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Arquitectura y Urbanismo

versão On-line ISSN 1815-5898

Arquitectura y Urbanismo vol.35 no.2 La Habana maio.-ago. 2014

 

ACADÉMICAS

 

Experiencia docente con estudiantes no hispanohablantes de arquitectura para analizar la descripción

 

Teaching experience with non-Spanish speaking architecture students to analyze description

 

 

Dr. C. Ada C. Cabrera González, M.Sc. Norma B. Vázquez Macías, M.Sc. Ileana Benavides Garriga, M.Sc. Evelyn Abreu Márquez

Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría. Facultad de Arquitectura. Departamento de Idioma. La Habana, Cuba.

 

 


RESUMEN

Los estudiantes no hispanohablantes que estudian Arquitectura en Cuba reciben, en los dos primeros años de la carrera, la asignatura Español. Analizar tipos de textos y entre ellos el descriptivo, constituye un contenido esencial. El objetivo del artículo fue presentar una experiencia docente que se llevó a cabo para impartir el contenido de la descripción. La experiencia se centra en el vínculo de este contenido con la profesión. Para esto se escogió la novela “Cecilia Valdés” de Cirilo Villaverde por ser un lienzo colosal del siglo XIX y donde el estudiante se apropia de las características de la descripción y del panorama social de la vida cubana en este período. Los resultados que se obtuvieron fueron excelentes. Se logró una mayor motivación de los estudiantes y se desarrollaron habilidades comunicativas y profesionales que para el futuro arquitecto son importantes.

Palabras clave: experiencia docente, estudiantes, arquitectura, análisis, descripción.


ABSTRACT

Foreign students that do not speak Spanish in the faculty of architecture in Cuba receive Spanish classes for the first two years of their career. An essential content is to analyze different types of texts, specifically descriptive ones. The purpose of this paper is to present a teaching experience about the instruction of content description. The experience is centred on how the content related to the profession. The novel ¨Cecilia Valdés¨ from Cirilo Villaverde was chosen because it is an extraordinary picture of the XIX century and where students can learn the characteristics of social life in Cuba during that period. Students were greatly motivated by the experience and developed professional skills which are very important to future architects.

Key words: teaching experience, students, architecture, analysis, description.


 

 

INTRODUCCIÓN

Históricamente, la asignatura Español y Literatura no ha sido una de las más agraciadas por parte de los estudiantes. La respuesta a esta insatisfacción quizás habría que buscarla en los métodos tradicionales que se han utilizado para llegar a los estudiantes, pero lo cierto es que la expresión de que la asignatura es “aburrida y tediosa” permanece aún muy arraigada.

El artículo tiene como objetivo presentar una experiencia docente que se llevó a cabo con estudiantes de Arquitectura para impartir el contenido de la descripción. La experiencia docente se centra en vincular el nuevo contenido, en este caso la descripción, con el contenido de la profesión de forma tal que el estudiante pueda reconocer el significado y sentido del conocimiento que recibe, valorar su importancia y actuar consecuentemente en el contexto. Dicho en otras palabras, lo que se pretende es acercar el contenido a la realidad del alumno para que sea significativo [1], adaptarlo a su competencia cognitiva, promover su participación, despertar su interés y motivación para de esta forma, favorecer su actuación.

Para esto se escogió la novela Cecilia Valdés de Cirilo Villaverde, considerada por los autores como el lienzo colosal o el mundo en miniatura en que se mueve el siglo XIX en Cuba [2], porque el autor se vale fundamentalmente, de la descripción para mostrar el panorama social de la época y sus costumbres, lo que significa que el estudiante va a apropiarse de un nuevo contenido, pero a partir de otro que ya conoce. Esto reafirma la teoría de que aprender significa comprender y para ello es condición indispensable tener en cuenta lo que el estudiante ya sabe sobre aquello que se quiere enseñar, para que pueda establecer relaciones significativas con el nuevo contenido.

