SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.12 número1Estrategias en la ventilación pulmonar selectiva durante la resección pulmonar oncológica índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Revista Cubana de Anestesiología y Reanimación

versión On-line ISSN 1726-6718

Rev cuba anestesiol reanim vol.12 no.1 Ciudad de la Habana ene.-abr. 2013

 

ARTÍCULO HISTÓRICO

 

Historia de la introducción del cloroformo en Cuba

 

History of the introduction of Chloroform in Cuba

 

 

MSc. Dr. Carlos Antonio Vilaplana Santaló

Hospital Universitario «Manuel Ascunce Domenech». Camagüey, Cuba.

 

 


RESUMEN

Introducción: la administración de la anestesia con fines quirúrgicos fue un acontecimiento médico de gran repercusión mundial y su divulgación esta considerada entre los sucesos médicos que más rápidamente se ha propagado.
Objetivo: realizar una puesta al día sobre la historia de la introducción del cloroformo en Cuba.
Desarrollo: se efectúo una revisión por diferentes motores de búsqueda sobre el uso del cloroformo en Cuba y Latinoamérica, fármaco que se utilizó por vez primera en el Hospital de Edimburgo, el 8 de noviembre de 1847, por el cirujano obstetra escocés James Young Simpson, quien administró la primera anestesia con cloroformo en nuestro planeta, a partir de este suceso este agente desplazó al éter. En América, se administró por el Dr. Fermín Ferreira administró el 11 de febrero de 1848 en el Hospital de la Caridad de Montevideo, Uruguay y en Cuba por el Dr. Nicolás José Gutiérrez Hernández.
Conclusiones: Cuba ha tenido a través de la historia una participación importante en el desarrollo de la Anestesiología en el área de América y el Caribe, hecho estos que se constatan en la literatura, no sólo fue el pionero con el uso del éter sino también el mérito histórico de la introducción de la anestesia clorofórmica en Latinoamérica.

Palabras clave: historia de la anestesia. cloroformo.


ABSTRACT

Background: the administration of anaesthesia for surgical purposes was a medical event of worldwide impact and its diffusion is considered among the most rapidly spread medical successes.
Objective:
to present an update on the history of the introduction of Chloroform in Cuba.
Development: a review was carried out by different search engines on the use of Chloroform in Cuba and Latin America, drug which was used for the first time in the Royal Edinburgh Hospital, on November 8, 1847 by the Scottish obstetric surgeon James Young Simpson who administered the first anaesthesia with Chloroform in our planet. From this event, this agent replaced the ether. In America, it was administered by Fermín Ferreira, M. D. on February 11, 1848 in the Charity Hospital of Montevideo, Uruguay; and in Cuba it was administered by Nicolás José Gutiérrez Hernández, M.D.
Conclusions: through history, Cuba has had an important participation in the development of Anaesthesiology in the Latin American and Caribbean region, fact that can be verified in the available literature about the topic. Cuba was not only the pioneer in the use of ether, but also had the historical merit of introducing the Chloroformic anaesthesia in Latin America.

Key words: history of anaesthesia, chloroform.


 

 

INTRODUCCIÓN

La administración de la anestesia con fines quirúrgicos fue un acontecimiento médico, como era de esperar, de gran repercusión mundial y su divulgación está considerada entre los sucesos médicos que más rápidamente se han propagado.1 Basta recordar que William Thomas Morton realizó su demostración pública del empleo de inhalación de vapores de éter, el 16 de octubre de 1846, en el Massachusetts General Hospital, en Boston, Estados Unidos de Norteamérica2 y países europeos como Gran Bretaña, Francia y España, rápidamente lo emplearon lo en sus clínicas y hospitales.3,4 Cuba tuvo la primacía en Latinoamérica con la administración de éter sulfúrico, hecho protagonizado por el notable científico, médico cirujano, poeta y precursor de la conciencia independentista Don Vicente Antonio de Castro y Bermúdez, el 11 de marzo de 1847 en el Hospital de San Juan de Dios en La Habana.5-7

Dos agentes anestésicos inhalatorios ocuparon su espacio en ese siglo, el éter sulfúrico y el cloroformo, en relación con ellos se desprenden dos incógnitas:

¿Cual es la historia de la introducción del cloroformo en Sudamérica, Centroamérica y especialmente en Cuba?, y por supuesto, ¿quién lo introdujo en nuestro país? En el desarrollo del presente trabajo se dará respuesta a las interrogantes formuladas con el objetivo de enriquecer los conocimientos sobre la historia de la anestesiología.

