INTRODUCCIÓN
El sistema linfático es una red de vasos, ganglios y órganos, que funciona como parte del sistema inmunológico para combatir y proteger contra infecciones, inflamaciones, cáncer y proporciona un apoyo estructural y funcional para la presentación de antígenos por las células presentadoras, hacia los nódulos linfáticos, además de transportar líquidos, grasas, proteínas u otras sustancias dentro del organismo.1
La linfangitis es un fenómeno inflamatorio de los vasos linfáticos, en cualquier sector del sistema vascular, excepto en el sistema nervioso o cartilaginoso, en el parénquima esplénico, la esclerótica o el humor vítreo,2,3 también fue distinguida de los flemones difusos y vinculada a un trastorno de la función hepática4, que si es diseminada al flujo sanguíneo puede afectar todo el organismo a gran velocidad.5,6
Agentes patógenos como bacterias o virus, se procesan en los ganglios linfáticos para generar una respuesta inmune y así poder combatir las infecciones.5,6,7
En la mayoría de los pacientes aquejados de linfangitis ocurren episodios de recidivas, esto es lo que se conoce como linfangitis recidivante. Al inicio, estas recaídas tienen una regularidad de meses o años y con el paso del tiempo son más frecuentes hasta convertirse en una enfermedad difícil de afrontar por los pacientes. El linfedema poslinfangítico es una consecuencia de las crisis de linfangitis.3,8
Martorell9 señaló que a partir de una primera infección estreptocócica los tejidos quedan sensibilizados y más susceptibles a una nueva infección, reaccionan de forma parecida a la infección original ante la presencia de toxinas y productos metabólicos del estreptococo provenientes de focos sépticos distantes como en faringe, amígdalas palatinas, oídos, senos paranasales, entre otros.
Una investigación realizada en el Instituto Nacional de Angiología y Cirugía Vascular (INACV) en el 2012 por Rodríguez y su grupo, demostró que existe una alta frecuencia de pacientes que acuden al cuerpo de guardia, que lo hacen por presentar un episodio de linfangitis, y en la mayoría de los casos es debida a una linfangitis recidivante 10. Además se constató que el 6,5% de los mayores de 15 años de una población estudiada en un sector de salud de La Habana, había presentado una o más crisis de linfangitis.10 Lo anterior está acorde con el hecho de que esta entidad clínica resulta frecuente en la población adulta, principalmente en países del trópico.11
Se conocen algunos aspectos del perfil inmunológico de los pacientes con linfangitis, como un aumento significativo de las concentraciones plasmáticas de inmunoglobulina M (IgM) y de la actividad hemolítica del sistema complemento; así como una disminución en la capacidad de la adherencia leucocitaria y una menor actividad opsónica del suero,12 pero a pesar de esto, existen pocos trabajos en la literatura que aborden el estudio de la inmunidad celular y humoral en pacientes con linfangitis.
Al tener en cuenta que la linfangitis provoca ausencias laborales, invalidez, afectación en la calidad de vida y que está relacionada de forma directa con las infecciones asociadas, todas las investigaciones sobre el tema están justificadas. Por todo lo anterior fue objetivo del trabajo evaluar algunos indicadores de la inmunidad celular y humoral en pacientes con linfangitis.
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo, prospectivo y analítico en una muestra de 50 pacientes atendidos en las consultas externas del INACV.
Para el cálculo del tamaño de la muestra se tuvo en cuenta un coeficiente de seguridad de 95 %, un error de 5 %, una precisión de 3 % y una pérdida de 15 %.13
En la fórmula universal para dicho cálculo se tomó como universo los 102 pacientes con linfangitis que fueron atendidos en las consultas externas del INACV, el año precedente a la realización del estudio.
La muestra se dividio en dos grupos:
Grupo 1 (n= 25): pacientes con linfangitis en su primer episodio.
Grupo 2 (n= 25): pacientes con linfangitis recidivante.
