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Revista Habanera de Ciencias Médicas

versión On-line ISSN 1729-519X

Rev haban cienc méd v.7 n.1 Ciudad de La Habana ene.-mar. 2008

 

 

Policlínico Universitario Héroes del Moncada.

EL MEDICO QUE NO HA DESAPARECIDO.

Dra. Ingrid Rodríguez Crespo.

Lic. Olga LydiaPaz Figueroa.

Dra. Yadira Olivera Nodarse.

Dr. Bismarck Valerino Salas.

 

No hadesaparecido, porque sus ideas trascendieron las fronteras del momento histórico que le tocó vivir, concretado en cada obra médica dentro y fuera de la nación. Su caudal de conocimientos, olvidado por un tiempo tras un guerrillero y político infatigable, se multiplica hoy. Repasando sus apuntes, cartas, conferencias, discursos, descubrimos todo cuanto legó para la formación y el ejercicio de un médico.

En 1950 durante el recorrido por el interior de Argentina, apuntó en su diario, refiriéndose a cómo se conoce un pueblo ¨…aquello es la lujosa cubierta, pero su ala está reflejada en los enfermos de los hospitales, los asilados de la comisaría o el peatón ansioso con quien se intima…”. Aquí encontramos el mensaje, el médico debe hacer otra mirada, distinta a la del turista, lo que hoy hacen los médicos solidarios por el mundo, penetrar en las realidades de las naciones, puede apreciar lo bello que brinda la ciudad, pero sin descuidar la necesidad de encontrar las causas objetivas de la situación que viven los habitantes marginados en esas condiciones.

En su primer viaje por Argentina anota: “Mucho no pude hacer por el enfermo; simplemente le doy un régimen aproximado de comidas y le receto un diurético y unos polvos antiasmáticos. Me quedan unas pastillas de Dramamina y se las regalo. Cuando salgo, me siguen las palabras zalameras de la vieja y las miradas indiferentes de los familiares.” Otro mensaje legado hasta nuestros días, es necesario la solidaridad de los familiares con el adulto mayor; algo prioritario en nuestro Sistema Nacional de Salud, en el que se lucha por un envejecimiento feliz y se propicia la posibilidad en una Universidad para el Adulto Mayor, donde se proyectan mejores sentidos y estilos de vida para ese ser humano que antes ofreció todo cuanto pudo para sus familiares, y la solidaridad y desprendimiento del médico para con sus pacientes .

En sus notas de viaje a Chile se lee dolorosamente: ¨Los hospitales absolutamente gratuitos son muy escasos y en ellos hay carteles como el siguiente ¿Por qué se queja de la atención si usted no contribuye al sostenimiento de este hospital? ” […] “La conciencia sanitaria de la nación es escasa”.Nos llega claro el mensaje, se necesita no solo una conciencia sanitaria en la población sino también en las políticas trazadas, para nuestro Sistema Nacional de Salud esto es cardinal, desde la concepción y los presupuestos destinadosa este fin, algo de lo que carece la Humanidad en otras latitudes del planeta, por la existencia de políticos que nada les interesa la situación en la que viven las amplias masas desposeídas.

En Huambo apuntó: “… nos pareció inhumano acrecentar nuestras críticas, pero el leprosario nuevo tiene las mismas desventajas del viejo: falta laboratorio, falta servicio quirúrgico y está, por agravante, en una zona infestada de mosquito que constituyen una verdadera tortura para quien tiene que estar todo el díaallí... todavía falta muchopor hacer”. Se refiere en esta ocasión a las condiciones higiénico-epidemiológica y de equipamiento para brindar los necesarios servicios de salud, algo evidente hoy cuando apreciamos la obra constructiva que reciben las instituciones de salud acompañada del equipamiento con tecnología de punta, permitiendo ofrecer hasta en los lugares más apartados, los servicios de excelencia por los cuales trabajamos.

En el diario del segundo viaje por América Latina, anota: “…científicamente estoy comprometido a acabar un trabajo para presentar al Congreso de Alergia.” […] “Presenté mi trabajo:” Investigaciones cutáneas con antígenos cutáneos digeridos.”Encontramos aquí el proceder del médico que no debe renunciar a un espíritu investigativo constante para enfrentar los problemas de salud que afectan a la población, lo que hoy garantizamos con la realizaciónde las jornadas y forum científicos desde la base hasta el nivel nacional, así como los estudios de postgrados, diplomados y maestrías, todos relacionados con el accionarmédico para con sus pacientes y colegas.

