(pdf)
SciELO 
SciELO 
Permalink
Introducción
El proceso de enseñanza-aprendizaje de cualquier área del conocimiento requiere del diseño y aplicación de estrategias que faciliten la apropiación de saberes específicos que busca cada asignatura. No obstante, el desarrollo de competencias implica un trabajo integrador que no debe limitarse a una sola materia.
Desde los inicios de la humanidad y hasta la actualidad, el acto comunicativo ha sido la base de todo proceso social. Dentro de él, ocupa un lugar significativo la palabra escrita, el buen decir con las letras. Es ahí donde la ortografía, como proceso macro se reviste de gran valor, dado su uso constante en todos los escenarios de la escritura de las lenguas.
Una correcta enseñanza-aprendizaje de la ortografía asegura calidad en la comunicación escrita, de ahí su importancia como contenido, siempre presente en cualquier currículo escolar de los diferentes niveles educativos.
La enseñanza-aprendizaje de la ortografía en Hispanoamérica y en particular, en la República Dominicana se ve afectada por varios factores, además del escaso valor social que actualmente se le concede: falta de interés, insuficiente conciencia ortográfica y poco desarrollo de habilidades de escritura en los estudiantes, entre otros. En el caso de los docentes el proceso también presenta dificultades, tales como: desinterés y rechazo, empleo de métodos tradicionalistas poco atractivos, falta de preparación para el empleo de herramientas didácticas para enseñar, discrepancia entre las necesidades de aprendizaje de los alumnos y el contendido abordado, por la no realización de diagnóstico de sus características individuales y, en particular, de su dominio ortográfico.
A estas insuficiencias se les debe agregar la influencia que ejerce en todo el proceso de enseñanza-aprendizaje las deficiencias de un sistema educativo, en que, en la práctica, muchas veces, predomina la construcción de conceptos por encima de la formación integral del individuo.
Estas carencias prácticas entran en contradicción con la aspiración del perfil del egresado del educando dominicano de todos los niveles de enseñanza donde la competencia ortográfica es una exigencia constante y obligatoria. La indagación científica realizada por los autores del presente artículo ha permitido apreciar cómo esta es una temática estudiada por diferentes investigadores en distintas latitudes, los que actualmente coinciden en señalar la necesidad de una combinación de métodos y enfoques didácticos que permitan perfeccionar el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Al estudiar el proceso de enseñanza-aprendizaje ortográfico en la etapa contemporánea para, sobre esa base, construir la metodología que se propone, fue posible apreciarlo como complejo, al comprender que es un fenómeno educativo, cultural y profundamente social; de ahí que cualquier metodología que se conciba para mejorar su comportamiento, traspasa el nivel disciplinar, interdisciplinar y multidisciplinar, para convertirse en transdisciplinar.
En este caso sus objetivos, concepción, solución y evaluación integran como un todo los conocimientos y métodos de varias disciplinas, no solo los de las ciencias de la educación, pues además de la didáctica, como ciencia pedagógica, la psicología, la sociología y la filosofía de la educación, para concebir la metodología como producto de la investigación que se desarrolla, es importante considerar aspectos relacionados con las ciencias de la comunicación y las ciencias lingüísticas, la informática, entre otras.
Todo lo dicho anteriormente se basa en la necesidad de comprender la psicología del adolescente a quien se pretende enseñar las normas ortográficas para que pueda tener un desempeño comunicativo eficiente, pues este prefiere una enseñanza dinámica, atractiva y placentera, con lo cual la concepción del enfoque desde una perspectiva lúdica, pudiera dar respuesta a esta necesidad.
El objetivo de este artículo es analizar el proceso de enseñanza-aprendizaje de la ortografía desde un enfoque lúdico transdisciplinar, donde es posible la combinación necesaria de diferentes métodos.
Materiales Y métodos
Desde 2016 la República Dominicana vive varios cambios en el sector educativo. Se adoptó un currículo enfocado en el aprendizaje por competencias. De esa manera se diseñó la Lengua Española con varios aspectos globales que buscan el desarrollo integral de los alumnos, dirigidos más al desarrollo de competencias para la vida y, en ocasiones, se desatienden contenidos de enseñanza, que también son esenciales para la propia vida en sociedad, como es el caso de la ortografía, tan importante para la comunicación.
