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Revista Novedades en Población

versión On-line ISSN 1817-4078

Rev Nov Pob vol.11 no.22 La Habana jul.-dic. 2015

 

ARTÍCULO ORIGINAL

 

Poblaciones urbana y rural de Panamá. Un análisis a partir de microdatos censales

 

Urban and rural populations of Panama. An analysis using census microdata

 

 

IMaría Isabel Camacho Cárdenas*, IIFabian Cabrera Marrero**, IIIAmarilis Pittí de Rivera***

IFLACSO, Ecuador

IICentro de Estudios Demográficos (CEDEM), Universidad de La Habana, Cuba.

IIIInstituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), Panamá.

 

 


Resumen

El censo de población y viviendas continúa jugando un rol esencial en las sociedades contemporáneas. La disponibilidad de la información a partir de microdatos censales ofrece posibilidades incalculables para la labor científica, docente y de planificación a diferentes escalas. A partir de la posibilidad de trabajar con las bases de datos de los censos de Panamá, rondas 2000 y 2010, y hacer uso del software REDATAM para los procesamientos especiales, el presente artículo presenta los análisis de características seleccionadas de las poblaciones urbana y rural del país. Los resultados muestran el crecimiento del porcentaje de la población urbana, con una mayor presencia femenina. Las poblaciones urbanas presentan una estructura más envejecida en el contexto nacional. Tanto la mortalidad infantil como la fecundidad son mayores en los contextos rurales.

Palabras clave: censo de población, microdatos censales, diferencial urbano-rural, estructura por edad, mortalidad infantil, fecundidad.


Abstract

Population and housing census continue playing an essential role in contemporary societies. The availability of the census microdata information offers incalculable possibilities for the scientific work, educational and planning activities to different scales. Starting from the possibility of working with the databases of the censuses of Panama, rounds 2000 and 2010, and making use of the software REDATAM for special processing, this paper presents the analyses of selected characteristics of urban and rural populations of the country. The results show the growth of the urban population's percentage, with a feminine bigger presence. The urban populations present an older age structure in the national context. The child mortality and fertility are both higher in the rural contexts.

Keywords: population census, census microdata, urban-rural differential, age structure, child mortality, fertility.


 

 

INTRODUCCIÓN

 Definido como el "conjunto de las operaciones consistentes en recoger, recopilar, evaluar, analizar y publicar o divulgar de alguna u otra forma datos demográficos, económicos y sociales relativos a todos los habitantes de un país, o de una parte bien delimitada de un país, en un momento determinado" (Naciones Unidas, 2008, p. 7), el censo de población y viviendas continúa jugando un rol esencial en las sociedades contemporáneas. Debe cumplir con un carácter universal, simultáneo y periódico, siguiendo recomendaciones internacionales, y potencialmente, dependiendo de su calidad y del manejo adecuado de la información que recoge y procesa, se transforma en una herramienta esencial  en la gestión económica y social de los territorios.

Además de su inestimable valor para planificar la atención eficaz a las necesidades de las personas, constituye también una fuente inagotable para la investigación científica y la comprensión de fenómenos sociales de un país y su dinámica demográfica, a partir del comportamiento de las variables fundamentales (Chackiel, 2009). Estos temas de interés científico resultan importantes tanto en el campo de la investigación pura como para resolver problemas prácticos de crecimiento y gestión industrial y comercial (Naciones Unidas, 2008). Otras referencias destacan que es el procedimiento más exhaustivo para registrar los cambios en el tiempo de la magnitud y composición de la población; es fuente básica para el estudio de la migración, en contextos como América Latina es prácticamente la única fuente que puede utilizarse con ese fin; y permite estudiar las interrelaciones entre las diversas características demográficas y socioeconómicas de los individuos y hogares (Welti et al., 1997).

De indiscutible valor resulta también el hecho de que la información censal puede ser desagregada geográfica y administrativamente de acuerdo a intereses de gobierno o científicos particulares. El amplio desarrollo de la tecnología digital ha favorecido estos procedimientos al tiempo que también crece la demanda en este sentido, debido a las transformaciones sociales y a la importancia alcanzada por los ámbitos locales para la planificación del desarrollo.

