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Conrado

versión impresa ISSN 2519-7320versión On-line ISSN 1990-8644

Conrado vol.18 no.85 Cienfuegos mar.-abr. 2022  Epub 02-Abr-2022

 

Artículo original

Representaciones sociales de la crianza y educación entre migrantes venezolanos

Social representations of parenting and education among Venezuelan migrants

Edward Johnn Silva Giraldo1  * 
http://orcid.org/0000-0001-7219-3137

Fredi Everardo Correa Romero2 
http://orcid.org/0000-0002-5856-7232

Luis Felipe García y Barragán2 
http://orcid.org/0000-0002-1328-9814

1 Corporación Universitaria Minuto de Dios. Colombia

2 Universidad de Guanajuato. México

RESUMEN

En el presente estudio se describen algunas categorías relacionadas con las representaciones sociales sobre las prácticas de crianza en familias migrantes venezolanas que viven en una colonia de Bogotá, Colombia. Las representaciones sociales permiten explorar creencias, actitudes y conductas que las familias migrantes viven en un ambiente social que los empuja según el modelo de aculturación hacia la integración de la cultura que los recibe. Se realizó un análisis de contenido a través de la metodología cualitativa, tras una entrevista semiestructurada realizada a una muestra de veintiocho mujeres y tres hombres migrantes venezolanos. El análisis de contenido se llevó a cabo desde el enfoque de la teoría fundamentada con ayuda del programa Atlas. ti ®. Entre los resultados se encuentran códigos que se orientan a mantener los valores y normas sociales tradicionales de la cultura de origen de la familia a partir de la estrategia de la separación. Las familias optan por la comunicación con sus hijos como una estrategia de integración que consolide la unión familiar con aportes de su lugar de origen y el grupo receptor.

Palabras clave: Aculturación; crianza; familia; migración; normas sociales; representaciones sociales

ABSTRACT

The present study explores social representations on parenting practices in Venezuelan migrant families who living in a neighborhood in Bogotá, Colombia. The theory of social representations allows us to explore the beliefs, attitudes and behaviors that migrant families experience in a social environment that pushes them according to the acculturation model towards the integration of a new culture. A content analysis was conducted through qualitative methodology, after a semiestructured interview on a sample of twenty-eight Venezuelan migrant women and three Venezuelan migrant men. The content analysis was carried out from the grounded theory with the help of the program Atlas. ti version 7 ®. Among the most relevant results are codes that are oriented towards maintaining the traditional values and social norms of the family's culture of origin based on the strategy of separation, while others opt for communication with their children as an integration strategy that consolidates the family union with contributions from their place of origin and the receiving group.

Keywords: Acculturation; family; migration; social norms; social representations; upbringing

Introducción

La migración es un fenómeno antiguo y constante y es que los seres humanos a lo largo de la historia se han desplazado para mejorar sus condiciones de vida, ya sea por la necesidad de buscar trabajo, reunirse con familiares, estudiar o escapar de conflictos, persecuciones, terrorismo o violaciones a los derechos humanos.

Para la Organización Internacional para los Migrantes (2019), este fenómeno se puede definir como “el proceso de trasladarse de un lugar a otro. Migrar es trasladarse de una zona rural a una ciudad, de una región de un determinado país a otro del mismo país, o de un país a otro”. (p. 31)

El segundo artículo de la declaración universal de los derechos humanos dice de manera textual: “Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía”. (Organización de las Naciones Unidades, 2015)

Sin embargo, la presencia de prejuicios y estereotipos con los cuales se percibe y categoriza a los migrantes vulnera su derecho universal. El prejuicio contra los migrantes contrasta con el momento histórico que vivimos, pues en el año 2019 había en el mundo 272 millones de migrantes internacionales. Esta cifra correspondía al 3,5% de la población mundial. De este número, poco más de la mitad (el 52%) eran varones y el resto mujeres. Asimismo, el 74% de los migrantes internacionales oscilaba entre las edades de 20 a 64 años; mientras que el 13,9% del total de este grupo eran niños y niñas (Organización Internacional para los Migrantes, 2019).

Concretamente en América del sur, los países de Colombia y Venezuela tenían las cifras más altas de emigración de la región. En el 2019 migraron 2,9 millones de colombianos y 2,5 millones de venezolanos. Sin embargo, aproximadamente 1 millón de venezolanos llegaron y se quedaron en Colombia (Organización Internacional para los Migrantes, 2019). De acuerdo con el Ministerio de Relaciones exteriores (2020) a diciembre de 2020 se encontraban 1.729.537 ciudadanos venezolanos en Colombia, de los cuales 762.823 fueron registrados como migrantes regulares y 966.714 como migrantes irregulares.

Particularmente en la ciudad de Bogotá se encontró un registro de 352.627 migrantes venezolanos. El Observatorio Proyecto Migración venezolana (Organización Internacional para las Migraciones, 2017) estimó a partir de datos de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), que el porcentaje de mujeres migrantes venezolanas en Bogotá es del 50,3%. También estimaron los grupos de edad: 28,1% oscilan entre los 0-14 años; 70,8% entre los 15-59 años; y el 1,1% corresponde a personas con 60 años y más.