Este enfoque tiene muchos elementos a favor del desarrollo de los estudiantes, sin embargo, el modelo se aplicó de modo sorpresivo a una población estudiantil que desconocía por completo este estilo de enseñanza que le otorga un mayor nivel de responsabilidad; en ese mismo sentido, los docentes carecían de suficiente preparación académica acerca de este modelo; se realizaron talleres, pero resultaron de muy corta duración, si se considera que se requiere de estudios académicos a nivel de diplomados, maestrías y doctorados para llegar a comprender su esencia.
El resultado ha sido la improvisación en la aplicación del modelo, y en lugar de lograr el desarrollo de competencias, los docentes se enfrentan generalmente, a una población estudiantil desinteresada ante los procesos educativos, distante y con pocas motivaciones por aprender de manera autónoma y significativa.
En el área de Lengua Española, al realizarse el trabajo por indicadores, según establece el currículo, no se asume la enseñanza de la ortografía de modo orgánico, sino que se propone su aprendizaje dentro de los contenidos mediadores, lo cual, dada la poca preparación del personal docente, en ocasiones, no se realiza, sino que se obvia, dando como resultado alumnos que tienen un conocimiento sumamente bajo de los usos correctos de la ortografía, sumado a un desinterés por mejorar su condición, pues sus modos de abordaje resultan aburridos y pocas veces responden a sus intereses y necesidades.
A partir de la valoración de las dificultades de los alumnos del nivel secundario en el aprendizaje ortográfico y la falta de preparación de los docentes para potenciar el perfeccionamiento de estas competencias necesarias para el desarrollo, no solo de una asignatura, sino del proceso comunicativo en su conjunto, se impone el diseño de una propuesta investigativa que busque resolver la problemática, a partir de dotar a los docentes de herramientas didácticas para su quehacer profesional y también propiciar el aprendizaje colaborativo como estrategia social inherente a su proceso de enseñanza-aprendizaje.
La realidad antes descrita arroja a bachilleres con gran dificultad ortográfica, en lugar de poseer competencias amplias correspondientes a su nivel educativo. Esto contribuye a resultados negativos, con egresados que poseen poco desarrollo de sus competencias necesarias para sus diferentes labores y funciones dentro de la sociedad.
Al enfrentar esta problemática por la vía de la investigación, fue posible profundizar en el resultado de diferentes estudios relacionadas con la ortografía, sus enfoques y métodos de enseñanza-aprendizaje; es posible presentar una amplia relación de estudios consultados que demuestran la pertinencia y actualidad del tema. Entre los autores consultados se encuentran: (García, 1975; Cassany, 1990; Balmaseda, 2001; Roméu, 2007; Ruiz et al 2009; Tamayo & León, 2016; Macías & Vélez, 2022).
A continuación, se exponen algunas generalizaciones derivadas de los criterios de estos autores, que demuestran la diversidad de enfoques que se han aplicado en la enseñanza de la ortografía y de los cuales se nutren los fundamentos de la propuesta metodológica que se presenta.
García (1975) se refiere a que la corrección escrita de las palabras puede reducirse a tres criterios; uno fonético, que tiende a escribir la palabra tal y como se pronuncia; otro etimológico que busca la razón ortográfica en el origen de la palabra y otro histórico, que solo acepta las reglas del uso y la tradición y que en tal sentido también, de cierta manera, sus métodos de enseñanza, han encontrado material para sus reformas como contenido escolar.
Esta autora enfatizó en que la enseñanza del vocabulario debe ser graduado y partirse de un diagnóstico de la ortografía del léxico activo de los escolares. Alude a la necesidad de que los educadores tengan en cuenta los principales resultados investigativos que ya existían para su momento con respecto a su tratamiento metodológico, enumera cuatro como los fundamentales: una representación del significado de la palabra, una imagen visual, una imagen auditiva, el proceso motor de pronunciarla y el proceso motor del acto de escribirla.
También se refiere a dos criterios esenciales que se pueden seguir en la dirección del aprendizaje ortográfico: el aprendizaje por el uso y el aprendizaje a base de reglas. Realiza amplias explicaciones acerca de ambos criterios y el proceder metodológico que debiera seguirse.