En carta a su madre desde Guatemala en 1954 escribe: “Podría hacerme muy rico, pero con el rastrero procedimiento de revalidar el título poner una clínica y dedicarme a la alergia. Hacer esto sería la más horrible traición a los yos que me pelean dentro, el socialudo y el viajero”. La expresión nos presenta al médico que antepone lo necesario a lo personal, ese que existe y necesitamos hoy para enfrentar la insalubridad que acompaña a la mayor parte de la población mundial, carente de las más elementales políticas salubristas.

En su libro inconcluso:” La función social del médico en América Latina” escribe: “Al iniciar la lucha por la salud del pueblo, como primera medida, el médico debe ocuparse de cotejar sus posibilidades frente al complejo escenario que lo rodea” […] “La lucha siempre debe plantearse con una fórmula general que garantice el buen éxito posterior y que sea conducente a ganar para el profesional, la confianza primero y el cariño luego de los grupos que estén bajo su responsabilidad médica… la primer arma a utilizar es la flexibilidad… las condiciones de la lucha varían mucho, pero en el camino de la consolidación el médico deberá siempre realizar éste primer paso.” Encontramos aquí la fórmula que hoy aplicamos para materializar la salud pública en Cuba y en el mundo; primero el análisis de la situación real de salud y las posibilidades de enfrentarlas con la preparación,sin olvidar que el camino en ocasiones hay que hacerlo al andar, esas brigadas que enfrentan las adversidades en condiciones de contingencia, en los lugares más recónditos, son muestra evidente de ello.

Escribía más adelante en el mismo texto: “Para trazarse una línea general de conducta es necesario entrar al lugar de batalla imbuido de una serie de conocimientos esenciales, son ellos la natalidad, la mortalidad infantil, prenatal y general;… y, ayudado por otros datos la morbilidad general… es conveniente hacer vista a los lugareños e ir posesionándose de su interioridad doméstica en forma gradual”. De eso se trata, el médico de hoy, realiza su labor partiendo de estos indicadores e intimando mediante las visitas al hogar, lo que le permite el conocimiento de esa comunidad que atiende.

Expresa en el mismo texto “…la necesidad del médico de hacer que los vecinos entren activamente en la vida sanitaria del pueblo,… las enfermedades de tipo epidémico y, sobre todo endémico, deben combatirse por medio del uso adecuado de las medidas generales de sanidad pública, ayudados por una exacta comprensión del problema explicado por el facultativo”. Hoy realizamos las campañas de higiene y epidemiología con esta misma concepción dando participación a la población y garantizando el protagonismo del médico para la compresión de los programas y la solución de los problemas.

Escribe:” Un hombre bien comido se encargará inmediatamente de su salud y al mejorarla lo que será un hecho en los lugares malsanos y abandonados pasará a ocuparse del siguiente problema en orden de importancia: la educación propia y de sus familiares.” Esta concepción se materializa en la obra de la revolución cubana y bolivariana así como en la de los gobiernos de Bolivia, Brasil, Nicaragua donde hoy se pretende iniciar una transformación social, sabiendo que los pilares básicos son Salud y Educación, una vez desaparecida la hambruna que mata despiadadamente.

Consideró:” el médico revolucionario debe tener siempre presente que su deber es atacar las lacras de todo tipo que atacan al pueblo, al único gobierno a quien sirven.” Expresa la “Necesidad de estudio… Necesidad de intercambio con revistas médicas.” Cuando nos adentramos en los programas de la enseñanza médica observamos que ellos no solo contemplan los estudios científicos, incluyen además los éticos, psicológicos e ideológicos, tienen una amplia gama de posibilidades en literatura a consultar, garantiza la formación de ese médico revolucionario necesario a diseminar por todo el mundo; pues debe dominar desde su formación que el deber del médico, es allí, donde se necesita, al lado de los más desamparados y lo más actualizado enmarcado en el momento histórico en que vive.

En el acto efectuado en su honor, el 16 de enero de 1959, expresa a los presentes:” Yo considero como médico que siempre me han preocupado las cuestiones sociales que ahora llega el momento de hacer aportes sustanciales, para cambiar radicalmente los sistemas de salud imperantes en Cuba como en todas las naciones” […] “Yo creo que ahora es el momento de empezar a pensar seriamente… sobre los nuevos derroteros que tiene que tomar la medicina en Cuba… llevar valientemente a la medicina social y llegar a donde sea posible” Este es el proceder de la revolución en sus programas de salud y los resultados se evidencian ya con los índices alcanzados en indicadores que hoy nos sitúanentre aquellas naciones del llamado “primer mundo”.

El 19 de agosto de 1960, en el Ciclo de Conferencias de Salud Pública apuntaba:”para ser médico revolucionario, o para ser revolucionario, lo primero que hay que tener es revolución.” […] “El principio en que debe basarse el atacar las enfermedades, es crear un cuerpo robusto con el trabajo de toda la colectividad, sobre toda esa colectividad social.” […] “La medicina tendrá que convertirse… en una ciencia que sirva para prevenir las enfermedades” […] “El trabajo que está encomendado hoy… es el de organizar la salud pública de tal manera que sirvapara dar la mayor asistencia al mayor número posible de personas, y sirva para prevenir todo lo previsible en cuanto a enfermedades, y para orientar al pueblo.”

Si revisamos la concepción del médico y la enfermera de la familia y la especialidad en Medicina General Integral, esa es su misión, desde la colectividad, sobre la colectividad y con la colectividad, llevar la salud preventiva y promocional al mayor número posible de personas; misión que rebasa las fronteras de la nación.

Decía:”El médico, el trabajador médico, debe ir entonces al centro de su nuevo trabajo, que es el hombre dentro de la masa, el hombre dentro de la colectividad. ” […] “siempre, pase lo que pase en el mundo, el médico por estar tan cerca del paciente…, por ser la representación de quien se acerca al dolor y lo mitiga, tiene una labor muy importante de mucha responsabilidad en el trato social. Este es un ideal que se enarbola por cada soldado de la medicina cubana, pues sin distinción de color, sexo, propiedades, clase o ideología brinda a los necesitados servicios de salud en cualquiera de las condiciones en que se encuentre ejerciendo, pues hace suyo la siguiente máxima” vale pero millones de veces más la vida de un solo ser humano, que todas las propiedades del hombre más rico de la tierra”.

Plantea: “cada médico en el círculo de su acción, puede y debe acumular ese preciado tesoro que es la gratitud del pueblo.” Así se evidencia en las misiones solidarias y en Cuba, el orgullo que expresan los galenos cuando escuchan la satisfacción y el agradecimiento de las comunidades que disfrutan de sus servicios.

No ha desaparecido el médico, porque hoy los ideales se multiplican en Cuba y en el mundo, el espíritu investigativo, el sentido de la responsabilidad, de la honradez, la capacidad de sacrificio que evidenció en su actuar médico, se revelan constantemente, al enfrentar hoy la salud preventiva y promocional en los variados espacios con valor e inteligencia, pese a las condiciones que acompañen a los trabajadores de la salud.

No ha desaparecido porque allí, donde nadie quiere ir, están los solidarios médicos revolucionarios cubanos que tienen como sus honorarios el agradecimiento de los atendidos, la sonrisa de los pobres y la satisfacción del deber cumplido, los que al regresar a la Patria manifiestan como él, “…me ha cambiado más de lo que creí…” la visita a esos lugares donde en pleno siglo XXI, encontramos enfermedades que por estar erradicadas, hace algunos años ya en nuestra nación, resultan desconocidas por ellos.

No ha desaparecido el médico pues a 40 años de su muerte “sigue siendo semilla del futuro sembrada en la tierra latinoamericana, estrella en el cielo de la esperanza popular y carbón ardiente bajo las cenizas del desencanto”

No ha desaparecido porque “el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor” esta máxima presente en la obra de todos los que seguimos luchando por una causa justa y un mundo mejor posible.

No ha desaparecido el médico, vive entre nosotros, Ernesto Guevara de la Serna, conocido cariñosamente como el Che, éste argentino cubano que no traicionó “al socialudo y al viajero que le peleaban dentro¨. Al asumir la tarea de ser un transformador social se multiplica entre nosotros el médico consecuente con sus ideales, amante de toda la justicia, intolerante ante la deshonestidad.

ABSTRAT: The doctor that has not vanished.

Going though his notes, conferences, speeches, we found his entire legacy for the formation and practice of a doctor.

He expressed: “…The need of studying, the need of interchange with medical letters”. In August 16th, 1960; during the Cycle of Public Health Conferences, he noted: “to be a revolutionary doctor, or to be a revolutionary, the first thing we must have is a revolution” He said: “The doctor, the medical worker, must go to the centre of his new job, which is the man within the conglomerate.” He states: “Every doctor, in his circle of action, must accumulate that precious treasure which is the people’s gratitude”.

 

 

 

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