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Varona. Revista Científico Metodológica

versión impresa ISSN 0864-196Xversión On-line ISSN 1992-8238

Varona  no.68 La Habana ene.-jun. 2019  Epub 01-Jun-2019

 

Artículo original

La comunicación educativa y la preparación ideopolítica de los estudiantes universitarios en el afrontamiento de la manipulación mediática

Educational communication and ideopolytic prepation of university students in the face of mediatic handling

Dra. C. Carmen Reinoso Cápiro1 

1 Dirección de Ciencia Tecnología e Innovación. Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, Cuba, e-mail: carmenreinosocapiro@gmail.com

RESUMEN

El artículo aborda la necesidad de que las universidades sean un proyecto cultural de formación humana, que prepare a las nuevas generaciones para vivir a la altura de los tiempos. Se reflexiona sobre el papel de la comunicación educativa en la preparación ideopolítica de los estudiantes universitarios y la necesidad de utilizar sus contenidos como herramientas en el afrontamiento de la manipulación mediática.

Palabras clave: comunicación educativa; preparación ideopolítica; manipulación mediática

ABSTRACT

The article addresses the need for universities to be a cultural project of human formation that prepares new generations to live up to the times. It reflects on the role of educational communication, in the ideopolitical preparation of university students and the need to use their contents as tools in the confrontation of media manipulation.

Keywords: educational communication; political ideology preparation; media manipulation

INTRODUCCIÓN

Los tiempos han cambiado, desde la primera década del siglo XXI, la educación enfrenta enormes desafíos y los paradigmas tradicionales de educar no pueden dar respuestas a ellos.

La universidad pedagógica, como rectora institución cultural, está llamada a enfrentar la globalización y la guerra cultural, que hoy está dirigida a inculcar en nuestros jóvenes valores donde predominan la banalización y mercantilización.

No puede concebirse el desarrollo y el progreso de la sociedad sin tener en cuenta estrategias comunicativas que consoliden las relaciones entre los sujetos y el compromiso con los otros, con su patria y con los que luchan a favor de las causas justas.

El desarrollo de las habilidades comunicativas como habilidades sociales para el ejercicio de su profesión, en estudiantes y profesionales, debe ser considerado un aspecto relevante para ejercer un sistema de influencias sostenibles. El profesor debe conocer las necesidades y de conflictos intergrupales, intergeneracionales e intergenéricos y hacer una mediación grupal efectiva basada en el respeto y solidaridad.

Un ambiente participativo, una relación pedagógica basada en la confianza, en el respeto, en la equidad y en la justicia donde el otro sea un verdadero sujeto, favorece la educación ideopolítica.

Los estudiantes, maestros del mañana, deben tener herramientas que los preparen para enfrentar y afrontar responsablemente la manipulación mediática del mundo que arrasa con la identidad de los pueblos y con su soberanía. Es una responsabilidad social de la universidad mostrarle el camino desde los diferentes procesos: formativos, investigativos y extensionistas.

Las asignaturas del currículo propio, optativo y electivo y sus metodologías de enseñar deben estar dirigidas a focos estratégicos en que predomine un aprendizaje desarrollador donde la activación regulación, la significatividad y las motivaciones intrínsecas permitan una regulación de la actuación responsable, autorregulada y comprometida del desarrollo del joven universitario para la defensa de los principios de justeza y humanismo de su sociedad.

Los resultados de la investigación ejecutada por el proyecto “Modelo para el desarrollo de las habilidades sociales en estudiantes y profesores de las carreras pedagógicas”, posibilitan la reflexión en este artículo sobre la valía de la comunicación educativa para favorecer la preparación ideopolítica de los estudiantes, y esto es precisamente el objetivo del mismo.

Para ello, el artículo caracteriza a nuestra juventud y los principales problemas que se abordan desde las investigaciones en esta área y junto a ello expone las consideraciones y argumentos para que la comunicación educativa sea pertinente y significativa en función de potenciar una adecuada labor ideopolítica en las jóvenes generaciones, que prepare, a decir de Martí, a nivel de estos tiempos.