La profundización en el estudio de los resultados de esta investigadora, quien además, durante años trabajó en función de que se aplicara en Cuba el método de enseñanza de la lecto-escritura conocido como fónico analítico-sintético, permitió a los autores de este artículo apreciar el valor que ella le concede a los métodos que centran su atención en los aspectos de la lengua de manera integral y nunca aislados del acto comunicativo.
Cassany (1990) explica los diferentes enfoques que, a su juicio, han predominado: los que se basan en la gramática y destacan el aprendizaje de la escritura a partir del dominio de la lengua: morfosintaxis, lexicología, ortografía; el basado en las funciones, que sigue la línea europea de los años sesenta, sustentado en su enseñanza para el uso, es decir, para comunicarse; el basado en el proceso que también requiere el dominio de la composición textual y analiza el enfoque que reconoce la supremacía del contenido por encima de la forma. Los resultados de sus investigaciones permitieron establecer un método, el cual sostiene que no es suficiente dominar los usos de la lengua.
Un aspecto que destaca el referido autor es que cada uno de estos enfoques se encuentra ligado con los otros en mayor o menor medida, solo que priorizan determinado método de enseñanza: “un enfoque que pretenda ser muy puro y basarse exclusivamente en un punto, corre el peligro de perder el resto y de vaciar de sentido el acto mismo de la escritura” (p.84).
Es decir, que también aprecia la enseñanza de la ortografía a partir de enfoques múltiples, con lo cual solo se tendrá éxito, atendiendo a la naturaleza de la dificultad que se pretende prevenir.
Balmaseda (2001) plantea también los diferentes enfoques que se han utilizado para la enseñanza de la ortografía a los cuales les ha llamado etapas o métodos indistintamente. A continuación, se refieren algunos:
La etapa tradicional o empírica: predominio de la reproducción memorística, dictados, copiado, memorización de reglas, deletreo. Este método resulta insuficiente por no tomar en cuenta los procesos mentales que intervienen en el conocimiento ortográfico ni las necesidades individuales de aprendizaje.
Copiado de larga lista de vocablos o párrafos con palabras donde el alumno cometía errores o podía cometerlos. Este método por sí solo tampoco resultaba eficiente ya que desmotivaba al alumno o reforzaba los errores cometidos.
Método audio-motor: basado solo en el dictado de palabras. No aportaba un verdadero aprendizaje al alumno.
Método viso-audio-motor: con este el alumno, ve, lee y pronuncia en voz alta la palabra para luego escribirla. Su fallo fue no tomar en cuenta la conciencia para fijar el recuerdo gráfico.
Memorización mecánica de las reglas ortográficas: con este método el alumno es capaz de reproducir las reglas, pero muchas veces incapaz de aplicarlas con eficacia y dominio práctico.
Aprendizaje por nociones: en este método lo importante es revelar las características ortográficas de cada palabra, sus detalles particulares. Su desventaja radica en que obliga al alumno a retener millares de imágenes y sin la posibilidad de aplicarlas ante una nueva situación de codificación.
La sistematización realizada por este autor, permite apreciar diferentes enfoques empleados en la enseñanza de la ortografía, centrando la atención en la forma en que se presenta el contenido a los estudiantes. Es de destacar cómo Balmaseda (2001), presenta un enfoque que pudiera ser llamado multiaspectual, ya que no se centra en un solo método, sino en la combinación de varios, que atienden aspectos etimológicos, fonéticos, gramaticales y de uso. De esta manera se tienen en cuenta los diferentes aspectos que componen todo del proceso de enseñanza-aprendizaje de la ortografía; él también enfatiza en la necesidad de un diagnóstico de necesidades de los alumnos.
Es decir, este autor, como los demás analizados hasta aquí, considera la efectividad del proceso de enseñanza-aprendizaje de la ortografía, a partir del empleo de variados métodos al considerar su naturaleza y como los demás también centran la atención en el aprendizaje de la escritura correcta, aunque en su caso también se refiere al diagnóstico como una necesidad y ofrece algunas pautas para su realización.
