SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.15 número69La creatividad en la edad infantil, perspectivas de desarrollo desde las artes plásticasDemocratización del conocimiento en la Universidad de Cienfuegos con la utilización de software libre índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Conrado

versión impresa ISSN 2519-7320versión On-line ISSN 1990-8644

Conrado vol.15 no.69 Cienfuegos oct.-dic. 2019  Epub 02-Sep-2019

 

Articulo original

Importancia de la formación axiológica para el desarrollo sociocultural en Latinoamérica

Importance of axiological training for sociocultural development in Latin america

Enaidy Reynosa Navarro1  * 
http://orcid.org/0000-0001-8960-8239

Otmara Navarro Silva1 
http://orcid.org/0000-0002-0357-3192

Ariel Zaldívar2 

Yoiner Díaz Rodríguez2 

1 Universidad César Vallejo. Trujillo. Perú. E-mail: otmaranavarrosilva@yahoo.es

2 Universidad de Holguín. Cuba. E-mail: yoiner@ict.uho.edu.cu , yoiner@ict.uho.edu.cu

RESUMEN

Este trabajo analiza los principales retos socioculturales en América Latina y la importancia de la formación axiológica para superarlos. Advierte la necesidad de superar la problemática del analfabetismo, reforzar la educación axiológica en todos los niveles educativos; fortalecer la educación de la familia, mejorar la inversión económica en el sector educativo y trabajar en la recuperación de autoestima del docente, mediante programas integrales que le garanticen una estabilidad económica, laboral y familiar; necesaria para concentrarse en su labor formativa.

Palabras clave: Axiología; educación; desarrollo social; familia; equidad

ABSTRACT

This paper analyzes the main socio-cultural challenges in Latin America and the importance of axiological training to overcome them. It warns of the need to overcome the problem of illiteracy, to reinforce axiological education at all educational levels; strengthen family education, to improve economic investment in the education sector and to work on the recovery of teacher self-esteem, through comprehensive programs that guarantee economic, employment and family stability; necessary to concentrate on the formative work.

Keywords: Axiology; education; social development; family; equity

Introducción

La formación axiológica en el contexto latinoamericano se presenta como un reto complejo de largo aliento y como una alternativa educativa diferente, impostergable y decisiva para cambiar la educación de personas vacías, desesperadas e inauténticas; víctimas de la estandarización, la superficialidad y la intrascendencia; por una educación con nuevos valores familiares, sociales y culturales, a través de nuevas formas de gestión educativa contextualizadas que prioricen la formación axiológica en todos los niveles educativos del continente por constituir una necesidad regional que “suscita un gran interés social”. (Parra, 2003, p. 69)

Sin embargo, construir una visión sinóptica basada en un panorama educativo eficiente y con enfoque axiológico, desde el punto de vista teórico, metodológico y práctico; continúa siendo desafiante porque implica desaprender los paradigmas de la educación tradicional -que sustentan los procesos socioeducativos y psicopedagógicos en Latinoamérica- por nuevas formas educativas que permitan contrarrestar las actuales problemáticas sociales continentales.

Entre las principales problemáticas sociales continentales encontramos los problemas de relación dialéctica entre el mundo real, aparencial, virtual; la identidad real y la ficticia. La decadencia histórica del hedonismo humano ante los nuevos valores sociopolíticos de la modernidad occidental. La mercantilización acelerada y vacía del ser humano contemporáneo. El hegemonismo emergente del imago centrismo y su seudocultura que desplaza a la cultura escrita y la palabra viva en las relaciones interhumanas por modelos culturales ajenos y disonantes a la realidad objetiva. El empobrecimiento del pensamiento creativo ante las formas dominantes del pensamiento reduccionista y homogéneo que conducen a la aceptación acrítica y el conformismo existencial predominante en la seudoestética kitsch. La amenaza de los serializados, tipificados y encumbrados ideales normativos de belleza. La expansión universal de modelos culturales hegemónicos que someten las riquezas culturales locales, por ideales antropológicos y prefabricados de la época. Finalmente, la crisis de legitimidad histórica, base de los saberes humanísticos y sus modelos de comprensión de la realidad objetiva. Todas estas problemáticas, alertan sobre una situación sociocultural-regional que necesita un abordaje integral. En este contexto, el presente informe propone la formación axiológica como una estrategia pertinente para superar las situaciones mencionadas.

