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Humanidades Médicas

versión On-line ISSN 1727-8120

Rev Hum Med vol.18 no.3 Ciudad de Camaguey set.-dic. 2018

 

Revisión

La identidad latinoamericana: premisa martiana consustancial para la formación del estudiante universitario actual

The Latin American identity: Martian premise consubstantial for the formation of the current university student

Maribel Torres Raventó1  *  , Lilia Muñoz Muñoz1  , Luis Ortiz Hernández1  , Matilde Varela Aristigueta1 

1. Universidad de Camagüey. Camagüey. Cuba.

RESUMEN

El trabajo aborda una faceta dentro del humanismo martiano que refleja sus consideraciones en su bregar por tierras de América. Sus postulados constituyen un imprescindible legado para formar en los estudiantes universitarios valores éticos que los conviertan en mejores seres, humanos y profesionales. En su recorrido desde México hacia Guatemala, el Apóstol pretende resaltar la figura del negro de raza pura que allí vivía. Estas consideraciones se ofrecen a partir del texto Livingstone. El artículo tiene como objetivo develar algunas ideas que permitan un desarrollo político-ideológico, ético y estético integral donde se destaque el conocimiento y respeto por la historia, la autoctonía de los pueblos americanos y la cultura patrias.

Palabras-clave: humanismo; valores éticos; identidad racial

ABSTRACT

The work addresses a facet within Martian humanism that reflects its considerations in its struggle for the lands of America. Its postulates constitute an essential legacy to form in university students ethical values ​​that turn them into better beings, human beings and professionals. On his journey from Mexico to Guatemala, the Apostle pretends to highlight the figure of the black of pure race that lived there. These considerations are offered from the Livingstone text. The article aims to reveal some ideas that allow a political-ideological, ethical and integral aesthetic development where knowledge and respect for history, the autochthony of the American people and the patriotic culture are highlighted.

Key words: humanism; ethical values; racial identity

Introducción

Resulta ineludible para los jóvenes todos, y en especial para los que cursan la educación superior, el conocimiento de las obras y de las ideas de José Martí, por lo que hay que leerlo con fervor y detenimiento. Para comprender sus mensajes políticos, ideológicos y estéticos hay que realizar lecturas que obliguen a descubrir con razón y con lógica un mundo maravilloso; que enseña a pensar por sí mismo y que proporciona ideas éticas y estéticas imprescindibles en el currículo del estudiante universitario.

Sosa Fuentes1 advierte que

Hoy, en el mundo global del siglo XXI, el discurso del pensamiento único se ha caracterizado por realzar al empirismo y sustituir a la reflexión filosófica y política por un pensamiento pragmático, conservador y acrítico. La tarea de recuperar entonces el pensamiento crítico social latinoamericano es actualmente una cuestión impostergable de las ciencias sociales en América Latina.

En este sentido se rescata el estudio del pensamiento del Apóstol, como paradigma de la universidad de estos tiempos, porque era Martí, hombre en el más alto sentido humano, también en el más elevado grado de lo que debe ser el mejor concepto de humildad; fue siempre cultivador profundo de valores humanos; dedicado por entero a penetrar en la esencia distintiva del hombre como ser, no solo biológico, sino eminentemente social.

La época histórica en que se desenvolvió José Martí se caracterizó por diferentes acontecimientos, que desde el punto de vista social, preocuparon a la humanidad, donde siempre estuvo presente el hombre como núcleo fundamental en el desarrollo de la sociedad.

Fue testigo de hechos traumáticos, desde el período de infancia y juventud en que las experiencias de haber visto al esclavo ahorcado y la trata negrera en Hanábana y después conocer a Lino Figueredo, al negrito Tomás, a Juan de Dios y tantos otros, en el presidio decidirán para siempre en su formación una determinación a favor de la dignidad y la igualdad humanas.2 Contempló el crimen, la corrupción de las autoridades y el castigo que recibió su padre por no haberse plegado a las amenazas y los intentos de soborno. Supo también de la honradez y del amor que aquel profesaba a la justicia.

