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Revista Novedades en Población

versión On-line ISSN 1817-4078

Rev Nov Pob vol.14 no.28 La Habana jul.-dic. 2018  Epub 24-Mayo-2019

 

Artículo Original

Tendencias demográficas recientes de los cubanos en Estados Unidos. Un estudio a partir de la American Community Survey

Recent demographic trends of Cubans in the United States. A study from the American Community Survey

Daylín C. Rodríguez Javiqué1  * 

1 Centro de Estudios Demográficos. Universidad de La Habana. Cuba

RESUMEN

A partir de las bases de datos de la American Community Survey disponibles en el sitio de IPUMS, se analiza cómo se ha comportado la población de cubanos en Estados Unidos en el período 2000-2014. Calculando una media ponderada de la población en el período y dividiendo por lugar de residencia en dos grupos: los que viven en la Florida y los que viven fuera de este estado, se analizan algunas variables que caracterizan a los cubanos residentes en Estados Unidos. Por otra parte se presenta una información más actualizada que muestra el estado para el 2016 de los cubanos residentes en Estados Unidos atendiendo a su distribución por sexo y edad. Además de este análisis en el 2016, se realiza una breve evolución que presenta una actualización general a partir del 2001, que considera los años 2015 y 2016, años que en la primera parte del trabajo por variables no se muestran. Asimismo se calculan las tasas de crecimiento anual de dicha población y el comportamiento de las entradas de cubanos a ese país a partir del año 2001. El trabajo es de corte descriptivo y pretende tener un acercamiento al comportamiento demográfico de los cubanos en Estados Unidos, con el objetivo de obtener insumos para futuras investigaciones. La novedad radica en trabajar con una base de datos desarrollada a partir de una encuesta anual que se aplica en sustitución del censo en Estados Unidos y que puede ser una fuente de información importante en el trabajo de los migrantes cubanos en ese país.

Palabras claves: cubanos en Estados Unidos; distribución sexo y edad; migración internacional; tasa de crecimiento anual

ABSTRACT

From the databases of the American Community Survey available on the IPUMS site, the behavior of the population of Cubans in the United States in the period 2000-2014 is analyzed. Calculating a weighted average of the population in the period and dividing by place of residence into two groups: those living in Florida and those living outside Florida, we analyze some variables that characterize Cubans residing in the United States. On the other hand, more up-to-date information is presented showing the status for 2016 of Cubans residing in the United States, according to their distribution by sex and age. In addition to this analysis in 2016, there is a brief evolution that presents a general update from 2001, which considers the years 2015 and 2016, years that in the first part of the work by variables are not shown. Likewise, the annual growth rates of said population and the behavior of Cubans entering that country from 2001 onwards are calculated. The work is descriptive and aims to have an approximation to the demographic behavior of Cubans in the United States. The objective of obtaining inputs for future research. The novelty lies in working with a database developed from an annual survey that is applied to replace the census in the United States and that can be a source of important information in the work of Cuban migrants in that country.

Key words: annual growth rate; Cubans in the United States; international migration; sex and age distribution

Introducción

Para la realización de la investigación se usa la base de datos de la American Community Survey (ACS), encuesta realizada anualmente por el Buró del Censo de Estados Unidos, con una muestra representativa de la población norteamericana, y que es además la más amplia encuesta realizada en el país. Este instrumento ha sido designado para sustituir el censo e incluye el lugar de nacimiento del encuestado, así como los hijos tenidos durante el último año, lo cual permite extraer a las mujeres nacidas en Cuba y analizar su fecundidad atendiendo a un gran grupo de variables. Esta base se encuentra publicada en el proyecto IPUMS, de la Universidad de Minnessota, Estados Unidos, y es accesible a través de la página www.ipums.org.

Esta encuesta recoge información a lo largo de todo el año, sin embargo la fecha de referencia de la población es el 1º de julio (US Census Bureau, 2009). Siendo así, no fue preciso hacer estimaciones y fue utilizada la propia población publicada para el cálculo de las tasas y considerada esta como población media.

