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Conrado

versión impresa ISSN 2519-7320versión On-line ISSN 1990-8644

Conrado vol.18 no.84 Cienfuegos ene.-feb. 2022  Epub 10-Feb-2022

 

Artículo Original

La interculturalidad: una mirada desde el enfoque cognitivo, comunicativo y sociocultural

Interculturality: a look from the cognitive, communicative and sociocultural approach

Andria Ismaire García Méjica1  * 
http://orcid.org/0000-0003-0112-8172

Ileana Rosa Domínguez García2 
http://orcid.org/0000-0001-7474-1600

1 Universidad de La Habana. Cuba

2 Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”. La Habana. Cuba

RESUMEN

El enfoque cognitivo, comunicativo y sociocultural (ECCS) que se utiliza en Cuba para la enseñanza de la lengua, ha tenido aplicaciones en otras áreas incluso no filológicas, con resultados demostrados en investigaciones. También, en la enseñanza de lenguas extranjeras, específicamente del español como segunda lengua (EL2). Sus bases teóricas en Vigotsky y Van Dijk, propician el análisis de su dimensión sociocultural en la relación social e intercultural que se establece entre estudiantes extranjeros no hispanohablantes, que emplean la lengua española como instrumento de comunicación, con los nativos. Ello facilita un aprendizaje más natural y auténtico de la lengua española. Es, desde estas consideraciones, que se hace una valoración de la interculturalidad desde la dimensión sociocultural del ECCS.

Palabras clave: Español como segunda lengua; enfoque cognitivo comunicativo y sociocultural; interculturalidad, sociocultural

ABSTRACT

The cognitive, communicative and sociocultural approach (CCSA) used in Cuba for language teaching has had applications in other areas, including non-philological ones, with proven results in research and also in the teaching of foreign languages, specifically Spanish as a second language (EL2). Its theoretical basis in Vigotsky and Van Dijk, favor the analysis of its sociocultural dimension in the social and intercultural relationship established between non-Spanish speaking foreign students, who use the Spanish language as an instrument of communication, and native spanish-speaking students. This facilitates a more natural and authentic learning of the Spanish language. It is from these considerations that an assessment of interculturality is made from the sociocultural dimension of the CCSA.

Keywords: Spanish as a second language; cognitive; communicative and sociocultural approach; interculturality; sociocultural

Introducción

La lengua es mucho más que un código abstracto y formal: constituye el medio, el reflejo y el molde de una serie de prácticas sociales y de estructuras mentales mediante las cuales se organiza nuestra identidad y nuestras relaciones con el mundo. Entre la cultura y el idioma de cada comunidad lingüística se dan unas complejas y profundas relaciones que el hablante interioriza y de las que muchas veces no es consciente.

La cultura, por tanto, mediatiza nuestras relaciones con todo lo que nos rodea, ya sean personas, ambientes. Es un filtro que se pone especialmente de manifiesto cuando los aprendices de una lengua extranjera se trasladan hasta un país donde se habla esta lengua.

Etimológicamente proviene del latín “cultus”, que significa cuidado del campo o del ganado; más tarde se atribuye también al “cultivo del espíritu”. Desde la época del iluminismo, la cultura ha sido asociada a la civilización y al progreso. Es decir, constituyen valores, actitudes, hábitos y estilos de comportamiento que la gente aprende de la comunidad a que pertenece; el conjunto de ideas colectivas acerca del porqué las cosas son como son, de cómo es la gente con diferentes características sociales, y de la forma en que actúan en diferentes situaciones.

Estos conocimientos resultan importantes para la interculturalidad (relaciones interculturales) en el aprendizaje de las lenguas extranjeras. Es el caso de los estudiantes no hispanohablantes de español como segunda lengua (EL2) en la Universidad de La Habana (UH), quienes ya han vencido los estudios básicos de idioma español y están insertados en el contexto universitario cursando carreras de diferentes especialidades.

Las relaciones que establecen con los nativos, obliga a actualizar su conocimiento del contexto sociocultural -en el que se habla la lengua meta-, y la capacidad para adoptar estrategias sociales apropiadas para los fines comunicativos. Ello refiere a las normas sociales y culturales.

