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Introducción
La formación de profesionales de la educación establece prácticas laborales en las diferentes instituciones de distintos niveles de enseñanza. Durante este proceso los estudiantes de Pedagogía se entrenan en técnicas para la orientación educativa, la tutoría y adquieren destrezas psicopedagógicas. En este contexto la tutoría de pares resulta una experiencia efectiva por la cercanía en edad de ambos miembros de la pareja. Esto provoca intereses comunes, responsabilidades compartidas y diversas integraciones de los tutores pares con sus tutorados.
El presente artículo surge debido a las coincidencias encontradas en las carreras pedagógicas de dos universidades latinoamericanas en cuanto al desarrollo de habilidades profesionales desde los periodos de práctica docente en instituciones dedicadas a la formación de bachilleres. La Universidad de Cienfuegos tiene entre sus unidades docentes los preuniversitarios de la provincia. Mientras que en la Universidad del Golfo de California los estudiantes realizan el bachillerato en la propia institución en el campus de la comunidad Hojazen, lugar que es utilizado para la práctica laboral del último cuatrimestre de la licenciatura en Pedagogía. En ambas universidades existe la necesidad de ser creativos e innovadores en la planificación de la práctica laboral de los pedagogos para impulsar los fines académicos, profesionales y personales de tutores y tutorados, mediante la tutoría de pares que ejercen los pedagogos a los estudiantes de bachillerato.
Desarrollo
La tutoría se enfocaba, en años anteriores, en resolver dudas de asignaturas; en la actualidad tiene una concepción más integral de carácter orientador, que incluye además de la vida académica y científica, expectativas sobre la vida profesional, social y personal. Al respecto De la Cruz, citado por Bustos-González (2018), define la tutoría como la relación entre un experto y un aprendiz. Una estrategia de prevención y apoyo, que se traduce en un esfuerzo cooperativo e involucra diferentes acciones.
La tutoría es guiar, hacer un seguimiento y apoyar el proceso formativo para que el estudiante personalice el aprendizaje, incorpore a su funcionamiento cotidiano las habilidades y estrategias adquiridas aplicándolas a las distintas situaciones con eficacia. La tutoría se convierte en acompañamiento, aprendizaje compartido, entendimiento, empatía, construcción de conocimiento y crítica. El tutor se constituye en el punto a partir del cual el tutorado puede construir un saber, redescubre, inventa, crea y recrea Girbau (1990) y Cid & Pérez (2006), citados por Revelés (2017).
La educación precisa cada vez con más fuerza, inculcar en los estudiantes habilidades para solicitar y trasmitir apoyo académico, convivencia, activismo social y adaptarse a los temas de interés personal de estudiantes y docentes. Para esto se necesita ofrecer diversos andamiajes por parte de psicopedagogos y/o tutores. Ambos deben desarrollar características personales como dinamismo, paciencia, perseverancia, deontología y empatía. Desde este enfoque el desempeño psicopedagógico y la tutoría comparten la responsabilidad de la orientación educativa no sólo para asignaturas específicas y rutas vocacionales, ambas opciones pueden incluir, aspectos éticos, de convivencia y temas de interés particular (Gradaille, González & López, 2019). Resulta pertinente entonces, que como parte de la formación psicopedagógica el futuro docente tenga ejemplos de tutores que combinen formas y vías actualizadas. Por ejemplo, integrar las sesiones presenciales con el uso de la virtualidad mediante el WhatsApp, correo electrónico, chat, moodle y otras plataformas telemáticas con el propósito de atender integralmente cada individualidad.
Por otra parte, el futuro docente puede desempeñarse como tutor par, de estudiantes de menor o igual nivel a él, interesados en recibir el servicio de tutoría. El entrenamiento como tutor par asegura la adquisición de responsabilidades, la sistematicidad en el estudio de ciertos temas contenidos de la tutoría, con lo que se aumenta la autoestima y los resultados académicos. Esto tiene aspectos coincidentes con el desempeño de la condición de estudiantes con suficiencia académica y alumnos ayudantes como valores agregados del servicio de tutoría.
