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Introducción
Azares, caminos que convergen, aniversarios transcurridos, traslucen no siempre con la misma frecuencia, pinceladas de hechos extraordinarios que, trascienden desde la magistralidad de un pensamiento, para convertirse en maravillas de lo esotérico. José Martí y su hijo José Francisco (Ismaelillo), Gonzalo Bermúdez (el maestro) y su grupo musical Ismaelillo: sólo bastaron unos pocos meses para que transcurriera el centenario (1881-1980) entre la idea del alma pura de un hijo y la purificación de una música para el alma.
A partir de las últimas décadas del siglo XIX las relaciones entre José Martí y su familia creada, comenzaron a dificultarse cada vez más debido a que su esposa e hijo “tan sólo pudieron compartir la vida aproximadamente 58 meses, o sea, unos cuatro años y diez meses de los 16 que tenía Pepito cuando Martí cayó en Dos Ríos. Él estuvo lejos de su amado Ismaelillo, por su entrega a la causa de la independencia de Cuba, once años y dos meses”. (Luzón, 2017, p.53)
Por otra parte las desavenencias con Carmen, su esposa, se hacían cada vez más frecuentes. En una misiva dirigida a su amigo mexicano Manuel Mercado, el 6 de mayo de 1880, Martí le comenta: “Carmen no comparte, con estos juicios del presente que no siempre alcanzan a lo futuro, mi devoción a mis tareas de hoy”. Martí (1985, p. 268) Motivo por el cual se separan. Sin embargo, es justo agregar que, durante el transcurso de la vida de José Francisco, Carmen siempre inculcó en él un gran amor y devoción hacia su padre.
Esta situación, creada por un desarraigo que no respondía precisamente a sentimientos, sino a compromisos, marcó profundamente a Martí. Es por ello que luego del fracaso del intento insurreccional de la Guerra Chiquita, con el cual numerosos patriotas cubanos procuraron levantar los ánimos tras el Pacto del Zanjón, Martí se establece temporalmente en Caracas. Para ese entonces ya había sido deportado a España, y años más tarde había fijado su residencia en la ciudad de Nueva York. Desde esta última urbe participó en los preparativos del mencionado plan insurreccional e iniciaba el que sería su novedoso proyecto nacional liberador.
Caracas, fue la tierra que selló la creación artística e intelectual de Martí, cuando atrapado por amores y desamores, añoranzas y sueños, escribe en 1881 su libro de poemas Ismaelillo, publicado al año siguiente en Nueva York. El distanciamiento de su patria, su esposa e hijo, fueron las razones que centraron el nacimiento de este libro cargado de amor; aunque, es a su hijo José Francisco a quien lo dedica. Parte de la dedicatoria, aquí se expone: “Hijo: Espantado de todo, me refugio en ti. Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud, y en ti.” (Martí, 1996, p. 6). Concepción que el maestro Gonzalo Bermúdez tomó y asumió, casi cien años después para la creación de su grupo Ismaelillo; paradigma de un proceso pedagógico de formación de valores éticos y morales de amplia dimensión, que logró consolidar en el tiempo, un proyecto humanista, lleno de bondad, nobleza y visión de futuro, mediante la aplicación de la música, la cual tiende a obrar sobre los hombres haciéndolos mejores.
Ismaelillo, proviene del nombre bíblico Ismael, hijo de Abraham y Agar. La etimología de esta palabra, es aún tema de discusión, sin embargo, existen coincidencias en cuanto a su significado, ser fuerte contra el destino. Es con este nombre con el que José Martí bautizó en su corazón a su hijo y es el conjunto de los 15 poemas que componen el libro, los que describen la más pura esencia de amor paternal que jamás se haya podido narrar. Ellos trasmiten dulzura, paz, ternura, no sólo como un brevario de amor paterno, sino de cómo Martí ansía sea su Príncipe enano (título de uno de los poemas). Otras son las poesías que también conforman y embellecen este libro, ellas son: Sueño despierto, Brazos fragantes, Mi caballero, Musa traviesa, Mi reyecillo, Penachos vívidos, Hijo del alma, Amor errante, Sobre mi hombro, Tábanos fieros, Tórtola blanca, Valle lozano, Mi despensero, y Rosilla nueva (Martí, 1996).
Esta obra de poesía, es declarada como la de mayor significación del modernismo en América. Martí no creía en el arte por el arte, sino que la poesía debería ser utilitaria, un catalizador social. Temáticas como la ausencia de amor por su hijo, la hostilidad hacia la vida moderna y el materialismo, la fe, la protección, el consuelo, y la inspiración; se presentan como un leitmotiv en el texto. Por otra parte, conferir al color blanco, el valor tradicional de pureza, castidad, perfección y belleza moral, es sugerir la eterna presencia del hijo y su influencia purificadora.