El campo de estudio se refiere a los cubanos residentes en Estados Unidos en el período 2000-2014. No se incluyen en la muestra personas de origen cubano, solamente la población nacida en Cuba. Por tanto, cuando nos referimos a cubanos migrantes, estamos hablando de personas nacidas en Cuba y residentes en Estados Unidos. Se reconoce como tal a todas las personas que, dentro de la variable “Birthplace [general version]” se encuentran dentro de la categoría 250 con el nombre de “Cuba”.

A partir de esta muestra se analiza esa población y se muestra su estructura por sexo y edad, así como el comportamiento de algunas variables disponibles en la base y que pueden caracterizar mejor la población cubana migrante en ese país. De la misma manera se calcula el crecimiento de la población cubana en Estados Unidos en el período en estudio. A partir de estos datos se hace una caracterización demográfica que describe brevemente a la población cubana en Estados Unidos.

El tamaño, la distribución por lugar de residencia y algunas características de la población nacida en Cuba y residente en Estados Unidos son elementos importantes al entender el comportamiento demográfico de esta población, pues estos elementos pueden aportar información relevante para levantar algunas hipótesis y aportar insumos para la elaboración de políticas públicas en Cuba y en su política migratoria.

Si bien Estados Unidos ha sido el destino histórico por excelencia de los migrantes cubanos, la magnitud del flujo y las características de sus protagonistas ha ido cambiando en el tiempo. Mientras a inicios del triunfo revolucionario el movimiento de migrantes era principalmente de personas educadas, con una situación económica privilegiada y con fuertes motivos políticos, estos elementos contribuyen a que los protagonistas de esta primera oleada, probablemente tengan una ideología y unos proyectos de vida diferentes a los que tendrían los cubanos que permanecieron en el país. En los últimos años acontecimientos como la reforma migratoria en Cuba, el acercamiento y la regularización de las relaciones Cuba-Estados Unidos y el posterior retroceso en ese proceso, apertura al trabajo por cuenta propia en Cuba, y la reciente eliminación de la política de pies secos-pies mojados por parte de Estados Unidos, pueden haber tenido un impacto en los cubanos que emigran hacia Estados Unidos.

El presente trabajo describe la población cubana en Estados Unidos a partir de datos publicados por el Buró del Censo de ese país y analiza la evolución de esa población en lo que va de siglo XXI. Representa un primer acercamiento al trabajo con estos datos y abre puertas para análisis posteriores que busquen explicaciones a los recientes comportamientos demográficos de los cubanos en Estados Unidos.

Los cubanos en Estados Unidos, tendencias demográficas recientes

Según datos de la American Community Survey (ACS), para el 2000 residían en Estados Unidos 883 439 personas nacidas en Cuba, cifra que aumenta a 1 199 381 en el 2014, y ya en el 2016 la ACS publicaba una cifra de 1 302 617 cubanos en ese país. Es decir, entre el 2014 y el 2016 la cifra de nacidos en Cuba que residen en Estados Unidos aumentó en más de 180 000 personas.

Para tener una idea inicial del aumento en el número de cubanos residentes en los Estados Unidos es interesante observar que para el censo de 1980 (poco antes del Mariel) se registraron alrededor de 803 000 personas originarias de Cuba o descendientes de cubanos (Portes, 1987) y para el 2007, solo los nacidos en Cuba ya superaban el millón de personas (tabla 1).

Tabla 1 Población nacida en Cuba y residente en Estados Unidos. 2000-2016 

Fuente: Cálculos realizados por la autora a partir de la ACS. Census Bureau, USA. 2000-2016.

A pesar de la gran cantidad de cubanos en Estados Unidos, la distribución espacial es bastante homogénea, comportamiento que ha sido también histórico. La mayoría de los migrantes cubanos se encuentran concentrados en el estado de la Florida con un 76%, seguido por New Jersey, California, New York y Texas con 5, 4, 3 y 2% respectivamente. Nevada en sexto lugar acoge al 1% de los cubanos y en el resto de los Estados reside menos del 1% de los cubanos migrantes en Estados Unidos. Tal vez la cercanía del estado de la Florida con la isla y las redes sociales, entre otros factores, han facilitado la sostenida y fuerte concentración de cubanos en este estado.

