INTRODUCCIÓN
En la vida cotidiana, el ciudadano moderno se ve enfrentado cada vez más a situaciones, donde se le exige tener un conocimiento adecuado del saber, un desarrollo de habilidades en la apropiación de dicho saber y demostrar actitudes para realizar tareas que den solución a problemas en el entorno social y laboral en que están insertados.
Estas soluciones que proponga el ciudadano contemporáneo en su entorno, deben estar relacionadas con el respeto a la naturaleza y al ser humano en su bienestar futuro, implicando que el ciudadano desarrolle valores éticos y morales, acompañados del perfil adecuado como egresado, y sea capaz de mostrar una formación para la vida como diría Martí.
En su formación se deberá propender entonces que el estudiante se relacione con su entorno social y humano y comprenda dónde estarán sus aportes, para proponer soluciones adecuadas, para luego darlas a conocer, pero, en este lapso desde cuando inicia la propuesta hasta cuando la da a conocer, es importante el cómo investiga la información necesaria, cómo la relaciona con su propuesta y cómo la desarrolla, lo cual implicará un manejo adecuado en todos sus componentes tanto de la comunicación oral como de la escrita.
Se debe dar testimonio, de la integralidad de estos componentes, los cuales deberán ser adquiridos en el proceso escolar involucrando lo social, por eso, la propuesta en el espacio escolar debe abordar el qué enseñar, cómo enseñar, quién es el eje central del proceso, en qué contexto es pertinente actuar (pensando en el entorno al que se pertenece y al momento que se vive) y qué resultados se esperan, reflexionando entorno al objetivo de este proceso.
El rol que asume el docente, cambia con respecto al que tradicionalmente se reconoce, este nuevo rol exigirá mayor creatividad por parte del docente, ser muy reflexivo con su quehacer, con su entorno, con lo social, con lo humano y con el proceso de enseñanza- aprendizaje, debido a que deberá entender cómo aprende el ser humano y las condiciones que se deben tener, para lograr el aprendizaje.
También deberá reconocer cómo relacionar el entorno con el saber, generando propuestas, para que el estudiante que aprende, se motive a buscar soluciones pertinentes, es por ello que el docente contemporáneo, deberá estar en continua formación, con las nuevas teorías y tecnologías.
DESARROLLO
Desde la antigüedad el ser humano ha tenido la necesidad de relacionarse y comunicarse con sus semejantes, formar grupos o tribus, que le permitían mejorar su rendimiento y habilidad para el desempeño de sus actividades, maximizando y aprovechando los recursos. A través de la historia, estos dos factores han tomado fuerza e importancia, ya que en la actualidad es muy relevante y casi de obligatoriedad contar tanto con una excelente comunicación como con unas muy buenas relaciones humanas en todos los campos donde se interactúe, ya que el ser humano es necesariamente relacional y estos elementos ofrecen un estrecho vínculo en la sociedad, permitiendo el desarrollo integral en el individuo.
La sociedad humana presente transita hacia una nueva era, identificada por rasgos cualitativamente diferentes a todo lo que ha caracterizado al mundo de hoy, que se distingue por un profundo replanteo educativo y por una lectura de la sociedad que nos presenta un mundo moderno cuyas formas de funcionamiento deben variar. La educación y la comunicación le propician al individuo un desarrollo a nivel particular y en sociedad, por lo tanto, le permite desenvolverse en su entorno generando relaciones humanas con los demás.
La educación no puede estar ajena a esto, por ello la concepción de la pedagogía ante todo, debe inculcar valores humanos con el propósito de formar buenas personas, solidarias y en general, capaces de reaccionar con sensibilidad realmente humana ante cualquier situación; todo ello implica “[...] preparar al hombre para la vida y en la propia vida”. Como dijera Martí en el año 1884: “La educación presupone desarrollar cualidades morales y desarrollar la inteligencia, instruir en la ciencia y en la conciencia”. (Añorga, 1996).