Pareciera que estas ideas expuestas, se extrapolaban en el tiempo. Los consejos hacia el obrar bien, la defensa de sus muchachos en cualquier circunstancia, así como el cariño y la exigencia constante formaron parte de la vida de los Ismaelillos de Gonzalo. Aunque increíble, hasta los colores se hicieron partícipes de estas analogías. Cuenta una de sus ex-integrantes que “el telón de fondo de la mayoría de los teatros es de color negro, igual sucede en los estudios de televisión, es por ello que, para que el grupo resaltara en cada actuación, el maestro pedía que nos vistiéramos de color blanco. Además, opinaba que el negro se hacía muy fuerte para niños y adolescentes, el blanco sin embargo le inspiraba frescura, juventud, limpieza en el escenario”. (I. Hernández Becerra, comunicación personal, 21 de mayo de 2011)
El compromiso y la convicción de no fallar ni en los momentos más difíciles acompañaron tanto al Ismaelillo de Gonzalo, como al de José Martí. Dos momentos cruciales marcaron la vida de José Francisco Martí y Zayas-Bazán. Uno, cuando todavía adolescente, e independizándose por sí solo de su familia materna, decide integrar las filas del Ejército Libertador a las órdenes del general Calixto García, y el otro cuando responde a una injuriosa misiva del periodista Ramón Vasconcelos, destacado por su servilismo a la oligarquía cubana. En la misma hace algunas referencias importantes:
Hace treinta años, a los diez y siete de edad, señor Vasconcelos, no usaba yo uniformes de galones dorados, ni sable centelleante, ni abultadas hombreras de oro, sino la guerrera y pantalón de mambí, mi machete paraguayo en la cintura y sobre el hombro izquierdo la bandolera en que llegué a ostentar las estrellas de capitán, y entre mis diplomas conservo con especial orgullo uno que tiene una nota firmada por aquel caudillo, que ostentaba en su frente luminosa la afirmación indeleble de su heroísmo, y que textualmente dice “por su heroico comportamiento sirviendo en el cañón dinamita en la toma de la ciudad de Tunas de Bayamo”, Calixto García… Tengo para mí, sin embargo, la satisfacción del deber cumplido; fe y esperanza en la utilidad de la virtud y en el mejoramiento humano”. (Barnet, 2018)
Sirva este último juego de palabras que pertenece a la dedicatoria que su padre José Martí le realizara en su libro Ismaelillo, para reafirmar su convicción patriótica, humana. La misma que el maestro Gonzalo Bermúdez utilizó como concepción de creación de su gran obra, el grupo musical Ismaelillo. El maestro, como todos le llaman a Gonzalo Bermúdez, decidió siempre al igual que José Francisco estar del lado del deber y no del que mejor sirve, cuando abandona sus estudios de Ingeniería Agrónoma en el Instituto Juan P. Carbó Serviá en La Habana, para responder al llamado de Fidel para maestros voluntarios en el Escambray, con solo 16 años de edad. Esos fueron los cimientos que encontró una fértil tierra para comenzar el abono de una semilla que ya había sido sembrada. Con un año más contaba el Ismaelillo de Martí cuando también se alistó para emprender la lucha. Destino, causalidades o casualidades que emergen sin siquiera provocarse.
A partir de ese día, de esa inusitada vocación por el magisterio de Gonzalo es que comienza esta historia, la cual marcaría pautas en la pedagogía cubana de todos los tiempos. La música desde entonces, fue su compañera y guía. Varias zonas de silencio, conocieron del trabajo de aquel joven profesor. En el Escambray fundó la primera coral de niños serranos, y luego pasó a trabajar en la zona de Juraguá en la provincia de Cienfuegos. Al poco tiempo pasó al municipio de Abreus, donde obtuvo con su coro el Primer Premio Nacional en Santiago de Cuba.
A la par de este trabajo se graduó de maestro en 1970, y consolida sus conocimientos que tan activos habían sido en la praxis a través de una empírea colmada de talento y deseos de hacer. El maestro se establece en la capital cienfueguera, y dedica su trabajo al fortalecimiento cultural de la comunidad de O’ Bourque, zona de pescadores, donde comienza a combinar la música con el hogar, la escuela y la comunidad. Luego se traslada al seminternado de la escuela primaria Julio Antonio Mella de la ciudad de Cienfuegos, y allí funda la primera banda rítmica que amplió los repertorios tradicionales. La inserción de la música popular cubana en sus interpretaciones, no sólo constituyó otro logro para el maestro, sino que rompía con los esquemas escolásticos que trazaban otros profesores de rutina en diversas instituciones educativas del país. Es significativo destacar que en este mismo plantel funda un coro polifónico con el que participó en el XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, sin embargo, la década venidera le traería al maestro una de sus más grandes satisfacciones: la creación de su gran obra.