DESARROLLO

La universidad de ciencias pedagógicas forma un profesional de la educación por lo que debe gestionar su cultura, lo cual tiene que ver con su objeto de trabajo ¿qué es la educación sino un proyecto cultural de formación humana?, esa es su responsabilidad social y toda ella está mediada por la comunicación.

En correspondencia con lo que compete a la Universidad Cubana y a su responsabilidad social, en el 2010 Díaz-Canel, expresó:

“[…] La universidad tiene que ser para el estudiante el lugar que le brinde la oportunidad de poner en tensión toda su disposición de aprendizaje; que le eleve sustancialmente su responsabilidad individual como gestor del conocimiento; que le revele las contradicciones en la sociedad y en las ciencias, y le enseñe a identificarlas. Debe ser la institución que lo involucre en la búsqueda de soluciones a los problemas reales de la sociedad y lo incite a adentrarse a través de la investigación en los misterios aún no revelados de las ciencias y la naturaleza”.

Esto exige, entre otras cuestiones, que la labor de la educación política e ideológica en las universidades tenga un enfoque psicosocial que supone conocer las dimensiones sociales en las que se producen los fenómenos que estamos estudiando y, además, caracterizar el mundo de hoy que se refleja a nivel macro, meso y micro, el que se expresa en las relaciones interpersonales de los sujetos en el seno de un salón de clases.

La comunicación funciona como una herramienta para potenciar el desarrollo de los sujetos. Al mismo tiempo se manifiesta como un proceso transversal que favorece el intercambio entre los sujetos y aporta dinamismo a las relaciones humanas. Desde la década de 1990, bajo la perspectiva que estudia la recepción activa del sujeto como paradigma comunicológico, se comprende al individuo como ente que atribuye sentido y de-construye mensajes y estímulos de acuerdo con el contexto en que habita y las mediaciones que pautan su desempeño. Por lo tanto, hay una dinámica y dialéctica entre lo que pueden propiciar los medios para bien o para mal y la asimilación de los sujetos de esta información, que por supuesto pasa por el prisma de su personalidad. No por gusto Ojalvo expresa que la esencia de cada evento comunicativo es la variada capacidad simbólica del hombre y esto hace complejo el proceso comunicativo, pues se relaciona con el comportamiento humano que puede ser individual o colectivo. La comunicación es una manifestación del sistema de relaciones materiales y espirituales de los hombres y mujeres y es interacción e influencia mutua (Ojalvo, 2017: 24).

Este proceso, tal y como lo conciben los medios dominantes en la prensa, la radio, la televisión y en internet, tiene como principal función convencer al conjunto de las poblaciones de su adhesión a las ideas dominantes y de votar por los que estén dispuestos a llevarlas a la práctica. Sin embargo, en la dialéctica individuo-sociedad, existe una sensibilidad en el sujeto para no dejarse manipular, sobre todo si está adecuadamente formado desde el punto de vista político e ideológico. Para lograr este empeño se hace necesario conocer hoy en día a nuestros jóvenes cubanos.

¿Qué expresan los estudios sobre nuestra juventud cubana?

Una definición de juventud es un asunto controvertido debido a la naturaleza diversa de los procesos biológicos, psicológicos y sociales que ocurren en esta etapa de la vida.

Domínguez y colaboradores prefieren hablar de juventudes y hacen referencia a un segmento de la población en Cuba comprendida entre las edades de 14 a 30 años, según el Código de la niñez y la juventud vigente (Domínguez et al., 2014: 13). En esta dirección se destacan tres segmentos etarios:

  • La juventud temprana o adolescencia: entre 14 y 17 años.

  • La juventud media: entre 18 y 24 años, que es la que constituye el núcleo central de la juventud

  • La juventud madura o tardía: entre 25 y 30 años.

