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Humanidades Médicas

versión On-line ISSN 1727-8120

Rev Hum Med v.6 n.1 Ciudad de Camaguey ene.-abr. 2006

 

 

ArtÍculo

 

La autorregulación a nivel social desde una perspectiva cibernético axiológica.

Social level selfregulation from a cybernetic and axiologic point of view.

 

Autor

 

Arturo José Sánchez Hernández. Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral. Residente de Primer año en Psiquiatría, Diplomado en Bioética y Teoría de los valores. Hospital Psiquiátrico Provincial René Vallejo Ortiz. E-mail: ajsh700908@yahoo.es

 

Resumen

El autor comienza explicando el origen del término cibernética y su relación con la teoría de los valores ético-morales. Mas adelante conceptúa los términos: sistema, autorregulación, adaptación, equilibrio, homeostasis, entropía, eficacia y eficiencia. Continúa dando respuesta a la interrogante: ¿Cómo se efectúa la autorregulación a nivel social?, explicando los elementos que participan en la misma. Por último argumenta las características que esta debe tener para que sea correcta desde el punto de vista ético-moral.

Palabras clave: FILOSOFIA; MORAL; PRINCIPIOS MORALES; CIBERNETICA

Introducción

Puesto que una de las funciones principales de los valores ético morales es la autorregulación, es necesario comprender o al menos tener explicaciones a como se efectúa esta. Tal problemática es susceptible de ser abordada desde varias disciplinas. En el presente estudio será enfocada desde la óptica de la cibernética.

¿Cuál es el origen del término cibernética y como se relaciona esta ciencia con la teoría de los valores ético morales?

En la Grecia antigua se designaba con el término Kibernetes al timonel o piloto de un buque, o en sentido figurado, al jefe de un estado. De aquí deriva cibernética que significa la ciencia de dirigir desde un buque hasta un estado.

En 1838, el físico y matemático francés André Marie Ampere, en su obra enciclopédica: "Ensayo sobre la filosofía de las ciencias", habló de una ciencia nueva, que estudiaba las modalidades de dirigir la sociedad, en el sentido de su gobernamiento desde el punto de vista de la economía política. Ampere tomó el concepto de los Diálogos Platónicos donde Kibernao significa pilotear un trirremo o el arte de pilotear.

En 1946, el matemático Norbert Wiener (1894-1964) publicó su obra: "La cibernética o el control y la comunicación en los seres vivos y máquinas", lo cual se considera el punto de partida en la fundación de esta joven ciencia, a la cual su fundador define como la ciencia de la dirección y transmisión de la información en mecanismos, organismos y la sociedad. (1)

Uno de los problemas centrales de la cibernética es el de la estructura de los sistemas que se autorregulan, así como la relación y jerarquía que existen entre esos elementos estructurales. Cualquier sistema que se autorregule es susceptible de ser analizado desde la óptica de la cibernética; desde un organismo vivo cazando una presa hasta la forma en que una sociedad se orienta hacia el logro de sus objetivos rectores, y no queda fuera de este enfoque la autorregulación de un individuo o grupo en su medio social para lograr adaptación en ese nivel adaptativo, en lo cual los valores ético morales juegan un papel muy importante.

El presente estudio está orientado a una mejor comprensión de los mecanismos de autorregulación de individuos y grupos dentro de la sociedad, y con esto crear las bases para una mejor comprensión de las alteraciones de la autorregulación a nivel social que se producen en los trastornos neuróticos, lo cual constituye una faceta importante de estas entidades nosológicas que ha sido poco estudiada. Para el logro de este objetivo se intentará dar respuesta a las interrogante: ¿Cómo se efectúa la autorregulación a nivel social? (Enfoque cibernético), y ¿cómo debe ser la autorregulación a nivel social para que sea correcta desde el punto de vista ético moral? (Enfoque axiológico). Cuestionamientos estos muy diferentes que no deben ser confundidos.

Algunas definiciones necesarias

Para ganar en claridad a la hora de abordar la autorregulación a nivel social desde las perspectivas cibernética y axiológica es necesario definir primero el concepto de sistema, el cual consiste en un conjunto de elementos relacionados entre si, constituyendo una estructura y cumpliendo una función.

