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Humanidades Médicas

versión On-line ISSN 1727-8120

Rev Hum Med vol.17 no.2 Ciudad de Camaguey may.-ago. 2017

 

ARTÍCULO

 

Fundamentos teóricos- metodológicos sobre la educación del adulto mayor en el contexto de la educación permanente

 

Theoretical - methodological basis on old people's education in the context of permanent education

 

 

Fidela Reyes Obediente,I Evelio Machado RamírezII

I. I. Especialista de II grado en Estomatología General Integral, Especialista de II grado en Organización y Administración de Salud. Master en Salud Bucal. Profesor Auxiliar. Carretera Central Oeste Km 4½, Camagüey, Cuba. C.P. 70 100. fidela.cmw@infomed.sld.cu
II. Doctor en Ciencias, Profesor Titular. Centro de Estudios de Ciencias de la Educación (CECEDUC) "Enrique José Varona" de la Universidad de Camagüey "Ignacio Agramonte y Loynaz", Cuba. Carretera Circunvalación Norte Km. 5½, Camagüey, C. P. 74650. evelio.machado@reduc.edu.cu

 

 


RESUMEN

El trabajo tiene como objetivo fundamentar teórica y metodológicamentela educación del adulto mayor en el contexto de la educación permanente. Para ello, se describe conceptualmente el carácter de la educación a lo largo de la vida, su integración a la existencia humana. Los métodos del nivel teórico empleados fueron el análisis y síntesis para la construcción del marco teórico-metodológico. Quedan argumentados tres modelos pedagógicos necesarios por su importancia en el estudio desarrollado. La educación del adulto mayor se inscribe en el proceso íntegro de educación permanente, al proveer conocimientos, habilidades y actitudes valiosas para el crecimiento personal como respuesta a la dinámica de los cambios científicos, tecnológicos y sociales.

Palabras clave: educación permanente, educación del adulto mayor.


ABSTRACT

The objective of the paper is to provide a theoretical and methodological basis on old people's education in the context of permanent education. To that end, the character of education throughout life and its integration to human existence is described. Theoretical level methods such as analysis and synthesis were used in order to construct the theoretical-methodological framework. Three pedagogical models, which are necessary because of their importance for the study, are argued. Old people's education forms part of the whole permanent education process, as it provides knowledge, skills and valuable attitudes towards personal growth as an answer to scientific, technological and social changes dynamics.

Keywords: permanent education, old people's education.


 

 

INTRODUCCIÓN

En la actualidad los adultos mayores son considerados como sujetos capaces de contribuir a la sociedad. El fenómeno de envejecimiento poblacional ubica la problemática a primeros planos lo que le confiere alto significado en lo social y lo individual.

Al aumentar la población de personas de la tercera edad se presentan retos de tipo económico, social y político que exigen a los Estados y a las autoridades sanitarias la generación de políticas que permitan solucionar las necesidades de este grupo de población.

No obstante, el reconocimiento de la necesidad de orientar políticas y activismo social alrededor de la atención a este grupo poblacional aún debe traducirse en acciones concretas que hagan posible cerrar las brechas de protección e igualar las oportunidades y capacidades.1

La sociedad se torna cada vez más compleja pues acrecienta la demanda de competencias para desempeñarse en los diferentes ámbitos de la vida. Por ello, desde el medio educacional, existe la preocupación de preparar los sujetos sociales, independientemente de su edad y del nivel educacional, a fin de responder a estas exigencias del aprendizaje permanente, motivo por el cual el aprender a aprender ha tenido un papel creciente en los procesos educativos.2

Una concepción de suma importancia en lo que concierne al tema de la educación es el de su cualidad permanente, pues se ha asociado generalmente con la Educación de Adultos y está orientada en lo fundamental a la preparación del hombre durante toda la vida a partir de las disímiles posibilidades formativas que ofrecen las relaciones sociales que establece con sus colegas, familiares, estudiantes, entre otros.3

Pero la educación permanente no es sinónimo de educación de adultos, como argumenta Tünnermann, aunque ésta resulte su mejor representación. "Limitar la educación permanente a un grupo de edad es una contradicción en los términos. Además, las necesidades educativas que la sociedad contemporánea plantea no pueden ser satisfechas ni por la educación de adultos ni por la educación restringida a un periodo de la vida, por largo que éste sea. De ahí la conveniencia de llevar a cabo un deslinde conceptual que permita caracterizar a la educación permanente."4

Según el propio autor las necesidades educativas dictaminadas por el contexto actual y las perspectivas hacia el futuro, pueden ser satisfechas solo a partir de un concepto revolucionario y novedoso como el de educación permanente.4

Para definirla resulta preciso esclarecer sus diferencias con otros términos utilizados como: educación continua, educación de avanzada, desarrollo personal y profesional, entre otros.5

En esta labor se deben tener en cuenta dos elementos de singular importancia en cuanto a su significado, pues el término educación permanente incluye: primero, que la persona es educable independientemente de su edad, y segundo el reconocimiento de todas las posibilidades educativas que ofrece la vida en los diversos espacios de la sociedad.