A pesar de que muchos migrantes venezolanos iniciaron el viaje a pie y con pocas pertenencias, caminando por carreteras y terrenos de difícil acceso donde se registran temperaturas extremas de frío y calor, vestidos con ropa ligera, sandalias y una pequeña mochila en la que llevaban lo básico (Organización Internacional para los Migrantes, 2019) el 83,2% de la población colombiana manifestó confiar poco o nada en personas de otra nacionalidad, de acuerdo con la Encuesta de Pulso Social del DANE (julio 2020 a febrero 2021).

¿A qué se debe este alto volumen de migración? El Proyecto Migración Venezuela (Organización Internacional para las Migraciones, 2019) realizó una encuesta a migrantes venezolanos en febrero de 2019 y encontró que el 40,3% migraron de Venezuela a Bogotá por escasez de alimentos en su país de origen; el 49,9% por la necesidad de buscar recursos económicos para apoyar a la familia; el 28,6% por requerimientos médicos; el 15, 9 porque no encuentran ofertas de educación y futuro para sus hijos; el 21,3% por altos costos de bienes y servicios; el 10,9% por costos de vivienda; el 8,1% para realizar estudios; y el 2% por situaciones de amenazas directas a su vida o de sus familiares.

Restrepo, et al. (2019), han descrito diferentes perspectivas relacionadas con los motivos de migración: a) La decisión de las familias venezolanas por migrar es temporal, debido a que existe un deseo de retornar al país de origen una vez hayan conseguido los recursos económicos suficientes; b) El deseo de ubicarse en el lugar de destino y reagrupar a sus familias; c) Algunas familias que no tienen previsto retornar a Venezuela para reunirse con su grupo familiar, expresan la idea de fortalecer los lazos familiares a través de la comunicación permanente entre miembros del país de origen y de destino.

De manera complementaria, en el 2020 el principal motivo de la migración venezolana en Colombia fue acompañar a otros miembros del hogar: el 55,1% de las mujeres y el 41,1% de los hombres expusieron esta misma razón (DANE, 2021). Por tanto, este motivo puede estar relacionado con la reunificación familiar.

En ese sentido, es importante mencionar que se puede clasificar a la migración a partir de la relación del migrante con su familia, por lo que existen dos tipos de migración, la progresiva y la familiar. La progresiva ocurre en etapas y se da cuando un miembro de la familia viaja primero, preparando las condiciones del viaje para el siguiente. En el proceso de migración también se observa que los miembros de la familia se separan para viajar a diferentes destinos en busca de mejores oportunidades, lo cual genera dinámicas familiares con respecto a la crianza de los hijos.

Con relación al proceso de escolarización de los hijos en la ciudad receptora, según la encuesta a migrantes venezolanos en febrero de 2019, el 75,7% de los migrantes no tiene a sus hijos estudiando. Algunos de los motivos que señalan son la falta de documentos y la insuficiencia de ingresos para solventar los costos. El 38,5% respondió incapacidad para costear educación; el 41,5% mencionó que no los han aceptado por falta de papeles; el 9,2% señaló que el colegio considero que no tenía el nivel académico necesario; para el 3,1% todavía no han llegado los plazos de inscripción; y el 3,1% cumplía los requisitos, pero no lo aceptaron (Organización Internacional para las Migraciones, 2019). Las investigaciones reportan que las y los hijos de migrantes suelen pasar un tiempo desescolarizados. Mientras eso sucede, suelen permanecer solos en casa o en calle sin la supervisión de un adulto de confianza; en ocasiones suelen acompañar a sus padres en actividades de trabajo informal (Silva, et al., 2019). Por ejemplo, las niñas cuidadoras de otros niños deben ubicar en un segundo plano sus necesidades personales relacionadas con la educación y el sano esparcimiento (Amezcua, et al., 2020).

En resumen, las familias migrantes venezolanas en Bogotá con hijos en etapa escolar, requieren gestionar el proceso de escolarización en un nuevo entorno caracterizado por la necesidad de tener que buscar un lugar de vivienda, que usualmente se comparte con otras familias, creando un medio de hacinamiento, a lo que hay que sumar la búsqueda de opciones laborales en un contexto donde las narrativas alrededor de la migración están cargadas de creencias, opiniones y estereotipos negativos.

Los resultados de la encuesta realizada por la Organización Internacional para las Migraciones a los venezolanos en Centroamérica y el Caribe (2019), señalan que casi un tercio de los encuestados dijeron haber experimentado algún tipo de discriminación. El 93 % registró que fueron discriminados por su nacionalidad. El 15% de los casos atendidos por trata de personas durante el 2017 y 2018, corresponden a mujeres venezolanas (Organización Internacional para las Migraciones, 2019).