Desarrollo
En febrero de 1980, el maestro pasa a formar parte del claustro de profesores de la escuela Capitán Pedro Romero Espinosa, ya que había solicitado por necesidades personales trasladarse a una escuela de una sola sesión. Según cuenta Gonzalo:
Esta era una escuela de nueva creación, que se formó con alumnos de otras dos escuelas y lógicamente el alumnado era en su mayoría niños difíciles, con desamor por la escuela y la familia ausentes en su mayoría a las necesidades de los procesos docente-educativo. Es entonces que preocupado por el poco tiempo para concluir el curso y los problemas de mis alumnos de quinto grado que no estaban preparados para vencer los objetivos del curso, comencé ya con la experiencia de centros anteriores, a vincular a todos los alumnos y maestros en el trabajo sociocultural con el objetivo de hacer que todos vinieran no solo a recibir su instrucción pedagógica curricular sino en busca de la estabilidad emocional que les proporcionaría el estar vinculados a actividades culturales, donde se realizaban como artistas y podían mostrarse ante sus familias y la sociedad como entes diferentes y de una vez, estaban empleando el tiempo libre en actividades positivas que le estaban enamorando de la escuela y sus profesores. (Bermúdez Toledo, comunicación personal, 12 de septiembre, de 2020)
En esta institución educativa la creación del maestro Gonzalo no fue menor. Enseguida formó coros, danzas, bandas rítmicas, dúos, tríos y todo conjunto que le sirviera de inspiración para su motivación. Por ello el maestro continuó alegando:
Los estudiantes asistían todos los días, incluyendo los fines de semana y noches a ensayar, ello posibilitó dar los repasos de asignaturas con falencias y así se elevó el proceso docente educativo para un final de curso exitoso en todos los grados. Pero llegó el periodo vacacional y no era prudente dejar que volvieran a su medio y perder lo logrado. Entonces se me ocurrió conformar una comparsa infantil para desfilar en el tiempo de carnaval por el barrio. Es entonces que en la Casa de la Cultura Benjamín Duarte se enteran de lo que estábamos haciendo y se personaron para apoyar el trabajo e invitarnos a participar en el Carnaval de Cienfuegos 1980. Así nos dieron telas y zapatos que con ayuda de los padres se confeccionaron los trajes y se presentaron durante todo el carnaval la comparsa Infantil de la Escuela Pedro Romero, primera de su tipo porque los que tocaban eran niños también, los mismos que integraban la banda de la escuela y la parte coreográfica integrada por todos los alumnos incluyendo los maestros que nos apoyaban en el cuidado y organización del trabajo. Así nuestra comparsa compitió en el carnaval y obtuvo premio. Pero acabó el carnaval y se daba la misma situación. Es entonces que se me ocurrió proponer a los alumnos más difíciles hacer un grupo musical. (Bermúdez Toledo, comunicación personal, 12 de septiembre, de 2020)
Surgía de esta forma, la idea de creación del Ismaelillo. Para ese entonces el maestro y sus muchachos, necesitaban no sólo de una preparación especializada, sino de los instrumentos musicales para llevar a cabo tal propósito. En medio de esta situación, el maestro se entera que, a una orquesta de la Casa de la Cultura, que llevaba por nombre Melodías cubanas, le faltaba el pianista y director. De inmediato se presenta, y comienza a ensayar con ellos los fines de semana, ya que sus integrantes no todos eran de Cienfuegos y se hacía difícil reunirlos a todos. Sin embargo, el objetivo era poder disponer de los instrumentos para organizar el grupo musical que había prometido hacer a sus alumnos difíciles. Con respecto al día de fundación del grupo, el maestro comenta: “El 10 de octubre de 1980 como no había clases los llevé a la Casa de la Cultura para que vieran los instrumentos con los que haríamos el grupo musical. Cada uno escogió el instrumento que le gustó y por eso se marca esa fecha como la de fundación del grupo”. (Bermúdez Toledo, comunicación personal, 12 de septiembre, de 2020)
Sus primeras actuaciones, se realizaron en centros escolares, barrios, en festivales de artistas aficionados, chequeos de emulación, así como en conmemoraciones artísticos-culturales.
