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MediSur

versión On-line ISSN 1727-897X

Medisur vol.17 no.4 Cienfuegos jul.-ago. 2019  Epub 02-Ago-2019

 

Revisión bibliográfica

La tutoría en la formación del futuro profesional de Enfermería

The tutorial in training of the Nursing future professional

Narciso Águila RodríguezI  * 
http://orcid.org/0000-0003-0460-7312

Eneida Bravo PolancoII 
http://orcid.org/0000-0001-7418-0970

Hilda María Delgado AcostaIII 
http://orcid.org/0000-0003-0319-9337

Tamara Montenegro CalderónIV 
http://orcid.org/0000-0001-8722-7192

Lázaro Roberto Herrera FragosoIII 
http://orcid.org/0000-0002-7888-4307

Alina Centeno DíazI 
http://orcid.org/0000-0003-0984-3648

I Unidad Municipal de Higiene y Epidemiología, Cumanayagua, Cienfuegos, Cuba

II Policlínico Aracelio Rodríguez Castellón, Cumanayagua, Cienfuegos, Cuba

III Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos, Cuba

IV Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, Cienfuegos, Cienfuegos, Cuba

RESUMEN

Muchos de los profesionales de enfermería, en su labor docente, deben cumplir con la función de ser tutor, lo que rebasa los marcos de la mera trasmisión de conocimientos. La figura del tutor se erige como el eje fundamental en la concepción de la enseñanza tutorial; él tiene la importante misión de formar al enfermero, lo cual es un honor y un reto. El mentor debe formar al futuro profesional de manera integral y para ello su meta suprema es la formación y producción de conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes y valores que promuevan el desarrollo de su desempeño. El objetivo de esta revisión es reflexionar sobre la labor del tutor en enfermería, sus cualidades y retos en los momentos actuales.

Palabras clave: mentores; educación en enfermería; capacitación profesional

ABSTRACT

Many of the nursing professionals, in their teaching work, should fulfill the function of being a tutor, which goes beyond the framework of the mere knowledge transmission. The figure of the tutor is established as the main axis in the tutorial teaching conception; He has the important mission of training the nurse, which is an honor and a challenge. The mentor must train the future professional in a comprehensively and for it, his highest goal is the formation and production of knowledge, skills, attitudes and values that promote the development of his performance. The objective of this review is to reflect on the function of the nursing tutor, his qualities and challenges in the current times.

Key words: mentors; education; nursing; professional training

Introducción

La formación del profesional de la salud en las condiciones actuales exige, de las instituciones docentes encargadas de esta tarea, una alta preparación para la ejecución de los procesos correspondientes. Concierne al personal docente asumir la responsabilidad de lograr que este sea altamente competitivo en sus esferas de actuación, capaz de transformar su entorno social a partir de la preparación cultural integral que alcanza y propiciar la profesionalización temprana, sobre la base de posibilitar el desarrollo de sus potencialidades.1

En el ámbito valenciano se ha planteado que unas políticas sanitarias basadas en la eficiencia, conlleva una redefinición continua y permanente de las competencias y roles de los profesionales sanitarios en general y de los Enfermeros/as en particular, con incremento de sus campos de actuación y asunción de nuevas responsabilidades con reconocimiento y respaldo institucional.2

El Licenciado en Enfermería en su desempeño profesional debe cumplir funciones asistenciales, administrativas, docentes e investigativas; las funciones docentes en particular se desarrollan en diferentes escenarios docentes: el área clínica en la cual a través de los métodos de educación en el trabajo desarrolla en sus estudiantes habilidades profesionales y el área docente en la cual los educandos reciben todo el soporte teórico que desde el punto de vista científico técnico le permitirá aplicar el Proceso de atención de enfermería como método científico de la profesión.3

Colado, citado por Medina González, expresó que “Al superar al personal docente, se garantiza que adquiera un nivel de conocimientos filosóficos, pedagógicos, científicos y de dirección, que se corresponda con el desarrollo de la ciencia y la cultura contemporánea” 3

El desarrollo constante de la ciencia y la técnica obliga al profesional de enfermería que cumple funciones docentes a estar inmerso en un proceso de superación constante que se traduzca en un desempeño profesional pedagógico que responda a las contradicciones y problemas profesionales.3

Muchos de los profesionales de enfermería, en su labor docente, deben cumplir con la función de ser tutor, que rebasa los marcos de la mera trasmisión de conocimientos.

En el nuevo plan de estudio para la formación del profesional de Enfermería, emerge como figura esencial el tutor, este influye en que el estudiante asuma con responsabilidad total su propia formación a través de un proceso de conducción durante toda la carrera.

