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Mendive. Revista de Educación

versión On-line ISSN 1815-7696

Rev. Mendive vol.14 no.3 Pinar del Río jul.-set. 2016

 

ARTÍCULO ORIGINAL

 

La apreciación de la arquitectura como manifestación de las artes plásticas. Definiciones

 

The appreciation of architecture as a manifestation of the arts. Definitions

 

 

Paula Ester Azcuy Chiroles1, Yovany Alvarez García2, Juan Betancourt Calero3

1Licenciatura en Educación, especialidad Instructor de Arte. Doctora en Ciencias de la Educación. Profesora Titular. Universidad de Pinar del Río «Hermanos Saíz Montes de Oca» Sede Pedagógica «Rafael María de Mendive». Correo electrónico: paula.azcuy@upr.edu.cu
2Licenciado en Educación, especialidad de Educación Infantil. Profesor Titular. Universidad de Pinar del Río «Hermanos Saíz Montes de Oca» Sede Pedagógica «Rafael María de Mendive». Correo electrónico: yovany.alvarez@upr.edu.cu
3Licenciado en Educación, especialidad de Educación Infantil. Profesor Asistente Universidad de Pinar del Río «Hermanos Saíz Montes de Oca» Sede Pedagógica «Rafael María de Mendive». Correo electrónico: juan.betancourt@upr.edu.cu

 

 


RESUMEN

El presente artículo ofrece una sistematización de las definiciones dadas al concepto de Artes plásticas por diferentes teóricos y un estudio histórico-lógico del proceso de enseñanza-aprendizaje de las artes plásticas para la apreciación de la arquitectura en el segundo ciclo, en el cual se demuestra que este ha sido una insuficiencia y/o limitante en la Educación Primaria para la formación integral de los escolares; pues la apreciación de la arquitectura, como parte de las manifestaciones de las artes plásticas, ofrece las potencialidades idóneas para fomentar el gusto estético y el fortalecimiento de la identidad cultural el análisis documental realizado a los diferentes documentos del currículo de la Educación Primaria entre los cuales se citan: las resoluciones ministeriales, programas del Plan de Estudio, parrilla televisiva, software educativos, orientaciones metodológicas del currículo de la Educación Primaria, preparaciones metodológicas, corroboran esta problemática.

Palabras clave: Artes plásticas, apreciación, arquitectura.


ABSTRACT

This article is a systematization of the definitions given to the concept of Plastic Arts from different theoretical and historical-logical study of the teaching and learning of the arts to the appreciation of architecture in the second cycle, in which it is shown that This has been a failure and / or limiting in Primary Education for the formation of school; (For the appreciation of architecture, as part of the manifestations of the arts, offers the best potential to enhance the aesthetic taste and strengthening cultural identity) the documentary analysis to various documents of the curriculum of primary education between which are cited: the ministerial resolutions, Curriculum programs, television programming, educational software, methodological guidance curriculum of primary education, methodological preparations corroborate this problem.

Key words: Visual arts, appreciation, architecture.


 

INTRODUCCIÓN

¿Qué son las Artes Plásticas?

Las Artes Plásticas, según Cabrera (1981, p. 6) …» abarcan ese grupo de actividades creadoras en las que se integran los materiales plásticos con los cuales se pinta, se modela, se estructura y esculpe, de acuerdo con la naturaleza del material y la manifestación, de los sentimientos, vivencias e ideas de los hombres en cada época» (pintura, escultura, arquitectura). Se considera, por tanto, que en ellas se expresan y materializan la aspiración creadora de la sociedad, sus ideas y conocimientos acerca del mundo que le ha tocado vivir.

Referido a estas obras también Morriña (1989, p. 11) precisó… «son aquellas manifestaciones artísticas que existen como objetivaciones materiales en el espacio y que, por lo tanto, son sensorialmente perceptibles por medio de los sentidos de la visión y el tacto». Estas obras, por las cualidades perceptibles que poseen, tienen una apariencia visible y una forma que denota su existencia en el espacio.

Ruiz, Castro, Fiallo y Hernández (1991, p. 10) refieren que las artes plásticas» ofrecen las imágenes que pueden ser percibidas por el analizador visual y que se encuentran en el mundo circundante. Incluyen, además, el cine, la televisión y el video (…) su objeto de trabajo es el universo visual».

