Introducción
El estigma del VIH consiste en actitudes y creencias negativas sobre las personas que viven con el VIH/sida (PVVS). Es el prejuicio que ocurre al identificar a una persona como parte de un grupo que se considera socialmente inaceptable. (1
El estigma afecta el bienestar emocional y la salud mental de las PVVS. A menudo, estas personas internalizan el estigma que sufren. Como resultado, empiezan a desarrollar una imagen negativa de sí mismos. Pueden temer que serán discriminados o juzgados si su estatus de VIH se revela. (2
El “estigma internalizado” o “autoestigma” ocurre cuando una persona acepta las ideas negativas y estereotipos sobre las personas que viven con el VIH y empiezan a aplicarlos a sí mismos. El estigma internalizado del VIH puede causar sentimientos de vergüenza, miedo a revelar su estatus, aislamiento y desesperanza. Estos sentimientos pueden impedir que las personas se hagan la prueba de VIH o que acudan a recibir tratamiento. (3
El estigma del VIH tiene su raíz en el miedo al VIH. Muchas de nuestras ideas sobre el VIH vienen de las primeras imágenes de personas con la enfermedad que aparecieron a principio de los años 80 , descrita por primera vez en Estados Unidos en 1981. Hoy en día, todavía existen ideas incorrectas de cómo se transmite y lo que significa vivir con el virus.4
La falta de información y concientización, además de las creencias anticuadas, llevan a las personas a tener miedo de infectarse. Además, muchas personas piensan que el VIH es una enfermedad de la cual solo se infectan ciertos grupos. Esto lleva a juzgar de manera negativa a las personas que viven con el VIH/sida. (5
Hablar abiertamente sobre el VIH puede ayudar a normalizar el tema. También ofrece oportunidades para corregir ideas incorrectas y ayudar a otros a aprender más sobre el virus. Pero, hay que tener en cuenta que cuando hablamos sobre el VIH, ciertas palabras o frases pueden tener un significado negativo para las personas con alto riesgo de contraerlo. (6
Esta investigación parte del planteamiento de que la coexistencia de información médica "científica" con los mitos y creencias vinculados con el VIH/sida se manifiestan en prácticas estigmatizadoras y discriminatorias dirigidas a aquellas personas infectadas por el virus y los "sospechosos" de estarlo; y estas prácticas, a su vez, influyen en dicha coexistencia.
Comprender las particularidades del estigma permite conocer el efecto de este fenómeno sobre el conocimiento, las actitudes y las conductas que se tienen ante las personas con esta enfermedad. Por tal razón, saber cuáles son los factores socioculturales que fomentan el estigma es de vital importancia. En acuerdo con lo anterior, el objetivo de este trabajo es identificar factores socioculturales que fomentan el estigma sobre el VIH/sida en trabajadores masculinos del sector de la salud.
Métodos
Estudio observacional, descriptivo, transversal, realizado en trabajadores del policlínico Ramón López Peña durante el periodo junio del2018 a mayo de 2019. El universo estuvo constituido por 85 trabajadores masculinos, por su prevalencia en la categoría ocupacional de obreros y servicios, en plenas capacidades físicas y mentales que accedieron a participar en el estudio a través de un documento escrito previa información detallada de los objetivos y características de la investigación (anexo 1). Para alcanzar el objetivo propuesto el equipo de trabajo diseñó una encuesta (anexo 2) previa revisión de otras sobre el estigma relacionado con el VIH/sida en profesionales de la salud, que ha sido utilizada anteriormente en poblaciones hispanas (7 y tiene niveles de confiabilidad apropiados. Esta encuesta se revisó y adaptó para su uso en la población de interés del estudio. Se analizaron las siguientes variables: edad, ocupación, creencias religiosas, factores socioculturales y vías de recibir información; se realizó una entrevista a cada uno de los trabajadores, de forma individual, por el propio equipo de investigación, de manera que disminuyeron los sesgos del observador y de recolección de la información. Se garantizó la privacidad de los datos recogidos a través del anonimato.
La información recolectada se vació en una base de datos creada en el Paquete estadístico SPSS VERSIÓN 15, a través de la cual se procesaron todos los datos. Los resultados se expresan en valores absolutos y relativos.