El proceso de tutoría, sigue la lógica de un sistema de actuación que se desarrolla en diferentes contextos, en varias dimensiones y con la participación de un mayor número de agentes de socialización, lo que hace que surjan nuevas relaciones que exigen una mayor preparación del tutor.1

La figura del tutor en la carrera de Enfermería es de vital importancia en las transformaciones actuales de la Educación Médica, constituye el eje fundamental en la concepción de la enseñanza tutorial, pues sobre ella recae la tarea de formar al futuro enfermero, implicando a su vez un alto honor y un reto en los momentos actuales. Su encargo social propicia la formación del profesional a formar de manera integral. Desempeña un papel protagónico y dinamizador en la formación y producción de conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes y valores que promueven el desarrollo de su desempeño. Es por ello, indispensable considerar algunos elementos para la superación de este profesional, que le permita asumir las funciones en su escenario de actuación y que tribute a un desempeño profesional.4

Por tales razones se realizó esta revisión con el objetivo de reflexionar sobre la labor del tutor en enfermería, sus cualidades y retos en los momentos actuales.

Desarrollo

1. - Conceptualización de la figura del tutor

La tutoría ha sido definida de distintas maneras, en algunos casos se le considera actividad, método de enseñanza, o vía para profesionalizar la enseñanza compensatoria o complementaria, otros plantean que es la actividad que permite al tutor desarrollar actividades educativas.5

Respecto al concepto de tutoría, la Real Academia de la Lengua Española considera que es un método de enseñanza por medio del cual un estudiante o un grupo pequeño de estudiantes reciben educación personalizada e individualizada por parte de un profesor.5

Ya desde fecha lejana como el 1996, algunos autores consideraron que el modo de transmitir los contenidos curriculares, las formas de evaluar, o el tipo de relación profesor-alumno que se logre, no solo tienen una influencia en los resultados académicos sino también en la configuración de su experiencia.5

La mentoría cuenta con una fuerte tradición histórica en todo el mundo. Como una estrategia deliberada, puede lograr un gran impacto ayudando a los empleados a realizar con éxito la transición de la escuela al trabajo y a mejorar su desempeño en el empleo.6

Por su parte B. Pichs, citado por Babastro, plantea que la tutoría es un proceso de transformación y desarrollo educativo centrado en el aprendizaje, que se concreta mediante la atención personalizada y sistemática a un estudiante o a un grupo muy reducido, para que sean capaces de dominar los recursos de su formación, se apropien de un sistema de saberes y valores que determinan la posición vital activa y creativa en su desempeño profesional, personal y social.1

Para Díaz, el profesor tutor no es propiamente un orientador pues su papel es más preciso, al responder a la necesidad de educar personas concretas, particulares, individuales, con problemas singulares y con motivaciones y características distintas una a otra; a pesar de ello considera que con la figura del profesor tutor se institucionaliza una parte de la acción educativa-orientadora.7

García Sánchez y colaboradores, desde su contexto, opinan que el docente es el encargado de la formación teórico-práctica del alumno, mientras el profesional asistencial enseña y fomenta que el alumno pueda desarrollar los conocimientos teóricos y habilidades prácticas en contexto real. Y conceptualizan como tutor de enfermería, término acuñado históricamente en el siglo XV en Inglaterra, al profesional que desempeña su labor en el ámbito asistencial.8

Estos autores señalan diferentes definiciones del tutor de enfermería, tales como las de Armitage y Burnand, quienes describen a los tutores como enfermeros experimentados que facilitan y evalúan el aprendizaje del alumnado en el trabajo real del propio entorno clínico; Manuel Quintanilla, quien la define comola encargada de facilitar la puesta en práctica de conocimientos, habilidades y actitudes para que el estudiante afronte de la manera más adecuada la situaciones emergentes en la práctica asistencial.8

En enfermería, en varios contextos, se plantean abordajes disímiles del término. Así, Solano Ruiz y Siles González expresan que la dificultad en identificar y definir esta figura ha quedado reflejada en algunos trabajos y mencionan los de Siles y Solano, Dabate, et al. quienes han optado por emplear un término genérico: developments interactions, que engloba las diferentes acciones llevadas a cabo por los profesionales responsables de la formación de enfermeros en el proceso del aprendizaje práctico y que incluye los vocablos: coaching, mentoring, apprenticeship and actionlearning. Señalan que Haidar afirma que tanto el coaching como el mentoring son procesos que ayudan al desarrollo y la mejora de la representación de los cuidados del staff.9