Un tema de particular relevancia lo constituye el estudio de las características diferenciales de las poblaciones urbana y rural de determinado territorio. Aun cuando, como se verá más adelante, la discusión acerca de las definiciones de lo urbano y lo rural no es para nada un tema concluido, la hipótesis tradicional supone que existe entre los polos de esta clasificación una evidente diferencia en cuanto al nivel de vida. Este es un argumento suficiente para indagar en esas diferencias, con el objetivo de focalizar acciones y programas que permitan a los pobladores de desiguales espacios geográficos alcanzar similares indicadores de bienestar.

De acuerdo a lo planteado anteriormente y al acceso a la información de los microdatos censales de las rondas de 2000 y 2010 de Panamá, nos proponemos como objetivos de este artículo:

  • Caracterizar la población urbana y rural de Panamá a partir de indicadores de  estructura por edad y sexo seleccionados, observando su evolución intercensal.
  • Evaluar el comportamiento del diferencial urbano-rural de la mortalidad infantil y la fecundidad según el nivel de escolaridad femenina.

 

ASPECTOS CONCEPTUALES

El estudio de las características diferenciales de las poblaciones urbana y rural pasa necesariamente por una clara definición de cada una de estas categorías. Pero tal como ocurre en otros campos de las ciencias sociales, esta es una discusión que se mantiene viva en nuestros días, debido a las dificultades que imponen la dinámica social por un lado y los necesarios ajustes metodológicos para llevar a cabo las investigaciones.

Existen perspectivas diversas que, o bien se centran en las particularidades de uno de los polos, o en la visión dicotómica que separa dichos espacios (Oliveros, 2010). En opinión de Kenbel (2006), es a partir de 1929 con la obra de  Pitirim Sorokin y Carlo Zimmermann titulada Principles of Rural- Urban que comienza la mirada dicotómica en la relación urbano-rural. Para las definiciones de ambos polos, se parte de un grupo de criterios contrapuestos como diferencias ocupacionales, ambientales, en el tamaño de las comunidades, en la densidad poblacional y en las características de las poblaciones.

En la actualidad, la concepción de las áreas rurales y urbanas como espacios físicos y sociales separados claramente entre sí, ha sido sustituida por una concepción que se basa en las interacciones entre ambas. A medida que se desplazan y expanden las áreas urbanas y su zona de influencia, estas interacciones se complican aun más (Oliveros, 2010).

De acuerdo a las recomendaciones de Naciones Unidas (2008), la distinción entre la población urbana y la población rural no puede condensarse todavía en una sola definición aplicable a todos los países, y ni siquiera a la mayoría de los países de una región. Cuando no existan recomendaciones regionales sobre esta cuestión, los países deberán establecer sus propias definiciones, de conformidad con sus necesidades peculiares. Oliveros (2010) apunta acertadamente cómo los países y gobiernos, a partir de criterios diversos, avanzan hacia una definición de lo urbano y luego por negación definen lo rural.

Tal es el caso de lo que ocurre con los censos de Panamá, a cuyas definiciones nos debemos ajustar necesariamente, siendo conscientes de las limitaciones que estas pueden contener. En tal sentido el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) define el lugar poblado urbano como aquel

 

(...) que concentra 1 500 o más habitantes y que partiendo de un núcleo central presenta continuidad física en todas direcciones hasta ser interrumpidas por terrenos agrícolas. Reúne todas o la mayor parte de las siguientes características: Servicio de luz eléctrica; acueducto público; sistema de alcantarillado; trazado de calles, varias de ellas pavimentadas y con aceras; edificios contiguos o alineados; uno o más colegios secundarios; establecimientos comerciales; centros sociales y recreativos. En algunos casos se consideraron como lugar poblado urbano aquellos lugares poblados, barriadas o urbanizaciones que reunían la mayoría de las características antes mencionadas, aún cuando no contaban con la población. (INEC, 2004, 2011, pp. 2-3)

 

MÉTODOS Y FUENTES DE DATOS

Los resultados de los indicadores de estructura de la población se obtuvieron a partir del procesamiento de los microdatos censales de Panamá de las rondas 2000 y 2010, mediante la utilización del software REDATAM.

