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INTRODUCCIÓN
Los cierres temporales de instituciones de educación superior (IES), a causa de la COVID-19 (enfermedad por coronavirus), ya dejaron de ser noticia, porque son mayoría los países donde han dejado de operar presencialmente. Hasta agosto de 2020, aproximadamente, habían sido afectados unos 23,4 millones de estudiantes y 1,4 millones de docentes en América Latina y el Caribe; lo que representa más del 98 % de la población de estudiantes y profesores de educación superior de la región.1
La decisión se basa en el principio de salvaguarda de la salud pública, en un contexto en el que las grandes aglomeraciones de personas generan grandes riesgos. En América Latina, estas medidas se tomaron prácticamente de forma inmediata y, en algunos casos, con una perspectiva temporal larga.
Pocos países de la región disponían con plataformas de contenidos y sistemas de gestión de los aprendizajes. Dichos recursos estaban diseñados para una educación que, de otro modo, se impartiría presencial o semi presencialmente, y no completamente en forma remota.2
En tal sentido, las condiciones de los Sistemas de Información y Gestión Educativa (SIGED) son determinantes. En el caso de Ecuador, indicadores como la conectividad en escuelas, la tutoría virtual y las plataformas digitales tienen grandes dificultades. Los paquetes de recursos digitales y el repositorio central de contenido digital tienen mejores condiciones, pero no son las óptimas. Y más o menos esa es la misma situación del resto de los países de la región, con excepción de Uruguay.2
La Universidad Metropolitana de Ecuador (UMET) pasó a la modalidad virtual desde el 18 de marzo, dos días después de emitirse el decreto estatal; entrando concretamente en vigencia el 23 de marzo del 2020. Se establecieron entonces las siguientes indicaciones: 1) Las Direcciones de Planificación, Sistemas y Admisiones tienen como tarea central desarrollar las condiciones técnicas y tecnológicas para el acceso de todos los estudiantes y docentes a la plataforma virtual de aprendizaje de la UMET; 2) Las materias programadas a impartir en el P-50, definidas como virtuales, presenciales y por tutorías, deben estar inscritas e implementadas en la plataforma; 3) Definición, por parte de la Dirección de Sistemas y creación, de los links para almacenamiento y acceso a las materias de recursos de aprendizajes (videos, presentaciones, evaluadores, simuladores) que no se pueden poner en la plataforma; y 4) Los docentes de las carreras de Sistemas y otros especialistas designados impartirán un taller Docencia en Entornos Virtuales, con duración de tres días (carácter totalmente obligatorio).
Para los docentes ha resultado un proceso de rápida asimilación de nuevos contenidos, que antes apoyaban la modalidad presencial, pero que ahora son el único medio de enseñanza. Por eso, es objetivo de este trabajo describir la experiencia de adquisición de habilidades por docentes universitarios en los contextos educativos impuestos por la COVID-19, específicamente en dos carreras de ciencias de la salud, de la UMET.
MÉTODOS
La investigación tuvo un enfoque descriptivo, diseño no experimental, e incluyó la investigación de campo. La población estuvo conformada por todos los docentes (N=16; Edad media 39,75 años; iguales proporciones para ambos géneros) que laboraban en ese momento en dos de las carreras de la Facultad de Salud, Matriz Guayaquil, UMET, (Enfermería y Optometría, 9 y 7 profesores cada una, en ese orden) durante el período denominado P50, y correspondiente a la etapa febrero-julio de 2020. La técnica fundamental empleada fue la encuesta (Anexo 1), la cual fue elaborada por los autores, y se aplicó virtualmente, enviada y respondida por correo electrónico.
Se analizaron variables relacionadas con las habilidades adquiridas, directa (dominio de entornos virtuales de aprendizaje, EVA: plataforma Moodle, Teams, telepresencia), e indirectamente (percepción del proceso de adquisición de habilidades: necesidades de formación, interés por el contenido, tiempo de estudio, motivación para acción docente).
Las respuestas fueron ponderadas según una escala tipo Likert, atendiendo a 5 opciones de respuesta.
RESULTADOS
En cuanto al dominio de los EVA, predominó el manejo “adecuado” en general. El manejo “poco adecuado” fue referido por el 6 % de los docentes, en cada una de las modalidades analizadas. El dominio de la telepresencia fue el que mayor porcentaje acumuló para “muy adecuado” (25 %). En ningún caso se consideró “inadecuado”. (Fig. 1).
Fig. 1 Distribución porcentual de los docentes encuestados según dominio de los entornos virtuales de aprendizaje.
Sobre la percepción del proceso de adquisición de habilidades, destacó que el 69 % de ellos consideró “poco adecuado” el tiempo de estudio; y que el 61 % expresó, también como “adecuado”, el interés por el contenido. (Fig. 2).
Fig. 2 Distribución porcentual de docentes encuestados respecto a percepción del proceso de adquisición de habilidades.