Historia de la introducción del cloroformo en Latinoamérica

En el Hospital de Edimburgo, el 8 de noviembre de 1847, el cirujano obstetra escocés James Young Simpson, administró la primera anestesia con cloroformo en nuestro planeta, a partir de este suceso este agente desplazó al éter, no solo en Europa sino también en el nuevo continente con notable difusión y aceptación.2

En América, el Dr. Fermín Ferreira administró el 11 de febrero de 1848 en el Hospital de la Caridad de Montevideo, Uruguay, cloroformo al paciente José Silva para luego operarlo de fimosis, por tanto le correspondió a este médico y a Uruguay la gloria de ser el primer país sudamericano en aplicar el nuevo agente anestésico a los tres meses después de su primera aparición en Escocia, como se había señalado.

Como dato curioso el Dr. Ferreira, no era uruguayo, pues nació en Bahía, Brasil y además se graduó de médico cirujano el 7 de mayo de 1829 en la Facultad de Medicina de Buenos Aires; es justo señalar que entre 1830 y 1870 la cirugía militar uruguaya giró alrededor de este galeno.8,9

Luego le continuó Argentina en el mismo año 1848, a cargo del Dr. John William Mackenna, en el British Medical Dispensary, en 1853 nombrado Hospital Británico de Buenos Aires, en una paciente femenina para una osteoclasia del fémur. El 18 de junio de 1848, al celebrarse en el hospital la asamblea anual ordinaria, dicho doctor informó sobre la mencionada operación con cloroformo y otras con éter. Este informe del Dr. Mackenna fue publicado por el periódico British Packet and Argentine News, de Buenos Aires en la edición del sábado 8 de julio de ese año. Al respecto, el Dr. Oscar Vaccarezza dejo el siguiente testimonio: Destacamos que en este informe de Mackenna no surge, en ninguna forma la fecha de esas primeras anestesias.

Este doctor tampoco era argentino como coincidencia histórica al anterior, pues nació y se gradúo en Inglaterra, luego revalidó su titulo de médico en la Facultad de Medicina de Buenos Aires, en septiembre del año 1840.10

El diario «El Mercurio» de la ciudad de Valparaíso, Chile, en su edición del 23 de octubre de 1848, publicó el siguiente reporte:

Brillante éxito del cloroformo… Había sido conducida al hospital con un brazo hecho pedazos de una caída, una mujer de 90 años de edad. El Dr. Villanueva se decidió a hacerle la amputación del brazo con el auxilio del cloroformo, la que tuvo efecto sin el menor dolor de la paciente, quien hoy a los 15 días se halla ya casi totalmente restablecida.

El Dr. Francisco Javier Villanueva, nacido en la provincia de Mendoza, Argentina, y jefe del Servicio Sanitario de la Armada, fue el autor de este suceso histórico en Chile.11,12

En Brasil, el Dr. Rodrigo de Bivar, jefe de la «Enfermaria de Parturiente», de Río de Janeiro, aplicó en 1848 cloroformo, a una parturienta, no se conoce con exactitud ni el día, ni el mes.13

Con respecto a la administración del cloroformo en México, el Dr. Benjamín Bandera, en su artículo titulado: «Historia de la anestesiología en México, evolución, desarrollo y futuro», expresó: 14

El primer médico mexicano que usó el éter y el cloroformo, fue el Doctor Pablo Martínez del Río, quien al hacer mención de su uso, no señalaba la fecha en la que la empleó. En su trabajo presentado a la Academia Nacional de Medicina de México, en el año de 1878, el Doctor Martínez del Río dice:

Por casualidad recibí yo la primera noticia que llegó a México años ha, de las operaciones quirúrgicas que se hacían en estado de anestesia por medio del éter sulfúrico y no tardé en practicar algunas operaciones de esa manera y con buen éxito, en los hospitales de San Andrés y San Juan de Dios. Quiso la suerte que más tarde recibiera yo también la primera noticia de la aplicación del cloroformo al mismo objeto, y muy poco después recibí de Londres el primer frasco de ese líquido que viniera a la República, y que era por cierto de muy buena calidad. Muy pronto ensayamos ese anestésico el Doctor Galezowsky y yo con un éxito enteramente satisfactorio, practicando él a una mujer, la amputación del antebrazo derecho, mientras yo hice una litotomía con singular fortuna bajo todos aspectos; en ambos casos el cloroformo obró muy pronto y con tal perfección que a todos dejó admirados. Estas afirmaciones del Doctor Martínez del Río, nunca fueron rebatidas por los cirujanos de su época, por lo que creo que su nombre debe estar ligado a las primeras anestesias en nuestro país con éter y cloroformo.