Con esta aseveración, queda demostrado que las artes plásticas tienen un objeto de estudio más reducido que las artes visuales, por lo cual se asume el criterio de Frómeta (2013) al apuntar que:

Las artes plásticas están incluidas en las artes visuales, como término más abarcador, que se aprecian fundamentalmente por los órganos visuales, y son resultado del desarrollo propio de la ciencia, la técnica y la actividad artística. Por esta razón se tiene en cuenta además la incorporación de nuevas formas generadas por computadoras (arte digital) o por cualquier otro elemento no convencional (las tendencias instalacionistas de la plástica caribeña y cubana actual, con la ayuda de recursos interdisciplinarios e intertextuales). (p. 41).

Esta autora refiere, asimismo, (2013) que de acuerdo a su existencia física en el espacio pueden ser clasificadas en:

Planimétricas: son aquellas que se realizan sobre una superficie plana, presentan dos dimensiones (ancho y alto) y pueden observarse desde un solo punto de vista. Entre ellas encontramos el dibujo, la pintura, el grabado, la gráfica, la fotografía y los textiles.

Volumétricas: presentan tres dimensiones: alto, ancho y profundidad y para poder observarlas en su totalidad es necesario recorrerlas con la vista desde distintos puntos a su alrededor. Ejemplos de ellas son la cerámica, la escultura, la orfebrería, la herrería, las instalaciones, los objetos de vidrio y el diseño industrial.

Espaciales: cuentan con un espacio interior previamente diseñado que puede ser recorrido por el hombre y que está organizado según la función social para la que han sido creadas. Entre ellas encontramos la arquitectura, la jardinería, el urbanismo y el diseño ambiental.

Cinéticas: presentan movimiento como parte de sus medios expresivos. Pueden presentar dos o tres dimensiones y se pueden percibir desde uno o varios puntos de vista. Ejemplos de ellas son la escultura móvil, el video arte, el performance y el body art (arte del cuerpo) (pp.41, 42 y 43).

Estas manifestaciones son portadoras de un conocimiento amplio del entorno en que se vive mediante las emociones, las sensaciones y los sentimientos; poseen un valor inestimable en el desarrollo físico, psíquico y emocional de los escolares; por ejemplo: la plástica cultiva los sentimientos, sensibiliza y educa la personalidad desde el punto de vista instructivo y educativo, al proporcionar que el desarrollo de las percepciones sea más próspero e íntegro.

 

DESARROLLO

Desarrollo de la enseñanza-aprendizaje de las manifestaciones de las Artes Plásticas

Los primeros estudios de la cultura humana hacen presumir que la enseñanza de las artes plásticas era de carácter eminentemente práctico; según refiere Cabrera (1989), las primeras pruebas de esta enseñanza datan del período neolítico. En la antigüedad ya el dibujo poseía un lugar en el sistema educativo, para comprender la belleza, para modificar los sentimientos y modelar de alguna forma el alma. (Aristóteles, trad. 1976,p.212) afirmaba: «El dibujo capacita al hombre para contemplar la belleza», demostrándose el carácter formador y el valor estético que le conferían a la enseñanza-aprendizaje de las artes plásticas.

La enseñanza-aprendizaje de las artes plásticas (dibujo) se practicó por todos los antiguos pueblos orientales y en México, con fines utilitarios. Es a partir del Renacimiento (siglo XV y XVI) con las fundaciones de instituciones docentes que llevaban el nombre de Academias de Bellas Artes que comienza la enseñanza-aprendizaje de las artes plásticas con su inclusión en los sistemas educativos.

En los siglos XVII y XVIII, los pedagogos Comenius (1657), Rousseau (1762) y Pestalozzi (1801) realizaron aportes a la enseñanza-aprendizaje de las artes plásticas con un fin práctico y activo. Sus teorías sobre la enseñanza del dibujo lo definen como la materia que se encarga de educar los sentidos de la vista y el tacto, con lo cual se insinuaban los primeros indicadores encaminados a la apreciación.

Se ha constatado, igualmente, mediante el análisis documental de varias fuentes, que la enseñanza-aprendizaje de las manifestaciones de las artes plásticas no constituyó un elemento a consideraren la enseñanza de las primeras escuelas creadas en Cuba a partir del siglo XVII; pues esta tenía un carácter eminentemente positivista y pragmático, ya que se estudiaba lo que hacía falta a hembras y varones para incorporarse a la sociedad y con grandes diferencias entre los distintos grupos étnicos, sin preocuparse por la importancia que tenía este aprendizaje en el contexto socioeconómico del país y en el bienestar de los seres humanos.

