estudio descriptivo-transversal, consistente en determinar la calidad del hueso en 30 mujeres con diabetes mellitus tipo 2, y 20 sin diabetes mellitus que constituyeron el grupo control. Se les realizó historia clínica, para precisar: edad, índice de masa corporal, circunferencia de cintura y actividad física; además, en las diabéticas: tiempo de evolución de la diabetes mellitus, glucemia en ayunas y posprandial de 2 h. La calidad del hueso se determinó mediante densitómetro LEXUS y se expresó como contenido mineral óseo y T-score en L2-L4 y el radio. Se utilizaron los criterios de la OMS para definir osteoporosis. Se emplearon estadígrafos descriptivos y correlaciones lineales.
RESULTADOS: el 33 % de las pacientes con diabetes mellitus tipo 2 tuvo osteoporosis en el radio, y el 3,3 % en L2-L4, lo que ocurrió en el 75 y el 30 % respectivamente de las no diabéticas. El contenido mineral óseo en: L2-L4 de las diabéticas fue 0,561 g/cm2 y en el radio de 0,358 g/cm2, mientras en las no diabéticas fue 0,285 y 0,313 g/cm2 respectivamente (p<0,01 sig). El T-score de L2-L4 y el radio en ambos grupos fue mejor en las pacientes con actividad física adecuada. En las que tenían diabetes mellitus tipo 2 hubo asociación significativa positiva entre el índice de masa corporal > de 18,5 kg/m2 de superficie corporal (sc) y la circunferencia de cintura > de 88 cm con el contenido mineral óseo, y asociación negativa entre el T-score en el radio y la glucemia en ayunas ³ a 7mmol/L, y entre el tiempo de evolución > de 5 años con el contenido mineral óseo en L2-L4 (p<0,05 sig).
CONCLUSIONES: en nuestro estudio la calidad del hueso en las mujeres con diabetes mellitus tipo 2 fue mejor que en las que no tenían diabetes mellitus.

Palabras clave: Diabetes mellitus, osteoporosis, climaterio, densitometría.


ABSTRACT

BACKGROUND: osteoporosis and diabetes mellitus are health problems for the aging population in general and for females in particular. The metabolic decontrol and the microvascular lesions of DM affect the whole organism, including bones.
OBJECTIVE: to determine the quality of bones in middle-aged females with type 2 diabetes mellitus.
METHODS: a cross-sectional descriptive study was conducted to determine the bone quality in 30 females with type 2 DM, and in 20 without DM that were in the control group. Medical history was made to know age, body mass index, hip circumference and physical activity. In the diabetic, the time of evolution of diabetes mellitus, fasting glycaemia and 2-hour postprandial glycaemia, were also determined. Bone quality was defined by "LEXUS" densitometer, and it was expressed as bone mineral content and T-score in L2-L4 and radius. The World Health Organization's criteria were used to define osteoporosis. Descriptive statistics and lineal correlations were also used.
RESULTS: 33 % of the patients with type 2 diabetes mellitus had osteoporosis in radius, and 3.3 % in L2-L4, which occurred in 75 and 30 % of the non-diabetic, respectively. The bone mineral content in L2-L4 of the diabetic was 0.561 g/cm2, whereas in radius it was 0.358 g/cm2. In the non-diabetic, it was 0.285 and 0.313 g/cm2, respectively (p<0,01 sig). The T-score of L2-L4 and radius in both groups was better in those patients with an adequate physical activity. In patients with type 2 DM, it was observed a positive significant association of the body mass index > 18.5 kg/cm2 cs and the hip circumference > 88 cm with the bone mineral content. There was a negative association between the T-score in Radius and fasting glycaemia ³ 7 mmol/L, and between the time of evolution > 5 years and the bone mineral content in L2-L4 (p<0.05).
CONCLUSIONS: in our study, the bone quality in females with type 2 diabetes mellitus was better than in those with no diabetes mellitus.

Key words: Diabetes mellitus, osteoporosis, climacteric, densitometry.



INTRODUCCIÓN

El incremento en la expectativa de vida del ser humano está dado por los cambios en la calidad y hábitos de vida, y como parte de estos cambios, podemos citar los 3 elementos que aparecen a continuación:1

1- La mayor supervivencia femenina es un hecho de gran relevancia sociocultural, por lo que para el año 2020 se espera que esta población aumente a 1 200 millones.2,3

2- Durante el envejecimiento el sistema esquelético experimenta un fisiológico y progresivo descenso de su masa ósea, que puede llegar a ser del 2 al 5 % anual, fundamentalmente en mujeres de edad mediana (45-59 años).4-7