La estimación de la mortalidad y fecundidad de las poblaciones urbana y rural de ambos censos, se llevó a cabo utilizando los módulos de Estimación Indirecta de la Mortalidad y Fecundidad de Redatam + SP. Los cálculos implícitos en el módulo de Fecundidad se basan en el método P/F de Brass, a partir de información sobre hijos nacidos vivos totales y del último año, declarados por las mujeres en edades reproductivas (CELADE, 2008). En el caso de la mortalidad infantil se estima utilizando la variante de Coale – Trussell del método de Brass, aplicando las tablas modelo de Coale y Demeny familia Oeste. Estas informaciones fueron tabuladas de acuerdo al nivel de escolaridad de las madres y por provincias.

Las fuentes de datos empleadas para las estimaciones y presentación de los resultados fueron:

  • World Urbanization Prospects: The 2014 Revision.
  • Los observatorios demográficos de CELADE: Estimaciones y proyecciones de población, Urbanización en perspectiva.
  • Base de datos Distribución Espacial de la Población y Urbanización en América Latina y el Caribe –DEPUALC, CELADE.
  • Bases de datos de rondas censales de 2000 y 2010 de Panamá.

 

Evolución cuantitativa de la población urbana y rural. Panamá en el contexto mundial y regional

Desde el punto de vista cuantitativo, el siglo XX ha estado marcado por un aumento continuo de las poblaciones urbanas y una disminución de las poblaciones rurales. Sin embargo este proceso no ha sido homogéneo. Como se evidencia en la tabla 1, el crecimiento de la población urbana a nivel mundial ha sido conducido en los últimos 30 años por Asia, donde se produjo el mayor incremento del porcentaje de población urbana. El análisis de la misma información ofrece la heterogeneidad que se puede apreciar, incluso, al interior de las Américas. Para el año 2015 América del Sur  concentraba más población urbana que América Central y que el Caribe.

En el caso de América Latina, y específicamente de los países centroamericanos, el porcentaje urbano no rebasa el 70% de la población total. Por ejemplo, en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana el porcentaje de población urbana es bajo en comparación con Cuba y México (tabla 2).

       

                                        

La realidad latinoamericana respecto de la distribución espacial de la población implica comparar las diferencias que existen entre dichos grupos de poblaciones. En el caso particular de Panamá,  la trayectoria del porcentaje urbano, como no puede ser de otra manera, es ascendente en el tiempo. En el censo de 2010 alcanza un 65% y se esperaría que para el año 2020 alcance un nivel cercano al 68%, de acuerdo a un ejercicio de proyección realizado mediante función logística (figura 1).

Por otro lado, si se analizan las tasas de crecimiento medio anual, se observa que el ritmo de crecimiento de la población urbana ha tenido una tendencia al enlentecimiento. Por su parte la población rural experimentó una tasa negativa en el decenio 1990-2000, para luego en la próxima década situarse ese ritmo alrededor de un 1%, tal como se muestra en la figura 2. Vale destacar que el ritmo de crecimiento de la población urbana tiene un importante componente migratorio desde las zonas rurales, que se acentúa en la década 1990-2000 y puede ser esta la explicación del fenómeno antes descrito.

El fuerte movimiento que se ha venido dando en la región para el reconocimiento de los pueblos indígenas y afrodescendientes (Del Popolo, Oyarce, Schkolnik, y Velasco, 2009), así como los planes y programas desplegados en el país para la atención de estas comunidades, pueden estar influyendo en la atenuación de los movimientos migratorios urbano-rurales.[1]

 

Características diferenciales de las poblaciones urbana y rural de Panamá

Estructura por  sexo y edad

La estructura por sexo de la población panameña diferenciada según distribución territorial, muestra que en ambos censos la mujer tiene una presencia predominante en los contextos urbanos. Este comportamiento puede encontrar explicación en la selectividad del mercado laboral, específicamente del sector de los servicios en las áreas urbanas, que crea incentivos para la migración femenina entre áreas rurales y urbanas. En contraste, el área rural tiene una estructura por sexo donde los hombres tienen un mayor peso relativo. Estas observaciones se explican por las regularidades empíricas de los flujos migratorios, que marcan la diferencia sobre la propensión a migrar, al menos en la región de América Latina, hecho que históricamente ha sido comprobado por un grupo de investigadores, cuyos resultados sistematizan Rodríguez y Busso (2009).

