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Introducción
El presente artículo de investigación se enfocó en un análisis acerca de las prácticas evaluativas que realizan los profesores de un programa universitario de modalidad virtual y a distancia, con el fin de conocer las principales características de la evaluación. De manera que se consideró relevante indagar cuál es el sentido de la evaluación para los profesores y estudiantes del programa, así cómo y cuáles son las prácticas evaluativas más frecuentes; y qué aspectos evalúan los profesores.
La fundamentación del estudio se basó en distintos conceptos que se interrelacionan entre sí para dar cuenta de procesos tales como los ambientes de aprendizaje y las concepciones de las prácticas evaluativas propiamente dichas. En Colombia se han adelantado diferentes estudios relacionados con la temática de investigación del presente estudio, como por ejemplo, el denominado “Caracterización de las prácticas evaluativas de los docentes de matemáticas de la Institución Educativa Los Palmitos, Sucre - Colombia” presentado por Gómez (2013), se realizó un estudio de tipo descriptivo, dentro del cual se destaca como hallazgo que “las prácticas evaluativas son una oportunidad para mejorar la enseñanza, y los diferentes procesos que se tienen a cargo desde el rol docente. Por lo tanto, es muy importante contextualizar el proceso evaluativo a las necesidades del estudiante”. (p. 104) De acuerdo con lo anterior se evidencia que dentro de la práctica docente se logran diseñar estrategias permanentes de cambio que contribuyen al proceso evaluativo y pedagógico propiamente dicho.
De acuerdo con lo anterior se evidencia que las prácticas evaluativas difieren de acuerdo al profesor que las realiza; sin embargo, es importante tener en cuenta que el estudiante es consciente del proceso evaluativo en los diferentes niveles.
A nivel internacional el estudio de caso presentado por Moreno & Rochera (2016), denominado usos de las TIC y su temporalidad en prácticas evaluativas del profesorado de educación secundaria, desarrollado con profesores de educación secundaria que trabajan en diferentes centros educativos de Catalunya (España) se llegó a la conclusión que “es oportuno que las tutoras y los tutores tengan claridad del tipo de feedback que van a dar en cada situación o tarea de evaluación, así como, los criterios de evaluación que dirigirán el feedback. Esto para que el alumnado conozca qué tipo de feedback se le dará a partir de cada tarea de evaluación”. (p. 21)
Por lo que se destaca que el uso de herramientas como las TIC, dentro del proceso evaluativo es fundamental a la hora de retroalimentar a los estudiantes, sin dejar de lado que permanentemente se ven influenciados por las concepciones o el enfoque evaluativo de las profesoras sobre la evaluación y la retroalimentación propiamente dicha.
Por lo anterior, es importante considerar que en el ejercicio práctico de la evaluación que realiza el docente se evidencia de forma permanente una variedad de concepciones y prácticas evaluativas.
De acuerdo con lo anterior, Verdejo, Encinas & Trigos (2012), establecen que “las evaluaciones facilitan al evaluador y al alumno la toma de decisiones, para emprender acciones de formación, mejoramiento, reformulación, solución o intervención. Cuanta más información proporcione la evaluación, mayor será el alcance y utilidad de la misma”. (p. 23)
Por ende, es claro que la labor docente implica una reflexión profunda sobre los procesos de evaluación y sobre todo debe ser participe en la construcción de criterios claros de evaluación para los estudiantes, de manera que se les brinde una sólida formación en habilidades y competencias útiles en la vida práctica.
De acuerdo con lo anterior, en el marco de la educación superior, las concepciones y prácticas evaluativas son diversas y se convierten en un aspecto importante de analizar, si bien la institución cuenta con programas de pregrado y posgrado en las modalidades presencial, distancia tradicional y virtual, se podría indicar que por su metodología los procesos formativos y evaluativos entre una y otra modalidad varían notablemente.