Desde las primeras décadas después de la Revolución cubana ya se registraban los mayores números de cubanos en áreas metropolitanas; más del 97% de los cubanos vivían en grandes ciudades, específicamente en ciudades metropolitanas de la Florida (Miami), New York (New York City) y California (Los Ángeles) (Pérez, 1986). Esto quiere decir que esta concentración ha sido histórica y con el paso del tiempo solo ha ido aumentando en tamaño y la distribución continúa siendo semejante.

Otro elemento que no ha sido nuevo en la población cubana en los Estados Unidos es la representatividad femenina en la población en estudio. Este no es un fenómeno solamente del grupo en cuestión, pues el final del siglo XX y el inicio del XXI ha mostrado una tendencia a la feminización de los flujos migratorios y lo más significativo es que ellas pasan de ser meramente acompañantes en el movimiento a ser protagonistas económicas del proceso (Aja, 2014). En el período que se considera para el presente trabajo, el índice de masculinidad es de 0,98, es decir, 98 hombres por cada 100 mujeres.

Analizando el comportamiento de la razón de masculinidad anualmente, se observa que esta oscila entre 95 y 102, siendo el 2002, 2008 y 2010 los únicos años que registran mayor número de hombres que de mujeres. El comportamiento de este indicador, además de que, efectivamente, es una consecuencia de la feminización de los flujos, pudiera estar explicado por la envejecida estructura de la población cubana en Estados Unidos. La sobremortalidad masculina condiciona que en los grupos de edad avanzada se encuentre mayor número de mujeres que de hombres y esto en una población donde estas edades tienen un peso significativo puede estar siendo la causa de una superioridad femenina en términos generales.

Lo más interesante en términos demográficos es la estructura por edades de la población cubana residente en Estados Unidos. De modo general en el período la población entre 0 y 14 años ha oscilado entre el 2,9% y 3,9% sobre la población total. El grupo entre 15 y 59 por otro lado se ha mantenido entre el 58% y el 62%, oscilando alrededor de los mismos valores, aunque a partir del 2007 ha tenido un comportamiento sostenido por encima del 60% todos los años. En los mayores de 60 años, si bien ellos también han mantenido un comportamiento oscilatorio en el período, lo que llama la atención es la alta proporción de población en estas edades, cifra que ha variado entre el 34% y el 37% y conduce a la población cubana en Estados Unidos a tener una edad media de 51 años, cifra que igualmente se ha mantenido oscilando alrededor de este valor en todo el período, con el menor valor registrado en el 2001 con 49,7 y el mayor en el 2008 con 52,9. Esta cifra excede en más del 50% al indicador en Cuba.

Varias podrían ser las explicaciones, comenzando por el hecho de que los grandes flujos migratorios (en cantidad) se produjeron en el país en la década del 60, en el año 80 y luego en 1994, por tanto, aquellos que emigraron en los 60 y en el 80, probablemente ya hayan entrado en edades avanzadas y estén incidiendo con mayor peso en el indicador.

Es interesante también que esta estructura por tres grandes grupos de edad difiere entre los cinco estados que concentran a la mayoría de los cubanos. Obviamente, la distribución de la Florida es prácticamente el reflejo de la distribución total, sin embargo, New Jersey, New York y California muestran estructuras muy por encima de la media nacional y Texas aparece con una estructura mucho más joven (figura 1).

Figura 1 Población cubana residente en Estados Unidos atendiendo a tres grandes grupos de edad (porcentaje). Estados seleccionados, 2000-2014 

Debido a la amplia representatividad de cubanos en la Florida y los pequeños números en las muestras del resto de los estados, a partir de aquí se dividirá la muestra en dos grandes grupos atendiendo al lugar de residencia: Florida y el resto del país. Los pequeños números en la muestra que se registra fuera de la Florida por estados pudieran aumentar la probabilidad de que los fenómenos sean aleatorios y se podría estar incurriendo en errores a la hora de analizar los resultados, es por ello que se analizan de esta manera.