El objetivo de este trabajo es analizar la importancia de la formación axiológica en el desarrollo sociocultural de América Latina. Para ello, se analizan algunas de las definiciones que sustentan la importancia de la formación axiológica en la región, así como los principales retos y la pertinencia del abordaje axiológico para superarlos. Por último, se proponen puntuales alternativas de solución, sustentadas en la crisis social que genera el ethos cultural occidental y sus matrices axiales de sentido cristiana, humana, liberal, racional e histórica impuestas.

Los métodos utilizados fueron: el analítico, aplicado para deducir una situación o entorno que puede ser circunstancial o no. En este tema, permitió analizar la importancia de la formación axiológica en el desarrollo sociocultural de América Latina de una manera organizada y reflexiva. El descriptivo porque permitió establecer dependencias entre las variables vinculadas, apoyados en el conocimiento de la temática de los autores y las literaturas referenciadas probándose las hipótesis precedentes surgidas de este estudio. Asimismo, el histórico lógico que, al ser la emulsión de los métodos preconcebidos, permitió enmarcar el análisis de fenómenos y acontecimientos, dentro de un marco temporal histórico concreto.

Desarrollo

La formación axiológica, para que sea efectiva, debe formar parte de una política en espiral desde el Estado hasta las instituciones educativas, las cuales insertarán esta política, dentro de sus programas, rutas o modelos de estudio. Una vez allí, volverla prioridad y desarrollarla transversalmente; utilizando estrategias vivenciales donde el alumno, bajo la supervisión docente, se convierta en centro del aprendizaje de forma participativa y consciente. Se asume esta tipología educativa por su importancia para superar la crisis social conocida como crisis de valores. Según Corzo (2004), “la comprensión de esta crisis, en su sentido más profundo, es un requisito imprescindible para su superación”. (p.15)

De acuerdo con Urbina, Baldwin, Aranaga, Espinoza & Paredes (2005), la formación axiológica inicia de un “proceso de valorización”, donde los valores humanos son bienes universales inherentes a la nuestra de la persona, humanizándola a partir de la praxis social. Según Romero (2001), el proceso de valorización está orientado por las etapas siguientes: captar el valor, responder ante el valor, asumir el compromiso con los valores, jerarquizar los valores y caracterización de la vida.

Normalmente, la persona nace en un ambiente sociocultural que determina su desarrollo desde la familia hasta la sociedad en su conjunto. Significa que la influencia familiar guía los primeros años de dicho desarrollo. Es en la familia donde capta las incipientes nociones axiológicas y por transitividad inicia un proceso de desarrollo personal. También, el acceso a la educación con su encargo de “inculcar lo deseable y óptimo para el funcionamiento social, a través del desarrollo de actitudes y de la formación de conductas coherentes con la escala de valores personales”. (Gordillo Cervantes, 2017, p. 14), determina este proceso formativo. Asimismo, la sociedad, los medios de comunicación y las redes, unido a “factores tales como la educación familiar, las tradiciones, la idiosincrasia, la educación formal y las ideas y creencias” (Vicentela, Narváez & Velásquez, 2015, p. 54) regulan este proceso de captación axiológica.

En la medida en que la persona se adentra en la práctica de los valores, comienza a captar otros valores importantes que además de regular su desarrollo personal, se ensamblan a los ya captados en el entorno sociocultural. “Los valores interiorizados conforman la esencia del modelo de representaciones personales; además, constituyen el contenido del sentido de vida, y de la concepción del mundo; permiten la comprensión, la interpretación y la valoración del sujeto” (Arana Ercilla, 2006, p. 335). Indudablemente, todo este proceso ayuda a que la persona vaya desarrollándose integralmente y comience a tomar conciencia de su comportamiento social. Por tanto, el desarrollo alcanzado se manifiesta a través de actitudes favorables vinculadas con su proceder biopsicosocial.

