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Humanidades Médicas

versión On-line ISSN 1727-8120

Rev Hum Med v.10 n.3 Ciudad de Camaguey sep.-dic. 2010

 

CÁTEDRA

 

Ideas pedagógicas martianas y su vigencia en el sistema educacional cubano

 

Ideas pedagógicas martianas y su vigencia en el sistema educacional cubano

 

Sonia Socarrás SánchezI, Susana Socarrás SánchezII

I. Licenciada en Filosofía Marxista-Leninista, Máster en Humanidades Médicas, Profesora Auxiliar, Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey, Centro de Desarrollo de las Ciencias Sociales y Humanísticas en Salud, Carretera Central Oeste Km. 4½, Camagüey, Cuba, CP. 70700.ssonia@iscmc.cmw.sld.cu

II. Licenciada en Enfermería, Profesora Instructora, Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey, Departamento de Enfermería, Carretera Central Oeste Km 4½, Camagüey, Cuba, CP. 70700.

 


RESUMEN

La importancia de la problemática educativa y la necesidad de emplear el pensamiento martiano en las diferentes esferas de actuación del estudiantado cubano motivó la realización de esta revisión bibliográfica sobre las ideas pedagógicas martianas, conjuntamente con la valoración y la materialización en el sistema educacional cubano de cada una de ellas. Entre los resultados más importantes se destacan la información que se brinda sobre el proyecto educativo martiano, la dimensión político-social de la educación martiana y sus características esenciales.

 

Palabras clave: José Martí; pedagogía; educación


ABSTRACT

This bibliographical revision of José Martí’s educational ideas, their assessment and materialization within the Cuban educational system, was realized because of the importance of educational problems and the use of Martí’s thought within the different activities carried out by Cuban students. Information about the educational project based on Martí’s ideas, its political-social dimension and essential characteristics are among the most important results.

 

Keywords: José Martí, education, pedagogy


 

 

INTRODUCCIÓN

La obra de José Julián Martí y Pérez contiene un sólido pensamiento pedagógico, que tiene vigencia a partir del triunfo de la Revolución Cubana. El apóstol fue un observador extraordinario y analítico de los problemas educativos; para los cuales planteaba soluciones.

Esta investigación encierra sus ideas sobre la educación, las cuales constituyen una pieza clave de su estrategia político- cultural global. La pedagogía martiana por su originalidad fue concebida sólo para latinoamericanos y tiene como centro, la defensa de la cultura de estos pueblos. Se proyecta como arma de lucha para el logro de la unidad; forma parte de su pensamiento latinoamericanista, cuyo estudio no estaría completo sino analizamos su modelo educativo.

Concibe la educación como la vía idónea para preparar al hombre latinoamericano contra el poderoso vecino, lo que revela la esencia antiimperialista de su pensamiento: “El tigre espera, detrás de cada árbol, acurrucado en cada esquina. Morirá, con los zarpas al aire, echando llamas por los ojos.”1En él es una constante el optimismo y la confianza absoluta en la capacidad del hombre para la lucha. Esta constituyó su intención pedagógica más marcada, proclama que América unida vencerá sola al imperialismo y su misión política es la de preparar para ello a las nuevas generaciones. “[…] el deber urgente de nuestra América es enseñarse como es, una en alma e intento, vencedora veloz de un pasado sofocante, manchada sólo con la sangre de abono que arranca a las manos la pelea con las ruinas, […] El desdén del vecino formidable, que no la conoce, es el peligro mayor de nuestra América; y urge, porque el día de la visita está próximo, que el vecino la conozca, la conozca pronto, para que no la desdeñe. Por ignorancia llegaría, tal vez, a poner en ella la codicia. Por el respeto, luego que la conociese, sacaría de ella las manos.”2

Martí concebía la educación como un derecho del ser humano. Era un pedagogo innato, que tenía fe profunda en la educación, sobre todo en aquella que prepara realmente para la vida.