Se incluyó un tercer grupo (n= 25) de pacientes sin linfangitis, utilizado como grupo de referencia.
Se excluyeron de la investigación los pacientes que presentaron o tenían sospecha de proceso tumoral u otro tipo de infección.
Todos los pacientes que desearon participar en el estudio, recibieron explicación acerca del estudio y sus características v su participación se expresó mediante la firma del Documento de Consentimiento Informado, además la investigación cumplió con todas las consideraciones éticas contenidas en la Declaración de Helsinki para los tipos de estudios en seres humanos o en animales.14
Las variables demográficas y clínicas estudiadas fueron: edad, sexo, color de la piel, factores de riesgo, prueba de hipersensibilidad retardada (inmunidad celular), concentraciones de inmunoglobulinas A, G y M y la proteína C reactiva (inmunidad humoral).
La toma de muestra sanguínea se realizó en el horario de la mañana, después de un ayuno entre 12 y 14 horas con jeringuillas plásticas desechables.
Las determinaciones de las inmunoglobulinas (Ig) A, G y M y de la proteína C reactiva, se realizaron con juegos de reactivos comerciales (HELFA® Diagnósticos, Cuba) y procesado en el analizador bioquímico SELECTRA-ProM (ELI Tech Group VITAL, Scientific, Dieren-The Netherland.
La prueba de hipersensibilidad retardada fue realizada según el método descrito por Sorell12 y por Roitt.15) Según los resultados, los pacientes de cada grupo se dividieron en anérgicos y reactivos considerándose como:
Reactivo: cuando hubo un estado de sensibilización, es decir, una reacción positiva a los antígenos, caracterizándose por una induración mayor de 5 mm de diámetro.
Anérgicos: cuando no hubo sensibilización, es decir, una reacción negativa a los antígenos o una induración menor de 5 mm.
En el caso de la proteína C reactiva los pacientes de cada grupo se dividieron en positivos y negativos considerándose como:
Positivos: cuando el suero del paciente aglutinó con el reactivo comercial para tales fines, lo que indicó que el sujeto manifiesta algún signo de infección grave o crónica.
Negativos: cuando el suero del paciente no aglutinó con el reactivo comercial para tales fines. En este caso se refiere a un sujeto que no manifiesta ningún signo de infección.
Se confeccionó una base de datos para el procesamiento estadístico. Para las variables cuantitativas se utilizó como medida de resumen el valor promedio y como medida de dispersión la desviación estándar (DS); y para las variables cualitativas las frecuencias absolutas y relativas. Se utilizaron para ello los paquetes estadísticos del software Microsoft Excel y el de las Ciencias Sociales (SPSS: Statistical Package of Social Sciences) versión 15.0.
Se utilizaron las pruebas no paramétricas chi cuadrado y t de Student para comparar los grupos entre sí. Se trabajó con 95% de confiabilidad (α= 0,05).
RESULTADOS
El análisis de las características generales de la muestra precisó un predominio de pacientes del sexo femenino (n= 47; 62,7%); de los grupos de edades de 60-79 años (n=31; 41,7%) y de 40-59 años (n= 30, 40,1%) y del color de piel blanca. Los factores de riesgo más frecuentes fueron: la obesidad (30,7 %), la insuficiencia venosa crónica (IVC) (29,3 %) y la diabetes mellitus (DM) (20 %) (tabla 1).
Características | Descripción | n= 75 | % |
---|---|---|---|
Sexo | Femenino | 47 | 62,7 |
Masculino | 28 | 37,3 | |
Edad (años) | 20 - 39 | 7 | 9,3 |
40 - 59 | 30 | 40,1 | |
60 - 79 | 31 | 41,3 | |
Más de 80 | 7 | 9,3 | |
Color de piel | Blanca | 37 | 49,3 |
Negra | 16 | 21,3 | |
Factores de riesgo | Obesidad | 23 | 30,7 |
Alcoholismo | 1 | 1,3 | |
Desnutrición | 7 | 9,3 | |
Diabetes mellitus | 15 | 20, | |
IVC | - | 22 | 29,3 |
PHR | Anérgicos | 39 | 52 |
Reactivos | 36 | 48 | |
PCR | Positiva | 30 | 40 |
Negativa | 45 | 60 |
IVC: insuficiencia venosa crónica; PHR: prueba de hipersensibilidad retardada;
PCR: proteína C reactiva. Los porcentajes se calcularon sobre el total de la muestra (n=75).