Ya conocidos como agrupación infantil fueron invitados al estudio de grabación de la EGREM. La musicóloga María Teresa Linares, además de fungir como productora de su primer LD Galaxia, realizó las notas del mismo. Los llamó como excepcional grupo de niños y denominó al maestro como modesto profesor de primaria. Y continuó expresando:
Este profesor Gonzalo Bermúdez Toledo, Vanguardia Nacional de Educación, después de analizar la vocación y condiciones de los niños para la música se dio a la tarea de organizar un grupo musical sin tener conocimientos de música.
Ideó un sistema mnemotécnico para que los niños pudieran recordar mediante su lectura los valores, alturas sonoras y tempo correspondientes; así como algunos detalles de matices y ejecución. Para ello utiliza la numeración de la digitación de los instrumentos cerrada en un círculo, los signos de minutos y segundos, las ligaduras, los puntos de picado y los reguladores usados en la lectura musical tradicional, así como signos convencionales para los sonidos lisos y tremolados. También les preparó los arreglos instrumentales para la composición del grupo: Trompeta 1ra, trompeta 2da, trombón, saxo alto, órgano, batería, tumbadora, guitarra y bajo eléctrico y algunos efectos de percusión. El trabajo con los niños incluye el de creación, ejemplo del cual es el número Baila mi palo de mayo creación colectiva donde incluyen elementos de la música de nuestro hermano pueblo nicaragüense.
Los resultados de este trabajo se evidencian en este disco. Las limitaciones que pudieran notarse en esta grabación se deben a las propias de su naturaleza infantil -ni formación del labio ni desarrollo del diafragma, necesarios para los instrumentos de viento y la ausencia de conocimientos musicales. Son niños que apenas rebasan la enseñanza primaria, que han ganado premios, lo que se traduce en alegría, sentimiento gregario, responsabilidad colectiva, niños que se sienten felices ante los éxitos continuados que tienen un amplio repertorio en todos los estilos de la música cubana, latinoamericano, infantil y moderna.
Estos niños han terminado una etapa experimental y se aprestan a recibir la enseñanza técnica musical junto con la enseñanza secundaria en la Escuela Nacional de arte, para con estas bases ser, en un futuro, un grupo de músicos eminentes como los que han salido de aquellas aulas para enfrentarse a concursos internacionales y ganar mayores méritos para su patria (Linares, 1985).
En 1986, tuvo lugar la serie televisiva La semilla escondida del realizador Lázaro Buría que obtuvo premio Caracol y fue una de las de mayor popularidad en el país. Al año siguiente el grupo Ismaelillo graba otro LD, bajo el mismo título de la serie. En notas de la contraportada el trovador y compositor cienfueguero, García (2017), expone: “Dijo Martí que una escuela es una fragua de espíritus y la sabiduría permanente de estas palabras pueden hacerse canto en el quehacer diario del Ismaelillo”.
Entre libros y bicicletas salen de la escuela a casa del maestro y allí, sobre el bullicio alegre de sus años, arman sus instrumentos como abren sus libretas en el aula. Se diría que la escuela viene con ellos. Así los vi cuando comenzamos este trabajo, y aunque los conocía, no fue hasta entonces que penetré en ese mundo de realidad y fábulas.
Gonzalo Bermúdez ha logrado a mi juicio lo más importante desarrollar, no solamente un grupo musical con buenos resultados en la aceptación popular sino un colectivo infantil preparado para la vida desde un prisma pedagógico que abarca una integralidad formativa digna de tomarse en consideración …lo prodigioso de este grupo ha sido el amor, la entrega y dedicación del maestro a sus alumnos para despertar en ellos más allá de la clase el interés de la entidad del tiempo libre en una de las labores más hermosas del hombre: el arte. Y con el desenfado propio del que desconoce fronteras técnicas, han logrado resultados palpables evadiendo con entrega y disciplina los escollos formales que aguardan el camino del éxito…el tiempo, ese incansable corredor de distancias, impulsa con soplos de Cupido el barquito de papel de sus primeros sueños; y, en ese viaje, tocarán puerto en diferentes zonas de la vida; la medicina, la construcción, el magisterio, el arte ¿por qué no? Pues aun cuando quisiéramos detenerlos con la gracia imborrable del encanto, sabemos que habrán de impregnarle a cada obra futura esa savia amorosa y colectiva con que han sido educados.
Propongo oír este disco con la misma fruición con que leemos la Edad de Oro, tal vez desempolvemos su música escondida (García, 1987).