Desarrollo

El diez de octubre de 1868 se inicia en Oriente la guerra independentista, liderada por Carlos Manuel de Céspedes. Al ser la esclavitud el problema cardinal de la sociedad cubana, era de esperar que fuera abolida por los insurrectos de manera inmediata o gradual.

José Martí se identifica de inmediato con los principios independentistas y democráticos de la guerra, para ello resultará esencial la figura tutelar de Rafael María de Mendive.

Raíces antiesclavistas y antirracistas comenzaron a manifestarse desde los primeros trabajos públicos del joven José Martí. Valga decir: desde que comenzó a actuar, de manera directa o indirecta, en la lucha política de su patria. Tal es el caso, por ejemplo, de su artículo El Presidio Político en Cuba, publicado en España en 1871, con apenas dieciocho años de edad, en el cual denuncia, conjuntamente con las crueldades a las que son sometidos los enemigos, cubanos o españoles - del colonialismo español, las torturas que se realizaban sobre el africano Juan de Dios. Asimismo, en su artículo La República española ante la Revolución cubana, publicado en España en 1873, a los veinte años de edad denuncia:

Y en Cuba hay 400,000 negros esclavos, para los que, antes que España, decretaron los revolucionarios libertad, -- y hay negros bozales de 10 años, y niños de 11, y ancianos venerables de 80, y negros idiotas de 100 en los presidios políticos del Gobierno--, y son azotados por las calles, y mutilados por los golpes, y viven muriendo así.3

Son posiciones firmes, expresadas desde su juventud, primero en México y después en Guatemala donde se reafirma su posición antirracista a partir del vínculo más estrecho con el indio. Muchos elementos, según apunta Ramón de Armas, en su trabajo La verdadera y única abolición de la esclavitud;4 aún no tienen suficiente precisión biográfica en relación con José Martí y la diversidad de temas que aborda o pueden inferirse de sus escritos, son recurrentes las alusiones martianas al antiesclavismo, al antirracismo y la exaltación en todas sus virtudes de la mujer y el hombre negros; ideas que se acrecientan en el Maestro en la medida en que su experiencia vital le permite el tránsito por diferentes regiones, entre ellas el área del Caribe donde en sus crónicas de viajes o en sus apuntes en los diarios revela con total nitidez su pensamiento de equidad, igualdad y justicia entre todos los hombres.

Se recogen importantes vivencias en el borrador no publicado, y que corresponde, sin lugar a dudas, a una escala en la isla de Curazao. Es de suponer que se trata de una breve parada de la nave que lo llevaba de Nueva York a Venezuela en enero de 1881. El propio Martí testimonia en sus apuntes: lo fundamental de la vida en la Isla y la valoración que hace de ella. Para un lector apresurado, pudieran tener algunas de sus descripciones un tono despectivo:

Ahí van raza degenerada, raza enferma, hablando rápidamente, con la exuberante fluidez del trópico, una lengua innoble y singular, mezcla incorrecta de castellano y neerlandés, una lengua que está entera en su nombre: papiamento. Ahí van los hombres en el traje ordinario de los negros pobres de estas tierras […]5

De igual modo se refiere al describir a sus habitantes: “al muelle por donde vagan unos cuantos negros de lánguido andar y pies descalzos”;5 al hablar de algún burro que vaga por las cercanías del muelle, menciona al negrillo gentil que lo fustea, y habla de las pastoras, a quienes describe como mulatas anémicas, negras informes, viejas harapientas. Parece duro cuando se refiere al traje ordinario de los negros pobres de estas tierras, detalla a las doncellas de la villa, de menguado color y extravagante y aéreo vestido, o recoge la imagen de las ventrudas y descalzas negras, con la maciza crespa cabellera oculta por el pañuelo amarillo, azul, morado o rojo.

