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INTRODUCCIÓN
La revolución científico-técnica ha provocado constantes cambios en la ciencia y la tecnología, que se ponen en función del desarrollo de la industria, de la producción y los servicios. Para aplicarlos es preciso acudir a la educación y así actualizar los conocimientos y habilidades de los hombres para llevar adelante el desarrollo de sus países. Cuando se introdujo en la bibliografía especializada el término de aprendizaje a lo largo de la vida, la superación profesional entró en una nueva conceptualización e importancia. Enseñar no enseña a enseñar sino que se necesita una base que se vaya reciclando a medida que los contenidos y la propia sociedad cambian.
Desde entonces hasta la actualidad, el concepto de superación profesional se ha estudiado con fuerza en el panorama educativo; cada vez más la comunidad educativa está consciente de la necesidad de profundizar en esta categoría con la finalidad de mejorar la propia práctica, la innovación como propuesta de cambio y de conseguir un verdadero desarrollo profesional y una calidad de la docencia de su especialidad.
En los países de América Latina y el Caribe la superación profesional aún se encuentra abierta a la discusión, pues existen diferentes investigaciones orientadas al desarrollo de este proceso que revelan diversas posiciones epistemológicas.
En Cuba, la concepción vigente para la superación profesional del personal docente del Ministerio de Educación, tiene como objetivo la formación permanente y la actualización sistemática de los graduados universitarios, para el desempeño de sus actividades profesionales y académicas, así como el enriquecimiento de su acervo cultural.
En el ámbito nacional se han realizado numerosas investigaciones que tributan a la superación profesional, tales como Añorga (1989-2004), Valle (1997), Valcárcel (1998), Valiente (2001), Castill, (2004), Santos (2005) y Fernández (2014). Estos autores ofrecen concepciones, definiciones y principios que norman el proceso de superación profesional. Sin embargo, a pesar de los aportes de las diversas obras, en la práctica pedagógica de los profesores de las áreas técnicas, aún existen carencias en el desarrollo de este proceso, pues no se ha logrado que esté planificado a partir de las necesidades y problemas de los profesores de una especialidad dada y que esté dirigido al dominio de los contenidos técnicos profesionales y a su aplicación en la solución de situaciones profesionales productivas y conducente a concebir las formas organizativas de la práctica a la teoría y de esta a una práctica enriquecida y contextualizada.
DESARROLLO
Concepciones teóricas sobre la superación profesional
La superación profesional ha sido objeto de estudio de varios investigadores en los últimos años, el estudio y análisis de las fuentes teóricas permiten abordar la superación desde diversos puntos de vista, por ejemplo, la superación es expresada como:
“La figura dirigida a diversos procesos de los recursos laborales, con el propósito de actualizar y perfeccionar el desempeño profesional actual o perspectivo, atender insuficiencias en la formación, o completar conocimientos y habilidades no adquiridas anteriormente y necesarias para el desempeño. Proceso que se desarrolla organizadamente, sistémico, pero no regulada su ejecución, generalmente no acredita para el desempeño, solo certifica determinados contenidos” (Añorga, 1989: 21).
También es reconocida como:
“Educación perenne que debe permitir al docente formar parte de la dinámica del cambio, tanto en orientación como en el proceso educativo, para enfrentar los problemas planteados por el adelanto científico y tecnológico, y los imperativos del desarrollo económico, social y político” (Valle, 1997: 17).
Estos autores plantean, además, que una práctica común en la superación es concebirla como un conjunto de oportunidades que el sistema educativo ofrece a los docentes, para actualizar sus conocimientos y habilidades en áreas específicas, directamente relacionadas con el ascenso en el escalafón docente o como el conjunto de oportunidades que permite a docentes y directivos educacionales ponerse en contacto con un nuevo programa e informarse sobre sus contenidos y modalidades de funcionamiento. Sin embargo, se considera que este es solo un aspecto de la superación, ya que esta, además, debe asegurar las condiciones para que el profesor pueda reflexionar sobre la efectividad de su realidad escolar y transformarla.
En lo que Valiente enfatiza es en el carácter de la superación profesional, pues considera que este es continuo, prolongado, permanente y transcurre durante el desempeño de las funciones docentes o directivas, a diferencia de la formación que constituye una etapa inicial, de preparación, en el desarrollo del docente o directivo que puede anteceder al momento de asumirlas (Valiente, 2001: 154).