Respecto al año en que las realizó, faltos de una fecha cierta, comparto con el Dr. Francisco Fernández del Castillo, la opinión de que probablemente fue en el año 1847 cuando se usó por primera vez el éter, porque en octubre de 1846, México y los Estados Unidos estaban en guerra y no era fácil el paso de comunicaciones científicas y mucho menos productos de tan reciente creación por fronteras y puertos bloqueados por fuerzas enemigas.

Aunque no es el objetivo de este trabajo describir la historia de la administración del éter sulfúrico en México, considero válido aclarar que está comprobado que el precursor de la introducción de este agente anestésico no fue el Dr. Pablo Martínez del Río, sino el Dr. José Matilde Sansores, el 4 de junio de 1847, en Mérida, Península de Yucatán. 3,15,16

Ramírez manifiesta que en Caracas, Venezuela, el cloroformo fue administrado por el Dr. Eliseo Acosta en 1848,17 pero su uso fue difundido por el Dr. Guillermo Michelena. Con respecto al año del acontecimiento médico existen controversias pues el Dr. David Andrade escribió:18

El método anestésico fue impuesto en Caracas y en Venezuela en mayo de 1849, por el Dr. Eliseo Acosta quien administró en Caracas la primera anestesia general con cloroformo. No se ha podido determinar en qué sitio de Caracas se verificó este importante acontecimiento.

Por tanto existe correspondencia en cuanto a la ciudad y el médico en este hecho histórico, no así en la fecha, reiteramos.

En Colombia, la anestesia clorofórmica la realizó el Dr. Antonio Vargas Reyes en 1849, para resecar exitosamente un tumor de seno. Se gradúo en 1838 y revalidó su título en París en 1848, se le señala como uno de los cirujanos más importantes de mediados del siglo XIX y pionero en practicar operaciones con éter y cloroformo en su país.19

En Centroamérica hacia el año 1860, en la ciudad de San Salvador, El Salvador, se registra que fue el Dr. Emilio Álvarez quien administró anestesia con cloroformo.1

En la Historia de la Anestesia en Paraguay, la Dra. Ludgarda Sanabria Ortiz, describe el siguiente suceso ocurrido durante la Guerra de la Triple Alianza (1865-1870): 20

El Doctor Skinner, cuando iba a amputar la pierna al general José E. Díaz, preguntó a éste si aceptaba el cloroformo, a lo que respondió desdeñosamente, «corte sin temor ni contemplaciones, lo que deseo es que sea breve (año 1867). Probablemente se empezó con la anestesia gaseosa en este período.

Los médicos franceses Ettine Gayraud y Dominique Domec, escribieron en 1873 sobre la profesionalización de las prácticas quirúrgicas en Quito, Ecuador, a partir del uso del cloroformo, pues anteriormente las operaciones quirúrgicas se aliviaban con licores y hierbas exóticas. (Recordemos que en Quito se administró óxido nitroso como primer agente inhalatorio en 1870). El Dr. Domec, anestesista procedente del Hospital San Eloy de Montpellier, habiendo sido nombrado profesor de la Cátedra de Anatomía y de Anestesia, introdujo el cloroformo en 1873 en el Hospital San Juan de Dios, de Quito, el que aplicó con un pañuelo o una compresa.21,22

El Dr. Carlos Durán Cartín, quien fuera después prestigiosa figura política en Costa Rica, fue el precursor de la anestesia con cloroformo en su país en el año 1875 (fig. 1.) El doctor Durán nació el 12 de noviembre de 1852. Inició sus estudios de Medicina en la Facultad de París, de donde tuvo que trasladarse a Inglaterra debido a la guerra franco-prusiana de 1870. Ingresó al Guy's Hospital de Londres, donde se graduó de médico y cirujano el 30 de abril de 1874.