Todo sistema está formado por varios subsistemas y es a la vez subsistema de un sistema mayor. En orden descendente un ser humano es un sistema compuesto por el sistema de órganos, órganos, tejidos, células, componentes celulares, etc. En orden ascendente, constituye un subsistema de diferentes sistemas en la sociedad: grupo familiar, escolar, laboral, investigativo, deportivo, etc.; Con diferente jerarquía y grado de generalización, hasta llegar a la sociedad y humanidad como niveles de integración sistémicas más generales en los que está presente el ser humano. La forma en que un sistema contribuye al mantenimiento del o los sistemas de mayor jerarquía en los que está inscrito se denomina función.

Todo sistema existe en un determinado contexto, entorno o medio externo y es a su vez contexto o medio externo de los subsistemas que lo componen. El ser humano se autorregula en el marco de diferentes contextos: grupo familiar, deportivo, investigativo, etc.; los cuales a su vez constituyen sistemas que se autorregulan en un contexto social. Cada individuo cumple determinadas funciones dentro de los diferentes grupos a los que pertenece, y cada grupo cumple determinadas funciones dentro de la sociedad.

La interrelación entre los componentes del sistema engendra nuevas cualidades que no las poseen los elementos del sistema por separados, ni son atribuibles a la simple adición de las propiedades de sus partes o componentes. A su vez las partes pueden tener cualidades que están inhibidas por la organización del conjunto.

Los sistemas funcionan como un todo único por lo que pueden ser delimitado del medio, de hecho si un sistema pierde sus diferencias con el medio y se iguala con él deja de existir como sistema.

Atendiendo al tipo de intercambio que los sistemas establecen con el entorno, pueden ser cerrados o abiertos. Los primeros en alguna medida intercambian energía con el medio externo, pero no materia ni información. Los segundos intercambian constantemente con el medio: materia energía e información, y en este proceso de intercambio pueden distinguirse entradas y salidas las cuales son selectivas. El ser humano, así como los diferentes grupos sociales y la sociedad en general, constituyen sistemas abiertos, y la evolución de los mismos apunta hacia una especialización funcional de sus componentes. (1)

Los sistemas pueden ser materiales o ideales. En la autorregulación a nivel social participan elementos de la subjetividad que constituyen sistemas ideales, los cuales son subjetivos para el individuo que los porta.

Todo sistema sufre desgaste con el paso del tiempo o con el funcionamiento del mismo, a lo cual se denomina entropía. Los sistemas altamente entrópicos tienden a desaparecer. Para que esto no ocurra el sistema debe tener rigurosos mecanismos de reelaboración, cambio permanente y autorregulación.

La autorregulación constituye el proceso mediante el cual un sistema autorregulado, se orienta a un estado deseado o patrón de autorregulación y al recibir información sobre el medio y su posición con relación al estado deseado corrige el curso del proceso de acercamiento al mismo. (Primer nivel de autorregulación o bucle cibernético). La autorregulación incluye además la detección de errores tanto en el proceso mismo de acercamiento al estado deseado como en los patrones de autorregulación. (Segundo nivel de autorregulación o bucle cibernético). La autorregulación, cuando es adecuada en sus dos niveles o bucles cibernéticos, hace posible la adaptación del sistema autorregulado, o al menos de alguno de los sistemas de mayor grado de generalización a los que pertenece. (2)

Un concepto muy importante a la hora de abordar la autorregulación es el de adaptación, el cual cada ciencia ha enfocado desde su óptica y a través de su metodología, aun cuando se esté tratando un objeto de estudio tan complejo como es el ser humano. Así, desde la óptica de la biología, adaptación es el conjunto de cambios biológicos necesarios para la supervivencia individual y de la especie. Desde la óptica psicológica adaptación se refiere a los cambios psíquicos necesarios para una interrelación con el medio que permita satisfacer eficientemente las necesidades del individuo. Desde la sociología se hace hincapié en el ajuste del individuo o grupo al medio social, en donde juega un importante papel la asimilación de normas, valores, principios, etc. del medio sociocultural. Un concepto clave en este sentido es el de socialización. Desde estas perspectivas adaptación es básicamente ajuste y acomodación al medio.

