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Conrado

 ISSN 1990-8644

        02--2019

 

Articulo original

Análisis histórico-tendencial del proceso de formación del profesional de pregrado desde la gestión del conocimiento a través del uso de la literatura docente

Historical-trend analysis of the undergraduate professional training process from knowledge management through the use of teaching literature

0000-0001-7855-5047Ana Luisa Figueredo Figueredo1  *  , Mariela Martínez Roselló1  , Carmen Eulalia Quesada Ramírez1 

1 Universidad de Granma. Cuba. E-mail: mrosello@ucp.gr.rimed.cu , cquesada@ucp.gr.rimed.cu

RESUMEN

El uso eficiente de la literatura docente constituye una necesidad para los estudiantes de nivel superior, en una sociedad que impone nuevos retos para lograr una adecuada gestión de los diferentes documentos, en la que se manifiestan limitaciones para determinar qué es pertinente y qué no lo es, cómo aplicar de forma eficiente los conocimientos que se poseen, cómo discriminar y agregar valor a determinada información para convertirla en nuevo conocimiento. El presente trabajo tiene como objetivo determinar las tendencias del proceso de formación del profesional de pregrado, en particular de la gestión del conocimiento a través del uso de la literatura docente. Para su desarrollo se establece la etapa de 1961 hasta el 2018, conformada por cuatro períodos fundamentales, de los que se determinan las principales regularidades que permiten arribar a las tendencias de la etapa. Se enfatiza en la necesidad de contribuir al desarrollo de habilidades que respondan al cómo y qué aprender.

Palabras-clave: Enseñanza de la Literatura; proceso de formación del profesional; gestión del conocimiento; documentos

ABSTRACT

The efficient use of teaching literature is a necessity for students of higher level, in a society that imposes new challenges to achieve a proper management of the different documents, in which manifested limitations to determine what is relevant and what isn't, how to apply the knowledge that they possess, how to discriminate and add value to certain information to become it into new knowledge. This work aims to determine trends in the process of formation of the undergraduate professional, in particular of the management of knowledge through the use of educational literature. For their development, it sets the stage from 1961 until 2018, comprised of four fundamental periods, that determine the main regularities that allow reaching stage trends, emphasizing the need to contribute to the development of skills that respond to how and what to learn.

Key words: Professional training process; knowledge management; documents; teaching of literature

Introducción

La universidad tiene encargos sociales que cumplir para alcanzar el mejoramiento de la sociedad donde se inserta. Es un motor de gestión del conocimiento por excelencia y un eslabón clave dentro de la sociedad de la información y el conocimiento. Bajo esta máxima, el estudiante universitario tiene que convertirse en un incansable gestor de información y conocimiento, capaz de profundizar en los conocimientos que de forma curricular tiene que vencer para enfrentarse a la sociedad como un profesional competente. El estudiante tiene que lograr cada día una mayor independencia cognoscitiva y un mayor dominio de aquellas habilidades que le permiten llevar a un nivel superior el uso de la literatura docente y como resultado, la gestión de sus conocimientos.

La formación de los profesionales hacia el siglo XXI, y en particular de los profesionales universitarios, está condicionada por la generación del conocimiento, el procesamiento de la información y la comunicación de símbolos, lo que determina ritmos formativos que no pueden ser enfrentados por los métodos tradicionales, heredados de concepciones estrechas o que reducen al sujeto a determinados rasgos o características de este, sin considerar su complejidad, diversidad y a la vez la totalidad de su naturaleza humana (Fuentes, 2007).

A la consolidación de este escenario contribuye la incorporación de procesos esenciales en el tratamiento de datos, información y conocimientos, mediados por los avances tecnológicos que en cada período han tenido lugar. El desarrollo alcanzado en la sociedad -desde los diferentes contextos- permite la aplicación de nuevos enfoques para el estudio del conocimiento y las interrelaciones que se pueden establecer desde las diferentes ciencias.

La educación universitaria, por tanto, debe estar dirigida no sólo a conocimientos cerrados o técnicas, métodos y modos de actuación programados, sino también a promover capacidades y competencias transferibles que más allá de la adquisición de conocimientos puntuales concretos, cambien su forma de enfrentarse a las tareas y a los retos que les esperan, proporcionándoles estrategias de aprendizaje que favorezcan una asimilación crítica de la información y que le permitan acceder y dar sentido a la información. Además de desarrollar los contenidos de las asignaturas es necesario complementar la formación de los futuros egresados enseñando también procesos de pensamiento y comunicación, así como valores.

