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Conrado

 ISSN 1990-8644

        02--2019

 

Artículo original

Educación y sociedad. Latinoamérica y la realidad colombiana

Education and society: Latin America and Colombian reality

0000-0002-1381-4391Javier Grijalba Bolaños1  *  , Jency Mendoza Otero2 

1 Institución Educativa San Carlos. El Contadero. Nariño. Colombia

2 Universidad de Cienfuegos. Cuba. E-mail: jmendoza@ucf.edu.cu

RESUMEN

La relevancia que han adquirido la ciencia y la tecnología en las últimas décadas en América Latina, como temas de primer nivel en la agenda mundial, es un punto de diferenciación entre los países llamados desarrollados y los latinoamericanos, que tienen escenarios socioeconómicos diferentes. En este panorama se visibiliza la educación para el territorio latinoamericano como una alternativa, una ventana que no puede dejar oculta, ni cerrada; es el espacio por el que se pueden posibilitar los cambios y transformaciones que la sociedad latinoamericana requiere. Para enfocar la presente propuesta que tiene como eje principal el Análisis Socio crítico, está se concreta específicamente en el caso colombiano, donde se hace un repaso de la historia de la educación en el país a lo largo del siglo XX. De esta forma, se establece dentro de la educación básica y media, una alternativa con el trabajo que se propone desde las ciencias sociales a través del pensamiento científico aplicado, del cual se hace referencia en cuanto a su importancia pragmática, en la aplicación cotidiana que tiene y la relación que esté guarda con la búsqueda de la verdad en constante apego al conocimiento. El pensamiento científico, se configura como la base del Análisis Socio crítico para el desarrollo de habilidades en el estudiante que le permitan reflexionar, interpretar, criticar y aportar de la mejor forma posible a la sociedad de la que hace parte.

Palabras-clave: Ciencia; tecnología; educación; pensamiento científico; análisis socio crítico

ABSTRACT

The relevance that have acquired science and technology in recent decades in Latin America, as premier issues on the global agenda, being a point of differentiation between so-called developed countries and Latin America, have different socio-economic scenarios. In this panorama, education for Latin American territory is seen as an alternative, a window that cannot be hidden or closed; it is the space by which the changes and transformations that Latin American society requires can be made possible. In order to focus on the present proposal, which has as its main axis the Sociocritical Analysis, it is concretely specific in the Colombian case, where a review of the history of education in the country is made throughout the 20th century. In this way, basic and secondary education is establishing as an alternative to the work proposed by the social sciences through applied scientific thought, of which reference is made in terms of its pragmatic importance, in the daily application that has the relationship that is saved with the search for truth in constant attachment to knowledge. Scientific thinking is configuring as the basis of Socio critical Analysis for the development of student skills that allow them to reflect, interpret, criticize and contribute in the best possible way to the society of which they are part.

Key words: Science; technology; education; scientific thinking; socio-critical analysis

Introducción

Este trabajo se centra en tratar dos categorías, educación y sociedad, la amplitud de los términos en cualquiera de los aspectos que conforman a los mismos hace que se orqueste una variedad de posibilidades, sin embargo, el interés que presentan para el tema parte de su interrelación y el análisis al caso específico de la realidad colombiana, en conjunto con algunos de estos aspectos.

En consecuencia, para analizar este escenario se han propuesto tres momentos, en el primero titulado Ciencia, Tecnología y la Sociedad Latinoamericana, se evidencia la brecha que se ha matizado en las últimas décadas sobre la ciencia y la tecnología, entre países de grandes economías como Estados Unidos respecto a los latinoamericanos, pero sobretodo, está orientado a valorar el aporte que constituye la educación en sí misma, para una sociedad de países latinos que tienen la titánica labor de revertir las condiciones que se les han impuesto y surgir del sitio en el que se han estancado. En el segundo momento, está el caso de la educación en la Historia de Colombia, en el que se repasa los sucesos decisivos que marcaron la educación y los cambios más relevantes en el siglo XX que han hecho una clara diferenciación en las condiciones que presenta actualmente, mas, sin embargo, el largo camino en la brecha existente aun presume la insuficiente atención en busca de la calidad que esta necesita, (Palacios, 1998). Finalmente, se encuentra Las Ciencia Sociales Aplicadas y la Educación en Colombia, donde se parte de destacar el papel de la educación, centrándose en la correspondencia y la articulación que tiene con el pensamiento científico aplicado y su uso práctico en la cotidianidad, que a su vez determinan el desarrollo del Análisis Socio crítico desde las ciencias sociales y la interrelación intrínseca que estos guardan entre sí.