Atribuía gran importancia a los sistemas educativos, planes de estudio, programas, métodos y actividades, es decir; al conjunto armónico que conlleva a la formación de un hombre nuevo.

Lo expuesto anteriormente permite comprender la importancia del estudio de la concepción pedagógica martiana.

Para el tratamiento de esta problemática se realizó la revisión bibliográfica y búsqueda de información. Los resultados fueron positivos pues las experiencias teóricas responden a los elementos que brindan conocimientos generales sobre el pensamiento pedagógico martiano. Se revisaron las obras completas de José Martí, su ideario pedagógico, la Constitución de la República de Cuba, discursos y reflexiones de Fidel Castro Ruz.

Entre los antecedentes de esta investigación le corresponde un lugar destacado a Herminio Almendros por su contribución al desarrollo de la pedagogía en Cuba. Él escribió el Ideario Pedagógico y dio prueba de su respeto hacia la tradición pedagógica cubana y latinoamericana, de cuyas raíces José Martí fue heredero y, un creador de futuro. Se encuentran además los estudios de diferentes investigadores, entre ellos los del profesor Reinaldo Acosta Medina con su trabajo Algunas ideas de Martí y la pedagogía revolucionaria de hoy; a Pedro Deschamps Chapeaux investigador del Archivo Nacional y de la Academia de Ciencias con su investigación José Martí, maestro de obreros, a Justo Chávez Rodríguez, investigador titular del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas con su ponencia Acercamiento necesario al pensamiento pedagógico de José Martí.

La información sobre la dimensión político- social de la educación martiana, sus características esenciales, constituyen los aportes teóricos. La utilidad práctica consiste en su empleo como material de consulta para divulgar la vigencia de la su concepción educativa.

Esta investigación satisface necesidades pedagógicas y de carácter social por estar dirigida a ampliar el nivel cultural de los educandos y educadores sobre el proyecto educativo martiano. Su objetivo general es analizar la vigencia de las ideas pedagógicas martianas en el sistema educacional cubano.

DESARROLLO

El análisis de las concepciones pedagógicas de José Martí es necesario hacerlo en su integralidad. Adaptar dichas concepciones a las condiciones histórico-concretas, y vincularlas a las características del sistema educacional cubano.

Martí siempre contó entre sus propósitos lograr la independencia de Cuba y, propiciar las transformaciones necesarias, en todas las esferas de la sociedad, en el resto de las repúblicas latinoamericanas.

Su afán era lograr una América unida. La integración sólo sería posible si se lograba una comunidad de intereses culturales.

La educación en América Latina era autoritaria, memorística y además, llegaba sólo a una minoría de la población, dejando un saldo enorme de analfabetismo y de ignorancia en los pueblos. Por eso, Martí criticó ese tipo de educación.

En la mayoría de estos países existían proyectos educativos, que por sus concepciones y resultados obstaculizaban los propósitos martianos de liberación.

Su divisa era cambiar la educación como una condición necesaria del progreso social ya que “El problema de la independencia no era el cambio de forma, sino el cambio de espíritu”.1 Sólo un proyecto educativo nuevo podría contribuir eficazmente a ello. La educación nueva que propugnó, tenía que desarraigarse de las influencias extrañas, nacer de las condiciones propias de la cultura latinoamericana y sobre todo ajustarse a la época.

En reiteradas ocasiones planteó un criterio de profundo sentido dialéctico: “Se está cometiendo en el sistema de educación en la América Latina un error gravísimo: en pueblos que viven casi por completo de los productos del campo, se educa exclusivamente a los hombres para la vida urbana, y no se les prepara para la vida campesina.”2 “La educación nueva hacía surgir al hombre nuevo del cual América Latina estaba necesitada: Hombres vivos, hombres directos, hombres independientes, hombres amantes, eso han de hacer las escuelas, que ahora no hacen eso.”3 Es evidente que un hombre formado integralmente es el que el apóstol necesita ver surgir en las escuelas nuevas de América Latina.

