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Mendive. Revista de Educación

versión On-line ISSN 1815-7696

Rev. Mendive vol.20 no.1 Pinar del Río ene.-mar. 2022  Epub 02-Mar-2022

 

Articulo original

La formación de estudiantes universitarios para la promoción de la lectura: aportes desde una concepción extensionista

A formação de universitários para a promoção da leitura: contribuições de uma concepção extensionista

Yudit Rovira Álvarez1  * 
http://orcid.org/0000-0003-3232-9372

Ernesto López Calichs1 
http://orcid.org/0000-0002-4909-9836

Aylen Rojas Valdés1 
http://orcid.org/0000-0002-4369-5477

Alicia María Gilimas Siles1 
http://orcid.org/0000-0002-6578-1608

1Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca". Cuba.

RESUMEN

El artículo aborda la promoción de la lectura en la universidad desde una concepción formativa en la extensión universitaria. Su objetivo estuvo dirigido a presentar una concepción pedagógica de formación para la promoción de la lectura en el contexto de la Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca". Para ello fueron utilizados como principales métodos el dialéctico-materialista, como rector; teóricos como como el histórico-lógico, el sistémico-estructural y la modelación; empíricos como la entrevista, la encuesta y el análisis documental. Los principales resultados estuvieron en un conjunto de ideas que conciben la promoción de la lectura como un proceso con carácter transversal y la entienden como una práctica sociocultural, dinamizada por las relaciones que se generan entre los estudiantes de la brigada estudiantil, el colectivo de año académico y el Departamento de Extensión Universitaria, que utiliza el método y las formas organizativas de la extensión universitaria, en función de la formación cultural integral de los futuros profesionales. Las conclusiones derivadas de las ideas, asociadas a las nuevas condiciones impuestas por la pandemia, permitieron encontrar nuevos retos para el intercambio de las mejores prácticas, estrechar vínculos con otros actores sociales, así como proyectar nuevas formas de acercarse a la lectura desde la promoción.

Palabras clave: lectura; promoción de lectura; extensión universitaria; formación; universidad

RESUMO

O artigo trata da promoção da leitura na universidade a partir de uma concepção formativa na extensão universitária. Seu objetivo foi apresentar uma concepção pedagógica de formação para a promoção da leitura no contexto da Universidade de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca". Para isso, foram utilizados os principais métodos: o dialético-materialista, como reitor; teóricos como o histórico-lógico, o sistêmico-estrutural e de modelagem; empíricas como a entrevista, a pesquisa e a análise documental. Os principais resultados foram em um conjunto de ideias que concebem a promoção da leitura como um processo de caráter transversal e a entendem como uma prática sociocultural, dinamizada pelas relações que são geradas entre os alunos da brigada estudantil, a turma do ano letivo e o Departamento de Extensão Universitária, que utiliza o método e as formas organizativas da extensão universitária, a partir da formação cultural integral dos futuros profissionais. As conclusões derivadas das ideias, associadas às novas condições impostas pela pandemia, permitiram encontrar novos desafios para a troca de boas práticas, estreitar laços com outros atores sociais, bem como projetar novas formas de abordar a leitura a partir da promoção.

Palavras-chave: leitura; promoção da leitura; Extensão universitária; Treinamento; escola Superior

Introducción

El contexto provocado por la pandemia ha puesto en evidencia, una vez más, la importancia de la lectura desde todas las aristas posibles y como una práctica sociocultural, que se ejecuta en mayor o menor medida, desde una multitud de espacios. Constituye este un momento crucial en el que el conocimiento, la ciencia y la tecnología desempeñan un papel de primer orden y en el que se hace evidente la necesidad de cohesión y el fortalecimiento de la Educación Superior para el enfrentar una situación epidemiológica en ascenso.

Los retos en que se encuentran hoy las Instituciones de Educación Superior (IES) son de gran magnitud; desde todos los frentes se trabaja sin descanso. El consenso, cada vez más generalizado, apunta a que las transformaciones que se generen tributarán al perfeccionamiento de la formación integral.

Los Modelos del Profesional, en la mayoría de las carreras universitarias, van dirigidos a desarrollar un pensamiento lógico, heurístico, científico, sistémico, humanístico, que le permitan al estudiante transformar escenarios durante su formación y una vez graduado. En este sentido, la promoción de la lectura está en el centro del quehacer de los estudiantes universitarios, mucho más en un tiempo marcado por una crisis mundial, relacionada con la salud. Al respecto, Ramírez (2019) expresa que: "A pesar de que la lectura estética y las artes se han relegado a un lugar periférico ya que se consideran más en los ámbitos recreativo y cultural, diferentes estudios han comprobado los beneficios que aportan las experiencias estéticas a las capacidades del lector en el desempeño académico en sus responsabilidades sociales" (p. ix).