En el caso de los estudiantes de Pedagogía, Psicología y Psicopedagogía como licenciaturas en ciencias de la Educación, la necesidad de desempeñarse como tutores entrena la principal función profesional de un buen educador: la orientación educativa. Al tener que planificar, ejecutar y evaluar tutorías individuales y grupales dirigidas a integrar diferentes aspectos de la formación de la personalidad de los tutorados, lo que constituye una intervención psicopedagógica. En este sentido, según Maillard (2016), el estudiante que actúa como tutor une su experiencia de estudiante con las experiencias que va obteniendo como docente novel.
La tutoría de pares es una forma de organizar el aprendizaje cooperativo que consiste en formar parejas de estudiantes que comparten y tienen relaciones parcialmente asimétricas (Lenis, et al., 2017), uno es mediador como tutor que orienta y se responsabiliza por enseñar, mientras el otro refuerza su aprendizaje, adquiere nuevos saberes o mejora su adaptabilidad y/o métodos de estudio, con la ayuda de una persona cercana en edad con intereses comunes. Entre los beneficios el estudiante tutor adquiere un dominio profundo de los contenidos debido a la responsabilidad que tiene de enseñarlos y el tutorado dispone de una ayuda ajustada a su individualidad que resulta pertinente y accesible. Resulta un proceso de aprendizajes compartidos, ambos miembros de la pareja fortalecen sus saberes y mejoran académicamente.
De acuerdo con Durand (2007), para que la tutoría de pares (o entre iguales) resulte una experiencia exitosa es necesario que el cuerpo académico de la institución educativa valore las ventajas que ofrece compartir la mediación pedagógica, organice el proceso de tutoría de pares y planifique cada detalle. Entre ellos si va a ser de rol fijo o intercambiable. Desde el inicio poner especial cuidado en la selección de las parejas, tener en cuenta estilos de aprendizaje, intereses y rasgos del carácter.
En este proceso adquiere una importancia vital la formación y asesorías que debe brindar la institución de forma permanente a los estudiantes en el rol de tutor (Lenis, et al., 2017) incluye la estructura de las sesiones, la demostración de diferentes tipos de actividades y tareas, la creación de espacios para realizar un diagnóstico que caracterice las potencialidades y necesidades propias y de otros, así como el crecimiento de la capacidad para la orientación y creatividad. Un aspecto clave es la adecuada orientación de qué deben hacer y cómo realizar la interacción entre ambos, generar confianza y disponibilidad para comunicar las dudas o situaciones e ir logrando la independencia de las parejas.
Para hacer más efectiva la tutoría de pares en el inicio pueden prepararse materiales que les permitan trabajar y conocerse hasta que la pareja se va ajustando a las necesidades e individualidad de cada miembro. Además, se precisa realizar seguimiento a la tutoría, no apresurar los resultados y dedicar tiempo a la observación del proceso para luego evaluar logros mediante trabajos finales y enterar a los estudiantes de sus calificaciones, avances, retrocesos o estancamientos.
Entre los resultados de utilizar la tutoría de pares están no solo el apoyo a estudiantes de reciente ingreso, sino también como actividad que potencia la adquisición de competencias básicas y genéricas, como la empatía y el liderazgo, fundamentalmente en los estudiantes que se desempeñan como tutores. La tutoría de pares “surge como una oportunidad de transmisión y adquisición horizontal del conocimiento, fomentando el trabajo autónomo de los estudiantes y ayudándoles a adquirir competencias que les serán útiles para afrontar diversos problemas a lo largo de sus vidas”. (García & Velasco, 2010, citados por Bustos, 2018. p. 120)
La tutoría de pares se presenta como vía efectiva para lograr la calidad de la educación (Ainscow, 1991; Stainback, 2001; Echeita 2006, citados por Durand, et al. 2015). Esta práctica aporta beneficios para los estudiantes y docentes en áreas académicas y no académicas. Produce resultados cognitivos y socioemocionales diversos; favorece el aprendizaje escolar y para la vida, mejora la autoestima, desarrolla habilidades sociales, entrena la competencia cooperativa y conductas solidarias, además puede ofrecer nuevos entornos tecnológicos y posibilita al docente compartir la mediación pedagógica.