Estos autores al referirse al carácter clásico del término, expresan que mentor fue elegido por Odiseo para que se hiciera cargo de la educación y apoyo de su hijo Telémaco durante su ausencia. La figura del mentor implica una relación de ayuda de alguien de mayor experiencia, formación y al que, por lo general, se le considera sabio. Su labor es más la de potenciar -desde una relación de afecto- el crecimiento personal que la de potenciar las habilidades técnicas características del experto, englobando tanto el asesoramiento laboral y personal como la función docente. Y consideran que en el campo de la Enfermería el mentor ha sido considerado como una herramienta fundamental en el desarrollo profesional de los estudiantes de Enfermería durante sus prácticas clínicas.9

Para Guerra Martín y colaboradores, la tutoría está enmarcada dentro de la función docente de los profesores y dentro del proyecto de trabajo de los estudiantes, siendo fundamental la planificación, organización y evaluación de las mismas. Las tutorías se deben llevar a cabo de manera personalizada, prestando una atención integral a los estudiantes, atendiendo no solo a la faceta académica y a la profesional, sino también, a la personal. En este sentido, entre profesores y estudiantes se establece una relación de compromiso mutuo, donde el profesorado orienta a los estudiantes en base a su experiencia, pudiéndose establecer dicha relación, de manera horizontal o vertical.10

2.-Caracterización del tutor

García y colaboradores, consideran que aunque todo profesor es por naturaleza orientador, no todos reúnen las características que los lleven al ejercicio de la tutoría. Al respecto, citan a especialistas como Díaz, Díaz y Pons, Bermúdez, Giner y Puigardeu, entre otros, quienes consideran que para ser profesor tutor se requiere un perfil especial que combine varios requisitos: disposición, carisma, ejemplaridad, capacidad de comunicación, buena escucha, tiempo para realizar su función y predisposición a la superación permanente, entre otras.11

Y avalan su juicio con un postulado martiano que, refiriéndose al buen maestro, dice: “Aquel compañero que en la conversación de todos los instantes moldea y acendra, y fortalece para la verdad de la vida, el espíritu de sus educandos; aquel vigía que a todas horas sabe dónde está y lo que hace cada alumno suyo, y les mata los vicios, con la mano suave o enérgica que sea menester, en las mismas raíces, creando amor al trabajo, el placer constante de él en los gustos moderados de la vida”.11

En un estudio mixto, transversal, realizado en la Universidad Europea de Madrid, basado en los principios de la investigación cualitativa y en la utilización de procedimiento de análisis documental, como instrumento para la recogida de información, cuya estrategia puso énfasis en la descripción de los significados que los estudiantes atribuyen a las características que debe tener un “buen tutor”, resultaron señaladas las siguientes características que desean en un tutor:12

  • Habilidades comunicativas: capacidad de transmitir conocimiento y sentimiento, mediante la escucha y la cercanía (empatía), fácil trato.

  • Confiable/Confianza: persona en la que se puede confiar. Cualidad favorecida por ciertos rasgos de la personalidad y por las habilidades comunicativas que se ve mediatizada por la experiencia de la persona.

  • Accesibilidad: facilidad de contacto en cuanto a localización física o por medios electrónicos.

  • Disponibilidad: estar ahí. Actitud de ayuda o libre disposición y ofrecimiento.

  • Responsabilidad/Compromiso: capacidad para cumplir con el compromiso moral adquirido con el alumno/a en cuanto a ayuda, asesoramiento desde el respeto y la confidencialidad.

  • Experiencia /Conocedor/Experto: poseedor de información relativa a la Universidad y sus cambios, a las áreas de conocimientos que componen la titulación del alumno/a.

  • Informador: capacidad de ejercer de puente entre el alumno y otros profesores/servicios de la universidad y transmisor de la información.

  • Capacidad para apoyo afectivo: proyección familiar/paterna/materna que el estudiante atribuye al tutor, en ausencia o lejanía real o figurada, de figuras afectivas

Por su parte Vivas Bombino y colaboradores13 plantean que las cualidades del profesor-tutor constituyen un tema muy debatido en los contextos educativos. En el orden del saber hacer, se declaran las cualidades profesionales que se refieren a la preparación psicopedagógica y ética del mentor para realizar la labor de orientación:

  • Estar comprometido con la estrategia y proyecto educativo de su centro.

  • Responsabilidad y compromiso como conductor del estudiante durante los años que dure su labor.