Para responder a tales exigencias, la universidad demanda de sus estudiantes la interacción con el entorno. En plena veintena del siglo XXI hay un grupo numeroso de estudiantes universitarios de todo el mundo, que están incidiendo de una forma activa y responsable.

Un importante indicador, que debe ser utilizado para medir la pertinencia y calidad de la misión social de la universidad, está en el desarrollo de las capacidades axiológicas del estudiante, y es, precisamente desde esta perspectiva, que la promoción de la lectura tiene mucho que aportar. Desde su postura como promotor de la lectura, el estudiante universitario puede realizar una importante contribución a la sociedad en condiciones como las que se vive.

En Cuba, particularmente en la Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca", un grupo importante de investigadores ha asumido diversas concepciones pedagógicas, que reconocen al estudiante como protagónico de la vida universitaria, promotor de la cultura de su profesión, líder extensionista, formador de otros actores y multiplicador de acciones formativas en diferentes espacios.

Tal perspectiva está acorde con lo planteado por Alvarez, Breijo y González (2020), al expresar que:

En la Educación Superior cubana se despliegan grandes esfuerzos por lograr la pertinencia de los procesos universitarios, desde la elevación de la calidad de los mismos hacia el reforzamiento de los vínculos entre universidad-sociedad. Este concepto se asume como la unidad dialéctica de dos elementos: excelencia académica y pertinencia. La excelencia académica integra la calidad de los recursos humanos, en particular, del claustro y de los estudiantes, el aprovechamiento óptimo de la base material y la adecuada gestión pedagógica y didáctica (p. 380).

Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) se implican en todas las áreas del saber y constituyen prioridad en las universidades. Al respecto, Mesquita et. al (2022) argumentan que:

La formación en las competencias mediáticas constituye una necesidad urgente en nuestra época. La escuela debe posicionarse como un entorno fundamental donde abordar de manera colectiva la reflexión sobre los entornos digitales y mediáticos y la preparación de los ciudadanos en edad escolar para afrontar de forma constructiva el impacto de los medios. Para ello, se impone un cambio de paradigma en el abordaje de la cuestión: una conciencia crítica ante los nuevos escenarios que crean los medios y una reflexión amplia sobre sus características (2021, p. 47).

A tono con lo anterior, el Ministerio de Educación Superior (MES), junto a otros sectores e instituciones, impulsan iniciativas diversas en las que el proceso extensionista resulta protagonista; tal es el caso de programas y proyectos nacionales priorizados, entre los que se encuentra el Programa Nacional por la Lectura, dirigido por la Biblioteca Nacional de Cuba "José Martí" (BNJM) que coordina los esfuerzos de diversos organismos, instituciones, grupos y personas del país, encargados de promover el libro y la lectura y desde el que se establecen los principios fundamentales de la política cultural cubana en este sentido.

En julio de 2016 la Comisión de Educación, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba presentó el "Informe sobre resultados de la fiscalización y control al funcionamiento de las bibliotecas públicas, el hábito de lectura y el uso de la lengua materna. Su problemática actual". En él se recogían los principales resultados de un estudio de hábitos y consumo de la lectura en las universidades cubanas, realizado por el Instituto Cubano del Libro y el Observatorio Cubano del Libro y la Lectura, en el año 2015.

La muestra abarcó casi todo el sistema de Educación Superior, incluyendo las carreras de ciencias médicas, pedagógicas y las de la Universidad de Las Artes, con excepción de las universidades militares y cuyos resultados "manifiestan una situación poco favorable acerca de la lectura en las universidades cubanas. La Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca", por sus siglas UPR, ha desarrollado múltiples actividades desde los inicios de este programa. Desde el 2014, el Departamento Docente de Extensión Universitaria ha desarrollado un proceso de redimensionamiento del tema de la lectura a partir del desarrollo del Programa de Promoción de Lectura de la UPR, acorde a los lineamientos del Programa Nacional de Extensión Universitaria y del Programa Nacional por la Lectura.

Aun cuando el resultado general de la implementación de dicho programa muestra avances positivos, los resultados de investigaciones directamente relacionadas con la lectura y su promoción demuestran que la situación actual "está caracterizada por la presencia de determinadas insuficiencias, que limitan la labor extensionista al respecto" (Rovira y López, 2018, p. 8).