La óptica cibernética incluye los cambios que se efectúan en el propio individuo o grupos, tanto en sus dimensiones biológicas como psicológicas, así como las transformaciones que estos efectúan en su entorno o medio externo, para lograr una interacción efectiva con él que les permita mantener el medio interno dentro de límites homeostáticos, y las estructuras necesarias para mantener el equilibrio interno y la funcionabilidad del sistema. (2)

Con lo hasta aquí planteado, “adaptación” pudiera ser definida como el mantenimiento de las variables esenciales dentro de los límites que garantizan el equilibrio interno (límites homeostáticos), así como de las estructuras que garantizan ese equilibrio interno y la funcionabilidad del sistema; frente a las perturbaciones y exigencias tanto del medio exterior como del propio desarrollo evolutivo del sistema autorregulado.

Existen diferentes niveles de integración de la materia viva: protoplasma, célula, tejido, órgano, sistema de órganos, organismo, grupo, ecosistema y biosfera. En el caso del ser humano, además del individuo, existen también los niveles: grupo, sociedad y humanidad. En cada uno de esos niveles se produce adaptación y por lo tanto autorregulación. En tal sentido puede hablarse de niveles adaptativos. En el presente estudio será abordada la adaptación a nivel social de individuos y grupos.

Existen diferentes modalidades mediante las cuales se logra la adaptación a nivel social:
1. Modalidad pasiva:
· Transformaciones biológicas y/o psicológicas en el propio individuo o grupo.
2. Modalidades activas:
· Transformación del medio externo.
· Traslado a otras condiciones dentro del mismo medio, o a otro medio.
3. Modalidad mixta con predominio de una u otra variante.

Estos mecanismos adaptativos se encuentran estrechamente relacionados. En la medida en que el ser humano transforma el medio se transforma a sí mismo, ya que necesita adquirir los conocimientos y habilidades necesarias para realizar esos cambios.

Habrá adaptación cuando, en la interacción con el medio y con uno mismo, las variables esenciales se logran mantener dentro de límites homeostáticos, independientemente de la forma en que esto se obtenga. En la concepción del traslado a otras condiciones dentro del mismo medio, o a otro medio como modalidad adaptativa hay que tener en cuenta el grado de generalización del sistema en el que se efectúa la adaptación: hogar, centro de trabajo o de estudio, provincia, país, etc. Un individuo puede no adaptarse a las condiciones de existencia de su centro de trabajo e irse a otro, en tal caso no se adaptó a él, pero se adaptó a su provincia o país.

Tanto el medio externo como el desarrollo del propio individuo plantean exigencias de manera ininterrumpida, por lo que mantener el equilibrio interno a través de la relación con el entorno y con uno mismo es una tarea constante y muchas veces difícil. En tal sentido puede hablarse de adaptabilidad como la propiedad de un sistema de modificar procesos, estados o alguna de sus características respondiendo a las modificaciones que sufre el contexto y a sus propias exigencias evolutivas en función del logro del mantenimiento de la homeostasis.

La homeostasis define el nivel de respuesta y de adaptación del sistema autorregulado al contexto. Constituye el mantenimiento del medio interno dentro de ciertos parámetros a pesar de las condiciones siempre cambiantes del medio externo. Los mecanismos homeostáticos garantizan que los cambios del medio externo provoquen solo cambios mínimos en el medio interno, los cuales se producen en un rango más o menos estrecho.

Otro concepto muy importante para la comprensión de la adaptación y autorregulación es el de equilibrio, el cual consiste en el estado de un sistema en el que las fuerzas que actúan sobre él y dentro de él, se contrarrestan y compensan mutuamente. Constituye un balance de fuerzas. Si el sistema enfrenta variaciones constantes del medio y está en un proceso continuo de transformación, pero mantiene un tipo de organización que le permite cumplir sus funciones, estamos en presencia de un equilibro dinámico. (3)

Cuando se analiza el fenómeno adaptación se puede hablar de un equilibrio general del medio interno, en el que las variables esenciales se logran mantener dentro de límites homeostáticos, el cual está formado por múltiples subequilibrios que tienden a romperse bajo la constante influencia de perturbaciones del medio externo, y por las exigencias del propio desarrollo evolutivo del sistema autorregulado, por lo que este tiene que restaurarlos de forma permanente, lo cual constituye uno de los fundamentos de su viabilidad. Desadaptación parcial y perdida parcial de la capacidad para adaptarse equivale a enfermedad. Desadaptación total equivale a la muerte en el caso de individuo o extinción en el caso de la especie.