Con base en lo anterior Marquez (2016), señala que “aunque se reconozca la importancia del papel que juegan los docentes para mejorar la calidad educativa, es indispensable considerar la necesidad de cambiar diversos factores que van más allá del sistema escolar para transformar los resultados educativos” La evaluación educativa ha de ser permanente y sistemática, debe servir como instrumento de gestión escolar para decidir sobre la forma en que se imparte la enseñanza” (p. 8). Por lo anterior es importante considerar que la evaluación educativa ha de ser permanente y sistemática, debe servir como instrumento de gestión escolar para decidir sobre la forma en que se imparte la enseñanza, de otra manera atendiendo a lo anterior y a los resultados de la encuesta diagnóstica aplicada a los estudiantes del programa de Administración en Seguridad y Salud en el Trabajo, en adelante ASST, se pudo detectar la necesidad de conocer y analizar en profundidad las prácticas evaluativas de los profesores del programa, teniendo en cuenta, que uno de los aspectos más importantes del proceso de enseñanza aprendizaje tiene que ver con los procesos de planeación, diseño y uso de la evaluación; por tanto, la pregunta que orientará el presente estudio es: ¿Qué prácticas de evaluación de los aprendizajes, en la modalidad a distancia, son las más utilizadas por los docentes del programa de Administración en Seguridad y Salud en el Trabajo de UNIMINUTO Virtual y a Distancia, sede Calle 80, que contribuyen al fortalecimiento de los aprendizajes de los estudiantes del programa?
Desarrollo
El estudio se enmarcó en un enfoque de investigación de carácter cualitativo, de tipo descriptivo, puesto que permitió reconocer las características de las prácticas evaluativas de los profesores del programa ASST, de acuerdo con lo presentado por Hernández, Fernández y Baptista (2014), quienes señalan que “éstos estudios buscan especificar propiedades y características importantes de cualquier fenómeno que se analice, asimismo describen tendencias de un grupo o población” (p. 80), de acuerdo a lo anterior se espera que a partir de la presente investigación se realicen más estudios que permitan aportar y mejorar en los procesos evaluativos y académicos del programa puesto que no se cuenta con antecedentes sobre este tema en particular, al interior del programa.
Se señala que dentro del proceso que se realiza en éste estudio, se llevará a cabo una devolución creativa de los resultados, de manera que se promuevan ejercicios de reflexión permanentes acerca de las prácticas evaluativas de los docentes del programa, de manera que se pueda analizar la situación actual como resultado del análisis de las prácticas pedagógicas identificadas, así como de los diferentes conocimientos teóricos adquiridos en el proceso y así aportar como referentes en procesos posteriores. El estudio se realiza con la participación de un total de 245 personas distribuidas entre estudiantes y profesores del programa; muestra que se obtuvo, luego de obtener la respuesta a la aplicación de los instrumentos diseñados en el estudio obteniendo; se aclara que para realizar el proceso de triangulación de la información se realizó un encuentro con un grupo de estudiantes para realizar un grupo focal de manera que se logró validar y ampliar la información obtenida en la aplicación de los instrumentos.
El término de evaluación tiene diferentes enfoques que permiten tener una interpretación acorde al objeto de estudio, para ésta investigación se considera el concepto de evaluación que presenta Kaftan, (2006) citado por Gil Ospina (2012), cuando manifiesta que “la evaluación debe constituir una oportunidad de aprendizaje y utilizarse no para adivinar o seleccionar a quien posee ciertas competencias, sino para promoverlas en todos los estudiantes los aprendizajes” (p. 18); es decir que, debe ser un proceso objetivo y que promueva el logro de competencias en los estudiantes de manera permanente.