A partir de estas premisas se inserta este hecho educativo, que permite la manifestación del ser humano y contribuye a elevarlo como ser social inmerso en un proceso global e integrador. Este tipo de formación debe ser visto en el devenir individual, cada persona descubre, elabora, reinventa, hace suyo el conocimiento en un permanente proceso de acción- reflexión desde su realidad, su experiencia, su práctica junto a los demás.5

La Unesco mediante un informe de la Comisión Internacional aportó valiosos criterios al tema; en él fue declarado no solo el derecho de aprender para toda la vida, sino también se incluyeron otros aspectos, tales como la globalización de la educación para la humanidad. Posteriormente, esta misma organización internacional afianzó el aspecto de totalidad y globalidad en Nairobi en 1976.6

El impulso definitivo a lo que hoy se considera educación permanente, equivalente al concepto de "a lo largo de la vida", se concretó por la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI. A partir de ahí, la nueva teoría se refiere tanto a la capacitación para el empleo, como al desarrollo de todos los desempeños humanos, entre los que se encuentran dimensiones sociales y antropológicas.7

Tal tendencia va delineando nuevos rasgos de educación en la actualidad que están caracterizados por la inexistencia de una etapa para estudiar y otra para actuar, sino que ambas forman parte de un proceso existencial del ser humano con su sistema de influencias. La sociedad actual no solo exige poseer conocimientos y técnicas para el desempeño de sus miembros, sino fundamentalmente, su preparación para aprender, reaprender, y desaprender permanentemente como única solución para adaptarse al futuro.8

Asumir tal perspectiva entroniza el valor de la educación durante las diferentes etapas de la vida humana. La integración del hombre a la sociedad a través de un rol protagónico socializador de sus múltiples capacidades incluida aquella etapa de la vida en la que generalmente se considera quedaría menos por hacer, por ello el objetivo general de este artículo consiste en fundamentar teórica y metodológicamente la educación del adulto mayor en el contexto de la educación permanente.

 

DESARROLLO

El tratamiento conceptual entorno a la educación permanente originado en la segunda mitad del siglo XX estuvo relacionado en sus orígenes con la educación de adultos. En la 19a. Reunión de la Conferencia General de la Unesco (Nairobi, 26 de noviembre de 1976) en la que fuera aprobada la Recomendación relativa al desarrollo de la educación de adultos, se parte del criterio de que "el pleno desenvolvimiento de la personalidad humana, sobre todo frente a la rapidez de las mutaciones científicas, técnicas, económicas y sociales, exige que la educación sea considerada globalmente y como proceso permanente."6

La Recomendación define que este término de Educación permanente designa un proyecto encaminado a potenciar las posibilidades de formación fuera del sistema educativo, por medio de la acción del sujeto como agente de su propia educación. En este sentido la educación permanente no debe pensarse limitada solamente al periodo de escolaridad, sino abarcaría todas las facetas de la vida, y abre el diapasón al conocimiento práctico que puede ser adquirido como contribución al desarrollo de la personalidad.

Esta comprensión novedosa abre nuevas perspectivas en los órdenes del campo educativo al mostrar una nueva relación hombre- mundo, resalta el protagonismo de dicha actividad educativa en el devenir de la persona y su relación social.

La educación resulta un proceso continuo y sistemático, que tiene lugar en las diversas situaciones del ser humano y por eso no puede ceñirse simplemente a un cierto momento de la vida. Concebir la educación como el proceso permanente no es solo un ideal, es una evidencia práctica que se impone ante cualquier otra necesidad.9

Al mismo tiempo, la formación permanente ofrece respuestas a la necesidad de la educación para el cambio, ya que permite lograr una mayor exigencia de la persona hacia sí misma, una mayor actividad y el afrontamiento creativo para dar mejores respuestas a los desafíos de la vida en todos los sentidos; así, ella transforma la praxis en la que el ser humano es situado en una posición mucho más dinámica y real.10

Tünnermann4 también asume la postura de Charles Hummel sobre la distinción entre educación permanente, educación de adultos y educación continuada en los términos siguientes: "Conviene no confundir la educación permanente con la educación continuada, como sucede con frecuencia, al querer monopolizar el término para sus propios fines. La educación de adultos no es más que una parte, aunque importante, de un sistema de educación permanente. En cuanto a la noción de educación continuada, es también restrictiva en el sentido de que concierne exclusivamente al aspecto profesional."

