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Conrado

versión On-line ISSN 1990-8644

Conrado vol.15  supl.1 Cienfuegos  2019  Epub 02-Dic-2019

 

Artículo original

La universidad de Cienfuegos ante los desafíos socioculturales del Siglo XXI

The University of Cienfuegos in the face of the socio-cultural challenges of the 21st century

0000-0002-1175-0128Carlos Lázaro Nodals García1  *  , 0000-0001-8773-0003Eugenia del Carmen Mora Quintana1 

1 Universidad de Cienfuegos “Carlos Rafael Rodríguez”. Cuba

RESUMEN

El artículo trata los desafíos que enfrenta la Universidad de Cienfuegos en el campo sociocultural, como parte de su accionar proactivo en el contexto de los nuevos paradigmas que impone el siglo XXI. Se exponen las principales operacionalidades de la cultura de esta época, los derroteros del conocimiento científico, la investigación y la innovación, relacionadas con las cosmovisiones del estudiante universitario de este siglo. Se informan las estrategias que desarrolla esta casa de altos estudios ante los desafíos específicos que se manifiestan en su contexto, entre el concierto de los que a nivel mundial enfrentan todas las universidades. Se recomiendan acciones para nuevos campos de trabajo a los que está abocada en el área económica, de innovación, investigación y desarrollo. A partir de los postulados de la Conferencia Mundial de Educación Superior, de acuerdo a las particularidades de la institución cienfueguera, se explica cómo se enfrentan los desafíos declarados en ella por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Palabras-clave: Universidad de Cienfuegos; educación superior; siglo XXI; desafíos; Conferencia Mundial de Educación Superior

ABSTRACT

The article treats the challenges that it faces the University of Cienfuegos in the sociocultural field, like part of its to work proactive in the context of the new paradigms that imposes the XXI century. The main characteristic of the culture of this time is exposed, the courses of the scientific knowledge, the investigation and the innovation, related with the mentalities of the university student of this century. The strategies are informed that develops this house of high studies before the specific challenges that are manifested in their context, among the concert of those that face all the universities at world level. Actions are recommended for new work fields to those that is met in the economic area, of innovation, investigation and development. Starting from the postulates of the World Conference of Superior Education, according to the particularities of the institution in Cienfuegos, it is explained how they face the challenges declared in the Conference by the United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization.

Key words: University of Cienfuegos; superior education; XXI century; Challenges; World Conference of Superior Education

Introducción

La Universidad de Cienfuegos Carlos Rafael Rodríguez, garantiza la formación integral y la superación sistemática de los profesionales que demanda la sociedad cubana, con calidad y pertinencia. Es una institución proactiva, que trabaja en la consolidación, desarrollo y promoción de la ciencia, la cultura y la innovación tecnológica, en correspondencia con las necesidades del desarrollo sostenible. En 1991 se crea el Instituto Superior Técnico de Cienfuegos (ISTC), el cual desarrolla un trabajo sostenido que fructifica en el fomento de un perfil diverso y humanístico. El ISTC que logra ser declarado como Universidad en 1994, constituye el antecedente de la universidad. En 1998, esta casa de altos estudios recibe el honroso nombre de Carlos Rafael Rodríguez.

Son hitos en la historia de la institución, la apertura por primera vez en el país de la carrera de Licenciatura en Estudios Socioculturales, en 1999. En el 2001 abren dos nuevas Facultades, la de Ciencias Sociales y Humanísticas y la de Informática, con la apertura de la carrera del mismo nombre. Se reciben estudiantes del Curso Preparatorio en Idioma Español, procedentes del Caribe en aquel momento. En el 2003, como parte de la Universalización de la Educación Superior, se crean ocho sedes universitarias, en los respectivos municipios de la provincia, con nuevas carreras de diferentes perfiles, con énfasis en las humanidades, la economía y agropecuarias. En el año 2010, se redimensiona la estructura y se crea la Facultad de Ciencias Agrarias, lo cual responde a la prioridad de la problemática agropecuaria del país.

Cuenta con centros de estudio para la organización de los procesos de formación de profesionales, postgrado, ciencia, innovación y extensión, que se vinculan con la comunidad. Tiene grupos de trabajo de carácter transversal a la estructura universitaria, por su interés estratégico y demanda social. Ha firmado más de 100 convenios internacionales con más de 25 países de todos los continentes. Existen 59 proyectos de investigación coordinados por la universidad, enfocados al desarrollo del territorio y con base en la innovación. Más del 80 por ciento de sus profesores ostentan la categoría científica de Máster o Doctor. La internacionalización en esta institución se caracteriza por la movilidad de estudiantes y profesores y la cooperación, a través de proyectos de investigación y la asistencia técnica exportada.