En el caso de los migrantes cubanos en Estados Unidos el idioma del país de origen es diferente al de destino, y sería interesante entonces saber cómo se comporta la variable idioma en los cubanos residentes en ese país. Utilizando las categorías trabajadas en la base de datos de la American Community Survey, se agrupa la variable idioma en tres grupos: los que no hablan inglés, los que hablan solo inglés y los que hablan inglés en alguna medida.

Más del 75% de la población cubana migrante en los Estados Unidos declara que habla inglés, mientras que un 18% no habla el idioma oficial de la sociedad receptora y solo un 6% solo habla inglés. Este fenómeno probablemente tiene que ver con el hecho de que se está trabajando con personas nacidas en Cuba, que si bien pueden haber migrado muy pequeñas deben haberse desarrollado en un contexto familiar y social donde aún predomina el idioma del origen y por tanto muy pocas personas se han identificado como que solo hablan inglés. El sesgo en el análisis radica en que los datos son basados en la declaración del entrevistado y las diferencias en las clasificaciones pueden no ser completamente objetivas, sin embargo, muestra un acercamiento al fenómeno.

El idioma atendiendo al sexo es muy semejante en términos generales, solo en los que no hablan inglés el diferencial es un poco mayor. Los hombres muestran un valor de 5 puntos porcentuales menos que las mujeres, es decir, hay más mujeres que hombres que no hablan inglés en el país, lo cual podría ser el reflejo de una mayor inserción de los hombres en el mercado de trabajo. Es importante considerar además que habría que analizar la edad de entrada de los cubanos y a qué oleada migratoria pertenecen, al trabajar con un período completo en la muestra están confluyendo muchas variables que son imposibles de controlar utilizando esta metodología, sin embargo es imprescindible entender estos elementos.

Atendiendo al lugar de residencia sí se observan diferenciales importantes. En términos relativos, en la Florida se registra el doble del valor observado en el resto del país en las personas que no hablan inglés (18% y 9% respectivamente). Es decir, quien vive fuera de la Florida pudiera tener el doble de probabilidad de hablar el idioma del destino. Obviamente, si se relaciona esta variable con la proporción de cubanos que viven en este estado, nos damos cuenta de que existe una relación directa entre la concentración de personas de origen cubano y el hecho de no dominar el idioma inglés.

Observando a los que hablan solo inglés la diferencia por lugar de residencia es un poco mayor, mientras que en la Florida solo el 4% habla solo en inglés, en el resto del país esta cifra asciende a 12%. Con los resultados obtenidos en términos de idioma se observa que son justamente residentes en la Florida los que muestran menos dominio del idioma inglés; en la tabla 2 se reflejan los resultados antes expuestos. La existencia de un enclave étnico, económico y cultural en la Florida permite que la población cubana migrante se asiente en este estado sin tener la necesidad de dominar el idioma inglés, y en estas circunstancias conseguir trabajo y tener una vida social que probablemente no fluya de la misma manera en otros estados.

Tabla 2 Población cubana residente en Estados Unidos por sexo, idioma y estado de residencia (proporción). 2000-2014 

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la ACS, US Census Bureau, 2000-2014.

El nivel de escolaridad es un elemento que pudiera estar mostrando alguna relación con la selectividad, especialmente si se divide por lugar de residencia en Estados Unidos. La mayor parte de los cubanos migrantes tienen entre 10 y 12 grados de escolaridad, representando esta categoría el 42% del total, seguida por los de nivel universitario que son un 36%, y una minoría con entre 0 y 9 años de escolaridad (22%) (tabla 3). La tendencia es bien homogénea por sexo, sin embargo los hombres muestran un mayor valor en el grupo con menos de 9 grados de escolaridad.

Tabla 3 Población cubana por sexo residente en Estados Unidos según nivel de escolaridad y lugar de residencia, 2000-2014 

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la ACS, US Census Bureau, 2000-2014.

