SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.34 número1Estrategias educativas innovadoras en Arquitectura, Diseño y Urbanismo. Reseña de la Primera Conferencia ALFA ADU_2020 índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Arquitectura y Urbanismo

versión On-line ISSN 1815-5898

Arquitectura y Urbanismo vol.34 no.1 La Habana ene.-abr. 2013

 

ACADÉMICAS/ESTUDIOS PATRIMONIALES A ESCALA DEL TERRITORIO

 

El diseño de interiores en la formación del arquitecto. Experiencias en el Plan de Estudios D

 

Interior Design in Architectural’s Education. Experiences in the Study Plan D

 

 

Mabel Matamoros TumaI y René Gutiérrez MaidataII

I Departamento de Diseño. Facultad de Arquitectura, Instituto Superior Politécnico José Antonio Echverría, Ciudad de La Habana, Cuba.
II Dirección General de Proyectos de Arquitectura y Urbanismo. Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana. Cuba.

 

 


RESUMEN

Se exponen los resultados de una investigación aplicada que se propuso el perfeccionamiento de los procedimientos y métodos para la enseñanza del diseño de interiores en la formación del arquitecto a partir de resultados de una investigación precedente que definía niveles de integración con el diseño arquitectónico. Se presentan particularidades de dos asignaturas que se apoyan en tales principios y se analizan los resultados obtenidos en los cursos 2010 y 2011 en la Facultad de Arquitectura de La Habana, concluyéndose que éstos no solo aventajan los obtenidos anteriormente, sino que también superan las expectativas que se tenían inicialmente, evidenciando la efectividad de los procedimientos aplicados y consecuentemente, de las bases teóricas que los sustentan.

Palabras clave: diseño de interiores, enseñanza del diseño, teoría del diseño.


ABSTRACT

This paper exposes the results of an applied research with the aim of improving the processes and methods of the interior design teaching in the education of architects, based on previous research results which defined levels of integration with architectural design. In this paper some special features of two matters designed under such principles are shown and the results obtained in the years 2010 and 2011 at the School of Architecture of Havana are analyzed. It is concluded that the results do not only surpassed the previous ones, but also exceeded the preliminary expectative, which reveal the effectiveness of the methods applied as well as the theoretical basis that support them.

Key words: interior design, design teaching, design theory.


 

 

INTRODUCCIÓN

Los estudios de Arquitectura se iniciaron en Cuba en 1901 y aunque no se disponga de información que permita conocer el desarrollo de la enseñanza del diseño de interiores de la forma en que se enfoca hoy, se sabe que ya desde las primeras décadas del siglo XX existía la preocupación por considerar la “decoración” como parte del diseño de los edificios [1]. Más tarde en el Plan de Estudios B, a inicios de la década de los años ochenta, se impartía una asignatura denominada Arquitectura de Interiores en el cuarto año de la carrera, con un claustro de profesores procedentes fundamentalmente de las cátedras de Diseño Básico y de Física Ambiental, entre los que se encontraban los arquitectos Elmer López, Jesús Sánchez, José Cuendias, y Alfonso Alfonso, entre otros, lo que influyó sobre la orientación de la misma y particularmente, sobre el curso posterior de estos estudios en la carrera.

En dicha asignatura se impartían tres temas fundamentales; uno introductorio sobre las generalidades la arquitectura interior, otro sobre los elementos y componentes de esta escala del diseño y un tercero de aplicación en que se desarrollaba un proyecto cuyo tema variaba cada año, como por ejemplo vivienda, oficinas, biblioteca entre otros. Es de destacar que esa asignatura, que hacía énfasis en la integralidad del diseño del espacio generado en la arquitectura, se empleaba el término “arquitectura de interiores” y no el de “diseño de interiores”, lo cual se corresponde con la definición conceptual dada en la región centroeuropea [2], donde se formó parte del colectivo docente antes mencionado.

En la medida en que se desarrollaba ese programa, se vió la necesidad de integrar la asignatura Arquitectura de Interiores a la asignatura de diseño del propio semestre, para lograr un mejor aprovechamiento del tiempo de los estudiantes, lo que llevó a que en ocasiones se incluyera como un tema dentro de la segunda, en busca de mejores resultados. Esto coincidió en el tiempo con el proceso de formación del nuevo plan que entró en vigor a principios de los años 90 cuya plataforma ideológica propugnaba la integración interdisciplinaria.