Santos Guerra es uno de los investigadores en educación más importantes de España, es un estudioso del tema evaluativo, en su libro Evaluar es comprender refiere que la evaluación es un proceso dialógico que debe permitir al estudiante reflexionar sobre su proceso de aprendizaje y al profesor comprender la importancia del proceso evaluativo, por lo cual, evaluar implica reflexionar y retroalimentar el proceso, Santos (2003), indica que “la evaluación es un fenómeno que permite poner sobre el tapete todas nuestras concepciones de manera entonces que por el modo de practicar la evaluación podríamos llegar a las concepciones que tiene el profesional que la práctica”. (p.69)
La evaluación de los aprendizajes es importante dentro del proceso de enseñanza ya que: primero, proporciona información a los profesores sobre el proceso mismo; segundo, les facilita a los docentes diferentes elementos de análisis necesarios para examinar la eficacia de la docencia impartida; y tercero, a los estudiantes les informa acerca de sus propios progresos. Por todo lo anterior, es importante tener en cuenta que la evaluación no solo sea un proceso en el que se verifique si el estudiante logró adquirir un conocimiento memorístico o no; sino que se espera generar un proceso de aprendizaje en el cual el estudiante tome decisiones fundamentadas en el análisis de la situación estudio. Ahora bien, considerando lo propuesto por López (2013), en relación al concepto de evaluación presenta que “es parte integral del proceso de enseñanza y aprendizaje, ya que su propósito principal es el de proporcionar información sobre los aprendizajes de los estudiantes para tomar decisiones y acciones significativas encaminadas al mejoramiento”. (p, 129)
En relación a lo anterior se puede inferir que la evaluación facilita el proceso de documentación durante el aprendizaje de los estudiantes; sin embargo es importante tener en cuenta que no puede ser un resultado, sino un proceso que se construye durante el aprendizaje, es decir como lo señala el autor “permite identificar los rasgos y características de los estudiantes; tomar decisiones para plantear conocimientos, habilidades y competencias que se debe enseñar y desarrollar, así como determinar la manera de ayudar a los estudiantes a desarrollar éstos aspectos”. (López, 2013, p. 32)
De acuerdo a lo anterior, vale la pena tener en cuenta que para Pérez (2007), la evaluación de los aprendizajes es “un proceso que permite adquirir información, sobre lo que ocurre en la interacción que se da entre profesor-alumno-contenidos- intenciones de enseñanza, de manera entonces que permite al profesor prever o detectar los problemas que interfieren en el aprendizaje de los alumnos” (p.21); es decir, que facilita la labor docente relacionada con el seguimiento que se realiza al estudiante, del proceso académico propiamente dicho.
Ahora bien, es importante que se analice la evaluación de los aprendizajes como un proceso que facilita al profesor identificar si el estudiante ha logrado asimilar los diferentes objetivos propuestos. Para ello, es importante señalar lo que plantea Peralta (2018), cuando refiere que “la evaluación de los aprendizajes no sólo desempeña la función tradicional de control del rendimiento académico del alumno evaluado individualmente, sino que también lleva a cabo una función de orientación del aprendizaje, es decir la motivación del alumno” (p. 67). De manera que el profesor está llamado a analizar la evaluación de los aprendizajes, como un proceso en el cual se realice un análisis de las dificultades particulares que se presentan por parte de los estudiantes, igualmente permitiendo que se pueda mejorar los procesos y así garantizarles a los estudiantes procesos de aprendizaje integrales.
Es importante identificar que dentro del proceso evaluativo se encuentra la evaluación diagnóstica la cual es un proceso que se realiza generalmente al inicio del proceso académico con los estudiantes, de manera que en el proceso pedagógico se pueda tener una perspectiva del estado en el que se encuentran en relación a un tema y así poder tomar decisiones.
De acuerdo con lo anterior, se puede afirmar que la evaluación formativa es la que permite que se adapte la acción pedagógica a los procesos de aprendizaje. Por ende, es importante que cuando se hable de evaluación formativa, se analice el momento en el cual los objetivos de la enseñanza están siendo alcanzados o no, de manera que se puedan realizar ajustes para mejorar el desempeño de los educandos.
Así mismo, la evaluación formativa se puede concebir como un proceso de aprendizaje de los estudiantes que se caracteriza por tener en cuenta aspectos como, por ejemplo, los ritmos de aprendizaje o dificultades propias del estudiante, por lo cual es claro que con el ejercicio de la retroalimentación permanente se logran procesos de empoderamiento de los estudiantes que permiten el logro del objetivo académico en sí mismo.
Para Rosales Mejía (2014), la evaluación sumativa tiene por objetivo “establecer balances de los resultados obtenidos al final de un proceso de enseñanza-aprendizaje. Pone el acento en la recogida de información y en la elaboración de instrumentos que posibiliten medidas fiables de los conocimientos a evaluar” (p. 4). Es decir que se juzga el aprendizaje con el fin de certificarlo, asignado calificaciones, lo que permite definir el éxito o fracaso en el proceso escolar de los estudiantes. A continuación, se hace una adaptación respecto a la comparación de los Dos tipos principales tipos de evaluación para efectos del presente estudio (Tabla 1).
