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INTRODUCCIÓN
En la actualidad los problemas del medio ambiente han alcanzado una envergadura tal que constituye una de las mayores preocupaciones a nivel mundial desde todos los aspectos, tanto económico, político, como social, ya que de su solución depende la existencia de la vida en el planeta. Esta fue una cuestión avizorada por Martí desde su época. La educación ambiental de los miembros de la comunidad resulta de gran importancia para la realización de acciones de gestión ambiental teniendo como promotores a centros educacionales dentro de las propias comunidades, vinculado este accionar con la educación popular a la que tanto Martí apeló.
Por ello se dice que la educación se presenta como “una de las llaves de acceso al siglo XXI”1 Como respuesta a los nuevos desafíos, se plantea que una posible solución es que todos aprendamos a aprender y de esa forma se plantean interrogantes que exigen respuestas inmediatas.
¿Cómo aprender a vivir juntos en esta aldea global respetando las regiones?
¿Cómo las políticas educativas pueden favorecer el desarrollo del hombre, de sus potencialidades en todos los casos, en la diversidad?
¿Cómo ser ciudadano del mundo actual sin perder las raíces?
¿Cómo conciliar el extraordinario desarrollo de los conocimientos con las capacidades de asimilación de los seres humanos?
¿Cómo aprovechar los recursos tecnológicos en la educación?
¿Cómo resolver las tensiones entre lo espiritual y lo material que se presentan ante este nuevo siglo?
¿Cómo puede la educación colaborar a ello?
¿Cómo puede hacerlo la escuela?
¿Cómo puede hacerlo el maestro?
¿Cuál debe ser la labor del maestro en esa dirección?
Martí dio respuesta a ellas en su momento, lo que demuestra la vigencia de su ideario.2
Hoy la humanidad se enfrenta al gran reto de tener que lograr por sí misma su propia supervivencia, dado que el desarrollo alcanzado por el individuo se convierte en un determinante de su salud, en función de los recursos naturales y las posibilidades que le ofrece para su autorregulación exitosa en sentido general, por lo que el logro de una educación ambiental en toda la sociedad es de vital importancia.3
Esta problemática medioambiental es discutida desde hace varias décadas, pero la gravedad de los acontecimientos que ya están manifestándose requiere de medidas cada vez más urgentes y eficaces por parte de la comunidad internacional en busca de soluciones que permitan logar el desarrollo sostenible. Se hace necesario materializar en toda su plenitud el pensamiento martiano al respecto.1,3
La vigencia del pensamiento filosófico martiano de la educación y su carácter creador precisamente constituye la respuesta a las interrogantes del siglo XXI a esta esfera de actuación profesional.
DESARROLLO
Si se retoman las interrogantes iniciales no será difícil percatarse de que ya José Martí en su época les dio respuesta en su pensamiento educativo. Ante la disyuntiva de cómo aprender a vivir juntos en esta aldea global respetando las regiones, se puede responder desde el lenguaje martiano cuando se refería al fin de la educación y decía que “...no es hacer al hombre nulo, por el desdén o el acomodo imposible al país en que ha de vivir; sino prepararlo para vivir bueno y útil en él. El fin de la educación no es hacer al hombre desdichado, por el empleo difícil y confuso de su alma extranjera en el país que vive, y de que vive, sino hacerlo feliz, sin quitarle, como su desemejanza del país le quitaría, las condiciones de igualdad en la lucha diaria con los que conservan el alma del país.” 4
Ante la duda de cómo las políticas educativas pueden favorecer el desarrollo del hombre, de sus potencialidades en todos los casos, en la diversidad, se entiende claramente si se recuerda que “Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido; es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente, hasta el día en que vive; es ponerlo a nivel de su tiempo, para que flote sobre él y no dejarlo debajo de su tiempo, con lo que no podrá salir a flote: es preparar al hombre para la vida” La vida para la que se debe preparar al individuoen la actualidad es bastante diversa, se enfrentan tantas alternativas que su entereza para asimilarlas constituye la esencia del carácter dialéctico de la educación sin dejar de tener en cuenta la educación ambiental. Ante cómo ser ciudadano del mundo actual sin perder las raíces, no puede olvidarse la máxima expuesta en Nuestra América “Injértese en nuestras repúblicas el mundo, pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas” 2,5
Si se piensa en cómo conciliar el extraordinario desarrollo de los conocimientos con las capacidades de asimilación de los seres humanos? Martí responde “Esta educación directa y sana; esta aplicación de la inteligencia que inquiere a la naturaleza que responde... De textos secos y meramente lineales, no nacen, no, las frutas de la vida”