Atendiendo al lugar de residencia el panorama muestra matices diferentes, mientras en la Florida la mayor proporción ha cursado entre 10 y 12 grados de escolaridad (38%) en el resto del país la mayoría tiene nivel superior (42%). Los que tienen menos de noveno grado en la Florida representan 3 puntos porcentuales más que en el resto del país. Asimismo los que tienen nivel superior en la Florida muestran un valor 8 puntos menos que en el resto del país. Mirando los valores resultantes y considerando que las diferencias son pequeñas, podría decirse que existe cierta selectividad por nivel de escolaridad en la distribución de la población cubana en Estados Unidos, siendo en la Florida (lugar de mayor concentración de cubanos) donde menor nivel de escolaridad tiene la población migrante de origen cubano.

Este comportamiento también está relacionado con el enclave, donde las necesidades de superación en la Florida pudieran ser menores que en el resto del país, ya que las condiciones y las redes sociales posibilitan que los cubanos se inserten en la sociedad sin necesariamente tener un elevado nivel de escolaridad. Por otro lado, podría además existir una selectividad en la cual los migrantes cubanos con un mayor grado de escolaridad prefieren vivir fuera de la Florida.

El nivel de escolaridad guarda también una estrecha relación con el idioma; según los resultados de la muestra el 47% de las personas que no hablan inglés tiene menos de 9 grados de escolaridad frente a un 12% entre los que tienen nivel superior. Por otro lado, al observar los que solo hablan inglés, como es de esperarse, se encuentra el resultado contrario donde el 47% tienen nivel superior. Probablemente las personas que solo hablan inglés, aun habiendo nacido en Cuba, llegaron a Estados Unidos en edades muy tempranas y toda su socialización ha sido en contextos donde solo se habla inglés.

En cuanto al empleo, se encontraron resultados interesantes tanto por sexo como por estado de residencia, especialmente por el hecho de tener relación con las variables analizadas anteriormente. Más de la mitad de la población cubana en los Estados Unidos está empleada (59%), frente a solo un 5% que se encontraba desempleada en el período en estudio. Sin embargo, es importante observar que más del 40% está fuera de la fuerza de trabajo. Este resultado pudiera tener dos posibles explicaciones: la primera es que, como ya se ha descrito, la población nacida en Cuba residente en Estados Unidos está muy envejecida, con más del 35% de la población con más de 60 años, y en segundo lugar es importante considerar que puede haber una parte de esta población que aún no ha recibido el permiso de trabajo y está en espera de esta documentación y, aunque pudiera estar realizando alguna actividad informal, se declara como fuera de la actividad económica.

Las diferencias por lugar de residencia no muestran valores relevantes, la mayor cifra observada es en la categoría desempleados, la cual muestra 0,6 puntos porcentuales más fuera de la Florida que dentro de este estado. Por sexo las diferencias aumentan un poco, especialmente en la población que está fuera de la fuerza de trabajo, donde las mujeres representan alrededor de 18 puntos porcentuales más que los hombres tanto en la Florida como en el resto del país. Esto pudiera ser obvio atendiendo a la cantidad de población adulta mayor y a la sobremortalidad masculina, por tanto existe un mayor número de mujeres mayores de 60 años. Sin embargo, pudiera haber otro elemento que vendría a reforzar este comportamiento del indicador y que está relacionado con las facilidades y las ayudas que les da el gobierno a las migrantes cubanas, especialmente si se declaran como madres solteras, lo cual pudiera estar facilitando que se declaren como desempleadas para recibir ayuda del gobierno o simplemente están realmente desempleadas y viven de los subsidios. Si bien no es posible vivir solamente de los subsidios, estas personas pudieran declarar que no se encuentran dentro de la fuerza de trabajo y realmente estar insertadas en la vida laboral de una manera informal, pero este es un efecto que no podemos controlar desde los datos utilizados.