Desde la interdisciplinariedad en la dirección de sus políticas en ciencia y tecnología, tiene el imperativo de convertirse en protagonista del desarrollo intelectual y científico de Cienfuegos. Dar respuesta a las necesidades del desarrollo económico y social territorial con índices adecuados de calidad y pertinencia, según las necesidades actuales de la sociedad cubana. Pero algunos de los desafíos principales y las posibilidades de cumplir con los estándares que se esperan de las universidades del siglo XXI, según la Conferencia Mundial de Educación Superior, provienen de las dinámicas sociales y culturales en que está inmersa objetivamente la Universidad y ante los cuales hay que emprender nuevas formas de planificar, ejecutar y educar.

Desarrollo

Cuba tiene a la cultura como aspecto estratégico en la construcción de una sociedad justa y sostenible, y como plataforma ideológica para la construcción de valores instituidos. Son tres los elementos que caracterizan a la cultura actual: el predominio de la industria cultural sobre las formas tradicionales de hacer cultura ilustrada y popular, el desplazamiento de los consumos culturales a formas no presenciales y la disminución del papel de las culturas locales. Y la omnipresencia del audiovisual en los medios masivos de comunicación, añadiríamos nosotros. “La producción de cultura cambia su escenario de representaciones simbólicas, lingüísticas, cognitivas y normativas; de la tradición a nuevos códigos. Las formas de vida son ahora formas de consumo, que crean estilos de vida en procesos de reconocimiento/apropiación”. (García Canclini, 1990)

Este fenómeno propicia la contradicción escuela-consumo cultural. Entre los pilares de la universidad están el humanismo, la historia patria y universal, y los valores humanos. A ellos se opone una narrativa social de violencia, hipocresía, hedonismo lúdico y pseudocultura.

En este contexto la universidad se convierte en entidad de crítica especializada y centro de movilidad social. En esta modernización de la sociedad y la cultura intervienen actores y motivaciones diversas, es un proceso regional y fragmentado con racionalidades que se entrecruzan, y en las que se conjugan la creatividad endógena con la asimilación de dinámicas foráneas norteamericanas (Ravelo Cabrera, 2005).

Los estudiantes universitarios, como jóvenes que son, tienen una percepción de autonomía personal y una identidad individual más fuerte de la que en realidad poseen, tienen aspiraciones de emancipación y necesidades de experimentación que se realizan también en la exposición a variadas plataformas culturales. Esto los lleva a una inserción no conflictiva en variados contextos y espacios comunicacionales, sin cuestionamientos críticos en el orden personal e ideo-político. El presentismo, el relativismo, el todo vale, y la aceptación acrítica pueden ser el germen de una militancia incompleta, formal; y provocar una simpatía inconsciente con proyectos ajenos al trabajo educativo de la universidad.

¿Cuál es el contexto particular que tiene que enfrentar la Universidad de Cienfuegos, en medio del surgimiento de un nuevo paradigma cultural? Lo primero es una comprensión profunda del asunto por los docentes y líderes institucionales. La Conferencia Nacional del Partido Comunista de Cuba (PCC), en su objetivo 56 indica: “intensificar la atención a las instituciones educativas como centro de formación de valores… Potenciar el amor a la Patria, al trabajo, la educación cívica, moral y estética”. (Partido Comunista de Cuba, 2013). El fortalecimiento de la educación y la capacitación para enfrentarse a las fuerzas que intentan imponer la frivolidad, el mal gusto y la ignorancia; son factores garantes del equilibrio de la Nación.

La ausencia o deficiente concepción de acciones que fomenten la educación del gusto, la apreciación artístico-estética, la elevación de la cultura general, así como el posicionamiento crítico y científico, facilitan la efectividad de los mensajes intencionados. La universidad es un contrapeso valorativo al nihilismo y la pseudociencia, es la institución legitimadora del saber por antonomasia, desde el nivel territorial hasta el nacional. Debe propiciar una cultura ética-estética, el conocimiento de las normas estéticas establecidas por la sociedad, favorecer el desarrollo de las relaciones interpersonales, la espiritualidad; un ambiente y un comportamiento estético engendran personas éticas y virtuosas.