Tabla 1 Comparación Evaluación Sumativa y Evaluación Formativa.
| Ítem | Evaluación Sumativa /Evaluación DEL desarrollo | Evaluación Formativa /Evaluación PARA el desarrollo |
| Propósito | Ver la eficacia de los programas y comprobar los resultados obtenidos | Mejorar la intervención educativa. |
| Interés | Consecución de los objetivos de la acción | Virtudes y defectos del objeto evaluado |
| Resultados Deseados | Juicios sobre resultados y eficacia | Sugerencias para la mejora |
| Supuestos | Lo que funciona en un contexto opera de manera similar en otros | Sugerencias para la mejora |
| Metodología | Cuantitativa: pruebas estandarizadas y limitadas en el tiempo | Cualitativa: informes orales, recogida continua de información observacional, etc. |
Es importante tener en cuenta que al analizar el entorno educativo se evidencia que hay diferentes innovaciones en el proceso de aprendizaje, es importante reconocer con facilidad los diferentes recursos didácticos en la evaluación propiamente dicha.
En relación a la evaluación de los aprendizajes en el contexto universitario Bordas & Cabrera (2001), concluyen que “la forma en la que el profesor plantea la evaluación del alumno afecta los enfoques de aprendizaje y la calidad de dichos aprendizajes”. (p.25)
Por lo que se puede inferir que independientemente de la estrategia que se utilice, se debe permitir la validez en el proceso, así mismo se debe buscar la manera que el estudiante se sienta involucrado desde el comienzo en el proceso evaluativo propiamente dicho. Por lo tanto, es relevante analizar la postura de Bordas & Cabrera (2001), cuando señalan “que el alumno es visto como agente activo de su propia evaluación y como aprendiz del contenido de evaluación”. (p. 28)
Con el ánimo de realizar un análisis del tema a manera de comparativo entre las diferentes definiciones encontradas, a continuación, se muestra la tabla 2:
Tabla 2 Ambiente de Aprendizaje en la Modalidad Distancia Tradicional.
| Ambiente de Aprendizaje | Autor |
|---|---|
| Herrera (2006) | |
| Duarte (2003) | |
| Arboleda & Rama (2013) |
De acuerdo con lo anterior, se puede reconocer que en un ambiente de aprendizaje existe de manera natural un proceso de interacción entre docente y estudiante de forma permanente, facilitando una construcción en doble vía.
En un ambiente de aprendizaje se deben establecer dinámicas entre los profesores y los estudiantes que permitan identificar condiciones favorables para el aprendizaje, por lo tanto y considerando que ésta investigación se desarrolla en el programa de ASST de UVD, se debe considerar que en la educación en la modalidad a distancia tradicional. Pastor (2005), refire que “la educación a distancia (EaD) es una respuesta a las necesidades educativas de aquellos sectores de la población, que, por las limitaciones del sistema escolarizado, no pueden recibir los beneficios de la educación en sus distintos niveles y modalidades”. (p. 78)
Es claro que se debe tener en cuenta varios factores dentro del desarrollo del quehacer profesional docente, considerando que se debe garantizar que los contenidos utilizados en las aulas virtuales sean confiables y puedan ser consultados en bases de datos acreditadas.
De esta manera como lo señala Salinas & Marin (2017), en la revista Universidad y sociedad del conocimiento “las instituciones educativas deben revisar sus referentes actuales y promover experiencias innovadoras en procesos de enseñanza-aprendizaje apoyados en las TIC”. (p.14)
Lo anterior, permite evidenciar que en la educación a distancia se debe propender por generar ventajas competitivas para que los estudiantes y futuros profesionales sean gestores de cambios en las organizaciones en las que se desempeñen.
Para identificar las prácticas evaluativas de los profesores del programa, inicialmente se reconocieron cuáles eran las percepciones de los estudiantes, de manera que se evidenció que una de las variables relevantes dentro de las categorías que se analizaron en el estudio corresponde a considerar, como lo propone López (2013), el concepto de evaluación de los aprendizajes, el cual hace referencia a “identificar los rasgos y las características de los estudiantes; tomar decisiones para plantear conocimientos, habilidades y competencias que se deben enseñar y desarrollar, así como determinar la manera de ayudar a los estudiantes a desarrollar éstos aspectos” (p. 26), lo que supone que se analice el concepto de la evaluación como un proceso que se construye durante el aprendizaje y no como un resultado en sí mismo, es decir dentro la labor pedagógica. Por lo anterior, se espera que se pueda apoyar el proceso de aprendizaje de los estudiantes en forma permanente, de manera que se propenda por brindar los recursos necesarios para que los estudiantes puedan alcanzar de manera transversal competencias, habilidades y conocimientos en el campo de la disciplina propiamente dicha y así facilitar que apliquen lo teórico a lo práctico.
