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En los inicios del siglo XXI, el nivel de desarrollo alcanzado por la ciencia, la tecnología y en general por la humanidad está marcando transformaciones significativas en la sociedad actual, por tanto se precisa una preparación con un alto nivel científico, cultural y político de todos los miembros de la sociedad donde se le confiere un nuevo valor al conocimiento.
Esta situación eleva la responsabilidad de la educación superior como generadora y difusora del mismo e incrementa su responsabilidad en el proceso de formación de profesionales y del progreso científico técnico de la sociedad para dar respuesta efectiva y eficiente a la creciente demanda, cuantitativa y cualitativa, de la sociedad cubana.
Desde el curso 2016-17, la carrera de Medicina comenzó a impartir los planes de estudio del plan D para los estudiantes de 1er año y en el curso actual para 2do año, en el resto de las carreras de las ciencias médicas ya se aplica con anterioridad, lo que hace que la educación superior actual se desenvuelva en un escenario de desafíos y dificultades relativas a la mejora y conservación de la calidad de la enseñanza, la investigación y los servicios.1
En este nuevo plan, el estudiante tiene un rol protagónico, ya que debe construir su conocimiento de forma independiente.2 Es función de los profesores motivarlos en el aprendizaje como base científica al razonamiento clínico.1
Esto es un reto para los profesores pues deben cambiar las metodologías educativas, a partir de propiciar una mayor independencia del estudiante como ente activo en el proceso, y propiciar diversidad de espacios para la búsqueda de información en la construcción del conocimiento,3 y de igual forma en los estudiantes que deben aprovechar todas las herramientas aprendidas en los años precedentes para construir su propio sistema de conocimientos, lo cual es un proceso hacia el interior, y a la vez contribuir al sistema de conocimientos colectivo con su creatividad y aportes que constituyen un proceso hacia el exterior, y que debe tener como meta el mejoramiento de la calidad de los servicios sanitarios para elevar la satisfacción de la población.3
Se definen cinco funciones para el Médico General, siendo la función rectora la de Atención Médica Integral y entre otras la de investigación. La disciplina IM tiene como propósito preparar al estudiante para utilizar y asimilar las tecnologías de la información y las comunicaciones (TICs) y asumir las diferentes tareas que vienen aparejadas al desarrollo del proceso de investigación científica participando activamente en él.4
La disciplina queda integrada por cuatro asignaturas:
Informática, Bioestadística, Metodología de la investigación y Proyectos de Investigación, las tres primeras en los dos primeros años y la última en 4to o 5to año, además de la estrategia curricular investigaciones e informática,5,6 que desde el curso 2010- 2011 fue formulada para coadyuvar, con el protagonismo de la Disciplina Principal Integradora (DPI) de la especialidad, el proceso de integración del eje investigativo.4
El objetivo es egresar un profesional que sea capaz de utilizar la investigación científica como herramienta metodológica y para la acción en la solución de los múltiples problemas presentes en el ejercicio de la profesión en la Atención Primaria de Salud, o en cualquier escenario donde se desenvuelva, preparándolo para contribuir a elevar la calidad de los servicios que se prestan.2
En el primer semestre del curso actual se imparte por primera la asignatura Metodología de la Investigación (MI), es una asignatura práctica con pocas conferencias, que se logra establecer conexión a las diferentes bases de datos de Infomed, o sea la utilización de las TICs.
Los resultados obtenidos son satisfactorios, con un 95,8% de promoción y un 79% de calidad.
Se cumplió el plan como estaba programado, se realizaron clases metodológicas y abiertas, se dieron los medios y clases preparadas con los funciones didácticas, los contenidos básicos, se realizaron todas las reuniones del colectivo de asignatura, discutiendo y analizando a profundidad cada aspecto del contenido, para que los profesores estuvieran en condiciones de impartir la asignatura y sobre todo el tema II.
En estos momentos se trabaja con el propósito de capacitar y adiestrar a los docentes para que se conviertan en conquistadores digitales, personas que no son nativas digitales, pero que son empoderadas mediante el aprendizaje y el entrenamiento para emplear satisfactoriamente las TICs en las funciones académicas”.7
Esta asignatura brinda los conocimientos mínimos esenciales para que los alumnos puedan afrontar investigaciones en las asignaturas que cursan. En este sentido aún queda mucho por trabajar pues solo nueve perfiles de investigación son clasificados de tipo cualitativo o mixto y la gran mayoría en cuantitativo, con un predominio descriptivo, aspecto que hasta en las tesis de especialidad de residencia predomina.
Es necesario que los alumnos reciban una mayor atención por parte de los tutores de los consultorios, a quienes les falta constancia, organización, en muchos casos categoría docente y experiencia docente, lo que hace que los trabajos extra clases de investigación no reciban el apoyo y asesoramiento adecuado por parte de éstos.
Coincidimos que autores,4cuando dicen que es preciso consignar que la formación para la investigación no es posible que sea lograda desde una sola disciplina, lo mismo sucede a con la formación integral para el uso de las TICs en la actividad profesional.
En las carreras de Ciencias Médicas la inclusión de la actividad investigativa en el currículo, con una organización sistemática que tenga en cuenta el grado de dominio del método científico por los alumnos, formará una actitud científica que favorece el desarrollo de nuevos intereses cognoscitivos y la motivación por la investigación científica, tan necesaria para el avance del país.2
Al respecto se señala, que la formación para la investigación científica por su complejidad y exigencia está presente entre los procesos docentes que requieren de coordinación vertical e interdisciplinaria, al proponerse objetivos que no pueden lograrse desde una sola disciplina o asignatura, ni en momentos específicos del currículo, sino a partir de aproximaciones sucesivas y escalonadas.5