Al analizar los estudios de Ruiz & Miyares (2009), es posible apreciar cómo las concepciones derivadas de sus investigaciones desde 1965, hasta 2009; es decir, durante más de cuatro décadas, fueron evolucionando, desde el tratamiento de la ortografía a partir de palabras agrupadas en series con un reducido número de vocablos, lo que beneficia la concentración de la atención y facilita la memorización; la utilización del dictado con carácter preventivo, que garantiza la posibilidad real de éxito y esto, a su vez, contribuye a la motivación; la introducción del perfil ortográfico, medio de enseñanza útil para la autovaloración, el seguimiento de los avances y también para la estimulación individual y colectiva, hasta el trabajo con el análisis de la palabra dentro de su contexto lingüístico, preferiblemente en oraciones y párrafos.
Aunque no cabe dudas del importante aporte de estos investigadores, que siguen el método científico al partir de un diagnóstico de las necesidades ortográficas de los escolares, desde la agrupación de los errores que se cometen en su vocabulario activo y del valor de sus estudios en la última etapa en cuanto a lo relacionado con el empleo de los adelantos de las tecnologías de la información y las comunicaciones en función de la enseñanza-aprendizaje de la ortografía, su metodología ha sido analizada de forma crítica por diferentes autores, quienes realizan acotaciones acertadas acerca de las limitaciones del proceder que proponen, sobre todo por el hecho de desatender en parte, el enfoque comunicativo de la lengua, que lleva, muchas veces, a que la construcción textual derivada en el producto de la actividad de los estudiantes, resulta un tanto incoherente.
Roméu (2007) presenta el denominado enfoque cognitivo, comunicativo y sociocultural de la lengua. Este enfoque establece que la enseñanza de la ortografía está estrechamente ligada a la comprensión y producción de textos, por tanto, es multi e interdisciplinar. Así se le otorga especial valor al aprendizaje desde la socialización.
Otros seguidores del enfoque elaborado por esta autora han profundizado en su estudio y aplicación a la enseñanza de la ortografía, como Tamayo & Pérez (2016), plantean que este enfoque propicia la adquisición de estrategias para aprender palabras no sujetas a reglas y otras cuya escritura se determina por el contexto.
Se refieren a que este proceso se basa en los procesos de significación en situaciones comunicativas, su enseñanza parte del diagnóstico del estado real de los escolares, se emplean métodos que propician el protagonismo, sobre todo la conversación y el trabajo independiente, se orienta a la realización de tareas y proyectos, a partir de la interacción y la cooperación, se emplean diversos procedimientos propios del análisis y aplicación de la ortografía, que son efectivas estrategias cognitivas y metacognitivas, su evaluación debe evadir la idea de la penalización, sino que propicie la reflexión y retroalimentación, así como incentivar la conciencia ortográfica y el respeto y admiración hacia la lengua materna como expresión de identidad nacional.
No quedan dudas acerca de que este es un enfoque que debiera ser tenido en cuenta por su carácter multidisciplinar y transdisciplinar y por la asunción que hace de todos los estudios precedentes sobre la enseñanza de la lengua y, en particular, de la ortografía.
A criterio de los autores de la investigación que da origen al presente artículo, estos enfoques tienen gran aceptación en la didáctica actual, sin embargo, ambos carecen del trabajo individualizado que debe seguir la ortografía para llevar al alumno, desde un diagnóstico de sus necesidades, a la independencia cognoscitiva, de manera que logre la realización de las actividades que debe ejecutar, sin dependencia del maestro.
Por su parte, Tamayo & León (2016), estudian y siguen los criterios del enfoque cognitivo-comunicativo y sociocultural, el que sirve de sustento a su propuesta para el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje de la ortografía desde un enfoque desarrollador, el cual combina la atención individualizada del alumno con ejercitación constante, herramientas interdisciplinares y aspectos de la actualidad. Al respecto ellos plantean que las formas desarrolladoras deben priorizar la participación activa del estudiante en la solución de los problemas a partir de un tratamiento interdisciplinar en función de la reflexión y uso de la lengua desde una diversidad textual.
Tras analizar los criterios derivados de diferentes investigaciones científicas y la constatación en la práctica de la problemática, tanto a nivel nacional, como internacional se han logrado establecer algunas generalidades que permiten señalar limitaciones tanto del nivel teórico como del práctico en la problemática de la enseñanza-aprendizaje de la ortografía y las posibilidades de su solución por la vía de la investigación educativa:
El uso de la ortografía de modo correcto sigue siendo una exigencia social, dado que, tanto profesionales, como estudiantes de los diferentes niveles educativos, carecen de todas las competencias ortográficas necesarias; de ahí su pertinencia.