En concordancia con el cuestionamiento realizado a los profesores, se establece que de acuerdo a la percepción de los profesores se realizan procesos evaluativos que facilitan la medición en mayor medida el alcance de conocimientos y habilidades, lo anterior se representa en la opinión del 59% de los profesores encuestados.
De acuerdo a esto, hay coherencia en el análisis que se realiza con los estudiantes, puesto que los estudiantes refieren en un 54% que las evaluaciones se desarrollan con el objetivo de afianzar en el mismo nivel: competencias, conocimientos y habilidades. Por lo anterior, es posible afirmar que respecto a lo referido por profesores y estudiantes, hay coherencia con los objetivos que se buscan alcanzar con el tipo de evaluaciones que se realizan en el programa, debido a que el trabajo evaluativo que hace el profesor no se limita solo a transmitir información o conocimientos, sino que busca que el estudiante adquiera habilidades para afrontar situaciones problema y así analizar el contexto en general, es decir, lo que se conoce como el concepto de competencias (combinación entre habilidades, destrezas y conocimientos).
Información que se comprueba con lo expresado por los estudiantes en el grupo focal, cuando refieren que “Cuando los profesores le dan a uno las herramientas para consultar sobre un tema, hace que uno no se quede solo con esa información, sino que busque la manera de aplicarla en lo que uno hace”.
De esta manera, se evidencia que en el programa los estudiantes perciben que se realizan procesos de evaluación de los aprendizajes de manera permanente en cada una de las asignaturas, lo que facilita que se adquieran competencias para el mercado laboral.
Por otra parte, se puede afirmar que las prácticas evaluativas llevadas a cabo por los profesores del programa ASST, se caracterizan por el desarrollo de distintas actividades y estrategias, algunas de ellas integradas a la forma tradicional y que se encuentran dentro de la evaluación de tipo sumativo, como por ejemplo, la realización de pruebas escritas, así como la asignación de tareas y/o actividades, lo que permite inferir que se realiza un análisis del desempeño del estudiante de acuerdo a una valoración numérica.
Sin embargo, se evidencian en menor proporción algunas prácticas evaluativas que corresponden al tipo formativo, debido a que se encuentran actividades como, el estudio de caso, una estrategia pedagógica utilizada con frecuencia en los profesores, que implica mayor acompañamiento, reflexión y análisis permanente hacia el estudiante.
Esto permite inferir que hay una relación entre lo que evidencia el estudiante de acuerdo con su experiencia y lo que el profesor afirma que realiza en su práctica evaluativa, puesto que los profesores refieren que realizan otro tipo de actividades, entre las que se encuentran juegos de roles, utilización de herramientas virtuales del aula (juegos interactivos-ahorcado, sopas de letras) y la entrega de guía de estudio.
Estas prácticas evaluativas de los profesores permiten promover los aprendizajes en los estudiantes, situación que se corrobora entre estudiantes y docentes de acuerdo con las encuestas aplicadas y grupo focal.
En relación con el modelo de evaluación que se aplica en el programa, se puede afirmar que un hallazgo significativo producto de las percepciones de los encuestados, corresponde a que las prácticas evaluativas que llevan a cabo la mayoría de los profesores son de tipo formativas, las cuales se centran en una retroalimentación permanente, que se realiza durante los encuentros sincrónicos en las aulas de clase.
Articulándose con la percepción de los estudiantes, los cuales manifestaron que “en el programa se realizan procesos de evaluación de los aprendizajes de manera permanente en cada una de las asignaturas, lo que facilita que se adquieran competencias para el mercado laboral”. Esto concuerda con lo señalado por López, (2013), cuando advierte que una de las características de la evaluación formativa es que “suele mejorar considerablemente la motivación e implicación del alumnado en el proceso de aprendizaje” (p. 28). Evidenciando con esto, que los profesores del programa incentivan los procesos de aprendizaje a través de las prácticas evaluativas que realizan de manera permanente, lo cual es significativo para los estudiantes, debido a que perciben que los profesores les apoyan en el logro de competencias en las diferentes áreas del conocimiento.
Es importante resaltar que en la labor docente se desarrollan estrategias de acompañamiento permanente a los estudiantes que garantizan el logro de competencias para el mercado laboral, que sin lugar a duda permiten que se cumplan los objetivos pedagógicos propiamente dichos y se promueva en los estudiantes la aplicación de los conocimientos en la resolución de problemas de los temas propios del objeto de estudio.