En este estudio se plantea que a pesar del envejecimiento de la población en Cuba, el segmento juvenil abarcaba al finalizar el 2011 un 20,4 % del total de la población. Y según las modificaciones operadas en la composición se habían operado cambios en la visión de este segmento poblacional y en lo que respecta a su proceso de socialización. Así se identificaban cinco momentos en el tratamiento de este sector:

  • La juventud como actor protagónico de la trasformación social: correspondió a la década de los años sesenta del siglo XX y se caracterizó por la participación relevante de la juventud en tareas productivas y culturales. Los enfoques sociologizadores iban encaminados a potenciar una mayor inserción social y mayor protagonismo para el reordenamiento económico, político y social que brindara mayor igualdad y justicia.

  • La juventud como grupo etario: los estudiantes: fue la manera de concebir la socialización en la década de los años setenta y la primera mitad de la década de los años ochenta, en los que hubo un crecimiento de la población de jóvenes acompañados de garantizar la universalización de la educación, que estimuló el acceso de los jóvenes a la universidad y generó cierta identificación entre juventud y grupos estudiantiles.

  • La juventud como objeto de socialización y sujeto activo de transformación: correspondió a la segunda mitad de la década de los años ochenta cuando, a partir del proceso de rectificación de errores, se comienza un movimiento de recuperación de la participación popular en sentido amplio. Se estimuló a los jóvenes como sujetos activos de transformación social (Domínguez et al., 2014: 14-15).

  • La juventud como problema: durante de la década de los años noventa, signados por la crisis económica por la caída del campo socialista y la agudización del bloqueo de los Estados Unidos y los problemas internos en nuestra economía, todo esto impactó fuertemente en la juventud y reaparecieron conductas no ajustadas a nuestros objetivos de socialización promovidas por la desvinculación de las actividades de estudio y trabajo, alcoholismo, prostitución; aunque se trataron de conservar logros aceptables en materia de inclusión social, fundamentalmente de educación y empleo.

  • La diversidad de miradas: las juventudes: primera década del actual siglo en la que el impacto de la década de los años noventa dio lugar a una mayor heterogenización social con sectores juveniles altamente diferenciados, en esta etapa las políticas sociales, desplegadas en la Batalla de Ideas, trataron de recuperar a la juventud como sujeto de derecho y objeto de las políticas fundamentalmente educacionales y actor protagónico del desarrollo social a partir de la participación de la juventud en programas sociales dirigidos a sectores en desventaja social (instructores de arte, técnicos en computación, los profesores generales integral, técnicos en enfermería), en los que se incorporan muchos jóvenes con desventaja social o que habían quedado fuera de canales formales de integración).

  • A partir del 2011 y con la aprobación de los lineamientos económicos y sociales que han dado lugar a la actualización del modelo económico se añade una sexta etapa en la que se continua con la diversidad de miradas, pero se pone énfasis en una socialización que convierta a las juventudes en actores protagónicos del desarrollo económico y cree una conciencia de productor.

Pero el impacto del período especial ha hecho mucho daño, la separación entre el proceso de socialización y su vínculo directo con el proceso de trabajo incrementó los factores que conducen a la formación de identidades más individualistas en detrimento de la colectiva, también una socialización espontánea más consumista que productora. Todo esto acompañado por la influencia de las tecnologías de la información que mediatizan e imponen modelos que acentúan más este consumo y lo banal, que los valores logrados a lo largo de nuestro proceso revolucionario.

Así es reflejado por Calviño en su conferencia magistral dictada en Evento Provincial Habanasex celebrado en la casa del Alba, entre los días del 6 al 9 de abril del 2015 cuando hace referencia a que hay diferentes modelos de aprendizaje, el que impone Facebook y que a los jóvenes les gusta tanto es modelo Like qué significa simplemente “hacer lo que me gusta” eso resulta peligroso, pues socialmente está surgiendo un emergente que devuelve un significado de lo que se suponía que no existiera (brechas generacionales, raciales, sociales, individualismo, consumismo y banalidad). Se gasta dinero, esfuerzo, recurso en educar en valores, se trabaja por la equidad, la justicia, la solidaridad, vemos actos heroicos en nuestros médicos, que son jóvenes y van a combatir el Ébola a costa de su propia vida, vemos peloteros que dejan contratos donde se le pagan bien para participar en juegos nacionales y brindar un espectáculo deportivo de calidad a su pueblo, vemos jóvenes que se indignan contra la presencia de cubanos, terroristas y apátridas en los foros paralelos de la Cumbre de las Américas como grotescos actos de provocación a la delegación cubana, pero en nuestra sociedad se están visibilizando indicadores, por suerte, aún no tan generalizados, que contradicen y enturbian estos logros y que nos están diciendo que no se deben desatender, porque alertan a los maestros, intelectuales, investigadores, políticos y sociedad en general que es necesario intensificar la labor política-ideológica y en general hacia una educación de la personalidad auténticamente responsable y autorregulada.