Con relación específica a la educación de adultos los programas, por esta razón, no deben asumir una connotación meramente asistencialista o de ocio, porque de cierta manera ello comprende una forma sutil de marginar y alienar esas personas en la sociedad. A esa edad, el aprendizaje debe privilegiarse para romper con el imaginario de contar con menos posibilidades de instruirse. En otro orden, denota que aun constituye una conquista del saber, una victoria, lo cual eleva la autoestima y la imagen del sujeto. La edad madura significa años de rendimiento, conocimiento y madurez.

Esta concepción innovadora acerca de la educación permanente se apoya en las siguientes ideas fundamentales: 11

Carácter vitalicio de la educación

Esta idea defiende la educación de la persona en una continuidad desde el nacimiento hasta el final de su vida, aunque con diferencias en cada etapa. En este sentido la existencia humana debe, por tanto, ser un proceso de permanente formación. Esta extensión vertical, basada en el criterio de continuidad en el tiempo, conviene interpretarse con flexibilidad, pues lleva el principio de alternancia. Ligado al concepto de educación recurrente, el cual, a su vez, incluye la repartición de las actividades formativas en eventos más o menos próximos. De esta forma la actividad educativa influye en todas las personas, pues se trata de lograr una extensión articulada de la educación. No existe edad para la educación, ella se encuentra integrada en la propia existencia humana.

Unidad y globalidad

El proceso permanente se contempla en su integralidad, la cual abarca todas las etapas y formas educativas. Quedan obviadas las divisiones relacionadas con el espacio y el tiempo, ya que comprende todos los niveles y modalidades educativas. Ello pone de manifiesto su extensión horizontal, la persona no solo se educa en determinados medios o centros, sino también en multitud de situaciones, escenarios, modalidades y ámbitos de la vida cotidiana con énfasis en el seno familiar.

De manera sucinta, la educación de personas adultas se entiende como toda actuación formativa que tiende a facilitar conocimientos y destrezas a los individuos en cualquier escenario social, así como a promover en ellos actitudes, hábitos y comportamientos valiosos orientados a propiciar su crecimiento personal.

Esto requiere de nuevos métodos y estilos de aprendizaje, pero también la transformación de los sujetos sociales e intervendrán otros nuevos como la noción de los orientadores, facilitadores o mediadores.

Estos funcionarían como guías de todo el proceso, son estudiantes permanentes a fin de mantenerse actualizados con conocimientos, ideas pedagógicas especializadas y tecnologías nuevas. A medida que el proceso de aprendizaje sea cada vez más colaborativo, el desarrollo profesional de los orientadores, mediadores o facilitadores deberá aumentar al obtener una rápida retroalimentación con quienes se educan por esta vía.12

Sobre la educación permanente han sido propuestos diversos modelos teóricos que facilitan una visión totalizadora del problema.13 En determinados momentos históricos cada uno ha ocupado roles hegemónicos. Para su concreción llevan la impronta de los encargados de su materialización y la influencia determinante de diversas teorías.

Así es posible identificar diversos modelos y tendencias incorporados a la práctica y a la conciencia, tales como: el practico- artesanal, en el cual se concibe la enseñanza como una actividad artesanal, un oficio que se aprende; el academicista, en el que pasa a un segundo plano lo pedagógico que suele considerarse superficial y hasta innecesario; el tecnicista- eficientista, que tecnifica la enseñanza sobre la base de la racionalidad, con economía de esfuerzos y eficiencia en el proceso y los productos; y por último el hermenéutico- reflexivo, supone a la enseñanza como una actividad compleja, en un ecosistema inestable, determinado por el contexto (espacio-tiempo y ámbito sociopolítico) y colmada de conflictos de valor que requieren opciones éticas y políticas. Se coincide en lo concerniente a la importancia de la reflexión, pero con la integración de la concepción ecológica de formación del adulto mayor.14

Este modelo el hermenéutico- reflexivo vincula lo emocional con la indagación teórica. Se construye personal y colectivamente. Parte de las situaciones concretas (personales, grupales, institucionales, sociopolíticas). Intenta reflexionar y comprender con herramientas conceptuales y retorna a la práctica para modificarla. Se dialoga interpretativamente con la situación, tanto con los propios contenidos teóricos y prácticos como con los sujetos reales y virtuales (autores, amigos, familia, especialistas). Pretende formar una persona comprometida con sólidos valores sociales, hábitos y habilidades.