Este autor señala que la finalidad de este proceso es el desarrollo del sujeto para su mejoramiento profesional y humano, que está dirigido a ampliar, perfeccionar, actualizar, complementar conocimientos, habilidades y capacidades, y promover el desarrollo y consolidación de valores. Esto distingue la superación de la capacitación, que tiene un significado más técnico o práctico.
Para Castillo la superación profesional constituye el proceso de transformaciones del docente y del contexto escolar en el que actúa, como resultado del perfeccionamiento de los conocimientos, habilidades, hábitos, métodos de la ciencia, valores y normas de relación con el mundo, que se logra en la interacción de lo grupal con lo individual (Castillo, 2003: 179).
Deler precisa que la superación profesional permite enfrentar los retos y exigencias actuales del proceso educativo (Deler, 2007: 106). Por su parte Añorga define por superación profesional “el conjunto de procesos de enseñanza-aprendizaje que posibilita a los graduados universitarios la adquisición y el perfeccionamiento continuo de los conocimientos y habilidades requeridas para un mejor desempeño de sus responsabilidades y funciones laborales” (Añorga, 1998: 9). Otra mirada es que la superación profesional es entendida como:
“El proceso de enseñanza-aprendizaje sistémico y continuo de transformación de los sujetos implicados con vistas al mejoramiento del desempeño de manera integral, a partir de las exigencias individuales, sociales y de los puestos de trabajo, así como de su propia satisfacción y reconocimiento de posibilidades y potencialidades para su mejora desde el punto de vista profesional y humano” (Santos, 2005: 127).
A partir del análisis de estas miradas pueden establecerse los rasgos fundamentales que expresan su contenido como concepto y lo distinguen de los otros con los que se confunde o identifica. La finalidad de la superación profesional es el desarrollo del sujeto para su mejoramiento profesional y humano y sus objetivos se orientan a ampliar, perfeccionar, actualizar, complementar conocimientos, habilidades y capacidades, consolidar valores, promover el desarrollo y modos de actuación profesional.
Es evidente que la actividad profesional pedagógica se manifiesta en los modos de actuación del profesor a partir de la superación que este reciba y a su vez se concreta en práctica de la profesión. Sin embargo, se considera que se debe profundizar en los rasgos distintivos del saber hacer en correspondencia con el contenido de la profesión que se enseña y las exigencias eminentemente prácticas. Mediante la superación profesional es plausible que el individuo reciba conocimientos específicos sobre una materia, sobre valores, usos y costumbres o maneras de comportamientos, entre otras cuestiones, pero es en la práctica donde se actualiza y perfecciona la profesión.
Resaltan aspectos como acciones, procesos de carácter continuo, proceso de enseñanza-aprendizaje y proceso pedagógico, que definen de esta forma la superación profesional, a partir de las dificultades detectadas con un enfoque sistémico, de permanencia a lo largo de la vida y también generadora del cambio, con un sentido transformador, todo esto constituye una vía para el desarrollo, la satisfacción profesional, institucional y social.
Otro elemento a considerar es la satisfacción y esto adquiere gran connotación para el logro de la superación profesional a partir de tener en cuenta la sensación que el profesor experimenta al lograr el restablecimiento del equilibrio entre una necesidad o grupo de necesidades y el objeto o los fines que las reducen. Es decir, se defiende la idea de que la satisfacción es factor imprescindible de la calidad de la atención que el profesor le brinde a su superación profesional.
Esta satisfacción individual, sin descuido de su función social, es lo que, entre otros aspectos, identifica las concepciones de la Educación Avanzada, ya que no solo se trata de alcanzar las grandes transformaciones sociales, sino al ser humano que ha de ejecutarlas (Añorga, 2012: 43).
En este sentido se precisa que las universidades, conjuntamente con las restantes estructuras de educación en cada provincia, deben proyectar, diseñar, ejecutar y controlar las actividades de superación de todo el personal en los diferentes niveles y subsistemas de educación, todo debe tener un carácter descentralizado y se concreta en cada territorio teniendo en cuenta la diversidad que se presenta.
Para proyectar y diseñar la superación profesional se tiene en cuenta a todo el personal docente en ejercicio, incluyendo los cuadros técnicos y de dirección. El contenido se determina a partir de las necesidades individuales y de los problemas del docente y las exigencias de las instituciones del territorio.
