Introducción
La palabra pólipo proviene del griego πoλύς+πoύς que significa “muchos pies” y es puramente descriptiva. En la literatura médica los pólipos del tracto gastrointestinal son masas pediculadas o sésiles que se originan en la mucosa y hacen prominencia hacia la luz. Son los tumores más comunes del tracto gastrointestinal, tanto en adultos como en niños, y el recto constituye el lugar de mayor localización.1
La etiología de los pólipos, aunque incierta, parece tener relación con trastornos inmunológicos, infecciones bacterianas o parasitarias, así como procesos inflamatorios agudos y crónicos del intestino. Pueden ser el resultado de una proliferación, maduración y muerte celular (apoptosis) que provoca alteraciones en la arquitectura de la mucosa.
La aberración inicial se origina en una sola cripta colónica donde la proliferación no se limita solo a la base sino se extiende a toda la cripta. Estudios recientes han demostrado la influencia de determinada predisposición genética sobre todo de carácter autosómico (dominante o recesivo) en los pólipos múltiples heredo-familiares. Es más frecuente la afección por pólipos colorrectales no hereditarios que por carcinoma colorrectal hereditario.2
Estas lesiones pueden ser de origen neoplásico o no neoplásico. Los pólipos de origen neoplásico son de dos tipos: epitelial (adenomas) y mesenquimal (leiomiomas, linfomas, entre otros.). Los pólipos no neoplásicos pueden ser hiperplásico, hamartomatoso (juvenil y tipo PeutzJeghers) y el inflamatorio.1 Los adenomas del tracto gastrointestinal pueden presentar transformación maligna siguiendo la secuencia histopatológica adenoma-carcinoma usada por primera vez en 1951, por Jackman y Mayo quienes describieron los cambios que ocurrían en la histogénesis del cáncer colorrectal. En la literatura se describe que entre 2-10 % de adenomas evolucionan hacia carcinomas infiltrantes, valores que se elevan hasta el 85% cuando se trata de adenomas vellosos.3,4
La pesquisa mediante el test de sangre oculta en heces y, sobre todo, mediante colonoscopia, ha permitido la detección y resección de un número elevado de pólipos en estadios iniciales de la transformación neoplásica, previniendo su progresión a carcinoma infiltrante y con ello ofertándole al paciente una mayor sobrevida luego de la polipectomía endoscópica que es curativa en estos estadios de la enfermedad. La colonoscopia a pesar de ser un estudio invasivo, costoso y con riesgo de serias complicaciones ha devenido un medio diagnóstico muy eficaz e incluso, en la detección precoz de lesiones colónicas. Este examen está indicado en niños que presenten manifestaciones de enfermedades colorrectales siendo la causa más corriente el sangramiento rectal.5,6
La bibliografía revisada evidencias la presencia de pólipos y poliposis en los niños, adolescentes y adultos jóvenes dejando de ser esta patología rara en estas edades, lo cual impone un gran reto a los gastroenterólogos dedicados a la Pediatría, pues la mayoría de los cánceres colorrectales se desarrollan en pólipos adenomatosos; de vital importancia resulta su detección y extirpación precozmente.6
La experiencia en niños en la provincia de Matanzas, comenzó en el año 1985, con el Dr. Alberto Dehesa, quien inició su labor como gastroenterólogo en el Hospital Eliseo Noel Caamaño de Matanzas. Sin embargo, teniendo en cuenta la elevada incidencia de los pólipos, se presentan problemas prácticos y económicos asociados a su detección y remoción. Para establecer cualquier conducta en el manejo de los pólipos colónicos se debe comprender su evolución natural, sus características clínicas y anatomopatológicas, así como su epidemiología lo cual fue el motivo para la realización de esta investigación.
Materiales y métodos
Se realizó un estudio descriptivo, retrospectivo desde enero del 2010 hasta diciembre del 2018, en el Hospital Pediátrico Provincial ¨Eliseo Noel Caamaño¨ de Matanzas para determinar las características clínicas, endoscópicas e histológicas de los pólipos colorrectales diagnosticados en los niños.