El éxito de la joven agrupación conllevó la realización de giras por diferentes países como: España, Noruega, Finlandia, Holanda, Colombia, Francia, Ecuador y Bélgica; así como la participación en los XV Juegos Centroamericanos y del Caribe en República Dominicana, donde fueron condecorados con la medalla de oro por el presidente del comité Olímpico de esta nación. Entre sus reconocimientos destacan: Premio Nacional Rubén Martínez Villena; Gran Premio en el Festival de la Radio y la Televisión; Primer Premio del Festival de Canto Libre en Noruega; Premio de Educación Artística en IV Jornada Pedagógica Nacional; Primer Premio Festival Internacional de Holanda; Primer lugar en Evento Internacional de música en Madrid, España; Pequeños Gigantes de la Salsa en el Festival Internacional de Cali, Colombia; Orden al Mérito por la Cultura Cubana; Premio Caracol; Premio Nacional de Cultura Comunitaria; Premio Los zapaticos de rosa entregado por Fidel Castro Ruz, entre otros.
Su música se enalteció en diferentes escenarios del país y del mundo y compartieron con personalidades como el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, Raúl Castro, Vilma Espín, Juan Almeida Bosque, Carlos Rafael Rodríguez y primeros secretarios del PCC. Del mundo artístico, con músicos y agrupaciones como: NG La Banda, Celina González, La Aragón, Los Van Van, Juan Luis Guerra, Dissie Guillespi, Arturo Sandoval, Sonia Silvestre, Victor-Victor, Grupo Menudo, Frank Fernández, Elena Burke, Isaac Delgado, Omara Portuondo, entre otros.
Las generaciones de Ismaelillos que se han ido sucediendo, no tienen ni un principio ni un final, porque a ninguno de sus integrantes nunca les ha gustado tener un límite en cuanto a su estancia en el grupo, sin embargo, el maestro es quien decide de acuerdo al tiempo transcurrido, nombrar la nueva generación.
Conducir la 10ma generación en el arribo a los 40 años de creado el Ismaelillo ha significado un reto para cultura y la pedagogía cubana. Actuaciones del grupo se han extendido a lo largo de todos los rincones del territorio nacional o en cualquier otro país, en una fábrica, una escuela, en un hospital, en los parques, las plazas, un hotel, o una playa, en ocasiones para miles de espectadores, otras para un reducido grupo de invitados cubanos o extranjeros, que en el Ismaelillo han reconocido baluarte de la cultura nacional.
Algunas opiniones autorizadas, específicamente en el campo de la enseñanza y la pedagogía cubana, han expuesto sus criterios sobre este fenómeno. La doctora Lidia Turner comenta: “(…) cuando los escuché por primera vez me sorprendí por la maestría que demostraron con cada ejecución de los instrumentos (…). Pero luego cuando conocí su historia, todo lo que se escondía detrás de esa pasión, esa entrega diaria por la música, mayor fue mi admiración. Comprendí que dentro de cada ser se esconden maravillas, lo que hay que saberlas apreciar y sacarlas a la luz. Luego con La semilla escondida este concepto se hizo llegar a toda Cuba”. (Neninger, 2016) El profesor Eduardo Torres-Cuevas, por su parte cuenta: “Fui uno de los más grandes admiradores de la primera generación del Ismaelillo. Yo le seguí como oyente. Desde mi punto de vista este proyecto constituye uno de los fenómenos musicales y más que musicales, pedagógico, social, psicológico, más importante que existió en su momento. Lo que más me impresionó fue su significación por rescatar jóvenes con dificultades sociales, jóvenes que luego demostraron tremendas cualidades y una calidad enorme. Fue única su impronta pues logró tener una calidad a la altura de los grupos profesionales… Fíjate si la pegada de ellos fue tal que le llegaron a componer una canción al comandante y el la escuchó por ellos mismos”. (Neninger, 2016)
En vísperas del 40 cumpleaños de este proyecto celebrado el 10 de octubre del 2020, el maestro Gonzalo Bermúdez Toledo (Maestro) director del grupo musical Ismaelillo, accedió a una entrevista.
Maestro en el 2020 el grupo Ismaelillo arribó a sus 40 cumpleaños. Si tuviera que definir o caracterizar cada período por el que han transitado todas las generaciones de Ismaelillo ¿Cómo lo haría? ¿Cuáles serían las diferencias y a su vez las semejanzas que han marcado a cada uno de ellos? (Teniendo en cuenta que varias generaciones pueden haber pertenecido a un mismo período histórico).