Los efectos psicológicos que enfrenta todo migrante en un nuevo contexto social se denomina aculturación y hace referencia al proceso de cambio psicológico y cultural que se produce a partir del contacto con una cultura distinta a la de su origen (Berry, 2003). En otras palabras, es el proceso de cambio que se genera en las personas cuando reciben la influencia de otra cultura, por ello los migrantes se encuentran ante una disyuntiva, por un lado, mantener su propia cultura y por otro, decidir su grado de participación en la nueva sociedad de acogida.

Teniendo en cuenta lo anterior, Berry (2003), describe cuatro estrategias de aculturación: la asimilación, integración, separación y marginalización. Estas estrategias permiten estudiar el proceso de adaptación de los migrantes con relación a la sociedad de acogida: a) La asimilación ocurre cuando el migrante abandona su identidad de origen y adquiere o prefiere incorporar los elementos de la nueva cultura; b) La integración sucede si existe una fuerte identificación con ambas culturas, es decir que el migrante conserva las características de su cultura “original” y participa o comparte al mismo tiempo la cultura “receptora” generando un sincretismo de ambas culturas; c) La separación ocurre cuando el migrante sólo da importancia a mantener la identidad y cultura “original”, oponiéndose a toda mezcla con el grupo receptor. d) La marginalización se da cuando el migrante pierde su identidad cultural autóctona, y además no quiere o no tiene el derecho de participar en la cultura del grupo receptor.

Los estudios realizados con base en las estrategias de aculturación de Berry (2003), refieren que la estrategia de integración se asocia a una mejor adaptación tanto sociocultural como psicológica, mientras que la separación predice mayor dificultad en el ajuste. Es decir, que los migrantes que perciben como más esperable la estrategia de integración son aquellos más adaptados tanto psicológica como culturalmente. Es importante mencionar que la orientación de integración sólo se puede elegir por los inmigrantes cuando la sociedad de acogida es abierta y orientada hacia la diversidad cultural, es decir, en sociedades claramente multiculturales.

Cuando los migrantes se encuentran en un nuevo contexto cultural desarrollan actitudes hacia la aculturación, término que hace alusión a los modos en que las personas se disponen a vivir en situaciones de contacto intercultural. Por consiguiente, las personas migrantes pueden querer entrar en contacto o no con la nueva cultura, al igual que pueden querer mantener o no su cultura de origen.

Dichas actitudes de aculturación son parte de las representaciones sociales, que es un mecanismo de sentido común que da significado a la experiencia y a su expresión entre los migrantes. Para Abric (2001), la representación social permite al individuo o al grupo conferir sentido a sus conductas, y entender la realidad mediante su propio sistema de referencias.

Son cuatro las funciones de las representaciones sociales: a) conocimiento, la cual permite a las personas del grupo social entender y explicar la realidad. El conocimiento adquirido se integra a un marco asimilable y comprensible, permitiendo a las personas acceder a la transmisión y difusión de ese saber; b) identitaria, se define a partir de las normas y valores socialmente compartidos con el grupo de pertenencia. Es el punto de partida con el que la persona explica la realidad que le rodea; c) de orientación, conduce a los comportamientos y a las prácticas ante cierta situación. También produce un sistema de anticipaciones y expectativas. d) justificadora, permite defender a posteriori la toma de posición frente a un acontecimiento y los comportamientos.

Para explicar los procesos que intervienen en la construcción de una representación social, se hace alusión a dos mecanismos: la objetivación y el anclaje. En palabras de Abric (2001), la objetivación es la transformación de conceptos abstractos o extraños en experiencias y materializaciones concretas, mientras que el anclaje es la integración cognoscitiva del objeto, representado dentro del sistema de pensamiento grupal preexistente. En otras palabras es el tránsito de las ideas desconocidas a imágenes y categorías ordinarias.

Retomando a Jodelet (2018), la integración de los procesos de objetivación y anclaje son la cristalización de los procesos, donde la información se integra a un producto que adquiere una forma nueva y diferente. Este producto es utilizado por el individuo en su vida cotidiana de manera práctica y termina por formar parte de su sistema de pensamiento, en otras palabras, en la representación social la información reciente y el conocimiento previo convergen al mismo tiempo en el pensamiento, dando como resultado un nuevo contenido.

La polifasia cognitiva da cuenta de las posibilidades de coexistencia entre los modos de pensamiento en apariencia incompatibles, donde la objetivación acomoda la novedad para integrarla en los marcos de la acción cotidiana; y el anclaje favorece la asimilación de la novedad en el sistema de pensamiento existente (Jodelet, 2018).

Como ya se mencionó, el origen de la representación social se basa en el proceso de socialización donde se perciben los elementos comunes al grupo y también donde se viven las experiencias personales. El primer grupo donde la persona experimenta dicho proceso de socialización es la familia, a través de la crianza.

Según Flores, et al. (2008), desde el nacimiento el niño se encuentra involucrado en la dinámica de una familia, de tal modo que sus primeras relaciones sociales se establecen con los padres. Con el desarrollo de la persona este proceso se va expandiendo hacia la escuela y la comunidad. Por lo anterior, en el proceso dinámico de socialización, algunas creencias sobre roles y funciones permanecen, mientras que otras van cambiando.