Si comparamos los dos momentos censales, se verifica que tanto la población masculina como la femenina han incrementado su peso relativo en las áreas urbanas para las observaciones de 2010 y se mantiene el predominio de los hombres en las áreas rurales. Complementariamente el peso relativo de ambas subpoblaciones ha disminuido en las áreas rurales, tal como se evidencia en la figura 3.

En consecuencia con lo anterior, el índice de masculinidad es más bajo en el área urbana que en la rural, influenciado por los patrones migratorios antes descritos (tabla 3).

La descripción  anterior debe complementarse con el análisis de la composición por edades de la población. Las pirámides de población obtenidas a partir de los censos 2000 y 2010 (figura 4), dan cuenta de que existe un proceso de maduración de la estructura de la población. Mientras que en el año 2000 la pirámide tiene una base ancha cercana al 12% de la población entre 0-4 años, en el año 2010 la base se estrecha, disminuyendo a 10%.

Si se descompone la estructura de la población en urbano y rural, para ambos censos, se encuentran diferencias marcadas. Para el período 2000 se observa una pirámide de la población rural con una base ancha compuesta por los grupos de edades entre 0 y hasta 19 años, en tanto que los grupos catalogados como edades activas, se estrechan para explicar el posible ensanchamiento de la pirámide poblacional del área urbana para los mismos grupos de edad en igual período. Este comportamiento se debería a la alta propensión de migrar de los grupos pertenecientes a dichas edades, además de la noción de ciclo vital por el cual la menor edad relativa  implica un mayor incentivo por ingresos futuros que aumentan el potencial migratorio (Rodríguez y Busso, 2009).

De esta manera, se observa una población urbana con una estructura más rectangular, que remite a una población más envejecida, aunque este proceso  podría verse enlentecido por los flujos migratorios de grupos de población joven, proveniente de las áreas rurales.

En el período 2010 la base piramidal de la población rural también muestra reducción. La disminución de la natalidad ocurrida en los años anteriores al censo explica este comportamiento que se manifiesta en ambas áreas y, por consiguiente, en la pirámide de la población de todo el país. Este último aspecto se complementaría con el descenso mayor de la fecundidad en el área rural que será analizada en secciones subsiguientes.

Sobre la edad mediana de la población se puede afirmar que existe una diferencia entre 2000 y 2010 de 3 años para la población urbana, 2 para la rural y 2 para la total. Esto significa que después de diez años, la población se distribuye por encima y por debajo de este parámetro cada vez a una edad mediana mayor (de 24 años en 2000 pasa a 27 en 2010). Si se mantiene la tendencia al descenso de la fecundidad, se espera que la población con edades menores de 20 años continúe perdiendo peso relativo.

Como resultado de los cambios en la estructura por edades la relación de dependencia (tabla 4), presenta  una disminución por la reducción del peso relativo de las poblaciones menores de 15 años tanto en el área urbana como rural. Al descomponer el valor de este indicador se observa entonces que ha ido aumentando el peso relativo de la población mayor de 60 años.

A partir de estos datos se puede afirmar que Panamá se encuentra en un período favorable del llamado Bono Demográfico[2] que podría aprovecharse antes de que los valores de la relación de dependencia comiencen a aumentar de manera sostenida y acelerada, por el incremento del peso relativo de la población adulta mayor, lo que impacta en la estructura de la demanda de servicios básicos.

Mortalidad infantil y fecundidad

La medición de la fecundidad y la mortalidad no constituye una de las vocaciones naturales del censo de población. Sin embargo, la utilización de preguntas específicas para hacer estimaciones indirectas de estas variables, resulta de especial importancia para los países que carecen de un sistema oportuno y seguro de estadísticas vitales. Aun cuando existen buenos registros, la información sobre mortalidad y fecundidad recogida en censos presenta ventajas en la desagregación por grupos sociales, ya que evita el problema de divergencias en la definición de numeradores y denominadores provenientes de fuentes distintas (Hakkert, 1999; Naciones Unidas, 2008).

Con la información que se obtiene de las mujeres mayores de 12 años en el caso de Panamá, acerca de hijos tenidos nacidos vivos, y los hijos sobrevivientes, es posible aplicar el método de estimación indirecta, propuesto por Brass (1974) para derivar estimaciones de la mortalidad infantil utilizando la variante de Coale – Trussell.