A nivel internacional existen varias propuestas que abordan el trabajo con la ortografía utilizando medios tecnológicos como softwares, multimedias y páginas webs, los que no siempre resultan eficaces, cuando son transferidos a otros contextos.
Se aborda la problemática desde una concepción disciplinar y en ocasiones interdisciplinar, pero no se considera el carácter transdiciplinar de este objeto de estudio.
Las propuestas de solución se basan en necesidades generales o no surgidas de un diagnóstico que indique de qué manera a los estudiantes les gustaría aprender o cuáles son las vías en las que esos grupos aprenden de la mejor forma, lo que la aleja de sus intereses y se convierten, en ocasiones, en una imposición.
Los docentes tienen muy pocas competencias tecnológicas y didácticas, en general, lo que dificulta el proceso para aplicarlas en sus clases, de manera que las propuestas que surgen deben tomar en cuenta no solo a los alumnos, sino a los demás actores del proceso de enseñanza-aprendizaje de los contenidos ortográficos.
El aspecto lúdico, en los casos en que es empleado, carece de sistematicidad y de preparación, por lo que, aunque se logre motivar a los alumnos, el tiempo, muchas veces, limitado interrumpe dicha motivación y les quita al final, el deseo de participar.
Las limitaciones en la concepción de la ortografía dentro de los currículos escolares, a veces, separada de otras áreas, por lo que su aprendizaje no se concibe de modo orgánico.
Existen escasas investigaciones realizadas en el nivel secundario que vinculen tecnología y lúdica para la enseñanza de la ortografía. Las propuestas se limitan a emplear recursos poco originales y generalmente hacen uso de herramientas colgadas en internet y que no necesariamente se ajustan a las necesidades específicas de los alumnos para quienes se diseñan.
A pesar de esta variedad de enfoques y métodos disponibles en la literatura consultada, las dificultades en la enseñanza-aprendizaje en el nivel secundario en la República Dominicana presenta grandes carencias prácticas, dadas esencialmente por no encontrarse una propuesta metodológica que proponga procederes de carácter transdisciplinar, al responder a las particularidades de la edad de los escolares y que les provoque satisfacción y disfrute durante el acto de aprendizaje.
La aplicación de métodos de investigación del nivel empírico, como la observación a clases, el análisis de documentos y la entrevista en profundidad a docentes y estudiantes, permitió constatar que los estudiantes dominicanos del Nivel Secundario, de la Academia de Liderazgo UCE (AL-UCE), presentan dificultades de comprensión y producción escrita, ambos procesos resultantes en oportunidades, de la falta de competencias ortográficas; también se logró determinar que los docentes carecen de herramientas necesarias y efectivas, lo que provoca que además de los errores que presentan, no tienen interés por aprender y han devenido en escolares con múltiples deficiencias en las diferentes áreas del conocimiento y en su proceso comunicativo, de modo general.
El conocimiento y el dominio de normas de la escritura resultan imprescindibles para asegurar y afianzar una correcta comunicación escrita, que desde hace mucho tiempo y en los actuales momentos, en República Dominicana, como en otras latitudes, aún es preocupante observar que cada vez estas reglas van perdiendo su correcta aplicación (Macías & Vélez, 2022).
Este planteamiento alude al escaso valor social que tiene la ortografía, cuestión que también es evidente en el centro educativo donde se realiza la investigación. Actualmente escribir de modo incorrecto no parece ser algo tan necesario. Esto se traduce de modo inconsciente en la aceptación de elementos negativos como parte de la vida y destruye valores importantes como la responsabilidad, el esfuerzo y la dedicación, además de ser un detractor de la conciencia moral que respeta las normas establecidas dentro de las relaciones sociales, así como constituye una agresión directa a la lengua materna como componente y expresión esencial de la identidad nacional.