Con respecto a la crianza las dimensiones de afecto, control y apoyo han orientado el desarrollo de escalas e instrumentos para evaluar la percepción de las prácticas de crianza. Flores, et al. (2008), identificaron seis factores para evaluar las prácticas de crianza: a) interacción positiva; b) disciplina punitiva; c) apoyo escolar; d) afecto positivo; e) intolerancia emocional y f) control restrictivo.

La interacción positiva es la expresión de conductas positivas de los padres hacia sus hijos e hijas durante su interacción. Algunos ejemplos son: conversar, salir de paseo, enseñar. La disciplina punitiva expresa conductas catalogadas como “castigos” que los padres imponen a sus hijos e hijas cuando se desobedece alguna instrucción. El apoyo escolar expresa las conductas donde los padres demuestran con sus conductas y comunicaciones soporte a las actividades y vocaciones educativas de sus hijos e hijas. El afecto positivo es la expresión de manifestaciones de afecto y cariño a los hijos e hijas tales como abrazar, besar, etc. La intolerancia emocional es la expresión de impaciencia, irritación y enojo de los padres cuando sus hijos e hijas muestran sentimientos. Ejemplo de ello es cuando éstos les hablan mucho, hacen ruido o requieren de mucho tiempo de cuidado, etc. El control restrictivo manifiesta las reglas que los padres exigen a sus hijos e hijas para mantenerlos informados de lo qué hacen, establecer límites en sus actividades, y controlar sus relaciones con parientes y amigos (Flores et al; 2008).

En otra investigación que tuvo como propósito saber cuáles son las creencias más importantes que tienen los padres respecto de la educación de sus hijos (Flores, et al., 2008), se elaboró un cuestionario de cinco preguntas abiertas para medir las creencias y acciones. Las preguntas abordaron los siguientes aspectos: ¿Qué es un niño bien educado? ¿Qué es un niño mal educado? ¿Qué es una buena mamá? y ¿Qué es un buen papá? Según los resultados de la investigación lo más característico de un buen papá y de una buena mamá es que tengan interacción familiar, que tengan comunicación con ellos, que les den apoyo escolar y personal, que los traten bien y que tengan una disciplina, pero que no los regañen ni les peguen.

Con base en los antecedentes presentados hasta el momento nos preguntamos: ¿Cuál es la representación social de las prácticas de crianza que tiene una muestra de migrantes procedentes de Venezuela que radicaban al momento de realizar el levantamiento de datos en la ciudad de Bogotá, Colombia? y ¿Cómo se está dando el proceso de aculturación en estas familias?

A partir de las preguntas de investigación se estableció como objetivo de la investigación describir la representación social de las prácticas de crianza que tiene una muestra de migrantes procedentes de Venezuela que radicaban al momento de realizar el levantamiento de datos en la ciudad de Bogotá, Colombia y con ello conocer el tipo de aculturación por el que estaban pasando.

Según el Observatorio de Familias (Gobierno de Colombia, 2021) la migración puede reforzar los estereotipos de género donde las mujeres se ubican en un papel de cuidadoras, y los hombres como proveedores. Además, señalan Puyana, et al. (2020), que en algunos casos se observan padres cuya vinculación es periférica, ausente e irresponsable. Por lo cual, se reproduce la tendencia cultural familiar que indica que las mujeres, abuelas, tías, hermanas y madres son las encargadas de brindar los cuidados a las niñas y niños. De este modo, el cuidado es posible gracias a una solidaridad de mujeres que forman parte del entorno más inmediato de las familias (Hernández, 2016).

Por lo anterior, se observa una tendencia al familiarismo, que centra las acciones de crianza y cuidado en los hogares y las redes parentales, especialmente desde una mirada maternalista. Algunos miembros de las familias participan como cuidadores permanentes o provisionales (Puyana, et al., 2020). Sin embargo, los parientes no siempre pueden apoyar, por tanto, se recurre a las redes vecinales, instituciones y organizaciones sociales que brindan actividades culturales, artísticas y deportivas donde también se socializan construcciones culturales, de ser hombres y mujeres, alrededor de narrativas de vigilancia del cuerpo y la sexualidad de las niñas.