(Maestro): A los años ochenta perteneció la primera y la segunda generación. Sin embargo, en los inicios de los noventa surge la tercera marcada por el período especial y antes de cerrar esa década vio la luz la cuarta y la quinta generación. Ya el siglo XXI trae consigo desde la sexta hasta la actual décima generación.
Lo que caracterizó siempre a los distintos períodos fue la necesidad de buscar soluciones a problemáticas psicopedagógicas y conductuales del alumnado en la escuela, así como la necesidad de aunar voluntades entre el hogar, la escuela y la comunidad. Por otra parte, existen etapas que siempre formaron parte de cada periodo.
Etapas
1ra-Descubrimiento, 2da-Búsqueda e investigación, 3ra-Desarrollo, 4ta-Multiplicación, 5ta-Aplicación.
La primera etapa está caracterizada por estudiar o analizar la problemática que afecta, que en este caso puede estar determinada por: el desamor por la escuela, la desunión familiar para con la escuela, el abandono pedagógico o los problemas de conducta.
A una segunda etapa desde un sentido muy poético, la pudiera comparar con la Siembra, determinada por esa constante búsqueda de las semillas y tratamientos para la propia siembra.
Ya en la etapa de Desarrollo, trato de seleccionar un estabilizador emocional como vía para emprender el proceso de recuperación y rehabilitación de los alumnos según sus necesidades. (el camino siempre fue las artes, y entre ellas, la música)
La cuarta etapa está definida a partir del desarrollo de actividades positivas para ocupar el tiempo de los alumnos y en estrecho vínculo con esta, vincular a todos los alumnos y al personal docente en la tarea como factor fundamental de la quinta etapa.
Ismaelillo surge en 1980. Con el devenir de los años cambia el imaginario de las sociedades, sus símbolos, el modo de comportamiento de los que la habitan, sus diversas maneras de ver la vida y por otra parte el contexto musical cubano se ha visto confrontado ante la inclusión de nuevas sonoridades. Ante estas cambiantes realidades sociales y musicales ¿Cómo esta agrupación ha podido mantener su esencia a lo largo de 40 años?
(Maestro): Ha sido por dos factores en lo fundamental:
Por la claridad de ideas en cuanto a qué es necesario inculcar a las nuevas generaciones para que se estabilicen emocionalmente y se cultiven en el desarrollo de un gusto estético que responda a las necesidades de la sociedad cubana.
El trabajo sistemático y el trabajo con la familia para el apoyo necesario en pos de las transformaciones psicopedagógicas y socioculturales. El amor y la exigencia.
Para el trabajo con niños, adolescentes y jóvenes como uno de los sectores más vulnerables y a su vez espinosos de la población, se necesita no sólo deseo, tesón, exigencia, sino mucho amor. ¿Cuál ha sido su método a seguir? ¿Cómo lograr que usted sea tan amado y a la vez tan respetado por sus alumnos?
(Maestro): La esencia de ese resultado nunca estuvo tan premeditado, pero asumo que se debe al estudio de las necesidades de los alumnos desde todos los puntos de vista, predicar con el ejemplo y educar a través del amor, el rigor de modo individual y colectivo. Puedo agregar también el estímulo constante a los resultados de los esfuerzos de los alumnos y la conversación incansable sobre cómo lograr ser mejores con apoyo en todo momento, siempre inculcando valores.
Todos sus alumnos, lo recuerdan no solo como un maestro sino como alguien muy especial que aprecian como a una familia. ¿Por qué?
Algunos conocen que usted es profesor de matemáticas, pero ¿por qué decide en los años ochenta escoger a la música para mejorar el comportamiento de sus estudiantes? ¿Qué de especial le vió a esta manifestación artística?
(Maestro): La música a diferencia de otras manifestaciones del arte se convierte en un estabilizador emocional donde se usan los dos lóbulos cerebrales, logra la abstracción del individuo y le produce estados de ánimos. Se ha comprobado que asisten más personas a un concierto de música que al de otra manifestación.
Existen algunas publicaciones que recuerdan el porqué del nombre de Ismaelillo, sin embargo, aún es por algunos, desconocido. Pudiera volver a acotar ese aspecto.
(Maestro): Cuando el grupo hace su primera presentación en la Casa de Cultura Benjamín Duarte de Cienfuegos en diciembre de 1980, el director de esta institución en aquel entonces José Raúl Pérez Machado (Bayolo), me pregunta que cómo se llamaba el grupo y le contesté que era el grupo de la escuela primaria Pedro Romero Espinosa. Enseguida me dijo que había que ponerle un nombre y él mismo propuso el nombre de Ismaelillo. Cuando se lo comenté a los muchachos les gustó y se aceptó. Después comprendimos la profundidad y el compromiso de llevar ese nombre.