El universo fue de 141 pacientes con diagnóstico endoscópico e histológico de pólipo colorrectal. La información se recogió de la historia clínica individual y se elaboró una planilla de recolección de datos que recogiera las variables estudiadas.
Las variables estudiadas fueron: grupos de edades, sexo, síntomas, número de pólipos, localización, tamaño e histología. Los resultados se representaron en tablas y gráficos, expresados en número y porcentajes. En el estudio intervinieron los especialistas de Gastroenterología, residentes, técnica y enfermera del servicio de Gastroenterología del Hospital Pediátrico.
Resultados
En el Hospital Pediátrico “Eliseo Noel Caamaño” de la provincia de Matanzas, en el período de enero del 2010 a diciembre del 2018, se indicaron 274 colonoscopias. De ellas, fueron realizadas 251, se diagnosticaron los pólipos colorrectales en 141 pacientes, que representaron el 58,9 % de los diagnósticos endoscópicos encontrados. En las 148 colonoscopias practicadas se llegó hasta el ciego. Se excluyeron 7 casos donde no se obtuvo el resultado histológico quedando conformada la muestra por 141 pacientes. (Tabla 1)
Grupo de edades | No. | % |
---|---|---|
0-5 años | 53 | 37,6 |
6-10 años | 53 | 37,6 |
11-15 años | 21 | 14,9 |
16-18 años | 14 | 9,9 |
Total | 141 | 100 |
Fuente: planilla de recolección de datos.
En la tabla 2, se distribuyeron los pacientes según el sexo, se observó un predominio del sexo masculino (57,4 %) sobre el femenino (42,6 %) (p≥0.05).
En la tabla 3, se recogieron los síntomas presentes en los pacientes estudiados. Predominó del sangramiento rectal en relación con los otros síntomas para un 93,6 %. A pesar de que el sangramiento fue la principal causa de búsqueda de atención médica en la mayoría de los casos, ninguno tenía expresión clínica de un síndrome anémico, lo que indica que el sangrado es autolimitado, aunque frecuente no repercute sobre el estado general ni origina alteraciones identificables por el método clínico en los pacientes estudiados.
Síntomas | No. | % |
---|---|---|
Sangramiento | 132 | 93,6 |
Dolor abdominal | 4 | 2,8 |
Prolapso rectal | 38 | 27 |
Anemia | 0 | 0 |
Diarrea | 2 | 1,4 |
Los pólipos encontrados, según la morfología, fueron pediculados en su mayoría, con 50 pólipos (56,8 %) sobre los sésiles lo que concuerda también con la literatura. Prevalecieron los pólipos únicos en un 78 %, según muestra la tabla 4. El diagnóstico de pólipos múltiples en el 22 % de los casos, demuestró la importancia de una exploración completa de todo el colon, ya que la presencia de más de un pólipo no es infrecuente. No se diagnosticó ningún caso con poliposis de colon. Se detectaron y extirparon 188 pólipos con un promedio de 1,31 pólipos/paciente, lo cual estuvo dentro del rango de pólipos por paciente obtenidos en los estudios publicados.
En este estudio, se encontró que el 73,4 % de los pólipos estaban localizados en el rectosigmoide, pocos pólipos se encontraron en el colon ascendente. (Tabla 5)
Localización | No. | % |
---|---|---|
Rectosigmoide | 138 | 73,4 |
Colon descendente | 24 | 12,8 |
Colon transverso | 17 | 9 |
Colon ascendente | 9 | 8 |
Total | 188 | 100 |
Al analizar la tabla 6, se observó que el 56,8 % de los pólipos diagnosticados, medían entre 1-2 cm y en cifras similares los menores de 1 cm, lo cual es un indicador de baja malignidad y favorece su remoción por polipectomía.
En la tabla 7, se observó que el mayor número de pólipos estudiados histológicamente, correspondieron al tipo juvenil con un 62,1 % del total, lo cual se asemeja a múltiples estudios realizados, seguido de los pólipos inflamatorios. Fueron pocos los pólipos neoplásicos (adenomatosos) con un 1,1 %.