En el caso de las áreas técnicas adquiere su particularidad y distinción, pues se requiere de un proceso de superación profesional que potencie a los profesores de cada una de las especialidades técnicas del acontecer científico-técnico y tecnológico con mayor acercamiento al proceso productivo o de servicios. Este profesor labora en las instituciones politécnicas, pertenecientes al subsistema educacional de Educación Técnica y Profesional, en las que se forman técnicos de nivel medio y obreros calificados.
La Educación Técnica y Profesional constituye “el sistema de influencias educativas conscientemente organizado, dirigido al desarrollo de una cultura técnico-profesional integral del obrero competente que tiene lugar en la integración escuela politécnica-entidad laboral-comunidad” (Bermúdez et al., 2014: 53).
A decir de Bermúdez y Pérez, la formación en esta educación tiene en su esencia la cooperación entre educadores y estudiantes en condiciones que faciliten la apropiación de la cultura técnico-profesional integral del obrero competente, a partir de la integración de las exigencias del modelo del profesional con sus necesidades personales, en el contexto de la integración escuela politécnica-entidad laboral-comunidad. La esencia de este proceso revela exigencias elevadas a este profesor (Bermúdez y Pérez, 2014: 62)
Se nota la responsabilidad que se le otorga a la figura del profesor en relación con el proceso de formación en la Educación Técnica y Profesional. El desarrollo científico-técnico actual plantea nuevas exigencias en cuanto al nivel de preparación de los graduados de la Educación Superior. Esto condiciona la necesidad de buscar alternativas de superación profesional que permitan al graduado universitario mantenerse actualizado con los nuevos adelantos de la ciencia y la técnica y esta aspiración se logra en su relación con la tecnología y la dinámica de la entidad laboral.
La Educación Técnica y Profesional requiere de profesores con una cultura técnico-profesional integral y con un amplio dominio de su especialidad que les permita dirigir el proceso formativo. En este orden de ideas ha sido expresado que:
“Este profesor, además de portar las cualidades inherentes a todo docente, tiene que evidenciar en su quehacer, un acercamiento mayor al proceso productivo, a la entidad laboral, a la vida fuera de la escuela politécnica, logrando la más efectiva relación entre las exigencias tecnológicas y las exigencias de la sociedad hacia la educación humanista del obrero y del técnico” (Abreu et al., 2003: 7).
Superación profesional técnica del profesor de la Educación Técnica y Profesional
El profesor de la Educación Técnica y Profesional ha de ser un profundo estudioso, un insaciable investigador y un activo promotor de las transformaciones, que en el orden creativo hacen del proceso pedagógico profesional un proceso distintivo. Ha de superarse mejor en la práctica y como necesidad real, superarse, en contacto con el mundo social que lo rodea, con los objetos, hechos, fenómenos, procesos, a los que puede aportar su nivel de creatividad en la solución de problemas y la satisfacción de sus necesidades.
Diversas investigaciones han incursionado en el estudio de la superación profesional técnica y cada una es contextualizada a una especialidad dada. Fernández considera que la superación profesional técnica como:
“El proceso de enseñanza-aprendizaje, que permite a los graduados universitarios, la adquisición, ampliación y actualización continua del contenido técnico-profesional […], a fin de generar los cambios y transformaciones en la formación de la competencia técnico-profesional apreciables en el desempeño pedagógico profesional de los profesores que laboran en la Educación Técnica y Profesional” (Fernández, 2014: 55).
En esta definición se descuida la intencionalidad del componente actitudinal y procesual, así como el alcance de la superación profesional técnica en torno a la apropiación, complementación y reorientación continuas del contenido técnico-profesional en un proceso pedagógico, desarrollado en un contexto educativo de la Educación Técnica y Profesional, la entidad laboral.
A partir de este análisis, en este artículo se defiende la idea que la superación profesional técnica debe estar centrada en un proceso pedagógico no solo de adquisición, sino de apropiación, actualización, complementación y reorientación continuas del contenido técnico-profesional de la especialidad, asociados al avance y el desarrollo científico-técnico a partir de formas organizativas en el contexto de la entidad laboral.
Por consiguiente, entre las formulaciones teóricas se define la superación profesional técnica de los profesores de la Educación Técnica y Profesional como “el proceso pedagógico, que facilita a los graduados universitarios la adquisición, apropiación, actualización, complementación y reorientación continuas del contenido técnico profesional, asociados al avance y el desarrollo científico-técnico a partir de formas organizativas en el contexto de la entidad laboral” (López, 2015: 47).
