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Revista Médica Electrónica

versión On-line ISSN 1684-1824

Rev.Med.Electrón. vol.39 no.1 Matanzas ene.-feb. 2017

 

RESEÑA

 

Fidel, Padre de la Ciencia Cubana

 

Fidel, Father of the Cuban Science

 

 

Dra. Regina Yamilet Sosa Díaz, Dra. Caridad Julia Fernández Rodríguez, Lic. Raisa González Giradles, Dra. Danamirys Valdés Espino, Dra. Sandra Adela Naranjo Rodríguez, Lic. Yeinier Echevarria Morales

Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas. Matanzas, Cuba.

 

 

El pensamiento científico de Fidel se evidencia desde su alegato en “La Historia me absolverá” y se puso en práctica desde los días en la lucha guerrillera. Desde el Moncada ya pensaba y hablaba de los servicios médicos en Cuba y cómo sería el país cuando toda la población recibiera ese servicio elemental.

El 15 de enero de 1960, en el discurso pronunciado por el XX Aniversario de la Sociedad Espeleológica de Cuba, Fidel dijo: “El futuro de nuestra patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia, un futuro de hombres de pensamiento, porque precisamente es lo que más estamos sembrando; lo que más estamos sembrando son oportunidades a la inteligencia, ya que una parte considerable de nuestro pueblo no tenía acceso a la cultura, ni a la ciencia”.

Consecuente con su visión, en enero de 1960 comienza a extenderse la atención hospitalaria a los lugares más apartados del país, con el Servicio Médico Social Rural. A finales de la década del 60 se establece el primer Sistema Nacional de Salud único en América define sus principios: acceso a las unidades de salud de toda la población, gratuidad de los servicios, marcado acento preventivo y promoción de salud, participación del pueblo organizado y solidaridad d con los países más necesitados.

Una vez concluida la campaña de alfabetización, se emprendió una política para fomentar la investigación, la cual por entonces solo tenía lugar en las pocas instituciones existentes, y cuya vocación social era casi irrelevante, aunque siempre hubo personalidades muy destacadas en el Siglo XIX y la etapa republicana. Se trataba de formar personas con la capacidad científica necesaria y convertir la ciencia en instrumento de la dinámica social e la Revolución.

Los cambios más trascendentales comenzaron a realizarse en el área agrícola, promovidos por el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA). De 1962 a 1973 surgieron 53 unidades de ciencia y técnica, y gran parte de las instituciones de investigación en las ciencias exactas y naturales, médicas, tecnológicas, agrícolas y sociales que aún existen en el país. Además, se multiplicaron las universidades por toda la isla. El 20 de febrero de 1962, a instancia del Comandante, fue creada la Comisión Nacional de la Academia de Ciencias de Cuba, como organismo para la agrupación, transformación y creación de institutos de investigación.

En el mismo año 1962, Fidel inaugura el Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas Victoria de Girón, con el objetivo de formar más médicos como necesidad apremiante del proceso revolucionario. En el acto de apertura de dicho instituto Fidel explicó: “…con vistas al futuro, la única, la verdadera, la definitiva solución, es la formación masiva de médicos. Y la Revolución tiene hoy fuerzas y tiene recursos y tiene organización y tiene hombres….. para comenzar un plan de formación de médicos en las cantidades que sean necesarias….y no solo de buenos médicos, ¡sino buenos como hombres y como mujeres, como patriotas y como revolucionarios!”.

Con el objetivo de desarrollar las ciencias biomédicas y la química, en el año 1964, el Comandante en Jefe crea el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CENIC), donde se formarían los científicos con los que él soñaba.

Otras instituciones como estas fueron creadas en el país, ese es el caso del Instituto Nacional de Sanidad Agropecuaria (CENSA), en el año 1969.  Fidel consideraba que Cuba siendo un país eminentemente agrícola y ganadero, requería formar capital humano para lograr diagnósticos rápidos y precisos, ante cualquier emergencia sanitaria que surgiera. Actualmente este centro posee un altísimo reconocimiento de la Organización Internacional de la Salud Animal, por su colaboración contra desastres sanitarios de nivel global. La política de Fidel, no solo se enmarcaba en el ámbito nacional, sino que también se destinaba al servicio de los pueblos menos desarrollados.

El Comandante tenía la referencia de que la primera institución biotecnológica de los Estados Unidos había sido creada en el año 1977, él al tanto siempre de los adelantos científicos en el mundo, promovió entonces el desarrollo de la Biotecnología en la Isla. El primer resultado logrado en este campo resultó ser la obtención y producción de interferón en 1981. Posteriormente se crea en 1986 el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB). Con vistas a desarrollar en todo el país esta rama de las ciencias, se pone en práctica el concepto aportado por Fidel y se crean instituciones en otras provincias como es el caso del CIGB de Camagüey.