Y, cómo aprovechar los recursos tecnológicos en la educación, si resolvemos este problema: “Es criminal el divorcio entre la educación que se recibe en una época y la época” 2
También existe más de una respuesta ante la interrogante de cómo resolver las tensiones entre lo espiritual y lo material que se presentan ante este nuevo siglo: “El pueblo más feliz es el que tenga mejor educados a sus hijos en la instrucción del pensamiento y en la educación de los sentimientos”.4 Esta cita reafirma uno de sus tantos consejos cuando nuestro apóstol indicó: “...quien intente mejorar al hombre no ha de prescindir de sus malas pasiones, sino contarlas como factor importantísimo, y ver de no obrar contra ellas, sino con ellas.”2
Ahora bien, es lógico plantearse cómo puede la educación colaborar a ello; pues cuando se asimile que “es necesario hacer de cada hombre una antorcha.” 3
Si las reflexiones se ubican en el contexto educacional y en sus ejecutores, hay que preguntarse: ¿cómo puede la escuela? La respuesta es definitiva: cuando se conviertan en “casas de razón, donde con guía juiciosa se habituase al estudiante a desenvolver su propio pensamiento, y se le pusiera delante, en relación ordenada, los objetos e ideas, para que deduzca por sí las lecciones directas y armónicas que le dejan enriquecido con sus datos, a la vez que fortificado con el ejercicio y gusto de haberlos descubierto.” 2
Y ¿cómo puede el maestro? Cuando su imagen se dibuje como: “Aquel hombre a quien aman tiernamente los alumnos que le ven de cerca la virtud; aquel compañero que en la conversación de todos los instantes moldea y acendra, y fortalece para la verdad de la vida, el espíritu de sus educandos; aquel vigía que a todas horas sabe dónde está y lo que hace cada alumno suyo, y les mata los vicios, con la mano suave o enérgica que sea menester, en las mismas raíces, creando amor al trabajo, el placer constante de él en los gustos moderados de la vida.” 2
Y, entonces, ¿cuál debe ser la labor del maestro en esa dirección? No ser “un molde donde los alumnos echan la inteligencia y el carácter para salir con sus lobanillos y jorobas, sino un guía honrado que enseña de buena fe lo que hay que ver, y explica su pro, lo mismo que el de sus enemigos, para que se le fortalezca el carácter de hombre al alumno...” 2
Para entender plenamente el carácter creador de esta filosofía martiana y su vigencia es preciso retomar el contenido de los llamados “aprenderes fundamentales” para el siglo XXI, planteados a la educación como demandas principales, denominados también cuatro pilares básicos de la educación para el siglo XXI. A saber: aprender a conocer, para adquirir los instrumentos de comprensión, aprender a hacer, para poder influir en el entorno, aprender a vivir juntos, para poder cooperar y participar, aprender a ser que constituye una síntesis creadora.
En la realidad predomina el primero de los saberes. ¿Cómo lograr el resto? ¿Qué debe hacer la educación en general y el maestro en particular para lograrlo para toda la vida?
Es de nuestra opinión que lo logra con su actividad cotidiana, educando en todos los sentidos a partir de los nuevos conocimientos donde no se pierdan las potencialidades que brindan los contenidos relacionados con el medio ambiente. Como diría Martí “Un hombre instruido vive de su ciencia y como la lleva en sí, no se le pierde y su existencia es fácil y segura”.2
Importantes eventos se han realizado, en busca de acciones que resulten viables ante los problemas ambientales que existen en el mundo. Se manifiesta el legado dejado por Martí en cada uno de ellos, situación que no ha sido asimilada de igual forma por parte de todos los países, entre los cuales potencias que figuran como los principales contaminantes y agresores del medio ambiente.1
El estado cubano elaboró y puso en práctica la nueva ley del medio ambiente y la estrategia nacional ambiental. La atención del medio ambiente en Cuba tiene como legado las ideas martianas y como centro la atención al hombre materializándose en los logros de la salud, los cuales son cada día más relevantes y sensibles a nivel mundial, en la educación, la ciencia y la técnica, el seguro social, entre otros.5
El estado cubano, en los documentos legislativos relacionados con el medio ambiente, plasma con claridad los objetivos y las acciones a seguir para el cumplimiento de la Agenda XXI, situando a Cuba en una posición muy diferente al resto de los países del Tercer Mundo. Cuba defiende la posibilidad de un desarrollo sostenible y económicamente sustentable, cuestión esta que demuestra la materialización del ideario martiano.