Esta mirada del proceso de superación profesional técnica de los profesores de la Educación Técnica y Profesional se sustenta teóricamente en la Educación Avanzada, que está dirigida a la preparación de los recursos laborales, cualquiera sea su nivel. Con esta óptica se asumen las categorías de actualización, complementación y reorientación, definidas como:
Actualización: objetivo didáctico que posibilita la renovación sistemática de los conocimientos y habilidades profesionales a tenor con los avances y el desarrollo científico-técnico que se derivan de las nuevas necesidades que confrontan los recursos humanos.
Complementación: objetivo didáctico de la superación profesional que proporciona la adquisición y profundización de conocimientos y habilidades generales o específicos no recibidos durante la carrera y que resultan necesarios para el mejor desempeño de las tareas propias de los cargos o puestos de trabajo.
Reorientación: objetivo didáctico de la superación profesional que persigue la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades profesionales mayormente ajenos a la carrera universitaria cursada, en virtud de los requerimientos de los nuevos cargos o puesto de trabajo a que se destina un profesional debido a los procesos racionalizadores de desarrollo y otros factores organizativos (Añorga, 2000: 87).
Estas persiguen un objetivo didáctico que responde a propósitos conscientemente planteados en función de la superación profesional técnica, en la que los profesores de la Educación Técnica y Profesional al formar parte de este, también intervienen en pos del cumplimiento del objeto social establecido.
Para ello, en las condiciones socio históricas concretas se requiere de la asimilación de nuevos conocimientos aportados por el desarrollo de la ciencia y la tecnología, para lo que es imprescindible la optimización del proceso de superación profesional a partir de la actualización científico-técnica, lo que deviene en superación profesional técnica.
En esencia, si se desea que se logren aprendizajes eficientes y los niveles de calidad educativa exigidos en la formación del técnico de nivel medio y del obrero calificado es necesario que el profesor de la Educación Técnica y Profesional eleve y perfeccione su nivel de profesionalización a partir de su propia reflexión sobre la práctica.
De esta reflexión se deriva el carácter técnico del proceso de superación profesional que necesita el profesor de la Educación Técnica y Profesional, lo que supone: lo laboral, lo productivo e investigativo como partes inseparables de lo profesional-técnico; y esto último se irradia en lo pedagógico del proceso de Educación Técnica y Profesional, en el cual la tarea básica asignada, a partir del encargo social y al respecto Abreu, anota: “es la dirección de dicho proceso durante la formación del obrero competente, en el contexto de la integración de la Escuela Politécnica, la Entidad laboral y la Comunidad” (Abreu, 2003: 7).
Al respecto son diversas las investigaciones que han abordado la categoría entidad laboral y ha sido posible localizar, en el análisis de los principales referentes teóricos, algunas representaciones. León la representa con el enfoque de mundo laboral y define que “está constituido por todas las entidades productivas y de servicios que producen o brindan su aporte al bienestar de la población con los cuales el centro politécnico tiene relaciones de cooperación” (León, 2007: 74).
Por otra parte se expresa que la entidad laboral comprende, tanto a las empresas como a los centros de gestión contable con que se relaciona el instituto politécnico y que forman parte del proceso de Educación Técnica y Profesional y la define como:
“Una organización económica, con personalidad jurídica, balance financiero independiente y gestión económica, financiera, organizativa y contractual autónoma, que se crea para la dirección técnica, económica y comercial de los procesos de elaboración de productos o servicios, los que deberán lograrse con la mayor eficiencia económica” (Mena, 2008: 37).
Es también representada como un contexto educativo en la Pedagogía de la Educación Técnica y Profesional. Al respecto Carnero afirma que los contextos educativos son formas de organización socio-cultural donde interactúan educadores y educandos a partir de la comunicación y la realización de actividades profesionalizadas de interés individual y colectivo que tributan a la formación técnico-profesional de los futuros técnicos y obreros que la sociedad necesita (Carnero, 2009: 31)
De singular importancia resulta el logro de un trabajo coordinado entre los profesores de los institutos politécnicos y los especialistas de las entidades laborales en las que también se forman los futuros técnicos de nivel medio y obreros calificados, pues a partir de las relaciones e intercambios que se establezcan es posible identificar las necesidades y problemas de actualización de los adelantos científico-técnico en una especialidad dada.