Para el análisis histórico del proceso de formación del profesional desde la gestión del conocimiento a través del uso de la literatura docente, se toma el período de 1961 al 2018, pues en los precedentes (colonia y neocolonia) este tema, como tantos otros no constituía una prioridad de los gobiernos imperantes. En la colonia, con mucho menos información registrada que en el período republicano, la ausencia de recursos para la producción de literatura docente limitaba el acceso a aquellos documentos en formato impreso generados por profesores y estudiantes de la universidad.

Libros caros y de tiradas minúsculas, por inexistencia de público lector; mezquina comercialización de los textos escolares; prensa sobornada, mentira impresa, difusión de ideas contrarias al espíritu de la nacionalidad y el patriotismo, explotación de los obreros, penetración imperialista, superstición, trivialidades, desenfrenada ambición de poder y dinero, adulación, son elementos que caracterizan la producción científica (libros de textos) antes del triunfo revolucionario, en el que solo un grupo limitado de estudiantes universitarios podían adquirir los libros que sus estudios superiores demandaban.

Desarrollo

Dentro del período investigado se determinaron cuatro etapas a partir de la selección de tres indicadores que permiten realizar un análisis tendencial del proceso de formación del profesional, en particular de la gestión del conocimiento a través del uso de la literatura docente:

  • Contribución de la literatura docente al desarrollo de conocimientos, habilidades y valores en el proceso de formación del profesional.

  • Interrelaciones que se establecen entre el proceso de formación del profesional y la gestión del conocimiento a través del uso de la literatura docente.

  • Incidencias de las transformaciones tecnológicas relacionadas al proceso de formación del profesional y la literatura docente.

Primera etapa (1961-1975):

Transformaciones en la producción y disponibilidad de la literatura docente

  • Significó el triunfo revolucionario del primero de enero de 1959, para la producción de documentos docentes- como para tantos otros campos- un avance extraordinario reflejado en la cantidad, calidad y difusión de las obras académicas producidas a partir de esta fecha. El acontecimiento que marca un antes y un después en la transmisión del conocimiento en las diferentes enseñanzas lo constituye la Campaña de Alfabetización (1961).

  • Medina (2004), refiere que concluida esta campaña, el segundo paso seguido por La Revolución fue la continuidad de los estudios para los recién alfabetizados. Como medidas, miles de aulas se crearon para la enseñanza nocturna de adultos, se garantizaron libros de textos gratuitos, desde la primaria hasta la universidad, y se organizó la primera Campaña Nacional de Lectura.

  • Hasta 1960 existían en Cuba sólo tres universidades públicas. La situación de la Educación Superior Cubana estaba caracterizada por una enseñanza tradicional, con planes de estudio muy poco actualizados y con una estructura de carrera que respondía muy poco a las necesidades que el desarrollo científico y social del país requería (De Armas & Espí, 2005). La Educación Superior, en su evolución a partir de 1962, fecha en que tiene lugar la Reforma Universitaria, ha venido perfeccionando de manera permanente su sistema de trabajo, de modo que se garantice una respuesta adecuada a las cambiantes necesidades de la sociedad en relación con los profesionales que en ella deben desempeñarse (Horruitiner, 1997).

  • Como una alternativa tomada por el gobierno revolucionario, se crea en 1965 la Edición Revolucionaria, proyecto dirigido a la publicación de libros para su entrega gratuita a estudiantes y profesores universitarios. Como resultado, se incrementa el número de tirada de los ejemplares en un menor tiempo, aumentando la difusión del libro y la lectura, así como la literatura docente disponible. Se diversifican de este modo las necesidades de lectura, dadas por la variedad de libros que se iban produciendo.

  • Sin embargo, existía el impedimento de que autores o editores extranjeros, en conjunción con el bloqueo imperialista impuesto a Cuba, se negaban a conceder el derecho de edición. La respuesta del Gobierno revolucionario fue proclamar la universidad e imprescindible necesidad de la educación y proceder a publicar las obras que en muchos casos fueron fusiladas. En 1966 aparecieron más de 150 títulos de Edición Revolucionaria, y en años posteriores aumentaron de manera muy considerable.