En ese Plan de Estudios C, como se le denominó, se partió del principio de que el diseño de interiores era un componente esencial del diseño del espacio arquitectónico, de manera que en todas las asignaturas de diseño se reservaba un tema para resolver en detalle los problemas propios de los interiores (figura 1).

Sin embargo, el éxito de cualquier plan de estudios depende en primer lugar, de las personas que lo llevan adelante, de manera que a pesar de lo programado, el diseño detallado de los espacios interiores se disolvió dentro del diseño de la arquitectura, con lo cual la enseñanza de este campo especializado perdió personalidad propia, precisamente en el momento en que en la práctica profesional se estaban produciendo cambios muy significativos en favor de la segregación del diseño de interiores como rama especializada independiente de la arquitectura, como resultado de la apertura de la economía cubana al turismo internacional, lo que demandó la construcción de numerosos hoteles en todo el país luego de la crisis del modelo socialista en los países de Europa oriental.

No obstante, durante ese plan, se mantuvo vivo el tema del interiorismo a través de una asignatura optativa de 48 horas impartida por diferentes profesores, con programas siempre en transformación y experimentación.

Paralelamente, ese Plan C y su continuador, el C’, que abarcaron diecisiete años de formación, contaban con dos asignaturas destinadas especialmente al diseño técnico, las cuales se desarrollaban de forma paralela a los Talleres de diseño, lo cual no hizo más que desmembrar el diseño en partes difícilmente separables, y por tanto, negar la integración interdisciplinar que el propio plan declaraba como su fundamento esencial.

En la medida en que esto sucedía y como parte del proceso de perfeccionamiento continuo del plan de estudios, se llevaron a cabo una serie de investigaciones [3] y otros trabajos de tipo metodológico que partieron de identificar esos problemas asociados a la enseñanza del diseño en asignaturas independientes, y medir sus consecuencias sobre el proceso de formación. Los resultados de dichos estudios permitieron elaborar las bases teóricas y prácticas para el perfeccionamiento del diseño de interiores dentro del Plan de Estudios D que se estaba gestando, partiendo de tomar lo más valioso de las experiencias precedentes, así como de las nuevas formas y métodos de trabajo que estaban teniendo lugar en ese momento en el panorama nacional dentro del ejercicio de la profesión.

La relación del diseño de interiores y el diseño arquitectónico

Teniendo en cuenta que la producción material y su relación con la sociedad son bases para el conocimiento en el campo del diseño [4], el estudio del escenario profesional en que se desenvolvía la arquitectura cubana fue objeto particular de estudio dentro de las investigaciones mencionadas. Estas acciones permitieron comprender el sustrato social que condicionó el paso de una arquitectura planteada en términos de integración disciplinaria, acorde al nivel y a la orientación de la producción arquitectónica e industrial que prevaleció hasta finales de los años 80, a una arquitectura concebida de manera fraccionada, fenómeno asociado a las exigencias cualitativamente diferentes del mercado turístico registrado en la década del 90, que se acompañó por la segregación del diseño de interiores como especialidad independiente, lo cual influyó decisivamente sobre orientación del proceso productivo y sobre la los propios resultados.

Sin embargo, esta evolución, que ciertamente tuvo efectos positivos sobre la revitalización de la arquitectura cubana más reciente, aun hoy se presenta como un proceso tentativo, por las diferencias notables que se observan entre la arquitectura para el turismo en relación con el resto de las obras sociales, incluida la vivienda, para los cuales se aplican modelos económicos diferenciados. Tales diferencias revelan problemas no resueltos dentro de la práctica profesional, los cuales influyen entre otras cosas, sobre la formación del arquitecto y del diseñador teniendo en cuenta que el diseño de interiores se desenvuelve en un espacio común entre ambas profesiones. Este asunto no se había manifestado en Cuba antes de la década de los años noventa en que comienza a evidenciarse la segregación del diseño de interiores respecto de la arquitectura, tal como había ocurrido casi tres décadas antes en el mundo industrializado. La polémica que este fenómeno despertó en el terreno profesional entre arquitectos, diseñadores y artistas se transfirió al ámbito de la formación, donde surgía la pregunta de qué parte del diseño de los espacios interiores le correspondía a cada cual.