Constituyen antecedentes de este tema las investigaciones realizadas en el campo curricular encaminadas a destacar la importancia del vínculo entre el modelo del profesional, el plan de estudios y el programa docente de la asignatura, así como otras llevadas a cabo en las áreas de Psicología y Didáctica, las cuales parten de que el aprendizaje está relacionado con los niveles motivacionales. [3]. Además, se consideran los estudios que se han dirigido en la rama de la Lingüística, al análisis de diferentes tipos de textos [4], entre ellos, el descriptivo.

Se aplicaron diferentes métodos para el estudio del panorama social y la arquitectura del siglo XIX. A través de procesos de modelación, la concepción teórica se adaptó a la práctica y al contexto actuales, con lo cual fue posible diseñar las tareas que debían realizar los estudiantes, en las cuales se vinculaban ambos contenidos.

En el artículo se sintetizan seis momentos importantes de la experiencia docente:

1. Ubicación del estudiante en tiempo y espacio.

2. Caracterización del panorama social de la época visto a través de la novela Cecilia Valdés.

3. Introducción del nuevo contenido.

4. Vinculación del contenido con la profesión.

5. Orientación de tareas docentes.

6. Análisis de los resultados.

 

DESARROLLO

Descripción de la experiencia docente

1. Ubicación del estudiante en tiempo y espacio

Se partió de que el estudiante conozca cómo nace lo cubano y para entender el hecho cubano hay que remontarse a su historia fraguada en los barracones y trapiches. La tierra más hermosa que ojos humanos vieron tiene un pasado histórico teñido con sangre esclava. Los africanos procedentes de diversas etnias (congos, carabalí, lucumí, arará, gangá, minas) cantaron a sus deidades y en la asimilación de la cultura española y otras influyentes, se produjo además el sincretismo religioso. “Hablamos y somos en plural” [5]. A pesar de su tamaño diminuto en el Atlas Geográfico, la mayor de las Antillas dispone de un potencial cultural nada despreciable.

Se dirige la mirada al siglo XIX perteneciente a la etapa colonial, por ser conocido como una prolífera centuria en la que los criollos comenzaron a cuestionar su identidad y a repensar a Cuba y al cubano, lo que significaba actuar con sentido de pertenencia al país donde nacieron y sentir orgullo de nación.

El influjo del espíritu romántico de la época caracterizado por la rebeldía, la preocupación por los temas sociales, la mirada al pasado histórico, el amor a la patria y las ansias de libertad caló en diferentes manifestaciones culturales, dentro de estas, la literatura de costumbres se convierte en una fuente enriquecedora de conocimientos sobre una realidad viviente y palpitante.

2. El panorama social de la época visto a través de la novela cecilia valdés

El profesor, a grandes rasgos, presenta el panorama social de la época y la intención que tuvo el autor al escribir la novela teniendo en cuenta que Cecilia Valdés de Cirilo Villaverde “es la historia social de Cuba…la Cuba de ayer…, el escritor nos hizo vivir nuestra vida…, nos puso frente a frente con todos nuestros sombríos problemas… [6].

El escritor de esta novela constituyó un excelente fotógrafo de la realidad, porque nos situó en los escenarios reales de la Isla en aquella época describiendo con lujo de detalles el gobierno y la administración tales como fueron, los horrores de la esclavitud y la marcada diferencia de clases, la vida social de entonces: los paseos en volantas y quitrines en los que lo mejor de la sociedad habanera hacía sus viajes al campo o se distraía en los paseos por la ciudad conducidos por los negros caleseros de traje típico para este oficio; los bailes más populares de la época, tanto los de la alta sociedad como los de la gente de color o bailes de cuna como usualmente se les llamaba, los peinados, la moda y las costumbres, y hasta la clase de música preferida en los salones elegantes; la cultura representada por la universidad y el seminario, la tendencia literaria, las principales fuentes de sustento: la industria azucarera incipiente, los cafetales, ingenios y la casa de vivienda, los edificios públicos: iglesias, conventos, cementerios, hospitales y centros de beneficencia, la capitanía general, cárceles, teatros, las plazas y calles con sus primitivos nombres, muchos de los cuales se conservan en la actualidad.