  • Como principales regularidades de la etapa se observa que: se presta especial atención a la formación y desarrollo de las habilidades de lectura y escritura, asociado en gran medida, a la incidencia que tuvo la campaña de alfabetización en la sociedad cubana; limitada producción de literatura docente, teniendo en cuenta las transformaciones desplegadas para lograr el incremento en el número de estudiantes a ingresar en la Educación Superior, y la aplicación de modelos tradicionales no garantiza la participación activa de los estudiantes en la gestión de sus conocimientos a través del uso de la literatura docente.

Segunda etapa (1976-1990):

Socialización del conocimiento en fuentes documentales impresas

  • El acontecimiento fundamental que identifica a esta etapa lo constituye la creación en 1976 del Ministerio de Educación Superior (MES), en el que se considera como una prioridad, desde sus inicios, la formación integral de profesionales universitarios. De Armas & Espí (2005), refieren que una de las principales tareas de este ministerio fue ampliar y reestructurar la red de Instituciones de Educación Superior (IES), que se incrementó de cinco a 30 centros hasta 1980.

  • El Ministerio de Educación Superior (1977), en el Reglamento General para los Centros de Educación Superior, artículo 5, inciso ch, indica que entre las tareas principales de los Centros de Educación Superior (CES), se encuentra la creación de libros de textos, literatura docente, materiales didácticos y medios técnicos de enseñanza de alta calidad. En el artículo 101, inciso i, se plantea como una de las funciones principales de la Comisión Metodológica de la Facultad, la elaboración de nuevos libros de textos.

  • Para realizar el análisis histórico del proceso de formación del profesional en Cuba, necesariamente hay que hacer referencia a las diferentes generaciones de planes de estudio que se inicia con el Plan A en 1977 hasta 1982. A este le sucede el Plan de Estudio B, que se mantuvo vigente de 1982 a 1990. Estos se caracterizan por ser planes rígidos, teniendo en cuenta que limitan el protagonismo de los estudiantes en el desarrollo del proceso, con elevados número de horas de clases, que se convertían en sobrecargas excesivas de contenidos impartidos por el docente.

  • En esta etapa aún no se puede hacer referencia a los planes bibliográficos a nivel de carrera, sino que cada carrera del Centro Rector determinaba el o los libros a consultar en cada una de las asignaturas de los diferentes currículos, generalmente, sin modificaciones durante el período comprendido por el plan de estudio, consignando los elementos bibliográficos esenciales de cada libro. El libro de texto básico se elaboraba en función del programa analítico de la asignatura o se procedía al fusilaje de textos extranjeros.

  • En el quinquenio de 1976 a 1980 se produjeron unos 5300 títulos, con una tirada superior a los 200 000 000 de ejemplares, más de la mitad de los cuales se destinaron a la educación. Durante la década de los 80 la producción de libros toma un desarrollo mayor como resultado del funcionamiento de nuevas instalaciones industriales. Con la introducción de las computadoras y más tarde de servicios en línea, la Educación Superior experimenta un fuerte empuje en cuanto a la diversificación de los documentos y transmisión de conocimientos. Esto coincide con lo planteado por Ponjuán (2018), quien enfatiza en que la década de los 80 del pasado siglo constituye el momento en que a nivel mundial tuvo mayor auge la identificación de la información como recurso.

  • El modelo de una universidad científica, tecnológica y humanística se fue consolidando en la década de los ochenta. No obstante, las dificultades económicas (Guadarrama, 2005). Había que seguir perfeccionando los cuatro principios básicos de la formación de profesionales en Cuba:

    1. La formación de perfil amplio, con dos ideas rectoras principales: la unidad entre la instrucción y la educación, y la vinculación del estudio con el trabajo.

    2. El amplio desarrollo de la educación posgraduada.

    3. La investigación científica como elemento consustancial del quehacer universitario.

    4. La extensión universitaria como proceso sustantivo integrador (Vecino, 2005). Se infiere, entonces, el papel determinante de las universidades en el desarrollo social, al ser una de las principales instituciones generadoras de conocimiento.