3- La diabetes mellitus tipo 2 (DM 2) está entre las afecciones crónicas no trasmisibles, cuya frecuencia aumenta a partir de la menopausia, en la que se ha descrito la existencia de cambios en el contenido mineral óseo (CMO), sin que exista consenso en el tipo de cambio. Si tenemos en cuenta los efectos combinados de la posmenopausia y los efectos deletéreos de la DM sobre la microcirculación, las paredes celulares, la función de las proteínas y sobre el sistema nervioso autónomo, estos tres elementos nos permitirían suponer que en la mujer posmenopáusica con DM 2 ambos procesos originen mayor "daño" óseo, que en las mujeres sin DM.8-13 La DM 2 y la osteoporosis son afecciones cuya frecuencia y consecuencias personales y sociales hacen que sean consideradas como verdaderas epidemias del siglo XXI. La relación entre ambas afecciones, sobre todo en la mujer posmenopáusica, no está bien definida, pues para algunos investigadores la DM, sobre todo la tipo 1, se asocia con un incremento de fracturas por osteoporosis, sin embargo no existe consenso en el impacto óseo de la DM 2.12,13

Como problema científico nos planteamos, ¿es la DM un evento negativo más sobre la calidad del hueso en mujeres de edad mediana?; y como objetivo general, determinar la calidad del hueso en mujeres de edad mediana con DM 2.

 

MÉTODOS

Se realizó un estudio descriptivo transversal que incluyó 30 mujeres de edad mediana con DM 2 y 20 sin esta afección, que conformaron el grupo control, reclutadas del Centro de Atención al Diabético y de la Clínica de Climaterio y Osteoporosis (ClimOs), ambas pertenecientes al Instituto Nacional de Endocrinología (INE), entre febrero y julio de 2007. No se calculó el tamaño muestral porque que no se conoce con exactitud la frecuencia de osteoporosis en DM 2. Este trabajo constituye un acercamiento a la temática. Se incluyeron todas las pacientes con DM 2 entre 40 y 59 años que desearon participar en la investigación, y se excluyeron las mujeres con intolerancia a lácteos y/o déficit de vitamina D, las que hayan recibido tratamiento por más de 1 año o estén bajo tratamiento con esteroides, hormonas tiroideas, antitiroideos, agonistas y antagonistas de la hormona reguladora de las gonadotrofinas (GNRH), con terapia de reemplazo hormonal y/o bifosfonatos, las inmovilizadas perennemente, con otras enfermedades crónicas e incapacitadas para responder al interrogatorio.

Se realizó historia clínica con especial referencia en precisar factores de riesgo para osteoporosis, como el bajo peso y la actividad física disminuida, así como algunas características de la DM. Se determinó CMO y puntaje T-score (comparación con población joven) en L2-L4 (2da.-4ta. vértebras lumbares), y el radio, mediante densitometría axial de doble fotón (LEXUS). Criterio respuesta: osteoporosis, puntaje T-score < -2,5 desviación estándar (DS), osteopenia de -1,5 a -2,4 DS, hueso normal > -1,5 DS. Variables a controlar: en ambos grupos la edad, el índice de masa corporal (IMC) donde se consideraron 2 grupos (³ 18,5 kg/m2 sc bajo peso, por ser un factor de riesgo de osteoporosis, y > de 18,5 kg/m2 sc, que incluye las normo y sobrepeso que no constituyen factor de riesgo), la CC < 88 cm como normal y ³ de 88 alterada, la actividad física (adecuada, si caminaba por lo menos 30 min al día, e inadecuada si esto no se cumplía). Entre las que presentaban DM 2 el tiempo de evolución se dividió en 2 grupos (menor de 5 años y mayor de 5 años), glucemia en ayunas (GA) menor de 7 mmol/L normal, y ³ de 7 mmol/L alterada, y glucemia 2 h posprandial (PP) menor de 7,8 mmol/L normal y ³ de 7,8 mmol/L alterada. Para el análisis estadístico se utilizó el programa SPSS. Para establecer diferencias se aplicaron las pruebas de chi cuadrado y t student, según variables cuantitativas o cualitativas (nivel de significación < 0,05). Los resultados se expresaron en figuras y tablas.

 

RESULTADOS

En nuestro estudio la edad promedio fue similar en ambos grupos según lo esperado, el IMC fue mayor en las que tenían DM 2 con 28,4 kg/m2 sc que en las no tenían DM (24,8), la CC también fue mayor en las diabéticas con 96,8 cm y 85,4 cm en las no diabéticas. El CMO en L2-L4 (figura 1) fue mayor en las diabéticas con 0,561 g/cm2, y en las que no presentaban DM de 0,285 g/cm2. El radio se comportó de manera similar en ambos grupos con 0,358 g/cm2 y 0,313 g/cm2 respectivamente. El T-score en L2-L4 (figura 2) fue mayor en las diabéticas con 0,26 vs. -1,8 en las no diabéticas, en el radio también fue mejor en el grupo de las DM con -1,9 vs. -3.