La figura 5 permite observar las estimaciones obtenidas para ambos momentos censales, de la mortalidad infantil. Se aprecia una disminución del indicador hacia 2010, que en términos absolutos es algo mayor en el contexto rural. Sin embargo, es constatable que, aunque la brecha rural-urbana disminuye durante el decenio, esta se mantiene por encima de las 15 defunciones infantiles.

La tabla 5 permite verificar que independientemente del contexto del que se trate, la mortalidad infantil disminuye a medida que se eleva el nivel de instrucción de las mujeres. Por otra parte, hacia el 2010 los valores del indicador mejoran para todos los grupos de instrucción, a excepción de lo que sucede con las mujeres de nivel universitario, elemento este que resulta llamativo y precisa de profundizar en su explicación. El otro dato relevante es que las diferencias positivas a favor de la población urbana, en esencia, mantienen sus valores relativos, en otras palabras, aunque la generalidad demuestra que disminuyen las tasas de mortalidad infantil, las brechas rural-urbanas se mantienen prácticamente iguales, incluso aumentando de acuerdo a algunos niveles de instrucción.

Al observar el componente de la fecundidad medido través de la Tasa Global de Fecundidad (TGF) se verifica que dicho indicador es mayor en el espacio rural (alrededor de 1,7 veces mayor), tal y como se espera que ocurra. A nivel del país en el período intercensal se produjo una pequeña disminución de los valores del indicador, que fue conducida por un mayor descenso en el promedio de hijos que tienen las mujeres rurales (figura 6).

En la figura 7 se presentan las tasas específicas de fecundidad por edades, donde se evidencia nuevamente las diferencias existentes según el área de residencia de las mujeres. Aun cuando está claro que no existe relación entre el nivel y la estructura de la fecundidad, para el caso panameño se puede observar que la fecundidad rural es claramente temprana, mientras la fecundidad urbana remite más a una estructura con tendencia a la dilatación.

La tabla 6 nos ofrece la información de la TGF de las mujeres según el nivel de instrucción y el área de residencia. En términos generales se verifica que la fecundidad tiende a disminuir a medida que aumenta el nivel de instrucción de las mujeres, aunque esta no es una ley inmutable, si se observa que en los contextos urbanos, para ambas estimaciones, las mujeres con nivel de enseñanza primaria presentan valores del indicador superiores a los de las mujeres sin instrucción. En ambas áreas y para todos los niveles de instrucción se verifica la disminución del indicador entre las estimaciones de los dos censos. Las mujeres sin instrucción de las áreas rurales son las que alcanzan el valor más elevado del indicador en los dos momentos censales.

 

CONSIDERACIONES FINALES

El disponer y saber utilizar información a una escala menor que la nacional es un requerimiento necesario para el ejercicio adecuado de la gestión local, tanto en materia económica como social y ambiental (González, 2006). En tal sentido  este ejercicio ha permitido demostrar las posibilidades de trabajo e investigación a partir del empleo de la información procedente de los censos de población.

A nivel mundial y regional, aunque a velocidades y con características diferentes, se ha producido un aumento de las poblaciones que residen en áreas urbanas. Panamá, en el contexto latinoamericano, no es una excepción en este sentido. El análisis de las características diferenciales de las poblaciones urbana y rural, permite identificar brechas y trazar estrategias y programas en pos de mejorar la calidad de vida de la población.

Se puede constatar que en Panamá se combinan características de estructura y dinámica diferenciales para la población urbana y rural en el país. Menor mortalidad (medida desde las estimaciones de mortalidad infantil), menor fecundidad y una selectividad migratoria a favor de la mujer, producen que la estructura por edad en el contexto urbano de Panamá sea más envejecida que la de los contextos rurales. Estos son elementos que deben tomarse en cuenta para la focalización de planes y programas que hagan posible la mejora de las condiciones de vida rurales y  permitan a los pobladores el despliegue máximo de sus capacidades.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Brass, W. (1974). Métodos para estimar la fecundidad y la mortalidad en poblaciones con datos limitados. Serie E N° 14. Santiago de Chile: CELADE.