  • Como regularidades de la etapa se puede referir que: el diseño de los planes de estudio A y B no garantizó que el estudiante se convirtiera en el centro del proceso de formación y mantuviera una participación activa en la gestión de sus conocimientos, sino que era el profesor quien direccionaba este proceso, siguiendo un modelo tradicional de uno a muchos, donde según Castañeda (2009), hay un profesor que sabe y dice, y muchos estudiantes que no saben, escuchan, copian, repiten. Bibliografía centralizada - por asignatura- a nivel de carrera de cada Centro Rector y conformada por títulos con largos períodos de estabilidad entre un plan de estudio y otro. Uno o varios libros de textos concebidos para un uso de carácter obligatorio, en función del contenido de cada una de las asignaturas, limitando el uso de otras fuentes de información.

Tercera etapa (1991-1999):

Introducción de nuevos tipos de documentos en el proceso de formación del profesional

  • Independientemente de que a partir de la segunda mitad del Siglo XX, el desarrollo de las tecnologías en el manejo de la información experimenta un crecimiento sostenido, en esta etapa tuvieron lugar un grupo de acontecimientos que conllevaron a obligadas transformaciones en la Educación Superior. El surgimiento de Internet en 1991 se considera un hito que marca el desarrollo de la sociedad y las tecnologías de la información y las comunicaciones. Con la introducción en las universidades de los CDROM, Multimedias, bibliotecas digitales, se constata un incremento del uso de la información y generación del conocimiento.

  • Surge en esta misma década del 90 el término Knowledge Management, como un área de interés para el ambiente académico y organizacional, según investigaciones desarrolladas por McAdam & McCreedy (1999), revelándose su rápido crecimiento en diferentes áreas y disciplinas. Ponjuán (2004), refiere que se manejan múltiples enfoques, y por ser un campo aún en exploración, muchas de sus bases teóricas y metodológicas están por definirse. Es común en los especialistas y estudiosos, el reconocimiento y la afirmación de que la gestión del conocimiento es un concepto en construcción.

  • En el curso 1990-1991 se introduce el plan de estudio C. Según Horruitiner (1997), en esto juega un papel determinante la gradual descentralización que en la dirección del proceso docente-educativo venía produciéndose, lo que estimuló un fuerte trabajo pedagógico en las universidades. Se introduce, además, el concepto de perfil amplio en la formación de profesionales vinculado a las salidas profesionales.

  • Los cambios principales en la década de los 90 se caracterizaron por el perfeccionamiento de los planes de estudio, la introducción de los métodos activos de enseñanza-aprendizaje, el incremento del trabajo independiente del estudiante y una mayor participación de estos a través del trabajo científico-investigativo, en la solución de los problemas que atañen al entorno universitario. Es a partir de estos momentos que se comienza a encauzar el uso de la computación como una estrategia imprescindible para el desarrollo profesional y se vincula orgánicamente con el resto de las disciplinas que conforman los diferentes planes de estudio de las carreras.

  • En esta década se produce, además, el nacimiento de las revistas electrónicas, lo que añade elementos críticos al sistema tradicional de publicación científica. Las principales características que diferencian las revistas electrónicas de las impresas: rapidez de producción y distribución; menores costos, dado que el único que se aborda es el de la llamada primera copia; capacidad multimedia; interacción autor-lector. Este nuevo soporte retoma elementos propios de las publicaciones impresas como presentación, estructura, organización de la información y aumento en la producción de artículos con una publicación casi instantánea y disminución del costo.

  • En 1998 se crea la Editorial digital del Ministerio de Educación Superior (EdUniv), a través de la cual se diversifican las posibilidades de acceso a la información y el conocimiento, con un desarrollo tecnológico sostenido, que permite la divulgación de documentos (libros, artículos, reseñas, monografías, etc.) docentes y científicos escritos por profesores y científicos cubanos.

  • En el curso 1998-1999 comienzan a aplicarse en todos los Centro de Educación Superior (CES) las encuestas de satisfacción, aplicadas a estudiantes de tercero a quinto año de determinadas carreras, para evaluar la calidad del proceso de formación. Entre las preguntas recogidas en la encuesta, mediante la tres (dispongo, por diferentes vías, de bibliografía actualizada para el estudio de las asignaturas que recibo en la carrera) y la cinco (consulto bibliografía en lengua extranjera para ampliar mi conocimiento acerca de las materias que estudio), se evalúa el nivel de satisfacción de los estudiantes en cuanto al uso de la literatura docente, indicador que hasta el curso 2013-2014 nunca alcanzó el 90 %, sino que se mantuvo entre los resultados más bajos con relación al resto de las preguntas.