Allí se distinguió como uno de los discípulos más brillantes del doctor Lister, quien por aquellos días era nada menos que el médico de la Reina Victoria. Regresa a su patria y se incorpora al Protomedicato de Costa Rica el 15 de enero de 1875. Al respecto, el Dr. Sotela escribió la anécdota que hizo al Dr. Durán aliviar el dolor en su país. 23

Tenía poco tiempo de haberse incorporado al Hospital San Juan de Dios, cuando al pasar por un corredor vio al doctor Bruno Carranza que, sin anestesia se disponía a amputarle una pierna a un paciente amarrado a un escaño sobre el piso de tierra. En aquel instante el doctor Durán debe haber recordado todas las enseñanzas adquiridas en Inglaterra y, desde ese momento, se preocupó por ponerlas al servicio de sus semejantes.

Con el nacimiento del siglo XX en el año 1900, fue el Dr. Carvallo quien usara cloroformo para una operación ginecológica en la clínica Maisón de Santé, pues hasta la fecha se había empleado el éter sulfúrico en el Perú.24

Como se sabe, todos los datos aportados por el profesor Dr. López Sánchez en su precursora investigación «Introducción y evolución del uso de la anestesia quirúrgica en Cuba»25-28 datan de finales de la década del 40 del siglo pasado. Con este artículo presentamos como novedad histórica el lugar protagónico que ocupa nuestro país en la introducción de la anestesia inhalatoria con cloroformo, pues cada personalidad y país deben ocupar el lugar en la historia que les corresponde, además de reafirmar una vez más el desarrollo científico de nuestro país en el siglo XIX. (figura 2)

Entre sus mayores méritos y por los que es reconocido están, haber sido el fundador de la primera revista médica en Cuba con la puesta en circulación del Repertorio Médico Habanero el 1ro. de noviembre de 1840, y el fundador de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, pero queremos rendirle tributo ahora no solo por estos méritos antes citados, sino también por haber sido el introductor de la anestesia con cloroformo en nuestro país y, hasta donde se tiene evidencia, en Latinoamérica.

Tuvo el privilegio de nacer con el siglo XIX, pues vio la luz el 10 de septiembre de 1800, en la Habana, Cuba. Hijo de habaneros, su padre, José de Jesús Gutiérrez (1763-1858) poseía fincas rústicas y urbanas y su madre, Feliciana Hernández (1777-1864) se dedicaba a las labores de la casa; fue el primogénito de esta unión conyugal.

Fue bautizado en la Parroquia del Espíritu Santo, donde le impusieron los nombres Nicolás José de la Trinidad, según consta en el asiento 348, folio 130, libro 2° de dicha iglesia, el jueves 25 de septiembre de 1800.29

A los 27 años se casó el 12 de noviembre de 1827 con Doña María del Pilar Arteaga y Cervantes, de esta unión nació la niña Matilde el 9 de noviembre de 1828, ambos sucesos fueron registrados y efectuados en la Santa Iglesia de la Catedral de La Habana.

Fue discípulo de Don Tomás Romay y amigo de las más destacadas figuras de la época en el ámbito científico, literario, político y social de la capital y de Cuba, baste señalar los nombres de José Agustín Caballero, Nicolás de Escovedo, Francisco de Frías «Conde de Pozos Dulces», Wenceslao de Villaurrutia, Domingo del Monte, Felipe Poey y José de la Luz y Caballero.

Se gradúa de Bachiller con menos de 15 años, en el 1821 de cirujano, y el 10 de enero de 1827, de Licenciado en Medicina y Cirugía; en el propio año, el 4 de febrero, obtiene el alto título de Doctor, en la Universidad Pontificia de La Habana.30

Colocándose a la cabeza de los médicos de su generación, revoluciona el mundo médico cubano contemporáneo con cursos de operaciones, de clínica quirúrgica y de obstetricia, da a la publicidad el Manual de Medicina Operatoria, con los más adelantados procedimientos en dicha materia.31

Durante los años 1836 y 1837, asiste en París a las clínicas de Velpeau. Al respecto el Presidente de la Academia de Ciencias, celebrando el 50 aniversario de la muerte de Don Nicolás, expresó en 1940:32

Al lado de Maissounneuve cultivó el espíritu de decisión y de arresto que al cirujano es indispensable, y que le sirvió para retornar a Cuba después de dos años de estudio y práctica incesantes, consciente de su sólida preparación y de su habilidad manual, aumentando su caudal de conocimientos técnicos y de experiencia clínica y favorecido seguramente por la pulcritud extremada, por la limpieza escrupulosa que reflejada su persona, se arriesga a realizar las entonces consideradas mayores intervenciones, como fueron: las ligaduras de los grandes troncos vasculares, femoral, poplítea, iliaca interna y externa, por aneurismas arteriales, la extirpación de la parótida, la trepanación del cráneo, el tratamiento operatorio de las pleuresías purulentas y de los abscesos hepáticos, la talla y la litotricia, la extirpación de pólipos uterinos, etc.