Para Romero (2001), los valores no existen de forma aislada, sino jerárquicamente articulados en la unidad de cada persona. De forma aislada podría decirse que todos son igual de importantes. Sin embargo, en la práctica “no solo concierne al valorar como acto, sino también al propio valor, que requiere un soporte” (Ferrer Santos, 2012, p. 80), ya que la persona elige o prefiere unos por encima de otros; y con ello, establece su valor o valores centrales. Asumir el compromiso con los valores, equivale a reconocer la importancia de los mismos y esta acción simplifica las brechas entre el pensamiento, la palabra y la acción; permitiendo que la persona se acerque a la congruencia y materializándose la jerarquización de los valores como evidencia de madurez axiológica.

Por último, si en la niñez-adolescencia-juventud, hay una captación integral de valores, la respuesta individual de cada sujeto debe corresponder adecuadamente a ellos. Sin embargo, ello no es garantía para un comportamiento esperado, porque la formación axiológica es multifactorial y “en la actualidad los valores éticos se están dejando a un lado y se reemplazan por otro tipo de valores que conllevan a desestabilizar la convivencia entre los ciudadanos” (González, 2016, p. 121). No obstante, cuando este proceso es favorable, o no es influenciado por antivalores propios del contexto sociocultural; persona y sociedad comienzan a cambiar paulatinamente.

De acuerdo a lo analizado, en Latinoamérica la formación axiológica es deficitaria y, según los resultados actuales; los esfuerzos desplegados para fomentar este tipo de educación, son infructuosos porque todavía tenemos que lidiar con la progresiva proliferación de la delincuencia en todas sus formas como resultado del desamor al semejante y una alta tendencia a la desidia existencial o anomia social que se percibe cuando la persona se acostumbra a convivir con el mal proceder, sumiéndose voluntaria o involuntariamente en una forma de inmovilismo existencial donde flagelos aborrecibles como el amoralismo, cinismo, y nihilismo, son percibidos como hechos naturales o endémicos. Esta situación trastoca el equilibrio social y ponen en crisis la sostenibilidad social.

Según Elías, Walder & Portillo (2016) aunque en los últimos años el panorama educativo de América Latina ha mejorado, a partir de la implementación de nuevas políticas educativas que incluyen inversión, capacitación docente y gestión educativa, quedan algunas brechas por resolver, como contextualizar la labor educativa para que los alumnos, independientemente de su condición étnica, puedan acceder a una educación de calidad. Por tanto, amerita invertir en la formación o actualización pedagógica. Esta actualización aplica para todos los centros educativos, desde la educación inicial a la superior.

No obstante, nunca hubo un tiempo en que los valores se vivieran a pleno pulmón y orientarán las opciones reales de la gente en forma definitiva. Creerlo lo contrario rozaría lo utópico porque es imposible vivir los valores a cabalidad en una sociedad donde la práctica de antivalores es cotidiana. Sin embargo, es importante dilucidar que las personas y las sociedades sí pueden comprometerse más con la práctica de los valores como base del gran cambio que se necesita gestionar hoy en América Latina. Vexler (2004), precisó por un lado que la educación es factor de reducción de desigualdades y sustento de la construcción de caminos de progreso. Y por el otro que imaginar el mañana implica la tarea de educar desde hoy.

Los esfuerzos, de todo tipo y alcance, hechos hasta hoy para implementar una educación axiológica de calidad en América Latina, son insuficientes, desacertados e improductivos; que incluso ha descuidado aspectos sustantivos como la “relación pobreza-educación de población que se concentra principalmente en zonas rurales, lo que representa dificultades adicionales a la expansión de la educación formal, para poder satisfacer las necesidades de acceso con equidad y posibilidades reales de desarrollo para todos” (Escribano Hervis, 2017, p. 4). Ante situaciones así, el tema axiológico continúa siendo una necesidad social que necesita solucionarse urgente.