Se observó que las concentraciones de todas inmunoglobulinas estaban dentro del rango de valores de referencias de los juegos de reactivos comerciales a excepción de la IgM en el grupo con linfangitis recidivante, donde su valor promedio estuvo por encima del máximo valor. Este mismo grupo mostró incremento (p = 0,000) de todas inmunoglobulinas, al compararlo con el grupo de referencia y con el grupo de pacientes con linfangitis en su primer episodio (tabla 2). Este resultado pudiera ser explicado por el hecho de la existencia de un número de anticuerpos de memoria creados por los linfocitos B, que reflejan una reacción más intensa y duradera, como consecuencia de la primera crisis de linfangitis.
Familias de inmunoglobulinas | Valores de referencia* | Grupo 1 | Grupo 2 | Grupo 3 | p |
---|---|---|---|---|---|
IgA | 1,7 -2,3 | 1,9 ± 0,6 | 2,3 ± 1,9 ** | 1,8 ± 0,4 | 0,000 |
IgG | 8,2-11,1 | 9,2 ± 5,1 | 10,1 ± 7,6 ** | 8,8 ± 3,9 | 0,000 |
IgM | 1,0-1,3 | 1,1 ± 0,4 | 1,6 ± 2,5 ** | 1,0 ± 0,4 | 0,000 |
*µg/mL
IgA: inmunoglobulina A; IgG: inmunoglobulina G; IgM: inmunoglobulina M; grupo 1: pacientes con linfangitis en su primer episodio; grupo 2: pacientes con linfangitis recidivante; grupo 3: referencia; DS: desviación estándar; p: nivel de significación estadística. Los grupos se compararon mediante la prueba no paramétrico t Student para variables independientes **grupo 2 vs. grupo 1 y grupo 3, p= 0,000.
Se encontró que el grupo con linfangitis recidivante, a diferencia de los otros dos, presentó la mayor proporción de pacientes anérgicos (68 %); y además mostró una diferencia significativa (p= 0,013) al comparar los grupos entre sí (Fig.1); a pesar de que no se asociaron variables, se pudiera suponer que el estado de anergia no determina la presencia o ausencia de linfangitis.
Grupo 1: Pacientes con linfangitis en su primer episodio; Grupo 2: Pacientes con linfangitis recidivante; Grupo 3: Referencia; NS: no significativo.
Los grupos se compararon mediante la prueba no paramétrico de chi cuadrado; * Grupo 2 vs. Grupo 3, p = 0,013.
En los resultados de la proteína C reactiva se apreció una mayor frecuencia (72 %) de pacientes con valores positivos en el grupo con linfangitis recidivante, lo que fue altamente significativo (p=0,007) con respecto al grupo de referencia, no así con el grupo de pacientes con linfangitis en su primera crisis. (Fig. 2).
Los resultados observados entre los grupos 1 y 2 son lógicos y esperados, ya que los pacientes del grupo 2 se caracterizaron por presentar dos o más crisis de linfangitis, lo que los hacían más vulnerables a la recidiva y nos hace suponer que sea debido a una supresión de su sistema inmune.
El no haber encontrado diferencias significativas (p= 0,166) entre los grupos 1 y 2 (Fig. 2), hace pensar que la cuantificación de la proteína C reactiva no determina la presencia de linfangitis, lo que pudiera determinarse mediante una asociación entre variables en próximos estudios.