Pero hay más: en 1841 realizó la primera operación de hernia inguinal, mereciendo felicitaciones de la Sociedad de Cirugía de París… y no conforme aún tozudo en su afán de dar a conocer en Cuba los máximos adelantos de la ciencia importó el estetóscopo, el fórceps obstétrico y los aparatos de yeso para el tratamiento de fracturas; divulgó entre sus compañeros de profesión cuánto observara y estudiara en los centros científicos franceses y más tarde… introdujo en nuestro país la anestesia clorofórmica y el llamado «embalsamamiento perpetuo.

Al respecto el propio científico escribió:25

En un memorando titulado «Noticias concernientes a la historia de la medicina en la Habana», remitido por el Dr. Nicolás José Gutiérrez a la Academia de Ciencias Médicas da cuenta entre sus contribuciones originales sin señalar la fecha, la de haber sido el primero que empleó la anestesia por inhalación con cloroformo, el cual había sido obtenido por el Dr. Luis Le Riverend, para la ablación de un cáncer en un pecho a la señora hermana política del Conde de Fernandina.

El día 23 de enero de 1848, el doctor Luis Le Riverend obtiene el cloroformo y el 26 entrega al Dr. Gutiérrez una porción para que lo use en el primer caso que se le presente; y el 13 de febrero se manifiesta en el «Diario de la Habana» que se ha comenzado a hacer uso del cloroformo en la Habana, Cuba.

De aquí que afirmemos que es en este lapso en el que tuvo lugar la primera aplicación de la anestesia por cloroformo en nuestro país, es decir, tres meses después que Sir James Young Simpson la dio a conocer a la Sociedad Médico Quirúrgica de Edimburgo.

Lamentablemente, hasta el momento no existe literatura médica, ni diarios que avalen la fecha exacta del suceso, afirma el Dr. López Sánchez:

Quizás el Dr. Gutiérrez, por tratarse de una persona prominente, omitió por cuestiones de prejuicios el dar a conocer públicamente el reporte del caso, lo que explica, que cuarenta años mas tarde, cuando cesaron los motivos que le impidieron hacerlo, brinde la noticia con el nombre de la paciente, como garantía de veracidad, para salvar a la historia lo valedero de su aporte. Y tanto es así, que el 19 de mayo de 1848, en una comunicación sobre una amputación realizada bajo anestesia por cloroformo, expresa:

Una Sra. A quien hice inspirar el cloroformo para extirpación de un tumor de uno de los pechos, dio algunos quejidos y articuló algunas palabras; sin embargo, dijo después que no había experimentado dolor alguno, y que recordaba solamente haber sufrido el disgusto o la angustia que experimentan los que están bajo la influencia de una pesadilla.

Esto nos hace suponer que es el caso que refiere, el primero en que hizo inhalar cloroformo para producir anestesia quirúrgica, ratifica nuevamente el Dr. López Sánchez.

Como vemos la vida y obra del Dr. Nicolás J. Gutiérrez Hernández en sus noventa años de existencia estuvo dedicada al desarrollo científico y social de nuestro país, quien consideraba que: 33-35

Siquiera no fuese más por orgullo nacional, debiera hacérsele entender a los forasteros y extranjeros (sic) principalmente que no nos ocupamos sólo en hacer azúcar y cosechar tabaco, sino también cultivamos también las ciencias.

Entre sus cargos científicos, docentes y sociales debemos destacar los siguientes:

· Fundador y primer presidente de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de la Habana el 19 de mayo de 1861, cargo para el cual fue reelegido hasta su fallecimiento en 1890.

· Rector de la Universidad de la Habana entre 1879 y 1880.

· Regidor del Ayuntamiento y Teniente Alcalde de la Habana.

Recibió numerosas distinciones, a destacar:

· La Gran Cruz de Isabel, La Católica, en 1883.

· Socio de Honor de la Sociedad de Estudios Clínicos, del Centro Médico- Farmacéutico de Cienfuegos.

· Socio de Honor, de las sociedades económicas de Santiago de Cuba y de La Habana.

Fue miembro de varias instituciones extranjeras:

· Corresponsal de la Sociedad Frenológica de París, de la Sociedad Médico- Quirúrgica de Cádiz y de la Sociedad Médico-Legal de Nueva York.

· Accademia dei Lincei, de Roma.