Asumiendo los desafíos axiológicos del continente como complicados, amerita tomar decisiones urgentes. En primer lugar, invertir los recursos humanos y económicos necesarios en la definitiva erradicación del analfabetismo porque, aunque sus brechas han disminuido en países como Bolivia, Paraguay y Guatemala, todavía muchos países del continente conviven con este flagelo. Así, descuidan uno de los Seis objetivos de educación para todos a alcanzar el año 2015 previstos en Dakar (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, 2000): “Aumentar en 50 % de aquí al año 2015 el número de adultos alfabetizados, en particular mujeres, y facilitar a todos los adultos un acceso equitativo a la educación básica y la educación permanente” (p. 19), ya que la alfabetización “es la puerta de entrada para el aprendizaje a lo largo de la vida e incluye una amplitud de dominios, ligados al desarrollo de competencias básicas, que permiten al ser humano moverse en su contexto” (Infante & Letelier, 2013, p. 28) sociocultural signado por interacción socioeducativa esencial para el crecimiento axiológico. “Educar es poner en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido: es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente, hasta el día en que vive: es ponerlo a nivel de su tiempo”. (Martí, citado por Valdés, 2007, p. 147)

En segundo lugar, reforzar los sectores de educación y lograr que tanto instituciones privadas como públicas, en todos los estadios, alineen sus modelos educativos para superar las problemáticas socioeducativas regionales vinculadas a “la pobreza y la exclusión social, aspectos históricos, culturales, demográficos, así como la presencia coherente de las TIC en la escuela, y la manifestación que adquieren la formación y superación permanente del personal docente” (Escribano, 2017, p. 20). Con respecto a las TIC, los esfuerzos que se hacen hasta ahora para su masificación, según Chan-Núñez (2016), deben sostenerse, particularmente aquellos que abren un espacio a la interacción permanente de actores clave que actúan como sensores de lo que está sucediendo en el campo de la educación mediada por tecnologías.

Existe la necesidad de redefinir el perfil de egreso de los estudiantes de medicina de la Universidad Central de Venezuela con el objetivo de formar un profesional diferente. Acciones de esta naturaleza, ayudarán a mediano y largo plazos a erradicar “la creciente desconexión entre ciudadanos e instituciones -y con ello- atacar las grandes desigualdades, relacionadas con el origen socioeconómico, el género, o la localización geográfica, los bajos niveles de acceso a educación y competencias. Todas estas aseveraciones son clave para convertir la educación latinoamericana en un valioso espacio de formación axiológica que garantice la armonía social y la convivencia pacífica de todos los habitantes.

En tercer lugar, reforzar la educación de la familia, pero, ¿por qué la familia? Porque en ella inicia el proceso de valorización axiológica, porque es el espacio donde la persona comienza a vincularse con su rol social. Asimismo, porque “entraña relaciones determinadas por caracteres, comportamientos, principios, valores, costumbres, ritos, afectividades... En su seno los valores transmitidos a niños y adolescentes constituyen un proceso continuo y permanente” (Hernández, De Velazco & Robles Bastidas, 2016, p. 82). Al respecto, Doukh (2017), plantea que la realización de la persona se da dos planos: familiar y social. “En el plano familiar, mediante el alcance efectivo de las aspiraciones individuales en complementariedad familiar” (p. 562). En conclusión, es en la familia donde la persona comienza a desarrollar valores humanos como respeto, responsabilidad, honestidad, justicia, etc., los mismos que se convertirán en sus valores centrales y formarán parte de su proceder conductual.

En cuarto lugar, repensar la llamada enseñanza unisex. Martín (2014), explicó que la educación inclusiva es esencial si se quiere garantizar la formación integral de las personas; pues, un aula heterogénea prepara a los infantes para una futura convivencia normal y, además, favorece la igualdad social. En cambio, la educación diferenciada es discriminatoria y promueve antivalores que afectan la convivencia sana y sin tabúes. De esta manera, separar niños y niñas durante el proceso educativo no tiene lógica, si al final tendrán que integrarse a una misma sociedad y contribuir juntos en su desarrollo. Esta idea concuerda con otro punto rubricado los Seis objetivos de educación para todos a alcanzar el año 2015 donde se ha planteado: “Suprimir las disparidades entre los géneros en la enseñanza primaria y secundaria de aquí al año 2005 y lograr antes de 2015 la igualdad entre los géneros en la educación”. (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, 2000). Y también, con algunas de las conclusiones de Curieses (2017) quien afirma que la educación inclusiva “sitúa en el centro del debate psicopedagógico el hecho de que existen múltiples formas de ser y de identificarse que deben ser respetadas, porque brinda una nueva manera de pensar(nos) e identificar(nos), manteniendo las fronteras abiertas y evitando la exclusión” (p. 77). Igualmente, con las conclusiones presentadas en un estudio realizado por Herrera Acuña (2016) donde reconoce cuánto ha avanzado el Estado boliviano en un intento por “romper la brecha de exclusión existente entre sus mujeres y sus hombres, posibilitando un sistema educacional, no solo para la nueva cepa que está en formación, sino también, para reparar las falencias de alfabetismo e inequidad escolar existente desde antaño”. (p. 133)