De igual forma, es importante aclarar que para todos los casos en que se mencione la palabra educación a lo largo del presente trabajo hace referencia exclusivamente a la educación pública en los niveles de básica y media respectivamente.

Desarrollo

América Latina históricamente ha llamado la atención por las características únicas que la configuran y la gran variedad de riquezas naturales que la envuelven; sin embargo, a lo largo del tiempo no se ha llevado la mejor parte, con respecto a las condiciones que han tenido que atravesar sus habitantes en cuanto a la relación que se ha entretejido con los otros territorios y países, puesto que, se ha condicionado un trato que ha sabido caracterizarse por las desventajas y pérdidas que entran a jugar en correspondencia con una dinámica de desigualdad que han tenido que sobrellevar en el tiempo.

En las últimas décadas, en todo el mundo, la ciencia y la tecnología se han convertido en un tema imperativo, sin que esto signifique que sea una novedad, en esencia la ciencia y la tecnología son temas de siglos anteriores que han ido avanzando y tomado una gran preeminencia, pero “En América Latina, la Ciencia y Tecnología, cobran importancia significativa a partir de la Segunda Guerra Mundial, entre las décadas de 1950 a 1980, con el establecimiento de la Organización de las Naciones Unidas, en particular UNESCO”. (Vega, 2013)

Lo anteriormente citado, solo transmite un mensaje, a diferencia de las grandes potencias económicas que fueron las primeras en colocarse a la vanguardia en temas de ciencia y tecnología, a los países latinoamericanos desde sus inicios les ha costado siempre un poco más, hacerse con los medios para posibilitar las condiciones de bienestar, los adelantos que se desarrollan día a día y con los que cuentan los países desarrollados. A propósito de esto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como organismo internacional, que entre sus principios sustenta la defensa de los derechos humanos y la cooperación entre los pueblos, a través de diferentes Organizaciones No Gubernamentales (ONG) apoyan a los países, en los factores que presentan mayor dificultad, como salud, educación, protección de los derechos humanos, entre otros; factores que apuntan a alcanzar el desarrollo en las naciones económicamente más pobres, en posibilitar los mínimos en cuanto a calidad de vida y el acceso a estas condiciones para las poblaciones más marginadas, donde todavía se tiene un largo camino por recorrer para alcanzar estos propósitos.

Así pues, para las sociedades que se han conformado y son propias de los países latinos implica buscar algo que permita impulsar y determinar un cambio, para lo cual es importante establecer los factores esenciales que buscan mejorar las condiciones, uno de estos, es la educación, como una herramienta fundamental para el desarrollo de condiciones dignas en la vida de los habitantes de estos territorios, al igual que en la comprensión de la sociedad y de las implicaciones derivadas de la ciencia y la tecnología; asimismo, la educación para continuar aportando a la ciencia y a la tecnología, pero sin que se deteriore la calidad de vida del ser humano, ni que se condicione necesariamente la existencia a las creaciones e innovaciones, sin llegar a convertirse en mercancías sociales, es decir, sujetos más artificiales a condición de las necesidades cada vez más suntuarias de la cotidianidad en las que el medio trata de condicionar cada vez más y terminan enfrascándose en dinámicas cerradas que deparan un panorama sin salida.