  • Se manifiestan como regularidades de la etapa: el desarrollo de las tecnologías para el manejo de la información experimenta un crecimiento sostenido que se ve reflejado en la disponibilidad de la literatura docente en el proceso de formación del profesional. Dentro de estas tecnologías se encuentra medios para la reproducción de documentos, computadoras, desarrollo de bases de datos, transmisión de documentos a través de las redes, intercambio de información de forma colaborativa mediante el uso de diferentes servicios (e-mail, File Transfer Protocol). Evolución de los planes de estudio sobre la base de un enfoque sistémico, integrando desde cada disciplina elementos académicos, investigativos y laborales, lo que contribuye al tránsito de un paradigma tradicional a un nuevo paradigma donde según refiere Castañeda (2009), todos buscan, trabajan, aprenden y se aportan entre sí, independientemente de que sea el profesor el que actúe como facilitador de los conocimientos. Consolidación de la formación de profesionales en Cuba a partir de la concepción de la formación de perfil amplio, desde la unidad entre la instrucción y la educación, y la vinculación del estudio con el trabajo.

Cuarta etapa (2000-2018):

Consolidación del uso de la literatura docente para la socialización del conocimiento

  • Se inicia en el 2000 la Sociedad de la Información y el Conocimiento, acontecimiento que se toma como hito de esta última etapa y que se encuentra marcada por el uso intensivo de la información y el conocimiento, donde las habilidades de lectura y escritura resultan insuficientes teniendo en cuenta la variedad de documentos y soportes disponibles para la formación del profesional. Se promueven nuevas herramientas para gestionar el conocimiento, que se vinculan desde diferentes ciencias y aportan resultados consecuentes con las exigencias planteadas.

  • A partir del 2000 y hasta el 2012, según Horruitiner (2012), se realiza la reproducción de 3200 textos básicos (títulos) para cubrir el gran desafío de servir de soporte a las diferentes asignaturas que apuestan por la formación de profesionales competentes, actualizados en los contenidos de sus respectivas carreras. Materias básicas como Matemática o Física, tienen un nivel de reimpresión mucho menor. Las particularidades de un amplio espectro de especialidades hacen que los textos varíen de un curso a otro. En ciencias como Informática, por ejemplo, en seis meses un libro puede quedar sustancialmente desactualizado. Se refiere al desarrollo de un espacio para poner en la red todos los objetos de aprendizaje que se diseñan en los centros de altos estudios.

Se introduce el Plan de Estudio D a partir del curso 2002-2003. Al respecto de su aplicación, De Armas & Espí (2005), plantean que, entre los aspectos generales necesarios a incorporar en el concepto de perfil amplio, como una de las principales transformaciones en el nuevo plan de estudio, se encuentra la gestión del conocimiento. En relación a la virtualización, exponen que, la transformación principal estaría en los nuevos roles que deben desempeñar los profesores y los estudiantes, como consecuencia de la generalización del empleo de la computación y las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC). Para la evaluación del aprendizaje, en el Plan de Estudio D, se enfatiza en que las evaluaciones frecuentes y parciales deben jugar el papel principal, así como incrementar los trabajos y proyectos de curso, integrando contenidos de varias materias siempre que fuese posible. Sobre la racionalidad, se plantea que los textos comunes a varios programas deben formar parte de un análisis, así como cualquier otro recurso susceptible de valoraciones similares.

Comienza, además, a partir del curso 2002-2003, la aplicación del modelo semipresencial, donde se determina que sería el libro de texto y la guía de estudio, los medios de enseñanza fundamentales para cada asignatura. El libro como un subsistema de la literatura docente, con independencia del programa de la asignatura, determina en la práctica el nivel de profundidad del contenido y con ello se establece una lógica que los estudiantes deben seguir en su trabajo independiente (Horruitiner, 2008). Consideraba dicho autor-quien en ese momento se desempeñaba como Director de la Dirección de Formación del Profesional en el MES- que si este aspecto quedaba a criterio del profesor, entonces podía suceder que éste se guiara por sus preferencias y no por el modo de organización del año y la disciplina en cuestión. Por ello resulta necesario asegurar la adecuada correspondencia de ambos con la literatura docente disponible.