La tutoría de pares se caracteriza por la cercanía de edad entre tutor y tutorado que favorece la comprensión, motivación por la tarea y desarrolla intereses comunes. Las carreras Pedagogía, Psicología y Psicopedagogía contribuyen al desarrollo profesional de la personalidad y a la motivación mediante el protagonismo y compromiso para conformar la identidad profesional pedagógica. La tutoría de pares ha sido utilizada para reforzar el aprendizaje, mejorar la adaptabilidad y pretende utilizar la cercanía de intereses y lenguajes para logra impulsar a tutorados y tutores pares.
El tema tiene seguidores y ejemplos en Cienfuegos, Cuba en espacios culturales, en el Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Carlos Roloff y en la formación de maestros; mientras que en la educación mexicana se utiliza para el manejo de niños y adolescentes de conducta difícil y como refuerzo al aprendizaje escolar y ambiental. A continuación, se mencionan algunas características de la tutoría de pares en el bachillerato y la formación de pedagogos. Las experiencias incluyen a la Universidad de Cienfuegos y la Universidad del Golfo de California.
En ambas instituciones dedicadas a la formación de profesionales para los sistemas educativos, resulta necesaria la formación psicopedagógica y el entrenamiento en tutorías, orientación educativa y profesional. Estos saberes se adquieren durante la carrera y se entrenan en la práctica laboral.
En la formación inicial la preparación de los estudiantes como tutores, tiene como fin cumplir los objetivos generales y de cada año académico, se realiza mediante el contenido de las asignaturas, el ejemplo de los tutores y distingue a este profesional la orientación psicopedagógica que realiza. Se enfoca la tutoría como servicio que avala la pertinencia social y la calidad universitaria.
En la Universidad de Cienfuegos los licenciados en Pedagogía Psicología durante sus últimos años en la carrera comparten experiencias en los lugares del desempeño profesional futuro (Gradaille, Contrera & Sánchez, 2019). En estas instituciones estudiantes universitarios y de las escuelas comentan anécdotas de la vida universitaria, se planifican entrevistas a profesionales experimentados de la carrera, visitas a centros donde se desempeñan profesionalmente egresados de la carrera y se realizan talleres vivenciales para incrementar el interés por la especialidad y otras. De esta forma se crean vivencias positivas que contribuyen a incrementar la motivación por la carrera.
Por su parte, desde la Universidad del Golfo de California, ubicada en Cabo San Lucas, Baja California Sur, México; los futuros licenciados en Pedagogía realizan sus prácticas durante el décimo cuatrimestre en el campus universitario Hojazen dedicado a la preparación de bachilleres. La orientación, como parte de la práctica laboral se realiza en áreas específicas como el aprendizaje escolar, la orientación vocacional, las habilidades para el cuidado del medio ambiente y el protagonismo juvenil. Ambas experiencias de prácticas laborales para futuros pedagogos en escuelas dedicadas al bachillerato entrenan mediante la tutoría de pares habilidades profesionales de los estudiantes universitarios y competencias docentes y para la vida en los tutorados.
Conclusiones
La formación de profesionales de la educación establece prácticas laborales en las diferentes instituciones educativas de distintos niveles de enseñanza. Durante este proceso los estudiantes de carreras pedagógicas se entrenan en técnicas para la orientación educativa, tutoría y adquieren destrezas psicopedagógicas. La Universidad de Cienfuegos y la Universidad del Golfo de California planifican las prácticas laborales en instituciones dedicadas al bachillerato. En ambas existe la necesidad de ser creativos e innovadores para encontrar los usos positivos de la tutoría de pares para impulsar fines académicos, profesionales y personales mediante la tutoría de pares.