Para lograr lo anterior necesariamente entre el docente y el alumno debe primar la comunicación y el establecer unas buenas relaciones interpersonales, que propicien la relación de la unidad de lo Instructivo y lo Educativo, la comunicación docente-alumno debe permearse plenamente con características como el respeto mutuo, la paciencia, la honestidad y la confianza, para así lograr una buena empatía.
Es necesario que exista esta verdadera relación entre ambos, ya que son la base del desarrollo en todos los ámbitos del mundo, incluido el proceso de enseñanza-aprendizaje donde debe existir la cooperación entre los actores que participan en el proceso. La acción educativa es, una comunicación dialógica con la realidad que se vive, con lo social y los otros y con el sujeto propio. Si falla alguna de esos elementos no se producirá ese proceso constitutivo, integrador y factor de cambio social que se llama educación. Se plantea, por tanto, que educación y comunicación son un mismo y único proceso de coparticipación, de coproducción, de coentendimiento y de comunión.
Es por ello, que se debe hacer de la comunicación, un proceso dialogado, entre los actores que intervienen en dicho proceso, a través de una red de comunicaciones horizontales centrado en el estudiante, poniendo el encargo social en manos de estos y su formación.
Es pertinente traer el término comunicación participativa, que está en el centro de los nuevos modelos educativos que se desarrollan en América Latina, estos modelos activos y participativos, que centran su accionar en el estudiante y los estudiantes, poniendo de manifiesto la relación de estos con el entorno social, produciendo un dialogo y una comunicación, que propende un desarrollo humano, forjando nuevos perfiles profesionales.
Estos nuevos profesionales estarán relacionados con su entorno social y laboral, siendo líderes y trabajando en comunidad por un mismo objetivo y proponiendo posibles soluciones a su entorno, buscando un mejor bienestar social de forma continua, a través del proceso de aprender a aprender.
A la luz de la didáctica, esta debe propender un desarrollo integral en los estudiantes, potenciando sus habilidades y capacidades, para desenvolverse con propiedad en un entorno globalizado y de alto desarrollo tecnológico.
El sujeto que aprende debe reflexionar, a través del proceso de enseñanza-aprendizaje, sobre la contribución de dicho proceso en la consolidación de su perfil como egresado, debido a que no es fácil el ir adquiriendo de forma transversal esa consolidación, puesto que, es claro que los recursos involucrados no están disponibles en todo momento, por lo cual se requerirán estrategias integrales en cada instante, para alcanzar esos desarrollos, y poder el profesional realizar tareas, a partir de sus esquemas de conocimientos adquiridos.
Por eso es importante, que al estudiante se le debe tratar con respeto y entendiendo sus diferencias, acompañarlo en su proceso de formación integral y cognitiva del saber específico, y en esa instancia, donde el docente en su relación alumno- estudiante, debe velar por que la comunicación sea lo mejor posible, a partir de una adecuada relación humana.
Éste deberá reconocer el estado cognitivo inicial del estudiante, para interactuar con él y avanzar en la conformación de sus esquemas mentales, a través del proceso de equilibración, luego entonces, el docente debe conocer además, el saber específico puesto en juego, para poder actuar en el momento preciso de una inadecuada acomodación, propiciando un desequilibrio al estudiante, para que este a su vez asimile y acomode adecuadamente sus esquemas mentales, es ahí donde urge una comunicación adecuada, además también, de una buena relación personal, para lograr este propósito.
Para estos propósitos el docente puede hacer acopio de una guía didáctica o tareas docentes, documento que sirve para proponer el posible desarrollo de las tareas, con todas las instrucciones posibles, para que el estudiante pueda interactuar con otros o con el docente, para luego poder avanzar de forma independiente, además, pueda auto evaluarse en el desarrollo de la tarea , por lo tanto una guía didáctica requerirá suministrar una adecuada comunicación, para que el estudiante, pueda actuar sobre los objetos de estudio, de forma independiente o con acompañamiento, dependiendo de su zona próxima de desarrollo.