Situaciones de reflexión sobre esta problemática deben ser llevadas a cabo en la escuela, en el propio desarrollo de las diferentes disciplinas, en los comentarios de actualidad o en la convivencia cotidiana que mantienen los profesores con sus estudiantes, los cuales revierten esta influencia educativa en sus hogares y comunidades correspondientes, así como su accionar como futuros profesionales en su práctica de educación para el trabajo. Se pone así de manifiesto el principio martiano de la vinculación estudio-trabajo y trabajo comunitario.6
Es evidente que los problemas medioambientales, ya tienen, en muchos casos, efectos que son prácticamente irreversibles a escala internacional, a los cuales se le concede el mayor tratamiento; no es que no se les tenga en cuenta, pues es necesario conocerlos, pero se deben tener presentes y ser tratados con profundidad los problemas que ocurren a nivel de país, provincia, municipio y la localidad; sin embargo las comunidades deben trabajar por el desarrollo y perfeccionamiento del modo y condiciones de vida, por el mejoramiento del medio ambiente, todo lo cual redundará en el incremento del nivel y la calidad de vida de sus miembros, incluyendo su salud. Es claro que en todos los estudios realizados se plantea que el futuro se vincula a la adquisición de la cultura científica que permita acceder a las modernas tecnologías, pero que no se puede descuidar el desarrollo de las capacidades creadoras y de innovación, ni permitir una subordinación absoluta a las ventajas de la tecnología que conducen al ser humano a una incertidumbre o callejón sin salida. Hay que aprender a hacer para poder crear el futuro.7
Muchas manifestaciones del daño al medio ambiente apuntan al daño de la salud comunitaria. Se complica más y más el procedimiento de eliminación de los residuos industriales y resulta cada vez más difícil asegurar al hombre y a la población el aire relativamente puro y el agua dulce. También los desechos domésticos merecen igual atención, así como los modos y costumbres de vida de personas, familias y comunidades que pueden ser elementos que agredan al medo ambiente y con ello a la salud humana. Esto lo avizoró Martí y lo declaró con precisión a lo largo de toda su obra.8
Ante esta situación las instituciones educacionales tienen la posibilidad de reforzar su acción educativa, con el objetivo de lograr la formación y desarrollo de valores en los adolescentes y jóvenes a favor del medioambiente y el desarrollo sostenible, como rasgos fundamentales de su personalidad.9
La Educación en Cuba ha tenido grandes transformaciones con el proceso de municipalización de la enseñanza en todo el país. En particular, en el municipio de Cárdenas, provincia de Matanzas, se destaca una extensión de la Facultad de Ciencias Médicas y la Secundaria Básica. En esta última se pone en práctica un sistema y estilo de trabajo, dotado de posibilidades para que los estudiantes, sus familias y la comunidad correspondiente adquieran la influencia educativa necesaria, para actuar como gestores ambientales en la comunidad, ya que la escuela constituye el centro cultural más importante, extendiendo su influencia a todas las esferas de la vida en la que la educación ambiental tiene una importancia trascendental.2
Este razonamiento evidencia la necesidad de accionar en las localidades, cada una de las cuales tiene características particulares. En el área urbana del municipio de Cárdenas se encuentran bien definidos cinco consejos populares, entre los que se destaca “Pueblo Nuevo Norte” (objeto de la presente investigación).
En este consejo popular existen situaciones ambientales de interés y que deben y pueden recibir la influencia positiva de los centros educacionales que en él se encuentran, poniéndose de manifiesto las enseñanzas dejadas por Martí al respecto. Forman parte del consejo popular “Pueblo Nuevo Norte” la Residencia Estudiantil “Gabriela Áreas”- donde entre otras carreras se estudia Tecnología en Higiene y Epidemiología-, el preuniversitario “José Smith Comas”, la secundaria básica “José Martí”, las escuelas primarias “Vitalio Acuña” y “Oscar Rodríguez”, respectivamente.