Por tanto, el problema que se investigó estuvo dado por: ¿cómo favorecer el perfeccionamiento de la formación de promotores de lectura desde la extensión universitaria que tribute al desarrollo sociocultural de la comunidad de la Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca" y su entorno?

El objeto de la investigación lo constituyó el proceso de formación de promotores de lectura (PFPL) desde la extensión universitaria en la Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca".

El objetivo general estuvo dirigido a contribuir al perfeccionamiento de la formación de promotores de lectura a partir de la fundamentación y aplicación de los presupuestos teórico-metodológicos que avalan a la extensión universitaria, de manera que permita el diseño de un enfoque teórico para su implementación práctica, en función el desarrollo sociocultural de la comunidad universitaria de la Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca" y de su entorno.

Materiales y métodos

La investigación fue desarrollada en la Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca" entre los cursos académicos 2016-2018. La población estuvo integrada por 1103 estudiantes, por 462 profesores y 45 directivos de la UPR. Se realizó un muestreo probabilístico, estratificado y aleatorio, a partir del cálculo estadístico de la muestra, con el que se considera que es representativa de la población, si es una fracción del tamaño de la población; cada unidad de análisis porta los mismos rasgos y se realiza una elección al azar. Para obtener los resultados de la investigación se partió del método dialéctico-materialista como enfoque esencial, el cual fue rector, al permitir el análisis del objeto, sus campos, componentes y contradicciones e integrar otros métodos utilizados.

Como métodos teóricos se utilizaron el histórico-lógico, para estudiar las distintas etapas por las que atravesó el objeto, en su sucesión cronológica, para conocer su evolución y desarrollo con el propósito de descubrir sus principales manifestaciones; el sistémico-estructural, para caracterizar objeto y campos de acción y la modelación, para aplicar procedimientos lógicos de asimilación teórica de la realidad, permitiendo en ciertas condiciones, situaciones y relaciones, sustituir al objeto.

Los métodos empíricos utilizados para el cumplimiento de las tareas propuestas fueron:

  • Entrevista individual semiestructurada a directivos, profesores coordinadores del proceso de extensión en los diferentes niveles, profesores, así como a estudiantes, para conocer su opinión con respecto a la preparación y motivación que tienen con respecto al tema y ejecución de acciones.

  • Encuesta a profesores, para conocer la preparación y motivación que tienen con respecto al tema. Encuesta a estudiantes, para conocer la motivación que tienen con respecto al tema.

  • Análisis de documentos: documentación relacionada con los procesos de docencia, investigación y extensión para conocer la planificación de formas organizativas propias de la extensión universitaria.

  • Observación: a actividades docentes, investigativas y extensionistas para constatar el problema.

Resultados

Para un adecuado estudio del comportamiento del objeto de investigación y las manifestaciones del problema en dicho objeto, con vistas a interpretar los datos e identificar regularidades, para la variable Proceso de formación para la promoción de la lectura en la UPR, se determinaron las siguientes dimensiones e indicadores. Se construyó un sistema de instrumentos con el que se filtraron las dimensiones e indicadores propuestos, aplicándose a los actores del proceso objeto de estudio a partir del comportamiento de cada una de las dimensiones y la asignación de la categoría correspondiente.

A partir de la definición de estas tres dimensiones de análisis, se delimitaron 17 indicadores para caracterizar el objeto. A la dimensión instructiva se le asignaron siete indicadores (tabla 1), siendo asignados cinco indicadores, tanto a la dimensión educativa, tal como se evidencia en la tabla 2, como a la dimensión desarrolladora (tabla 3).

A continuación, se presenta la caracterización en la UPR a partir del comportamiento de cada una de las dimensiones e indicadores:

I. Instructiva: el 85 % de los profesores y directivos considera es pobre el conocimiento sobre la incidencia de la formación de promotores de lectura y las potencialidades de la formación transversal en este sentido. Por su parte, más del 57 % reconoce la inexistencia de acciones en la Estrategia Educativa del Año Académico y en las reuniones de las Brigadas Estudiantiles, Planes Metodológicos de las carreras y de los Años Académicos; así como el 58 % manifiesta carencia de conocimientos de los componentes didácticos de un proceso. Más del 50 % de los profesores y directivos manifestaron la necesidad de preparación en acciones concretas al respecto y el 57 % reconocen la necesidad de las relaciones desde lo académico, laboral e investigativo.