Para el presente artículo se consultó el Council of Europe (2018), Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCERL) y los aportes de las investigaciones de Padrón (2017); Byram & Masuhara (2018); Jiao, et al. (2020); Achimova, et al. (2021); Leyland & Riley (2021); Picoral, et al. (2021); Singh, et al. (2021), por su abordaje de la formación lingüística y cultural del estudiante extranjero no hispanohablante que se forma en condiciones de inmersión. La bibliografía refiere los términos de segunda lengua Padrón (2017), cuando se aprende una lengua no materna en el contexto natural, en constante exposición y contacto con la lengua meta, por ser la lengua habitual de la sociedad en que vive. Es el término que se empleará: español como segunda lengua (EL2).

El contexto universitario es cultural en el cual se evidencian códigos no explícitos de la cultura meta que se filtran en cada acto comunicativo. Este conocimiento es importante, pues favorece la formación profesional del estudiante extranjero no hispanohablante que acude a las aulas universitarias, quien necesita del dominio del español para comprender los conocimientos académicos en los complejos textos de la carrera que estudia, y su implicación en el contendio cultural de cada carrera. A la vez, debe relacionarse con sus compañeros y profesores. La competencia intercultural, que adquiere gracias a la interacción, le ayudará a lograr este objetivo.

Para Crespo & Parra (2017); y González (2021), el aprendizaje de la lengua va unido a la apropiación de significados socioculturales, que no necesariamente se adquieren en el aula, por lo que el proceso de aprendizaje del EL2 es regulado y dirigido por el propio estudiante, impulsado por sus propios intereses, motivaciones, necesidades y voluntad de aprendizaje autónomo. El estudiante universitario no hispanohablante de primer año, una vez concluido el Curso de Acceso a la Universidad, se independiza de la clase de español para convertirse en gestor de su propio conocimiento. No es un camino fácil porque se inserta por vez primera en una carrera y comienza a recibir asignaturas del plan de estudio en idioma español, aun cuando no tiene todavía suficientemente desarrollada su competencia lingüística en EL2; pero a quien ya la situación le exige usarlo como herramienta de intercambio, comunicación y formación académica, en un contexto donde debe aprender a desenvolverse.

Los avances de las investigaciones sociolingüísticas y lingüísticas de las últimas décadas, junto con los de la psicología relacionada con el aprendizaje de lenguas extranjeras, dieron paso desde el siglo pasado a enfoques comunicativos que favorecen la interculturalidad. El enfoque cognitivo, comunicativo y sociocultural (ECCS) (Roméu, 2014), que se utiliza en Cuba para la enseñanza de la lengua materna, ha tenido aplicaciones en otras áreas incluso no filológicas, con resultados demostrados en investigaciones. También, en la enseñanza de lenguas extranjeras, específicamente del EL2 (Cabrera, 2010; Hau, 2012; Guerrero, 2016; Padrón, 2017). Constituye enfoque empleado en la Facultad para no hispanohablantes (FENHI) de la UH, en cuyas bases teóricas se encuentran los estudios de Vigotsky (1966), sobre el papel de la actividad en la interacción, y los de Van Dijk (2010), relacionados con el discurso en las relaciones socioculturales.

Para la didáctica, esas bases teóricas constituyen referentes que permiten comprender y explicar la interculturalidad del proceso de aprendizaje del EL2 en estudiantes extranjeros no hispanohablantes, quienes interactúan directamente con nativos en un contexto universitario y social en general. Es objetivo de este trabajo, valorar la interculturalidad desde la dimensión sociocultural del ECCS y su aplicación a la enseñanza-aprendizaje del EL2.

Desarrollo

El estudiante extranjero no hispanohablante que cursa el primer año de una carrera en la educación superior cubana ya transitó por un período de aprendizaje del idioma español (Curso de Acceso a la Universidad), lo que le permite desenvolverse con determinada independencia en el contexto universitario. Sin embargo, para algunos no resulta suficiente el conocimiento y uso del idioma español aprendidos. Por esta situación, se ofrecen cursos de perfeccionamiento para utilizar e integrar esos conocimientos en recursos comunicativos que va adquiriendo en el nuevo contexto, y le permiten emplear, de manera más o menos efectiva, el idioma español como herramienta de comunicación, pensamiento e intercambio con todos los que interactúa.

Ello implica aprender del contexto universitario adonde pertenece el estudiante y vincular armónicamente los conocimientos lingüísticos y socioculturales adquiridos, con los académicos relacionados con la especialidad que cursa. La observación, el estudio sistemático, la participación en clases y la interacción con los nativos, generalmente estudiantes con los cuales desarrolla variadas actividades interactivas, comparte experiencias, horas de recreo y estudio, los ayudan a solucionar problemáticas relacionadas con la carrera y la vida social.