Entre los objetivos de la educación en todos los niveles se destaca formar una correcta actitud hacia el medio ambiente y la protección de los recursos naturales.
“Resulta una misión especial de la escuela, aquella que vincula a la familia y a otros factores comunitarios en la materialización de todas las acciones educativas…”9,10
Estos centros deben ser aprovechados para la realización de acciones de gestión ambiental dirigidas a la solución o mitigación de problemas de la comunidad, que no son pocos.
Como parte de estas acciones fueron aplicados diagnósticos a estudiantes, pobladores, dirigentes y organizaciones municipales, lo que ha permitido conocer la presencia de elementos que deben ser tenidos muy en cuenta, unos para su protección y otros como agentes contaminantes del medio ambiente que pueden encontrar solución con la puesta en práctica de los elementos de educación popular que defendía Martí.
Resulta de significativa importancia la presencia del acueducto municipal con la exclusividad de ser alimentado por un río subterráneo, siendo esta la principal fuente de abasto de agua de consumo del municipio.
Este acueducto se encuentra colindando con la escuela primaria “Vitalio Acuña”, próximo a un asentamiento poblacional (no residencial) donde es preciso mantener una adecuada educación ambiental principalmente en relación a los desechos sólidos urbanos y las aguas albañales, cuestión esta que debe ser monitoreada muy de cerca para evitar la contaminación de las fuentes de abasto.
La complejidad de la zona también tiene relación con la tecnología para el funcionamiento de la planta hidráulica, donde se utilizan productos químicos de alta toxicidad, como el Amoniaco, encontrándose a pocos metros también la fábrica de plásticos desechables destinados principalmente a las instalaciones turísticas del polo de Varadero.
Muy próximo a los centros educacionales “Vitalio Acuña” y “José Martí", además de lo antes mencionado, sirve de lindero un muro que separa a la secundaria básica “José Martí”, de uno de los mayores organopónicos que existe en la ciudad, el cual de manera muy positiva utiliza fertilizantes de origen orgánico, pero no están ajenos a la utilización de plaguicidas y otros productos químicos que originan contaminantes orgánicos persistentes (COPs) dañinos para la salud humana y el medio ambiente, dadas sus características de persistencia, bioacumulación y potencial de transporte a largas distancias. Eso implica la necesidad de educación ambiental constante y profunda que deben recibir los estudiantes y toda la población en general, que pudiera considerarse como educación comunitaria tal cual planteara Martí.
También la educación popular a la que tanto apeló Martí está presente en el hecho de la necesidad que tiene toda la población de conocer sobre la presencia de otras sustancias como las dioxinas y furanos, que se generan en procesos como la quema de residuos agrícolas de las cosechas y de basura a cielo abierto en microvertederos u otros sitios destinados a estos fines.
Entre los problemas que se presentan en esta comunidad y que han sido constatados en los recorridos realizados para su detección, resulta de gran interés la presencia de los transformadores y capacitores eléctricos de alto voltaje del municipio, ubicados exactamente al oeste de la secundaria “José Martí”, separados solamente por la calle Sáez, situación que debe ser del conocimiento de todos para evitar la presencia de aquellos que estén en desuso, ya que constituyen fuentes de emanación de COPs.11
Es muy importante educar a la población de la comunidad de este consejo popular sobre condiciones higiénicas sanitarias indispensables y su repercusión en la salud de sus pobladores, así como en las medidas de emergencia a tomar en caso de accidente en relación con la calera “José Martí”, fuente emisora de COPs y que resulta ser un centro de alta influencia en los problemas respiratorios de la población, ya que está ubicada en la dirección predominante en que sopla el viento hacia el consejo popular Pueblo Nuevo Norte, uno de los asientos poblacionales de los estudiantes de la secundaria “José Martí”.
Es de gran importancia elevar la cultura de la población sobre cómo actuar en relación a los desechos sólidos urbanos, ya que en la ciudad se generan aproximadamente 400 m3 de ellos diariamente. Insistir en la necesidad del tratamiento adecuado que deben recibir y la posibilidad de reciclar.
Es fundamental el cumplimiento de las enseñanzas que nos dejara Martí con relación al cuidado y protección del medio ambiente, para lo cual es necesaria la educación en este sentido. Los problemas de contaminación afectan sin duda el estado de salud de la población. Entendido la salud como el equilibrio entre el hombre y su medio, evidentemente existen afectaciones que rompen este equilibrio y afectan la población.