Por ello hay que dar herramientas a los jóvenes, en esa dialéctica individuo-sociedad hay que entender el papel de las relaciones como núcleo en la concepción del individuo, estas desde su carácter histórico y como vía para emprender cualquier proceso de cambio.

Coherente con esto hay que partir del papel de la subjetividad, que a su vez condiciona los procesos de interacción, enfatizar en una mirada a la subjetividad integradora que actúa como principio articulador de lo meso, lo micro y de lo macro, para que sea visto con un carácter sistémico, complejo, dinámico e integrado.

Hay que rescatar y privilegiar el papel de la comunicación, pues sirve como mediador entre la persona y la comunidad, entre la experiencia individual y el orden social. Cuando los sujetos aprenden a comunicarse están aprehendiendo las expectativas, exigencias, cultura, valores históricos de la sociedad en la que se insertan y este es el papel de la comunicación educativa que debe enseñarse, aprenderse y aprehenderse.

Es en la interacción social donde los sujetos construyen y reconstruyen sus valores a partir de la cultura y tradiciones de su contexto y sobre todo en el momento histórico en el que se producen.

Pero al mismo tiempo, la interacción social está afectada por procesos interpretativos, comunicativos y subjetivos, de manera que no es lineal, sino que se da en un complejo y continuo proceso dinámico de construcción, reconstrucción e interinfluencia de todos los participantes.

Es en la actividad y en la comunicación donde los sujetos configuran sus sentimientos, valores, convicciones, desarrollan su pensamiento, aprenden a autoconocerse y a autovalorarse, así como a tomar sus decisiones responsables y de manera autónoma.

Sin lugar a dudas, los medios de comunicación masiva constituyen importantes agentes que influyen en la construcción de identidades, tanto individuales como colectivas, a reforzar o introducir prácticas cotidianas y en la creación de formas de vestir, a hablar y a actuar, entre otras influencias.

En la sociedad cubana los medios pertenecen al Estado y se rigen por una política de comunicación común que se encuentran dirigidos hacia la socialización de la población y en particular de niños, adolescentes y jóvenes.

Es importante tener en cuenta el impacto de internet, que hace que la televisión casi se convierta en un nicho particular y no tan masivo como Facebook u otros sitios web al servicio de las grandes potencias y monopolios de Estados Unidos.

Hoy en nuestro siglo XXI, Trump se puede volver mucho más popular con su supuesta y falsa autenticidad que cualquier otro actor que sale por la pantalla chica, no podemos descuidarnos de eso y no podemos ser tan ingenuos.

A la Universidad Pedagógica le toca formar conciencias en nuestros educadores y futuros educadores, esa es la verdadera educación política e ideológica y la comunicación educativa que se imparte en todas las carreras debe influir en esto.

Según las investigaciones, nuestros jóvenes consideran que la televisión tiene función educativa, orientadora y cultural, tienen opiniones positivas de ellas, pero rechazan la función de entretenimiento y la política-ideológica, al ser muy reiterativos estos temas.

El programa que más ven en la televisión es Conexión. Los tipos de programas que más prefieren son los musicales, los humorísticos, series juveniles extranjeras y novelas extranjeras.

Cuando vemos esto es un gran reto el que se tiene por delante, pues se sabe que los valores que transmiten las novelas extranjeras, por solo citar un ejemplo, no son precisamente los modelos a que se aspiran para continuar construyendo la sociedad.