En este contexto los estudiantes no hispanohablantes ponen a prueba sus diferentes niveles de competencia comunicativa. Transitan por un proceso cognitivo y afectivo a través del cual se produce un doble aprendizaje: el de los contenidos académicos y el de la lengua cotidiana. Supone la adaptación a cada uno de los profesores de las asignaturas, y al contexto social, lo que puede ser un proceso largo, por los diferentes estilos de comunicación y por las complejidades de cada materia docente.

Este proceso se produce en inmersión, expuesto a la lengua española (lengua meta). Una manera efectiva desde el punto de vista comunicacional de aprender otra lengua es en el contexto natural en el que se utiliza con fines comunicativos, académicos y sociales. Esto posibilita tener contacto con el habla viva de su pueblo y, por consiguiente, aprender a utilizar discursivamente las estructuras lingüísticas en correspondencia con los elementos socioculturales de dichas comunidades. Padrón (2017)

El estudiante no hispanohablante debe aprender estrategias para comprender y comunicarse adecuadamente, en cada situación comunicativa, siempre irrepetible. Las relaciones interculturales que establecen con otros estudiantes nativos - o extranjeros con buen dominio del idioma español-, constituyen un aspecto favorable para el logro de sus objetivos personales, académicos y sociales. El aprendizaje del EL2 tanto en el entorno formal de la clase de idioma, como en otros entornos sociales, tiene como finalidad el desarrollo de la competencia comunicativa para la relación intercultural en contextos disímiles.

Si se habla de interculturalidad, se habla de cultura. Se entiende por cultura al resultado de la vida humana, de la creación de valores humanos tanto materiales como espirituales. Es al mismo tiempo la actividad en la cual el ser humano asimila, se apropia, reproduce y crea valores culturales. La cultura es medida del autodesarrollo del hombre. Se considera forma de comunicación del individuo y del grupo social con el universo, viéndola como herencia, y como reaprendizaje de las profundas relaciones entre el hombre y su medio. La cultura, por tanto, marca y envuelve toda la comunicación y relaciones sociales del individuo (Colectivo de autores, 2020).

Sus dimensiones son:

  • Los saberes: producto de la actividad social, material y espiritual del hombre. El conjunto de conocimientos que el ser humano acumula y forman su universo del saber, que se adquiere de la realidad exterior en la que el sujeto se desarrolla y de la realidad interior que lo caracteriza como personalidad. Comprende también los procederes, habilidades mediante las cuales el individuo manifiesta un saber hacer;

  • Las normas: convenciones socioculturales adoptadas por una colectividad que regulan la conducta humana y sus manifestaciones. En lingüística, es lo que establece la comunidad como realizaciones del habla;

  • Las creencias: predisposiciones que influyen en la conducta del individuo: una actitud o estado psicológico por el que nos adherimos a la verdad de un enunciado. No hay una relación directa entre la creencia sostenida por un individuo y la verdad de un enunciado, pues la creencia es una actitud subjetiva que puede basarse en razones; mientras que la verdad es una propiedad del enunciado, que puede demostrarse;

  • Los valores: significado socialmente positivo que tienen para las personas, los objetos y los fenómenos de la realidad. Se incluyen los valores espirituales como expresión de ese significado en forma de ideal (conceptos del bien y del mal, de lealtad, amistad, etc);

  • Las experiencias: interacción del sujeto social con el mundo exterior y resultado de esa interacción en vivencias;

  • La ideología: sistema de ideas y criterios políticos, jurídicos, morales, estéticos, religiosos, filosóficos de los que el individuo hace uso, e incorpora a su experiencia para el desarrollo de su proceso creativo y de su relación con el mundo;

  • Las variables lingüísticas y estilísticas: lenguajes y sus códigos, a saber: oral, escrito, pictórico, simbólico, gráfico; los registros como manifestaciones socioculturales de la lengua: habla vulgar, familiar, estándar, culta; expresadas en variantes según el uso (regionales, metalenguajes específicos, etc) que reflejan procesos sociales; los estilos lingüísticos: científico, oficial, publicitario, literario y coloquial (Colectivo de autores, 2020).

Específicamente referida a la enseñanza de ELE, sus acepciones se refieren a:

  • La cultura académica, engloba las artes plásticas, la historia, la literatura, la música, etc.

  • La cultura comunicativa, alude a la capacidad para adaptarse comunicativamente y adoptar el modelo comunicativo más adecuado según el contexto sociocultural. Se relaciona con el desarrollo de la competencia comunicativa, concretamente de la sociolingüística y la pragmática.