Una respuesta a tal interrogante partió de suponer que:

… el diseño de interiores constituye un componente del diseño arquitectónico independientemente de la tendencia hacia la especialización de los trabajos profesionales que se verifican bajo las actuales condiciones de producción. Esto significa que la Arquitectura debe conciliar convenientemente las dinámicas diferenciadas que existen entre su estructura física y el universo de objetos de la producción industrial lo que exige hoy en día, una arquitectura más flexible y una mayor cohesión en el pensamiento del espacio fragmentado por las condiciones de la producción industrial. [3]

Como se comprenderá, esta respuesta al problema, tomada como base para la preparación de las asignaturas en el Plan D, refuerza el enfoque adoptado años atrás por los iniciadores de aquella asignatura denominada Arquitectura de Interiores, enriquecida ahora a partir de los nuevos hechos registrados en la práctica profesional. De esta forma, las complejas relaciones de unidad y de diferencias entre el diseño arquitectónico y el diseño de interiores, asunto medular cuyo esclarecimiento permite comprender qué parte del problema tiene solución dentro del campo de la arquitectura y qué parte dentro de las otras ramas especializadas del diseño, se reflejaron en un modelo teórico [3] (figura 2) el cual permite no solo comprender la realidad sino también actuar sobre ella, y en particular, en el terreno de la educación del arquitecto.

La enseñanza del diseño de interiores en el plan de estudios D. Resultados de los dos primeros años de aplicación

El Plan de Estudios D [5] el cual entró en vigor en septiembre de 2007, propuso cambios significativos en la enseñanza de la disciplina de diseño, considerado el eje central de la formación del arquitecto. Entre esos cambios pueden mencionarse el de la clara definición de dos ciclos: el básico y el pre-profesional; la formación de lo general a lo particular, es decir, del urbanismo a la arquitectura y la integralidad del diseño, tanto en los aspectos formales y expresivos como en los técnicos y constructivos en toda su complejidad, mediante el perfeccionamiento de las vías que hicieran posible la integración entre las asignaturas de diferentes disciplinas, asunto que fuera promovido por el plan anterior pero que no tuviera el éxito esperado.

Dentro de ese nuevo plan, por regla general, cada año constituye una unidad, en el que se desarrollan tres proyectos relacionados entre sí, partiendo de la solución de un problema urbano del cual se derivan otros dos problemas de escala arquitectónica.

La enseñanza del diseño de interiores se ubica en el segundo ciclo o ciclo pre-profesional, el cual comienza en el 4to. año de la carrera y se desarrolla con énfasis en dos asignaturas de ese año . La primera está dirigida al diseño de una obra nueva y la segunda a la rehabilitación de un edificio con determinados valores espaciales, funcionales, históricos, culturales u otros, tema de gran importancia en Cuba y en particular en La Habana, cuya conservación está en el centro de la atención profesional. Con esto, se persigue el objetivo de que los estudiantes solucionen los problemas particulares del diseño del espacio interior de dos formas contrapuestas; como parte de la modelación de un nuevo edificio y como parte de la transformación de edificios existentes. Las bases sobre las cuales se diseñaron ambas, provienen del modelo teórico propuesto en la investigación citada.

En ambos casos, los estudiantes deben resolver problemas conceptuales y prácticos que incluyen los funcionales, formales, compositivos, así como también los técnicos constructivos, ambientales, estructurales y económicos, con el apoyo de las asignaturas especializadas que reciben en paralelo.

Ambas asignaturas se organizan en tres etapas, de forma similar a como se produce el proceso de diseño, desde las ideas conceptuales hasta el diseño de los detalles, es decir, de lo abstracto a lo concreto [6]. Una característica importante en los dos casos es que se exige a los estudiantes la comunicación de las soluciones de diseño con un alto nivel profesional, abarcando detalles bastante acabados tanto de los aspectos constructivos del edificio, entre ellos, albañilería, carpintería, terminaciones, falsos techos, muebles de obra, entre otros muchos, como de sus componentes tecnológicos, tales como las redes hidrosanitarias, eléctricas, de iluminación, de acondicionamiento ambiental y acústico, entre otros. Con esto se intenta resolver problemas detectados en los planes precedentes en relación con la fragmentación del proceso de diseño como resultado de separar el diseño de la arquitectura del diseño de las soluciones técnicas en asignaturas independientes.