Tabla 1 - Indicadores para la Dimensión instructiva  

II. Educativa: el 38.5 % de los estudiantes reconoce las potencialidades del proceso para la formación de valores en su formación profesional, así como el 47 % expresa como positiva la correspondencia entre las influencias de un proceso de este tipo y sus actitudes como futuros profesionales y lo que puede aportar en su formación profesional; así como El 44.3 % de los profesores refirieron poseer una mediana preparación sobre promoción cultural y el 14.8 %, poco. El 70.5 % refiere disponibilidad de los sujetos implicados en la formación para la promoción de lectura. Por su parte, más del 50 % de los profesores y estudiantes manifiestan que están dispuestos a someterse a un PFPL. Sin embargo, solo el 12 % reconoce poseer actitudes para un proceso de este tipo.

Tabla 2 - Indicadores para la Dimensión educativa  

III. Desarrolladora: el 44.3 % de los profesores le otorgaron la categoría de máxima a la formación de capacidades transformadoras útiles para la vida, mientras que, en los estudiantes, el 87 % le otorgó esta categoría. La aplicabilidad a partir del PFPL fue reconocida por los estudiantes como Buena, mientras que los profesores y directivos, en un 58 % le otorgaron esta categoría a la aplicabilidad en lo profesional y social en general. El 76.4 % de los profesores reconocieron el valor del PFPL para la futura labor profesional de los estudiantes, mientras que estos le otorgaron solo el 9.2 % a este indicador. El 93.2 % de los profesores reconoció de la incidencia del PFPL en los profesores, mientras que solo el 14 % de los estudiantes lo refiere. Sin embargo, un mayor número de estudiantes encuestados, el 76 %, así como el 93 % de profesores, reconocen como regular la incidencia de su valor y similar número: un 92 % en la responsabilidad social universitaria, mientras que los profesores en un 95 % y un 98 % les otorgan la máxima categoría a ambos indicadores. El 42 % y 67 % de los estudiantes y profesores, respectivamente, le otorgaron aplicabilidad en el desempeño profesional desde el uso de las nuevas tecnologías.

Tabla 3 - Indicadores para la Dimensión desarrolladora  

Análisis documental: la documentación fue analizada exhaustivamente, debido a que en los procesos pedagógicos la práctica debe estar antecedida por una planificación y organización de estos como rectores. La presencia del tema en el Programas de Extensión Universitaria de los diferentes niveles es pobre, y se concreta a los Programas de Prevención en los diferentes niveles de organización de la extensión (promoción de salud, hábitos saludables de vida, tabaquismo, alcohol, drogas y tuberculosis). En el Programa de Promoción de Lectura de la UPR no existen proyecciones dirigidas a la formación de promotores. En el Modelo del Profesional de las carreras muestreadas tampoco se hace referencia a este aspecto.

En la Estrategia Educativa del Año Académico se declaran acciones que influyen en la lectura. Los planes metodológicos no indican nada con referencia a esto. En los proyectos educativos de las brigadas estudiantiles se identifican y desarrollan necesidades educativas grupales para su proyección comunitaria; sin embargo, no se tienen en cuenta la formación de promotores de lectura y se puede constatar la existencia de proyectos extensionistas en este sentido.

La observación a actividades docentes, investigativas y extensionistas permitió constatar que la generalidad de los profesores necesita preparación metodológica concreta, así como que les permita la aplicación de componentes didácticos. Se constata la necesidad de preparación de los profesores en temas relacionados y que, en la generalidad de las actividades relacionadas, se desaprovechan las potencialidades para el desempeño profesional desde el uso de las nuevas tecnologías, así como de aplicabilidad de las relaciones de carácter profesional y social en general.

Se asumió como concepción pedagógica del proceso de formación para la promoción de lectura en la universidad al sistema de ideas científicamente argumentadas, que direccionan y organizan por etapas, con un carácter transversal, la creación, conservación, difusión y disfrute de la lectura, entendida como una práctica sociocultural; esta se ejecuta a través del proyecto educativo de la brigada estudiantil, mediada por el profesor principal y el colectivo de año académico y asesorada por el Departamento Docente de Extensión Universitaria, entre los que se generan relaciones que la dinamizan.

Ideas acerca del proceso de formación del estudiante universitario para la promoción de la lectura

  • El proceso de formación del estudiante universitario para la promoción de la lectura tiene un carácter transversal y se concibe como una práctica sociocultural.

  • El proceso de formación del estudiante universitario para la promoción de la lectura transita a través de cuatro etapas: etapa inicial, etapa de desarrollo, etapa de consolidación y control y etapa de seguimiento.

  • El proceso de formación del estudiante universitario para la promoción de lectura es dinamizado por las relaciones que se generan entre los estudiantes de la brigada estudiantil, el colectivo de año académico y el Departamento Docente de Extensión Universitaria.