Discusión
Múltiples estudios publicados, describen aspectos epidemiológicos y antecedentes clínicos de los pacientes portadores de pólipos colorrectales, en edades pediátricas. También abordan las características endoscópicas e histológicas de los mismos y la relación existente entre los rasgos endoscópicos e histológicos obtenidos mediante la realización de colonoscopias con fines diagnósticas y terapéuticas. Lo que coincide con los resultados expuestos en esta investigación con los reportados en la mayoría de la literatura revisada.1,7,8
Un estudio sobre pacientes tratados por pólipos gastrointestinales en el Instituto Nacional de Pediatría, de México, reflejó como edad media al diagnóstico 7 años con una desviación estándar sobre los 4 años. La mayor cantidad de pacientes se registró en el rango de edad de 1-9 años, representando un 71,5 % del total de casos estudiados.9,10 Estos datos también se corresponden con lo planteado en una investigación realizada en un Hospital Pediátrico de Perú, donde el 80 % de su muestra estaba entre los 3 y 8 años, con edad promedio de 5,5 años.11
Otros estudios muestran resultados cercanos a los obtenidos en este estudio. En la universidad de Teherán se reporta el 85,1 % de los casos en edades entre 2-10 años de edad, con la media de 5,6 años. En el Hospital Universitario “Celia Sánchez Manduley” de Granma se realizó una investigación donde predominaron los pacientes de 2-6 años, para un 59,6 % del total muestreado.12-14
El sexo predominante fue el masculino, al igual que en un estudio realizado en el Instituto Nacional de Pediatría, en México, con un 59,2 %.10 Otros reportes, nacionales e internacionales, reconocen al sexo masculino como el más frecuentemente afectado, manteniéndose la relación 2:1 hasta la edad adulta.9,10 Estos reportes, sin embargo, no explican las causas de esta preponderancia en el sexo masculino parece ser otros los factores que inciden, puede considerarse la alimentación y los hábitos sociales como posibles causas de este comportamiento.15-17
En la literatura internacional se reportan diferentes resultados en relación con los síntomas presentados por los pacientes. En Taiwán, se reporta que el 75 % de los infantes incluidos en una investigación, presentan sangrado digestivo bajo, mientras que en otro estudio realizado se obtienen cifras de 96,5 %.18,19 Estos altos porcentajes de presentación, pueden deberse al traumatismo causado por las heces fecales en el momento de la defecación que erosionan la superficie del pólipo, con el consiguiente sangrado activo, pero autolimitado del mismo. Este hecho concuerda con lo reportado en la literatura y tiene una estrecha relación con el tamaño que el pólipo llega a adquirir.2,13 Aunque en este estudio, a pesar que el sangrado digestivo bajo fue el principal síntoma presentado, el tamaño de los pólipos predominante fue de pequeño y mediano que son los pólipos que no tienden a sangrar, habría que haber descartado otras causas de sangrado.
La presencia de pólipos únicos en la muestra estudiada no difiere de los reportes de la literatura. Los valores oscilan entre el 56 % y el 98 %, con una frecuencia media de 75 %; muy similar al obtenido en el presente estudio.20 También concuerda con los estudios revisados donde la poliposis es infrecuente.19 Esto puede estar relacionado con el corto período de vida de estos pacientes, que aún no permite el desarrollo de poliposis, según su oncogénesis. No obstante, la estadística reportada de pólipos por pacientes en los infantes, varía desde 1.1 a 2.7.14
La localización más frecuente de estas lesiones fue en el colon rectosigmoide. Esto coincidió con lo reportado por el Dr. Brenner que presenta en su muestra un 76,6 % de los pólipos en esta localización.21 Igualmente, en otros hallazgos se reportan que el 72,6 % de los pólipos estaban localizados en este segmento del colon.22
El tamaño de los pólipos no fue una variable común en los artículos revisados. Un estudio muestra resultados similares en pacientes adultos, donde predominan los pólipos medianos de 1-2 cm de largo.
Los pólipos juveniles son los más frecuentes en edades pediátricas, resultan raros los hiperplásicos y adenomatosos, lo que también se constató en este estudio, demostrando la importancia de la colonoscopia en el diagnóstico precoz de estas lesiones.