Además, este medio del que se habla posibilita las condiciones, en otras palabras, a las personas detrás del poder y los países que engendran el desarrollo. Núñez (1998), plantea que “en gran medida el desarrollo científico y tecnológico de este siglo ha sido impulsado por intereses vinculados al afán de hegemonía mundial de las grandes potencias y a las exigencias del desarrollo industrial y las pautas de consumo que se producen y se difunden desde las sociedades que han marcado la avanzada en los procesos de modernización”.

Dicho de otra manera la ciencia, la tecnología y la sociedad obedecen a los requerimientos que presenten las hegemonías e intrínsecamente sus intereses están envueltos en el velo de lo político y lo moral, es la toma del poder y el establecimiento de las decisiones que favorecen o van en detrimento de la población, presentes en los objetivos que se persiguen, lo loables que sean y la pertinencia de los mismos; cómo no referirse a la pertinencia de los juicios, de posturas y perspectivas que tiene el común de las personas, si es lo apenas necesario para hacer frente a la realidad que habita el ser humano y que también lo habita.

La Educación y la Historia Colombiana

Ahora bien, con el fin de tener un referente específico en la sociedad latinoamericana, se tomará el caso colombiano, para centrarse puntualmente en entender la configuración de la educación en Colombia, en busca de comprender el papel que ha jugado en la historia reciente de la sociedad, teniendo en cuenta los aspectos más relevantes de la educación en esta nación que en el presente vive sus 207 años.

Dicho esto, únicamente se tocará la historia de la educación desde finales del siglo XIX en adelante; esta inicia marcada por la hegemonía conservadora, en un escenario complejo determinado por sus propias leyes; al respecto se encuentra que “La Ley 39 de 1903 estableció durante los primeros treinta años del siglo XX las bases del sistema educativo…la evolución de la educación en el país, se encuentran relacionados con la gran influencia de la iglesia católica en la enseñanza” (Ramírez & Téllez, 2007, p. 9); la enseñanza a la que se refieren, parte de la constitución de corte conservador que había establecido el Estado colombiano en 1886, estableciendo la normatividad bajo el apego a la religión católica, confiriéndole un gran poder a la misma, que sesgaba el aprendizaje y que no hablaba de la libertad de catedra, ni de la autonomía de las entidades de educación (Botero Marino, 1999).

Con relación a esto, salió publicado un estudio conjunto de la Universidad de Leeds Beckett y la Universidad de Missouri en la revista académica Intelligence que midió el puntaje de religiosidad utilizando la Encuesta Mundial de Valores y la Encuesta Social Europea en relación con el rendimiento académico determinado por pruebas académicas internacionales, a lo que el coautor del estudio, Gijsbert Stoet dijo: “Los países que son más religiosos tienen una puntuación más baja en el desempeño educativo” (Walker, 2017), lo cual se puede tomar como una reseña que aunque dista de ser algo determinante, se vuelve interesante dentro del tema, para lo expuesto y el recorrido que ha hecho en parte la educación en Colombia, con esa tradición afincada en el dogmatismo.

Para inicios del siglo XX el horizonte fue desolador, había una escasa preparación de los educadores, además la falta de recursos y de políticas por parte del gobierno para aportar al mejoramiento de condiciones en la educación fueron los factores que primaron en la primera mitad de siglo, siendo así que: “En 1950, el 64% de los profesores de las escuelas primarias no tenían ningún grado” (Ramírez & Téllez, 2007, p. 41), por lo que se vuelve un tema complejo esperar la calidad en el servicio, sin ser un secreto que la educación es la base del desarrollo en cualquier sociedad, como lo expone Ban Ki-moon, secretario general de las Naciones Unidas (2007-2016): “La educación es un derecho fundamental y es la base del progreso de cualquier país… Para ser prósperos, los países necesitan trabajadores cualificados y educados”(Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, 2014), es el valor que entrevé la educación para el ser humano y su vida en sociedad.