  • En el proceso de formación del estudiante universitario para la promoción de lectura se asume, de la extensión universitaria, el método de promoción cultural y sus formas organizativas: programa, proyectos, actividades, acciones y tareas, en función de la cultura general integral de los estudiantes.

Idea No 1. El proceso de formación del estudiante universitario para la promoción de la lectura tiene un carácter transversal y se concibe como una práctica sociocultural

La significación del carácter transversal está dada en la asunción de ejes o temas que atraviesan a la extensión universitaria, en su doble carácter de proceso formativo y función, que cada uno de los actores sociales involucrados en él debe realizar en el contexto universitario y en su entorno y que refuerzan su integración al proceso docente e investigativo. Este sentido de transversalidad del proceso no niega, sino que fortalece enfoques curriculares (González y Batista, 2017, p. 95).

La transversalidad desde lo investigativo tiene su concreción más general en la promoción de los resultados del trabajo científico estudiantil, a través de las actividades, acciones y tareas posibles, que posibiliten la promoción de los resultados científicos, muchas veces minimizada en sinónimos, como socialización o divulgación.

A los efectos del proceso de formación del estudiante universitario para la promoción de lectura, la creación supone favorecer la creación literaria y su relación con las demás manifestaciones artísticas para la búsqueda de nuevas y diversas lecturas, actualización constante y sistemática de temas relacionados con el perfil de la profesión, así como de intereses más generales del profesional.

La conservación implica contribuir al reconocimiento de la comunidad universitaria sobre los bienes de lectura que, con carácter patrimonial, han sido preservados y desarrollados en la universidad y su entorno, desde el diálogo de saberes con sentido de participación e identidad.

La difusión implica difundir el patrimonio bibliográfico preservado y desarrollado por la universidad, relacionado con el perfil de la profesión y de la cultura general en la comunidad universitaria y su entorno.

El disfrute implica propiciar el disfrute de la lectura desde la transformación propia y de los demás para el enriquecimiento del acervo cultural. (Figura 1)

Fig. 1 - Lógica para la fundamentación de las ideas de la Concepción Pedagógica propuesta  

Idea No 2. El proceso de formación del estudiante universitario para la promoción de la lectura es dinamizado por las relaciones que se generan entre los estudiantes de la brigada estudiantil, el colectivo de año académico y el Departamento Docente de Extensión Universitaria

El Trabajo Sociocultural Universitario presume que las facultades, los departamentos y restantes áreas de la universidad establecen una relación dialéctica; por tanto, al asumir este postulado remite al entendimiento de su articulación.

A los efectos de esta propuesta pedagógica se asume que el año académico, por ser eslabón base, tiene una estrecha relación, una misión bien definida, ya que permite una mayor vinculación de las acciones y propicia la participación, elemento fundamental en el trabajo sociocultural universitario.

El papel del colectivo de año académico ha de propiciar la integración de las diferentes formas organizativas extensionistas que se desarrollen; dígase proyectos, actividades, acciones y tareas que se acometan, ya sea desde la Estrategia Educativa del Año Académico y a su interior el proyecto educativo de la brigada estudiantil, así como los proyectos intra y extrauniversitarios, de tal forma que involucre al estudiante de manera activa en el proceso.

En el año académico se definen los proyectos, actividades, acciones y tareas extensionistas, teniendo en cuenta las decisiones adoptadas en la facultad, los colectivos de carrera, los departamentos docentes, las áreas no docentes y los intereses de sus integrantes.

El proyecto educativo constituye el instrumento que estructura como sistema la labor educativa de los estudiantes, dirigida a la formación de los valores que de un profesional reclama la sociedad cubana actual, y que integra todo el conjunto de actividades, acciones y tareas extensionistas que se desarrollan, tanto dentro como fuera de la universidad.

Por otra parte, la concepción pedagógica que se propone no puede obviar el trabajo interrelacionado con los diferentes niveles de la vida universitaria, universidad, facultad, departamento docente y año académico, concebidos en el trabajo sociocultural universitario, y quienes desde sus radios de acción tributan a la formación cultural integral de los estudiantes.

En este proceso, la coordinación del profesor principal y el colectivo de año académico juegan un papel rector. El proceso se integra a la Estrategia Educativa del Año Académico, que se expresa en el plan de trabajo metodológico del colectivo de año y el proyecto educativo de la brigada estudiantil.