Promovió la exposición y publicación de los resultados científicos obtenidos en todas las instituciones para sumar las fuerzas creadoras del país y aportar múltiples soluciones para resolver los problemas cotidianos. De esta manera se fueron desarrollando los Forum de Ciencia y Técnica. En su edición VI, en 1991 Fidel expresó: “La supervivencia de la Revolución y del socialismo, la preservación de la independencia de este país depende hoy, fundamentalmente de la ciencia y la técnica…. es, en primer lugar un problema político, una cuestión de conciencia, de espíritu de lucha, de voluntad, decisión y valor para resistir, para enfrentar dificultades cualesquiera que sean”.

En el  Período Especial, tiempos difíciles para el país, no lograron que Fidel desistiera en su empeño por obtener un desarrollo científico en Cuba comparado con el primer mundo. Así de esta forma, en plena década del 90, son creadas otras instituciones entre las que se encuentra el Centro de Inmunología Molecular (CIM), el Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), la Universidad de las Ciencias Informáticas, el Polo Científico del Oeste de la capital representado por institutos como el de Medicina Tropical (IPK), el Finlay, el Instituto de Investigaciones de la Industria Alimentaria (IIIA), el de Biopreparados, entre otros; además se comienza a trabajar con la reserva científica.

Fidel, vislumbraba la relación necesaria entre la ciencia, la técnica y el desarrollo económico, y la inserción en la economía globalizada con productos de la ciencia. Así en los momentos más difíciles del Período Especial, como lo fue el año 1993, en el Centro de Biofísica Médica de Santiago de Cuba, reflexionó con un grupo de investigadores “ La ciencia y las producciones de la ciencia deben ocupar un día el primer lugar de la economía nacional….., tenemos que desarrollar las producciones de la inteligencia. Y ese es nuestro lugar en el mundo, no habrá otro….”.

En la reunión ministerial del Grupo de los 77, realizada en la Habana en 1999, Fidel expresó: “Conectarnos al conocimiento y participar en una verdadera globalización de la información que signifique compartir y no excluir, que acabe con la extendida práctica del robo de cerebros, es un imperativo estratégico para la supervivencia de nuestras identidades culturales de cara al próximo siglo”.

Conocedor de los avances en el campo de la medicina,  a fin de mejorar la salud humana,  el desarrollo de la salud pública cubana constituyó un tema recurrente. Su gran sensibilidad y capacidad de análisis le permitieron en los más de 50 años de revolución aportar ideas, conceptos esenciales y explicarlos con argumentos que lograban no solo convencer a su auditorio, sino  enamorarlo con los proyectos que tenía en mente, aún cuando parecían inalcanzables.

Durante todos los años de revolución Fidel siguió con particular celo todos los programas decisivos para la salud pública cubana como el de Inmunización, el Materno Infantil, los cambios en la Atención Primaria de Salud con la creación de los policlínicos y consultorios del Médico de la Familia, la creación de las salas de Terapia Física y Rehabilitación, entre otros. Propuso en julio de 1983, la creación de un Nuevo Modelo de Atención Comunitaria: el Médico y la Enfermera de la familia, que se extendió rápidamente a partir de 1985. A propósito Fidel dijo: “….el médico será algo más que alguien que atienda a uno que se enfermó y fue al hospital, sino que tendrá un papel especial en la medicina preventiva, en la lucha por la higiene, en la lucha contra la obesidad, el sedentarismo; en fin serán guardianes de la salud”.

Se gesta en esa misma época la especialidad de Medicina General Integral, para Fidel el médico más universal.

En correspondencia con la formación ética y solidaria de la revolución cubana, fundó la Escuela Latinoamericana de Medicina, donde se preparan estudiantes de diversos países del mundo.

En correspondencia con los principios del Sistema Nacional de Salud  miles de colaboradores han trabajado en cualquier parte del Mundo, Fidel consideraba que “… existe respuesta a muchas de las tragedias del planeta, que el ser humano puede y debe ser mejor…”, por este motivo se creó el Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias “Henry Reeve”, cuya labor se destacó recientemente al ofrecer ayuda para combatir el Ébola en África Occidental y en el terremoto de Ecuador.

Sin duda alguna la obra obtenida por Cuba en el campo de la salud pública es la expresión de la voluntad política de la más alta dirección del país, pero especialmente del Comandante en Jefe desde los primeros momentos del triunfo revolucionario.

Ignacio Ramonet en su libro “Cien horas con Fidel” define al líder histórico de la Revolución Cubana como:”…..un hombre al que le fascinan las ciencias, la investigación científica y el progreso médico…..su ambición, mil veces repetida, es sembrar salud y saber, medicina y educación por todo el planeta”.

 

 

Recibido: 20 de enero de 2017.
Aceptado: 23 de enero de 2017.

 

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