En aquel Curazao, centavos bastan, para la vida del día de la gente pobre. Pero, también, en aquel Curazao bulle el futuro. Sabe que es de esa sangre de la que se forja el pueblo: sabe que es de la arcilla, y no de ninguna otra de la que habrá de surgir la vida nueva americana.4

Resulta vital, además que se comprenda por parte de los estudiantes que se trata, por tanto, de un hombre que ha hecho temprano juramento de vivir para lavar con su vida el crimen de la esclavitud y sus secuelas. Se presenta, además, a un revolucionario actuante, consciente del mestizaje profundo de su pueblo antillano. Un hombre que - cuando aún solo la Ley Moret había anunciado una relativa mitigación, nunca cumplida cabalmente, de las desventuras del esclavo de Cuba, ya postulaba la idea de que fue la revolución independentista la que inició, al abolir primero la esclavitud, el camino por el que España aún demoraría diecisiete largos años por transitar.

El estudiante universitario debe conocer que estas posiciones están en la base del criterio sociológico de equidad de José Martí: luchar por la liberación nacional, es hacerlo por la abolición, porque ambas se engarzan, se complementan y se presuponen y porque esencialmente la esclavitud estaba en la propia raíz del sustentamiento económico de la colonia.

Se aprecia que el Maestro consideraba y le atribuía gran importancia al hecho que las mentes, las ideas de los hombres no se borran del mismo modo que se borra un documento; por lo que era precisa una labor de convencimiento de la necesidad de eliminar todo tipo de discriminación social.

Es importante que se relacione a los estudiantes con las ideas que el Maestro utiliza para caracterizar el período histórico con penetración y acierto; al evidenciar la desigualdad de la sociedad cubana, al enunciar las condiciones deplorables de la supervivencia. Desde esta mirada se asume el intercambio con el texto martiano como medio para el desarrollo de la identidad cultural, en la medida en que se tiene en cuenta que:

La identidad está ligada a la historia y al patrimonio cultural. La identidad cultural no existe sin la memoria, sin la capacidad de reconocer el pasado, sin elementos simbólicos o referentes que le son propios y que ayudan a construir el futuro.6

Con este punto de vista el alumno comprende las razones por las cuales para Martí la época no presenta otra opción al grave caso cubano. En Cuba, la guerra, con todo su poder de unificación y construcción, no es más que el medio inevitable de conquistar la libertad de la república. Además, esa nueva lucha debería culminar el proceso de igualdad iniciado en el 68; por entonces y en lo más sencillo y humilde del pueblo, la historia dio razón a José Martí.

En la actualidad, como se ha precisado con anterioridad, es imprescindible el estudio, análisis y comprensión de la obra martiana como una vía para conocer la dimensión y grandeza de la producción que legó para la humanidad y para formar en los estudiantes universitarios cubanos valores éticos que los conviertan en mejores seres humanos y profesionales, se necesita que en las condiciones actuales observen la relevancia de los criterios del Apóstol para la consolidación de su fortaleza identitaria.

La obra de José Martí forma parte del canon literario de la cultura y educación cubana por ser portadora en su forma y contenido de una eximia calidad estética y ética, representativa de las ideas y valores culturales e ideológicos de nacionalidad e identidad cubana, traducido en virtudes formativas.7

A partir de la premisa anterior se propone que en el contexto de los centros de educación superior, se realice el análisis del texto Livingstone, artículo al que con frecuencia no se acude y que permite valorar a plenitud la postura antirracista martiana.