El colectivo de año académico y el profesor principal, con la participación de todos los implicados en su funcionamiento, pueden propiciar un valioso espacio de análisis, reflexiones y toma de decisiones, lo que implica atender toda una gama muy diversa de aspectos que conforman este propósito. La realidad educativa actual denota que los docentes con los que se cuenta, a pesar de su alto nivel de preparación en la ciencia específica y en los aspectos pedagógicos y didácticos que les permiten llevar adelante el proceso formativo, adolecen de una preparación más específica en otras ciencias directamente relacionadas con la lectura en la universidad y con la formación de promotores en este sentido.

La brigada estudiantil juega un papel dinamizador muy importante con los que se comparte esta experiencia de aprendizajes, desde el debate y la reflexión crítica, se convierte en un elemento multiplicador. En ese sentido, el estudiante formado como promotor deviene multiplicador en el entorno universitario, donde se potencia el desarrollo personal, social y profesional, en la relación estudiante-estudiante, en actividades, acciones y tareas que se propongan, tanto en la comunidad universitaria como en los contextos comunitarios donde interactúa desde su práctica laboral.

El Departamento Docente de Extensión Universitaria, como asesor del proceso, tiene entre sus funciones metodológicas la sensibilidad y el entendimiento de la necesidad del proceso, la capacitación de los profesores como mediadores a partir del posgrado y la formación de los estudiantes a partir de la impartición de talleres extensionistas de formación de promotores estudiantiles. Otra de sus funciones es controlar la existencia de actividades, acciones y tareas de FPL, en los documentos metodológicos, así como contribuir al perfeccionamiento de los instrumentos que se apliquen en la evaluación del proceso (fig. 2).

Fig. 2 - Ideas de la Concepción Pedagógica  

Idea No 3. En el proceso de formación del estudiante universitario para la promoción de la lectura se asume, de la extensión universitaria, el método promoción cultural y las formas organizativas: programa, proyectos, actividades, acciones y tareas, en función de la formación cultural integral de los futuros profesionales

La promoción sociocultural como método refleja, en su esencia, las bases científicas asumidas desde la extensión universitaria, que la concibe como método propio, vinculada al proceso formativo y que genera las habilidades que necesita el estudiante para desarrollar.

De este modo, el estudiante, en su formación, desarrolla un conjunto de habilidades desde la promoción de la lectura que lo preparan mejor para su desempeño profesional y personal y lo convierte en multiplicador. Por ello debe entenderse que el proceso de formación del estudiante universitario para la promoción de la lectura facilita al promotor-lector apropiarse de una formación lectora desde el método de la promoción cultural y, de esta forma más dinámica, permita reconocer científicamente los problemas de propios de su profesión, así como un mejor entendimiento de la sociedad en que se desarrolla (fig. 3).

Fig. 3 - Formas organizativas y método de la Concepción Pedagógica  

El proceso de formación del estudiante universitario para la promoción de lectura provee a este de destrezas que resultan imprescindibles para el desarrollo de sus capacidades cognoscitivas y creadoras, que le permiten apropiarse de conceptos, profundizar en su formación lectora y la de sus compañeros, con ayuda del método de la promoción sociocultural como vía fundamental. Se pretende, a partir de este análisis, enfatizar en el rol protagónico del estudiante universitario; no se trata de un estudiante que espera pasivamente por un profesor que modele para él un proyecto de promotor, sino más bien de un estudiante que participa de forma activa en su formación como promotor, en tanto se transforma y crece, en paralelo, con el desarrollo de su capacidad para transformar la sociedad en que vive.

El estudiante universitario, como sujeto activo, protagonista, se constituye en el motor impulsor de la construcción de sus conocimientos, habilidades, actitudes y valores hacia la lectura, de manera activa, creativa, reflexiva e independiente; aprende a aprender, a buscar información, a través de las diferentes actividades de promoción que se realice desde las diferentes formas organizativas de la extensión que se planifiquen, con flexibilidad e independencia.

Se convierte realmente en objeto y sujeto de su propio aprendizaje: es un estudiante autoformado que entiende que su formación lectora es un asunto propio, a la vez que transforma su conducta lectora, transforma a sus compañeros y en ese punto logra enriquecer el proceso con sus opiniones, experiencias, saberes y haceres hacia la lectura, sea desde los textos de su profesión o de lecturas por placer; ello constituye un punto sólido de enlace con su aprendizaje, que emerge de la práctica, de su interacción con su medio social, de las constantes reflexiones que realizan con respecto a su realidad y, por lo tanto, de sus necesidades de formación.

El profesor, como mediador del proceso, tiene la función de apoyar la formación del promotor, permitiendo la comunicación, el diálogo y la participación en actividades, acciones y tareas diversas que permitan la colaboración entre los estudiantes, para que en esta relación se propicie la multiplicación de los promotores, teniendo como idea que cada estudiante universitario puede ser potencialmente un promotor de lectura, que es lo que pretende en consideración este trabajo.