Téngase en cuenta que, a partir de 1793, con la fundación de La Sociedad Económica de Amigos del País, en La Habana se inicia el desarrollo de las artes plásticas; cuando en la instrucción elemental comienza a gestarse la instauración del primer sistema escolar que hubo en Cuba y se le da un lugar al dibujo lineal en los sistemas educativos, vinculado siempre a la geometría.

Al amparo de Vermay, director de La Academia de San Alejandro fundada en 1818 por la sociedad antes mencionada, se continúa este estudio con fines estrictamente prácticos; por lo que la observación y la apreciación seguían sujetas al quehacer dibujístico de los escolares. El proceso de enseñanza-aprendizaje se hacía por la copia de modelos y con «recetas fijas» para lograr los colores y matices.

Es De la Luz y Caballero quien introduce en las escuelas normales para la formación de maestros primarios el estudio del dibujo vinculado a las leyes de la perspectiva y a la copia de obras artísticas; aunque no se imparte la apreciación del arte directamente, sólo la parte práctica, comenzando desde entonces la problemática más antigua y sostenida de orientación pedagógica que mayor tendencia exhibe la Didáctica de la Educación Plástica en la escuela primaria actual: la proyección en dos direcciones que mantienen una estrecha correlación como actos creativos y perceptivos.

Estos enfoques teóricos estaban en correspondencia con las de otros pedagogos cubanos de principios del siglo XX, los que se pronunciaron en la misma dirección, por ejemplo: Aguayo (1924, p. 427) y Capdevila (1946, p. 7), que manifestaron su inconformidad con los métodos y prácticas educativas existentes y el deseo de reformar todo el sistema de enseñanza imperante.

Estos pedagogos reflexionaron acerca de la necesidad de apreciar el mundo circundante, el color y las formas de la naturaleza; constatándose la importancia que le conferían a la apreciación del entorno en la formación de los escolares y la forma en que repercute en el futuro de la vida social y, por consiguiente, consideraban que la escuela no podía seguir hermetizada entre sus paredes.

Por la anterior reflexión, se considera que el entorno en que se desenvuelve el escolar constituye un medio idóneo para el desarrollo de este proceso; el espacio de docencia cuanto más diverso y más creativo, puede resultar mucho más útil para despertar la motivación y las influencias afectivas del escolar, estimulando su curiosidad, su creatividad, su percepción y su sensibilidad.

Capdevila, en sus escritos en la Revista Xochiquetzal (1946, s/p), insiste en la necesidad de enseñar a apreciar el arte desde edades tempranas, al considerar que:

La Educación Artística contribuye a formar cultos y buenos ciudadanos y que estos deberán atender a sus deberes para con sus semejantes, y que estos deberes se manifiestan en el cuidado de nuestras ciudades, pueblos, paseos, viviendas y el porte personal. Que el arte contribuye al éxito en la vida social que empieza en la escuela. A cada niño y a cada adolescente ha de enseñársele a apreciar el arte. http://www.casasdecultura.cult.cu

Fue relevante la obra didáctica de Aguayo y Capdevila; quienes, de una forma u otra, hacen alusión a que la apreciación de las artes plásticas desarrolla un importante papel en la apropiación, creación, transformación del conocimiento y en la formación de valores éticos y estéticos, elementos insoslayables en el desarrollo cultural de la humanidad.

La enseñanza-aprendizaje de las artes plásticas después del 59 en la Educación Primaria

La enseñanza-aprendizaje de las artes plásticas varía a finales de la década de 1950. El triunfo de la Revolución cubana trae consigo un amplio proceso de democratización de la cultura iniciado con La Campaña de Alfabetización en 1961, donde se autorizó la modificación de los programas de Primaria con carácter provisional, los planes de estudio agrupaban las asignaturas afines y se indicaba un objetivo que determinaba apreciar la belleza, tanto en las relaciones sociales como en la naturaleza y el arte; lo que apoyaría un enriquecimiento relacionado con las impresiones, emociones y la esfera racional.

Durante esta etapa no existía en la enseñanza general ninguna asignatura que respondiera a la denominación de Artes Plásticas en los diferentes niveles de enseñanza, es decir, en la primaria, la secundaria básica y el preuniversitario.