Para propiciar el análisis es indispensable, en aras de ampliar la cultura integral de los universitarios y el desarrollo de los procesos sustantivos que garantizan la formación competente del profesional en el entorno social en que estos se desarrollan, particularizar en la contextualización de los referentes históricos biográficos del período en el que Martí escribe el artículo, dirección didáctica muy productiva, atendiendo a que:

La literatura como forma de la conciencia social, y actividad creadora contiene gran carga expresiva de valor estético, ideológico, ético y social con incidencia directa en el proceso de formación y desarrollo de la personalidad. Portadora de vivencias afectivas lo cual favorece una mayor riqueza de las capacidades del ser humano, mientras que los procesos cognitivos vinculan el resto de las áreas del desarrollo intelectual: la percepción, la memoria y la atención de manera interrelacionadas para expresar modos de sentir, pensar y actuar en los seres humanos.7

Tal presupuesto favorece que el alumno conozca las vivencias y avatares de este hombre universal que en 1877 viaja a La Habana con su segundo nombre y apellidos, Julián Pérez, con el objetivo de crear las condiciones mínimas que permitan a su familia regresar a Cuba. Luego retorna a México y el 5 de marzo inicia un fascinante viaje desde Progreso hasta Izabal por mar, ríos, selvas y montañas. Llega a la capital de Guatemala el 2 de abril.

El 19 de abril de 1877 escribe a su amigo Manuel Mercado:

Yo vengo lleno de amor a estas tierras y a estas gentes, y si no desbordo de mí cuantos las amo, es porque no me lo tengan a servilismo y a lisonja. Estos son mis aires y mis pueblos. Si no hay muchas inteligencias desolladas, a animarlas vengo, no a avergonzarlas ni a herirlas. Ni me place oír decir a los extraños a los verdaderamente extraños por su espíritu acerbo de aversión, -- que nuestra América enferma carece de las ardientes inteligencias que le sobran--. Aquí, como en México, todo el mundo tiene talento; se habla bien el castellano; se vive honradamente, a lo que ayuda la vigilancia mutua; estorbo y ventaja de los pequeños pueblos: se ama al fin lo nuevo, y cunde entre los hombres jóvenes el salvador espíritu de examen.8

Se asegura que es en México, Guatemala y Venezuela donde Martí ahonda su pensamiento latinoamericanista, sustentado en su vínculo con lo natural y con la cultura propia de estas tierras que le permiten absorber y trasvasar sus criterios formados hasta entonces. Comienza, para él, la fase de universalización, creciente síntesis, en la cual Cuba ha de jugar un papel primordial.

Es en este período que escribe su artículo "Livingstone" dedicado a la ciudad y puerto de Guatemala, ubicada en la desembocadura del río Dulce en el golfo Amatique (golfo de Honduras). Pertenece al departamento de Izabal. En este texto es recurrente el tratamiento martiano del antirracismo, exalta los mejores valores de los pobladores de esta región sin atender a su raza, véase:

Es un pueblo moral, puro, trabajador. A eso lo invitan y lo obligan al ágil negrillo, al robusto marinero y la hacendosa dada, - ese alto bosque que tienen a su espalda, ese ancho mar que tienen a su frente, y esa masa de cocos que se han abalanzado sobre la costa, como abriendo los brazos de la generosa América al viajero.5

En su recorrido desde México hacia este país, el Apóstol se vincula con diversos territorios que facilitan su apreciación de las tierras americanas y que permitirán madurar su noción de la América. Será en Guatemala donde se le revela la esencia del indio americano en toda su diversidad y autoctonía.

El reconocido investigador Luis Toledo Sande en su biografía de José Martí Cesto de llamas refiere de este modo:

El recorrido hacia Guatemala incluyó escalas en varias pequeñas islas: Jolbos, Contoy e Isla Mujeres. En esta última departió durante algunas horas con el arqueólogo estadounidense Le Plogeon, a quien Martí recordaría - con míster y todo - tanto por su erudición como por la codicia con que se apropiaba de piezas indoamericanas. De Isla Mujeres pasó, en Cayuco, a Belice - donde se ha visto que, cuando era niño, estuvo con su padre-; y de allí, en canoa y goleta, en travesía marítima y fluvial, a Livingstone. Por Río Dulce se adentró en suelo guatemalteco y el 25 de marzo ya estaba en Izabal.9

La etapa del viaje comprendida desde el 26 de marzo hasta inicios de abril resultó particularmente difícil y pintoresca para Martí. Él siempre se caracterizó por la avidez con que disfrutaba el paisaje y, sobre todo, captaba las esencias humanas, aunque las circunstancias fueran muy adversas.