Por su parte Espinosa (2021) enfatiza en el valor de la investigación para el trabajo con la problemática del aprendizaje ortográfico y sus dificultades actuales entre los escolares para que permita a los profesores atenderlas de forma integral desde sus áreas y con ello facilitar el desarrollo de sus competencias en correspondencia con las exigencias de su egreso; alude a cómo esta problemática con el empleo de las tecnologías se ha complejizado, pues los estudiantes también las usan y no hacen conciencia de la necesidad de escribir correctamente.
Es esencial este logro, pues como plantea el referido autor, si estas competencias se desarrollan adecuadamente, las comunicaciones escritas no presentarán errores ortográficos, que muchas veces, hasta pueden afectar la comprensión de los que las leen. Se coincide en que el empleo de las tecnologías sin considerar el valor real de la calidad de la escritura, donde se incluye necesariamente la ortografía, contribuye a convertirla en una nueva arista en su complejidad, por lo cual cualquier estudio la debe tener en cuenta.
Se concuerda con este autor, no puede verse la enseñanza de la ortografía alejada de la investigación, es importante seguir el método científico, partir de un estudio integral, con énfasis en el empleo de la lengua en general y, en particular, de la comunicación escrita, para poder determinar en los sujetos que aprenden, la naturaleza de sus errores, así como las potencialidades que poseen y la forma en que mejor pueden apropiarse de sus contenidos. Según (Rojas et al., 2019), uno de los factores que influyen en las dificultades ortográficas es “la ingente tendencia a homogeneizar la enseñanza ortográfica, sin atender el carácter heterogéneo del aprendizaje” (p. 99).
La estadística derivada de los estudios comparativos de la calidad educativa en el área de América Latina y el Caribe donde se ubica República Dominicana, permite situar como una necesidad urgente la corrección de los actuales problemas ortográficos. Al buscar una respuesta científica es necesario enfatizar en que el proceso de adquisición de competencias comunicativas y especialmente las ortográficas, no son tareas exclusivas de los maestros de Lengua Española.
Es necesario que todas las áreas contribuyan, desde sus diferentes posibilidades, al desarrollo integral de los estudiantes, en función de lograr una comunicación efectiva. Al respecto se plantea que el tratamiento a la ortografía propicia el establecimiento de relaciones interdisciplinarias en todas las asignaturas del currículo si se tiene en cuenta que constituye un eje transversal en el plan de estudio y permite la interacción y dependencia del desarrollo. (Rodríguez, et al., 2018).
Está demostrado que la ortografía, como plantean estos autores, es necesario que sea apreciada y tenida en cuenta como un nodo o eje interdisciplinar, pero como resultado de este estudio es posible comprender que no es solo cuestión de colaboración entre las disciplinas del currículo, sino que su atención como fenómeno complejo es importante tenerla en cuenta desde una visión holística que sobrepasa lo interdisciplinar y multidisciplinar para convertirse en un objeto de estudio transdisciplinar.
En esta concepción transdisciplinar el desarrollo de motivos e intereses debe ser también muy estudiado, si se valora el actual desinterés por su conocimiento y aplicación en la comunicación, por lo que en el caso particular del centro donde se realiza la investigación, las entrevistas y la sistematización de las experiencias del autor principal y su colectivo pedagógico, lleva directamente al enfoque lúdico.
En tal sentido, la lúdica, es valorada como elemento generador de espacios de aprendizaje apropiados, como herramienta de desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje y como agente motivador, este enfoque en la educación tiene probada efectividad en el proceso de adquisición y fijación de contenidos en la memoria a largo plazo de modo divertido.
Esta investigación, se refiere a la lúdica, también visualizada como una actitud personal frente a la vida, la cual está caracterizada por la creatividad, la espontaneidad, el optimismo y el buen sentido del humor, rasgos que el individuo hace aflorar en las interacciones personales cotidianas, generándole una perspectiva variada del mundo, que le facilita su integración placentera a los diversos espacios dentro de la sociedad con la cual interacciona.
El comportamiento y estado lúdico puede trascender a diversas actividades en las cuales las personas se comprometen, puesto que dentro de los eventos que permiten al individuo alcanzar dimensiones lúdicas, se menciona el juego como medio por excelencia, el cual está asociado a la diversión, a la alegría y el goce espiritual; además de contribuir en las diferentes culturas, a la transmisión de valores, establecimiento de normas de conducta, resolución de conflictos, educación de los jóvenes y desarrollo de las diferentes facetas de la personalidad (García, 2020).