Los jóvenes perpetúan o cortan la reproducción intergeneracional en diversos órdenes, sobre todo el cultural. Son una pieza fundamental en la relación educación - empleo, en la inserción en la sociedad de la información, la autonomía económica y la emancipación habitacional, la constitución de nuevas formas de familias. La juventud cubana vive hoy con mayor intensidad que el resto de la población. Aunque están en la plenitud de sus potencialidades físicas e intelectuales, experimentan una serie de tensiones que tienen que ver con la inclusión social y su empoderamiento. Tienen cada vez más destrezas y/o competencias y menos opciones de autonomía.

Tienen la capacidad de desplegar relaciones interpersonales, profesionales y sociales que a los adultos les resulta más difícil establecer. Esas relaciones alcanzan lo inmediato y la interacción a distancia. Portan valores y destrezas nuevos, conciben proyectos más sofisticados, en lo personal y profesional. Tienen mentalidades más dúctiles y en vez de la ubicuidad, son partidarios de la movilidad, la experimentación y el cambio. Han aprehendido sin conflictos la operatividad postmoderna. Es por eso que tienen expectativas superiores que las de sus ascendientes. Sus conductas se desligan cada día más de los patrones tradicionales.

En el ámbito pedagógico, prefieren los métodos de enseñanza que incorporan las tecnologías de la información al proceso educativo, en todos sus niveles y modalidades. Tienen necesidades educativas que no pueden ser satisfechas por la educación restringida o clásica, vertical y unidireccional, que no satisface las novedades que surgen en sus vidas privadas y profesionales. Por eso la universidad debe tomar en cuenta sus conductas humanas, la construcción de sus realidades, lo que los estudiantes dicen y hacen, el modo en que definen su mundo, y se autoproducen socialmente en sus prácticas socioculturales. “La relación entre calidad de la educación y nivel cultural de los estudiantes universitarios, no puede explicarse hoy sobre bases completamente racionales, ya que inciden procesos complejos que delatan subordinaciones, pertenencias e identidades”. (Nodals, 2017, p.21)

La vida universitaria en Cuba transcurre bajo la hegemonía del pensamiento neoliberal, que se ha introducido hasta en los métodos pedagógicos, y en otras áreas del conocimiento. Están afianzadas ideas y actitudes que fundamentan la ética de las relaciones entre las personas, y de éstas con la naturaleza; en el espíritu de la cultura capitalista. Se ha entronizado un pensamiento entre los estudiantes que destaca como valores la competitividad, la cantidad y calidad del consumo. Esta involución ética debilita las estrategias de trabajo educativo. Hay una adoración irreflexiva de la pseudocultura del entretenimiento y se nota en ellos el efecto de la dominación simbólica. Está creciendo el número de jóvenes que son ignorantes políticos con un vacío cultural.

¿Cómo superar hoy ese patrón de vida capitalista que, aunque no se ha generalizado en el ambiente social de Cuba, predomina muchas veces en sus mentalidades? Hay déficit de educación crítica, de un moldeo crítico de las subjetividades, no tienen comprensión del significado de los fenómenos sociales. Se vive un antagonismo entre lo microsocial y lo macrosocial, se declara una ética que no se practica. “Existe consenso sobre la necesidad de que las ciencias sociales recuperen la capacidad de identificar agendas temáticas nacionales alternativas a sus formas de hacer, vigentes durante largo tiempo, en correspondencia con las circunstancias que vive el país y el mundo”. (Fernández, 2011)

Los jóvenes tienen identidades poco consolidadas, fragmentarias, a veces cerradas, que contrastan con las dificultades para armonizarse con el resto de la sociedad, sobre todo con la población adulta y las figuras de autoridad. Existe una distancia que separa la cultura juvenil de la cultura de la escuela y respecto a otros grupos generacionales. “En un país abierto a las influencias externas, como es Cuba hace mucho tiempo, las instituciones deben preocuparse por conocer la realidad y adaptarse a ella, no pretender controlarla”. (Garrido, 2014). La Universidad tiene que enfocarse en transformar ese conjunto de imaginarios, signos, símbolos, mitos; determinados por los mecanismos de publicidad y promoción que invaden el espacio universitario.