Materiales y métodos

Para la presente investigación se concibió un diseño transversal con una muestra intencional no probabilística y un alcance descriptivo a partir de una metodología cualitativa con técnicas de recolección de datos a través de entrevistas semiestructuradas. Se realizó un análisis de contenido asistido por computadora con base en los postulados de la teoría fundamentada. Se entrevistó a 31 personas migrantes originarias de Venezuela y que viven en el barrio Unir II de la localidad de Engativá ubicada en la ciudad de Bogotá. Los criterios de inclusión fueron ser migrante, mayor de edad, habitar en el barrio seleccionado al menos durante el último mes, aceptar participar en el estudio y luego de explicarle las consideraciones éticas, completar la entrevista. Como criterios de exclusión se omitió la participación de personas que al momento de la entrevista mostraran signos de encontrarse bajo el influjo de alguna sustancia, no aceptar participar el estudio o luego de escuchar alguna pregunta negarse a continuar con la entrevista. Con base en dichos criterios la muestra final estuvo constituida por veintiocho mujeres y el resto varones. El rango de edad de la muestra fue de los 23 a los 63 años. La recolección de información se realizó mediante entrevistas semiestructuradas que fueron grabadas con el consentimiento de los entrevistados siguiendo el protocolo ético para investigaciones de corte cualitativo. Los temas sobre los que versó la entrevista fueron: a) Participación de los padres y abuelos en la crianza de los infantes: b) Imaginarios sobre cómo corregir a los hijos e hijas; c) Género y crianza; d) Formas para conversar con los hijos sobre la sexualidad; e) Dichos y refranes sobre la crianza de los hijos e hijas y f) Imaginarios sobre el amor en la crianza de los hijos e hijas. Algunas de las preguntas generales sobre las que versaron las entrevistas fueron: ¿Cuáles son las frases típicas que dicen los padres? ¿Cómo conversar con los hijos e hijas sobre la sexualidad? ¿Cómo se expresa el afecto a los hijos e hijas? ¿Cómo se corrige a los hijos e hijas? La recolección de datos y su posterior procesamiento se realizó en tres fases: 1) Luego de ubicar a los participantes, los entrevistadores se identificaron y explicaron el propósito del estudio, para posteriormente solicitar el consentimiento informado de participación y para grabar la sesión. Solo en los casos donde los participantes aceptaban se procedió a realizar las entrevistas las cuales tuvieron una duración aproximada de 30 minutos; 2) Terminada cada entrevista se procedió a su transcripción en el programa Microsoft Word; 3) Se realizó un análisis de contenido de toda la información con ayuda del programa Atlas. ti ®. Dado el carácter descriptivo del estudio no se partió de ninguna categoría teórica, todas fueron emergentes (once en total) y basadas en el contenido de las respuestas de las y los participantes. Dicho procedimiento se basa en los postulados de la teoría fundamentada. Cada conjunto de respuestas con un contenido similar formó un código emergente con nombre y definición. Posteriormente se verificó el grado de similitud de las respuestas al interior de cada código y se confirmó el nombre y definición de los códigos. Se realizaron varios esquemas de redes para describir el contenido y relación de los códigos. Uno de los esquemas se basó en la herramienta del programa Atlas. ti que agrupa los códigos “cercanos” a partir de las respuestas compartidas en dos o más códigos. Finalmente, el esquema donde se agrupan los códigos se basa en su definición teórica, previa revisión de coherencia interna (respuestas agrupadas, nombre y definición). Con ello se organizaron los elementos en una estructura teórica. Finalmente es importante mencionar que las personas fueron informadas de manera verbal sobre el carácter confidencial y anónimo del estudio, respetando su decisión de no querer participar o dejar el estudio en cualquier momento. La aceptación fue verbal con base en los Principios Éticos de los Psicólogos y el Código de Conductas de la APA que menciona que en estudios de bajo riesgo para los participantes se debe garantizar la confidencialidad de los resultados. Por ello, las citas textuales en la sección de resultados mantienen el anonimato de los testimonios.

Resultados y discusión

En primer lugar, se presenta una descripción de las historias de las familias migrantes relacionadas con su proceso de migración. Posteriormente se muestra el análisis de contenido de las entrevistas.

Algunos participantes señalaron que la decisión de viajar la tomaron de manera repentina: “no tuvimos tiempo de despedirse de las personas queridas”. Sin embargo, para algunas familias la migración se ha dado de manera progresiva, es decir, que primero viajaron unos miembros de la familia, pero paulatinamente se han vuelto a encontrar cuando uno de sus miembros consiguió un trabajo y un lugar para vivir.

Cuando los participantes mencionaron que debido a la dificultad para acceder a un empleo no han podido estar con sus seres queridos, recurren al uso de las redes sociales: “nos mandamos mensajes por WhatsApp o por Facebook para estar en contacto”.

Uno de los participantes comentó que: “mi hija y mi nieto de ocho años viajaron a Colombia con la esperanza de encontrar mejores condiciones laborales y educativas” La entrevistada consiguió empleo, pero “no encontré un lugar para el niño en el colegio”. Por tal motivo, su nieto se quedaba las primeras semanas sólo en una habilitación hasta que pudo inscribirlo en un programa comunitario que brinda acompañamiento extracurricular en tareas. Sin embargo, debido a que el niño requería supervisión y cuidado por parte de un adulto de confianza, la madre le pidió al abuelo que viajará, pero el abuelo sólo pudo trasladarse por un corto periodo de tiempo, ya que estaba trabajando como docente en Venezuela.