· Academia de Ciencias, Nueva Orleans

· Academia de Cirugía, Madrid.

· En 1887 fue nombrado Vicepresidente del Congreso Médico Internacional, celebrado en Washington, Estados Unidos de Norteamérica.

De su bibliografía se destacan los siguientes artículos y textos:

· Abreu, Agustín Encinoso de y Nicolás José Gutiérrez: Memoria del cólera morbos en la Habana (publicado en pliegos aparte, anexos al último número del Repertorio Médico Habanero), La Habana, 1843.

· Breve manual de medicina operatoria para el curso de 1839, Imprenta Literaria, La Habana, 1839.

· Curso de anatomía al alcance de todos, dado en el Liceo Artístico y Literario de la Habana, en 1846, Imprenta del Diario de la Marina, La Habana, 1847.

· Relaciones entre la fiebre amarilla y la fiebre biliosa de los países cálidos. En: Anales de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de la Habana, volumen 1, La Habana, 1864, páginas 178-188 y 384.

Informe y mociones presentados por Nicolás José Gutiérrez al Cabildo Habanero

De las Actas Capitulares del Ayuntamiento de La Habana:

· Moción sobre los mercados habaneros. En el acta del cabildo celebrado el 25 de marzo de 1860.

· Moción sobre cementerios. Cabildo ordinario de 14 de septiembre de 1860.

· Moción sobre hospitales. Del cabildo ordinario de 19 de octubre de 1860.

· Informe sobre tarifas de industria y comercio. Del cabildo ordinario de 25 de octubre de 1861.

· Informe sobre intensificación de vacunas. Del cabildo ordinario de 4 de julio de 1862.

· Informes sobre instrucción primaria. Del cabildo ordinario de 13 de marzo de 1863.

El presente artículo resume más de una década de investigación acerca la historia de la anestesia en Sudamérica, Centroamérica y especialmente en nuestro país con el propósito de conocer cuáles fueron las primeras técnicas inhalatorias en Latinoamérica, en él se observa la primacía de Cuba, asi como la existencia de diferentes agentes inhalatorios éter sulfúrico, cloroformo y, en el caso muy especial de Ecuador, protóxido de nitrógeno (tabla 1),

                                                           Tabla 1. Historia de las primeras anestesias inhalatorias en Latinoamérica

País

Centro de Salud

Ciudad

Fecha

Agente Anestésico

Paciente

Intervención

Quirúrgica

Médico

Nacionalidad

Cuba

Hospital San Juan de Dios,

 La Habana

11.03.1847

Éter

Hombre de18 años

Evacuación de Hidrocele bilateral

Dr. Vicente Antonio de Castro y Bermúdez (Sancti Spiritus   1809 – Habana 1869) 

Uruguay

Hospital de la Caridad,

Montevideo

2 .05. 1847

Éter

Pedro Rivas, 42 años

Artillero Herido

Extensa de la mano y brazos derechos

Amputación de brazo en cuatro minutos

Dr. Patricio Ramos

( Buenos Aires, Argentina)

Brasil

Río de Janeiro

20.05. 1847

Éter

Fco. De Asís Páez Leme

Estudiante de Medicina, con fines experimentales

Dr. Roberto Haddock Lobo

México

Hospital

San Juan de Dios

Mérida, Yucatán

4.06. 1847

Éter

José María Juchin

Amputación de brazo izquierdo, tercio inferior

Dr. José Matilde Sansores

( México)

Argentina

Consultorio privado, calle Perú,

Buenos Aires

30.08.1847

 

Éter

Hombre de 30 años

Corrección  de estrabismo convergente

Dr. Jacob Merrill Tewksbury

( Estados Unidos)

Guatemala

Hospital General de San Juan de Dios,  Ciudad Guatemala

30.11. 1847

Éter

Urbano Paniagua

Amputación de un dedo de la mano

Dr. José Enrique Luna

(Guatemala)

Venezuela

Maracaibo

1847

Éter

Hombre

 

Dr. Blas Valbuena

( Venezuela)

Chile

Hospital San Juan de Santiago

13.04. 1848

Éter

 

 

 

Colombia

Bogota

1849

Cloroformo

Mujer

Extirpación de un tumor de seno

Dr. Antonio Vargas Reyes

Salvador

San Salvador

Hacia 1860

Cloroformo

 

 

Dr. Emilio Álvarez

Ecuador

Quito

1870

Protóxido de Nitrógeno

 

 

Dr. Alejandro Shibbeye  ( Suecia)

Costa Rica

Hospital San Juan de Dios

1875

Cloroformo

 

 

Dr. Carlos Durán Cartín  ( San José, Costa Rica)

 

El empleo de las primeras técnicas de anestesia con cloroformo en Latinoamérica, que para nuestra admiración corresponde también a Cuba, y al científico cubano Dr. Nicolás José Gutiérrez y Hernández, el mérito histórico de la introducción de la anestesia clorofórmica, se reflejan en la tabla 2.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Aldrete JA. Contribuciones hispanoamericanas a la anestesiología. MEDICO Interamericano 1997;16(7):396-404.