Al indagar en qué medida consideraban que las habilidades adquiridas habían servido como motivación para su acción docente, tanto presente como futura, el 65 % la catalogó como “normal”, y el 7 %, consideró que en “ninguna” medida les sirvió como tal. El 28 % se concentró entre las opciones “mucho” y “bastante”.
DISCUSIÓN
Dos décadas atrás, la denominación conceptual de Prensky3 establecía una nueva nomenclatura, la cual designaba a los profesores como inmigrantes digitales, y a los estudiantes como nativos digitales. Los primeros, quienes se han adaptado al uso de los medios digitales ya en edad adulta, y los nativos, quienes han crecido de la mano de la tecnología, con habilidades innatas en el lenguaje del entorno digital. Ya hoy existen docentes que son nativos digitales, como ocurre en el grupo encuestado.
Los resultados sobre el dominio de las diferentes herramientas informáticas, necesarias en esta etapa para continuar con el proceso de enseñanza aprendizaje, mostraron niveles sobresalientes en el dominio de telepresencia, seguido de las modalidades Moodle y Teams, en ese orden.
Desde hace ya varias décadas se habla de los EVA, inicialmente basados en el desarrollo y aplicación de software educativos, y que en la actualidad constituyen un conjunto muy abarcador en el campo de las TICs. Para los estudiantes resulta siempre una alternativa atrayente, además de que les resulta familiar, por tratarse de espacios donde pueden poner en práctica habilidades que también aplican en la vida extracurricular.
La modalidad de telepresencia fue la que más criterios de dominio “muy adecuado” concentró. Para facilitar el aprendizaje a distancia cobran especial relevancia todas las plataformas de aprendizaje en línea, las educativas abiertas, las aplicaciones multiplataforma, los dispositivos móviles, el ‘campus virtual’, y en general, todas las alternativas tecnológicas a distancia o en línea, que permitan lograr el objetivo de avanzar en los espacios educativos, el trabajo o cualquier otra actividad;4 de manera que esta herramienta, que también garantiza el distanciamiento social, tuvo mejor aceptación con respecto al resto. Por otra parte el uso y efectos de las plataformas Moodle son más tangibles, toda vez que permiten a los profesores articular sus cursos (incluidas tareas docentes y actividades evaluativas) y ponerlos a disposición de los educandos de manera rápida y eficaz. De hecho, es la plataforma más utilizada actualmente por las universidades de todo el mundo. A pesar de ello, solo el 12 % de los profesores manifestó plena capacidad respecto a su uso.
A pesar de sus beneficios como facilitador del trabajo en equipo, ninguno de los docentes consideró muy adecuado el dominio de la herramienta Teams, concentrándose la mayoría de los criterios en la categoría de “adecuado”. Este instrumento reúne en un espacio común, las aplicaciones de colaboración necesarias para trabajar en equipo: chats, videoconferencias, notas, acceso a contenido, Office Online, planner, entre otras.5
En cuanto a la percepción de los docentes acerca del proceso de adquisición de habilidades, las variables en su conjunto mostraron predominio de la opción de respuesta “adecuado”. Sin embargo, el tiempo de estudio se evidenció como una debilidad, al ser considerado como “poco adecuado” por más de las dos terceras partes del total.
La integración de las TIC en el proceso de enseñanza-aprendizaje no es fácil, y requiere un periodo de sensibilización en el que se motive a los profesores con experiencias de otros. Luego, es necesario involucrar al profesor en cursos de capacitación tecnológica para que conozca y utilice cada una de las herramientas TIC y las incorpore a sus actividades de aprendizaje. Se debe tener claro que estas herramientas son solo un apoyo para la práctica docente, y el aplicarlas de manera consciente se puede reflejar en mayor calidad educativa. Para el logro del aprendizaje por parte del docente, es necesario destinar tiempo para la revisión y estudio de los contenidos sobre el tema, y así lograr una base tecnológica para adecuarla a los temas de su área de conocimiento;6 solo que, en este caso, el cambio a la modalidad educativa netamente virtual fue brusco; y en pocos días profesores y estudiantes tuvieron que adecuar su mente, su tiempo y espacios a las nuevas condiciones que caracterizaron el ámbito de la enseñanza.
Se debe establecer una línea de comunicación que los docentes puedan consultar al presentarse dudas sobre los métodos educativos durante la crisis. Perú, por ejemplo, puso en marcha un curso obligatorio para el aprendizaje de competencias digitales para la educación, mientras que Panamá estableció un portal con plataformas abiertas para la formación docente.2
La cifra de participantes y el componente subjetivo inherente a la técnica aplicada para obtener información, pueden plantearse como limitaciones del estudio, sin embargo, las circunstancias impuestas por la situación de aislamiento dejaron pocas alternativas al respecto.
Aunque los resultados denotan que el conocimiento sobre los EVA no es óptimo entre los docentes del claustro, estos ya cuentan con habilidades cognitivas y tecnológicas, que, de hecho, podrán ir incrementándose con el tiempo. De momento, existen falencias que tal vez puedan afectar el proceso docente, pero esto depende, incluso, del alcance de los estudiantes a los medios y vías de enseñanza que impone la situación.