Tomando en consideración lo anterior el crítico y ensayista José A. Rodríguez García expresó:

… “Y como el ancho panorama pintado por Villaverde tuvo por escenario o teatro principalmente, la que llamamos hoy Habana Vieja, próxima a la Iglesia del Ángel, consideramos esa parte de la actual Habana como el mejor monumento que perpetúa la gloriosa memoria del prosista insigne, padre de nuestra novela”. [7]

La descripción literaria

El estudiante no hispanohablante ha estudiado varios tipos de textos y conoce sus características. Se retoman estos conocimientos previos para llegar a caracterizar el texto descriptivo que según el Diccionario de la Lengua Española [8] describir es «representar a personas o cosas por medio del lenguaje, refiriendo o explicando sus distintas partes, cualidades o circunstancias». En este sentido, y debido a que posteriormente se orienta la lectura de varios fragmentos de la novela, se puntualiza que la descripción puede combinarse con la narración.

1. Vínculo del contenido con la profesión

El profesor orienta la lectura de algunos fragmentos de la novela que sirven de ejemplo para que los estudiantes analicen el nuevo contenido, y lo asocien con el que ya conocen (el panorama social de la Cuba del siglo XIX), se produce entonces una interacción lector-texto-contexto que facilita la comprensión.

Se comienza por el análisis de uno de los escenarios más importantes de la novela: las murallas de La Habana; obra que se comenzó a principios del siglo XVII y se terminó casi al finalizar el siglo XVIII.

Las murallas eran parte de una fortificación vasta y completa, así por el lado de tierra como por el del mar o el puerto, no faltándole cuatro puertas hacia el campo, poternas hacia el agua, puentes levadizos, foso ancho y hondo, terraplenes, almacenes, estacadas, aspilleras, y baluartes almenados; de modo que la ciudad más populosa de la Isla quedaba convertida en una inmensa ciudadela. Don Miguel Tacón abrió tres puertas más y sustituyó los puentes levadizos por puentes fijos de piedra. Pero en la historia que se narra en la novela solo existían las cinco puertas originales, las tres del centro llamadas de Monserrate, de la Muralla y de Tierra eran para el uso del público en carruaje, a caballo y a pie, y las de los extremos, denominadas de la Punta y de la Tenaza, estaban destinadas al tráfico de azúcar, café y otros efectos pesados en el único medio de transporte de entonces: las carretas tiradas por bueyes. (p 225. TI).

En este escenario transitan los personajes principales de la novela: Cecilia y Leonardo.

Cecilia era de color bronce, frente alta, de cabellos negros y copiosos, naturalmente ondeados, facciones regulares, nariz recta, cejas arqueadas y rasgados ojos, pequeña boca y blanquísimos y menudos dientes. De mejillas llenas y redondas, hacían de su rostro una mujer divina. Delgada y de una armonía encantadora, aun bajo sus humildes ropas… (p 31. TI)

Leonardo, joven blanco de familia rica, estudiaba para abogado. Era mozo de apuesta figura y varoniles formas, disponía siempre de suficiente dinero para sus aventuras amorosas, amante del juego y descuidado en sus estudios. (p 33. TI).

Otro aspecto importante de la novela es la descripción que se hace del tráfico negrero como fuente de explotación y el trato que recibían los esclavos que integraban las dotaciones de los ingenios; así como los castigos corporales y tormentos morales a que eran sometidos en un régimen cargado de opresión y maldad. El Ingenio La Tinaja fue testigo de esto:

Era una finca soberbia, lozanos campos, trescientos o más brazos para cultivarlos… La casa de calderas o de ingenio era tan fuerte como vasta: edificio cuya armadura se componía de pares rollizos, apoyados en soleras pesadas y estas en pilares. Debajo de la cubierta de tejas coloradas se abrigaban el trapiche, la máquina de vapor y el tren de elaborar el azúcar. La casa de vivienda figuraba un paralelogramo trapezoidal, sentada en el suave declive de una colina. Era de mampostería gruesa con cubierta de tejas huecas coloradas, amplio pórtico, la sala cuadrada al medio, patio rectangular en el centro, cerrado por una tapia alta con caballete de vidrios, que servía para la comunicación de la servidumbre. (p 59-61. TII).