En el marco de la Universalización de la Educación Superior se crean en cada CES los Puestos de Dirección del Libro, desde donde se coordinaba la distribución de los textos básicos hacia todas las Filiales Universitarias Municipales. En el curso 2010-2011 este equipo de trabajo pasa a llamarse Grupo de Texto, liderado en cada CES por el Vicerrector Docente.

En función de garantizar los medios necesarios y adecuados, accesibles a los miles de estudiantes que ingresaban a la Educación Superior, cada asignatura de la modalidad de estudio Semipresencial contará con un Sistema Integrado y Progresivo de Medios de Enseñanza que posibiliten el aprendizaje de los estudiantes, en el que el texto y la guía de estudio desempeñan el papel fundamental y esta última además una función articuladora entre todos.

Se considera determinante en esta etapa, en el proceso de formación del profesional, la aplicación de este Sistema Integrado y Progresivo de Medios de Enseñanza, en el que la literatura docente continúa siendo determinante en la transmisión y sistematización de conocimientos, desarrollo de habilidades y estímulo hacia la independencia cognoscitiva.

En el Reglamento para el Trabajo Docente Metodológico (Cuba. Ministerio de Educación Superior, 2007) se hace referencia al nivel de responsabilidad en los CES en relación al uso de los medios de enseñanza. En el artículo 131 se plantea que el principal responsable de un eficaz uso de los medios de enseñanza-aprendizaje (y dentro de estos se encuentra la literatura docente) puestos a disposición de los estudiantes es el profesor que imparte la asignatura, de ahí que ellos tengan la responsabilidad de evaluar de qué materiales se dispone y cuáles otros son necesarios elaborar internamente en los CES. Se tiene en cuenta el tema, además, en los artículos: 64 (funciones principales que realizará la Comisión Nacional de la Carrera), 68 (programa de la disciplina) y 74 (programas analíticos de las asignaturas).

Torricella, Lee & Carbonel (2008), se refieren a los tres niveles de desarrollo progresivos de los medios que se integran en función de la Educación Superior Cubana, documentos impresos (libro de texto, guía de estudio y bibliografía), documentos digitales (libros digitales, multimedias y videos) y plataformas educativas (integración de medios, trabajo colaborativo, comunidades virtuales). Enfatizan en que el medio fundamental continúa siendo el libro de texto impreso, digital o electrónico y que para lograr la articulación entre estos medios se requiere del empleo de las todas las posibilidades que brindan los actuales procesadores de texto.

Horruitiner (2008), refiere que la Educación Superior Cubana utiliza, para denominar el sistema de materiales bibliográficos a utilizar en una asignatura, el término de aseguramiento bibliográfico. Dicho sistema está integrado por el o los libros de texto considerados como básicos (edición y producción asegurada por el MES), otros libros identificados como complementarios, artículos de revistas, guías de estudio y otros materiales elaborados por los profesores y materiales en soporte electrónico. Mendoza (2010), refiere como aseguramiento bibliográfico: el conjunto de materiales impresos que se utilizan para la orientación y conocimiento de estudiantes y profesores, destacando, el libro de texto, manuales, enciclopedias, guías de estudios, apuntes y otras fuentes bibliográficas que cumplan con el objetivo de la clase.

En el 2008 comienzan a desarrollarse los Seminarios Nacionales de Textos, liderados por la Dirección de Formación del Profesional, con participación de todas las universidades pertenecientes al MES, en los que se discuten, analizan y toman decisiones en torno al tema de la planificación de la demanda de la literatura en soporte impreso. Se discuten, además, elementos relacionados a las disponibilidades actuales, medidas internas tomadas en cada universidad, uso de las plataformas interactivas en las redes de los CES, la valoración periódica con los estudiantes y los libros en exceso.

Desde hace más de una década la Dirección de Formación del Profesional del MES comienza a liderar la aplicación de un sistema informático para la planificación de la demanda de la literatura docente en soporte impreso, desde los planes bibliográficos por carrera. En sus inicios se le denomina TEXTSOL y actualmente con varias modificaciones incluidas, SOFTTEXT, en el que tienen participación directa, la Dirección de Formación del Profesional, Entidades Rectoras responsables de conformar el plan bibliográfico de sus carreras, las universidades adscritas al MES y la Editorial Félix Varela.