En la segunda mitad del siglo XX, a través de los movimientos sindicalistas, las huelgas y las movilizaciones, los docentes consiguieron en primer lugar, que el situado fiscal (recursos del Estado a las entidades territoriales para un manejo autónomo y descentralizado) que había sido aprobado en 1968, defina recursos específicos para educación, más aún, a finales de los setenta, tras una postura recia de los educadores a través del paro nacional indefinido del magisterio:

“En 1979 después de largas jornadas de concertación entre los maestros y el gobierno se adoptó el Estatuto Docente mediante el Decreto 2277 de 1979” (Ramírez & Téllez, 2007, p. 58) constituye un sistema normativo para la administración, clasificación y promoción del personal docente e incluye un escalafón docente unificado, la profesionalización, el magisterio y la nivelación de salarios.

En este estatuto confluyen todos los esfuerzos de los docentes, tras años de lucha sindical, adentrando en la retina del gobierno la educación, con lo que se escribió una nueva página para la misma, estableciendo una organización que lideraría los procesos educativos hasta el año 2002, año en el que el gobierno determinó un nuevo estatuto docente para el ejercicio de la profesión en el sector público, de manera, que se dividió en dos su práctica a nivel nacional

Por medio del decreto 1278 del 19 de junio de 2002 se establece: “que regulará las relaciones del Estado con los educadores a su servicio, garantizando que la docencia sea ejercida por educadores idóneos… buscando con ello una educación con calidad y un desarrollo y crecimiento profesional de los docentes”(Colombia. Ministerio de Educación Nacional, 2002). Sin embargo, la educación sigue presentando grandes deficiencias, en el presupuesto destinado a educación, en infraestructura, dotación, personal administrativo y por supuesto en la formación y el número de docentes (en la relación que existe de docente por número de estudiantes), en esta perspectiva las condiciones de la educación se tornan difíciles para su implementación.

Hoy en día, la educación se relaciona substancialmente con ciencia y tecnología y a su vez, se involucran las Tecnologías de la Información y la Comunicación - (TIC), el gobierno colombiano en este sentido creó en el año 2009, el Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia (2017), para propender por la adaptación y la difusión de las mismas en todo el país. El programa Computadores Para Educar -CPE, se consolidó como una estrategia del gobierno para superar la brecha tecnológica tan alta con la que contaba, siendo así que se destinó presupuesto para dotar de internet, computadores de escritorio, portátiles y tabletas a las instituciones educativas, para que los estudiantes cuenten con el acceso a las TIC; al igual, esta estrategia también trata de capacitar a docentes y padres de familia, como agentes replicadores de la información y los conocimientos, teniendo como objetivo que las TIC dinamicen y fortalezcan la labor educativa.

Cabe resaltar, que quienes presentan mayores dificultades para acceder a la tecnología son las personas adultas, docentes, comunidades y entornos rurales en general, que no pertenecen a esta era de la información y que se muestran un poco renuentes al conocimiento y la utilización de las herramientas informáticas y tecnológicas; asimismo, las empresas que proveen el servicio de internet lo hacen a término fijo por un determinado tiempo y en las zonas veredales se dificulta la conectividad por lo que se hace muy complejo el acceso a las TIC, todas estas son variables que hacen parte de la misma cara y que se deben ir solucionando poco a poco, para que aporten al desarrollo de situaciones propicias en el ámbito educativo, debido a que, más allá de las posibilidades que brinde, no es solo estar a la vanguardia, además es imperante el papel que juega la educación en el uso responsable y pertinente de las TIC y su comprensión para su aprovechamiento.