Es interesante además la relación que existe entre la situación laboral y el idioma. El 61% de los que están fuera de la fuerza laboral no hablan inglés. Lógicamente una hipótesis que pudiera ser levantada es que probablemente una buena parte de los que no están dentro de la población económicamente activa sean adultos mayores, para los cuales es más difícil aprender el idioma en el destino. Por otro lado, más del 50% de los que hablan solo inglés están empleados, y solo un 3% está desempleado, lo cual confirma que, efectivamente, dominar el idioma pudiera ser un elemento que facilite la inserción en el mercado laboral o que la propia inserción motiva al aprendizaje del inglés. Portes y Rumbaut (2011) encuentran una correlación entre ingresos medios mensuales y anuales y conocimiento del inglés, donde un mejor dominio del idioma puede mejorar el ingreso del migrante, por tanto, evidentemente un mejor conocimiento del idioma propicia una mejor inserción en el mercado de trabajo, principalmente en términos cualitativos. Sin embargo, sería recomendable saber las áreas en las que se insertan y los tipos de trabajo de los cubanos atendiendo al idioma, así podríamos tener una noción más clara de la relación entre idioma y vínculo laboral, así como la relación entre el perfil profesional de los cubanos, el puesto que ocupan y el idioma, sin embargo, esta base no nos permite realizar este tipo de análisis, por lo que quedaría pendiente para futuras investigaciones.

Un elemento que también está indicando algún tipo de inserción es el hecho de ser o no ciudadano. Un ejemplo claro es la relación que existe entre ciudadanía e idioma en la muestra. De los que declaran no dominar el idioma inglés, el 12% no es ciudadano y solamente el 1% de los que solo hablan inglés refieren no ser ciudadanos.

Del total de cubanos representados en la muestra, el 58% es ciudadano, sin embargo hay una leve diferencia entre los que residen en la Florida y los que viven fuera de ella: mientras en este estado el 56% de los cubanos son ciudadanos, en el resto del país esta cifra asciende a 61%. El diferencial por sexo es un poco más acentuado, la proporción de mujeres que ya son ciudadanas excede en 8 puntos porcentuales a los hombres que aún no han adquirido la categoría (45% y 36% respectivamente). El diferencial en los que aún no son ciudadanos es muy semejante con una superioridad en el sexo masculino. Al parecer en la muestra hay una tendencia a que las mujeres cubanas adquieran la ciudadanía con una mayor frecuencia que los hombres, sin embargo habría que valorar elementos como el año de entrada, la edad, las vías de entrada, y de esta forma relacionar estas variables con el diferencial por sexo en la adquisición de la ciudadanía.

Otra variable importante es el color de la piel, donde los resultados muestran diferencias sustanciales entre la distribución por color de la piel en Cuba y la de los cubanos residentes en los Estados Unidos. Mientras que para el Censo del 2012 en Cuba, el 64% de la población cubana se identificaba como blanca (2 puntos porcentuales por debajo de la cifra publicada en el censo de 1981), dentro de los cubanos migrantes entrevistados en la ACS, el 89% se clasificaba en este grupo. Esta superioridad de blancos en los Estados Unidos tiene un componente territorial, pues en la Florida el 93% se definía como blanco mientras que en resto del país esta cifra cae para un 74% en el período 2000-2014 (ACS). Existe entonces una selectividad por color de la piel, donde el protagonismo en las oleadas lo tienen las personas blancas. Los datos sugieren además que una vez en Estados Unidos, los cubanos no blancos tienen una tendencia mayor a vivir fuera de la Florida. Este comportamiento tiene su raíz en el origen de la migración cubana en Estados Unidos, especialmente en el origen del enclave cubano en la Florida, donde los primeros migrantes eran mayoritariamente blancos, tendencia que, tanto por selectividad como por redes sociales, ha sido seguida por las oleadas migratorias en las diferentes etapas.