Este estado de acercamiento permanente al equilibrio general por medio de la restauración de subequilibrios parcialmente rotos es respaldado en los organismos vivos por medio del mecanismo de la necesidad. Los desequilibrios se experimentan como malestar e impulsan al ser vivo a buscar en el medio externo los elementos necesarios para mantener las variables internas dentro de límites homeostáticos.

Existen necesidades que tienen que ver más con el equilibrio de otros que con el del propio individuo que las experimenta. Tal es el caso de la necesidad de protección de la descendencia y las sexuales. Hablando en términos puramente biológicos, el sexo es innecesario para que un ser humano se mantenga vivo, y sin embargo se experimenta con relativa fuerza porque garantiza la perpetuación de la especie.

Un sistema autorregulado es eficaz si es capaz de lograr sus objetivos adaptativos y objetivamente los alcanza, para la cual cuenta con determinados recursos energéticos, informativos y materiales. El sistema es eficiente cuando los alcanza con una utilización racional de los recursos disponibles y por tanto con una relación costo beneficio positiva.

Hasta aquí algunos elementos teóricos necesarios para comprender la autorregulación a nivel social.

¿Cómo se efectúa la autorregulación a nivel social?

La autorregulación se efectúa a través del mecanismo de retroalimentación negativa o feed back, mediante el cual el sistema orientado a un estado deseado o patrón de autorregulación, al recibir información sobre el medio y sobre su posición con relación al patrón de autorregulación, corrige el curso del proceso de acercamiento al mismo. Pero tanto el estado deseado como los procedimientos para alcanzarlos pueden estar incorrectamente planteados, y el sistema puede ser incapaz de alcanzarlos, o si los alcanza se aleja de su homeostasis, por lo que la autorregulación incluye una revisión constante tanto de los propios patrones de autorregulación como de los procedimientos para alcanzarlos. Cuando se habla de autorregulación a nivel social se hace referencia a la que efectúan individuos y grupos dentro de la sociedad.

La autorregulación a nivel social se efectúa sobre la base de información acerca de la relación de la posición actual con respecto al estado deseado, o sobre la eficacia y eficiencia de los procesos de autorregulación. En la recepción, almacenamiento, procesamiento y salida de la misma participan procesos mentales conscientes así como otros que se efectúan al margen de la conciencia y por lo tanto subconsciente.

El individuo no puede ser consciente de la marcha de sus procesos de autorregulación en todos los niveles de integración sistémica que lo componen ni en todos los que él forma parte. No puede ser consciente de los procesos de autorregulación a nivel de sus células ni de los que ocurren a nivel de biosfera. Y de la marcha de su autorregulación a nivel social, de la cual puede ser potencialmente consciente, tampoco lo es, ni es necesario que lo sea, de todo el proceso ni en todo momento. A no ser que esa autorregulación orientada a determinados objetivos sea ineficiente o ineficaz, haya que realizar una revisión y replanteamiento de la misma y el individuo sea capaz de realizar tal revisión.

Debido a que la actividad constituye el proceso de interacción del sujeto con el objeto, de manera voluntaria y consciente; y que en la autorregulación a nivel social participan procesos mentales tanto conscientes como subconscientes, resulta más apropiado utilizar el término conducta que el de actividad al referirse al proceso de acercamiento progresivo al estado deseado. (Figura 1)

Un elemento importante de la autorregulación a nivel social lo constituye el sistema de objetivos, metas o patrones de autorregulación hacia los cuales se dirige la actividad. De hecho, una forma grave de desorientación aparece por la ausencia de patrón de autorregulación o alteraciones de este.