El seminario San Carlos, construcción donde enseñó Filosofía a la juventud cubana el ilustre padre Félix Varela, es también una descripción objeto de análisis y una construcción representativa:

…Ponderosas puertas de cedro. El gran patio lo constituían cuatro corredores anchos, de columnas de piedra formando un cuadrado. En el centro había una fuente, y por todo el derredor naranjos frondosos. En el lado opuesto a la entrada principal había una escalera de piedra que conducía a los claustros de los profesores; a la derecha una reja que separaba el corredor de un callejón oscuro y húmedo. Hacia allá daban unas cuatro ventanas altas por donde entraba la única luz que a medias, alumbraba el salón. (p 147. TI).

Las costumbres religiosas también se pintan con minuciosidad: las fiestas titulares religiosas, consagradas a los santos patrones de las iglesias y conventos, los novenarios y las misas de los domingos; estas últimas se celebraban en una de las Iglesias de mayor renombre: La Iglesia del Ángel

Para subir a esta Iglesia había dos escalinatas de piedra oscura y tosca. Llegando a lo alto de la meseta, se está en el piso del templo…el techo en forma de caballete, dejaba al desnudo el maderamen de la armadura que estaba cubierta de tejas coloradas…hacia el oeste se hallaba la sacristía, la habitación del cura…el patio por el frente, tiene un malecón de mampostería, al modo de muro de azotea… (ps 156, 157. TI).

Las casas de vivienda de las personas adineradas se caracterizaban por:

Azoteas que se distinguían por pisos altos sobre el arco de la puerta, y balconcito al poniente. La entrada general, como las de casi todas las casas del país, era para los dueños; criados, bestias y carruajes lo hacían por el zaguán, especie de casapuerta o cochera que conducía al comedor…; en el lado opuesto de la casa se veía la hilera de cuartos, con entrada común por la sala, puerta y ventana al comedor y al patio; este último en forma de cuadrilátero. Una escalera de piedra tosca con pasamanos de cedro comunicaba con las habitaciones altas adornadas con muebles de caoba… (ps 123- 125. TI).

Las costumbres de la época están tan bien pintadas que el lector se identifica con nuestra cubanía:

Las Ferias en Cuba se reducían a innumerables puestos ambulantes, consistentes en una mesa o tablero de tijeras cubiertos de un toldo y alumbrados por uno o más candiles… Los bailes en la Sociedad Filarmónica, donde se tocaba danza y contradanza y donde se reunía lo mejor de la sociedad. Era un salón soberbio decorado con el retrato de Fernando VII y otros cuadros históricos; el cielo raso de la sala estaba vestido de damasco. Rodeaba la construcción amplios balcones…; allí la juventud adinerada cubana exhibía sus vestidos de tul bordados de plata y oro, con mangas cortas con encaje… y peinados con turbantes, adornados con plumas y lazos.

2.2- Orientación de tareas docentes

En este punto se parte del criterio de que las tareas deben estructurarse lo más próximas posibles a los intereses y vivencias del estudiante para que sean significativas y puedan satisfacer sus necesidades comunicativas. Además, deben estar vinculadas a los objetivos del currículo para permitir diferentes modos de realización de acuerdo con las estrategias que utilice cada estudiante. Asimismo, deben concebirse teniendo en cuenta dos ejes fundamentales: el contexto donde se van a desarrollar y la meta a alcanzar. [9]

Teniendo en cuenta este criterio, se orientan tareas que vinculan el nuevo contenido con el de la profesión.

A continuación se presentan las tareas más representativas que fueron objeto de evaluación en esta unidad.

Tarea 1. Investigue acerca de otras manifestaciones de arte desarrolladas en el siglo XIX. Exponga en plenaria el resultado de su investigación. Precise las fuentes de consulta que utilizó.

Tarea 2. Haga una lista de los principales materiales de construcción empleados en este siglo. Exponga en plenaria el resultado de la búsqueda. Precise las fuentes de consulta que utilizó.

