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Revista Novedades en Población

versão On-line ISSN 1817-4078

Rev Nov Pob vol.14 no.28 La Habana jul.-dez. 2018  Epub 24-Maio-2019

 

Artículo Original

Perspectiva espacial de la migración interna en Cuba en el trienio 2015-2017. Una conducta que no pierde fuerza

Spatial perspective of internal migration in Cuba in the 2015-2017 triennium. A behavior that does not lose strength

Wiliam Hernández Mondejar1  * 

Arelis Rosalen Mora Pérez1 

1 Centro de Estudios Demográficos. Universidad de La Habana. Cuba

RESUMEN

Los componentes de cambio de la población han tenido diferencias en cuanto a su magnitud y expresiones territoriales en Cuba. En particular la migración interna ha sido reflejo de los diferentes contextos socioeconómicos del país, por razones que van desde la pérdida de atractivo de unos espacios y el ligero florecimiento de otros, como por la introducción de políticas e intenciones gubernamentales dirigidas a mitigar el flujo de población que desde hace sustantivas décadas se produce de oriente a occidente. La presente investigación se propone poner en perspectiva desde una mirada espacial la importancia que sigue teniendo el flujo migratorio al interior del país. La misma se concreta en el trienio 2015-2017 e intenta dejar expuesto el papel determinante que ha tenido la migración interna en el cambio demográfico del país. En tal sentido se observa que, por efecto de la migración interna, crecieron 19 municipios en el país al cierre del 2017, mientras que otros 57 decrecieron al finalizar el mismo año, lo que convierte a este hecho en el determinante fundamental del cambio poblacional del 45,2% de los municipios cubanos.

Palabras claves: Cuba; diferenciación espacial; migración interna; territorios

ABSTRACT

The components of change in the population have had differences in terms of their magnitude and territorial expressions in Cuba. In particular, internal migration has been a reflection of the different socioeconomic contexts of the country, for reasons ranging from the loss of attractiveness of some spaces and the slight flowering of others, as well as the introduction of governmental policies and intentions aimed at mitigating the flow of population that for substantive decades has been produced from east to west. The present investigation intends to put in perspective from a spatial view the importance that the migratory flow continues to have within the country. The same takes shape in the 2015-2017 triennium and tries to leave exposed the decisive role that the internal migration has had in the demographic change of the country. In this regard, it can be observed that, as a result of internal migration, 19 municipalities grew in the country at the end of 2017, while another 57 decreased at the end of the same year, which makes this the fundamental determinant of population change in the country 45,2% of the Cuban municipalities.

Key words: internal migration; spatial differentiation; Cuba; territories

Introducción

Es evidente la importancia que ha mantenido la migración interna en Cuba, incluso se ha podido apreciar que los medios de comunicación han tomado una mayor proactividad al respecto, intentando describir y explicar este tan diverso e histórico comportamiento de la población, el que para unos territorios fluye como detrimento, mientras para otros como favorecedor, siempre y cuando se vean estas “consecuencias” sin introducirnos en lo que realmente pudieran estar ganando unos y perdiendo otros.

Los conceptos pueden ser cuantiosos para calificar a las áreas o espacios en los que tiene origen y destino la migración, pero de lo que sí se está claro es que sus motivaciones y causales no están lejos de las oportunidades, facilidades y la conformación de un imaginario que favorece más a unos territorios que otros, en el que los favorecidos pueden encarnar la falacia de una especulación que los convierte en atractivos.

Es cierto el atractivo real o imaginario de algunos territorios por su importancia económica, administrativa y, hasta en innegables casos, estratégica, pero es un hecho que varias modificaciones, flexibilizaciones y cambios se han producido en los últimos años en el país. Mientras, estas nuevas veredas que, pueden ser incentivo y nuevos trechos al migrante tanto al interior de Cuba como fuera de sus fronteras nacionales son: la Ley de Nietos y sus facilidades para salidas temporales y definitivas,I apertura expansiva al sector privado, en particular los servicios, con el incremento de las 182 actividades autorizadas en la comercialización mayorista en el año 2012 (Alonso y Vidal, 2013, p. 12), cambios en la política migratoria cubana en el año 2013II (Decreto-Ley No. 302, 2012), flexibilizaciones del Decreto 217 para padres, hijos y hermanosIII (Decreto No. 293, 2012, p. 399), derogación de la política de pies secos/pies mojados en enero de 2017 y la autorización de la compra de viviendas (Decreto-Ley No. 288, 2011, pp. 359-363) y autos (Decreto No. 292, 2011, p. 331), lo que se traducen en una variante de obtención de capital y ciertas facilidades para la movilidad.