Estados Unidos ha sido el país receptor por excelencia de cubanos migrantes al exterior, esta ha sido una realidad que se ha mantenido en el tiempo. Por otra parte, este país norteño se ha caracterizado por brindar ventajas migratorias a los cubanos, que han funcionado como factores de atracción para esos movimientos. Sin embargo, en los últimos años han sucedido algunas reformas desde el punto de vista migratorio tanto en Cuba como en Estados Unidos que pudieran haber modificado esta tendencia. El objetivo de este trabajo es precisamente analizar desde el punto de vista demográfico cuál ha sido la evolución de la población de cubanos en Estados Unidos a partir del 2001 y si los cambios en las políticas migratorias han tenido hasta ahora algún impacto en los cubanos que migran a Estados unidos.

El panorama más reciente que muestra la ACS recoge que para el 2016 en Estados Unidos se registraba un total de 1 302 617 cubanos. De ellos más del 75% se encontraba asentado en la Florida. La estructura por edades de la población de cubanos en Estados Unidos muestra un alto grado de envejecimiento demográfico, con un 35% de personas con más de 60 años. En cuanto a la distribución por sexos, son las mujeres las que muestran una proporción ligeramente mayor, representando el 51% de la población, lo cual es coherente con el grado de envejecimiento y la sobremortalidad masculina.

Atendiendo a la escolaridad, la mayor proporción se concentra en los cubanos que tienen al menos 12 grados completados, con casi el 30% que declara que ha alcanzado dicho nivel. En cuanto al estatus laboral, se destaca que solo declara estar empleado el 53% de los cubanos en Estados Unidos, solo un 3% se encuentra desempleado y un 41% dice no estar dentro de la fuerza de trabajo. Las ventajas legales que tienen los cubanos en ese país pudieran estar explicando la baja proporción de personas desempleadas pero es notoria la alta proporción de personas que se encuentran fuera de la fuerza de trabajo, lo cual pudiera ser una consecuencia del alto nivel de envejecimiento de la población cubana migrante. Para refinar un poco más el análisis se realizó el cálculo solo incluyendo a la población entre 21 y 59 años para evitar el sesgo de los menores de edad y las personas que pueden estar jubiladas. El resultado varió un poco y se obtuvo que de los cubanos en esas edades el 77% se encuentra empleado, solo el 4% declara estar desempleado y el 20% se encuentra fuera de la fuerza de trabajo. Probablemente esa proporción de desempleados guarde relación con el año de entrada al país, para ello se relacionó el año de entrada con el empleo y efectivamente las mayores proporciones de desempleados se encuentran en los grupos que entraron a Estados Unidos en los últimos 4 años, donde el 10% de los cubanos que declaran estar desempleados migraron en el propio 2016, seguidos por un 9% que migró en el 2015. Las mayores proporciones de cubanos que declaran estar fuera de la fuerza de trabajo, aun estando en edades económicamente activas, también coinciden con los que entraron en los últimos dos años (2015 y 2016), lo cual pudiera indicar que aún no han regularizado su estatus migratorio o aún reciben alguna ayuda del gobierno y no han comenzado a buscar trabajo.

Este análisis de la participación en la actividad económica para el 2016 de los cubanos en Estados Unidos es coherente con las ventajas legales que este país le da a estos migrantes, y además con la estructura por sexo y edad de la población cubana en ese país, así como con la tendencia que se ha venido dando en el período analizado en este trabajo. Inicialmente pareciera que casi la mitad de los cubanos migrantes se encuentran fuera de la actividad económica, sin embargo la explicación está en que alrededor del 35% de ellos tienen más de 60 años, y esto se demuestra al refinar el cálculo en los indicadores e incluir solo población entre 21 y 59 años. Por otro lado la mayoría tanto de los desempleados como de los que están fuera de la actividad económica coinciden con los migrantes recientes.