La educación martiana tiene una dimensión político- social y esta debe ser la que se derive de la legítima cultura latinoamericana, la que forme al hombre latinoamericano y sobre todo, la que posibilite que los hijos de este continente se puedan educar en ella, por lo menos durante su tierna infancia hasta adquirir la formación básica. “No parece natural que se saque a los jóvenes de nuestra tierra de América bajo el ala paterna, a correr calles, desamar la patria, y habituarse a vivir sin ella en la ajena, que no lo ama ni prohija.”2

El apóstol considera el acceso a la educación sin distinción de clases sociales, razas, ni sexos. Se plantea la necesidad de educar desde las edades tempranas. Lo cual evidencia la esencia humanista del proyecto educativo martiano.

Abogó por la educación de la mujer, del indio y expresó la necesidad de enseñar a los impedidos físicos.

En lo referente a la educación de la mujer opinó: “Ni es verdad, a lo que dicen maestros y observadores, que sea cosa probada la flaqueza de la mente femenil para llevar en sí hondas cosas de artes, leyes, y ciencias.”4

En cuanto a la enseñanza de los sordomudos afirmó: “Nacidos como cadáveres, el amor los transforma porque la enseñanza a los sordomudos es una sublime profesión de amor. Se abusa de esta palabra sublime; pero toda ternura es sublimidad, y el sordomudo enseñado es la obra tenaz de lo tierno.”4

En estas concepciones está la presencia de ideas humanistas relacionadas con la sensibilidad, amor y respeto a todos los hombres.

Expresó que la educación debe ser obligatoria, libre y estatal. Le confirió un sentido estatal a la enseñanza cuando expresó: “Un proyecto de instrucción pública es una sementera de ideas [...]”1

Al precisar el fin de la educación reveló la dimensión política de esta. “La educación tiene un deber ineludible para con el hombre, no cumplirlo es crimen, conformarle a su tiempo- sin desviarlo de la grandiosa y final tendencia humana.”2

Características de la educación martiana:

  • Científica, natural, integral, desarrolladora, para la vida y con un elevado sentido práctico:

“Educar es depositar en cada hombre resumen del mundo viviente, hasta el día en que vive: es ponerlo a nivel de su tiempo, para que flote sobre él, y no dejarlo debajo de su tiempo, con lo que no podrá; salir a flote; es preparar al hombre para la vida.”2

Esta concepción está centrada en el interés de que, como resultado del proceso educativo, el hombre llegue a comprender su época y posea el dinamismo y la creatividad necesarios para no ser aplastado por las circunstancias ni quedar neutralizado en el medio social en que vive.

  • La enseñanza debe ser científica: “Que la enseñanza científica vaya, como la savia en los árboles, de la raíz al tope de la enseñanza pública. Que la enseñanza elemental sea ya elementalmente científica: que en vez de la historia de Josué, se enseñe la de la formación de la tierra.”2
  • La educación debe ser natural.: “Esta educación natural, quisiéramos para todos los países nuevos de la América y en los campos como en ciudades, urge sustituir al conocimiento indirecto y estéril de los libros, el conocimiento directo y fecundo de la naturaleza.”2
  • La naturaleza desempeña su función en el proceso del aprendizaje pero lo decisivo para el desarrollo del hombre está en manos del hombre mismo, de esta manera, le otorga a la educación un sentido independiente y desarrollador.
  • Considera que la formación del hombre debe tener un carácter integral: Lograr en el estudiante la unidad dinámica entre los conocimientos útiles, el desarrollo del pensamiento creador, la responsabilidad de actuar para transformar el medio natural y social que lo rodea y la formación de valores morales.
  • Concibe el alcance de esos objetivos a partir de la relación dialéctica entre:  conocer-pensar, y en el actuar y formar valores.
  • La esencia de la concepción educativa martiana se afirmaba en el criterio que al enseñar al hombre a percibir estéticamente la naturaleza y la realidad social y a valorar las obras de arte, le daba a su vida una especial dimensión que lo haría más multifacético.