CELADE. (2008). R+SP EIF (Versión en Desarrollo). Estimación Indirecta de la Fecundidad con Redatam+SP. Recuperado de www.cepal.org/celade/Redatam/

_____. (2009). Base de datos DEPUALC, 2009. Recuperado de www.cepal.org/celade/depualc

CEPAL. (2008). Transformaciones demográficas y su influencia en el desarrollo en América Latina y el Caribe. Recuperado de http://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/2894/S0800268_es.pdf?sequence=1

Chackiel, J. (2009). Censo, residencia habitual y movilidad territorial. Notas de población, (88). Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) - División de Población de la CEPAL, Naciones Unidas, Santiago de Chile.

Del Popolo, F., Oyarce, A. M., Schkolnik, S., y Velasco, F. (2009). Censos 2010 y la inclusión del enfoque étnico: hacia una construcción participativa con pueblos indígenas y afrodescendientes de América Latina. (Serie Seminarios y conferencias, 57). Santiago de Chile: CELADE-División de Población de la CEPAL, Naciones Unidas.

González, D. (2006).Procesando los censos para estimar crecimiento urbano: DEPUALC. Redatam Informa. Volumen 12. Diciembre, 2006. Recuperado de http://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/31964/S2006626_es.pdf?sequence=1

Hakkert, R. (1999). Preguntas destinadas a investigar la fecundidad, mortalidad en la niñez y mortalidad de adultos. En: América Latina: aspectos conceptuales de los censos del 2000. (Seminario Censos 2000: diseño conceptual y temas a investigar en América Latina). Serie Manuales. División de Población Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía, CELADE, Santiago de Chile, junio.

INEC. (2004). Volumen I: Lugares Poblados: Año 2000. Definiciones y explicaciones. Panamá. Recuperado de http://www.contraloria.gob.pa/INEC/archivos/P5421definicionescenso2000.pdf

____. (2011). Volumen l. Lugares Poblados de la República: Año 2010. Definiciones y explicaciones. Panamá. Recuperado de http://www.contraloria.gob.pa/INEC/archivos/P3551Definiciones.pdf

Kenbel, C. (2006). A mitad de camino entre lo urbano y lo rural: Actores y actividades de rebusque (Trabajo final de Licenciatura. UNRC). Recuperado de http://alaic.net/ponencias/UNIrev_Kenbel.pdf

Naciones Unidas. (2008). Principios y recomendaciones para los censos de población y habitación Revisión 2. Informes estadísticos Serie M, No. 67/Rev.2. Departamento de Asuntos Económicos y Sociales División de Estadística, Nueva York.

Oliveros, A. (2010). La población rural en Cuba: cambios cuantitativos en el período 1990-2006 (Tesis en opción al grado científico de Doctor en Ciencias Geográficas). Universidad de La Habana, La Habana, Cuba.

Rodríguez, J. y Busso, G. (2009). Migración interna y desarrollo en América Latina entre 1980 y 2005. Un estudio comparativo con perspectiva regional basado en siete países. Santiago de Chile: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

United Nations, Department of Economic and Social Affairs, Population Division. (2014). World Urbanization Prospects: The 2014 Revision (datos personalizados adquiridos vía sitio web). Recuperado de http://esa.un.org/unpd/wup/DataQuery/

Welti, C. et al. (1997). Demografía I. México D. F., México: PROLAP. Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

 

 

Recibido: 11 de septeimbre de 2015
Aprobado: 7 de octubre de 2015

 



* Maestra en Economía del Desarrollo, FLACSO, Ecuador. micamacho@yahoo.com

** Máster en Demografía, Centro de Estudios Demográficos (CEDEM), Universidad de La Habana, Cuba. fabian@cedem.uh.cu

*** Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), Panamá.

[1] La población rural de Panamá tiene un fuerte componente indígena, que se ha beneficiado de programas diseñados para la atención de dichas comunidades.

[2] Período en que la proporción de personas en edades potencialmente productivas crece de manera sostenida en relación con la de personas en edades potencialmente inactivas. La relación de dependencia desciende y se genera una situación particularmente favorable para el desarrollo, ya que aumentan las posibilidades de ahorro y de inversión en el crecimiento económico, en tanto que, al mismo tiempo, disminuye la presión sobre el presupuesto en educación (CEPAL, 2008).

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