2. Barros S. William Thomas Morton (1819-1868): La hazaña de ser el primero. Ombrédanne 1999; 3. En línea. Consultado: 9/08/2000. Disponible en: www.socanestesia.cl

3. Sáenz Larrache C. ¿Es la primera anestesia por inhalación administrada en Yucatán, la primera en la República Mexicana? Rev Mexicana Anest. 1985;8:151-54.

4. Franco Grande A, Baños Rodríguez G, Carregal A, Carceller J. Historia de la introducción de la anestesia etérea en España. Una nueva contribución a su estudio. Rev Española Anest Rean. 1991;38(2):105.

5. Vilaplana Santaló CA. Vicente Antonio de Castro in Memoriam. Editorial Invitado. Revista Cubana de Anest Reanim. X2004;2(1):4-8. En línea. Consultado: Mayo 5, 2011. URL disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/scar/vol3/no1/editorialinv.htm

6. Vilaplana Santaló CA, Saínz Cabrera HP, González Pérez SF. El arte de escribir en Vicente Antonio de Castro y Bermúdez. Editorial invitado. Rev Cubana Anest Reanim. 2011;10(1). En línea. Consultado: 9/08/2011. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S1726 -67182011000100010&script=sci_arttext

7. Vilaplana Santaló CA. Vicente Antonio de Castro. El genio espirituano de las ciencias médicas. Gaceta Médica Espirituana. 2011;12(3).

8. Praderi RC, Bergalli L. Historia de la cirugía Uruguaya, Montevideo, 1981, página 16. En: Venturini A H. Las primeras anestesias con cloroformo. Uruguay, página 9. Historia de la Anestesia en Sudamérica. Disponible en: www.clasa-anestesia.org. Comisión de Historia. Visitado: 9 de enero de 2011

9. Vaccarezza O. Apuntes para la historia porteña de la anestesia quirúrgica en el siglo XIX. Primer Congreso Nacional de Historia de la Medicina Argentina, Buenos Aires, 1968, Actas: 225-238. En: Venturini A H. Las primeras anestesias con cloroformo. Uruguay. Historia de la Anestesia en Sudamérica. Página 9 Disponible en: www.clasa-anestesia.org. Comisión de Historia. Visitado: 9 de enero de 2011

10. Venturini A H. Las primeras anestesias con cloroformo. Argentina. En: Historia de la Anestesia en Sudamérica. Página 10. Disponible en: www.clasa-anestesia.org. Comisión de Historia. Visitado: 9 de enero de 2011

11. Huete Lira I. La medicina militar chilena durante la guerra del Pacífico (1879-1884). Revista Ars Médica, Universidad Católica de Chile, Vol. 4, Nº 4. http://escuela.med.puc.cl/publ/arsmedica/arsmedica.html . Consultado: 19 / 02 / 2011

12. Muñoz, E. et al. Los orígenes de la Anestesia en Chile, Revisión histórica. Rev. Chil Cir 2000, 3:305-12.

13. Bezerra do Vale N. Sesquicentenario da Anestesia Obstétrica. Rev. Bras. Anest 1998; 5:424-40.

14. Bandera B. Historia de la Anestesiología en México. Evolución, Desarrollo y Futuro. Rev Mex Anest 1960; 47: 85.

15. Moreno a la Torre CR. Breves reflexiones sobre la Historia de la Anestesiología en México. Rev Mex Anest 1985; 8: 127 -29.

16. Cervera-Andrade A. Apuntes para la historia del Hospital O ` Horán de la ciudad de Mérida, Yucatán, México. Rev Biomed 2001; 12:63-74.