Los planes de estudio de 1962 hasta 1968, de manera general, carecían de una adecuada dosificación, de un desglose de contenido y continuaba ponderando el tratamiento al dibujo en detrimento de la apreciación sin tener en cuenta que si la creación le permite al niño volcar sus emociones, su sensibilidad y sus experiencias y se pone en contacto con el mundo exterior que lo rodea; la apreciación también le posibilita familiarizarse con los fenómenos del medio, tener una idea de lo bello, lo armónico, lo útil, lo expresivo y aprender a asimilar la vida desde un punto de vista estético.

Se debe destacar que en este año 1968 se hicieron reformas a los planes de primaria y se indicó para los grados superiores de la primaria, (de cuarto a sexto) abordar nociones de perspectiva y espacio, composición de figuras de diver­sas proporciones y uso de superficies de diferentes tama­ños.

El 23 de abril de 1971 tuvo lugar el Primer Congreso Nacional de Educación y Cultura para definir las proyecciones en dichas esferas; en el mismo se asumió, como base, la labor realizada hasta el momento con la enseñanza de las artes plásticas y su apreciación.

En 1972, se realizó el Segundo Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas donde Fidel Castro planteó la necesidad de revolucionar hasta los cimientos los conceptos de educación; planteamiento que da inicio al primer perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación y, en este sentido, se crea la Escuela Nacional de Arte que posibilitó la concepción de un sistema de enseñanza de las artes, con pinceladas de apreciación que se expandió por el país: primero, a la Educación Primaria y en 1976, a la Educación Media.

Este perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación viabilizó la inclusión de las Artes Plásticas como una asignatura más del Plan de Estudio en la Educación Primaria, con una orientación filosófica y pedagógica basada en los principios de la pedagogía marxista- leninista; aunque con fuerte expresión de las tradiciones de la plástica cubana, lo que permitió dirigir la formación de los escolares hacia los conocimientos, habilidades, capacidades, sentimientos y hábitos que contribuyeran a su desarrollo estético.

Los nuevos programas de Artes Plásticas y su enseñanza estaban en correspondencia con el fin de la educación, declarado en las Tesis y Resoluciones del Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba (1975) que tenía como objetivo entre otros «formar personalidades integralmente desarrolladas aptas para recibir y disfrutar los logros de la cultura nacional y universal y contribuir a su desarrollo» (1978, p.86).

Las asignaturas relacionadas con las artes plásticas tenían el propósito de desarrollar la percepción, la memoria, el pensamiento y la imaginación mediante los procesos de observación, análisis y comparación de objetos del entorno natural y de reproducciones de obras de arte, además, de influir en la formación de sentimientos, actitudes y valoraciones, al crear un hábito por el desarrollo del gusto, la sensibilidad y preparar a los escolares para incidir positivamente en el medio en que viven y en el desarrollo estético; para lograr que pudieran apreciar y sentir satisfacción ante todo lo bello.

En esta ocasión se le da un tratamiento superior a la apreciación de obras plásticas. Las láminas de las obras a apreciar eran incluidas en los libros de Lecturas Literarias e Historia, por ejemplo:

- El libro de 6to. grado de Lecturas Literarias con los textos «El Loquito» de René de la Nuez, «Los tres mosqueteros» de Eduardo Muñoz, «Bailarinas» de Eduardo Degas, «Fábula» de Eduardo Abela, «El café» de Cándido Portinan, «Foto de una formación coralina» de Alberto Díaz (Korda) y «XIV Aniversario del Cuartel Moncada» de Olivio Martínez.

- El libro de 5to. y 6to. grados de Historia del Mundo Antiguo incluía ilustraciones con reproducciones de pinturas, esculturas y cerámica relacionadas con los contenidos históricos que se impartían.

- Las guías del maestro para el trabajo de la asignatura incluían cuestionarios, fichas biográficas de autores y un glosario de las principales manifestaciones artísticas de carácter muy general.

Se puede valorar que las obras propuestas para el proceso de enseñanza-aprendizaje para la apreciación eran muy limitadas, con preferencia por las obras planimétricas; lo cual limitaba las potencialidades apreciativas de los escolares. De igual manera, las obras arquitectónicas no estaban contempladas dentro de ellas.

Estas actividades se realizaban a partir de la relación con las asignaturas de Lectura Literaria e Historia, lo que permitía establecer el vínculo directo de las obras con el contexto histórico-social en que se originaron. Sin embargo, aun cuando en estas asignaturas existían obras arquitectónicas, eran presentadas de la misma forma que el resto de las ilustraciones que aparecían en los libros para apoyar la adquisición de contenidos históricos, literarios o plásticos, sin llegar a realizar el análisis y la valoración de la obra de forma integral como una manifestación de las artes plásticas.