Este sistema automatizado permite simplificar y optimizar los procedimientos para el procesamiento de las diferentes informaciones que se requieren en la planificación de la demanda. Es responsabilidad de la Empresa Editorial Poligráfica Félix Varela (EEPFV) la edición, publicación y distribución de la literatura docente de las carreras de las IES del MES, en estrecha relación con las 12 industrias Poligráficas del Ministerio de la Industria Ligera (MINIL).

En el Área de Resultados Claves 1 (Formación integral del profesional de pregrado), objetivo 1 (Lograr niveles superiores de calidad en la gestión de la formación de pregrado en todos los escenarios educativos que favorezcan el desarrollo integral de los educandos y modos de actuación acordes con la ideología de la Revolución en la implementación del modelo de desarrollo económico y social cubano), a través del criterio de medida 9 (El 100% de las asignaturas cuentan con aseguramiento bibliográfico actualizado y de calidad, por diferentes vías, con énfasis en los libros de textos básicos de las carreras, en particular los correspondientes al currículo base) se evalúa el cumplimiento de las orientaciones dadas por el MES para garantizar la disponibilidad de literatura docente en cada carrera. A este criterio responde el modelo 223.100, donde se recoge cuantitativamente, del total de asignaturas de la carrera, cuántas cuentan con texto(s) básico(s) impreso(s) según el plan bibliográfico establecido, cuántas tienen materiales impresos (por otras vías) y los materiales digitales ubicados en la red.

Como una alternativa para articular desde diferentes escenarios el conocimiento generado en la universidad, se introducen cambios en la biblioteca universitaria, que necesariamente inciden en el proceso de formación del profesional y que implican el trabajo con la literatura docente en toda su extensión. Una biblioteca universitaria se caracteriza actualmente por: la integración de colecciones impresas, digitalizadas y virtuales; existencia de catálogos y bases de datos en línea; inserción de la biblioteca en proyectos de cooperación; uso intensivo de las redes; creación de plataformas virtuales para la inserción de los principales recursos de información; generación de servicios con valor agregado y de análisis de información y desarrollo de una cultura de información en el contexto universitario.

Como resultado de las constantes transformaciones que implican a la biblioteca universitaria, durante este último quinquenio está teniendo un fuerte impacto en Cuba, el desarrollo de los Centros de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación (CRAI), desde donde se fortalece el diseño de servicios de información que contribuyan al desarrollo de los procesos docente-educativo, investigativo y extensionista, en cada una de las carreras.

Hasta el curso 2013-2014 en el Documento Organizativo de la Universidad de Granma, se hace referencia metodológica a la literatura docente remitiendo al artículo 74 del Reglamento Docente Metodológico del 2007. A partir del curso 2014-2015, aparecen las orientaciones como, gestión metodológica del sistema bibliográfico, donde se menciona quiénes integran el sistema bibliográfico, elementos a tener en cuenta para la presencia de las asignaturas en la intranet y un procedimiento para la gestión de la literatura docente. En los cursos siguientes hasta el presente se ha mantenido este tratamiento bajo la denominación de trabajo con el sistema bibliográfico.

A partir del curso 2016-2017 algunas carreras inician la implementación del Plan de Estudio E, el nuevo modelo curricular propone otra perspectiva de enseñanza en la cual el estudiante gestiona su propio aprendizaje. El plan E es más flexible, pues entre otras facilidades, el currículo base se define solo hasta el nivel de disciplina y no de asignatura como sucede con el anterior modelo.

Como principales regularidades de la etapa se tienen que: las graduales transformaciones en los planes de estudio contribuyen a que en los diferentes currículos - desde cada disciplina - se atienda la actualización del sistema bibliográfico, dando la posibilidad al profesor de cada asignatura, de actuar consecuentemente con el sistema de conocimientos de esta, a partir de los diferentes documentos-básicos y complementarios-que permitan al estudiante consolidar los conocimientos adquiridos en el proceso docente-educativo. Implica, además, niveles cualitativamente superiores de virtualización y un sistema de evaluación más cualitativo e integrador, lo que supone desarrollar en el estudiante habilidades que permitan la eficiente gestión de sus conocimientos.

Se consolida el uso de diferentes soportes de información, con énfasis en los digitales y electrónicos, que permiten optimizar la información, recabarla, seleccionarla, ordenarla, manejarla y utilizarla en la construcción de nuevos conocimientos. Se analiza el tema de la literatura docente formando parte de un Sistema Integrado y Progresivo de Medios de Enseñanza.