Tales primicias pueden tener diferentes expresiones en la heterogeneidad de territorios en Cuba, sin que pudiera aseverarse que son la causa fundamental y mucho menos la única de la desigual atracción de unos territorios y el rechazo de otros, así como del mantenido incremento de la migración interna en los últimos años, tanto entre provincias como entre municipios, en los que los flujos de inmigrantes superaron cifras récord desde 1997 a la capital del país (Hernández, San Marful y Delisle, 2017, p. 212).

En tal sentido, explorar la heterogénea redistribución espacial de la migración interna en Cuba entre los años 2015 al 2017 y su influencia en el crecimiento poblacional de sus territorios, visto como la pérdida o ganancia de población, es el principal objetivo de esta investigación.

Metodología y fuentes de información

El estudio se basa en un análisis socioespacial utilizando información secundaria cuantitativa procedente de los registros de estadísticas continuas publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).

Aunque se describe la situación de la migración interna en el lustro 2013-2017, la investigación centra su análisis en el trienio 2015-2017, analizando los procesos migratorios internos y su relación con las dinámicas territoriales desde la perspectiva población-desarrollo, con peso en el componente demográfico. Atraviesa los niveles administrativos de provincias y municipios para centrar el grueso de su estudio en los últimos.

Apoyados en la cartografía temática, se emplean los Sistemas de Información Geográfico (MapInfo) para representar la desigual distribución de la migración en Cuba. A partir de esta herramienta se realiza una salida cartográfica que, basándose en las tasas de crecimiento total, natural, migración interna y la internacional, hace una tipología de municipios destacando la variable que en el año 2017 determinó el crecimiento o decrecimiento del territorio. Para poder reducir a un menor número de tipos se consideró crecimiento o decrecimiento en las variables que las tasas fuesen ≤ 1 ≥.

Resultados

Comportamiento general de la migración interna en Cuba. Valores que no esconden la relevancia de este hecho sociodemográfico

Cuando hoy nos enfrentamos a estudiar los procesos migratorios a lo interno de Cuba cabe preguntarse si su relación con los cambios económicos y sociales que se habían producido en el país en décadas anteriores, como destacan San Marful y Morejón (2009), aún se mantienen en el presente, pero en un nuevo contexto socioeconómico cubano. En particular con el proceso de descentralización de la economía cubana y el intento por permitir mayor autonomía de los territorios.

La conformación de regiones o espacios socioeconómicos que trasciendan las fronteras territoriales y propicien nuevos procesos de dispersión demográfica por efecto de la migración a partir de la emanación del desarrollo de ciertos enclaves y sectores económicos, estarían favoreciendo el retorno a antiguos procesos de esparcimiento y movilidad de la población que responderían más aún a la conformación de regiones socioeconómicas y no a los propios límites territoriales.

Al cierre del 2017 habían cambiado su lugar de residencia poco más de 76 000 personas entre provincias, lo que equivale a la población total de municipios como San José, Trinidad, Moa, entre otros con poblaciones que rondan estas cifras. Estos montos duplicados a nivel de municipios, alcanzaron valores de 151 000 migrantes, semejante a las poblaciones de municipios como Cárdenas, Plaza de la Revolución, La Lisa, Centro Habana, entre otros (ONEI, 2018).

Si se compara este dato con los registrados cinco años atrás, se observa que la movilidad de la población en Cuba en términos de la migración internaIV mantiene su significado y sigue siendo un hecho demográfico y social de vital importancia y vigencia. Tal comportamiento se expresa en la investigación de Hernández, San Marful y Delisle (2017), en particular en lo referido a la magnitud de los movimientos a La Habana a dos décadas de puesto en vigor el Decreto 217 (figura 1).