Vinculado a la teoría sobre educación de adultos como parte de la educación permanente se distinguen tres modelos pedagógicos que son necesarios explicar por su importancia en el estudio desarrollado: de la trasmisión, del adiestramiento, y el de la problematización.14

Tales elaboraciones apuntan a diversos fines formativos e incluso, como se señala, en los últimos tiempos se han generado enriquecimientos y modificaciones en la aplicación práctica de estos modelos, lo cual ha derivado en instrumentaciones eclécticas o intermedias, pero para una explicación de sus características se denotan tal y cual teóricamente han sido concebidos.

Modelo de transmisión

En este modelo de tipo intelectual la actividad fundamental recae en el profesor, facilitador u orientador, mientras que el estudiante o la persona (adulto mayor) es receptor pasivo que asimila la información brindada, proporcionándose la relación alimentador- alimentado, dador- receptor, superior- inferior, donde la afectividad resulta muchas veces dudosa.

Constituye uno de los modelos o elaboraciones más difundidos en los programas de formación permanente y en otros ámbitos que involucra el aprendizaje para la vida en ambientes no escolares con el propósito de hacer llegar un gran número de conocimientos a corto plazo; de ahí su carácter intelectual con efectos negativos al arriesgar el proceso de formación. Con él se refuerza la pasividad personal y se promueve la inactividad dado por la relación pedagógica asimétrica. Asimismo, desconoce el saber previo de las personas e ignora la acción permanente como fuente de conocimiento al marginar la aparición de la creatividad.

Ocasionalmente se introducen técnicas grupales, pero en esencia ello se hace con el propósito de amenizar la actividad realizada. Se comenta lo enseñado a través de ejemplos. Según la enseñanza brindada quedan las tareas resueltas de manera reproductiva. No existen generalmente actividades grupales por lo que está ausente la re-creación de los aprendizajes desde contextos y vivencias diversas. Igualmente los códigos lingüísticos del saber práctico son ignorados, lo cual es una desventaja al desconocer la multiplicidad existente entre los participantes, en este caso adultos mayores con niveles diferentes de experiencias, patologías y formación.

Modelo de adiestramiento

Similar a los modelos dirigidos a crear situaciones de estímulo- respuesta para la conformación de reflejos condicionados y el adiestramiento. Es un modelo individualizado, que a su vez, está inspirado en el de entrenamiento industrial, cuyo objetivo es lograr la eficiencia. Para su concreción, se siguen diversos pasos o etapas:

a) Estudio de la tarea: la persona recibe una hoja con dibujos, gráficos e ilustraciones, orientado acerca del cómo hacer, con qué hacer, por qué hacer, etc.

b) Demostración de la tarea: la realiza el orientador, facilitador o instructor, en algunos casos se utilizan videos para observar la ejecución tantas veces como sea necesario.

c) Ejecución de la tarea: el aprendiz sigue las orientaciones de la guía preestablecida y en el transcurso de la actividad es inducido a dejarla.

d) La evaluación: es transversal, aunque se sitúa como una cuarta fase, el orientador corrige los errores e induce a las personas a autoevaluarse. En la comprobación de la tarea, el error es visto como algo negativo que se debe eliminar. No existen fundamentos científicos para argumentar las tareas que se asignan, la persona se ve obligada a repetir los procedimientos hasta tanto logre las destrezas preestablecidas. Al igual que el modelo anterior, refuerza la dependencia de la personas hacia el instructor, orientador o facilitador. La relación pedagógica es individual, permanecen obviados los trabajos en grupo que requieran la colaboración. La instancia afectiva se reduce a lo mínimo y se estimula la competencia entre las personas. Posee sus fundamentos en el conductismo.