Otra participante expuso que: “mi hija, mi yerno y mis nietos de seis y nueve años viajaron a Colombia por la difícil situación económica que atraviesa Venezuela. Al poco tiempo de estar en Colombia mi yerno decidió viajar a Panamá y mi hija se quedó en Colombia con los niños”. Por este motivo, la abuela quien estaba laborando en Venezuela como docente, decidió viajar y quedarse en Colombia para apoyar a su hija con el cuidado de los nietos.

Otra participante señaló que “mi hermana me pidió que le apoyará en el cuidado de mis sobrinos y por este motivo decidí emigrar”.

Con relación a la ocupación que actualmente desarrollan en Bogotá, los participantes señalaron que en Venezuela realizaban labores acordes a los estudios técnicos y profesionales obtenidos, mientras que en su calidad de migrantes han tenido que asumir labores de trabajo informal como: “venta ambulante”, “bici taxista”, “domiciliario”, “apoyo en restaurante”, “en salones de belleza”, entre otros.

En cuanto al análisis de contenido de la información basado en la teoría fundamentada se obtuvieron once códigos emergentes, los cuales se encuentran constituidos por conjuntos de respuestas de varios participantes y cuyo contenido es similar.

Las respuestas que conforman cada código son relevantes por su cantidad y calidad de información. Cuando un código agrupa varias respuestas similares aporta evidencia sobre el nivel de objetivación entre la muestra. En la figura 1 se pueden apreciar los códigos emergentes encontrados en el análisis de contenido basados en las respuestas comunes entre la muestra de participantes. Al aumentar el tamaño de la etiqueta, también es mayor la objetivación del código entre la muestra, pues existe un mayor consenso entre los participantes al expresar ideas con un contenido similar. De esta manera se puede apreciar que los códigos que más respuestas agrupan son: la importancia de la comunicación, los valores en la educación familiar seguidos de los temas tabú en familia.

Nota: El tamaño de la etiqueta del código es un indicador de la cantidad de respuestas con un contenido similar que convergen en dicho código.

Fig.1 - Códigos emergentes del análisis de contenido con los migrantes. 

Desde la teoría de las representaciones sociales los códigos cuyas etiquetas son más grandes forman el núcleo central de la representación y también son los elementos de anclaje de las prácticas de crianza, pues son los que están socialmente compartidos. El resto de los códigos conforman los elementos periféricos y continúan en un proceso de objetivación de las prácticas de crianza.

En el código de valores en la educación familiar se encuentran respuestas como “Nosotros los venezolanos cuando salimos a la calle lo primero que hacemos es persignarnos, y se le dice chao mami que Dios te bendiga y te proteja”. Un ejemplo de respuesta para el código de importancia de la comunicación es “Entre los padres buscar un tiempo para llegar a acuerdos mutuos, para así poder ayudar a sus hijos, mientras que para temas tabú en familia es “Por la edad no es permitido hablar de sexo”.

Como se mencionó previamente los siguientes códigos forman parte de los elementos periféricos, por lo que las respuestas son menos frecuentes. Por ejemplo, para el código formas de corregir en la educación familiar, un ejemplo de respuesta fue “No estoy de acuerdo con los golpes como método para corregir”, mientras que “yo le recomiendo a otras familias que estén en mi situación que les pregunten a sus hijos el porqué de su comportamiento y sus calificaciones y “demostrarles que somos iguales” son ejemplos de atenciones al rol escolar de los hijos y de expresiones de afecto de los padres respectivamente. Por su parte para el código asignación de tareas en casa, respuestas cómo “Realizar un horario para las actividades del hogar y con las tareas del niño en casa” son un ejemplo de contenido, para dificultad en la educación familiar lo es “No pelear delante de los niños, que los abuelos no desautoricen a los padres”.

Con base en el procedimiento de la teoría fundamentada, luego de la codificación es necesario realizar un proceso de interpretación. Para ello se definieron los códigos a partir de una nueva lectura de las respuestas agrupadas, buscando los temas en común y desarrollando una definición coherente con su contenido. Este proceso se repitió en varias ocasiones hasta alcanzar la saturación teórica. En la figura 2 se pueden apreciar los códigos y las definiciones resultado del análisis, así como un primer intento de vinculación a partir de las definiciones y los elementos teóricos que guían el análisis cualitativo de los datos.

Fig. 2 - Códigos emergentes con sus definiciones creadas a partir del contenido de las respuestas. 

Cuando se interpretan los códigos a partir de su definición es posible observar que los padres migrantes ponen un énfasis especial en los valores de los hijos. Posiblemente como una forma de mantener la identidad en el contexto que viven como migrantes, quizás por ello también reafirman la importancia de la comunicación entre los miembros de la familia.