De esta forma, en educación es profunda e indiscutible la importancia de la calidad, como lo dicen Ramírez & Téllez (2007), “la deficiente calidad de la educación explica en gran medida la baja eficiencia del sector, a finales de siglo se observan elevadas tasas de fracaso y repetición tanto en primaria como en secundaria. Los problemas de calidad al igual que los de cobertura son más agudos en algunas regiones del país como la Costa Pacífica y la Costa Atlántica y en las zonas rurales en general. Esto a pesar del continuo interés durante los noventa por mejorar tanto la calidad como la eficiencia de la educación”. (p. 70)

Es en el siglo XXI en Colombia, que por primera vez se habla oficialmente de la importancia de la cualificación de los docentes y de su idoneidad, es que sin recabar más, se centra en la importancia del papel del docente como formador de seres humanos, transmisor de conocimientos para las personas gestoras de las condiciones y las oportunidades para la sociedad, los docentes deben visibilizarse realmente como los agentes que actúan y posibilitan las dinámicas en las que día a día se desenvuelven para viabilizar la construcción de un mejor futuro; a partir de aquí, es que se puede ver a la educación como una de las principales respuestas para el desarrollo, traducido en calidad de vida, además punto de partida para entender la trascendencia de la ciencia y la tecnología.

Al hablar de desarrollo, se debe considerar la esencia del territorio, Colombia es preminentemente rural y no logra el desarrollo que tendría que haber conseguido en la historia reciente, de un lado, por los malos manejos de las administraciones de turno y la perpetuación del conflicto armado que surge a mediados del siglo XX y que se agranda con la incursión y posterior expansión del narcotráfico, que a la fecha establece unos acuerdos de paz con el principal actor armado del país, conocido como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y que de igual manera deja muchos inconclusos como: el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que es otro de los grupos que participan de las hostilidades del conflicto armado y de otros grupos que están surgiendo alrededor de la geografía colombiana y están reclamando el domino de los territorios que antes estaban a cargo de las FARC; todo esto lleva a que, aunque ahora se esté hablando de posconflicto, aun no se asegure la mejora de las condiciones para la ruralidad en Colombia.

Debido a que, a través de los años la población en general, ha validado el sistema económico, las condiciones sociales y la clase política que ha dirigido al país; a la par, la ciencia y la tecnología a través del prisma de lo que son las ciencias sociales ha tenido una gran responsabilidad para entender todas las dinámicas en las que se desenvuelve el hombre en la cotidianidad y más aún, a través de las nuevas tecnologías que se han desarrollado; la educación permanece en una encrucijada, esta es la encargada de impartir el conocimiento, en donde como lo expresa Hobbes (2005), “scientia potentia est (el conocimiento es poder)”, un poder que se ha transfigurado a lo político, se estructura y es viciado por quien lo ostenta en cualquier territorio, el gobierno, la clase política, que detenta y cuida el tipo de conocimiento que se imparte y la manera en que se lo realiza, en palabras de Suu Kyi (1995), quien dijo: “No es el poder lo que corrompe, sino el miedo. El miedo a perder el poder corrompe a quienes lo ejercen”, y el fin no es otro que prevalecer en la posición de mando y posibilitar el funcionamiento del sistema que valida a la clase política y la prolongación de las condiciones socioeconómicas inequitativas que conciben estos territorios.

A su vez, popularmente se habla de lo que muchos le denominan el cuarto poder, que es la misma prensa, en otros términos, los medios de comunicación y su influencia, la necesidad de la información es un hecho inherente a la vida en sociedad, el rol de los medios de comunicación es fundamental y juegan un papel protagónico en la actualidad, debido a la influencia que han alcanzado en la conciencia y la toma de decisiones que las personas tienen que realizar a diario, repercutiendo sobremanera la vida en sociedad y las dinámicas en las que se concibe, desde la adquisición de un producto, pasando por la opinión personal de un personaje público, hasta por el grado de información que tiene la persona de algún suceso de importancia regional, nacional e inclusive mundial. En esto, es evidente que:

La romántica imagen de un periodismo libre resuelto a denunciar los desmanes de un poder autoritario, aunque recurrente en el cine norteamericano del siglo XX, se contradice con numerosos ejemplos ofrecidos por la historia reciente en que las corporaciones mediáticas han hecho dejación de estas funciones aplicándose más bien a la defensa de intereses corporativos y a la influencia política (Álvarez Peralta, 2016).