Modelo de problematización

Con esta elaboración teórica las personas se convierten en el soporte fundamental de la educación y en fuente privilegiada del conocimiento. Particularmente importante el papel del orientador, mediador o facilitador que tiene como tarea educar, estimular y catalizar más que instruir, a diferencia de los modelos anteriores. La acción de formación se visualiza de dos maneras:

a) Posee los conocimientos, pero ignoraba que los sabía o los había olvidado y va a descubrirlo en una situación mayéutica.

b) No posee ese saber aún, pero cuenta con las posibilidades, sobre todo si recibe niveles de ayuda necesarios para descubrir desde sí mismo, en un acto reflexivo y de elaboración concienciada lo que le hace falta.14

Pautas metodológicas

En la actualidad este modelo de problematización se constituye en la base de las denominadas pedagogías activas: que incluyen el diagnóstico y participación, grupos operativos, y el desarrollo de comunidades de aprendizaje; las corrientes contemporáneas de la educación de adultos y el humanismo en la educación. Su punto de partida constituye la indagación sobre la práctica entendida como la acción humana dentro de un contexto social.

Para el modelo de problematización pensar en la práctica no es un acto individual sino colectivo, lo cual ayuda a revelar los problemas individuales al compararse el individuo con sus similares en el grupo; así, una vez detectados los problemas se avanza a las fuentes de información para comprenderlas, lo cual puede desarrollarse mediante diversas dinámicas participativas. Momento de reflexión teórica y de autovaloración positiva y autorregulación emocional.15,16

En resumen, su recorrido transcurre de la práctica- reflexión a la identificación de problemas, teorización, hipótesis de solución hasta llegar a la práctica transformada. Sus aportes a la pedagogía se encuentran en los siguientes términos:

  • Es importante para la transformación efectiva de los involucrados. El diagnóstico está dirigido al compromiso con la modificación de las prácticas y actitudes.
  • Permite generar nuevos conocimientos puesto que el grupo al reflexionar e indagar por la solución de un problema determinado en el contexto en el que se actúa, evita la transferencia indiscriminada de soluciones generadas en otros contextos.
  • Integra lo individual lo grupal, lo institucional y lo personal, a la familia, la comunidad en la solución de tales problemas, en específico desarrolla la conciencia de grupo.
  • Trabaja con lo individual, lo actitudinal y lo afectivo fortaleciendo el compromiso social y profesional de los orientadores, facilitadores o mediadores.

En la educación permanente se concreta la actividad de aquellos profesionales que tienen su rol de formadores en los espacios multicontextuales.17 Es necesario realizar una evaluación a la luz de las investigaciones actuales sobre las perspectivas educativas del adulto mayor, para estimar sus potencialidades, competencias y habilidades como soportes a su educación de acuerdo con las exigencias que le presenta el mundo actual.18

Estudiosos refieren distintas opiniones en el contexto del envejecimiento poblacional como reto de la ciencia, la técnica y la sociedad, y sobre el proceso de formación permanente y profesional como una continuidad para cubrir las necesidades sociales.19,20

Couso Seoane precisa: "El carácter colaborativo de este proceso está determinado por la necesidad de activar la interacción entre todos los sujetos que intervienen en el proceso formativo, que no solo tiene un carácter personal, sino que además, tiene una poderosa implicación socio - cultural."21

De acuerdo con los diferentes criterios expuestos la garantía de un sistema de acciones dirigidas al adulto mayor como grupo social propiciará cambios cualitativos en él y en sus interrelaciones. Precisa además reconceptualizar los modos de actuación sociocultural de orden personal y grupal asociados al envejecimiento poblacional como proceso.

 

CONCLUSIONES

La perspectiva de la educación permanente representa una reinterpretación del fenómeno educativo de carácter global, que implica colocar al ser humano en el centro de un proceso individualizado. Dirige la educación, además de preparar para la vida, a promover aquellos aprendizajes durante toda la vida potenciadores de un crecimiento personal pleno. Significa entender, dada la unidad y continuidad del desarrollo de la personalidad, el carácter permanente de la educación desde el nacimiento hasta la tercera edad.

Para desarrollar este proceso de signo permanente es necesario llevar la educación fuera de los ámbitos escolares, al integrar de forma dinámica distintas modalidades formales, no formales e incidentales. Resulta clara la necesidad de revitalizar el papel de la familia y la comunidad, así mismo también se debe flexibilizar la educación, mediante estrategias diversas, multiplicadas en función de cada situación y de las necesidades individuales y colectivas, lo que permite lograr aprendizajes funcionales y significativos que conformen un verdadero continuum en la vida.

 

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Recibido: 12/4/2017
Aprobado: 23/6/2017

 

 

Fidela Reyes Obediente. I. Especialista de II grado en Estomatología General Integral, Especialista de II grado en Organización y Administración de Salud. Master en Salud Bucal. Profesor Auxiliar. Carretera Central Oeste Km 4½, Camagüey, Cuba. C.P. 70 100. fidela.cmw@infomed.sld.cu

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