Los docentes a cargo del trabajo educativo deben tener presente que los estudiantes tienen cuestiones existenciales sin respuesta, síntoma del rasgo distintivo de este tiempo histórico: la incertidumbre. 3 En el orden ético y moral, asistimos a la ruptura de la relación legalidad-legitimidad. La contradicción entre lo legal y lo legítimo impacta en los proyectos de vida, la socialización de la juventud y en su orientación ideológica, moral y valorativa. En el caso de la cultura individual, esta se seculariza, se pluraliza, y segmenta. Predomina un tipo de saber, que en otros trabajos hemos denominado saber-collage, que viene de fuentes distintas, no validadas, especulativas, fragmentadas, descontextualizadas. Contribuyen a la formación de una mentalidad especulativa y metafísica.

Se detecta una deformación del gusto estético y la apreciación artística, que operan en su vida cotidiana en una interpretación inexacta de la realidad social. El conocimiento menos que elemental con que arriban al primer año de sus respectivas carreras en cuestiones culturales y políticas, es caldo de cultivo para la incompetencia cultural, el desorden estético y la incapacidad de vivir la elevación espiritual de las obras de arte, sustituidas por las emociones fuertes y el escándalo. 4 Algunos acusan dificultad o incapacidad para una socialización efectiva con los ascendientes y con figuras de autoridad. Se considera que esta es una fuente (entre otras) del debilitamiento del control de los padres y la familia sobre ellos. La aspiración común de los jóvenes, de carácter directriz en sus sentidos existenciales, es la necesidad de emanciparse (Nodals, 2017).

Aquí arribamos a un punto crucial del análisis. Estos elementos descritos traen como resultado que la universidad está dejando de ser el lugar de legitimación del saber por antonomasia, el de más autoridad, debido a esa multiplicidad de saberes que circulan por otros canales, descentralizados y caóticos. De aquí emana un desafío fuerte para el sistema de la educación superior y para la formación de profesionales competentes y humanistas. La creación de proyectos de vida, la jerarquización de motivos, el establecimiento de núcleos de valores; es extrínseco, se está resolviendo en base a influencias culturales. El crecimiento de la cultura digital en la vida de los jóvenes, crea nuevos procedimientos cognitivos, conecta con otros lenguajes y forma grupos sociales. Surgen nuevos mapas mentales, diferentes a los que por décadas determinaron la enseñanza y el aprendizaje.

Entonces el abordaje de estos desafíos tiene que hacerse de forma integral y transdisciplinar, como una filosofía educativa y no como una simple metodología. Aceptamos que esta es la forma más recomendable, porque los jóvenes están siendo impactados también por otros problemas que no están en el campo de la enseñanza universitaria. Dificultades para lograr la independencia económica, necesidades insatisfechas en el ámbito económico material, por ejemplo; una vivienda autónoma y todo el movimiento de problemáticas asociadas a dilatados ritmos de desarrollo económico-social y otras consideraciones que de forma paralela acentúan sus limitaciones e insuficiencias.

Únase a esto que los estudiantes en su estancia en la universidad sienten que sin un futuro desplazamiento migratorio campo-ciudad, periferia-centro, ciudad de provincia-capital del país, no tendrán una inclusión socio-profesional en toda su plenitud una vez graduados. Ellos perciben la condición de habitante del campo, de una comunidad periférica, y en menor grado, de provincia del interior del país, como un fatalismo geográfico que los pone en desventaja a la hora de ejercer su profesión, en comparación con sus congéneres de las capitales provinciales o de la república. Sobre todo los que estudian carreras de arte, los medios de comunicación y las humanidades en general.

En la Universidad de Cienfuegos, las acciones educativas se planean como procesos dinámicos y flexibles en sus modalidades, estructuras, contenidos y métodos porque deben partir de los contextos sociales específicos expuestos. Desde este punto de vista, se enfatiza en la adquisición de hábitos de estudio e investigación individual, así como de juicio crítico, de suerte de propiciar el aprendizaje en que el alumno gestione su auto aprehensión cognitiva. Un elemento fundamental es el trabajo extensionista y de inserción en la comunidad como cimiento de las estrategias del trabajo cultural, artistas aficionados y colaboraciones con unidades del sistema de la cultura.