Es por esto, cada vez más necesario el filtro que las personas puedan poner al flujo continuo de información que están expuestos día con día y tener la capacidad de decisión suficiente para establecer un criterio razonable respecto a la información que consume.

Con lo expuesto, son muchas las dificultades y se vuelven complejas las circunstancias que hay que enfrentar en la sociedad actual; en este punto, es inevitable poner a consideración la importancia del pensamiento científico para valorar y estar lo más cerca posible de la verdad y sobre todo la realidad que aporta indiscutiblemente al ser humano, desde el panorama de la persona que existe, actúa, aplica, crea y recrea en los escenarios que planta y predispone el mundo.

Dicho lo anterior, se hablara del pensamiento científico, que establece Kuhn (2010), como la búsqueda del conocimiento, que asienta los paradigmas como claves para mediar con la realidad, en respuesta a los fenómenos y problemáticas adyacentes a la vida y la exploración constante del entendimiento de estos; con lo cual, ocupan gran relevancia las acciones que tienen lugar en el mundo de la vida, que toman Shutz & Luckmann (1977), como “la región de la realidad en que el hombre puede intervenir y que puede modificar mientras opera en ella mediante su organismo animado”.(p. 25)

La experimentación de los actores en la relación que tienen con los otros y con el entorno que los rodea, persigue como fin último, la comprensión del mundo por parte de estos actores. Por lo tanto, es a partir de la configuración de la cotidianidad que se puede entender el uso práctico del pensamiento científico, como la herramienta que permite acercase a la verdad, que si bien es cierto, se hace difícil de conceptualizar por la complejidad del término, puesto que para hablar de verdad es necesario tener en cuenta diversas variables, por lo que no se la puede tomar a la ligera, ni señalar concretamente como una verdad absoluta, resultando ser en su concreción más simple, un agregado en si misma de muchas variables, que no otorgan verdad absoluta por la dinámica constante en la que se encuentran: el ser humano, el mundo en el que habita y el conocimiento que conciben estos, por tan solo poner un ejemplo.

Aunque lo anterior, lleve a considerar la verdad como relativa, no por eso deja de ser menos importante, debido a que sirve para atender las diferentes problemáticas y necesidades del ser humano, pero más aún, define de gran forma las prioridades del presente en el que se encuentra precisamente enmarcada la cotidianidad de la que ya se había hablado, dentro de esta, se perciben cantidad de oficios y rutinas que transportan micro-mundos relativos a la realidad de cada actor que integra el planeta, donde convergen y se entretejen estas realidades. Para el caso, es pertinente retomar la educación, que toca de forma transversal a cada uno de los actores, está se establece como una cuestión social, habla igualmente de una profesión, pero más aún, dentro de esta, de una forma de vida.

La educación, guarda una estrecha relación con la ciencia por el inmenso aporte teórico-práctico, que se realiza desde las ciencias tanto sociales como naturales y exactas, pero, no solo eso, es el ejercicio constante de crear, revaluar y mejorar el conocimiento científico implícito en la cotidianidad, que sirve ampliamente para formar seres humanos más preparados y competentes con los retos que desafían el mundo y que a su vez estos mismos pueden apoyarse desde el pensamiento científico para revaluar constantemente sus verdades y percibir la realidad que más se acomode a sus condiciones, sin descuidar o desentenderse de su esencia como ser social y actor responsable intrínsecamente en las acciones del otro, entendiendo que el bienestar del otro repercute directa o indirectamente en el propio, sin perder de vista el significado de lo que es comunidad, a lo cual Ander-Egg (1986), se refiere como “una agrupación organizada de personas que se perciben como unidad social cuyos miembros participan de algún rasgo, interés, elemento, objetivo o función común, con conciencia de pertenencia, situados en una determinada área geográfica en la cual la pluralidad de personas interacciona más intensamente entre sí que en otro contexto”. (p. 83)

Sin duda, es el camino para hacer un uso racional de los elementos que aportan la ciencia, para tomar las mejores decisiones que beneficien la vida de cada uno en consonancia con el bienestar social que a su vez, este último se circunscribe como uno de los objetivos que la educación tiene la tarea de posibilitar.