El análisis presentado hasta el momento es de carácter exploratorio-descriptivo, básicamente se han categorizado las respuestas y se ha realizado una clasificación de la información. El siguiente paso es hacer una descripción de las creencias de las personas con base en dichas categorías. Para ello se utilizó la herramienta de análisis semántico del programa Atlas.ti ®. El análisis semántico agrupa espacialmente los códigos, con base en la coincidencia de respuestas que se pueden categorizar en dos o más códigos. Por ejemplo, en la figura 3 es posible ver que los códigos valores en la educación familiar están cerca de la categoría temas tabú en la familia. Esto sugiere una representación social basada en el tradicionalismo. Los elementos periféricos son prevención de problemas psicológicos de los hijos que hacen alusión a la importancia de acudir con expertos cuando alguna situación supera los conocimientos de la familia.

Otros códigos periféricos son la asignación de tareas en casa y el género en la familia. En ambos casos la familia es sensible a la necesidad de que todos tengan que hacer algo, pero como suele suceder en muestras con valores tradicionales hay una mayor presión hacia las mujeres que deben hacer más tareas, las cuales están relacionadas con el cuidado del hogar y de los niños (figura 3). En cuanto al género en la familia, se encontró que los padres de familia señalan que los temas de sexualidad se hablan de manera más abierta con los niños que con las niñas.

Fig. 3 - Análisis semántico de los códigos donde se aprecian tres dimensiones de agrupación: Temas tabú, valores en la educación familiar e importancia de la comunicación. 

El tema de la comunicación aparece un poco más alejado de los otros temas centrales y agrupa a códigos como: apertura a hablar sobre temas de sexualidad con los hijos; Expresiones de afecto de los padres; Formas de corregir en la educación familiar. En todos estos casos vemos contenido que sugiere alternativas creativas a la educación tradicional. Otro aspecto innovador que va contra los valores tradicionales es: La atención al rol escolar de los hijos. La muestra migrante se percibe sumamente preocupada por este tema, seguramente resultado la discriminación que vive.

Posteriormente, luego de analizar la cercanía de los elementos a partir de las citas compartidas se vincularon los códigos emergentes y se relacionaron con los elementos teóricos se puede observar en la figura 4.

Fig. 4 - Vinculación de códigos emergentes con los elementos teóricos de las representaciones sociales y de las prácticas de crianza. 

Finalmente, hubo expresiones específicas que no se incorporaron a las categorías, pero que por su contenido vale la pena mencionar. Ante la separación de los padres en el proceso de migración, surgen nuevas formas de organización familiar para la educación y crianza de los hijos. En este sentido, las familias migrantes suelen recurrir a las abuelas, tías, hermanos mayores y personas conocidas de su país de origen para encontrar apoyo, más que en personas del grupo receptor.

A pesar de este apoyo se observó que los padres de familia suelen reclamar a las abuelas por considerar que sus estilos de crianza son permisivos, mientras que las abuelas refieren que les han delegado a ellas la responsabilidad de la crianza. Algunas madres refieren la necesidad de asumir un estilo de crianza autoritaria. En cuanto a los significados de crianza se observan creencias intergeneracionales, donde las abuelas reclaman a los padres por el trato autoritario actual con sus nietos, mientras que los padres justifican y a la vez reprochan la crianza que recibieron cuando eran hijos.

La muestra de migrantes da cuenta de una representación social donde conviven elementos tradicionales con soluciones creativas que buscan adaptarse a las nuevas condiciones. Una posible explicación es el proceso de aculturación que los obliga estar en un contexto socio-cultural diferente y a veces hostil (Berry, 2003).

En la figura 4 de la sección de resultados se puede apreciar que en el lado izquierdo se agrupan los códigos cuyo contenido se relaciona con las prácticas de crianza. La mayoría son elementos positivos, salvo por el control restrictivo y la disciplina punitiva, lo cual se corresponde con el estudio de Flores, et al. (2008).

Del lado derecho se encuentran los elementos de anclaje de las representaciones sociales y que son las dimensiones correspondientes a los valores en la educación familiar, temas tabú e importancia de la comunicación, dicha organización de anclaje se corresponde con lo expuesto por Abric (2001).

En el centro se pueden observar los códigos de objetivación que sirven de vínculo entre las prácticas de crianza y la representación social. Dado el proceso de aculturación que vive la muestra, es de esperar que dichos elementos se encuentren en un constante cambio y organización (Rouquette, 2009). Eso explica porque conviven elementos positivos como por ejemplo atención al rol escolar de los hijos y apertura a hablar sobre temas de sexualidad con los hijos con códigos de contenido altamente tradicional como asignación de tareas en casa (Jodelet, 2018)

En el análisis presentado podemos observar que de los códigos vinculados a la dimensión de importancia de la comunicación se encuentra en un proceso de objetivación. La comunicación en la familia es un elemento que corresponde con las distintas prácticas de crianza (Flores, et al., 2008). El tema de la comunicación familiar es el que se encuentra más relacionado con el proceso de asimilación como forma específica de aculturación, pues la comunicación es el puente para adaptarse a las nuevas reglas del contexto sociocultural.

