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Introducción
La Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1993 declara a la tuberculosis como una emergencia global, ya que esta enfermedad ocasiona un grave problema de Salud Pública. Desde entonces, muchos países se sumaron a la aplicación de la Estrategia de Tratamiento Corto Directamente Observado, recomendada por este organismo para el control de la enfermedad en los países de alta prevalencia, entre los que se encuentra Ecuador.1
Tradicionalmente, la responsabilidad social ha sido un concepto aplicado a las obligaciones y compromisos legales y éticos derivados de los impactos que las actividades de las organizaciones generan en el ámbito social, laboral, medioambiental y de los derechos humanos.2 En este sentido, es una tendencia mundial a un nuevo paradigma universitario latinoamericano, que incluye a los resultados del conocimiento que construye desde sus centros de investigación y sus presupuestos epistemológicos, y finalmente, a los impactos que brotan de sus relaciones con el entorno social (participación social).3
La OMS, desde 1995, define la responsabilidad social de las Escuelas de Medicina como la obligación de dirigir actividades educativas, investigadoras y de servicio, a atender las necesidades prioritarias de su comunidad, región y/o nación que les ha conferido el mandato de servir.2 En tal sentido, la reflexión integral que realice la Universidad como institución académica influirá en el entorno social,4 en el alcance a las metas de los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) y la cuarta Estrategia de OMS Fin a la tuberculosis.
Los estudiosos de la problemática social, conscientes de ello, afrontan las necesidades de salud más urgentes con la participación temprana de todos los agentes sociales en la comunidad.5 En relación con ests problemática, la OMS propone como estrategias Hacia el control de la tuberculosis 2008-2015, y Alto a la tuberculosis o STOP TB.6,7
Estado de la tuberculosis a nivel mundial
En el 2015, el estimado para Ecuador fue de 8 400 casos nuevos de tuberculosis (51,6/100 mil habitantes),7 incluyendo aquellos con coinfección TB/VIH. Sin embargo, el Sistema Nacional de Salud (SNS), que comprende la Red Pública Integral de Salud (RPIS) y la Red Complementaria (RC), diagnosticó y notificó 5 215 casos (32,03/100 mil habitantes), en correspondencia con el 62,08 % de lo estimado. De los casos notificados, 5 097 fueron casos nuevos y recaídas, y 118, casos previamente tratados.6,8
Subsistemas de atención
La sensibilidad social está muy relacionada con el compromiso individual, y podríamos decir que “si todas y cada una de las personas de este planeta estuvieran sensibilizadas frente a las problemáticas sociales, arreglaríamos el mundo”,9 pero sería absurdo ubicar al hombre por sí solo resolviendo los problemas. Las personas interactúan con el entorno en un conjunto de redes sociales y las transacciones que se dan entre ellas. La tuberculosis, según Bronfenbrenner, es una enfermedad social vinculada a la pobreza.9 Concebida así, obliga atenderla desde muchas perspectivas, desde muchos subsistemas, dígase la familia, los amigos, las condiciones laborales, el personal sanitario, o la organización hospitalaria, los que pueden llegar a convertirse en elementos facilitadores o disruptores en las vidas de las personas enfermas por dicha causa, llegando incluso a afectar el curso y pronóstico de la enfermedad.
La responsabilidad de la curación de una persona enferma no debe caer sobre un solo subsistema, por ejemplo, de la tuberculosis, no solo al ontosistema (la persona enferma), sino también al microsistema (la familia); sabiendo que la interacción dentro de ella, las transacciones que se establecen, la red microsocial, con el objetivo de la curación, intervienen en la eficacia del tratamiento. Cada intervención será pertinente para el cumplimiento del tratamiento, cuando se cumpla el principio sistémico. (Figura 1).
Propuesta
Como respuesta a toda esta problemática, y con base en los elementos teóricos planteados de forma general, se hace una propuesta que parte de la Universida de Guayaquil, con el objetivo de contribuir a la sensibilización social de los docentes de la Salud sobre el tema de la tuberculosis. De manera particular, se busca diagnosticar el estado actual de responsabilidad social de los docentes en relación con la tuberculosis; fundamentar los compromisos de intervención inter institucional, entre actores, para elevar el nivel de responsabilidad social, con la tuberculosis como problema global de Salud Pública; diseñar el sistema de sensibilización social sobre la problemática de la tuberculosis en cada carrera de la facultad de Ciencias Médicas; y validar la propuesta de dicho sistema para mejorar el estado actual de la responsabilidad de los docentes de la salud.
Se esperan como principales resultados, el establecimiento de categorías sobre pensamientos, creencias, sentimientos y compromisos de docentes sensibilizados sobre la problemática de la tuberculosis en las sociedades; docentes comprometidos en la formación de profesionales competentes para resolverla. Además, se espera desarrollar capacidades humanísticas y comunicativas, como un proceso crítico y reflexivo evidenciados en modos de actuación que reflejen características intelectuales como imparcialidad, perseverancia, confianza, entereza, empatía, autonomía e integridad; y respecto a los investigadores, estos serán el canal que permite elevar el nivel de la responsabilidad social en el caso particular de la comunidad universitaria de la Universidad de Guayaquil, con los afectados de tuberculosis y la familia, en colaboración con los servicios asistenciales participantes.
Conclusiones
El impacto de los resultados esperados de este estudio, tendrá carácter educativo y social, ya que contribuye a la concientización de los docentes frente al fenómeno de la tuberculosis, y en consecuencia, a la formación de profesionales con perfil de egreso de alto nivel, en concordancia con las exigencias del momento histórico en que se sitúa la sociedad ecuatoriana, y el Sistema de Educación Superior en Ecuador.