Estas cifras absolutas de migrantes contrastan con la magnitud de la población cubana que desde el año 2013 no supera los 2,0 por mil habitantes en su crecimiento, sin intentar marcar una relación directa entre el volúmen total de la población del país y la dimensión de los movimientos y se aproxima a la pérdida de población por crecimiento natural. Sin embargo, las tasas reflejan que los movimientos internos alcanzan cifras de 6,8 por mil habitantes entre provincias y 13,5 entre municipios valores superiores a años anteriores, lo que refleja la sustantiva potencialidad migratoria de la población cubana (ONEI, 2014, 2015, 2016, 2017, 2018) (Ver Figura 2).

Figura 1 Cuba. Volumen de migrantes internos según provincias y municipios en el quinquenio 2013-2017 

Fuente: Elaborado por los autores a partir de ONEI, 2017.

Figura 2 Cuba. Tasa de saldos migratorios según provincias y municipios en el quinquenio 2013-2017 

Diferencias que son reflejo del desigual dinamismo territorial

La diferenciación de la migración interna en el país según divisiones administrativas menores (DAME) como los municipios, permite observar en el trienio 2015-2017 un patrón semejante de pérdidas y ganancias de población por esta razón. En este sentido destacan todos los municipios de las provincias orientales con mermas de población, exceptuando las cabeceras provinciales de Holguín y Las Tunas.

En la extensa provincia de Camagüey se recalca las continuas ganancias de su cabecera provincial con 5.1; 6.8; y 7.8 por mil habitantes en el trienio, cifras muy superiores a los valores de los anteriores municipios receptores del oriente -Holguín y Las Tunas-. Sin embargo, por el contrario, el sur de su territorio presenta pérdidas sostenidas en seis municipios donde se incluye Santa Cruz del Sur con la tasa de migración interna negativa más alta de todo el país en el año 2017 y el valor más elevado del período.

En la región centro-oriental se observa una clara franja de municipios que son atractivos para la migración interna, donde se encuentran los municipios de Ciego de Ávila, Morón y Ciro Redondo, ubicados en el trayecto al polo turístico Jardines del Rey.

Exceptuando los municipios de Trinidad y Caibarién, también con enclaves de desarrollo del sector turístico y las cabeceras de Sancti Spíritus, Cienfuegos y Santa Clara, que se mantienen como receptores en el trienio, el resto de los municipios hasta la porción este y central de la provincia de Matanzas registran pérdidas de población por migración interna.

No es hasta el extremo más occidental de la provincia de Pinar del Río que se vuelven a registrar valores sostenidos de pérdidas de población semejantes a los del oriente y centro-oriente del país.

Es claro el aún hoy mayor atractivo del norte de la provincia de Matanzas y Mayabeque, así como de La Habana y casi la totalidad de los restantes municipios de Mayabeque y Artemisa, además de Ciénaga de Zapata, la cual registra las mayores ganancias en el 2017 (figura 3).

Fuente: Elaborada por los autores a partir de informaciones de la ONEI.

Figura 3 Cuba. Tasas de migración interna según municipios en el trienio 2015-2017 

En lo particular La Habana, provincia que desde 1995 hasta la fecha solo ha registrado pérdidas de población por migración interna en los dos años posteriores al Decreto 217, ha mantenido su condición de provincia receptora. Se observa una tendencia al mantenimiento de esta condición, con solo tres disminuciones marcadas en los años 2005, 2013 y 2014 (figura 4).

A su interior todos sus municipios, exceptuando la Habana Vieja y en menor medida Plaza de la Revolución, presentaron tasas de saldo positivas en el trienio, marcadas en todos los casos no solo por los movimientos intermunicipales antes descritos, sino por flujos intrametropolitanos que trascienden sustantivamente las fronteras de sus territorios.

Fuente: Elaborada por los autores a partir de informaciones de la ONEI.