Resultados
Se observó un predominio del grupo de edad de 40-44 años, para 29,4 %; los obreros representaron 70 % (Tabla 1)
La mayoría de los participantes, 84,6 % de practicaba alguna creencia religiosa y es la Yoruba la más representativa para el 38,8 %. (Fig. 1)
Los principales factores socioculturales que estuvieron relacionados con el estigma sobre el VIH fueron: sentir temor de adquirir el virus en 76,4 % de los encuestados, el 76,5 % no mantendría una buena relación social con una paciente viviendo con VIH/ sida; 81,1 % manifestaron que se debe divulgar la condición de estas personas para su prevención, el 80 % considera que está libre de riesgo de adquirir el virus y el 72,9 % que las personas merecen infectarse con el VIH por las decisiones que han tomado en sus vidas, el 72,9 % le preocuparía sacarse sangre en un laboratorio donde atienden a muchas personas con VIH/sida y el 68,2 % plantearon que el sida se transmite solo entre homosexuales, trabajador sexual o farmacodependiente o tener una vida sexual caracterizada por el cambio frecuente de pareja (Tabla 2).
La tabla 3 muestra que todos recibieron información por alguna vía y fueron los medios de difusión masiva la más representativa para 38,8 %.
Discusión
Las actitudes y opiniones estigmatizadoras recogidas en el cuestionario pueden entenderse si se considera que el sida se percibe como una enfermedad resultado de acciones y comportamientos individuales y autónomos, en los cuales las personas que viven con el VIH/sida son responsables de su infección. Esto lleva a formular una respuesta moralista sobre los comportamientos de grupos claves como: hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH), trabajadores sexuales y drogadictos.7
Las expresiones de estigma y discriminación relacionadas con el VIH/sida e identificadas en los participantes están dirigidas a grupos que, antes de la aparición de la enfermedad ya eran condenados por sus comportamientos, personas en quienes la presencia del sida mantiene una marca que anteriormente se atribuía al pecado.8 Así, poblaciones históricamente estigmatizadas, como los HSH, personas que prestan servicios sexuales, son objeto de señalamientos y actos discriminatorios en los momentos en que son más vulnerables, física y psicológicamente.9
La prueba de detección del VIH no se debe utilizar para fines ajenos a los de proteger la salud del individuo, ni se debe solicitar como requisito para recibir atención médica, además de que se debe regir por los criterios de consentimiento informado y confidencialidad. (10 Esta situación hace cierta la necesidad impostergable de incluir en los programas de entrenamiento y capacitación para personal de salud temas relacionados con la ética y los derechos humanos.
El estigma instrumental, se relaciona con el miedo al contagio casual.11 Este tipo de estigma se tornó incuestionable en el planteamiento de los participantes que expresaron ¨no mantener una buena relación social con una personas que viven con el VIH/sida, no tendrían relaciones sexuales ni protegidas con condón con una persona viviendo con el VIH/ sida, expresar que se debe divulgar la condición de estas personas para su prevención y su preocupación de sacarse sangre en un laboratorio donde atienden a muchas personas con VIH/sida”.
Diversos autores han hecho referencia a la importancia que tienen los aspectos culturales y las representaciones simbólicas del virus.12,13,14 A lo largo del estudio, muchos de los participantes expresaron el estigma simbólico , que se vincula con las marcas anteriores a la aparición del VIH/SIDA infligidas a grupos específicos de la población, 11) al considerar que ser portador del virus es equivalente a ser homosexual, trabajador sexual o farmacodependiente, o a tener una vida sexual caracterizada por la promiscuidad.
Así, el estigma y la discriminación asociados con el VIH y el sida son considerados grandes obstáculos para la prevención de nuevas infecciones y para el suministro de asistencia, apoyo, tratamientos adecuados y mitigación del impacto.15) Esta problemática tiene lugar en todos los países y regiones del mundo y es provocado por muchos factores como el desconocimiento sobre la enfermedad, los mitos sobre los modos de transmisión del VIH, los prejuicios, la falta de tratamiento, el hecho de que el sida sea incurable, los miedos sociales en torno a la sexualidad, los miedos relacionados con la enfermedad y la muerte, las drogas ilícitas y el consumo de drogas intravenosas.16
El estigma y la discriminación que recaen sobre quienes viven con VIH contribuyen a que las personas eviten realizarse la prueba de Elisa, para confirmar o no la presencia del virus, por temor a ser rechazados. Otras creen que no necesitan protegerse por considerar que llevan una vida "socialmente aceptable", lo que hace que muchos casos estén expuesto al virus sin saberlo.15