  • La cultura social, que alude al conocimiento sociocultural, compartido con los hablantes de una comunidad sobre las costumbres, hábitos, comportamientos cotidianos, tradiciones, condiciones de vida, ritos, creencias y convenciones sociales.

Como afirma Espinoza (2020), “educar para la interculturalidad es, pedagógicamente hablando, una tarea fundamentalmente lingüístico-comunicativa y cognitivo-axiológica, es decir, de comunicación e interpretación de valores”.

Aun cuando el concepto de interculturalidad suscita controvertidos debates debido a su polisemia, puede ser entendido como la interacción e intercambio entre dos o más culturas que comparten sus formas de ser en todas las manifestaciones de la vida social y natural, intercambian conocimientos, habilidades y costumbres; sin que ninguna manifieste desprecio, etnocentrismo o explotación; ni se le atribuya supremacía, que demuestre poder económico, político, ideológico, social o biológico (Espinoza, 2020).

Este investigador la define como “un proceso dinámico, sistemático, continuo y permanente de relación, comunicación y aprendizaje mutuo, donde existe un esfuerzo colectivo por desarrollar las potencialidades de las personas y grupos que profesan diferentes culturas, sobre los principios de respeto, cooperación y creatividad; lo intercultural se manifiesta en el proceso de interacción de la práctica cultural y modo de vida de las personas, que se va creando mediante el diálogo y la comunicación” (Espinoza, 2020).y Por esta razón, cobra interés para el proceso de enseñanza-aprendizaje de EL2 como vía para la adquisición, desarrollo y dominio de la competencia comunicativa.

Para un estudiante no hispanohablante, llegar a captar, comprender y utilizar los matices lingüísticos, es un logro de su competencia en la lengua meta. Si el ser humano se comunica como personalidad, todos los aspectos de índole subjetiva resultan decisivos en la comunicación. Este conjunto de conocimientos hacen posible la comprensión y producción de discursos. La competencia comunicativa, así vista, está integrada por otras competencias, a saber, la cultural e ideológica y la lingüística (incluye la sociolingüística), que a su vez se despliega en la pragmática y la discursiva. Influyendo en todas está la estratégica, como una especie de metacompetencia que permite la regulación y autorregulación de la comunicación (Colectivo de autores, 2020). Se revela de la siguiente manera:

  • La competencia lingüística incluye los conocimientos léxicos, gramaticales, semánticos, fonológicos, ortográficos y textuales.

  • La competencia sociolingüística se refiere a las destrezas y a las condiciones socioculturales relacionadas con el uso de la lengua: normas de cortesía; variaciones lingüísticas diastráticas y diafásicas según la edad, sexo, clases y grupo social; los refranes, modismos y acentos de la lengua meta. El componente sociolingüístico determina toda la comunicación entre interlocutores procedentes de diferentes culturas. La competencia sociolingüística englobaría la competencia sociocultural.

  • La competencia pragmática se relaciona con el uso funcional de los medios lingüísticos. Se ocupa de la realización de los actos de habla y cómo se encadenan en la conversación o en el texto, lo que se conoce también como competencia funcional. Además, esta competencia está estrechamente relacionada con la discursiva y la estratégica.

  • Las competencias sociolingüística y pragmática se relacionan directamente con lo que se ha denominado el aprendizaje de la cultura comunicativa y sociocultural. La competencia intercultural abarcaría entonces ambas competencias; pero las transciende. Estos tres aspectos se recogen en el Marco de Referencia Europeo para las lenguas (Council of Europe, 2018). Este documento puntualiza que gracias a la interculturalidad “se puede desarrollar en quien estudia otra lengua una personalidad más rica y compleja, se mejora la capacidad de aprendizaje más allá de los de esa lengua y se abre a otras experiencias culturales” (p. 47).

Cultura y lenguaje van de la mano, y el discurso se impregna de valores que se asumen de esta relación. Significa que la competencia intercultural está compuesta por aspectos cognitivos que facilitan el logro de la competencia comunicativa. Además, de los conocimientos propiamente comunicativos: dominio del código lingüístico y del modelo comunicativo para que dos interlocutores se puedan comunicar; necesitan compartir unos mínimos conocimientos socioculturales:

  • el conocimiento del mundo, que engloba las características geográficas, económicas, demográficas y políticas del país receptor, así como instituciones, organizaciones, personas y acontecimientos más relevantes;