En este sentido, la Conferencia Mundial de Educación Superior aboga por un nuevo compromiso social de la ciencia, que debe tener entre sus factores fundamentales la armonía con la naturaleza, la cultura, la conciencia social y la inteligencia colectiva. Asimismo, afirma que “deben contribuir a la recuperación y valorización de los conocimientos nativos o propios de las tradiciones culturales. Plantea que la diversidad de la cultura es un valor a preservar, y que las personas no sean ajenas a su medio social”. (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, 2019). La cuestión de la agenda de investigación se relaciona directamente con la construcción de una cultura de paz, informar y debatir en la sociedad, conocer y resolver problemas sociales y fenómenos naturales.

La Conferencia reconoce tres dimensiones de la educación: la dimensión ética y cultural, la dimensión científica y tecnológica y la dimensión social y económica. La Universidad de Cienfuegos es abanderada de la experiencia del Colegio Universitario, que prepara a los estudiantes de duodécimo grado antes del ingreso efectivo a la casa de altos estudios en aspectos como la inserción en el ambiente universitario, el conocimiento de las líneas de investigación, de la cultura organizacional de la institución, de la ética, rigor, exigencia y ambiente cultural universitarios, de los vínculos socioculturales con la comunidad adyacente y el trabajo de la institución en la resolución de las necesidades de desarrollo del municipio y la provincia.

Este accionar se extiende desde la Sede Pedagógica de la Universidad, a las escuelas de los niveles primario y secundario de la enseñanza primaria y secundaria. El vínculo con los docentes del territorio es sistémico y tiene sus puntos culminantes en los cursos de postgrado y diplomados que responden a los retos que van surgiendo en el análisis y control del trabajo metodológico en esas instancias. Se busca el perfeccionamiento integral de la enseñanza. Un niño que no ha recibido durante su infancia y adolescencia una educación adecuada, al llegar a la universidad, muy poco podremos hacer por ellos; “sobre todo si no se cuenta con un sistema de educación superior que priorice el desarrollo, no sólo de la inteligencia intelectual sino de la inteligencia emocional”. (Orozco Alvarado & Núñez Martínez, 2015)

Sostenemos que el eje estratégico en el enfrentamiento a estos desafíos es la aplicación en todo momento del método científico. Comprender que hay una relación dialéctica y objetiva entre ciencia y cultura.

El principal activo de un resultado científico, sea en pedagogía, en ingeniería, en cultura física, en comunicación social; es promover en el país una cultura de la racionalidad y el rigor, del análisis crítico y objetivo, del estudio permanente, del debate serio, de juicios basados en evidencias verificables (Rodríguez, 2019).

Esto necesita de un sistema de control interno, institucional, de la ciencia y de los resultados científicos. En este punto es fundamental referirnos a la producción de documentos científicos de la institución.

De nada sirven los nuevos conocimientos que no se publican y confrontan con quienes los deben verificar, confirmar y utilizar. La producción de nuevos conocimientos, de ciencia, se mide a partir de su publicación, de los documentos científicos citables, que se pueden consultar. Cualquier entidad que invierte recursos para que se produzca sabiduría, nuevos descubrimientos, tecnologías, innovaciones, necesita la constancia escrita y contrastable de lo que se obtuvo para justificar su inversión (Montero, 2018). El principal desafío en este rubro se presenta en el déficit de artículos en inglés en las revistas que publica.

Por esta razón, la Universidad de Cienfuegos potencia su consejo científico, y fortalece sus vínculos con sociedades científicas y asociaciones profesionales, consejos técnicos asesores de los organismos centrales y la Academia de Ciencias de Cuba. Sin embargo, no es práctica de la institución cienfueguera la consulta a consejos o comités de expertos independientes. Igual sucede con las spin off, iniciativas empresariales promovidas por miembros de la comunidad universitaria, que basan su actividad en la explotación de nuevos procesos, productos o servicios a partir del conocimiento y los resultados obtenidos en la propia Universidad. La investigación aplicada es la base de estas empresas, su importancia está en el desarrollo de nuevas tecnologías, la creación de empleo, la generación de alto valor añadido en la actividad económica y el aporte al desarrollo local.

Es válido aclarar que las spin-off han sido una práctica desconocida en las universidades cubanas. Pero con la aprobación de la Constitución del 2019 y la actualización del modelo económico cubano, se están realizando estudios para legislar sobre la implementación de las spin-off en el sistema de educación superior de Cuba. La Universidad de Cienfuegos se siente obligada a fortalecer sus potenciales humanos y capacidades de conocimiento en consonancia con los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución y en el Plan de Desarrollo Económico y Social para el 2030. El desafío está en ser de las primeras en el país que implemente las spin off en sus políticas de ciencia, tecnología e innovación. Formar personas, ampliar el conocimiento, conectarlo a todas las actividades sociales, es una condición imprescindible para el desarrollo nacional y local.