Al evaluar el avance de este proceso cognitivo, con la ayuda de la guía didáctica, se podrá actuar también en grupos, lo cual implicará un manejo de las relaciones humanas, tanto en la relación estudiante-estudiante, como en la relación estudiante-docente, puesto que deben planear cómo resolver situaciones y cuáles serán sus roles, y a partir de esta guía, también se podrá relacionar con el medio o entorno, realizando tareas simuladas en la realidad, por lo cual se requerirá el contacto y dominio de las tecnologías de la información y la comunicación, las cuales facilitan el manejo de información, a través de base de datos e información empresarial.
El docente en esta puesta en escena, debe estar interactuando con cada grupo y estar atento en el seguimiento de los resultados, por lo cual la relación y el respecto a las formas diferentes de aprendizaje es fundamental en la sinergia docente-estudiante, y es de saber que la comunicación de diferente índole es primordial (en el seguimiento, en el informe por parte de los estudiantes del desarrollo alcanzado de la tarea, en las respuestas de la evaluación del desarrollo).
El docente en la evaluación del desarrollo de las tareas, ya sean individuales o grupales, se le recomienda estar atento a: si las acciones realizadas son pertinentes con los saberes involucrados, si el lenguaje utilizado es el pertinente, si los fundamentos teóricos utilizados en el desarrollo son válidos, además, si los procesos utilizados son los adecuados, también tener en cuenta si los resultados que se van obteniendo, están relacionados con el entorno, si dan una adecuada solución, pensando si es pertinente en el bienestar del ser humano y del medio ambiente.
El docente debe ser consciente que todo proceso de enseñanza y de aprendizaje, implica hacer juicios y toma de decisiones, acerca del desempeño del estudiante y en lo posible de forma continua, para realizar los ajustes necesarios para alcanzar los objetivos.
Es importante recalcar que el docente, deberá construir un instrumento de evaluación, que mida todos los factores involucrados en el desarrollo de la tarea, identificando en los resultados, las posibles actividades de ajuste sobre la marcha (de desequilibrio), según asimile y acomode los nuevos conocimiento y no realizar ajustes en el producto terminado, además, se debe valorar cómo inicia el estudiante, para poder a través del seguimiento, observar sus logros y alcances, tanto en el proceso cuantitativo como en el cualitativo.
Cepeda (2013) en su investigación recomienda, para la formación del estudiante hacia un perfil profesional, que el estudiante se haga preguntas, sobre lo que hará de tarea, para qué le sirve resolver esa tarea y que implicaciones tiene la resolución de esa tarea con su entorno social, además de indagar sobre las características de lo que realiza y los vínculos con otros saberes, otras realidades, como también de los valores y actitudes implicados por otros y cuál sería su postura ante esto.
Estas recomendaciones enriquecen lo comunicativo en el ser y el colectivo y fortalece al ser, reconociendo los nexos y las relaciones humanas, abriendo espacios para el reconocerse como seres y aportando a la conformación del dialogo con otros.
Hacerse conjeturas e hipótesis, que podrán ser abordadas desde lo empírico y lo teórico, como también recomienda Cepeda, además de otras más. El docente puede crear según se requiera, otras más, de acuerdo a sus diagnósticos de los estudiantes y planeará cuáles se requerirán, para el desarrollo de una actividad.
CONCLUSIONES
En el proceso de formación que debe abordar el estudiante, hacia el desarrollo profesional y humano, las estrategias didácticas o pedagógicas, son la base de este proceso y en ellas juegan un papel fundamental la comunicación y las relaciones humanas, que propenderán en la preparación de los estudiantes para la vida.
La creatividad del docente apalancará estos procesos, sin dejar de involucrar el conocimiento del entorno social, laboral de los estudiantes, las necesidades de su entorno y el manejo del saber específico y su pedagogía, lo cual implicará que el docente asuma un nuevo rol con más creatividad, aunque algo costoso en tiempo.
Con el desarrollo de este artículo, a los autores les surge el siguiente cuestionamiento: Podría decirse entonces que la comunicación y las relaciones humanas son ¿un punto de encuentro entre el desarrollo histórico social de Vygotsky y el desarrollo humanista y profesional de la Educación Avanzada?