  • el conocimiento sociocultural, se refiere a las características distintivas de una sociedad: vida diaria, condiciones de vida, valores, creencias y actitudes, lenguaje corporal, convenciones sociales y comportamiento ritual;

  • la conciencia intercultural, el conocimiento y la comprensión de las diferencias entre la cultura de origen y la cultura meta;

Para la competencia intercultural, Bryam & Masuhara (2018), consideran los conocimientos (know), las actitudes (know how to be), las habilidades de interpretación y relación (know how to understand), las habilidades de descubrimiento e interacción (know how to learn and to do) y la conciencia cultural crítica (know how to engage). Así, el estudiante que alcanza la competencia intercultural es capaz de reflexionar sobre cualquier aspecto sociocultural de la cultura meta.

Este análisis permite la comprensión de la interculturalidad que es aplicable a la enseñanza y aprendizaje del EL2. El siguiente esquema evidencia la relación horizontal que se establece necesariamente entre los saberes que conforman la competencia intercultural; asimismo, que los saberes no son solo conocimientos, sino también habilidades y estrategias para activarlos, aplicarlos y relacionarlos entre sí de un modo interdisciplinar (Fig. 1).

Fig. 1 - Aspectos de la competencia intercultural para favorecer la competencia lingüística en L2. 

Si por un lado el estudiante no hispanohablante debe conocer la cultura de acogida para comunicarse; el hablante nativo de español también debe conocer y, en parte, modificar o adaptar su comportamiento comunicativo en función de su interlocutor para facilitar ese intercambio. Es ahí donde obra la labor del profesor de EL2 y cobra importancia la interacción colectiva mediante la propia didáctica del ECCS.

El ECCS es uno de los enfoques que se aplica en la enseñanza del EL2 en la Universidad de la Habana; este enfoque parte de la concepción filosófica dialéctico-materialista acerca del lenguaje, como medio esencial de cognición, comunicación e interacción social (Roméu, 2014); esto presupone una actuación sociocultural bidireccional, natural y dinámica con fines definidos y concretos. El enfoque sustenta que la enseñanza de la lengua debe estar en función de los procesos de comprensión, análisis y construcción de significados del discurso en diferentes contextos, cuyo objetivo es contribuir al desarrollo de la competencia comunicativa de los estudiantes, lo que puede aplicarse a no hispanohablantes.

Aunque inicialmente se concibió para la enseñanza de la lengua materna, su aplicación en la enseñanza del EL2 desde la primera década del siglo XXI ha tenido reconocidos resultados científicos que se evidenciaron en investigaciones doctorales con importantes aportes, a saber:

  • Cabrera (2010), valida un sistema de tareas pragmalingüísticas para el desarrollo de la competencia comunicativa en la construcción del discurso científico-técnico de los estudiantes no hispanohablantes.

  • Hau (2012), elaboró una estrategia didáctica para el desarrollo de la competencia cognitiva comunicativa y sociocultural en estudiantes vietnamitas.

  • Guerrero (2016), trabajó el perfeccionamiento del proceso de enseñanza y aprendizaje de la disciplina Gramática Española en los Cursos de Acceso a la Universidad.

  • Padrón (2017), también aportó una estrategia didáctica que favorece el desarrollo de la competencia auditiva en español para fines profesionales pedagógicos de los estudiantes chinos de la UCPEJV, entre otros.

En el año 2015 se elaboró el libro La enseñanza del español como lengua extranjera desde un enfoque cognitivo comunicativo y sociocultural -ya en proceso de edición-, el cual recoge artículos relacionados con la aplicación de este enfoque en el proceso de enseñanza y aprendizaje del español a no hispanohablantes en el contexto educativo, muy valiosos para aquellos que asumen el enfoque en la enseñanza del ELE o EL2. Sin embargo, aún no se ha profundizado suficientemente en la relación de este enfoque con otros aspectos importantes relacionados con este tipo de enseñanza, entre los que se encuentra la interculturalidad y cómo se favorece desde el enfoque.

Cuando Roméu (2014), hace referencia a la dimensión sociocultural del ECCS, se refiere al conocimiento del contexto, el rol de los participantes, su jerarquía y su ideología, sus sentimientos y emociones, así como su intención y finalidad comunicativa y la situación comunicativa en la que se produce la comunicación. Lo anterior evidencia que las relaciones e interacciones comunicativas que establece el estudiante no hispanohablante en el contexto universitario, son esencialmente interculturales.