Betto, en su conferencia magistral dictada en Pedagogía 2015, expresaba la necesidad de trabajar la espiritualidad, la subjetividad. Al referirse al capitalismo expresaba que educa en un modo de vida consumista, así se reflejan en las telenovelas de Rede Globo, ellas no van a ayudar a la emulación socialista, no se puede censurar. El mundo es Globocolonización. Hay que crear una subjetividad humana que vea con claridad las intenciones del consumismo. Hay que desarrollar la identidad, el orgullo de vivir en su país.(Betto, 2015).

Por su parte Calviño plantaba que el consumo por los jóvenes de la televisión había bajado, pues ahora para ellos es importante el paquete ¿qué hacer? Según este autor, el paradigma hegemónico de incremento de control y de prohibición no da resultado. Hoy debe tenerse en cuenta el impacto de las tecnologías de la información. Una amplia gama de soportes tecnológicos componen el universo al que acceden las juventudes para su consumo cultural, ocupar su tiempo de ocio y mantener relaciones. Los equipos de DVD, VCD, los MP3, MP4, Ipod, consolas de videojuegos, telefonía celular, computadora y su conectividad al correo electrónico, chat, redes sociales o navegación por internet, constituyen hoy parte de la vida cotidiana de muchos. Con esto se nos escapa el control.

Las investigaciones muestran que para los jóvenes y adolescentes las “pantallas” más importantes son la de la televisión, la telefonía celular y las computadoras, a pesar de las brechas digitales que también existen y que son tratadas no solo por diferencias socioclasistas, sino por diferencias genéricas y por su acceso y su uso.

Hay visiones contrapuestas en relación con el impacto de los videojuegos. Para unos son positivos porque influyen en el desarrollo de habilidades psicomotrices, agilidad de respuestas, estrategias de solución de problemas, desarrollo de la atención, habilidades metacognitivas, entre otros. Sin embargo, otros alertan acerca de los valores que transmiten, los que representan simbolismos sociales que mediante su uso van apropiándose de sus significados.

Los juegos y videojuegos, así como la novelas y paquetes que traen cosas interesantes, pero otras muy banales, según los gustos, son un objeto de consumo y representan un claro instrumento cultural que es regulado por la cultura dominante, hegemónica, globalizada y tecnológica. Las pantallas pueden transmitir sexismo, competitividad, consumismo, violencia y agresividad. En esta dirección es que la comunicación educativa debe detenerse, en educar desde sus contenidos a un sujeto crítico, a un espectador crítico, un lector crítico de los textos y de los contextos para que tenga una actuación responsable en la toma de sus decisiones, eso es ejercer labor política-ideológica.

La labor política-ideológica no debe consistir en prohibición ni censura ni exceso de control ni persecución, la labor política-ideológica debe estar basada en el diálogo, debe dar armas ideológicas, debe dar herramientas para que el sujeto se oriente en su vida y tome un camino enriquecedor y constructivo.

Al respecto en el Seminario Nacional realizado por el Ministerio de Educación en el curso 2014-2015 se plantea:

“¿Cuál debe ser la regla de oro del trabajo político ideológico? Realizarlo sin mencionar que lo hacemos, pero conscientes de la intencionalidad que tiene lo que hacemos […] el auténtico trabajo político ideológico fluye por toda vía culta, inteligente, argumentada, convincente […], con altura cultural, todo lo contrario al formalismo, las consignas, las repeticiones gastadas […]” (Ministerio de Educación, 2014-2015: 64-65).

La comunicación educativa en su nivel propositivo debe brindar información sobre los diferentes recursos de manipulación que utilizan los medios en el mundo.

Los mecanismos de desinformación y de manipulación son más complejos que la burda mentira.

Parenti, historiador y analista de medios de comunicación considera que:

“La propaganda más efectiva se basa en el encuadre más que en la falsedad. Al torcer la verdad más que violarla, utilizando el énfasis y otros aderezos auxiliares, los comunicadores pueden crear una impresión deseada sin recurrir al pronunciamiento explícito y sin apartarse demasiado de la apariencia de objetividad” (Parenti, 2011: 25).