Estos cambios encuentran en la Universidad Carlos Rafael Rodríguez de Cienfuegos, un claustro y un equipo de dirección con la preparación profesional para ser pioneros en su implementación. Ante un mundo en proceso de cambio, una educación superior insertada en las dinámicas más actuales, aparece como la respuesta estratégica que dote a profesionales y educandos de las herramientas intelectuales y tecno-económicas que les permitan adaptarse a los fluctuantes requerimientos del mundo laboral. En medio de una cultura fragmentada o segmentada, la juventud se ha apropiado del progreso técnico y domina las nuevas tecnologías mejor que sus ascendientes, pero esto no se traduce necesariamente en avance tecnológico y desarrollo científico. La Universidad opera un sistema educativo de alta calidad pero no insufla todavía en los educandos una mentalidad innovadora y emprendedora.

Los autores consideran que el trabajo de la Universidad de Cienfuegos debe contemplar estrategias que fomenten una cultura de la investigación, de cuestionamiento de los paradigmas establecidos en la producción del conocimiento científico, de las formas de gestionar la ciencia como proceso social. Los estudiantes están enfocados en la obtención de un título de nivel superior que les permita obtener un empleo bien remunerado y una vida laboral según su orientación profesional. Incluso, reclaman la electividad de todas las asignaturas, las que perciben como un compromiso legal para acceder a una certificación. No hay una visión de innovación, aporte social y cambio en el know-how de la profesión. Actualmente los Consejos Científicos Estudiantiles están implementando tareas para cambiar este estado de cosas, reto difícil, porque implica una transformación de la cultura organizacional.

Sin embargo, advertimos, que la inserción en los nuevos espacios económicos tienen que dar atención preferente a la formación cultural de sus recursos humanos del más alto nivel, a la cultura general integral, al desarrollo científico, al progreso técnico y a la gestión de información, todo lo cual significa priorizar la calidad de la docencia, la ciencia, la tecnología y la investigación. Ahora bien, la Universidad de Cienfuegos, para educar en esta nueva mentalidad, tiene que incidir en los niveles precedentes de enseñanza: en la educación primaria y básica. Se recomienda, incluso, asignar algunos contenidos, según las especificidades de esos niveles; cursos, círculos de interés, entre otros; que pueden contribuir a despertar el interés científico investigativo desde tempranas edades. Se daría cumplimiento al nivel proactivo de la Educación Superior. Se capacitaría tempranamente a los alumnos para actuar de manera eficiente y eficaz en una amplia gama de funciones y actividades cívicas y profesionales, sobre todo las más actuales y especializadas.

Ahí está un desafío mayor: la Universidad tiene que cumplir con los estándares de un mundo cada vez más sofisticado y tecnológico, post-tecnológico, diríamos nosotros. Nuevas costumbres y cosmovisiones plantan cara a la universidad. Los profesionales que graduamos no tienen que realizar tareas rutinarias, típicas de una cadena de producción fordiana, o que requiera gran capacidad de memoria. Eso lo hacen las computadoras, los robots, los sistemas expertos y las inteligencias artificiales. En los próximos diez años la mayoría de las actividades cotidianas simples serán ejecutadas por robots. Muchos oficios desaparecerán y se necesitarán nuevos conocimientos y competencias. Se requiere formar profesionales pensantes, críticos, con capacidad de aprender y con competencias profesionales adaptadas a las necesidades de hoy.

Los profesores que hemos estado en la docencia directa durante muchos años, detectamos otro desafío social que impacta de manera recurrente en la universidad cienfueguera. Los estudiantes tienen demandas socioeconómicas insatisfechas, necesidades educativas y tecnológicas, enfrentan problemas de salud, principalmente el estrés, tensión, ansiedad, presión para alcanzar las metas y el miedo al fracaso, en menor grado el consumo de alcohol y tabaco, embarazos no planificados, problemas de autoimagen; entre otros. Todas estas demandas ponen a los docentes ante la urgencia de aprender nuevas maneras de usar las habilidades que tienen y desarrollar otras nuevas. Se trabaja en el desarrollo de competencias comunicativas, manejo del estrés, pensamiento crítico, creatividad y cultura general integral.