En el primer año de aplicación de este plan , la primera asignatura mencionada; Diseño Arquitectónico y Urbano VII (DAU VII) se concentró en el diseño de un mercado de productos agro industriales, el cual fue concebido de manera muy general en la asignatura precedente de urbanismo en cuanto a ubicación, relación con el contexto, volumetría, zonificación, etc. Para apoyar el trabajo docente, se preparó un libro de texto en el que participó un colectivo de autores de amplia experiencia profesional y se impartió un ciclo de conferencias que abarcaban temáticas muy variadas tales como teoría y metodología del diseño, materiales y terminaciones de interiores, diseño de detalles, iluminación y color, gráfica, diseño de mobiliario, presentación de la documentación técnica de proyecto, instalaciones en edificios, entre otras. Una restricción de partida que se exigió fue la de utilizar técnicas bioclimáticas para solucionar los problemas ambientales del edificio, en particular la iluminación y la ventilación por medios naturales y el control solar, los cuales les imprimieron a las soluciones una calidad especial desde el punto de vista expresivo. (Figura 3).

En cambio, en la asignatura de rehabilitación de edificios, Diseño Arquitectónico y Urbano VIII (DAU VIII), también de cuarto año de la carrera, los estudiantes trabajaron en temas muy diversos, dando continuidad a los resultados del planeamiento que habían desarrollado en sus proyectos de rehabilitación urbana, entre ellos: restaurantes, hoteles, edificios comerciales, educativos, recreativos, administrativos, deportivos, de salud y otros (figura 4). En este caso, los estudiantes aplicaron técnicas particulares para el diagnóstico y el mantenimiento de los edificios, con el apoyo de las asignaturas de la Disciplina de Tecnología. A diferencia del proyecto anterior, en éste los estudiantes no solo debían trabajar con técnicas bioclimáticas sino que también debían resolver el acondicionamiento físico ambiental por medios artificiales según las exigencias particulares de sus propios proyectos.

Dando continuidad a las ideas que han caracterizado más de un siglo de formación en la enseñanza de la Arquitectura, especial atención se le otorgó al diseño de los espacios interiores desde las etapas iniciales del proceso de diseño de los edificios, tanto en las obras nuevas como en la conservación de edificios existentes, con resultados muy favorables en las dos asignaturas de cuarto año antes referidas. Esto fue posible en gran medida, gracias a la continuidad entre las diferentes escalas del diseño, como resultado de programar un mismo proyecto a lo largo de todo un año, solo que en tres etapas claramente definidas desde el inicio de curso, comenzando por el ejercicio introductorio y más abarcador de urbanismo del cual se derivan otros problemas de tipo arquitectónico y de interiores en la medida en que avanzan cada una de las asignaturas de diseño del curso.

En algunos talleres se llevaron a cabo experiencias novedosas, en los que se enfocó el trabajo de forma colectiva, para transformar no solo los edificios de forma individual sino también las zonas urbanas que éstos conformaban. Un ejemplo de esta experiencia se desarrolló en el cruce de las calles María Auxiliadora y 10 de Octubre, en La Palma, zona muy degradada de la ciudad, pero de gran interés desde el punto de vista urbanístico, con lo cual se estimulaba a los estudiantes a lograr metas más abarcadoras que demandaban la concatenación de decisiones de diseño a distintas escalas, lo que a su vez fortalecía la continuidad de contenidos entre las diferentes asignaturas de diseño del mismo año. (Figura 5).

En el segundo curso de implementación (2011-2012) se aplicaron similares métodos, aunque se trató de dar solución a algunas deficiencias observadas en el precedente. Uno de los cambios fue el de seleccionar una zona de la ciudad que brindara mejores opciones para el trabajo de los proyectos de arquitectura. Otros estuvieron vinculados a ajustes a nivel de la carrera en cuanto a la duración de los periodos lectivos y a la implementación del proyecto de curso, que constituye la evaluación final del año.

Bajo estas nuevas condiciones, la segunda edición del plan para cuarto año tomó como sitio de estudio la pequeña ciudad de Regla (figura 6), ubicada en un borde de la bahía de La Habana, con características muy favorables para el desarrollo de los temas de rehabilitación urbana y arquitectónica así como para el diseño de nuevos edificios por su historia, sus cualidades paisajísticas, sus valores culturales y su marcada identidad, entre otros elementos significativos.