Otros estudios muestran mitos y creencias falsas en torno a las personas que viven con VIH/sida y que son motivo de estigma en la sociedad. Algunos de los ejemplos más comunes son: la percepción de la persona con VIH como amenaza para la salud, el pensar que no pueden contribuir a la sociedad y el considerarlas personas promiscuas. Cada uno de estos ejemplos genera sentimientos negativos en las PVVS y tienen como resultado conductas discriminantes y excluyentes hacia esas personas. (16,17,18 Como consecuencia de estas conductas, estas personas enfrentan efectos negativos a nivel físico, social y psicológico. Por ejemplo, pueden tener problemas con la adherencia al tratamiento, lo cual produce un deterioro rápido de su salud. (18 Socialmente, tienen dificultades para establecer relaciones interpersonales, conservar empleos y tener acceso a servicios de salud. Como resultado, afrontan niveles altos de estrés, ansiedad, síntomas de depresión, sentimientos de culpa y pueden recurrir a conductas de aislamiento. Es en el análisis de las estructuras sociales, con sus pautas culturales e interacciones, y no en el plano individual, donde pueden diseñarse e instrumentarse intervenciones que limiten el daño ocasionado por el estigma que suscita el VIH/sida, como una forma novedosa para prevenir esta enfermedad.19
El impacto de las conductas estigmatizantes hacia las personas con VIH/sida afectan su calidad de vida, sin embargo, también son un potencial factor de riesgo para la conducta sexual de los individuos. Cuando una persona tiene actitud estigmatizante sobre el VIH/sida, puede pensar que está libre de riesgo de contraer la infección. Es decir, el estigma les hace pensar que la enfermedad es un problema de otras personas y que no les impactará a ellos. (20
En diversos estudios algunos participantes identificaron las creencias y prácticas religiosas como precipitantes del estigma hacia las PVVS, ya que fomentaban concepciones “inmorales” que han sido relacionadas al VIH (por Ej. uso de drogas, homosexualidad, trabajo sexual). (12) Esto es consistente con hallazgos documentados en los cuales señalan a las creencias religiosas como un factor importante en los procesos de estigmatización. (8) Es importante considerar que la religión es un fenómeno de importancia sociocultural en gran parte de Latinoamérica. (13) Por tal razón, este fenómeno de la religión y los procesos de estigmatización se hacen alarmantes por su gran alcance dentro de las diferentes esferas sociales y políticas y su efecto masivo para fomentar procesos de estigmatización relacionados con el VIH/sida.
Al ser tan evidente la problemática del estigma y la discriminación, desde la Organización de las Naciones Unidas -ONU sida- se optó por la creación de un "Protocolo para la Identificación de Discriminación contra las Personas que Viven con VIH/sida". Este pretende reforzar los objetivos ya señalados de lucha contra la discriminación, ofrece un instrumento de medición de dicha discriminación en diversas áreas fundamentales de la vida social.20 Se es consciente de que las situaciones o prácticas tenidas en cuenta en este protocolo no agotan la realidad de la discriminación que pueden sufrir quienes viven con VIH, hecho que se demostró en las percepciones de quienes accedieron a ser entrevistados en esta investigación.
Los hallazgos de este estudio señalan la importancia de considerar los factores socioestructurales en los procesos de estigmatización hacia las personas con VIH/sida.
La falta de información correcta sobre lo que es el VIH y el sida propicia una conducta sexual de riesgo y promueve conductas discriminantes y prejuiciosas hacia la población con VIH/sida.16
Entender el fenómeno de la estigmatización es fundamental cuando se pretende educar sobre el VIH/sida. Ante esta necesidad, el desarrollo de programas de salud dirigidos a educar sobre maneras efectivas de entender fenómenos altamente estigmatizados, como son la sexualidad y el VIH/SIDA, es imperante en beneficio de la salud sexual de la población cubana.
Limitaciones
Una de las limitaciones del presente estudio es su corto alcance, ya que los resultados se circunscriben al grupo de participantes del estudio, por lo que no pueden generalizarse o replicarse en otros contextos. Además, contactar y entrevistar a los encuestados fue difícil debido a que intentan conservar su anonimato. Aunque solo se describe como se expresa el estigma en nuestro contexto al contar con un acervo mayor de información disponible al respecto, permitirá orientar con mayor precisión el diseño de intervenciones de reducción de estigma en el futuro.
Conclusiones
Las creencias religiosas, conductas y actitudes negativas hacia las personas que viven con el VIH/SIDA, se identificaron como factores socioculturales que fomentan el estigma sobre esta enfermedad en trabajadores de la salud, lo que tiene consecuencias negativas en la calidad de vida de las personas, ya que vulneran sus derechos, coartan su movilidad social y limitan su desarrollo social y psicológico.
Recomendaciones
Realizar estrategias de capacitación permanente al personal de la salud orientada a la transmisión de la enfermedad, dimensión ética del trato hacia las personas viviendo con VIH/sida con enfoque en la bioética y los derechos humanos. De esta manera es posible establecer la relación de ayuda basada en el respeto mutuo, el trato digno y promover la mejor salud que en su condición de enfermos puedan alcanzar.