Desde la Academia se ha teorizado e investigado cómo impacta la sociedad contemporánea en las universidades. Cuáles competencias son más urgentes y como se integran en la práctica a la dinámica productiva e innovadora. Se considera que estas deben responder a los cuatro retos fundamentales que plantea esa sociedad postmoderna a la Educación Superior: “el reto cuantitativo, el reto de la pertinencia, el reto de la calidad y el reto de la internacionalización” (Tünnerman, 2016). Discordamos con Tünnerman en el caso de la Universidad de Cienfuegos. Esta enfrenta lo cuantitativo y la calidad porque ha logrado avanzar en la internacionalización y su pertinencia territorial y nacional está probada con resultados tangibles.

La Universidad de Cienfuegos se enfoca en puntos estratégicos para los futuros profesionales que egresarán de sus aulas. Tiene capacidad de resolución de problemas que se presenten en la práctica laboral, desarrollo cultural y la conservación del medio ambiente. Y sobre todo, destreza técnicas y cognitiva para insertarse con eficiencia y eficacia en la producción de bienes y servicios. Precisamente el eje económico de la provincia de Cienfuegos es la producción de bienes, basada en la capacidad industrial instalada y la prestación y exportación de servicios de excelencia, fundamentalmente en el área de la educación, la educación superior, el deporte y la prestación de servicios de salud. Esto demuestra que la Universidad es el centro rector del desarrollo económico-social del territorio.

  • Ejercicio de juicio.

Ninguna universidad está inmunizada contra el error. Los paradigmas que controlan la ciencia en el siglo XXI conciben el conocimiento científico en estrecha vinculación con la cultura. No es solo tratamiento de problemas epistemológicos, filosóficos y éticos. La educación superior en este contexto potencia la relación conocimiento científico-cultura-sociedad, para actualizar toda fuente de saber. En cuanto a la pedagogía, la enseñanza universitaria tiene que abandonar la concepción unidisciplinar del conocimiento y aplicar estructuras académicas flexibles que promuevan la interdisciplinariedad y el autoaprendizaje por parte de los estudiantes. Esa es la esencia de la educación del futuro.

La Universidad es el lugar de producción del saber científico de más alto rango en un país. Tiene que prepararse y preparar para enfrentar las áreas de incertidumbre que genera el desarrollo social. Incertidumbres que han aparecido en las llamadas ciencias duras y en las ciencias sociales. Tiene la urgencia de formar ante todo ciudadanos, profesionales éticos, que trabajen desde y por la sociedad a la que pertenecen, y por el planeta, ahí reside la sostenibilidad del conocimiento humano. La Universidad de Cienfuegos se encamina a convertirse en una institución bien ubicada en el contexto mundial, con las amenazas y las posibilidades inherentes, adaptada al ritmo de la vida contemporánea, a la región donde está enclavada y a la cultura de su país.

Conclusiones

Los desafíos socioculturales del siglo XXI que enfrenta la Universidad de Cienfuegos “Carlos Rafael Rodríguez” giran en torno a la pertinencia, la calidad y la internacionalización.

Estos desafíos, conducen necesariamente a transformaciones que afectan todo el quehacer de la institución y a los principios rectores de la Educación Superior Cubana.

Tales transformaciones deben plasmarse en el currículo, y ser generadoras de una operatividad que esté en consonancia con la cultura que portan los estudiantes universitarios del siglo XXI.

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La realidad se concibe más como un sistema inestable que como una certeza. Las leyes de todas las ciencias, incluidas las sociales, no expresan certidumbres, expresan probabilidades. Cambia la estructura del conocimiento científico. Es la era de las probabilidades en materia científica. El pensamiento mágico, la religiosidad, y el nihilismo sustituyen a los metarrelatos de la humanidad.

2 Rasgo existencial postmoderno, típico del grupo etario jóvenes, consiste en poner en la palestra pública, principalmente en las redes sociales, los entramados de la vida privada. No necesariamente elementos escandalosos, sino cualquier elemento de la vida cotidiana.

Recibido: 05 de Septiembre de 2019; Aprobado: 12 de Diciembre de 2019

*Autor para correspondencia. E-mail: clnodals@ucf.edu.cu

Los autores declaran no tener conflictos de intereses.

Cada uno de los autores participó en la búsqueda de información y conformación final del artículo

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