  • Poseer habilidades para el diagnóstico y la caracterización de sus estudiantes.

Un buen mentor logrará que el estudiante adquiera independencia, elabore sus propios criterios de interpretación, conozca sus posibilidades, limitaciones y sepa cómo aprovechar el tiempo. Tutor es cada profesor siempre que interactúa con sus alumnos y la tutoría es un proceso donde se propician situaciones de aprendizaje y crecimiento personal. Es una forma de organización del proceso docente educativo con un carácter sistemático, donde el estudiante recibe una atención personalizada, en la cual se parte del desarrollo alcanzado y se precisa el camino a seguir, en lo académico, lo personal y lo social.13

El Espacio Europeo de Educación superior, ha llevado a los autores a plantear que el perfil del profesor ha ido cambiando llegando a un carácter diferente basado en la facilitación y gestión del aprendizaje de los estudiantes así como en la motivación de los mismos. Esto nos lleva a una nueva concepción de su papel, un nuevo perfil del tutor y nuevas estrategias para el desarrollo de los conocimientos. El propósito de su función se basa en unas prácticas tutoriales de calidad de su enseñanza.14

En una estrategia pedagógica para el mejoramiento profesional de los tutores de enfermería del nivel primario de salud, basada en las teorías de la Educación Avanzada, se reconoce el mejoramiento profesional pedagógico del tutor como “las manifestaciones de la profesionalidad, racionalidad y creatividad creciente a partir de una marcada motivación profesional, que le hace dedicarse a su oficio o profesión, con un espíritu colectivo y de ayuda a los demás, pero con intención de demostrar competitividad”, ya que “la Educación Avanzada promueve mediante sus agentes, la plena identificación con el contenido tratado, la interiorización del mismo y la defensa, con moderada agresividad científica de sus resultados y referentes, promoviendo la independencia cognoscitiva y siempre la producción intelectual.15

3.-Actividades fundamentales que debe asumir el tutor

En el Sistema de Salud Público Británico o NHS (National Health System) tienen puesto en marcha un programa de mentoría basado en un sistema de formación inicial integrada para profesionales de Enfermería de nueva incorporación, se caracteriza porque ofrecen la oportunidad a los enfermeros noveles para que tengan un período de adaptación a su nuevo rol profesional teniendo como referencia a una enfermera experta, encargada de orientar, formar y evaluar a estos nuevos profesionales potenciando la motivación profesional y garantizando una prestación de cuidados basados en la evidencia y encaminados a alcanzar la excelencia y la seguridad del usuario. Así se resumen sus funciones generales.16

Para Medina, el papel del tutor debe ser preponderante en el desarrollo del proceso, potenciando la capacidad crítica del alumno y el desarrollo de la reflexión ante un determinado fenómeno de salud-enfermedad en el contexto específico de la práctica. Su función consiste en una práctica de segundo orden donde más que controlar la aparición de errores en la aplicación que la alumna realiza del conocimiento aprendido en el aula, lleva a cabo una conversación reflexiva con aquélla acerca de las acciones de cuidado, los procedimientos de la asistencia y el sentido que la alumna les otorga.17

Alpízar Caballero y Añorga Morales,18 basadas en los aportes de diversos autores, infieren que las características de la tutoría, en el contexto actual, específicamente de las universidades son:

  • Es una actividad o acción docente.

  • Intervienen en ella dos figuras fundamentales: el tutor y el (los) tutorado (s).

  • Tiene como principal objetivo la formación integral del estudiante para su proyección personal, social y profesional.

  • En ella confluyen acciones de orientación, ayuda, guía, facilitación, asesoría, dirección de aprendizajes, en los que se transmiten modos de actuación personales y profesionales.

  • Puede ser presencial o a distancia por la forma en que se produce la interacción entre el tutor y el (los) tutorado (s).

  • Puede ser de pregrado o posgrado, de acuerdo con el nivel de educación superior en que se realiza la tutoría.

  • No es espontánea; debe ser dirigida.

  • Debe ser flexible, oportuna, permanente y motivante.

Alpízar Caballero y Añorga Morales consideran que dentro del encargo social del tutor en la formación docente, está la necesidad de comprender su misión desde su atención personalizada y su contribución a la solución de los problemas motivacionales, afectivos y cognitivos generados en el proceso. Opinan que esto significa una actitud ética del tutor por la importancia que tiene la atención a la diversidad, reto actual de la universidad. De ahí que la tutoría como proceso personalizado y consciente exige del tutor la necesidad de transformación del tutelado, de su voluntad política y del compromiso profesional de él en lograr su propio mejoramiento profesional como paradigma del proceso.18

Similares opiniones son vertidas por González Sánchez y colaboradores, quienes consideran que en el diseño curricular de la Licenciatura en Enfermería el tutor es la persona facultada, adiestrada, preparada, es el mentor que indiscutiblemente atesora un cúmulo de conocimientos para materializar un conjunto de acciones sistemáticas, que propicien el desarrollo integral de los educandos; fortalece sus convicciones humanas, éticas, estéticas y morales; brindando una atención personalizada con el objetivo de integrar, profundizar y consolidar las habilidades cognoscitivas y prácticas, así como valores éticos, concretando el modelo del egresado en función de su competencia y desempeño profesional, para contribuir a elevar la calidad de la atención del individuo, familia, comunidad y el mejoramiento profesional y humano.19

Los autores anteriormente mencionados exponen las competencias docentes que debe poseer el tutor en la carrera de Licenciatura en Enfermería y que se relacionan a continuación:19

  • Competencia académica: se expresa a través del dominio de los contenidos propios de la especialidad o carrera.

  • Competencia didáctica: referida al dominio de los componentes personales y no personales del proceso enseñanza aprendizaje, el adecuado tratamiento de las categorías, objetivo, contenido, método, medios, formas organizativas de la enseñanza y la evaluación como importante control de este sistema. Además de la valoración bidireccional (relación alumno-profesor) del proceso enseñanza aprendizaje.

  • Competencia organizativa: todo lo referente con la planificación, organización, ejecución y control de las acciones pedagógicas y didácticas involucradas en la formación del que aprende. Además, se refiere a las posibilidades del tutor para planificar de forma creadora el proceso docente educativo, teniendo en cuenta las características del contexto, para ello es importante saber diagnosticar las condiciones reales del estudiante para responder a las exigencias que tendrá que vencer en su formación, también se requiere saber seleccionar y estructurar contenidos, seleccionar fuentes, determinar los métodos, procedimientos, tareas docentes, concebir la evaluación y las formas de organización que se le dará al proceso educativo en la escuela.

  • Competencia ideopolítica: se refiere a la interrelación e integración dialéctica de los saberes, funciones y tareas para lo político y lo ideológico que se dinamizan en lo personológico y se demuestra en los diferentes contextos de actuación. El saber, saber hacer, saber ser y saber convivir con los demás se concreta en los indicadores que se vinculan a la Historia de Cuba, al Marxismo Leninismo y al sistema de valores. Además, afrontar el proceso formativo en su dimensión humanística y ética.

  • Competencia comunicativa: debe reflejarse en un adecuado uso de la lengua materna, el establecimiento de relaciones de respeto y confianza con sus tutelados, tener la habilidad para situarse en los contextos comunicativos, teniendo en cuenta las características individuales y colectivas y para crear las condiciones comunicativas para la libre expresión de todos posibilitando el protagonismo de los demás. Es de vital importancia el desarrollo de determinadas habilidades tales como: orientar, controlar y evaluar de manera cualitativa y formativa la actividad independiente de los alumnos, que permita observar de forma sistemática el desarrollo que se alcanza.

  • Competencia social: está relacionada con la acción del tutor sobre los contextos en los que se desarrolla la formación de los tutelados, contribuyendo a modificar y perfeccionar la acción de las organizaciones estudiantiles, la dinámica de la universidad, la actitud de la familia y de la comunidad, para que el proceso de educación posea una continuidad exitosa y favorable. En este aspecto es imprescindible el ejemplo personal del tutor como individuo y ciudadano. Además, esta competencia contribuye a la toma de decisiones, a la solución de problemas y conflictos, jerarquización de tareas y motivos, afrontamiento de situaciones de estrés.

  • Competencia investigativa: refleja la actuación del tutor en el perfeccionamiento continuo de su profesión, exige de un profesional por esencia investigador y renovador, que asume su labor cotidiana desde la actividad científica, para lo cual debe desarrollar la capacidad investigativa puesta de manifiesto en la observación, caracterización y diagnóstico sistemático para la determinación de problemas científicos, el planteamiento de soluciones, su intervención transformadora, el control del impacto de las soluciones aplicadas, la elaboración y comunicación de los resultados, así como la introducción y generalización.

  • Competencia extensionista: es la que se encarga de promover la cultura; gestionar la educación ambiental y organizar proyectos comunitarios.

  • Competencia tecnológica: propicia la adquisición de habilidades instrumentales y conocimientos de nuevas tecnologías de la información y comunicación, lenguajes audiovisuales e hipertextos. Además, desde el punto de vista informático contribuye a interactuar con sistemas operativos, utilizar un procesador de texto, emplear sistemas de base de datos, utilizar diferentes softwares educativos, realizar presentaciones con el uso de la computadora, establecer comunicación a través de una computadora y gestionar información a través de la red.19

Como es lógico, cada una de estas competencias lo llevan al desarrollo de diversas actividades y funciones que completan la eficacia y eficiencia de su labor como tutor.

Rodríguez López plantea que en la formación del licenciado en enfermería, el profesor-tutor desempeña un papel significativo en tanto este se convierte en el modelo a seguir por los estudiantes, los orienta en el proceso formativo, los asesora en el área de investigación, dirige su proceso de formación como parte de la educación en el trabajo y desarrolla valores en ellos.20

Este autor, al revisar la literatura encontró un grupo de características que identifican al profesor-tutor para la carrera de enfermería y con las que coincidió, no obstante plantear que se debe tener en cuenta que además de estas, el tutor debe poseer dominio de las formas de educación en el trabajo, que le permita legitimar su saber y lograr autoridad y liderazgo. Al resumir las características del tutor, el autor refiere las siguientes: 20

  • Investigador, capaz de dar solución a problemas de la práctica clínica y que aplique el método de investigación como método de enseñanza.

  • Preparación cultural integral: en su profesión, en política, en historia y en arte y literatura, entre otros aspectos.

  • Con formación en psicología, pedagogía y didáctica.

  • Educador: ejemplo siempre y en cualquier sitio, honrado, modesto, consagrado, ético en su profesión, innovador y creativo.

Vivas Bombino refiere que entre las acciones que debe realizar este facilitador para lograr la orientación educativa de sus estudiantes se encuentran:13

  • Poseer un diagnóstico y caracterización actualizada de sus alumnos en los diferentes contextos de actuación en los cuales están inmersos.

  • Escuchar y acompañar al estudiante en las diferentes actividades docentes-educativas.

  • Lograr el compromiso de sus alumnos para las diferentes tareas que deben cumplir.

  • Realizar una labor de seguimiento de sus estudiantes.

  • Coordinar sistemáticamente las acciones con el resto de los componentes del proceso docente educativo y asumir como profesor guía-tutor que es quien monitorea el proceso.

  • Ajustar progresivamente la ayuda pedagógica con respecto a la zona de desarrollo próximo de cada estudiante en el proceso de aprendizaje y crecimiento personal, realizada en las sesiones de tutoría.

4.-Breve bosquejo sobre la evolución de la tutoría en Enfermería

En el año 2003 se propone un nuevo diseño curricular para la formación de los recursos humanos de enfermería que integra el nivel técnico y el nivel universitario con tres niveles de formación: Enfermero Básico, Enfermero Técnico y Licenciado en Enfermería y con ello la introducción del tutor como figura principal en el proceso formativo de esta profesión.1

El modelo educativo es centrado en el proceso donde la responsabilidad principal del tutor consiste en ser un animador y facilitador del aprendizaje autónomo que realizan los estudiantes. Es un educador responsable de integrar el sistema de influencias educativas, cuyos modos de actuación se identifican con orientar en los distintos ámbitos de la formación del estudiante, es quien lo acompaña durante toda la carrera brindándole el apoyo necesario para la toma de decisiones ante los problemas.1

La tutoría es, sin lugar a duda, una de las piezas clave del proceso de formación profesional y más aún en las condiciones de una docencia menos presencial.1

Babastro considera que: 1

  • La figura del tutor ha estado presente en la formación del personal de enfermería antes de esta estar institucionalizada.

  • La tutoría transitó de una función a un proceso en la formación de los profesionales de Enfermería.

  • La preparación de los tutores se ha quedado en el marco administrativo.

  • No existe correspondencia entre las exigencias del modelo para la formación de los profesionales de Enfermería y la preparación de los tutores en relación a los planes de formación.

Rodríguez López ha planteado que la formación del profesor-tutor para la carrera de enfermería está indisolublemente ligada a la formación del enfermero, ya que no se pueden ver de forma independiente, si se parte de que esta siempre estuvo a cargo de enfermeros que además de sus funciones administrativas, asistenciales e investigativas realizaban funciones docentes como parte del perfil de salida de este profesional de la salud, es por eso que para hacer un estudio de la primera, necesariamente implica tener en cuenta su estrecha relación con la segunda.