En el proceso de autorregulación social de un individuo o grupo van a existir todo un sistema de objetivos y subobjetivos organizados jerárquicamente, que pudieran graficarse como una pirámide en cuya cúspide se encontrarán los objetivos rectores de máximo grado de generalización pero que aportan poca claridad sobre como alcanzarlos, y en orden descendente objetivos con menos grado de generalización pero que aportan más claridad sobre como lograrlos. Los resultados de la conducta son evaluados por el individuo o grupo que se autorregula en función de su acercamiento o no a los objetivos planteados, y sobre la base de tal evaluación se corrige el curso de la misma, así como el sistema de objetivos u otros elementos biológicos, psicológicos o sociales necesarios para alcanzar las metas. (Figura 1).

Para que los objetivos rectores puedan expresarse conductualmente se necesita de toda una jerarquía de objetivos y subobjetivos. Sin los de menor grado de generalización, el individuo se encuentra perdido con relación a como lograr sus objetivos rectores, y sin estos últimos, los primeros carecen de sentido, en ambos casos habrá desorientación, la cual traerá como consecuencia desadaptación. (i)

Dentro de los elementos que participan en la autorregulación de la conducta a nivel individual, como patrones de autorregulación, podemos mencionar los siguientes: sentido de la vida, propósitos, sistema de normas internalizadas, ideales morales o de cualquier otro tipo, etc.

Pero el ser humano individual no existe al margen de sus relaciones sociales, no pueden comprenderse correctamente los patrones de autorregulación del ser humano a nivel individual sin la relación de estos con los patrones de autorregulación a nivel grupal y social, ya que estos últimos ejercen una gran influencia en los primeros.

En los grupos y en la sociedad como sistemas que se autorregulan, también van a existir un sistema de objetivos y subojetivos organizados jerárquicamente. Podemos hablar también de objetivos rectores muy generales, y de objetivos menos generales pero que aportan más claridad a la hora de traducirlos en la conducta de individuos concretos.

En el caso de la sociedad tenemos como objetivos más generales a la orientación fundamental de los sistemas ético-filosóficos que coexisten en ella y los objetivos rectores de cada institución social. Ocupando niveles jerárquicos inferiores pudieran mencionarse a los ideales sociales de todo tipo, sistema de normas imperantes en la sociedad (morales, jurídicas y administrativas), mitos, tabúes, etc., lo cual pudiera ser también graficado como una pirámide. (Figura 2) (ii)

La necesidad humana de orientación es tan importante que todo sistema ético-filosófico constituido realiza una proposición de objetivo supremo, así como de las mejores formas de alcanzarlo (sistema de subobjetivos)

Los diferentes elementos que funcionan como patrones de autorregulación a nivel grupal y social solo participan en la autorregulación de la conducta cuando son asumidos por el individuo, cuando han sido previamente internalizados y forman parte de su subjetividad a través de elementos de su psiquismo, de lo contrario tendrán un carácter formal, y sólo participarán en la regulación de la conducta ante situaciones de control o presión externos.

Cuando se habla de autorregulación no se hace referencia a un individuo o grupo flotando en el espacio, sino que esta se efectúa en el marco de un determinado contexto socio histórico y cultural, el cual, conjuntamente con las propias exigencias de desarrollo evolutivo del actor social, planteará determinadas exigencias de autorregulación. (iii)

Tanto el individuo o grupo como el contexto en el cual se autorregulan, se encuentran en constante transformación, por lo que deben reajustar sus mecanismos adaptativos en función de esas transformaciones, de lo contrario se desadaptarán o lograrán la adaptación a un costo demasiado elevado.

Hasta aquí, de manera muy general, se ha dado respuesta a cómo se realiza la autorregulación a nivel social; queda por resolver la segunda interrogante: ¿Cómo debe realizarse esta para que sea correcta desde el punto de vista ético moral?

¿Cómo debe ser la autorregulación a nivel social para que sea correcta desde el punto de vista ético moral?

Cuando se evalúa algo se hace en función de un criterio o patrón de evaluación. Tomando como patrón de evaluación al criterio axiológico universal, desde posiciones humanistas, la autorregulación es valiosa si tributa a la dignidad humana, y para esto debe contribuir a la satisfacción de necesidades normales de nuestra especie.

