PEDAGOGO ILUSTRE

 

Guillermo Bermúdez Díaz. Auténtico maestro, formador de generaciones

 

Guillermo Bermudez Diaz. Genuine teacher, teacher of generations

 

 

Osvaldo Echevarría Ceballos

Máster en Ciencias de la Educación. Licenciado en Español y Literatura Rusas. Especialista en docencia en psicopedagogía. Profesor Auxiliar. Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saíz Montes de Oca”.

 

Nació en la provincia de Pinar del Río, el 10 de febrero del año 1921 y falleció el 16 de junio del año 1996. Sus estudios fueron realizados en las Escuelas Primaria y Superior de varones de la ciudad capital.

Se destacó por su consagración y dedicación al estudio, lo que le permitió convertirse en uno de los primeros estudiantes de su grupo, siempre mantuvo una inclinación hacia la labor educativa, ayudando a sus maestros con los alumnos menos aventajados, dedicándoles varias horas de su tiempo libre a repasar las lecciones del día y lograr que se situaran a la altura de los demás.

Tenía un gran apego por la lectura, lo que le posibilitó tener un conocimiento amplio sobre diversos temas del ámbito nacional e internacional, que le servirían en su posterior ejercicio en el magisterio.

Por el aval académico que poseía no tuvo dificultad en ingresar como alumno en la Escuela Normal de Pinar del Río donde se titula como maestro; más tarde, por ese espíritu de batallador constante y emprendedor, se gradúa de idioma inglés.

Inició su labor educativa en el año 1940 a la cual dedicó 49 años de su vida, como maestro de Educación Primaria y director de escuela.

Fue uno de los maestros que inculcó en sus alumnos el amor por la profesión, a través de su ejemplo, abnegación, sacrificio y sentido del deber; patriota, humano, familiar y con un gran sentido de justicia. Dedicó toda su vida a la noble tarea de formar a las futuras generaciones.

Como director siempre tenía presente los estilos de dirección y veía en esta tarea algo imprescindible para el mejor funcionamiento de la institución y el éxito en la labor de los dirigidos.

Se destacó por su trabajo de investigación sobre aulas multígrado en escuelas primarias rurales y en la divulgación del pensamiento martiano entre sus alumnos. Igualmente sobresalía su apoyo moral y material a los estudiantes.

Participó en el asesoramiento y la elaboración de planes de clase que debían desarrollar los maestros populares, jóvenes que sin conocimiento previo ni titulación se incorporaron a las aulas ante el éxodo de maestros después del triunfo revolucionario del 59.

Fue alfabetizador y asesor de la campaña en Pinar del Río. Formó parte del Movimiento de la Joven Cuba en Pinar del Río junto a Antonio Guiteras. Integrante del Colegio de Maestros y fundador del Sindicato de la Educación.

Recibió numerosos reconocimientos, entre ellos las Medallas de la Alfabetización y 28 de Septiembre. Guillermo fue un hombre de su tiempo y para su tiempo, que transformó la voluntad de vivir y amar en arte de enseñar; aquel que, contando las vivencias de su ámbito educacional, halló un lenguaje que trascendió fronteras para perdurar por siempre en la memoria de todos.