En 1981 Rumbaut y Ares, con el propósito de ampliar el proceso de enseñanza-aprendizaje para la apreciación de obras plásticas, conciben los libros de El arte de ver y escuchar I y II; en ellos plantean un nuevo procedimiento que parte de la literatura para llegar a la apreciación de las obras plásticas. Pues los existentes hasta entonces eran: los cuestionarios, la conversación, la excursión, la creación de relatos, las dramatizaciones, los juegos didácticos, la lectura, el comentario de láminas y la visita a talleres de artistas locales.

Estos libros constan de dos partes. La primera, fundamenta la necesidad de desarrollar el gusto estético mediante la apreciación plástica y orienta metodológicamente la forma en que el maestro debe llevar a cabo esta actividad, la segunda presenta las lecturas y los respectivos comentarios y cuestionarios agrupados por grados y al final de los libros aparecen las obras para ser apreciadas.

Se reconoce el nuevo procedimiento como positivo y de trascendencia hasta la actualidad. Sin embargo, se considera que las obras destinadas a la apreciación debían estar más contextualizadas a las vivencias de los escolares, con el fin de lograr un aprendizaje significativo, tanto en lo cognitivo, como en lo afectivo-motivacional.

Para el logro de este aprendizaje significativo se considera que el escolar debe estar muy interesado en las obras, pues nadie puede emocionarse ni sentirse motivado por apreciar lo que no entiende ni le es importante. Además, las obras seleccionadas tampoco estaban acorde con los contenidos de otras asignaturas; lo cual entorpecía el trabajo interdisciplinario tan necesario para desarrollar holísticamente el proceso apreciativo.

Con el segundo perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación en 1985 se cambia el nombre de la asignatura Artes Plásticas por Educación Plástica y se añaden en cada grado, siguiendo el mismo procedimiento, cinco obras a apreciar; se incluyen las lecturas y los comentarios de las nuevas obras en las orientaciones metodológicas y se reproduce un juego de láminas, ampliando el proceso de enseñanza-aprendizaje de la apreciación de obras plásticas, siempre orientado a partir del procedimiento que parte de la literatura, manteniendo sólo dos ejemplos de los elementos tipológicos y funcionales para realizar la apreciación.

Cabrera (1989) considera que esta nueva terminología es más certera y abarcadora, pues la Educación Plástica está encaminada a educar a través de la plástica y del lenguaje de las imágenes visuales; su objeto de trabajo es todo lo que conforma de forma visual el mundo circundante. No se constriñe sólo a ser una materia o asignatura escolar, sino que es un área de labor educativa artística que se extiende más allá de lo docente hacia lo extradocente y lo extraescolar.

Sobre esta denominación de Educación Plástica se estructuran los programas desde 1989, como parte del último perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación (1988-1989) y se utiliza un material fundamental en cada período relacionado con la enseñanza de las artes plásticas; en él se propone que el docente, en vez de dar un patrón plástico a imitar, dirija el proceso de adquisiciones hacia el desarrollo de hábitos y habilidades en el manejo de los materiales y de los elementos de la plástica de acuerdo con el grado, con miras a incentivar la imaginación creadora y la cristalización de formas personales de interpretación estética del mundo.

Por lo anteriormente expuesto, se debe esclarecer que en la formación de los maestros primarios hay una evidente necesidad de que se apropien de los conocimientos relacionados con las artes plásticas, específicamente lo apreciativo; para lo cual considera Cabrera (2010, p. 47) y se asume en este artículo, que: «…los maestros no siempre se hallaban ni sensibles ni emocionalmente preparados, a pesar de la instrucción recibida en su formación normalista».

La enseñanza-aprendizaje de las Artes Plásticas después del 90 y hasta el 2014

Hechos significativos en la década del 90, los constituyen los acontecimientos ocurridos en Europa del Este que trajeron como consecuencia el derrumbe del campo socialista y, fundamentalmente, la desaparición de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, el recrudecimiento del bloqueo impuesto a Cuba por los Estados Unidos de América y el consecuente estado de crisis en el que estuvo el país, incidieron, de manera directa en el desarrollo de la enseñanza de las Artes Plásticas en la educación cubana.

En 1995, se hacen adecuaciones a los programas de estudio de la asignatura, pero se continúa igualmente, con las obras que se apreciaban en 1985 y con los procedimientos iguales a los existentes en la actualidad, como se comentó anteriormente; de la literatura para llegar a la apreciación de las obras plásticas. Las obras que se orientan para ser apreciadas en el libro El arte de ver y escuchar II, no se ajustan a todas las manifestaciones de las artes plásticas, pues continúan sin incluir obras arquitectónicas para su apreciación.

En 1999 se reajustan los programas de Educación Plástica existentes para ese mismo nivel de enseñanza. Se conciben, entonces, las clases de Educación Plástica con emisiones televisivas; las que tienen una estructura metodológica de cinco minutos de organización para la actividad, 30 minutos de emisión televisiva y 15 minutos restantes para el trabajo del maestro en el aula con el escolar; en ellas se incluye el trabajo con la apreciación de obras plásticas de forma muy reducida, con relación a la creación plástica.

Constituyen prolongaciones de estas clases, los turnos de tiempo de máquina con el software educativo; esta es una forma que debe estar debidamente coordinada con el técnico o profesor de Computación. Se dispone de varios softwares educativos, que forman parte de la Colección Multisaber, dirigidos a la apreciación estética de manera general y de modo particular, a la apreciación de obras de arte, ejemplo: Apreciando la belleza, Nuestros museos y Sueños de colores. También existe la posibilidad del uso del video, útil para la presentación intencional de materiales didácticos.

Resulta significativo que en la Colección Multisaber se aprecia una selección amplia de obras arquitectónicas en los diferentes softwares, con mayor fuerza en el software Apreciando la belleza; aunque se observa de forma recurrente que las indicaciones para realizar la apreciación que se orientan no están acordes con los contenidos de la Educación Plástica en el nivel primario ni con el algoritmo de apreciación que dominan los escolares del segundo ciclo. Por ejemplo, para apreciar una obra arquitectónica orientan conocer «estilos de arquitectura renacentistas italianas y francesas; aunque los volúmenes de la masa arquitectónica y su aislamiento la acercan a la tradición medieval».

A partir del curso 2004-2005, para apoyar y perfeccionar el trabajo estético y artístico en las escuelas, se plantearon importantes transformaciones, como la de ubicar en las escuelas primarias, secundarias básicas, escuelas de conductas y centros de reeducación del país, a los egresados de las escuelas de Instructores de Arte de las especialidades de Artes Plásticas, Música, Teatro y Danza.

Estas transformaciones acaecidas en la asignatura de Educación Plástica en la Educación Primaria, según se opina en este artículo, no garantizan todavía la formación ético-estética de los escolares; no los prepara para que comprendan, aprecien y se sensibilicen frente a las obras de arte; pues las horas clases dedicadas a la apreciación resultan insuficientes y para que se desarrolle una apreciación sistemática de todas las manifestaciones de las artes plásticas esta debe ser ininterrumpida y permanente.

Se considera que el interminable y siempre enardecido debate en torno al proceso de enseñanza-aprendizaje de las artes plásticas para la apreciación -en el caso del presente artículo que particulariza en la arquitectura- sirve para mantener a los instructores de artes plásticas, docentes y a todos los interesados, conscientes de que éste constituye un conocimiento indispensable como una de las piedras angulares del gran edificio de la vida intelectual, emocional y social de las personas; lo que deriva en razones suficientes para justificar que su enseñanza ocupe un lugar prioritario en el Plan de Estudio de la Educación Primaria.

 

CONCLUSIONES

Por ser la arquitectura la más vinculada a las necesidades vitales de las personas, se debe proyectar como una manifestación esencial que se manifieste tanto en lo docente como en lo extradocente y extraescolar; con el propósito de formar en el escolar una enriquecedora actitud estética hacia todo en la vida que reflejará de alguna manera en sus acciones sociales.

Se comparte el criterio de Frómeta (2005) al considerar que la visión que se tiene del proceso de enseñanza-aprendizaje de las artes plásticas para la apreciación en general, es limitado y estrecho. Asimismo, opina que este debe ocupar un lugar más fuerte en la vida de los escolares y en línea con esta consideración se asume que este proceso debería ser un motivo de reflexión pedagógica; razonándose, por tanto, que debe fortalecerse en la Educación Primaria por ser la encargada de ofrecer los fundamentos básicos para la vida; por lo que debe encararse, entonces, de modo general y permanente.

 

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Recibido: 2 de junio 2016.
Aprobado: 14 de septiembre 2016.

 

 

Paula Ester Azcuy Chiroles. Correo electrónico: paula.azcuy@upr.edu.cu

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