Al comparar la calidad del hueso con la actividad física (tabla 1), encontramos que fue mejor en las que presentaban DM 2 con actividad física adecuada: en L2-L4 de 0,1 y en el radio -1,9, mientras que en las no diabéticas fue de -1,1 y -2,3 respectivamente; en las diabéticas con actividad física inadecuada el T-score fue de -1,2 en L2-L4 y de -2,1 en el radio, y en las no diabéticas fue de -2,0 y -2,8 respectivamente. Al correlacionar el IMC y la CC con el CMO en L2-L4 y el radio, en las mujeres con DM 2 hubo asociación significativa positiva entre el IMC > de 18,5 kg/m2 sc y la CC > de 88 cm con el CMO (p<0,05), lo que no se demostró en el grupo de las pacientes sin DM (tabla 2). En la tabla 3, al asociar la GA y PP en las diabéticas con la calidad del hueso, se estableció asociación negativa estadísticamente significativa entre el T-score en el radio y la GA ³ a 7mmol/L, y lo mismo ocurrió al relacionar el tiempo de evolución > de 5 años en las diabéticas con el CMO en L2-L4 (p<0,05).

DISCUSIÓN

La osteoporosis es la enfermedad ósea metabólica más frecuente, y ha sido definida como la epidemia silente del siglo XXI. El envejecimiento y la menopausia son la base de su etiopatogenia. La mayoría de los estudios revisados concuerdan en que las pacientes con DM 2 no presentan disminución en el CMO,13 la DM es una causa controversial de enfermedad ósea. En nuestro trabajo las pacientes con DM 2 también tuvieron un T-score y un CMO en L2-L4 y en el radio mejor que las no diabéticas. En otros estudios realizados se plantea que la DM 1 es una de las afecciones que se considera afecta la salud ósea, aunque respecto a la DM 2, no todos los autores coinciden con este criterio.14-19 En un estudio realizado en Cuba se encontró que los resultados coinciden con los nuestros, pues entre las mujeres de la APS no se encontró asociación entre DM y mala calidad del hueso,20 lo que sí ocurrió entre aquellas que asistían a la ClimOs y eran no diabéticas. Aunque no tenemos explicación para estas diferencias, es probable que una menor capacidad de algunas mujeres para adaptarse a los cambios neuroendocrinos de la posmenopausia, unido a factores relacionados con el estilo de vida y el mayor IMC de las pacientes DM 2, explique esta diferencia.20

La actividad física cotidiana guarda una relación directa con la masa ósea.13 Algunos estudios plantean que la inmovilización prolongada conduce a osteoporosis.13,14 En nuestro trabajo, al comparar la calidad del hueso con la actividad física, las pacientes con actividad física adecuada tuvieron un T-score en L2-L4 y el radio mejor que las pacientes con actividad física inadecuada. Algunas investigaciones plantean que una adecuada actividad física es fundamental para conservar la masa ósea. Otros plantean que la dieta, los hábitos tóxicos y la actividad física son factores que influyen con poco peso específico cada uno, pero sí de forma persistente a lo largo de la vida y se potencian entre sí. Otro estudio plantea que el ejercicio físico tiene un papel importante para el crecimiento y la remodelación del hueso, a lo que también contribuye la presión y tensión muscular.14-19

El hábito sedentario y todas las situaciones que conllevan inmovilización, suponen la ausencia de estos estímulos y condicionan la posibilidad de desarrollar o agravar una osteoporosis.19 El CMO puede incrementarse en pacientes con sobrepeso, condición frecuentemente asociada con esta entidad,21 lo cual concuerda con los resultados de nuestro estudio, en el que las pacientes con DM 2 presentaron un mayor IMC. Existen otros estudios que plantean que las pacientes con un IMC bajo (<18,5 kg/m2 sc) tienen menor CMO, lo cual está en relación, por una parte, con un menor efecto osteoblástico debido a una menor carga mecánica sobre el hueso, y por otra, con un menor freno de la actividad osteoclástica, derivado de la menor producción de estrona por falta de panículo adiposo.14 Muchos estudios realizados en pacientes con DM 1 han mostrado osteopenia moderada en hueso cortical, y entre los mecanismos fisiopatogénicos propuestos se encuentra la hiperglucemia.16 En nuestro estudio, al relacionar la GA en las que tenían DM 2 con la calidad del hueso, se estableció asociación negativa significativa con el T-score en el radio, lo cual parece coincidir con estos estudios, pero no disponemos de estudios en DM 1. Otros estudios no han encontrado dichas asociaciones.21 En cuanto a la relación de la calidad del hueso con el tiempo de evolución de la DM 2 se pudo establecer asociación significativa negativa con el CMO en L2-L4 en las que tenían más de 5 años de evolución de la enfermedad, pero tampoco contamos con estudios que hayan tenido en cuenta esta asociación.

 

CONCLUSIONES

1. La calidad del hueso en mujeres con DM 2 fue mejor que en las no diabéticas.

2. La actividad física adecuada y el mayor peso corporal influyen positivamente sobre la calidad del hueso.

3. El descontrol metabólico y el mayor tiempo de evolución de la enfermedad influyen negativamente sobre la calidad del hueso en mujeres con DM 2.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Recibido: 3 de marzo de 2008.
Aprobado: 28 de marzo de 2008.

 

 

Alina Acosta Cedeño. Calle A # 820, entre 33 y 35, Vedado, municipio Plaza de la Revolución, Ciudad de La Habana, Cuba. E mail: rodys@infomed.sld.cu

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