En la asignatura DAU VII (obra nueva), se trabajó el tema de restaurantes, cafeterías y bares, atendiendo al interés que éste tiene en el panorama nacional actual, así como a las necesidades particulares detectadas en el sitio, comprobado a través de los estudios realizados por los propios estudiantes en la asignatura precedente de rehabilitación urbana.

Al igual que en el anterior curso, la asignatura se enfocó hacia el logro de niveles de calidad superiores en el diseño del espacio interior desde el momento en que se diseñaba el edificio, así como en aplicar herramientas para lograr éxito en la expresión de las soluciones, como una concatenación de las distintas escalas del diseño del edificio. Asimismo, se hizo énfasis en que las soluciones de diseño tuvieran una buena fundamentación técnico constructiva, y en que las mismas estuvieran convenientemente expresadas en la documentación de proyecto. (figura 7)

En el caso de la asignatura DAU VIII de rehabilitación arquitectónica, el cambio más significativo respecto al curso anterior estuvo relacionado con el fortalecimiento de los vínculos con la asignatura de Tecnología que en ese curso se desarrolló con antelación al proyecto de arquitectura como resultado de los cambios en la programación antes referidos. La selección de los edificios a rehabilitar se realizó mediante un recorrido a lo largo de las vías de mayor interés de la ciudad de Regla, con la participación de estudiantes y profesores de ambas disciplinas. Al iniciarse el proyecto, los estudiantes ya debían tener terminados el levantamiento del edificio a rehabilitar, el diagnóstico técnico constructivo y haber determinado las acciones constructivas para la recuperación de los inmuebles. Esta forma de actuar resultó particularmente efectiva.

Los temas de proyecto abordados, al igual que en el curso anterior, fueron variados, puesto que dependían de las necesidades detectadas como parte de los trabajos de planeamiento realizados antes en la asignatura de rehabilitación urbana. (Figura 8).

 

DISCUSIÓN

Los resultados obtenidos en los dos cursos analizados pueden calificarse de satisfactorios. Una base importante proviene del enfoque en sistema con que fue concebido el plan de estudios, el cual favorece que los estudiantes puedan aplicar los conocimientos y habilidades adquiridas paralelamente en las diferentes asignaturas del año. No obstante, aún no se ha logrado el nivel de integración esperado, a pesar de que el Plan D identifica diferentes niveles para la integración, además de que viabiliza las formas de lograrla a partir de la realización de ejercicios integradores que adoptan la forma de proyecto de curso desarrollado al final de cada año.

Resultados notables se lograron entre las tres asignaturas de la disciplina de Diseño, así como entre estas y la disciplina de Tecnología, lo que reafirma la conveniencia de reforzar la estructura metodológica horizontal del proceso de enseñanza, es decir, el consejo de año, elemento éste que en opinión de los autores, no tuvo la atención requerida dentro de los documentos del plan de estudios.

Un aspecto de mucho interés se refiere a la mejoría notable en la presentación de los proyectos en relación con los planes precedentes, a partir de la incorporación de las técnicas automatizadas para el dibujo de los planos y sobre todo, para la modelación tridimensional de los edificios. Particular atención merece la posibilidad de experimentación en el espacio con materiales, colores, terminaciones y condiciones de iluminación tanto natural como artificial con un nivel de iconicidad muy alto. Esto, sin embargo, requerirá de ciertas discusiones posteriores, puesto que las fuertes restricciones materiales (carencia de ordenadores e imposibilidad de reproducir planos e imágenes) dificultan el trabajo en taller así como la revisión y discusión de las soluciones a lo largo del proceso de diseño. En tales condiciones, una de las grandes ventajas se convierte también en uno de los grandes obstáculos para el logro de resultados superiores, asunto que debe ser atendido sin falta en las próximas etapas.

Más allá del diseño del plan de estudios, hay otros aspectos que merecen destacarse en relación con su aplicación en las dos asignaturas analizadas; por una parte, la conformación del claustro, que cuenta con profesores de reconocida experiencia profesional en esta escala del diseño y por otra, la selección de problemas de diseño vinculados fuertemente a las necesidades, problemas y aspiraciones de la sociedad cubana actual, lo que al parecer, constituye un fuerte incentivo para la creación.