Aquella etapa la realizó a lomo de mula, guiado por un matrimonio indio que se dedicaba a tal menester, lo que favoreció su acercamiento a la naturaleza y la idiosincrasia de esta región.

Su amor por Hispanoamérica se desborda incontenible en discursos, manifiestos, trabajos periodísticos, versos y cartas. En carta a Manuel Mercado desde Guatemala el 6 de julio de 1878, le dice: “Ud. conoce mi pasión por la justicia, mi ardor contra la infamia, y la violación más nimia del derecho; mi amor de enamorado por la gloria y el brillo de América”.8

El artículo Livingstone se sostiene sobre una gran descripción cinematográfica donde se ofrece una panorámica de costumbres, hábitos, modos de vestir, de hablar y trabajar de este pueblo, exaltados por la prosa martiana del alto valor artístico. Se resalta mucho la pulcritud de los habitantes de este pueblo.

Una importante observación que motive reflexión en los educandos debe develar que se adviertan las siguientes ideas fundamentales: descripción del pueblo, labores que desarrollan, sus características físicas y humanas, la pureza de la raza negra, su espíritu solidario, descripción del vestuario tradicional de las negras, las riquezas naturales de esa tierra, entre otros elementos.

Como advierten Jiménez, Fierrro y García,10 en su estudio acerca del empleo de los diferentes espacios pedagógicos para la promoción de la lectura, es preciso señalar la necesidad de que los jóvenes aprendan a leer el texto a plenitud para poder adquirir un mayor conocimiento acerca del tema y una mejor comprensión y conciencia ante los fenómenos planteados por José Martí. Tal como se advierte en el artículo Identidad cultural latinoamericana desde la perspectiva de José Martí, las realidades actuales tienen sus causas en los fenómenos continentales en que tanto en lo social como en lo económico sucedió en pasados siglos y cobran resonancia en manifestaciones diversas de la contemporaneidad:

En América Latina, las identidades culturales y sus nuevas formas de hacer y de pensar, están definiendo los rumbos de las sociedades y las naciones latinoamericanas. Se vive en un mundo en el que van juntos el renacimiento de las identidades locales; aquello que había estado históricamente de alguna forma subordinado, ahora invade y busca reconocimiento y justicia.11

A continuación se sugieren algunos aspectos que se deben atender para realizar una lectura inteligente del texto, conforme lo expresado por García12 cuando recomienda que no puede desestimarse el trabajo con el vocabulario por lo que aquí se propone que se deben trabajar por vías diversas los siguientes términos:

  • Imperioso: adjetivo. Que manda con imperio // Que lleva consigo exigencia o necesidad// Que se hace con imperio.

  • Imperceptible: adjetivo. Que no se puede percibir.

  • Brusco: adjetivo. Áspero, desapacible.

  • Cayuco: embarcación, canoa. Utilizado para trabajar o como medio de transporte.

  • Flujo: movimiento de las cosas fluidas//subida de la marea.

  • Hacendosas: trabajador, diligente.

  • Queredores: que quieren, sienten cariño, amor, ternura.

  • Camisola: camisa fina con pechera y puños planchados.

  • Corrompidos: pervertidos, viciosos.

  • Engendra: que causa, que da origen.

  • Bronceados: de color de bronce, dorados.

Es necesario resaltar que mediante este párrafo descriptivo, donde hay una profusión notable de adjetivos, Martí no solo se revela como un eficaz dominador de la lengua; sino que como el creador artístico que es evidencia con un lenguaje depurado las características distintivas de un lugar que no quedan en la mera postal escenográfica, al tiempo que trasluce la esencia identitaria de los pobladores que en él conviven, con lo que se hace notar, una vez más, el indisoluble vínculo pensamiento artístico - pensamiento sociológico en el Maestro.