¿Qué significado tiene (en lo personal) para usted entonces Ismaelillo? Ese título con el que José Martí titula su primera obra publicada de toda su producción poética y la que le dedica a su hijo a quien bautizó en su corazón con el nombre bíblico de Ismael, hijo de Abraham y Agar, por significar ser fuerte contra el destino.
La dedicatoria de Martí a su hijo expuesta en el libro Ismaelillo es la que usted siempre ha tenido como fuente de inspiración e hilo conductor del proyecto. Hijo: Espantado de todo me refugio en ti. Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud, y en ti (…) ¿Qué factores determinaron un mismo propósito entre José Martí y su hijo y el maestro Gonzalo con sus alumnos?
(Maestro): Siempre he estado convencido de que el ser humano puede mejorar, solo hay que convencerle, guiarle y ser constante en ese empeño. Por otra parte, Martí con respecto a su hijo planteaba que en él se refugiaba, y yo, que asumo ese rol de padre ante mis alumnos, en ellos me refugio y les junto para llevarlos a un plano superior de sus vidas y sentirme orgulloso de ellos, porque tienen derecho a ser mejores.
Usted ha contado con el privilegio de recibir felicitaciones y reconocimientos de la mano del Comandante en Jefe Fidel Castro. ¿Qué compromiso ha implicado que su grupo responda al legado de Martí y de Fidel, -los dos hombres que pensaron a Cuba-?
Su grupo ha respondido siempre a los pedidos y al llamado de la Revolución, de su Partido y Gobierno (actos patrióticos, tribunas abiertas en todo el país, conmemoraciones de gran arraigo político, etc.) ¿Tiene algo que ver esa tradición de lealtad a la patria, con la forma en que transcurrieron sus años de infancia y juventud?
(Maestro): Claro que tiene que ver. Mi padre perteneció a la clandestinidad por la que sufrió cárcel en reiteradas ocasiones y desde niño fue el ejemplo que tuve con una recia educación de gratitud eterna a los logros del proceso revolucionario. Además, tuve la oportunidad de contribuir a la Alfabetización dando clases a adultos en el Escambray en las noches. Durante el día fungía como maestro primario multigrado en la Escuelita de Montañas cito en Moñito, Jibacoa, que pertenecía a Manicaragua, antigua región Escambray, donde fundé la primera coral de niños serranos del país.
¿Qué requisito debe cumplir un niño(a) que quiera ser un Ismaelillo? Luego de transitar por el grupo ¿cómo le gustaría que caracterizaran a ese muchacho ya Ismaelillo?
Ismaelillo no sólo es música, es también educación. ¿Qué satisfacción siente cuando sus alumnos lo esperan para todos juntos sentarse a la mesa o cuando conjuntamente con el montaje de una canción, le enseñan sus notas satisfactorias de culminación de un curso escolar?
El repertorio del grupo Ismaelillo siempre ha sido muy variado, piezas cubanas, clásicos internacionales, infantiles, patrióticas, destacándose siempre el buen gusto y la defensa de nuestros más intrínsecos valores cubanos. ¿Cómo hoy logra con nuevas generaciones, continuar preservando ese repertorio?
La pieza Baile de Máscaras se convirtió en el tema que caracterizó a Ismaelillo. ¿Cuál es su historia?
(Maestro): La pieza Baile de Máscaras es una versión de un tema canadiense Le bal masqué -El baile de las máscaras- de la zona de Quebec, que escuché en el hotel Rancho luna de Cienfuegos, tema con el que terminaba la animación de los espectáculos que se hacían para turistas y que les sacaba a dar brincos porque es un tema tradicional de esa zona. Entonces hice una versión instrumental con otro ritmo, donde no se implicara el uso del texto en francés y solo usamos algunas palabras luego de su traducción al español. Con este tema los muchachos hacían juegos coreográficos e intercambiaban con ese público con el que tuvimos oportunidad de trabajar durante una temporada. Fue cuando me di cuenta que daba un final festivo y de intercambio con el público, y decidí dejarlo como cierre de cada actuación o concierto. Además, cuando se gestó la filmación del serial La semilla escondida en 1986, fue el tema escogido por el director Lázaro Buría como tema del mismo.
Ismaelillo nace en una ciudad moderna, marcada desde su tradición ancestral por un refinado gusto musical. ¿Qué de especial tiene y a la vez con qué retos convive esta agrupación en un sitio como este? ¿Se comporta igual el público en regiones del oriente de la Isla que en su propio Cienfuegos?