La puesta en práctica de acciones de gestión ambiental en los aspectos antes mencionados ha permitido materializar las ideas de Martí y elevar el nivel de conocimientos, sensibilidad y modo de actuación de los miembros de la comunidad, donde la escuela juega un papel protagónico.
Ante esta situación en el accionar de los estudiantes de la carrera de Higiene y Epidemiología, se realizó un vínculo directo con los estudiantes de la escuela secundaria básica “José Martí”, los cuales mediante actividades extradocentes y extraescolares ejecutan acciones de gestión ambiental en la propia comunidad del consejo popular “Pueblo Nuevo Norte”.
Estas acciones están dirigidas a la detección de problemas que deben ser solucionados por las entidades competentes como son el traslado de transformadores averiados a su lugar de destino con la prontitud necesaria, la preparación a todo el personal de la escuela primaria “Vitalio Acuña“ y vecinos del lugar ante un posible escape de amoniaco u otros productos tóxicos del acueducto municipal, la orientación a la comunidad sobre el tratamiento a los residuos sólidos urbanos y las aguas albañales, sensibilizando a la población de la posible contaminación del río subterráneo que alimenta al acueducto, la proliferación de vectores, la transmisión de enfermedades emanadas de estas causas, la localización de salideros de agua, tanto para el ahorro de esta como para evitar posibles depósitos que pueden constituir focos de Aedes aegipty, vector de las arbovirosis que tanto han afectado a los pobladores de la localidad.
“El vínculo de la comunidad con la escuela y la familia, y con el resto de las instituciones formales e informales, tiene gran importancia para hacer más eficiente el trabajo educativo. Cuando las diferentes instituciones actúan en sistema, relacionadas unas con otras, generalmente se obtienen resultados superiores. En este sentido a la escuela le corresponde el rol central: el desarrollo del trabajo educativo en función de la comunidad.”12
Esta tarea forma parte del accionar que deben desarrollar los profesores como centro del proceso que se lleva a cabo en la secundaria básica y en la formación de técnicos y profesionales de la Salud. Ellos realizan un papel orientador en el proceso educativo, además coordinan sistemas de influencias educativas en las familias y la comunidad, sobre los estudiantes que educan.
Es alto el nivel de responsabilidad que se les ha otorgado a los profesores de Secundaria Básica para lograr los objetivos formativos, entre los cuales se distingue una correcta actitud hacia el medioambiente, expresado en su modo de actuación. Los profesionales de la educación en la salud, tienen la responsabilidad de la formación del personal que tiene a su cargo la salud del pueblo.
Con todo este conocimiento que se necesita tener, se pretende que los profesores puedan brindar un aporte considerable en el desarrollo de los componentes cognitivos, afectivos y comportamentales a favor del medioambiente dando fiel cumplimiento a las enseñanzas de Martí.
Ante esta gran tarea que se les ha asignado a los profesores, es necesario que estos se consideren como protagonistas centrales no sólo en la escuela secundaria básica y en los centros relacionados con la formación del personal de la salud, sino que sean admitidos y considerados así por toda la sociedad, al constituir el ejercito de vanguardia de la educación, en quienes la Revolución ha depositado su confianza y puesto en sus manos, el desarrollo futuro del país.
Resulta importante conocer que los estudiantes de las Ciencias Médicas y en especial los de la carrera Higiene y Epidemiología constituyen una fortaleza dentro de la propia comunidad para la realización de acciones de gestión ambiental y para conducir de manera conjunta con los profesores, a los estudiantes de secundaria básica como un gran grupo de gestores ambientales comunitarios.13
En las unidades docentes donde se forman los profesionales de la salud, estas cualidades que debe poseer el profesor se manifiestan de forma muy directa en todas las actividades, principalmente en aquellas que están estrechamente relacionadas con la educación en el trabajo, cumpliéndose así el principio martiano de estudio-trabajo.
Estos profesores desarrollan un sistema de habilidades profesionales mediante las actividades que realizan, incluidas las relacionadas con la educación ambiental, que tienen lugar en la escuela, en la comunidad y a través de las propias disciplinas docentes, así como otras que están dirigidas a la solución de los problemas que más afectan a la comunidad.14 Deben estar preparados para solucionar problemas de la práctica educacional, para la transformación constructiva e innovadora de la realidad, por lo que es fundamental su actuación para lograr una educación a favor del desarrollo sostenible.