Haciendo un repaso a través de la recopilación de toda la serie de variables que se han tratado y específicamente con el tema en particular abordado, en la educación, para el caso específico de la enseñanza de las ciencias sociales, el pensamiento científico aplicado, se estructura como un elemento del Análisis Socio crítico, por medio del uso de herramientas entre las que se encuentran, la formulación de preguntas, la indagación constante, el desarrollo de las investigaciones, el pragmatismo científico, entre otras, en el panorama que busca viabilizar las ciencias sociales; estas herramientas son un apoyo esencial en el desarrollo de los contenidos y las habilidades a desarrollar en el estudiante, como Fuentes &Mosquera (2016), lo expresa: “generar espacios en los cuales los estudiantes aprendan, interpreten, discutan y construyan pensamiento científico permitirá desarrollar procesos exitosos que integran estudiante-docente-aprendizaje-entorno” (p.21); es a través del trabajo formativo, que se procura tener la participación frecuente y al estudiante in situó, para que este tome los elementos de la forma en que mejor aporten a su desarrollo personal.

Este pensamiento científico aplicado, ayuda a formar un actor con la suficiente pertinencia y capacidad para ubicarse en el espacio - tiempo y establecer una relación contextualizada con las diversas características que se conciben en el ser humano como ese conjunto histórico, que soporta la multiplicidad de aspectos que lo definen, desde sus diferentes ámbitos como el cultural, político, económico, social, entre otros, que permiten determinar un claro punto de referencia en el pensamiento del estudiante con miras a aportar desde la reflexión, el estado de conciencia necesario para realizar una toma de decisiones que van más allá del aula y la academia, y que reside en la importancia del estudiante como actor social, donde las decisiones se vislumbran a la responsabilidad sensata y coherente con la realidad, comprometida con el desarrollo y bienestar humano, que es hacia donde debe apuntar no sólo la formación en ciencias sociales, sino la educación en general para propiciar la transformación social que se necesita.

Conclusiones

América Latina históricamente ha sufrido una imposición de condiciones a manos de otros países, que, a la fecha, en la actualidad todavía le cuesta salir del yugo impositivo, que se ha transfigurado en el tiempo y que hoy en día se complejiza en la realidad que establece la ciencia y la tecnología, coactando el panorama a la búsqueda de posibilidades, dentro de las que se permite evidenciar a la educación como un claro componente de la solución.

La educación pública en los niveles de básica y media en Colombia se ha caracterizado como una historia compleja por las carencias y dificultades que ha tenido, diferenciándose en las últimas décadas por el sindicalismo docente que ha estado en la búsqueda constante de la reivindicación de sus derechos y mejoras a la educación, a raíz de la escasa intervención del Estado y los gobiernos de turno en aportar a la calidad y su desarrollo.

Es fundamental tener conciencia respecto a la variedad de influencias a las que se encuentra expuesto el pensamiento del ser humano en la actualidad, donde es altamente relevante el papel que ejerce la educación y el conocimiento científico que se adquiere; dicho de otra manera, se encuentra la necesidad imperativa de ponerlo en práctica para filtrar y decantar la gran cantidad de información que se despliega a diario por los diferentes medios de comunicación que buscan incidir cautelosamente en la forma de pensar de cada persona.

El pensamiento científico adquiere varias facetas en la medida que los conceptos dan un entramado de posibilidades para abordar la realidad, estableciendo diversos puntos de partida, los cuales son la base fundamental para la comprensión de la existencia y todo lo que esta involucra, constituyéndose en la base del Análisis Socio crítico para aportar a la reflexión, la interpretación y la construcción de un conocimiento contextualizado.

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Received: January 15, 2019; Accepted: April 27, 2019

*Autor para correspondencia. E-mail: jgrijalba.333@gmail.com

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