Por lo tanto, lo que se pretende no es solo trabajar en el mejoramiento de la formación lectora de los estudiantes, no es la cantidad de libros leídos lo que interesa, sino la asunción de una forma de vida, en la que la promoción de lectura provoque un cambio en la conducta de los estudiantes hacia su propia formación lectora; es un encuentro con la lectura desde la promoción. De ahí que se plantea la necesidad de recuperar la experiencia educativa de los profesores con miras a promover el interés y el compromiso hacia la lectura y la promoción; es decir, incidir como función extensionista que cada uno de ellos debe realizar, con énfasis desde la lectura.

El profesor, como mediador y principal promotor, debe ser capaz de relacionarse y establecer un intercambio recíproco con las instituciones lectoras dentro y fuera del contexto universitario, evitando actuar de forma aislada y propiciando la interacción con el resto de los actores sociales que inciden en la comunidad: bibliotecarios, libreros y personal de instituciones afines.

Discusión

En el Programa Nacional de Extensión Universitaria para la Educación Superior Cubana, se define la extensión universitaria como un proceso que se asienta en el sistema de interacciones Universidad-Sociedad, "con el propósito de promover la cultura en la universidad y su entorno y que de esta forma se interrelaciona con los otros procesos de la Educación Superior" (González y González, 2019, p. 12). Se corrobora, este sentido, que sea una base teórica imprescindible para la investigación, mucho más en las circunstancias en que se desarrollan los procesos en la Educación Superior cubana, que han permitido un mayor protagonismo e independencia al estudiante. Además de constituir la normativa vigente, en la que se asienta la investigación, permite entender que el que se desarrolló "constituye un proceso formativo consciente en el que el principal rol lo desarrolla el estudiante" (Rovira y López, 2017, p. 83).

El proceso de formación del estudiante universitario para la promoción de lectura se sustenta en la teoría dialéctico-materialista como base teórica fundamental, así como en un conjunto articulado de concepciones teóricas relevantes acerca de la extensión universitaria, la lectura, promoción de lectura y la promoción cultural.

La sistematización de las teorías asumidas y los resultados del diagnóstico realizado permitieron fundamentar el proceso de formación del estudiante universitario para la promoción de la lectura como expresión de un sistema de ideas científicas que posibilitaron establecer sus relaciones esenciales.

El proceso de formación del estudiante universitario para la promoción de la lectura se fundamenta a partir de un sistema de ideas científicamente argumentadas, que se direccionan y organizan por etapas y con un carácter transversal, la creación, conservación, difusión y disfrute de la lectura, entendida como una práctica sociocultural que se ejecuta a través del proyecto educativo de la brigada estudiantil, mediado por el profesor principal y el colectivo de año académico y asesorado por el Departamento Docente de Extensión Universitaria, entre los que se generan relaciones que la dinamizan. En este sentido, se aviene a lo expresado por Núñez et al. (2017) acerca de las experiencias de formación en extensión universitaria como una manera de hacer "que los estudiantes incorporen herramientas para el trabajo en la comunidad y diversas estrategias para la autogestión de sus propios conocimientos a partir de la construcción de un vínculo con los actores sociales con los que trabajan" (p. 236).

La sistematización de la concepción del proceso de formación para la promoción de lectura en el contexto de la pandemia permitió corroborar el papel protagónico del estudiante universitario, promotor de lectura, en cumplimiento de su misión social; ello ha demostrado, aún en difíciles condiciones, desde el trabajo colaborativo y la participación activa en su realización, que enriquece sus modos de actuación, tiene mucho que aportar a este debate, en el que se amplía el concepto de las relaciones universidad-sociedad, sobre todo en la capacitación de otros recursos humanos, en el intercambio de las mejores prácticas, así como en la elevación de los niveles de motivación hacia la lectura. Es así como se ponen de manifiesto las coincidencias con Trigo, Santos y Sánchez (2020) al insistir en que, ciertamente, "la clave esté en aunar esfuerzos y reivindicar que cada cual cumpla al cien por cien con su cometido" (p. 67). Una mirada que le asigna un papel relevante también a la familia y la sociedad, totalmente en consonancia con los resultados expuestos.