Tomando como base de la evaluación al criterio axiológico particular para la zona axiológica de los valores ético morales, la autorregulación será valiosa si a través de ella el individuo, grupo, sociedad o la humanidad en general logra adaptarse haciendo un uso adecuado de los recursos disponibles.

Si la autorregulación no produce adaptación, aun contando el individuo o grupo con los recursos y capacidades para hacerlo, o produce adaptación por medio de una utilización no racional de los recursos disponibles, será incorrecta desde el punto de vista ético moral. En este sentido el criterio evaluativo está vinculado a la eficacia y eficiencia para lograr la adaptación.

Pero la eficacia y eficiencia de la autorregulación en función de la propia adaptación no es suficiente como criterio de que esta es correcta desde el punto de vista ético moral, hay que tomar también en consideración la adaptación de otros individuos y grupos diferentes al que se autorregula.

Con suma frecuencia un individuo, grupo o sociedad logra adaptarse, a costa de la desadaptación parcial o total de otros, e incluso existen instituciones sociales como el ejercito que en tiempos de guerra intentará desadaptar al enemigo. La propia sociedad por medio de su sistema judicial y penitenciario puede poner en condiciones no habituales y no muy óptimas para la adaptación social a transgresores de la ley.

¿Cómo evaluar la autorregulación con la cual se logra la adaptación produciendo desadaptación parcial o total en otros?

En este punto hay que entrar a analizar la relación existente entre niveles de integración sistémica, en los que está presente el ser humano, con igual grado de generalización: individuo – individuo, grupo – grupo, sociedad –sociedad; así como la existente entre aquellos con diferentes grados de generalización: individuo, grupo, sociedad, humanidad.

Cuando el grado de generalización de los niveles de integración sistémica es el mismo, además de la eficacia y eficiencia de la autorregulación para lograr la adaptación dentro del nivel adaptativo en el que se desempeñan, esta ha de realizarse tributando a la adaptación de otros, o simplemente respetando sus derechos a la misma.

Cuando se analiza la autorregulación en el marco de la relación de niveles de integración sistémica con diferentes grados de generalización; en dependencia del tipo y magnitud de las exigencias que estén enfrentando los mas generales, se justifica o no la autorregulación dirigida a la adaptación de estos a costa de la desadaptación parcial o total de aquellos con menor grado de generalización.

Cuando un miembro de una familia funcional sufre una enfermedad grave que requiere cuidados y tiempo de los otros miembros, esto provoca en estos últimos, en mayor o menor medida, desadaptación social y biológica justificada. Desadaptación social, porque en función del cuidado del enfermo tendrán que dejar de hacer actividades sociales que antes hacían. Biológica porque durante ese periodo es muy probable que tengan que dejar de dormir y quizás hasta de alimentarse como antes.

Si es la sociedad la que enfrenta grandes exigencias como: guerras, catástrofes naturales, accidentes industriales o epidemias; se movilizan recursos materiales y humanos de forma no ordinaria, incluso entre aquellos que no hayan sido afectados directamente por los sucesos. Entre los movilizados no solo se verán afectadas las actividades cotidianas, sino que el enfrentamiento de la emergencia producirá desequilibrios biológicos justificados entre ellos.

Con lo hasta aquí expuesto se puede plantear que la autorregulación a nivel social es correcta desde el punto de vista ético-moral si produce adaptación a ese nivel adaptativo en el individuo o grupo que se autorregula y tributa a la adaptación de otros, o al menos no les provoca desadaptación injustificada.

La versión negativa de esta idea, y no por ello menos importante es: la autorregulación que provoca desadaptación y/o impide restablecer el equilibrio perdido en el individuo o grupo que se autorregula, o provoca desadaptación injustificada en otros, es incorrecta desde el punto de vista ético moral.