DISCUSIÒN
Es conocido que la vasculatura linfática es esencial para el mantenimiento del balance fluido del tejido, la supervivencia inmune y la absorción de ácidos grasos por el intestino. Los vasos linfáticos están involucrados en la patogénesis de algunas enfermedades, tales como los linfedemas, la linfangitis, la metástasis de tumores y otras enfermedades inflamatorias. (16,17
La linfangitis es una entidad clínica poco estudiada que carece de publicaciones que avalen científicamente su relación con una supresión del sistema inmune, sin embargo, la experiencia clínica se refiere a un estado de inmunosupresión en los pacientes que tuvieron alguna crisis de linfangitis a causa de una infección manifiesta.2
Refiriéndonos al sistema inmune, la literatura publica cambios que se producen en el sistema inmunitario a causa del envejecimiento y que afectan la inmunidad innata y adaptativa. Estos cambios predisponen a padecer enfermedades infecciosas, cáncer, autoinmunidad y respuestas inmunes escasas, tras la administración de vacunas. 18,19
Al respecto Rodríguez y su grupo 20 en un estudio realizado en 38 pacientes, encontraron que el
52,2 % presentaron linfangitis necrotizante en la octava década de la vida y que la frecuencia de la enfermedad es directamente proporcional al aumento de la edad, observaron además, una mayor frecuencia de linfangitis (63 %) en el sexo femenino, resultados que coinciden con los publicados por otros autores.21,22,23,24) Los autores plantean que esto pudiera ser explicado por el hecho de que las mujeres mantienen más desprotegidos los miembros inferiores ante eventuales traumatismos, considerados como la causa principal y desencadenante de linfangitis, así como su predisposición a padecer de enfermedades venosas crónicas.20
Sorell y su grupo de trabajo en 1987,12 realizaron determinaciones de diferentes indicadores del sistema inmune en pacientes linfangíticos, entre ellos índice opsono-fagocítico, cuantificación de los linfocitos T y B y concentraciones de inmunoglobulinas G y M. Ellos encontraron una elevación significativa de las concentraciones de IgM, sin embargo, no establecieron una relación entre el estado clínico del paciente o de la recurrencia de las crisis con los valores obtenidos.
Los resultados encontrados en el grupo con linfangitis recidivante, difieren de los hallados por Henández Castillo y otros,25 en el cual determinaron el perfil inmunológico de este tipo de pacientes y encontraron que no hay modificación significativa en las variables estudiadas a excepción de una disminución en los valores de concentración plamática de IgA.
Es prácticamente imposible comparar los resultados de la proteína C reactiva (PCR) del estudio con los que aparecen reflejados en la literatura por otros autores, puesto que este tema también resulta escaso.
Es de destacar, que una infección viral genera inmunidad antiviral y también causa la supresión de las respuestas de las células T CD8 (citotóxicas), mediante la inducción de la expresión génica en las células de los ganglios linfáticos.7,26,27,28
La regulación del sistema linfático en múltiples enfermedades, así como su influencia sobre la función inmune necesita estudios adicionales. La opinión es que la comprensión de la conexión entre la función linfática y la regulación inmune, conducirá a nuevas oportunidades terapéuticas relacionadas con infecciones, cáncer y enfermedades autoinmunes.
Entre las posibles limitaciones con que contó el estudio se puede señalar el tamaño de la muestra estudiada, las complicaciones asociadas a dicha entidad clínica, así como otras patologías que podían haber interferido.
Podemos concluir que, a pesar de haber encontrado alteraciones en la inmunidad celular y humoral en los pacientes con linfangitis, tanto en la primera crisis como en la recidiva, no son suficientes para plantear que los estados de inmunosupresión influyen en los procesos sépticos asociados a la enfermedad.
Se recomienda realizar estudios con mayor tamaño de muestra e incorporar otras determinaciones más novedosas como nivel de determinadas citocinas acorde con las tecnologías actuales.