En quinto lugar, la mayoría de los países latinoamericanos invierten deficiente dinero en el sector educativo, demostrando un desentendimiento que impacta negativamente en todas las esferas del desarrollo regional. Ante esta situación, urge invertir en la actualización y capacitación docente (sectores público y privado) y dedicar un mayor presupuesto para desarrollar la educación en sus procesos. O sea, para cubrir todas las necesidades económicas que demanda la escasez de infraestructuras, implementación, base material de estudio y capacitación docente: poniendo énfasis en las formaciones de competencias generales y específicas del personal docente, responsable de llevar adelante una educación axiológica de calidad. Sin embargo, la inversión financiera, como afirma Escribano Hervis (2017, p. 9), “no ha sido estable ni se ha comportado de manera eficiente; tampoco ha sido proporcional al aumento del PIB; aunque se aprecie un crecimiento de la inversión en educación, no lo hace al ritmo que se necesita”.

Por último, recuperar la autoestima de docente mediante programas integrales que le garanticen estabilidad laboral, reconocimiento moral y beneficios económicos congruentes con sus necesidades personales. Recuperar su autoestima genera resultados a mediano y largo plazos porque cuando una nación invierte lo necesario en la formación axiológica de sus ciudadanos, evita futuras inversiones millonarias en infraestructura para la seguridad ciudadana.

Conclusiones

El proceso de formación axiológica en América Latina, constituye un pilar fundamental para la formación de ciudadanos comprometidos con su generación y un camino impostergable para combatir las brechas socioculturales del continente. Asimismo, los logros que se alcancen bajo esta premisa educativa; impactaría la persona, la familia y el espacio sociocultural donde se desenvuelva. Del mismo modo, es esencial para combatir flagelos sociales latentes como la irresponsabilidad y desidia sociales que se aprecian consciente o inconscientemente ante conductas sociales aborrecibles que se vuelven virales y trastocan la lógica sociocultural.

Si los agentes educativos (especialmente los docentes), a pesar de esforzarse por formar axiológicamente a sus alumnos, no han sido adecuadamente formados para tal fin; no estarían en condiciones de gestar un cambio generacional. Por tanto, amerita diagnosticar su situación docente en función del cambio necesario. O sea, diagnosticar los vacíos de tipo pedagógico, social, axiológico, ético, cultural y social que limitan su desempeño y trazar las estrategias para revertir estas situaciones.

En el proceso de formación integral de la persona, además de la escuela, interviene la familia, la sociedad, los medios de comunicación (incluido internet), las tradiciones, las costumbres y la identidad cultural. Estos son espacios socioculturales donde las personas también captan muchos de los valores centrales que regulan su comportamiento social.

Para garantizar una formación axiológica que cambie la realidad social continental, se necesita inversión pública y privada organizada, que ayude a replantear los programas educativos vigentes y “mutar” a un nuevo discurso educativo inclusivo y sostenible que guarde estrecha relación “con las actitudes de empatía y no violencia, con los comportamientos éticos y políticos que tiendan al bien común y la solidaridad y con estilos de vida sencillos” (Silva, 2014, p. 11), donde la persona sea el pilar fundamental. De esta manera se podría evitar tanta juventud flotante sumida en la ignorancia. Y al mismo tiempo, dedicándose a actividades reprensibles que impactan negativamente el futuro, la familia, la sociedad, la cultura y la paz continental.

Urge el desarrollo de un nuevo modelo educativo axiológico horizontal, enfocado en contrarrestar la proliferación de múltiples problemáticas sociales como desigualdad, delincuencia, analfabetismo funcional, prostitución, consumo indebido de estupefacientes, tráfico de influencias, corrupción a todo nivel, nepotismo, clasismo, racismo, mimetismo social, regionalismo, clientelismo; así como cualquier forma de vida indigna contraria a la felicidad y la paz regional.