Un modelo de universidad acorde a la realidad actual, marcada por la crisis de salud mundial, obliga a plantear aún desafíos relacionados con la lectura y su promoción, que resultan imprescindibles de mencionar:

  • Potenciar la formación para la promoción de la lectura, de una manera más orgánica

Tal perspectiva significa que cada una de las acciones que se realicen debe estar pensada con un énfasis desde la promoción, qué significa, el uso y aplicación del conocimiento científico articulado con técnicas, como la animación sociocultural, que privilegien espacios y actores diversos y con un marcado protagonismo estudiantil. Este planteamiento resulta acertado si se tienen en cuenta lo expresado por Vento y Ordaz (2020), al referirse a la necesidad de desarrollar en los estudiantes promotores "conocimientos, habilidades, actitudes y valores, dirigidas a informar y educar a otros sujetos" (p. 110).

  • Propiciar la capacitación constante de los mediadores, con vista a que las acciones tengan el efecto positivo deseado

Los mediadores (actores de la extensión formados como promotores) pueden establecer pautas de participación y colaboración entre sus estudiantes, ofrecer ejemplos de buenas prácticas, seguir de cerca la formación de cada estudiante, identificar necesidades y propiciar niveles de ayuda. Todo lo cual resulta coincidente con el criterio de Rodríguez et al. (2020), en quienes "la mejora del aprendizaje de los universitarios (…) es fundamental para el docente" (p. 203).

Al respecto, Vento & Ordaz (2019) coinciden con el enfoque al expresar que "todas las acciones que se realicen, involucran a otros trabajadores y estudiantes que se forman y multiplican en estos saberes, de tal manera que cada una de las acciones que se realizan constituyen acciones formativas" (p. 918).

  • Generalizar el desarrollo de proyectos, actividades, acciones y tareas

En este sentido, formar parte de ese grupo de actores, desde una propuesta pensada en la formación de promotores de lectura, constituye una práctica que permite un vínculo estrecho con la profesión, que se desarrolla de forma sistemática. Tal perspectiva está acorde a lo expresado por Rojas et al. (2020) con respecto a la insuficiente integración y coordinación de los vínculos universidad-comunidad, al conferir gran importancia al papel de las organizaciones estudiantiles, "en la integración de las acciones en programas y proyectos intra y extrauniversitarios para obtener resultados efectivos" (p. 156).

  • Impulsar el liderazgo del estudiante universitario relacionado con la promoción de lectura

El estudiante promotor puede constituirse en líder de proyectos extensionistas, aprovechando las particularidades de cada espacio donde se desarrolle, articulando su saber con las lecturas posibles en contextos diversos, lo que propicia el liderazgo, la creatividad y posibilita el desarrollo del diálogo. Coincidente con dicho resultado es el criterio de Carenzo et al. (2019), referido a la necesidad de formación "a partir de nociones cooperativas que portan una carga valorativa previa" (p. 151).

Tal perspectiva se aviene a las nuevas tendencias latinoamericanas acerca de las potencialidades de la lectura en la universidad como factor de unión y de reflexión, debido a que el incremento constante de la tecnología electrónica y de los recursos informativos digitales da lugar a la sociedad de la información y luego a la del conocimiento, y con ello se incorporan nuevas modalidades de lectura (Ramírez, 2021).

Acorde a lo expresado por Alvarez, Breijo y González (2020) acerca de que la excelencia académica "integra la calidad de los recursos humanos, en particular, del claustro y de los estudiantes" (p. 380), se corrobora la necesidad de profundizar en el trabajo con el estudiante, en el papel que está llamado a jugar como promotor de lectura; permite un mayor enaltecimiento de las universidades y da valor primordial formativo a las instituciones que la privilegian. Es un doloroso tránsito, marcado por una crisis de talla mundial, pero dialéctico al fin se encamina hacia estadíos superiores.

El trabajo intenso que realizan desde las instituciones lectoras los actores universitarios que laboran en ellas, como formadores que son, favorece un flujo de comunicación continua de conocimientos entre la universidad y la sociedad, para dar solución, desde la ciencia, a una epidemia que ya ha cobrado demasiadas vidas.

Los estudiantes universitarios, como promotores de lectura, han de trabajar y aportar, en aras de promover el conocimiento frente a la crisis actual y estrechar vínculos con otros actores sociales, que necesitan y pueden resolver esos problemas. Deben proyectar nuevas formas de acercarse a la lectura desde la promoción, que resulta un compromiso, en función de que, de este período crítico, se logre salir fortalecidos.

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Recibido: 01 de Octubre de 2021; Aprobado: 11 de Enero de 2022

*Autor para correspondencia. E-mail: judy@upr.edu.cu

Los autores declaran no tener conflictos de intereses.

Los autores han participado en la redacción del trabajo y análisis de los documentos.

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