La síntesis integradora del análisis histórico-lógico realizado, permite revelar como tendencias fundamentales:

Se inicia el primer período con el incremento en la producción y disponibilidad de libros de textos, que sustenta su orientación - de manera centralizada- a nivel de asignatura. Con la introducción de las TIC se diversifican los soportes para acceder a la literatura docente, pero aún bajo la concepción de modelos tradicionales, hasta llegar al último período en el que se considera como una necesidad que el estudiante participe de forma activa en la gestión de sus conocimientos. El lento desarrollo que ha tenido el tema, ha contribuido a que los niveles de satisfacción de estudiantes y profesores, al respecto, se hayan mantenido relativamente bajo, según los resultados de las encuestas de satisfacción aplicadas por la Dirección de Formación del Profesional.

En los planes de estudio A y B no se evidencian modificaciones en la forma de concebir la orientación de los libros de texto hasta el nivel de asignatura. Con el Plan de Estudio C se concibe su tratamiento a nivel de disciplina y se comienza el trabajo con los planes bibliográficos a nivel de carrera. En el Plan de Estudio D se potencia el uso de documentos digitales y electrónicos, que inciden directamente en la forma de concebir la literatura docente. En el Plan de Estudio E la determinación del sistema bibliográfico para las asignaturas de los currículos, básico, propio y optativo/electivo, es competencia de los colectivos de asignaturas y de las disciplinas, lo que constituye un avance respecto a los primeros planes de estudio.

La gestión del conocimiento a través del uso de la literatura docente en el proceso de formación profesional ha estado estrechamente relacionada a las transformaciones experimentadas en cada uno de los planes de estudios, cuya concepción marca su incremento progresivo desde 1977, así como a las transformaciones tecnológicas que se desarrollan en la Educación Superior. La introducción de cada nuevo plan de estudio -a partir del Plan B- ha traído consigo transformaciones en la literatura docente a utilizar en cada carrera, que en gran medida han sido el reflejo de la proyección de cada carrera del Centro Rector.

En los documentos rectores del MES se aborda el tema de la literatura docente con diferentes nominaciones: libros de texto (1961-1975 y 1976-1990), bibliografía básica y complementaria, textos básicos y complementarios (1991-1999), aseguramiento bibliográfico (2000-2018) se mantienen, además, las denominaciones de las etapas anteriores; sin embargo, su tratamiento en cuanto al uso no ha logrado que la satisfacción de los estudiantes alcance niveles superiores al 90 %, en la mayoría de los CES, evidenciado en las encuestas de satisfacción aplicadas cada curso académico desde 1998. Se considera, además, que los instrumentos aplicados para evaluar el tema, resultan insuficientes.

Conclusiones

El estudio de la gestión del conocimiento y su tratamiento a través del uso de la literatura docente tiene una implicación directa no solo en el desarrollo de la clase y en la realización del trabajo y estudio independientes, sino que a partir del uso de documentos en diferentes soportes, el estudiante incorpora a su práctica diaria habilidades para el tratamiento de información pertinente, de forma oportuna y eficiente, adquiere conocimientos esenciales y desarrolla habilidades necesarias para su futuro desempeño profesional.

No se puede considerar la formación de un estudiante universitario a través del uso de unos pocos documentos, de los cuales se controla su capacidad de reproducir textualmente su contenido o lo que el profesor explica en el aula. De receptor pasivo, el estudiante tiene que convertirse en un gestor activo de sus conocimientos, siempre inconforme, ávido de nuevos saberes, crítico, abierto al diálogo, capaz de establecer relaciones lógicas con los conocimientos previos y participar en la construcción de otros nuevos.

La existencia y desarrollo de la literatura docente en la Educación Superior Cubana muestra en cada período cambios discretos, adoptando nuevas formas, actualizando contenidos, afrontando e imponiendo nuevos retos, trascendiendo hasta la universidad del siglo XXI; sin embargo su tratamiento ha sido insuficiente, centrado fundamentalmente, en garantizar la disponibilidad de libros de textos en soporte impreso, independientemente de los diferentes planes de estudio por los que han transitado las diferentes carreras.

Referencias bibliográficas

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Received: January 09, 2019; Accepted: May 18, 2019

*Autor para correspondencia. E-mail: afigueredof@udg.co.cu

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