Así lo reconoce Cabrera (2010), y lo considera fundamental para que continúe el aprendizaje de la lengua meta y, a la par, adquiera conocimientos relacionados con los de su carrera, en el intercambio con actores que integran el contexto en el que se desenvuelve: nativos, compañeros de clase o de otros niveles, profesores, trabajadores administrativos, entre otros, en una situación libre de las formalidades de una clase pura de español y rica en información cultural de Cuba, que se adquiere con la lengua en uso, de forma espontánea, directa y desprejuiciada de los propios nativos.

Para explicar entonces la relación de la dimensión sociocultural del ECCS con la interculturalidad en el aprendizaje del EL2, es necesario analizar sus bases teóricas. Van Dijk (2016), plantea que los participantes (aunque sean de culturas diferentes) son capaces de adaptar la producción y la recepción/interpretación del discurso a la situación comunicativo-interpersonal-social

El discurso es la vía de la interacción social mediante el habla y el texto, producidos por los actores en un contexto específico. La cognición actúa como reguladora y mediadora del discurso y la sociedad. Asimismo, es importante señalar la importancia de la actividad mental; la cual se explicita en el significado, funciones, comprensión, intenciones e intencionalidad, conocimientos, entre otros aspectos, que se evidencian en la comunicación.

La interacción entre el discurso, la cognición y la sociedad (Van Dijk, 2016) en el proceso de comunicación revela la importancia de la estructura social y la cultura en la determinación de lo que se significa y en cómo se significa. Esta apropiación convierte la cultura en cualidades personales: no es copiar la cultura que la sociedad brinda, sino criticarla y transformarla, aspecto importante para el logro de la creatividad individual y para el nivel de comunicación social. Esto revela cómo la concepción del ECCS favorece la interculturalidad desde sus tres dimensiones: la cognitiva, la comunicativa y la sociocultural, aunque es esta última la que se valora en este artículo.

La apropiación enriquecida se manifiesta en el conjunto de conceptualizaciones de los diferentes aspectos del mundo que rodean al hombre y que se actualizan en el estado de cosas al cual se hace referencia en una situación comunicativa específica. En ella se inscribe su desarrollo intelectual, que se manifiesta en la apropiación de la experiencia acumulada por la humanidad a lo largo de la historia y se expresa en su comunicación cotidiana, así como sentimientos, valoraciones, motivaciones, actitudes (Colectivo de autores, 2020).

Por tanto, se considera toda la gama de necesidades que en el orden psicosocial, cognitivo, biológico y afectivo tiene el individuo, que se concretan en el medio sociocultural y se originan por las necesidades comunicativas. Aspectos de carácter personológico explican, por ejemplo, un estado de ánimo que se traduce, quizá, en la entonación; un punto de vista al abordar un tema; una singularidad expresiva al escoger los medios lingüísticos o una actitud ante una frase escogida. Las necesidades individuales, los propósitos y expectativas, los rasgos de la personalidad influyen en el nivel que alcanza la competencia comunicativa de un hablante, porque aunque este es un concepto abstracto y general, solo se materializa en hechos concretos y particulares en el individuo.

En la interacción que se establece entre los estudiantes no hispanohablantes y los nativos hispanohablantes media el discurso oral, como forma de uso lingüístico preferente y de interacción social, cultural o académica. Esta interacción está condicionada por el conocimiento que el estudiante haya alcanzado hasta entonces de la lengua en que se comunica para establecer las relaciones en el contexto de inmersión.

Esa interacción permite la adquisición de varios saberes simultáneamente. Para muchos estudiantes esto constituye un verdadero desafío, sobre todo para los principiantes, porque la interacción que establecen puede presentarse en distintas situaciones comunicativas que van desde los monólogos en presentaciones orales de carácter científico o investigativo, hasta los diálogos con sus compañeros nativos, debates o discusiones, con determinados actos de habla como órdenes, invitaciones, pedidos, bromas, entre otros (Sánchez, 2019).

Otra de las bases teóricas del ECCS son los estudios realizados por Vigotsky (1966) máximo representante de la escuela histórico-cultural, quien considera el lenguaje como un fenómeno social, y plantea la …necesidad de una enseñanza vivencial, que tenga en cuenta la zona de desarrollo real y potencial del alumno y que propicie la creación de situaciones comunicativas en las que este pueda asumir roles comunicativos más complejos Vygostky (1966, p. 36). En sus ideas es posible apreciar la importancia del papel de la actividad lo que puede aplicarse a la interacción intercultural entre estudiantes no hispanohablantes , nativos y profesores para un mejor aprendizaje del EL2.