En la práctica docente, se puede evidenciar que existen concepciones previas en la manera de ejercer la evaluación, que cambian de acuerdo con el contexto en el que se realice, lo cual en la mayoría de los casos tiene una relación con el nivel de formación que se tenga. Entonces se debe pensar en la factibilidad de hacer un cambio de actitud de profesores y estudiantes, hacia el aporte del aprendizaje significativo.
Conclusiones
En el estudio se evidenció que en las prácticas evaluativas de los profesores del programa se presentaron contradicciones en relación a las concepciones que éstos tienen del proceso en sí mismo y los ejercicios que llevaban a la práctica propiamente dicha durante los procesos de tutorías en tiempos sincrónicos y asincrónicos; lo anterior se evidenció de acuerdo a lo referido durante el proceso en relación a que la evaluación se debe interpretar como procesos formativos, en los que se garantice una permanente retroalimentación al estudiante, asegurando de ésta manera una articulación con el modelo pedagógico -Praxeológico, de la Universidad en relación al concepto de “devolución creativa”.
Sin embargo, de acuerdo a lo referido por los estudiantes, las prácticas evaluativas correspondieron por lo general a ejercicios permanentes de verificación de contenidos. En relación a la pregunta de investigación que se planteó para el desarrollo de la investigación para reconocer las prácticas de evaluación de los aprendizajes, en la modalidad a distancia, más utilizadas por los docentes del programa de ASST de UVD se analizó que la tendencia de los profesores corresponde a la puesta en marcha de prácticas de tipo sumativo, dentro de las que se realizan evaluaciones al final de cada periodo académico, la cual garantiza en cierta medida que el estudiante haya alcanzado los logros propuestos durante el proceso, pero se evidencia un distanciamiento con lo que señalaba Rizo (2004), cuando menciona que dentro de las principales funciones de la evaluación en la modalidad a distancia se debe “permitir al estudiante realizar seguimiento de algunos de los avances en el ámbito de la comprensión y adquisición de habilidades y destrezas, como resultado del estudio de los contenidos y de la realización de las actividades de aprendizaje” (Citado por Chiappe, 2012, p 11). Permitiéndole reconocer, con cada una de las actividades, cuáles son los aspectos que debe reforzar en su propio proceso de aprendizaje.
Se ratificó que uno de los planteamientos iniciales propuestos en la investigación y que correspondía a la posibilidad de reconocer que las concepciones y prácticas de evaluación de los docentes son procesos transmitidos de generación en generación, lo que permitió analizar, que si bien es cierto que el programa corresponde a la modalidad a distancia, se debe propender no solo por el cumplimiento en el desarrollo de unos contenidos temáticos y la socialización de las calificaciones, sino también por garantizar que se realicen de manera permanente procesos de realimentación integrales a los estudiantes, de manera que éstos puedan afianzar los aprendizajes y a la vez hace uso eficiente de las herramientas tecnológicas con las que se cuenta en el programa.
Se evidenció que algunos profesores generan actividades con los estudiantes en el aula, lo cual, según manifestaron los estudiantes, facilitando el proceso de aprendizaje, ya que se aprovechan factores como la experticia en el campo de conocimiento y se crean espacios de reflexión y análisis, evidenciando lo que proponía Tejada (2011), cuando refiere que las pruebas de desempeño permitían “valorar hasta qué grado se han integrado los «saberes» potenciados y la capacidad de combinación y movilización de las personas para actuar con competencia” (p. 25). En el proceso de reflexión de los profesores que participaron en la investigación, se evidenció la necesidad latente de adquirir herramientas de formación que permitan el domino de competencias evaluativas, debido a que el 95% de los docentes afirmaron estar de acuerdo en la necesidad de capacitarse.
En contraste con los resultados del grupo focal, los estudiantes manifestaron que, si bien es cierto que la práctica evaluativa depende de cada profesor, hay algunos docentes que utilizan los ejemplos y las experiencias del mundo laboral para recrear una temática y trasmitir de forma más real los conocimientos. Igualmente, ponen a los estudiantes en contexto, para que hagan un análisis crítico de las temáticas a evaluar en cada una de las tutorías. Sin embargo, en algunos casos, el docente se limitaba a utilizar estrategias de grupo que no permitía una retroalimentación específica de los aspectos evaluados, dejando temáticas sueltas o incertidumbres que generan dudas académicas respecto a las temáticas planteadas en la tutoría. Lo cual es coherente con la percepción de los profesores al respecto.