17. Ramírez, F. Historia de la Anestesiología en Venezuela. VITAE Academia Biomédica Digital, Facultad de Medicina, Universidad Central de Venezuela, Nº 25, Octubre-Diciembre 2005. En: Venturini A H. Las primeras anestesias con cloroformo. Venezuela. Historia de la Anestesia en Sudamérica. Página 11. Disponible en: www.clasa-anestesia.org. Comisión de Historia. Visitado: 9 de enero de 2011

18. Andrade Marcano D. Historia de la anestesiología en Venezuela. Rev Venezolana Anest 2002; 7 (2): 72.

19. Herrera Pontón, J. Historia de la Anestesia en Colombia. Rev. Colomb Anest 1974; 2: 155-61.

20. Sanabria Ortiz, L. Historia de la Anestesia en Paraguay. En línea. Consultado: 19/10/2010. URL disponible en: www.clasa-anestesia.org/search/apendice/comision_historia/paraguay.htm .

21. Diario «El Comercio», Serie Museos, Quito, 13 de febrero de 2000. En: Venturini A H. Las primeras anestesias con cloroformo. Ecuador. Historia de la Anestesia en Sudamérica. Página 11. Disponible en: www.clasa-anestesia.org. Comisión de Historia. Visitado: 9 de enero de 2011

22. Morán Pinto, O. En busca de mitigar el dolor. Revista Cambios 2003; 2 (4): 327.

23. Sotela JE. Reseña histórica de la anestesia en Costa Rica. Disponible en: www.HISTORIA DE LA ANESTESIA\AMA -Costa Rica - Historia.htm Visitado: 3 / 04 / 2011.

24. Venturini A H. Las primeras anestesias con cloroformo. Perú. Historia de la Anestesia en Sudamérica. Página 11. Disponible en: www.clasa-anestesia.org. Comisión de Historia. Visitado: 9 de enero de 2011

25. López Sánchez J. Uso de la anestesia por cloroformo. En: Capítulo 4: Historia y evolución de la anestesia quirúrgica en Cuba. Trabajo para celebrar el centenario del descubrimiento de la anestesia quirúrgica, presentado en la Reunión Anual de Cirujanos Cubanos, enero de 1947. Voz y Letra por la Historia de las Ciencias. Editorial de Ciencias Sociales, 2007, páginas 110 -12.

26. López Sánchez J. The introduction of Anaesthesia in Cuba. Journal Historial Medical Allied Science 1946.

27. López Sánchez J. Historia y evolución del uso de la anestesia quirúrgica en Cuba. Bol. Coleg. Méd. Camagüey 1947; 10: 16-54.

28. López Sánchez J. Historia y evolución del uso de la anestesia quirúrgica en Cuba. Rev Méd Cubana 1959; 70: 153-82.

29. Roig de Leuchsenring E. RAICES. Homenaje al ilustre habanero Nicolás Gutiérrez en el cincuentenario de su muerte 1890 1940, Cuadernos de Historia Habanera, No. 21, 1941: 25-27.

30. Roig de Leuchsenring E. RAICES. Homenaje al ilustre habanero Nicolás Gutiérrez en el cincuentenario de su muerte 1890-1940, Cuadernos de Historia Habanera, No. 21, 1941: 27-35.

31. López Espinosa JA. El primer libro de texto cubano sobre cirugía. Acimed 2006; 14(2). Disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/aci/vol14_2_06/aci10206.htm Consultado: 09 / 04 / 2011

32. Ferrer Gutiérrez V. Nicolás Gutiérrez, ciudadano y hombre de ciencia. En: Roig de Leuchsenring. Homenaje al ilustre habanero Nicolás Gutiérrez en el cincuentenario de su muerte 1890 1940, Cuadernos de Historia Habanera, No. 21, 1941: 29-30.

33. García Blanco R. Nicolás José Gutiérrez Hernández. En: Cien figuras de la ciencia en Cuba. Editorial Científico Técnica, 2002, páginas 212 -14.

34. Delgado García G: «Nicolás José Gutiérrez, Precursor y Fundador Científico en Cuba», en conferencias y estudios de historia y organización de la ciencia No.5, CEHOC, La Habana, 1978, páginas 1- 24

35. Delgado García G: «Nicolás J. Gutiérrez Hernández, 1800 1890, En: Cuadernos de Historia de la Salud Pública, No. 67, La Habana, 1984, páginas 1- 322.

 

 

Recibido: 1ro. de julio de 2012.
Aprobado: 2 de agosto de 2012.

 

 

MSc. Dr. Carlos Antonio Vilaplana Santaló. Hospital Universitario "Manuel Ascunce Domenech", Camagüey. Cuba.