  • El propósito de Martí estaba encaminado a poner en un primer plano del proceso del aprendizaje el interés por elevar en el estudiante la cultura de las emociones, para así enriquecer, el mundo interior del hombre, y que este pudiera identificarse con los grandes problemas sociales y políticos a los cuales debía enfrentarse.

    En el carácter integral de la enseñanza confería un papel primordial a la cultura física en la formación del hombre: “En estos tiempos de ansiedad de espíritu, urge fortalecer el cuerpo que ha de mantenerlo. A los niños, sobre todo, es preciso robustecer el cuerpo a medida que se le robustece el espíritu.”2

  • El valor educativo del trabajo en la pedagogía martiana, resulta de vital importancia para la formación del hombre, así como su sabia vinculación con el estudio.

“Ventajas físicas, mentales y morales vienen del trabajo manual.” El hombre crece con el trabajo que sale de sus manos.”2 A partir del triunfo de la Revolución el estado socialista, con la participación y respaldo de las organizaciones políticas y de masas, estructuró un sistema orientado al desarrollo de la educación de las nuevas generaciones y destinado a formar al nuevo trabajador, al hombre nuevo, en un proceso docente educativo único, continuo y dinámico, en constante desarrollo.5

Cuba inició y lleva adelante una profunda revolución cultural. Como resultado de este empeño, se elevan extraordinariamente los niveles educacionales de la población.La política educacional del Partido Comunista de Cuba se fundamenta en la concepción marxista leninista y en los principios martianos acerca de la formación de las nuevas generaciones.6 La Revolución ha garantizado, el derecho de los ciudadanos a la educación.

Lo cual se expresa en el amplio y gratuito sistema de escuelas (seminternados, internados) y becas en todas las formas y niveles de enseñanza, y en la gratuidad del material escolar, lo que proporciona a cada niño y joven, cualquiera que sea la situación económica de su familia, la oportunidad de cursar estudios de acuerdo con sus aptitudes, las exigencias sociales y las necesidades del desarrollo económico sociales.7

La política educacional cubana tiene como fin formar las nuevas generaciones y a todo el pueblo en la concepción científica del mundo. Esto se logra a través de la educación intelectual, científico- técnica, político- ideológico, físico, moral, estético, politécnico, laboral y patriótico militar como elementos indispensables de la formación integral de la personalidad.Logros más significativos en el sistema docente- educativo:

  • La nacionalización de la enseñanza y su carácter gratuito.La campaña de alfabetización de 1961 Año de la educación y de la gran victoria de GirónLa educación Obrera y Campesina y el seguimiento, que culminó en el establecimiento del subsistema de educación de Adultos.La expansión de las escuelas primarias a todos los rincones del país y la elevación del nivel de escolaridad.El establecimiento del sistema de becas con régimen del internado y la creación del régimen de seminternado para los alumnos de la Enseñanza General.La creación de la carrera profesoral de la Enseñanza Media, la red de escuelas para maestros y el sistema de superación del personal docente.El establecimiento de la red de centros de enseñanza técnica y profesional para la formación de obreros calificados y técnicos medios.La generalización, en los niveles medio y superior de la enseñanza, del principio marxista y martiano que combina el estudio y el trabajo.Las transformaciones revolucionarias de la enseñanza superior iniciada desde la reforma universitaria en 1962; la incorporación de los trabajadores a los estudios superiores y la creación de filiales, y sedes universitarias y la posibilidad de estudio para el adulto mayor.El establecimiento de los Círculos Infantiles, importante modalidad de la educación, que tiene doble finalidad: sentar las bases de la vida colectiva infantil y la atención de los niños de las madres trabajadoras.

  • La creación del subsistema de educación especial para los que presentan limitaciones físicas o mentales: escuelas para niños con retardo en el desarrollo psíquico, retraso mental, síndrome de Down, problemas de conducta, limitaciones físico- motoras, además de las escuelas para sordos, ciegos y débiles visuales.