Figura 4 La Habana. Tasas de migración interna entre los años 1995 y 2017 

La migración en el crecimiento de sus territorios en el trienio 2015-2017

Para el año 2017 se aprecia que en el 81,3% (13) de las provincias cubanas la tasa de crecimiento natural era positiva, mientras que en el 87,5% (14) las migraciones fueron decisivas para el crecimiento o decrecimiento de su población ―solo en La Habana y Ciego de Ávila influyó el movimiento natural de sus habitantes―. En el 25,0% su tasa de saldo migratorio total fue positivo y teniendo en cuenta estos valores, el 43,8% de las provincias tenían tasa de saldo migratorio interno positivo (7), y el 100% tuvo tasa de saldo migratorio externo negativo; en la ganancia y obtención de población solo el 25,0% (4) tuvo tasas de crecimiento total positiva, es decir que ganaron personas, pero a su vez en el 68,8% (11) de las provincias la principal influencia para su crecimiento total estuvo dado por la migración entre municipios y provincias (figura 5).

Fuente: Elaborada por los autores a partir de informaciones de la ONEI.

Figura 5 Cuba. Tasas de crecimiento de la población según provincias, 2017 

Al analizar el crecimiento natural o vegetativo de la población según municipios para el trienio 2015-2017, solo el 8,3% (14) presentan variaciones positivas en sus tasas, es decir aumentaron sus tasas en el período de análisis. En el oriente del país tres municipios ―Cacocum, Moa e Imías― reportaron variaciones positivas. Sin embargo, presentan tasas negativas el 35,1% (59) de los municipios, de ellos 26 en los tres años, y de estos últimos solo 4 presentaron variaciones positivas. En el oriente solo 5 municipios presentaron tasas de crecimiento vegetativo negativas de ellos tres en la provincia de Holguín.

Si se valora la migración interna dentro del crecimiento de la población, el 32,7% (55) de los municipios tuvieron ganancia de personas, pero 47 municipios fueron receptores de población en los tres años. En el caso de La Habana resalta como la provincia con más municipios receptores de población del país, solo dos municipios fueron emisores de personas: Habana Vieja y Plaza de la Revolución. En las provincias orientales se destacan las unidades administrativas menores como únicos receptores de población en el trienio, Las Tunas, Holguín y Antilla, este último como nuevo atractivo por el polo turístico que se construye en la península Ramón de Antilla. El 39,9% (67) de los territorios presentaron ganancias positivas y en el caso de Urbano Noris para el período no refleja entradas ni salidas en este aspecto. El 13,7% (23) de los municipios fueron receptores de población y a la vez ganaron personas en el período.

Al tener en cuenta la migración externa, 25 municipios presentaron ganancias de personas procedentes del exterior, para un 14,9%. Seis municipios presentan tasas con valor 0, en alguno de sus años, pero el municipio Yaguajay presentó ese valor en el trienio. El 33,9% de los territorios presentaron ganancias positivas en el período, siete municipios no presentaron ni ganancias ni pérdidas en el trienio.

En cuanto al crecimiento total de la población el 22,0% (37) de los municipios reportan variaciones positivas en el período estudiado, el 39,9% (67) reportaron tasas positivas, el 21,4% municipios reportaron tasas de crecimiento total positivas en todo el período, y el 10,1% presentaron aumento en sus tasas desde el inicio al final del período. En el oriente del país solo seis municipios presentaron tasas positivas, de ellos tres capitales provinciales.

En un importante número de territorios se ha visto a la migración interna por sí sola como factor de cambio demográfico fundamental. Esto ocurrió en el 2017 en 19 municipios donde sus tasas de crecimiento fueron positivas y en otros 57 registraron tasas negativas; y a ello se le suma el comportamiento del crecimiento natural y la migración internacional, estos se incrementan a 35 municipios que crecen por efecto de la migración interna y la relación entre nacimientos y defunciones, y 96 decrecen por la acción combinada de estos dos anteriores, además de la migración internacional.

Se puede observar que el peso de territorios que decrecen por migración interna está concentrado en el oriente del país y en el extremo más occidental, mientras que una vez más los favorecidos en sentido de ganancias se ubican en toda la porción sur de Artemisa y Mayabeque y en el sur de La Habana (figura 6).

Fuente: Elaborada por los autores a partir de informaciones de la ONEI.