Al referirse a la evolución de la formación en enfermería, Rodríguez, apoyado en la bibliografía, expresa que desde sus inicios tuvo un carácter mayormente práctico, a partir de que básicamente se desarrollaba en las propias instituciones de la salud, con la transmisión de las experiencias - conocimientos y habilidades - por parte de aquellos profesionales que poseían más preparación. El autor considera que en Cuba siguieron pautas parecidas.

Citando a Mena, Rodríguez expone que la enseñanza y formación en las especialidades de la salud, tiene su origen a partir de 1726, con el reconocimiento del inicio de la educación médica superior. Durante el período colonial, la formación en enfermería, tuvo un carácter empírico, en tanto los practicantes aprendían siguiendo el modelo de los oficios o imitación de los procedimientos elementales que se aplicaban en aquella época. Es decir siguió el modelo no escolarizado. Se considera que la primera escuela surge con la ocupación norteamericana. Esta formación tenía carácter práctico y se funda en el Hospital "Nuestra Señora de las Mercedes". A partir de 1900 se abren escuelas en Cienfuegos, La Habana, Matanzas, Camagüey y Remedios; todas tenían hospitales como escenarios de aprendizaje. A partir de entonces se generaron diferentes planes de estudio para distintos períodos de tiempo. Como elemento común, todas las escuelas que existieron hasta 1959 estuvieron asociadas a determinados hospitales existentes en los diferentes períodos históricos. Como regla general, en la formación predominaba el carácter empírico; es decir, la transmisión de los saberes tenía lugar a partir de los conocimientos que poseían los más experimentados.20

Fue a partir de la 3ra Revolución Educacional, con el surgimiento de la universalización de la educación superior, que la enseñanza de la enfermería adquiere características especiales. A partir de ello, fue necesario reforzar la formación de los profesionales en su propio puesto de trabajo, bajo la tutela de aquellos especialistas de la enfermería más competentes integralmente. Así, este profesional que venía, desde varios años atrás atendiendo a los estudiantes en etapas de prácticas preprofesionales, adquiere otras responsabilidades; ahora a su desempeño profesional se le agrega la docencia, para lo que requiere preparación en un grupo de elementos del conocimiento que no poseía, relacionado con las Ciencias Pedagógicas. De esta manera surge el profesor-tutor de la carrera de enfermería. Como ha podido apreciarse, la formación de la enfermería en Cuba ha tenido un alto componente práctico, por lo que no se puede negar el enriquecimiento recibido con la incorporación de contenidos inclinados a una formación teórica, básica y general, se ha mantenido históricamente al punto que hoy se manifiesta como una tendencia esencial del proceso.20

Como escenarios pedagógicos esenciales desde el principio han fungido las áreas asistenciales: hospitales y policlínicos. Al mismo tiempo uno de los componentes personales esenciales lo ha constituido el especialista en ejercicio, que junto al profesor universitario (Instructor) - sobre todo en los últimos 35 años han sido responsables de la modelación del profesional de la enfermería.20

5.-Dificultades en la labor del tutor

Babastro Caboverde, en la fundamentación práctica de su problema de investigación, expuso que entre las dificultades observadas en lo tutores estaban: 1

  • Existe pobre dominio de los tutores en las habilidades de la comunicación para establecer una adecuada interacción con los estudiantes e incidir en su crecimiento personal.

  • Empleo de métodos educativos tradicionales que no permiten el desarrollo de la creatividad e iniciativa en los estudiantes para la realización de las tareas.

  • Los tutores no cuentan con la preparación para enfrentar y dar una respuesta satisfactoria a todas las necesidades de sus estudiantes y de ellos mismos como tutores.

  • No existe un plan de superación para los tutores que dé respuestas a las demandas del nuevo modelo formativo en la carrera de Licenciatura en Enfermería.

Como es fácil observar, estas condiciones limitan grandemente el cumplimiento de las funciones de un tutor, en consonancia con las demandas sociales de la formación.

La autora concluye que “no existe una suficiente preparación del personal asignado para asumir la tutoría con la calidad requerida, detectándose dificultades metodológicas, técnicas, desmotivación, desconocimiento de la importancia de su labor, así como de las funciones a realizar”.1

En Murcia, García Sánchez y colaboradores señalan que la coordinación de los actores tanto docentes como asistenciales resulta imprescindible, y esta pasa por romper el distanciamiento entre el aula y el centro sociosanitaro, en definitiva entre la teoría y la práctica. Situación que muchos profesionales de ambas instituciones con sus comportamientos y actuaciones no solo mantienen sino que fomentan.8

Como se puede apreciar, esta es una dificultad que lastra la homogeneidad y coherencia de la enseñanza, pues un rompimiento de la relación entre el aula y la práctica asistencial es fatal. Es un reto que tanto docentes netos como tutores, deben enfrentar y solucionar. Situación a la que no son ajenos nuestros escenarios docentes.