Al parecer, el modelo teórico asumido dentro de las asignaturas ha tenido efectos positivos sobre los resultados. La identificación de los problemas que deben resolverse en cada etapa, ordenados en niveles en que se presentan durante el proceso de diseño no puede por sí solo garantizar la calidad de los resultados, ya que dicho proceso no es lineal ni es susceptible de ser explicado totalmente [6], pero al menos ahora se dispone de una base metodológica que permite una mayor efectividad en la enseñanza y consecuentemente, mejores respuestas de los estudiantes.

El otro pilar sobre el cual descansa la nueva propuesta, que es el de concebir el diseño de interiores desde la arquitectura, con énfasis en los aspectos expresivos pero con una sólida base técnica y constructiva, tanto como sea posible dentro del marco académico, al parecer ha sido exitosa, a pesar de que los periodos lectivos son cortos, de catorce y siete semanas respectivamente.

Sin embargo, algunas cuestiones de naturaleza más compleja aun quedan pendientes por resolver, entre ellas, la exploración de un lenguaje másapegado a la identidad nacional, aprovechando que esa identidad está aún por actualizarse en el panorama actual, lo cual parece coherente y posible si se tiene en cuenta que los proyectos parten de un estudio de escala urbana en el cual realizan un diagnóstico bastante detallado y abarcador de la realidad para las zonas de la ciudad donde se insertan.

Para el curso que comienza se están realizando ciertos ajustes en cuanto a las relaciones entre las tres asignaturas de diseño y de éstas con las restantes, para que funcionen como un sistema bien equilibrado, algo que aun hoy, a veinte años de iniciado el precursor de esta generación de planes de estudios, ha sido una meta particularmente difícil de lograr.

 

CONCLUSIONES

A manera de conclusión, puede decirse que más allá de las deficiencias que pudieran existir, esta aproximación al diseño del espacio interior desde la propia arquitectura (o arquitectura de interiores) en las dos variantes; en la modelación de un nuevo espacio y en la transformación de uno existente, a partir del enfoque metodológico expresado en el modelo teórico, ha arrojado resultados satisfactorios y es de esperar que los egresados de este nuevo plan estén mejor preparados para asumir las tareas del ejercicio profesional de la arquitectura y más aptos para establecer el fructífero intercambio con el resto de los profesionales que intervienen en ese complejo, efímero y altamente especializado mundo de los interiores.

 

RECONOCIMIENTOS

Los autores desean reconocer al resto del colectivo de profesores que han impartido las asignaturas DAU VII y DAU VIII, los arquitectos Gabriela Peterssen Soffia, María Eugenia Fornés Varona, Universo García Lorenzo, Nury Bacallao Azcue, Carmen Pons y Reynaldo Garmendía Presmanes.

También agradecen a los estudiantes de los cursos 2010-2011 y 2011-2012, por su dedicación y creatividad.

 

REFERENCIAS

1. CAMACHO, Alberto. “El Interior”. Colegio de Arquitectos. 1929, Vol. 13, No. 3, p. 21-22.

2. MERCADO, José Luis. Teoría general del diseño de interiores. Madrid: Escuela Superior de Artes Decorativas de Madrid, 1991. p 32.

3. MATAMOROS TUMA, Mabel. “El Diseño de Interiores como componente del Diseño Arquitectónico. Un enfoque en el ámbito nacional”. [CD-ROM]. Tesis de Doctorado. Instituto Superior Politécnico José A. Echeverría, Facultad de Arquitectura, La Habana, 2003. ISBN: 959-261-230-7

4. JIMÉNEZ NARVÁEZ, LUZ MARÍA. “Design’s Own Knowledge”. Design Issues. Massachusetts Institute of Technology. 2000, Vol. 16, No. 1 Spring, p. 45.

5. COMISIÓN NACIONAL DE CARRERA. Plan de Estudios D. [CD-ROM] La Habana: s.n., 2007.

6. ROWE, Peter. Design Thinking. Cambridge, MA: The MIT Press, 1998. p.47, 111. ISBN 0-262-68067-X

 

 

Recibido: 29/08/2012
Aprobado: 07/12/2012

 

 

Mabel Matamoros Tuma. Profesora Titular, Doctora en Ciencias Técnicas, Arquitecta. Departamento de Diseño. Directora de la revista Arquitectura y Urbanismo. Correo electrónico: mabel@arquitectura.cujae.edu.cu

René Gutierrez Maidata. Profesor Auxiliar, Arquitecto. Grupo de Atención y Cooperación a Universidades, Dirección General de Proyectos de Arquitectura y Urbanismo. Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.