Entre los estudiantes del referido centro educativo donde tiene lugar la investigación, a partir de las entrevistas en profundidad fue posible constatar su preferencia por los juegos didácticos para aprender ortografía y relatan sus vivencias que denotan el interés que en ellos despierta y cómo generan creatividad e imaginación.
Esto se fundamenta desde la teoría, pues se plantea que la lúdica propicia espacios para la reflexión y, a su vez, constituyen herramientas didácticas para los profesores, y expone la necesidad de aportar estrategias que dinamicen sus procesos de enseñanza, motiven y despierten interés en los escolares, permita explorar sus capacidades y estimular la imaginación condicionando aprendizajes significativos, lo cual exige al docente el diseño e implementación adecuados para alcanzar mejores resultados (Jaimes, 2020).
En el proceso de enseñanza-aprendizaje, los docentes aplican una serie de estrategias para que los estudiantes comprendan de mejor manera los conocimientos impartidos en cada sesión. Las estrategias lúdicas facilitan el entendimiento de los temas tratados y ayudan al desarrollo de la creatividad, el pensamiento crítico y las nociones básicas para la resolución de problemas. En ese sentido, el uso creativo de recursos o materiales educativos, adaptados, además al contexto donde se desenvuelve la práctica pedagógica, al nutrirse de las costumbres, los problemas ambientales y el uso de los juegos como estrategias son eficaces en el logro un aprendizaje significativo (Calderón, 2021).
Como es posible apreciar, desde la teoría se destaca la importancia de la lúdica para generar ambientes propicios para el aprendizaje, el disfrute y el desarrollo de la atención y la motivación en las clases, de manera que es como enfoque didáctico muy útil para todos los docentes en los diferentes niveles de enseñanza y en la constatación empírica también se pudo comprobar. Por lo que se considera que, en el caso del nivel secundario, su empleo adaptado a sus características será, no solo novedoso, sino, además, un catalizador para aumentar la motivación de los estudiantes durante el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje de la ortografía.
Otra de las características esenciales de la metodología que se propone por los autores de este artículo tiene que ver con su carácter transdisciplinar, para lo cual es necesario para exponer lo que se desea en esta concepción, primeramente, lo que se asume como transdiciplinariedad y su relación con la interdisciplinariedad. Se asume lo planteado por Henao et al (2017), los que se han referido a la interdisciplinariedad como que analiza, sintetiza y armoniza los vínculos entre las disciplinas en un todo coordinado y coherente.
Por su parte, Fernández (2020) explica que la interdisciplinariedad tiene un carácter interactivo y que la transdisciplinariedad se caracteriza por el aspecto holístico, sin que se pueda distinguir hasta dónde llega cada una de las disciplinas que participan en el estudio de ese todo. En este mismo artículo el autor, después de explicar las diferencias entre los conceptos de correlación, establece una relación dialéctica, como ya se mencionó, destacando cómo cada una lleva de modo directo a la transdisciplinariedad, como proceso macro que las encierra.
Alude a cómo en conjunto, todas ellas ayudan a progresar a la ciencia sobre todo en áreas de conocimiento de complejidad creciente, y, en particular, la unidisciplinariedad tiende a la multidisciplinariedad, y, que, a su vez, la transdisciplinariedad, resulta del desarrollo creciente de un saber científico que, “para afrontar problemas complejos, necesita superar las barreras levantadas por cada una de las disciplinas al acotar su objeto de estudio” (Fernández, 2020, p.3).
En la metodología se tiende a la posibilidad de responder a las motivaciones de los escolares del nivel secundario en República Dominicana, lo que generará la necesidad del aprendizaje significativo basado en sus propios intereses y sin desatender los conocimientos de las ciencias lingüísticas y de la didáctica en tal empeño.
Bustos, et al. (2021), aluden a que la transdisciplinariedad parte de un enfoque epistemológico para abarcar situaciones complejas, donde no basta con reducir una realidad a otra. Se refiere a cómo se presta atención al mismo tiempo a aquello que está entre, a través y más allá de las disciplinas, sin menospreciar el conocimiento disciplinario, sino que se complementa. No niega el conocimiento disciplinario, sino que se atiende a la diversidad de los conocimientos que deben ser considerados en determinado estudio, reafirmando así la unidad del conocimiento.