Conclusiones

  • La autorregulación se efectúa a través del mecanismo de retroalimentación negativa o feed back, mediante el cual el sistema orientado a un estado deseado o patrón de autorregulación, al recibir información sobre el medio y sobre su posición con relación al patrón de autorregulación, corrige el curso del proceso de acercamiento al estado deseado. La autorregulación incluye además la revisión y replanteamiento en caso de ser necesario, tanto de los propios patrones de autorregulación como de los procedimientos para alcanzarlos.
  • Dentro de los elementos que participan en el sistema de orientación social de un ser humano como patrón de autorregulación podemos mencionar los siguientes: sistema de normas internalizadas, sentido de la vida, ideales morales, etc.
  • En el caso de la sociedad tenemos como objetivos más generales a la orientación fundamental de los sistemas ético-filosóficos que coexisten en ella y los objetivos rectores de cada institución social. Ocupando niveles jerárquicos inferiores pudieran mencionarse a los ideales sociales de todo tipo, sistema de normas imperantes en la sociedad (morales, jurídicas y administrativas), mitos, tabúes, etc.
  • La autorregulación a nivel social es correcta desde el punto de vista ético-moral si produce adaptación en el individuo o grupo que se autorregula y tributa a la adaptación de otros, o al menos no les provoca desadaptación injustificada.
  • La versión negativa de esta idea, y no por ello menos importante es: la autorregulación a nivel social que provoca desadaptación y/o impide restablecer el equilibrio perdido en el individuo o grupo que se autorregula, o provoca desadaptación injustificada en otros, es incorrecta desde el punto de vista ético moral

Summary

The autor begings explaining the origino f the term cybernetics and its relationship with the ethical –moral values theory. Alter that he defines the terms: system, self-regulation, adaptation, balance, homeostasis, entropy, effectiveness and efficiency. He continues giving answers to the question: How is self.regulation made at social level?, explaining the elements that participate in it. Lastly he argues the characteristics that it should have so thata it be correct from the ethical-moral point of view.

Key words: PHILOSOPHY; MORAL; MORALS; CYBERNETICS

Recibido: 2/2/06 Aprobado: 12/3/06

Referencias bibliográficas

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2 Mihail NN, Rusu MA. ¿Qué es la biocibernética? La Habana, Cuba: Editorial Científico-Técnica;1989.

3 Capra Frijot. La trama de la vida, una nueva perspectiva de los sistemas vivos. Barcelona, España: Editorial Anagrama, S.A.; 1998. p 45.

4 Marx Carlos. Tesis sobre Feuerbach. Cátedra de Formación Política Ernesto Che Guevara. Introducción al Pensamiento Marxista. [en Internet] 2004 [citado 4 enero 2006]. [aprox. 1 p] Disponible en: http://www.rebelion.org/argentina/040202marx.htm

5 González Rey Fernando. Un análisis psicológico de los valores: su lugar e importancia en el mundo subjetivo. En: La formación de valores en la nueva generación. Una campaña de espiritualidad y de conciencia. La Habana, Cuba: Editorial de Ciencias Sociales; 1996. p 47, 49.

BibliografÍa

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Notas

(i) Entre los diferentes niveles adaptativos existe una estrecha relación; la desadaptación en un nivel produce desadaptación en otros niveles.

(ii) Existe diferencia entre jerarquía de objetivos, de motivos y de valores. Al hablar de jerarquía de motivos se hace referencia a un sistema de preferencias, al hablar de jerarquía de objetivos se habla de cómo se estructura la actividad para lograrlo, además, los motivos pueden no plantearse en forma de objetivos, y esto ocurre cuando el ser humano, solo desea pero no se ha propuesto alcanzar el objeto de su deseo, no se ha planificado con relación a él. Existe además diferencia entre estas dos jerarquías antes mencionadas y la de valores. La jerarquía de valores es la forma en que un individuo debe priorizar atendiendo a necesidades objetivas de autorregulación, pertenece al "deber ser y hacer", mientras que la jerarquía de motivos y de objetivos existe realmente, y las formas en que pueden estar priorizadas no siempre son valiosas desde el punto de vista ético-moral.

(iii)Para que un individuo sea portador de sentido de la vida necesita tener propósitos e ideales morales o de cualquier otro tipo, pero pudiera ser portador de estos últimos y no de sentido de la vida.