Tarea 3. Escoja una de las descripciones anteriores y represéntela en un dibujo.

Tarea 4. En la página 161 del TI de la novela se detalla el recorrido que hizo Leonardo por tres calles de La Habana Vieja. Hágalo usted y dibuje lo que observa.

Tarea 5. Investigue a qué debe su nombre la calle Empedrado. Exponga en plenaria el resultado de su investigación. Precise las fuentes de consulta que utilizó.

Análisis de los resultados

Los resultados evidenciaron en primer lugar, la disposición de los estudiantes para asumir las tareas; en este sentido hay que analizar el interés que despertó en ellos el nuevo contenido, es decir, estaban motivados.

En segundo lugar, al establecerse vínculos interdisciplinarios los estudiantes consultaron fuentes bibliográficas que les permitieron profundizar en los contenidos recibidos en otras asignaturas de la carrera y ampliar así sus conocimientos.

Por último, desarrollaron habilidades comunicativas tanto orales como escritas que desde el punto de vista profesional, son importantes porque los preparan para la vida.

De lo anterior se derivaron evaluaciones excelentes, pero lo más importante no fue el producto final, o sea, la nota, sino el proceso y el camino que tuvieron que transitar para obtenerla.

 

CONCLUSIONES

Para que el estudiante aprenda un contenido es necesario que lo comprenda y en esto es indispensable tener en cuenta lo que ya sabe sobre aquello que se quiere enseñar, es decir, los conocimientos previos, a partir de los cuales los estudiantes pueden establecer relaciones significativas con los nuevos contenidos y ampliar así su modelo cognitivo. De ahí que el vínculo interdisciplinario juegue un papel fundamental. Para que un nuevo contenido despierte motivación, tiene que estar identificado con la cultura, vivencia e interés del estudiante, crear expectativas para que así pueda reconocer su importancia y ejecutar acciones propias del contexto de actuación.

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. VÁZQUEZ GARCÍA, J. et al. La significatividad de los contenidos. [en línea]. 2002. 10 p. [consultado 11 de octubre 2013]. Disponible en: http://www.ciedhumano.org/edutecNo18.pdf.

2. HENRIQUEZ UREÑA, Max. Panorama de la Literatura cubana. La Habana: Editorial Arte y Literatura, 1978. t.1, pp. 283.

3. LOZANO FERNÁNDEZ, Luis Manuel. et al. "Relación entre motivación y aprendizaje". Psicothema. [en línea]. Universidad de Oviedo. 2000. Vol. 12, Supl. nº 2, pp. 344-347. [consultado 11 de octubre 2013]. Disponible en: www.redalyc.org/pdf/727/72797080.pdf.

4. DOMÍNGUEZ GARCÍA, Ileana. Comunicación y texto. La Habana: Editorial Pueblo y Educación, 2010. 154 p. ISBN 978-959-13-1915-9.

5. BARNET, Miguel. "La historia: nuestro bastón, nuestra brújula". En: La fuente viva. La Habana: Editora Abril, 2011. pp. 314.

6. RODRÍGUEZ HERRERA, Esteban. Edición critica de Cecilia Valdés. La Habana: Editorial de Arte y Literatura, 1974. p. 69.

7. RODRÍGUEZ GARCÍA, José A. Edición critica de Cecilia Valdés. La Habana: Editorial de Arte y Literatura, 1974. p. 27.

8. REAL ACADEMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española. 21ª.ed. Madrid: Espasa - Calpe, 1992.

9. MARTÍN PERIS, Ernesto. ¿Qué significa trabajar en clases con tareas comunicativas? [en línea]. p. 1-10. [Consultado el: 18 de marzo de 2014]. Disponible en: http://www.educacion.gob.es/redele/revista/martin.shtml.

 

 

Recibido: 23 octubre 2013.
Aprobado: 28 marzo 2014.

 

 

Ada C. Cabrera González. Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría. Facultad de Arquitectura. Departamento de Idioma. La Habana, Cuba. Correo electrónico: cabrera@arquitectura.cujae.edu.cu