Se requiere por tanto, la creación e implementación de una metodología que tome en cuenta la realidad ortográfica de los alumnos, sus necesidades psicológicas, sus intereses, modos de aprendizajes y aspectos curriculares; la vinculación de la tecnología como herramienta para poder acceder a ellos; el trabajo integral de la ortografía de modo orgánico, no separado de otras disciplinas, y la posibilidad de aprender desde lo lúdico, sin la limitante de tiempo de las actividades programadas en clases, además de las necesidades que presenta el personal docente, que es quien ejecutará las acciones encaminadas al desarrollo de las competencias ortográficas.
La alternativa metodológica que responda a un enfoque lúdico transdiciplinar que hacen los autores de esta investigación debe atender a cada una de esas necesidades, según los siguientes elementos:
Herramientas científicas para la realización de un diagnóstico integral del estudiante, para determinar la naturaleza real de los errores ortográficos que presenta y propiciar la atención a sus intereses.
Se ofrecerán criterios de los indicadores a considerar para el estudio diagnóstico, de manera que los profesores puedan conocer, de forma científica las potencialidades que poseen sus estudiantes para desarrollar sus competencias ortográficas, así como las causas que provocan sus dificultades, pues estas no siempre están dadas por desinterés o desmotivación, también podrán determinarse las motivaciones de los escolares del nivel secundario en República Dominicana, para generar la necesidad del aprendizaje significativo basado en sus propios intereses.
Se asumen procedimientos propios de la didáctica particular de los contenidos ortográficos, con énfasis en lo viso-audio-gnósico-motor, desde la concepción de diferentes juegos didácticos, los que se ajustarán a las características de los estudiantes, previendo el trabajo en equipos y el empleo de variados medios tradicionales de probada eficacia, vinculados con la tecnología.
Es decir, se ofrecen videojuegos ortográficos en los que los alumnos no solo se divierten con diferentes actividades que habitualmente realizan en un videojuego tradicional, sino que tienen la ventaja de que serán de tipo ortográfico, e incluirán el avance por niveles, premios, posibilidad de trabajar en equipos y competir.
Es importante, que, en el concepto de lúdica, se entiende la posibilidad del disfrute de las formas colaborativas que ofrecen los intercambios mediante la tecnología para atender el desarrollo de las competencias ortográficas.
Sugerencias para la inclusión de los aspectos ortográficos dentro de la asignatura de Lengua Española y otras del currículo, al considerarse como nodo interdisciplinar, pero no como un elemento más, sino como un espacio concreto para desarrollar los contendidos establecidos, utilizando parte del tiempo diseñado para su enseñanza.
La propuesta derivada de este estudio es novedosa para la didáctica particular de la ortografía, con el empleo de la tecnología, desde un enfoque lúdico que tiene en cuenta el diagnóstico de las necesidades ortográficas, a través de una concepción transdisciplinar.
Es posible arribar a generalidades que se convierten en las conclusiones del presente artículo.
Conclusiones
De acuerdo con los refrentes teóricos derivados de la literatura científica consultada, el proceso de enseñanza-aprendizaje de la ortografía es esencial para la comunicación y abarca todas las esferas del quehacer del individuo, por tanto, su aprendizaje y uso correctos constituyen una necesidad social.
Es necesario que los docentes, para el proceso de enseñanza-aprendizaje de la ortografía, empleen metodologías atractivas, lúdicas, transdiciplinares que respondan a la realidad e intereses de los estudiantes, para lograr ambientes de aprendizajes propicios y mantener la motivación, con la perspectiva de que a través de actividades placenteras, se aprenda la ortografía de la lengua española y se desarrollan las competencias necesarias, a partir de un diagnóstico integral de las necesidades de los escolares del nivel secundario, para lograr en ellos, una comunicación eficiente, que demuestre el respeto a la lengua materna como expresión de identidad cultural nacional.
La propuesta no debe sustituir ni dejar de lado el caudal de métodos didácticos precedentes, sino que los proveche, los integre y los adapte, a la luz del enfoque que se propone.