Para Martí Livingstone es un pueblecillo encantador porque sus hombres y mujeres son trabajadores, las madres son hacendosas, laboriosas, por ello resalta la belleza interior de sus habitantes, considera que Livingstone es tres veces célebre, califica a los negros de raza pura, luciente, clara, limpia, que no tienen nunca canas, resalta y reconoce la belleza formal y ética de la negritud, se le iguala con los cánones de la belleza clásica simbolizada en Venus, Apolo, Hércules, lo que demuestra su admiración por estos.

Destaca la solidaridad de los habitantes de Livingstone, cuando refiere que el pueblo no permite que un hombre solo haga su casa: “Todos le ayudan, sea cualquiera la época del año; ellos arrancan la tierra y la acarrean para endurecer el suelo, ellos cruzan las varas, ellos construyen estos bruscos ladrillos, ellos coronan la choza de abundantes hojas de palmeras”.5

Se siente una vez y en fecha tan temprana como 1877 la exaltación de este pueblo al que designa pueblo moral, así adelanta lo que años más tarde en el Manifiesto de Montecristi proclamará como fin último de la lucha, el establecimiento de la República moral en América; porque uno de los principales aportes del pensamiento martiano radica en mostrar “[…] caminos alternativos de construcción y afirmación de la identidad latinoamericana, así como de la transformación del Estado a partir de lo nacional, de lo singular, de lo propio del pasado y presente latinoamericanos”.1

Los postulados referidos apuntan a la necesidad de que se aprecien las características y virtudes de un pueblo que fue capaz de unirse en aras de la construcción y prevalencia de los rasgos que lo tipifican como latinoamericano, cuestión fundamental en la actualidad si se parte de la urgencia que existe en afianzar entre la juventud sentimientos de identidad, de respecto al prójimo en pos de lograr equidad entre todos los hombres.

Desde estas direcciones el análisis del texto colabora con los propósitos del Programa Nacional sobre Identidad Cultural, dirigido a “[…] proponer acciones e investigaciones para fortalecer la identidad cultural cubana y latinoamericana, tributando a su evaluación, pronóstico y desarrollo en el contexto de cambios económicos y sociales a nivel nacional, regional y mundial”,13 en la medida en que el texto martiano se convierte en vehículo idóneo para “[…] la recuperación de la historia nacional y regional en función de la educación en valores de la infancia y la juventud, así como la identificación de fenómenos ideológicos que confluyen en el proceso de integración latinoamericana.13

Conclusiones

Las ideas expuestas permiten apreciar el modo en que gradualmente las convicciones antiesclavistas y antirracistas de Martí se van afianzando a lo largo de su vida, por ello son también atendibles sus criterios al describir sus vivencias durante el viaje a Livingstone en Guatemala, lugar donde permaneció durante un período y donde supo valorar la situación de sus pobladores, la defensa de lo autóctono de estas regiones; las diferencias marcadas entre los blancos y los negros; aspecto este en el que enfatizó considerablemente y que ponen de relieve su pensamiento antirracista de justicia y equidad para todos los seres humanos.

Se trata de sugerir el texto abordado como muestra de obligada referencia para puntualizar y ampliar las razones que permiten considerar a José Martí como un hombre de profundos valores humanos y su rechazo absoluto a todo lo que divide y acorrala a los hombres solo por el color de la piel, como garantía de igualdad y confraternidad entre los hombres y los pueblos. Los postulados martianos expresados en este texto permiten, asimismo, avalar su primacía en función de la preparación y reafirmación de la cultura ética, estética e integral del estudiante universitario actual.

Referencias bibliográficas

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Recibido: 02 de Octubre de 2018; Aprobado: 09 de Noviembre de 2018

* Autora para la correspondencia: marible.torres@reduc.edu.cu

Conflicto de intereses

Los autores declaran que no poseen conflicto de intereses con este texto

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