Referencias bibliográficas

Arana Ercilla, M. H. (2006). Los valores en la formación profesional. Tabula Rasa, (4), 323-336. Recuperado de http://www.redalyc.org/pdf/396/39600416.pdfLinks ]

Chan-Núñez, M. E. (2016). La virtualización de la educación superior en América Latina: entre tendencias y paradigmas. Revista de Educación a Distancia (RED), 48(1), 1-32. Recuperado de https://www.um.es/ead/red/48/chan.pdf Links ]

Corzo, J. R. F. (2004).Los valores y sus desafíos actuales. Buenos Aires: LibrosEnRed. [ Links ]

Curieses, P. (2017). Por una Escuela Inclusiva. Las Fronteras del Género. Revista Internacional de Educación Para La Justicia Social (RIEJS), 6(2), 63-79. Recuperado de https://revistas.uam.es/riejs/article/download/8592/8947 Links ]

Doukh, N. (2017). El buen vivir: una perspectiva axiológica. Ciências Sociais Unisinos, 53(3), 558-567. Recuperado de http://www.redalyc.org/pdf/938/93854911016.pdf Links ]

Escribano Hervis, E. (2017). La educación en América Latina: desarrollo y perspectivas. Actualidades Investigativas en Educación, 17(2), 1-23. Recuperado de http://www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1409-47032017000200355 Links ]

Ferrer Santos, U. (2012). Razón axiológica y práctica en Husserl. Veritas, (27), 77-95. Recuperado de https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-92732012000200004 Links ]

González, A. (2016). Formación en Valores Éticos: ¿Posibilidad o Utopía? Escenarios, 14(2), 120-128. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5757837.pdfLinks ]

Gordillo Cervantes, A. (2017). La educación en género, como formación de valores. Encuentro, (56), 10-19. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4619168.pdf Links ]

Hernández, G., De Velazco, J. J., & Robles Bastidas, O. J. (2016). Valores sociales en familias y escuela: discusión axiológica. Búsqueda, 3(16), 81-94. Recuperado de https://revistas.cecar.edu.co/busqueda/article/view/169Links ]

Herrera Acuña, M. F. (2016). Educación despatriarcalizada: clave para la ciudadanía de las mujeres. Ciencias Sociales y Educación, 5(10), 117-135. [ Links ]

Infante, M.I., & Letelier, M.E. (2013). Alfabetización y Educación Lecciones desde la práctica innovadora en américa latina y el caribe. Santiago de Chile: OREALC/UNESCO. [ Links ]

Martín, G. (2014).¿A favor o en contra de los colegios unisex Recuperado de http://www.guiadelnino.com/educacion/escuela-infantil-y-colegio/a-favor-o-en-contra-de-los-colegios-unisexLinks ]

Parra, J. M. (2003). La educación en valores y su práctica en el aula.Tendencias Pedagógicas, (8), 69-88. Recuperado de http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1012022Links ]

Romero, E. (2001). Valores para vivir. Alcalá: Editorial CCS. [ Links ]

Silva, E. (2014). La dimensión axiológica de la Cultura de Paz. Cultura de Paz, 19(61), 6-12. Recuperado de https://www.lamjol.info/index.php/CULTURA/article/view/1292/1117 Links ]

Urbina, E., Baldwin, C., Aranaga, D., Espinoza, Y., & Paredes, P. (2005). Crecimiento Personal: un proceso constante. Trujillo: Universidad César Vallejo. [ Links ]

Valdés, R. (2007).Diccionario del pensamiento martiano (4° ed.). La Habana: Ciencias Sociales. [ Links ]

Vexler, I. (2004). Informe sobre la educación peruana, situación y perspectivas. Lima: Ministerio de Educación. Recuperado de http://www.oei.es/quipu/peru/ibeperu.pdfLinks ]

Vicentela, L. A., Narváez, C. G., & Velásquez, M. (2015). Valores éticos y formación curricular en odontología. Acta Bioethica, 21(1), 53-59. Recuperado de https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_abstract&pid=S1726-569X2015000100007&lng=en&nrm=iso&tlng=esLinks ]

Recibido: 14 de Enero de 2019; Aprobado: 21 de Mayo de 2019

*Autor para correspondencia. E-mail: ereynosa@ucv.edu.pe

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons