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EduSol

versión On-line ISSN 1729-8091

EduSol vol.24 no.86 Guantánamo ene.-mar. 2024  Epub 30-Ene-2024

 

Artículo original

El patrimonio cultural como componente educativo en la obra de Francisco Prat Puig

Daniel Fernández Urgellés1  * 
http://orcid.org/0000-0002-4662-8552

María Cristina Hierrezuelo Planas2 
http://orcid.org/0000-0001-6518-7601

David Silveira Toledo2 
http://orcid.org/0000-0002-3341-5849

1Universidad de Guantánamo. Cuba.

2Universidad de Oriente. Cuba.

RESUMEN

La presente investigación responde a la necesidad de sistematizar sobre la labor de Francisco Prat Puig como gestor e investigador del patrimonio histórico-cultural en la región oriental de Cuba; emigrado catalán que llegó a esta Patria con registrados resultados en el campo de la pedagogía, la investigación, la arqueología y la restauración. Para su desarrollo se emplearon métodos teóricos y empíricos que permitieron sintetizar las fuentes destacadas. La investigación aporta un estudio multidisciplinario sobre la obra teórico-práctica del Dr. Prat vinculado al estudio, conservación, puesta en valor y salvaguarda del patrimonio desde su desempeño como profesor de la Universidad de Oriente.

Palabras clave: Componente Educativo; Labor de Prat; Conservación; Puesta en valor; Salvaguarda

Introducción

El concepto de Patrimonio es algo dinámico que evoluciona continuamente como construcción sociocultural. El término Patrimonio en su razón material o inmaterial, se ha ido perfeccionando y adjetivando en un proceso de permanente revisión, lo que permite expresarlo como monumental, artístico, histórico, cultural, arquitectónico, arquitectura tradicional, industrial, arqueológico, mueble, paisaje natural, etc. El mundo contemporáneo corre el riesgo de destruir este legado si no está atento a la salvaguarda y racional puesta en valor de los signos culturales del pasado para hacerlos compatibles con su irrenunciable uso en el presente y futuro.

La presente investigación destaca la labor desempeñada por un emigrado catalán que se establece definitivamente en Cuba en 1939, acreditado por sus competencias con varios logros en investigaciones realizadas tanto en su país natal como en Francia. Refiere al Dr. Francisco Prat Puig quien desde el magisterio y marcada pasión por las artes, la arqueología, la restauración y la arquitectura, se vinculó al estudio, conservación, salvaguarda y puesta en valor del Patrimonio histórico - cultural de la región oriental. Su quehacer diario en el campo de la cultura e historia de Cuba selló su posición como teórico de las Ciencias Sociales, con investigaciones que establecieron su práctica social.

En 1942 el Dr. Prat Puig por primera vez visita Santiago de Cuba, rápidamente se percató que se encontraba en una ciudad pletórica de historia y de formidables riquezas culturales, arquitectónicas y patrimoniales. Desde entonces, estuvo entre sus propósitos, el rescate del patrimonio histórico-cultural de la ciudad santiaguera, pero no fue hasta 1947, cuando es invitado por la Sociedad de Estudios Superiores de Oriente (SESO) a formar parte del claustro de profesores de la Universidad de Oriente, que comenzó a materializarse su sueño. Una vez legitimado este centro docente comienza a impartir clases en él y a la vez no perder de vista la tarea de rescatar los inmuebles más valiosos de dicha localidad. Con notable valentía y sinceridad el Dr. Prat denunció las irresponsables acciones que dañaban la salvaguarda del patrimonio, y abogó siempre por la conservación y puesta en valor de cualquier obra de significación cultural e histórica, como era el caso de: un cuadro, una lámpara, una vasija, un abanico o un edificio; sin que constituyese un componente invalidante su connotación artística o la naturaleza de su propietario.

Su persistente preocupación por transferir saberes dirigió su interés hacia la enseñanza universitaria y a la vez con sus intervenciones, desplegó la ordenación de procesos docentes que contribuyeron a la formación integral de profesionales comprometidos con la política social del país. La labor intelectual que ejerce el Dr. Prat Puig desde la Universidad de Oriente, llevan a reconocerlo dentro de la cultura cubana como una personalidad capaz de coexistir su trabajo docente con el investigativo, lo cual ejerció y preservó como una obligación insoslayable del profesorado universitario.

Lo anteriormente expuesto materializa la determinación de continuar sistematizando elementos notables de su quehacer. Su obra ha sido estudiada por diversos investigadores algunos de ellos sus discípulos. En esta ocasión y teniendo en cuenta el estado constatado sobre la situación historiográfica, proponemos valorar la labor desarrollada por Francisco Prat Puig como gestor e investigador del patrimonio histórico-cultural en la región oriental, asumiendo que la labor docente, investigativa, de restauración, conservación y promoción desplegada por él en el ámbito de las edificaciones, ha sido de significativa trascendencia en el estudio, salvaguarda y puesta en valor del Patrimonio histórico-cultural de la región oriental de Cuba.

La investigación se sustenta bajo los principios de los métodos histórico-lógico, análisis-síntesis e inductivo-deductivo, y la revisión rigurosa de documentos y bibliografía encontrados en el: Archivo del Departamento de Historia de la Universidad de Oriente, Archivo Histórico Provincial de Santiago de Cuba, Archivo personal del Dr. Francisco Prat Puig, Archivo de la Universidad de Barcelona y Archivo General de la Guerra Civil Española. Su aporte radica en un estudio multidisciplinario sobre la obra teórico-práctica del Dr. Prat Puig con relación a su trabajo vinculado al estudio, puesta en valor y salvaguarda del patrimonio histórico-cultural de la zona oriental de Cuba.

Desarrollo

Trascendencia de la actividad y la obra científica del Dr. Francisco Prat Puig.

La labor del Dr. Prat en lo concerniente al estudio de la historia y la cultura cubanas trascendió la esfera del trabajo docente-metodológico al extenderse a la formación de un capital humano que con su quehacer contribuiría al citado estudio. Así, nucleado alrededor de su figura, dentro de la Escuela de Historia, se formó un grupo de profesionales que hoy exhiben larga experiencia debido a la formación intelectual y científica que poseen como resultados investigativos de esta importante figura del magisterio universitario. (Fernández, 2019)

Expresión de lo antes citado lo constituye la Dra. Olga Portuondo Zúñiga, Historiadora de la Ciudad de Santiago de Cuba, la cual cuenta con una amplia producción historiográfica en temas relacionados principalmente con la etapa colonial en Santiago de Cuba. De su autoría pueden señalarse obras como: Santiago de Cuba desde su fundación hasta la Guerra de los Diez años, Una derrota británica en Santiago de Cuba y La virgen de la Caridad. Símbolo de cubanía.

Es válido mencionar en este núcleo de profesionales en cuya formación el Dr. Prat tuvo una fuerte incidencia a la desaparecida profesora Nelsa Coronado Delgado; con una meritoria labor en la investigación de la historia de la Universidad de Oriente, se desempeñó como tutora de una decena de trabajos de diploma dirigidos a abordar ese tema, así como a la dirección del grupo científico que en el centro de altos estudios intencionó hacia la investigación del referido asunto. De los trabajos realizados se pueden encontrar: “La reforma de la Enseñanza Superior en Cuba y su proyección en la Universidad de Oriente”, “Apuntes para la Historia de las tradiciones de la Universidad de Oriente (1947-1962)”, y “Universidad de Oriente: Apuntes para la Historia de su estructura académica y de gobierno entre 1947-1998”.

En la tarea de formar a los egresados de la carrera de Historia para el ejercicio de la actividad docente destaca la profesora Orozco, 2008, quien como muestra del criterio defendido por el Dr. Prat de formar a un historiador con una amplia preparación en la esfera de la historia del arte, bajo su tutoría, profundizaron en el estudio de la arquitectura santiaguera, que junto con el Maestro publicaron el artículo. “La arquitectura santiaguera de estirpe tradicional con aportes neoclásicos”.

Pero la inconformidad de no poder reflejar en un párrafo, los elementos que particularizaban la labor docente del Dr. Prat Puig y el impacto que esta causaba en los estudiantes quedó latente, y a continuación argumenta: “Cuantas veces enrojecimos o nos hizo llorar Prat, al disfrutar de sus descripciones sobre arte. Qué de cosas nos enseñó de nuestro país este español-cubano.

El Dr. Prat Puig, a semejanza de otros españoles asentados en Santiago de Cuba quienes hallaron un hogar en la acreditada institución universitaria de la región oriental aportaron sus actualizadas experiencias en las heterogéneas órdenes de la enseñanza superior, distinguiéndola como una universidad diferente de la ya existente en la Isla, se opuso siempre a los métodos memorísticos.

En el libro: Tres siglos de historiografía santiaguera, la investigadora Lidia Margarita Martínez, en un artículo titulado: “Francisco Prat Puig, maestro” que versa sobre la obra escrita legada por él comenta: “[…] es amplia; novedosa por sus aportes, profunda y enjundiosa, osada por los criterios generalmente diferentes a otros que en su época se conocían, reveladora de un gran talento y de una vastísima cultura” (Martínez, 2001, p.147).

Lo anteriormente citado indica que a la hora de indagar sobre la labor desplegada por el Dr. Prat resulta obligado referir el papel que sus publicaciones han tenido en la calidad y el desarrollo de la docencia universitaria, tanto de pregrado como de posgrado.

Los primeros años de su estancia en Cuba los dedicó al estudio de la arquitectura cubana tradicional de cuyo estudio publicó, (Prat, 1947), el libro: El prebarroco en Cuba. Una escuela criolla de arquitectura morisca, considerado como su obra más significativa, que constituye el punto de partida de un nuevo enfoque mucho más explicativo del modo de ser de nuestras viejas casonas e iglesias, en la cual puso al descubierto la huella morisca de la arquitectura llegada a través de la influencia sevillana y de los inmigrantes andaluces.

En el estudio de la mencionada obra, muestra el resultado de las indagaciones llevadas a cabo en todo el país sobre el sistema constructivo cubano de la etapa colonial y trata de no excluir ningún elemento que ayudara a concretar su hipótesis. Prat investigaba tanto la casa más opulenta como la más humilde. Todo lo que figuraba dentro de lo que estaba buscando era estudiado y analizado sin importar la monumentalidad.

Otro elemento que destaca es la lucha contra la discriminación que en la época había contra todo lo entonces llamado lo viejo. En su libro él habla de variantes regionales, estudia la arquitectura por etapas y rompe con lo que había sido la tónica de los estudios arquitectónicos hasta ese momento, donde había una visión histórico-estilista por siglos. Este estudio posteriormente va a ampliarse al del mueble criollo, que constituye su segundo descubrimiento realizado en el estudio de la cultura material cubana de la época colonial.

En el año 1972, como resultado de una minuciosa investigación y restauración de una estructura del siglo XVI, situada a un costado del Parque Céspedes -anteriormente Plaza de Armas-, que él consideró fue la morada del Adelantado Diego Velázquez de Cuéllar, y destinada posteriormente como Museo de Ambiente Histórico Cubano.

(Prat, 1974), publicó el libro: La casa de Diego Velázquez y el Museo de Ambiente Histórico Cubano, el cual fue considerado un aporte a la cultura histórica y material cubana y destinado, entre otras cosas, como material de estudio para los estudiantes de Licenciatura en Historia en la asignatura de Historia de la Cultura Cubana. Al referirse al sitio restaurado y al museo en él establecido, Francisco Prat Puig declaró:

Todas estas lecciones y otras muchas sobre el valor del mueble y de la arquitectura cubana tradicional son adecuadamente ejemplificadas y exaltadas en nuestro museo, que creemos que así satisface una necesidad de orden patriótico cultural, contribuyendo a eliminar el complejo de inferioridad con que, en general, se juzga la cultura material de nuestra época colonial, tan cubana, tan rica, original y por tanto valiosa (1959, p.24).

Otra obra a destacar, publicada en 1980, utilizada también por los estudiantes de la carrera de Historia es: El significado de un conjunto cerámico del siglo XVI encontrado en Santiago de Cuba, resultado de años de trabajo arqueológico realizado en los restos hallados en el subsuelo del antiguo Ayuntamiento de la provincia de Santiago de Cuba, hoy, Gobierno Municipal. El conjunto cerámico descubierto, clasificado por él y en algunos casos restaurados, revela un modo de vida en los albores de la colonización en la ciudad santiaguera.

Este libro, publicado treinta y tres años después de El Pre Barroco en Cuba. Una escuela criolla de arquitectura morisca corrobora el criterio del Dr. Francisco Prat Puig de revalorizar los exponentes de la cultura material, no solo por su valor artístico, sino porque constituyen testimonios históricos que permiten entender y analizar la época a la cual pertenecieron.

Como investigador sabía que la búsqueda de nuestra identidad lejos de ser un mero entretenimiento científico, constituye una manera más de conocer, defender y reafirmar un presente que ha costado tanto sacrificio a los cubanos. Como muestra de que este proceso no podía verse, ni analizarse aislado de la historia, y por ende de la realidad, Prat corrobora en su obra con un lenguaje tan poético como científico lo siguiente:

También a través de estas piezas llegarán al hombre que las usó, a su habitual modo de ser y de obrar. Lo verás troceando carne y viandas en los trincheros, gustando el aromático pru, de aborigen estirpe, en la grealense escudilla, presentando los machos o chivos asados en las abundosas servidoras, sirviendo en las jarras o cántaros los vinos reconfortantes o las refrescantes aguas, manipulando las botijas, friendo o guisando en sus cazuelas o mojando en sus morteros o en el aristocrático bacín ejercitando las nobles posaderas (1959, p. 2).

Entre los principales libros escritos por el Dr. Francisco Prat Puig se encuentran también las Conferencias de Historia del Arte, editadas en dos tomos, concebidas para los alumnos de la especialidad de Historia del Arte, pero también utilizadas por los estudiantes de la licenciatura en Historia. (Prat, 1984)

El carácter didáctico de esta obra hace que sus contenidos, en ocasiones de una gran complejidad, lleguen sin dificultades a desconocedores de la materia, por el simple hecho de que, por su estirpe de maestro, tenía un modo de ver el arte y de escribir sobre él, que en esos momentos constituía un enfoque diferente a otros trabajos realizados.

Así lo refiere en el Prólogo del libro, donde considera el arte como consecuencia de determinadas necesidades de las colectividades, que lo vinculan con las características históricas y culturales de las sociedades que lo propician. Señala en sus reflexiones el hecho de que esta obra está redactada con una visión que ayudará grandemente en la comprensión del arte como un aspecto de la dialéctica histórica marxista.

Por la trascendencia que han tenido las obras antes mencionadas son las más conocidas y han sido consideradas como las más relevantes del accionar investigativo de Francisco Prat Puig. Sin embargo, no se pueden dejar de mencionar, los diferentes artículos escritos para numerosas revistas principalmente especializadas y de corte científico tales como la Revista Hispana Cubana de la Cultura, Bohemia, Revolución y Cultura, Santiago, Revista del Archivo Nacional y Revista de la UNESCO. Con ellas se pretendía ampliar el bagaje cultural del público lector.

Entre los artículos publicados se encuentran: “La Historia de la Cultura y de la Arquitectura Cubana”, “Características de la ciudad de Santiago de Cuba”, “El mobiliario de la casa santiaguera a finales del siglo XIX”, “Fisonomía de Santiago” “Cómo entender la cultura China”, “El castillo del Morro en Santiago de Cuba”, “La catedral de la Habana. Bosquejo de un estudio de interpretación del monumento”, “El mueble cubano”, “Arte para Oriente” y “Un Apolo Citáreo en tierra indómita”.

La relación arte-historia, historia-arte, presente en estos criterios defendidos por él con insistencia y vehemencia, al ser aplicada en la carrera de Historia, se vio sustentada con un plan de estudios donde asignaturas como la antes citada Historia de la Cultura, impartida en los ocho primeros semestres de la carrera, así como Panorama de la Cultura Cubana, contaban con una bibliografía compuesta, en algunas oportunidades de manera exclusiva, por las obras y los artículos publicados por Prat, y anteriormente relacionados.

En el año 1965, la Comisión Provincial de Monumentos de la desaparecida provincia de Oriente, acometió la restauración de una casa situada a un costado del Parque Céspedes, antigua Plaza de Armas, en la ciudad de Santiago de Cuba. El objetivo era presentarla en su estado original para destinarla a Museo.

El proceso de restauración y preservación de este monumento, no estuvo exento de sacrificios personales y dedicación constante por parte del Dr. Prat, así como de algunos enfrentamientos. Él tuvo que realizar una minuciosa investigación para la cual se apoyó en la poca o casi ninguna documentación que encontró sobre el inmueble, en los resultados de las investigaciones arqueológicas que hizo en la edificación, y en los conocimientos que tenía acerca de la historia y la cultura de España.

El trabajo de reconstrucción realizado allí para poder salvar la casa fue muy difícil. En el devenir de los años, esta residencia había sido utilizada en función de diversos propósitos: sede del Hotel Venus; asiento de una cuartería, así como de varios establecimientos comerciales, talleres de confecciones textiles, una logia masónica, el Centro Republicano español, oficinas y otras dependencias.

A pesar de lo polémica que resultó la teoría expuesta por el Dr. Prat en cuanto a que esta había sido la morada de Diego Velázquez, nadie pudo disponer de las herramientas necesarias para restarle credibilidad a su hipótesis.

Tras la restauración del inmueble, se procedió a la instalación del Museo de Ambiente Histórico Cubano. Las temáticas que en este se exponen están dirigidas a destacar las principales etapas de la cultura histórica material de Cuba, en orden cronológico, representadas fundamentalmente por la arquitectura, el mueble, y los objetos decorativos, con el propósito de ofrecer un panorama casi completo de la historia del mueble y del ambiente cubano desde el siglo XVI hasta mediado del siglo XIX.

Otra obra perteneciente al patrimonio histórico y cultural santiaguero, cuya construcción y ambientación se realizaron a partir de un proyecto exhibido por él, es el edificio destinado para el Ayuntamiento de la Ciudad de Santiago de Cuba -hoy Gobierno Municipal-. Fundado por el Adelantado Diego Velázquez en 1516, sede del cabildo de la ciudad que eligió a Hernán Cortés como su primer alcalde, en 1522, al concedérsele el título de ciudad a la villa, se realizó la primera ampliación del inmueble.

A mediados del siglo XIX, el Gobernador Carlos de Vargas Machuca procedió a la reconstrucción del edificio y en 1950, dado el grave estado de deterioro se decidió construir una en un nuevo edificio que fue inaugurado el 18 de octubre de 1954.

Esta obra tiene una gran importancia en la historia de la ciudad, no solo por lo que significó para Santiago de Cuba desde su inauguración y su función social, sino porque su balcón central fue seleccionado para servir de tribuna al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en la primera alocución al pueblo de Santiago de Cuba, el 1ro de enero de 1959 y veinticinco años más tarde desde el mismo lugar se le otorgó a la Ciudad de Santiago de Cuba el Título Honorífico de Ciudad Héroe de la República de Cuba y la Orden Antonio Maceo Grajales.

El Castillo de San Pedro de la Roca (el Morro), constituye una de las riquezas materiales que contiene la provincia de Santiago de Cuba. Es considerado por los entendidos en la materia como una joya arquitectónica de indiscutible valor estético e histórico. Esta fortificación militar que ostenta el título de Patrimonio de la Humanidad con un estilo renacentista fue construida en el año 1638 con el objetivo de proteger la ciudad de Santiago de Cuba contra un ataque naval. El Morro de Santiago ha sido reconstruido en numerosas ocasiones. .

La casa donde nació el poeta José María Heredia y Heredia declarada en 1979 Monumento Nacional, resulta ser otra de las obras rescatadas por el Dr. Prat quien la restaura en 1969. La misma constituye una reliquia de la época colonial cubana por sus valores arquitectónicos y culturales, que recuperó su esplendor a través de una restauración capital.

El inmueble, que data de finales del siglo XVIII, y es uno de los más antiguos construidos en Santiago de Cuba, funciona como un museo y preserva el legado autoral y patriótico del "Cantor del Niágara", considerado el primer poeta romántico de América.

Resultó de gran importancia para el pueblo santiaguero, el poder rescatar la morada del poeta Heredia. Una vez reabierta la institución, en sus tres salas expositivas se puede acceder a un paseo por la época en que vivió la familia Heredia, asentados en la que fuera una finca urbana en 1801, según estudios historiográficos. Asimismo, se podrán apreciar pertenencias del poeta, una colección de sus obras y traducciones y una muestra de retratos realizados por pintores santiagueros que reflejan su figura.

Es a partir del triunfo de la Revolución el primero de enero de 1959, cuando comienza un proceso de rescate de las colecciones de arte, documentos históricos, y de otras manifestaciones de la cultura; no solo por su valor estético e histórico, sino también por su función educativa con el objetivo de ponerlo a disposición de toda la población y con ello contribuir a la preparación patriótica, política, ideológica y cultural del pueblo, y en especial de las nuevas generaciones.

Como parte del rescate del Patrimonio Nacional, la conservación de los monumentos antiguos, testimonios precisos de la historia de una nación, es un deber elemental que debe ser atendido por las instituciones gubernamentales. En ese contexto, la labor de investigación y conservación realizada por el doctor y profesor universitario Francisco Prat se centraba en el estudio de los diversos aspectos de la cultura histórica material cubana y en especial santiaguera.

Con ello cumplía con los dos objetivos claramente definidos por él y que eran: hacer ciencia y ponerla al servicio de las urgentes necesidades de la sociedad cubana, particularmente de los estudiantes, pues la restauración de los monumentos no estuvo encaminada solo al disfrute y conocimiento de la población, sino que fueron utilizados como fundamento teórico en un considerable número de conferencias impartidas por él y por otros profesores a sus estudiantes.

Algunos de los monumentos restaurados por el Dr. Prat en la ciudad de Santiago de Cuba se convirtieron en una extensión de las aulas universitarias. En muchos de ellos radican instituciones declaradas unidades docentes que hacen de ellas verdaderos laboratorios para los estudiantes de la carrera de Historia.

En ese sentido cabe destacar el Museo de Ambiente Histórico Cubano o Casa de Diego Velázquez; el Castillo de San Pedro de la Roca y la casa natal del poeta José María Heredia y Heredia; donde de manera sistemática estudiantes de la carrera de Historia e Historia del Arte, son insertados para desarrollar las prácticas laborales investigativas, o realizan visitas que son contempladas en sus respectivas estrategias educativas.

Conclusiones

Desde su fundación en 1947, la Universidad de Oriente asumió dentro de su claustro a un grupo de intelectuales santiagueros y españoles progresistas emigrados después de 1939 a la ciudad que desde sus saberes favorecieron la formación de un profesional revolucionario e integral cuya ocupación estuviese a tono con las necesidades sociales, políticas, económicas y culturales de la región. El Dr. Francisco Prat Puig fue uno de ellos.

La actividad intelectual del Dr. Prat Puig estuvo matizada por la labor docente en torno a la cual desplegó las de investigación, arqueología y restauración que reconfortaron cada uno de los episodios de su vida. Maestro siempre, vivió movido de un apego por los testimonios de la cultura e historia cubanas, que él interesó como propias.

La labor docente e investigativa ejercida por el Dr. Francisco Prat Puig desde la Universidad de Oriente, vinculadas con la puesta en valor y salvaguarda del Patrimonio histórico-cultural, constituyen aspectos de su quehacer profesional que lo hacen trascender en la historia y la cultura cubanas.

Referencias bibliográficas

Fernández, D. (2019) Trascendencia del Dr. Francisco Prat Puig en la promoción de la historia y la cultura cubanas (1947-1997). Tesis de maestría. Universidad de Oriente. Santiago de Cuba. [ Links ]

Martínez, L. M. (2001). Tres siglos de historiografía santiaguera. Ediciones Alqueza, Santiago de Cuba. [ Links ]

Orozco, M. E. (2008). Génesis de una ciudad del Caribe: Santiago de Cuba en el umbral de la modernidad. Ediciones Alqueza, Santiago de Cuba. [ Links ]

Prat Puig, F. (1947). El prebarroco en Cuba. Una escuela criolla de arquitectura morisca. La Habana. [ Links ]

Prat Puig, F. (1974): La casa de Diego Velázquez y el Museo Ambiente HistóricoLinks ]

Prat Puig, F. (1984). Curso de Historia del Arte Tomo I y II, Editora Universitaria. Santiago de Cuba. [ Links ]

Recibido: 12 de Agosto de 2023; Revisado: 04 de Septiembre de 2023; Aprobado: 02 de Diciembre de 2023

*Autor para la correspondencia:danielfdezu@gmail.com

Los autores declaran que no existen conflictos de intereses.

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