(Maestro): Afortunadamente y para asombro nuestro el comportamiento del público en todas las regiones del país y en todos los países visitados ha sido el mismo. El secreto: Ver niños o adolescentes haciendo cosas serias con el desenfado de quien no sabe profundamente lo que hace desde el punto de vista técnico-artístico.
¿Cómo desearía que se realizase un tributo de su Cienfuegos para la agrupación?
El proyecto Ismaelillo hoy se ha ampliado. ¿Qué ha incorporado el maestro en estos últimos años de las primeras dos décadas del siglo XXI?
El destino propició que usted fuera el hacedor de esta gran obra que ha trascendido las fronteras cubanas. Sin embargo, el camino no siempre ha sido de rosas. ¿Qué lección aprehendida le queda a pesar de incomprensiones e insatisfacciones que en determinadas épocas ha tenido que enfrentar?
¿Cómo soñaría los próximos 40 años?
Siempre el grupo contó con generaciones de relevo ¿aún se mantiene ese relevo asegurado de Ismaelillo?
El proyecto Ismaelillo ha formado parte de varios intercambios de experiencias en Cuba y otros países. Pudiera hacer alusión de ¿cómo se han beneficiado y enriquecido ambas partes en este intercambio?
(Maestro): En primer lugar, darnos cuenta que estamos en el camino correcto, de que las experiencias aplicadas en otros lugares de nuestro país o del mundo, pueden ser adaptadas, desde nuestra contribución, al desarrollo general de nuevas generaciones y por otro lado el enriquecimiento de conocimientos para asumir mayores y mejores retos en los resultados del trabajo sociocultural.
Si tuviera que recordar acontecimientos, fechas y personalidades significativas que han marcado la historia y el devenir del grupo Ismaelillo ¿Cuáles no dejaría de mencionar?
(Maestro): La primera presentación del grupo en diciembre de 1980, donde fueron aplaudidos por un público por primera vez que no era el de escuela; el estreno de la canción Feliz Día dedicada a nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro en el 7mo Congreso de la FEEM en el Palacio de las Convenciones, con su presencia; la conversación con Fidel en el Laguito luego de obtener el Primer Premio Internacional Pedagogía 1986, y la condecoración de Fidel a mi persona el 1ro de noviembre de 1996, en el Palacio de Convenciones con Los Zapaticos de Rosa.
¿Cuáles son los retos que tiene hoy el maestro y su grupo para los años venideros?
(Maestro): Propiciar la formación de profesores del propio proyecto para dar continuidad a la obra y `poder generalizar el mismo a otras provincias y municipios. Así como lograr un mayor apoyo institucional.
Ya adelantándonos a este sueño tenemos organizados un proyecto en Sancti Espíritus con más de 40 niños, adolescentes y jóvenes Espíritu de Ismaelillo, con características similares desde el punto de vista integracional y de resultado sociocultural.
Si Ismaelillo no hubiera nacido en un país como Cuba ¿qué de igual o diferente o hubiera sido todo?
Conclusiones
Luego de 40 años de sostenido trabajo del grupo musical Ismaelillo de Cienfuegos, se hizo necesario realizar un análisis al interior del mismo, para conocer desde un pensamiento martiano y creador los puntos en común, de inspiración y fundamento en los que se basó el maestro Gonzalo para mantener esta gran obra. Ello es reafirmado en la entrevista que se le realizara por motivo de tal aniversario.
Las coincidencias en el tiempo o las causalidades de la vida mostraron que casi al cumplirse un centenario de creación (1881-1980) dos extraordinarios hechos confluyeron en similitud de pensamientos e ideales: la creación del libro de poemas que José Martí dedica a su hijo José Francisco (Ismaelillo), y el surgimiento por Gonzalo Bermúdez (el maestro) del grupo musical Ismaelillo, este último bajo la concepción de la fe en el mejoramiento humano. Frase que toma el maestro de la dedicatoria que Martí le hace a su hijo en el mencionado libro de poemas.
Con solo 16 años de edad el maestro abandona sus estudios de Ingeniería Agrónoma para responder al llamado de Fidel para maestros voluntarios en el Escambray. Con un año más contaba José Francisco cuando decide integrar las filas del Ejército Libertador a las órdenes del general Calixto García. La concepción de no fallar a la patria fue la que enlazó a estos dos hombres.
El surgimiento del grupo Ismaelillo y su trascendencia en el tiempo demuestra la validez de un proyecto en pro de mejorar conductas, comportamientos y elevar la calidad de vida de niños, adolescentes y jóvenes.