Figura 6 Cuba. Crecimiento de la población según variable determinante, 2017 

Conclusiones y discusión

Las cifras son la realidad del sostenido aumento del movimiento migratorio existente en Cuba tanto entre provincias como entre municipios entre 2013 y 2017. Fue evidente que el móvil económico, a partir del deterioro generado en los años noventa en Cuba, fue la causa fundamental del sustantivo incremento de los movimientos migratorios internos, condicionante esta que es por excelencia la razón fundamental del interés por migrar en las sociedades contemporáneas (Lee, 1966).

A pesar de que sigue existiendo en todo el país un déficit importante en el fondo habitacional y que persisten las restricciones para poder ejercer un empleo en otra provincia a la de su residencia, es un hecho que cifras importantes ―superiores a 150 000 personas― de migración interna se produjeron en el trienio 2015-2017 entre municipios. Esto pone a la variable migración interna como el componente de cambio demográfico de mayor peso en términos de redistribución de población en Cuba.

En esta redistribución hay patrones que persisten en su gran mayoría en su distribución espacial en cuanto al valor y magnitud de la migración. Resaltan las históricas pérdidas de la región oriental de Cuba, sin apenas apreciarse el florecimiento de algún territorio por su atractivo, que le permita emerger como receptores. Es válido destacar que, a pesar de las pérdidas de las cabeceras de Santiago de Cuba, Guantánamo y Granma, estas en su intercambio reflejan su real importancia como centros administrativos de la provincia con entradas de migrantes superiores a las de otros municipios receptores de población en el centro y occidente del país.

Aunque no todos los territorios donde el sector del turismo ha cobrado fuerza son lo suficientemente atractivos para ganar población por migración interna, es posible observar una sostenida ganancia en algunos como Viñales, Cárdenas, Matanzas, Caibarién, Morón, Ciénaga de Zapata y Trinidad.

Existe una franja de municipios ―Caimito, Bauta, San Antonio y Alquízar― donde la entrada de población por migración interna es sustantiva y no deja de estar a espaldas de su desarrollo socioeconómico y su cercanía a La Habana, la que aún mantiene las regulaciones para la libre entrada de población, lo que como ya es sabido convirtió a estos y otros en puentes para llegar a la capital del país.

Paradójicamente con lo que pudiera esperarse, se observa en el caso de Mariel un inocuo comportamiento hacia tasas de saldo por migración interna negativas. En su caso, pese a que son múltiples las formas de conocerse como un polo de desarrollo con perspectiva presente y futura, hay que desmentir de sus reales ganancias por este efecto. Quizás se ha vuelto sobre políticas de restricción adelantadas sin un riguroso entendimiento de la relación población-desarrollo, particularmente en enclaves de potencial desarrollo como este, que a futuro mediano tendrá sus consecuencias especialmente en la fuerza de trabajo.

Mientras los municipios del extremo occidental esperan por un desarrollo concreto del sector turismo y otros proyectos de inversión, su realidad es que se mantienen como emisores durante todo el trienio.

Referencias bibliográficas

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1 Ley de la Memoria Histórica en la que los descendientes de españoles emigrados obtienen la ciudadanía española hasta la cuarta generación, siempre que se encontrasen estos últimos siendo menores de edad. Ley 52/200 de 26 de diciembre, promulgada por el gobierno español.

2I Los ciudadanos cubanos, que hasta ese momento solo podían estar fuera del país por un período de once meses, pueden retornar al país antes de los 24 meses sin perder su condición de residente cubano y por tanto sus derechos dentro del país. Decreto-Ley No. 302, Modificativo de la Ley No. 1312, Ley de Migración, del 20 de septiembre de 1976.

3II El Decreto 293, modificativo del Decreto 217 en el 2012, creó excepciones a los requisitos para migrar a La Habana para parientes de residentes de la ciudad, personas declaradas jurídicamente incapaces, y otras familias a las que el Estado les asigne una vivienda (Decreto 293, p. 399, 2012).

4 V Se considera migrante a toda persona que cambie su lugar de residencia habitual, desde una frontera político-administrativa a otra por un período de tiempo de un año.

Recibido: 13 de Julio de 2018; Aprobado: 04 de Septiembre de 2018

* Autor para la correspondencia: mondejar@cedem.uh.cu

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