Las otras dos temáticas centrales como son los temas tabúes y los valores en la educación familiar representan cuestiones tradicionalistas y es que antes de la construcción de la representación de un nuevo objeto, es necesario que se integre a un conjunto de sentidos y saberes preexistentes, en este caso a través de la asignación de tareas y de los roles de género en la familia. Atendiendo a estos temas, es posible que las familias actualmente se encontrarían en un proceso de separación, tratando de mantener su identidad frente a la presión del grupo dominante que representa el nuevo lugar de residencia (Berry, 2003).

Esta dicotomía entre asimilación y separación que en principio parece oponerse nos habla de dos elementos fundamentales: a) La versatilidad de las representaciones sociales donde es posible que convivan elementos positivos y negativos o bien tradicionales y no tradicionales. Como menciona Rouquette (2009), el paso de las percepciones hasta las creencias pasando por los imaginarios permite explicar esta aparente contradicción, pues las personas se encuentran en constante construcción de sus representaciones sociales, y b) El proceso de construcción de la representación social de la crianza de las familias migrantes, ligada al proceso de aculturación que actualmente viven. Al no ser un proceso acabado, se encuentra en construcción, de ahí la importancia de comprender los procesos de anclaje, objetivación y su relación con los procesos de asimilación y separación de acuerdo con el modelo de Berry (2003).

Describir el proceso de transición de una representación social es de suma importancia para comprender cómo las personas se adaptan a una realidad. Estudiar este proceso entre la muestra de familias migrantes, hace que el proceso cobre una mayor relevancia, pues nos permite comprender y ser empáticos con la experiencia de estas personas que sólo buscan lo que todo ser humano: un mayor bienestar para ellos y sus familias. Para conseguirlo no solo deben cambiar de trabajo y de lugar de origen, sino que deben cambiar su sistema de creencias, sus actitudes y sus opiniones hasta que se adapten. Al respecto, señala Piras (2016), las relaciones entre infancia, maternidad y paternidad transnacional, se gestan de manera dialéctica teniendo en cuenta la subjetividad de las agencias y los marcos socioculturales que las ajustan.

Conclusiones

Como conclusiones del estudio, se puede decir que la exploración de las representaciones sociales de las familias migrantes muestra una estructura de polifasia cognitiva (Jodelet, 2018), donde los aspectos de anclaje basados en la norma y la comunicación permiten establecer una representación social entre las familias como una forma de adaptación al nuevo contexto sociocultural. Las familias migrantes entrevistadas señalaron que la gastronomía, la música y los juegos tradicionales son estrategias para la comunicación y la transmisión de valores en la educación familiar alrededor de las costumbres de su lugar de origen.

Entre las prácticas de crianza destacan el apoyo escolar y la interacción positiva. Con relación a la escolarización de los hijos, se encontró que los padres de familia migrantes confían en la educación que se brinda en las escuelas de Bogotá, sin embargo, desconfían del entorno escolar al considerarlo un espacio que propicia la discriminación en niños y niñas migrantes. Es necesario profundizar en esta desconfianza de los cuidadores y padres de los migrantes, tanto en sus causas como en las consecuencias, sobre todo ligadas al proceso de adaptación cultural. Con respecto a la interacción positiva se reconoce la celebración de fechas especiales como espacios propicios para el compartir en familia. En ese sentido parece ser que las familias se inclinan hacia un proceso de separación debido a la gran importancia que le dan al hecho de mantener la identidad y cultura “original”. Como en el caso de la desconfianza, es necesario ahondar en estos procesos.

Una de las limitaciones del estudio es la ausencia de técnicas de recolección de datos de mayor profundidad. Sin embargo, era necesario contar con un primer acercamiento al fenómeno. En este sentido, algunos padres de familia migrantes que participaron en el estudio señalaron que la inestabilidad laboral les dificultaba establecer un horario para realizar una próxima entrevista. Otra limitación importante son aquellos testimonios y conductas que son muy específicos y por lo mismo, no se pueden incorporar al análisis de contenido a través de la teoría fundamentada. Sin embargo, su contenido (por ejemplo, las expresiones de desconfianza, los conflictos entre padres y abuelos por la crianza de los hijos) deben retomarse, quizás a través de un análisis del discurso para interpretar y profundizar en estas diferencias que también aparecieron en el estudio.

Entre los alcances, la metodología cualitativa es ideal para dar voz a las personas que viven en una situación de marginación dentro de la sociedad. Los migrantes, salieron de su país para buscar una mejor calidad de vida. Eso los hace ser personas que ya vienen de un contexto con amplias dificultades al que se suma el proceso de aculturación en un país distinto. Ser empáticos con estas personas y entender que su situación fue resultado de factores históricos y contextuales, muchos de ellos ajenos a sus decisiones, nos debe hacer reflexionar que cualquiera de nosotros puede encontrarse en una situación similar en el futuro.

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Recibido: 03 de Enero de 2022; Aprobado: 26 de Febrero de 2022

*Autor para correspondencia. E-mail: edwardjohnnsilva@gmail.com

Los autores declaran que esta investigación no presenta conflicto de intereses.

Los autores participaron en la redacción del trabajo y análisis de los documentos.

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