Un estudio realizado en España, en que se midió la opinión de los estudiantes de enfermería sobre la tutoría, concluyó que las tutorías no están integradas en los proyectos docentes, que no se planifican teniendo en cuenta sus necesidades, y que no existen criterios de evaluación en las mismas, por lo que los gestores universitarios deben incidir en mejorar estos aspectos. Los autores asumieron que, para disminuir la variabilidad de la práctica tutorial en función del centro docente o profesorado, sería conveniente que se establecieran medidas de seguimiento y control de las tutorías, mediante unos criterios de actuación y registros estandarizados.10

En otras enseñanzas también se presentan dificultades en la tutoría, tal como se concluye en un estudio realizado en Ecuador y que relacionó las siguientes:21

  • El tutor de prácticas pre-profesionales no está preparado pedagógica ni didácticamente para asumir el reto de la formación en la modalidad dual.

  • a relación que generalmente se establece entre el estudiante y su tutor de prácticas en la actualidad es una relación vertical y unidireccional, el estudiante asume una posición inferior por su falta de conocimientos y experiencia para relacionar la teoría con la práctica, el tutor es quien posee el saber para poder actuar.

  • Según el propio tutor la actuación del estudiante se limita a las estrictas indicaciones de este, repitiendo irreflexivamente cada paso, de las técnicas a realizar o tecnologías a aplicar en las complejas situaciones que pueden presentarse en el entorno laboral.

  • La formación en el entorno laboral tiende a tener marcado carácter conductista, tiene como protagonista al tutor experto, quien posee conocimiento, experiencia y prácticamente todas las respuestas a las preguntas que puedan surgir en el alumno en el proceso de formación relacionado con el entorno laboral y que se encuentra muy distante de lo que se necesita lograr con la modalidad dual que sugiere el Reglamento de Régimen Académico.

En un estudio realizado en Santiago de Cuba, donde se midió la satisfacción de estudiantes de enfermería con la labor del tutor y se obtuvieron resultados positivos en más del 50 % de los estudiantes se concluyó que el acompañamiento del tutor con su tutelado debe ser toda la carrera, por ende la relación entre ellos se hace más armónica. A pesar de los buenos resultados obtenidos, los autores consideran que se debe trabajar sobre la influencia vocacional del tutor con el estudiante, y la relación con la familia, la cual en algunos casos no estaba establecida.22

Otras investigaciones sobre la labor del tutor y las dificultades que aún enfrentan, han arrojado que las competencias docentes con poco desarrollo, fueron: comprensión de los objetivos a lograr por los residentes, conducción de los residentes en la investigación, relación de los objetivos con la evaluación, selección de los métodos de enseñanza según el contenido y el tipo de clase, organización del gruò de residentes.23

Como se puede apreciar, se trata de tutores en MGI, pero estas dificultades no están ausentes en los tutores de enfermería, solo que se aplican a las condiciones del enfermero.

González Sánchez, en su tesis de doctorado, propone las competencias profesionales que debe reunir el tutor en enfermería y que ella explica su formación en cada caso; son las siguientes: competencia técnica profesional, competencia comunicativa, competencia comunicativa, competencia investigativa, competencia ético-moral.24

Conclusiones

La tutoría ha existido desde épocas muy remotas y ha sido conceptualizada desde diferentes ángulos, pero siempre ha tenido como concepto central la conducción educativa del tutorado, lo cual implica la función de instruir y preparar para la vida, por lo que incluye no solo la trasmisión de un conocimiento y el desarrollo de destrezas, sino la formación de una actitud ante la vida y ante una profesión determinada.

Un profesor tutor debe reunir una serie de cualidades que lo hagan un verdadero paradigma para su tutorado. La formación profesional de este no debe ser descuidada, para dotarlo de las competencias que necesita para desarrollar su labor con eficiencia.

En la tutoría de enfermería, aún se presentan dificultades que deben ser resueltas para lograr la formación del verdadero profesional que necesita la sociedad.

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Recibido: 26 de Junio de 2019; Aprobado: 11 de Julio de 2019

*Autor para correspondencia. E-mail: narcisoar790521@minsap.cfg.sld.cu

Los autores declaran que no tienen conflicto de intereses

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