“Es verdad que la ciencia y la tecnología no garantizan el progreso social. Solo la política, la economía, la moral pueden convertirlas en aliadas del hombre o en sus enemigos.”15
Resulta de gran importancia el papel del profesor en el desarrollo de la personalidad de sus estudiantes, en la profundidad con que se analice cada situación y se adopten las formas de actuación más adecuadas, por lo que hoy se forma un profesional integral, cuya tarea principal es promover la educación de la personalidad de los estudiantes acorde a las exigencias sociales de los momentos actuales.9
El proyecto educativo cubano es abarcador, comprometido con la generación del presente y del futuro, y tiene dentro de sus objetivos formativos alcanzar una preparación ideológico-política y una actitud y ejemplo personal ante la vida; es una educación dirigida al mejoramiento humano, puesto que las acciones humanas ya amenazan con poner en peligro la propia existencia de la humanidad en el planeta.
Si se hace el análisis de la situación ecológica actual, se ponen de manifiesto cuestiones fundamentales e ignoradas por gran parte de la población, tales como:
Los recursos materiales del Planeta no son ilimitados.
Las posibilidades de la biosfera para asimilar los resultados de las actuales formas de actividad humana están próximas a agotarse.
Se imponen determinadas modificaciones en el carácter de la actividad humana y de su organización para evitar una catástrofe de la biosfera.16
Lo antes expuesto permite reflexionar sobre la necesidad de hacer cumplir de forma más fehaciente el legado de José Martí, quien con extraordinaria precisión podemos afirmar que se adelantó a su tiempo.
Está demostrado que en la medida que crece el influjo del hombre en la naturaleza es más importante desarrollar más disciplina ambiental para la solución de los problemas ecológicos que surgen en el curso del desarrollo técnico que, aunque son necesarios, deben tener implícitos en todos los casos la sostenibilidad.17
El carácter multidisciplinario e interdisciplinario de la educación en Cuba permite hacer llegar estas influencias educativas a los estudiantes, e incluye sistemáticamente los acontecimientos de actualidad que ocurren en el mundo en relación con el uso de los recursos, cuidado y protección del medio ambiente.
La sociedad reclama formar ciudadanos que sean capaces de ejercer la función que les corresponda a favor del Planeta y su entorno socio-natural, basados en sólidos conocimientos, principios y convicciones, para garantizar el equilibrio entre factores bióticos, abióticos y sociales, constituyentes de este espacio vital. La Educación Cubana es una de las vías para poder lograrlo, ya que en su accionar involucra en todo su contexto la actuación de sus profesionales a favor de la protección del medio ambiente, que no es más que cumplir con la materialización de la obra martiana.4
La sociedad puede, si se lo propone, derrotar con su acción este futuro de injusticia agravada que se vislumbra, y conquistar con su lucha un claro futuro de equidad y de desarrollo sostenible donde deben escogerse vías y aplicarse medidas que no reduzcan el capital ambiental o social a niveles inaceptables, ni comprometan el de las futuras generaciones. Esta es la mejor manera posible de cumplir con nuestro Héroe Nacional José Martí.
CONCLUSIONES
Es nuestro encargo social materializar la obra martiana. La Educación como proceso y la escuela como institución, tienen la posibilidad de formar en el hombre el tipo de personalidad que necesita la sociedad porque la educación, también constituye una obligación moral en todo los sentidos, incluyendo el medioambiental, tanto de la comunidad como de los individuos que la integran, ya que finalmente, influye en beneficio de todos. El pensamiento martiano relacionado con la necesidad de elevar la cultura demuestra que para superar la desfavorable situación ecológica existente, se exige la imposición de medidas de carácter sociopolítico, económicas, jurídicas, científicas y técnicas; pero estas deben ser del conocimiento de todos, de la misma forma, que las causas que dieron origen a ellos y las consecuencias nefastas que provocan estas, sobre la vida en el planeta. Todo el sistema de formación profesional, que hoy se está llevando dentro de la Educación Cubana garantiza que los profesores sean capaces de formar valores, actitudes y normas como planteaba Martí, en correspondencia con el contexto socio-histórico de orientar de forma educativa e individual a los estudiantes y a la familia en aspectos esenciales donde está presente la protección del medio ambiente.