Desde una perspectiva dialéctico-materialista y marxista, Vigotsky fundamentó la formación y desarrollo integral de la personalidad del individuo gracias al vínculo social; analiza cómo el conocimiento es asimilado de manera progresiva gracias al papel de la actividad que incluye lo social. Por tanto, si el aprendizaje está mediado por la comunicación y la interacción social, constituye un acto de comunicación interpersonal e intercultural, como sucede en este aprendizaje en niveles avanzados de la Educación Superior. Detrás de la comunicación entre los individuos se encuentran los saberes significativos procedentes de otras culturas, formas de pensar, distintas experiencias, conocimientos y saberes significativos precedentes de individuos y grupos que a su vez se desarrollan en la interacción (Sánchez, 2019; Rosas, 2021).

El ECCS concibe la cultura como un sistema de signos en que la lengua tiene un papel protagónico (Roméu, 2014). Para los estudiantes no hispanohablantes, el aprendizaje del EL2 está acompañado de una necesidad cognoscitiva y presupone observación y escucha constante de las formas de expresión, en la lengua que estudia y usa en la práctica cotidiana, en contextos socioculturales determinados, para aprender a identificar y decodificar los signos que la integran y los significados, pues la lengua se basa sobre todo en el nexo asociativo entre el signo y su significado y sentidos.

La participación de los estudiantes nativos en este proceso es de una gran importancia para los estudiantes no hispanohablantes porque son facilitadores de esa comprensión y pueden verse también como mediadores culturales para el estudiante que necesita descubrir y está descubriendo significados nuevos mediante esta interacción. De esta manera, se sustenta una relación entre la dimensión sociocultural y la interculturalidad.

El ECCS tiene implicaciones específicas, cuando se aplica al proceso de aprendizaje del EL2, porque presta atención a los procesos cognitivos: la percepción, la atención, la observación, la memoria, que se relacionan con el lenguaje.

Aunque las investigaciones de Vygotsky (1966), estaban dirigidas al estudio de los niños de edades tempranas y adolescentes, sus teorías también se pueden aplicar al aprendizaje de los estudiantes no hispanohablantes que cursan carreras universitarias, pues parte de sus investigaciones se refieren al bilingüismo y plurilingüismo. Se puede hacer una analogía con el proceso de aprendizaje en que se encuentran estos estudiantes a los que hacemos referencia, porque para ellos aprender un segundo idioma significa volver a aprender a hablar, escuchar, pensar, escribir en una lengua nueva, lo cual se dificulta el proceso de aprendizaje si no media la interculturalidad.

Vigotsky consideraba que la interacción social desempeña un papel formador y constructor. Significa que lo que él denomina funciones mentales superiores (la atención voluntaria, memoria lógica, pensamiento verbal y conceptual, emociones complejas) no podrían surgir y constituirse en el proceso de desarrollo sin la contribución constructora de las interacciones sociales. Vigostky (1966).

La teoría de lo sociocultural es otro de los aportes teóricos de Vigotsky (1966). Entre las implicaciones educativas de la teoría sociocultural de Vygotsky que pueden aplicarse al aprendizaje del EL2, según los investigadores cubanos ya mencionados, se encuentran:

  • La teoría sociocultural intenta discernir la estrecha relación existente entre el lenguaje y la mente. Se entiende que todo aprendizaje tiene su origen en un entorno social y que el lenguaje capacita a los humanos en el desarrollo de funciones mentales superiores tales como la memoria intencional y la atención voluntaria, la planificación, el aprendizaje y el pensamiento racional.

  • El aprendizaje es un proceso de transformación social y cognitivo que se facilita gracias a la incorporación y pertenencia e interacción del sujeto a un entorno colaborativo. Así ocurre el aprendizaje del EL2 mediante la interacción social entre actores de diferentes culturas: intercultural.

  • La zona de desarrollo próximo (ZDP) de los estudiantes no hispanohablantes se beneficia de la colaboración y supervisión, tanto de profesores como de colegas favorecen y posibilitan el progreso adecuado en la formación de nuevos conocimientos del EL2.

  • Las actividades que se realizan de forma compartida entre estudiantes de distintas culturas posibilitan la interiorización de las estructuras de pensamiento, del comportamiento, de la lengua y la sociedad que les rodea.

  • Las normas culturales no tienen que ser aplicables de una cultura en otra si no hay aceptación o comprensión de esas normas, por lo que una de las premisas fundamentales en la interacción intercultural es el respeto y la comprensión para una convivencia armónica y fructífera.