Se inició en el curso 1977- 78 el plan de perfeccionamiento de la educación especial y el desarrollo de diferentes equipos de video-voz, y los de Medicid, Neurónica, el Audic.8

El impacto de los programas de la Revolución en la educación especial es inmenso ya que se han aplicado las experiencias de las programaciones audiovisuales, de libros, de informática. Los mismos permiten desarrollar una educación personificada, que toma en cuenta las características individuales de cada alumno.9

Para los jóvenes desde los 16 años se han creado nuevas oportunidades con las escuelas de Trabajadores Sociales y los Cursos de Superación Integral para aquellos que no estaban incorporados ni al estudio ni al trabajo; y les ha permitido el acceso a la enseñanza universitaria.

Cuba desarrolla una educación superior universalizada que contribuye a la democratización del conocimiento. En este sentido, las ideas, el pensamiento y el liderazgo de Fidel Castro, han sido esenciales para que por más de medio siglo se encaminen los esfuerzos a la aproximación a esta aspiración.10

La Universalización de la Educación Superior caracteriza el sistemático proceso de transformaciones, dando lugar al surgimiento de distintas modalidades de estudio: los cursos regulares diurnos, los cursos regulares para trabajadores y la educación a distancia. A estas modalidades se une a partir del curso 2001- 2002, la denominada Continuidad de Estudio, en respuesta a los diferentes programas sociales que se desarrollan en el país como parte de la Batalla de Ideas.

Esta modalidad ofrece nuevas y mayores perspectivas de ampliación del acceso a la educación superior.11 Esto contribuye a la formación de una cultura general integral de la población, y a un incremento paulatino de los niveles de equidad y justicia social.12

El pensamiento pedagógico martiano representó el resumen de lo más positivo de la herencia anterior: José Agustín Caballero, Félix Varela Morales, José de la Luz y Caballero, Enrique José Varona y Pera. Sin embargo, el apóstol enriqueció lo más progresista del ideario pedagógico cubano. Fidel Castro enfatiza en la necesidad de la educación para todo el pueblo y la función social del maestro, con lo que da continuidad y cumplimiento a las ideas más nobles del pensamiento pedagógico cubano y, en especial, a las de José Martí.En el discurso de clausura del Cuarto Congreso de Educación Superior Fidel Castro expresó: “La aplicación del principio del estudio universal solo puede existir en la realidad en la medida en que se universalice también el trabajo.

La aspiración de la educación universal solo es posible con la universalización del trabajo.”13 “Si nosotros tenemos una masa creciente, cada vez más cientos de miles de jóvenes, en la enseñanza media, en las secundarias básicas, en los preuniversitarios, en las escuelas politécnicas, en los institutos tecnológicos, marginados de la producción, nuestro país de ninguna forma podría materialmente aplicar el principio de la educación universal. Para nosotros, aparte de un principio de orden moral, de un principio de orden teórico es, además, una imperiosa necesidad material.”13

En la tesis sobre Política Educacional se hace referencia a la aplicación del principio del estudio y trabajo en los diversos niveles educacionales a través de los huertos escolares donde se sientan las bases del mismo, y, particularmente en las modalidades de la escuela al campo y en el campo, así como en la enseñanza Técnica y Profesional y la Enseñanza Superior, aúna dos objetivos para la educación; uno formativo; otro, trabajo productivo y social.5 El propósito formativo busca desarrollar una conciencia de productor de bienes sociales; ir creando las condiciones para eliminar los prejuicios que se derivan de la división entre el trabajo manual y el intelectual, eliminar el intelectualismo en la enseñanza y fomentar el interés por la investigación del mundo circundante. 5El propósito económico se propone integrar a la producción y al trabajo social la fuerza de trabajo de miles de escolares que pueden formarse multilateral y armónicamente.5 Por todo lo analizado anteriormente; es necesario destacar que se introduce un nuevo elemento de la ética martiana que es el trabajo y en particular el agrícola, como clave del desarrollo del país.La educación cubana actual aspira a que el hombre sea educado en el trabajo y para el trabajo. Como ha señalado Fidel Castro: “Al hombre lo hace su medio ambiente, al hombre lo hace su propia vida, su propia actividad, y aprendemos a respetar lo que crea el trabajo, creando. Enseñamos a respetar esos bienes, enseñándolo a crear esos bienes y no hay otro camino.”14

CONCLUSIONES.