Los cubanos en Estados Unidos han ido experimentado un envejecimiento demográfico en el que la población de 60 años y más ha alcanzado valores por encima del 30% hace ya varias décadas, manteniéndose de esta manera y oscilando alrededor de los mismos valores. Desde el año 2001 la proporción de personas con edades superiores a los 60 años supera el 34% del total hasta el 2016. A partir del 2009 se nota un ligero descenso en estas proporciones, lo cual pudiera estar explicado por la estructura de las personas que han migrado durante esos años. Si bien la migración siempre se ha caracterizado por ser en su mayoría de personas menores de 59 años, a partir del año 2007 se observa un aumento en la proporción de personas en estas edades nacidas en Cuba que entran en Estados Unidos. En este año la proporción de cubanos entre 0 y 59 años que migraron representaba más del 70% del total, y a partir del 2010 esta cifra sube por encima del 75%. Como es de esperar en ese grupo más del 60% se encuentra en las edades entre 15 y 59 años. Esta pudiera ser la causa de la ligera disminución en la proporción de personas de 60 años y más en esta población, sin embargo se mantienen altos niveles de envejecimiento.

Por otro lado la población cubana en Estados Unidos ha mantenido un ritmo de crecimiento positivo en el período con una tasa de crecimiento entre el 2001 y el 2016 de 21 por cada mil. Es decir, en el 2016 en Estados Unidos se registraron 60 personas más por cada mil cubanos que lo que se registraba en el 2001. En ese mismo período la población cubana creció 0,4 por cada mil habitantes, la diferencia en el aumento de la población es notable en el período. Asimismo en el año 2016 los cubanos en Estados Unidos experimentaron un crecimiento medio anual de 60 por cada mil, crecimiento que está explicado casi en su totalidad por la cantidad de cubanos que declaran haber entrado en el 2015, cifra solo superada por los que entraron en el año 1980. En los años entre el 2013 y el 2016 la cifra de cubanos que entran en Estados Unidos se ha mantenido por encima de los 40 000 por año. Es importante también observar que de los más de un millón de cubanos que se registraron en Estados Unidos en el 2016, el 44% declara que entró después del año 2001. Es decir, independientemente de que se hayan diversificado los destinos de los cubanos en las últimas décadas, se ha producido un número de entradas de cubanos en Estados Unidos en el presente siglo que supera los flujos anteriores. Este fenómeno tiene un impacto tanto en el origen como en el destino, lo cual demanda que se continúen haciendo estudios que atiendan estos movimientos y que sirvan de insumo para la implementación de cualquier política al respecto en Cuba.

Conclusiones

La población cubana en Estados Unidos en el período se caracteriza por haber mantenido un ritmo de crecimiento positivo en el período 2000-2014. A su vez, muestra una estructura francamente envejecida, con una superioridad femenina y una distribución espacial que concentra la gran mayoría de los migrantes cubanos en la Florida. Tanto la proporción de personas mayores de 60 años como la edad media de los migrantes cubanos en Estados Unidos muestran cifras muy superiores a las observadas en Cuba para el mismo período.

Las características de los cubanos en Estados Unidos varían según su lugar de residencia. Los que viven fuera de la Florida muestran una mayor proporción de personas no blancas, de personas que han abandonado el idioma español, mayor presencia de individuos con nivel de escolaridad superior y de personas empleadas, así como un mayor porciento de ciudadanos estadounidenses, si comparamos con los cubanos residentes en la Florida. Este comportamiento guarda una estrecha relación con la dinámica que genera el enclave cubano de este estado.

Atendiendo al año de entrada se puede decir que más del 40% de los cubanos registrados en Estados Unidos en el 2016 entraron al país después del año 2000, con un aumento importante de entradas en los años posteriores al 2013. Asimismo se nota un crecimiento en la población cubana en Estados Unidos que ha aumentado su ritmo en los últimos años debido a la gran cantidad de entradas que se han registrado. Este escenario demanda estudios más profundos de esta realidad, que develen las características de los cubanos que han entrado a ese país, especialmente después de la reforma migratoria en Cuba y de la eliminación de la política de pies-secos pies mojados en Estados Unidos, y en el contexto del impacto de estos movimientos en Cuba.

Referencias bibliográficas

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Recibido: 20 de Agosto de 2018; Aprobado: 13 de Septiembre de 2018

*Autor para la correspondencia: daylin@cedem.uh.cu

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