La aplicación del enfoque permite la atención a la diversidad y, por tanto, a las individualidades. Cada estudiante no hispanohablante, aun siendo usuario independiente (nivel B1), tiene su propio ritmo para asimilar otra lengua (dada la interferencia de la lengua materna) y es usual establecer comparaciones entre la lengua materna y la que está aprendiendo para poder “reconstruir” o “construir” las ideas según la suficiencia léxica, dominio de estructuras lingüísticas y mecanismos de elaboración del discurso que posea. Así, la lengua meta está relacionada con sus peculiaridades personales, intelectuales o culturales, también sus capacidades y motivaciones.

Desde el ECCS, el profesor debe ajustar la ayuda pedagógica a las diferentes necesidades del estudiante, facilitará estrategias variadas que permitan dar respuesta a las diversas motivaciones, intereses y dudas que presentan. Podrá adaptar las tareas académicas y comunicativas a las especificidades y exigencias de estos. Por ello, propone actividades de aprendizaje diferenciadas, organiza grupos de trabajo flexibles, da prioridad a unos aspectos sobre otros, profundiza en ellos y los amplía según se requiera.

Esta necesidad de atención a la diversidad del estudiantado exige asumir las diferencias en el interior del grupo de clase como formas de interacción del quehacer pedagógico. Ello supone la posibilidad de una evaluación individualizada en la que se fijan las metas que el estudiante o el grupo ha de alcanzar a partir de criterios derivados de su propia situación inicial. Esta atención permite la orientación hacia lo cognitivo-instrumental y hacia lo afectivo-emocional.

El enfoque favorece la cortesía, la empatía y el respeto. Por ello, cuando los estudiantes se encuentran en un contexto en el que sus compañeros nativos son cooperativos, esta situación favorece la confianza y la seguridad, reduce la ansiedad y los miedos a la interacción, a preguntar dudas, a manifestarse libremente sin avergonzarse de sus posibles errores y a aceptar criticas para mejorar. Favorece actitudes positivas porque puede suceder que algunos de ellos no estén dispuestos ni entusiasmados a socializar, menos aún crear vínculos afectivos; esto es usual en estudiantes asiáticos, cuya cultura es propensa a la introspección y la no socialización; o los árabes, por poner dos ejemplos.

Asimismo, en el contexto académico, los profesores que imparten conferencias de determinada asignatura, generalmente no hacen distinción entre estudiantes nativos o no. Para todos, el ritmo, la velocidad, la dicción, la profundidad de la información y la exigencia, es la misma. Deben acostumbrarse a la manera de hablar de cada profesor, tratar de comprenderlo. Esta situación es muy compleja sobre todos para los estudiantes que se encuentran en proceso de desarrollo de la escucha activa y no han alcanzado un buen dominio de habilidades lingüísticas ni del vocabulario general y especializado.

Por todo ello, se considera que la aplicación del ECCS a la enseñanza-aprendizaje del EL2 favorece la continuidad y permanencia de los estudiantes no hispanohablantes en sus carreras, para que sigan incorporando conocimientos académicos, sociales, lingüísticos; en fin, culturales. En un contexto tan exigente como el universitario, si se tienen en cuenta estas formas de hacer, se favorece la formación humana y académica de estas personas.

Conclusiones

La relación de la dimensión sociocultural del ECCS y la interculturalidad en el aprendizaje del EL2 se valora de acuerdo con las bases teóricas que sustentan el enfoque: los aportes de Van Dijk sobre discurso, cognición y sociedad, y los de Vigotsky, que nos permiten entender la importancia de la actividad en la interacción intercultural para un aprendizaje en el contexto universitario.

La interculturalidad resulta esencial para el aprendizaje del EL2. Este estudio evidencia cómo la aplicación del ECCS facilita la adaptación de los estudiantes extranjeros no hispanohablantes, al contexto universitario, lleno de retos e incertidumbres, a la vez que se aprovecha como una excelente oportunidad tanto para ellos en la profundización de sus conocimientos y usos del idioma español, como para los estudiantes nativos cubanos de practicar la solidaridad y establecer relaciones de cooperación intercultural.

Referencias bibliográficas

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Recibido: 04 de Noviembre de 2021; Aprobado: 21 de Diciembre de 2021

*Autor para correspondencia. E-mail: andria.gm@fenhi.uh.cu

Los autores declaran que esta investigación no presenta conflicto de intereses.

Los autores participaron en la redacción del trabajo y análisis de los documentos.

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