Al respecto se hace énfasis en el criterio de León, en relación con la preparación teórica y metodológica que deben tener los profesores para enfrentar el trabajo de integración entre el instituto politécnico y las entidades laborales, la cual refiere que:
“La preparación de todos los profesores es básica, puesto que el profesor tiene que conocer todos los elementos de la entidad productiva para poder orientar adecuadamente a los estudiantes y, además, prepararse teórica y metodológicamente para orientar a los trabajadores que fungirán como instructores” (León, 2003: 101-103).
Es una realidad incuestionable que la integración de la superación profesional en el contexto de la entidad laboral solo es positiva a partir de una concepción equilibrada que reconozca la necesidad e importancia del logro de resultados económicos favorables y, a la vez, considere la escuela como una institución destinada a la formación de ciudadanos con un profundo sentido humanista. Esto se puede lograr si todos los contextos de actuación actúan de manera armónica en la consecución de estos objetivos:
“[…] la integración escuela politécnica-mundo laboral constituye un conjunto de elementos interconectados que se interrelacionan. Este sistema contiene el subsistema escuela politécnica y el subsistema mundo laboral que tienen relaciones de coordinación y a los cuales se subordinan sus elementos constitutivos. En la escuela politécnica profesores, alumnos, los directivos, las organizaciones políticas y de masas; en el mundo laboral los trabajadores, sus directivos y sus organizaciones políticas y de masas” (León, 2003:112).
Este enfoque de integración también constituye un sustento importante en la relación que debe existir entre las acciones de superación técnica-profesional que se dan a nivel interinstitucional. En la etapa actual el desarrollo de las fuerzas productivas ha puesto en las universidades el reto de formar profesionales más integrales para formar personas que se caractericen por una formación integradora. La presencia de programas de cursos de superación, diplomados y entrenamientos que no tributen a una superación profesional de acuerdo con las necesidades, frena el papel de las universidades como agentes de cambios sociales.
Un aspecto de suma importancia, lo constituye el hecho de que es la entidad laboral la que está más cercana a los cambios, transformaciones, actualización económica, técnica y tecnológica que se suceden de manera sistemática en la práctica. El aprovechamiento de estas potencialidades permite desarrollar una superación profesional vinculada a la tecnología de punta, de acuerdo con su desarrollo. La aplicación práctica del contenido técnico-profesional es el elemento central de una adecuada superación profesional técnica en el profesor de la Educación Técnica y Profesional para que, de este modo, puedan acompañar los progresos que se producen en el campo de los conocimientos relacionados con su profesión.
CONCLUSIONES
Un desafío de estos tiempos es la búsqueda de vías que permitan perfeccionar el proceso de superación profesional en la Educación Superior, de forma tal que se propicien las condiciones para la formación permanente de los graduados universitarios, particularmente los profesores que laboran en la Educación Técnica y Profesional.
En los escenarios actuales la superación profesional técnica de los profesores de la Educación Técnica y Profesional, con independencia de las transformaciones que se sucedan, es vital para dar respuesta a las necesidades en la formación del técnico de nivel medio y el obrero calificado, cobrando especial significación las entidades laborales, dado el rol que tienen como contexto educativo, en la actualización, complementación y reorientación continuas del contenido técnico-profesional en el orden científico-técnico.
La superación técnica-profesional constituye tanto un reto como una necesidad para los profesionales que laboran en el subsistema de Educación Técnica y Profesional, con vistas a elevar su calificación y a actualizar y profundizar sus conocimientos a partir del desarrollo de la ciencia y la técnica, por lo que ha estado latente la constante preocupación por implementar programas de superación para transformar y desarrollar las potencialidades de los profesionales universitarios de acuerdo con el desarrollo económico, científico y cultural.
El desarrollo efectivo del proceso de la Educación Técnica y Profesional depende de la superación y actualización científico-técnica constante del profesor, pues el instituto politécnico y la entidad laboral, constituyen espacios donde se potencia el aprendizaje a partir del desarrollo de las capacidades que los profesores poseen para enseñar.
La vinculación de las universidades con los organismos de la producción y los servicios y su accionar conjunto, contribuye a la elevación de la productividad, eficiencia y calidad de la labor del profesional. Resulta imprescindible el vínculo con la actividad práctica ya que en esta es donde los profesores alcanzan la superación que requieren para ser un profesional de esta educación. El vínculo de la teoría con la práctica son elementos decisivos en la superación profesional técnica.