La concepción pedagógica martiana tiene un fundamento humanista y una dimensión político-social al estar estrechamente relacionada con la legítima cultura latinoamericana. Las ideas pedagógicas martianas tuvieron poca repercusión en su tiempo, pero las nuevas generaciones las retomaron como arma de lucha para el progreso social y constituyen en la actualidad un sólido pilar de la educación revolucionaria. El proyecto educativo que concibe Martí para América Latina en la segunda mitad del siglo XIX tiene una óptica de futuro y se ha materializado en el sistema educativo cubano, a través de la obra de la Revolución y de los programas de la Batalla de Ideas. La política educacional cubana se fundamenta en el pensamiento pedagógico martiano, el cual ocupa un lugar central en el proceso educativo cubano, contribuyendo a la formación integral del estudiantado.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Martí J. Obras Completas.T 6. La Habana: Editorial Nacional de Cuba;1965. p.19, 22,  353.

2. Martí J. Obras Completas. T 8. La Habana: Editorial Nacional de Cuba; 1965. p. 281, 369, 279, 430, 278, 287, 291, 389.

3. Martí J.Obras Completas.  Tomo. 11  La Habana, Cuba: Editorial Nacional de Cuba; 1965p.86.

4. Almendros H. Ideario pedagógico de José Martí. La Habana: Imprenta Nacional; 1961. p. 174, 210.

5. Tesis sobre política educacional. En: Tesis y Resoluciones del Primer Congreso del Partido. La Habana: Editora Política; 1975. p. 384, 385-6.

6. Constitución de la República de Cuba. La Habana: Editora Política; 1992. p. 8.

7. Castro Ruz F. Discurso pronunciado en el Acto de inauguración de la escuela especial de niños autistas Dora Alonso. Periódico Granma. Enero 2002; Secc. Nacional. p.4.

8. Gómez LI. Discurso pronunciado en el Acto Nacional de inicio del curso escolar. Periódico Granma. 4 Septiembre 2007; Secc. Nacional. p. 2.

9. Martínez O. Intervención en la Asamblea Nacional del Poder Popular. Periódico Granma. 27 Diciembre 2004; Secc. Nacional. p. 6.

10. Bermúdez Canel. M D. Conferencia inaugural Universidad 2010. En VII Congreso Internacional de Educación Superior. La Habana: Ministerio de educación superior; 2010. p. 8.

11. Reglamento para el trabajo docente metodológico en la Educación Superior. La Habana: Ministerio de Educación; 2007. p. 1.

12. Socarrás Sánchez S. Propuesta metodológica para el diseño del proyecto educativo en la universidad médica camagüeyana [tesis]. Camagüey: Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey Carlos Juan Finlay; 2008.

13. Castro Ruz F. Discurso en la clausura del IV Congreso de Educación Superior. La Habana: Editora Política; 2004. p. 30-1.

14. Castro Ruz F. Discurso de clausura del Congreso de la UJC. La Habana: Editora Política; 1972 p. 10.

 

Recibido: 14/05/2010

Aprobado: 25/10/2010

 

Sonia Socarrás Sánchez. Licenciada en Filosofía Marxista-Leninista, Máster en Humanidades Médicas, Profesora Auxiliar, Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey Centro de Desarrollo de las Ciencias Sociales y Humanísticas en Salud (CENDECSA) Carretera Central Oeste Km. 4½, Camagüey, Cuba, CP. 70700.ssonia@iscmc.cmw.sld.cu