El encuadre se logra mediante la forma en la que se empaquetan las noticias, la extensión de la exposición, la ubicación (primera plana o entierro en el interior, principal o último artículo) el tono de la presentación (actitud abierta o despectiva), los titulares y fotografías y en el caso de los medios audiovisuales los efectos de imagen y sonido.

Son muchos los ejemplos que se pudieran poner en la comunicación educativa y que pueden ser aprovechadas para que nuestros estudiantes valoren desde una actitud crítica la manipulación mediática.

Los medios tratan de acuñar una imagen de Cuba como la de un país del que la gente quiere salir desesperadamente. Lo que en otras regiones es simple emigración para mejorar las condiciones económicas, cuando se trata de Cuba se presenta como evasión y exilio, sin embargo, apenas obtienen la residencia en Estados Unidos los cubanos que huyen regresan a Cuba: “[…] el primer viaje de muchos de los exiliados es a Cuba, el país en el que enfrentan persecución política por la que debieron asilarse”. Se afirma que los cubanos “[…] Son los únicos exiliados del mundo que pasan sus vacaciones en el país que los persigue” (Ravsberg, 2011: 143).

Nuestras asignaturas de comunicación educativa no deben dejar de abordar cuando se trate el componente informativo sobre el aspecto relacionado con la información subliminal como aquel proceso que se emplea para manipular al individuo, crear estados de ánimo, modificar estados de opinión, como un elemento antiético que implica la transmisión de mensajes de manera ajena a la voluntad de los sujetos, donde se inculcan estímulos que dejan en los sujetos inquietudes y cambios de actitud.

Estos aspectos pueden ser utilizados en blancos predilectos como son los jóvenes. A ellos se les bombardea desde diversos ángulos: mediante la música que prefieren, por la publicidad de bienes de consumo. Entre los objetivos principales pueden estar:

  • Mostrar la supuesta superioridad del modo de vida capitalista.

  • Destruir la imagen de mártires y héroes.

  • Descreditar a dirigentes políticos y estatales.

  • Crear desconfianza hacia las informaciones oficiales que reciben.

  • Crear incentivos hacia el consumo de bienes materiales.

  • Estimular la idea de la perfección del sistema capitalista.

  • Establecer patrones de conducta mediante los héroes de sus filmes y de novelas.

  • Crear la imagen de la total libertad que se disfruta en ese régimen capitalista (González, 1989: 214).

Otra forma de manipulación es no decir la verdad u ocultar los logros de un país. Manzaneda, enumera algunos aspectos que ocultan los medios:

  • Los logros sociales de Cuba en su contexto geográfico, avalados por numerosas organizaciones de las Naciones Unidas en materia como educación, salud o deporte.

  • Los valores de la sociedad cubana, impregnada de humanismo, fraternidad y solidaridad. A pesar de algunos retrocesos recientes, Cuba es una de las sociedades más equilibradas y humanas.

  • El nivel cultural de la población cubana, que contrasta con la débil infraestructura económica del país

  • La obra internacionalista de Cuba. La operación Milagro, las brigadas médicas, la colaboración Cuba-Venezuela o la Escuela Latinoamericana de Medicina, el hecho de que Cuba tenga actualmente más cooperantes en el mundo que el resto de naciones juntas.

  • La paz social y la seguridad existentes en la Isla que al igual que el resto de los renglones indicados contrasta con la situación de la región.

  • El elevado nivel de participación popular en la vida política superior a los países avalados como “democráticos” por los grandes medios (Manzaneda, 2011: 157).

A lo anterior se le puede agregar toda la labor educativa que se ha hecho y que, en el plano de la alfabetización ha llevado la cultura y la luz de la enseñanza a distintos lugares del mundo con los programas “Yo sí puedo”, “Yo sí puedo seguir”, siendo consecuente con nuestra pedagogía martiana de que “ser culto es el único modo de ser libre” (Martí, 1884: 289).

Se considera que el estudiante debe ser justo en sus valoraciones, honesto y comprometido con su patria y es necesario enseñarlos a orientarse en su mundo, en el otro, en sí mismo y en la situación comunicativa, para que saque sus propias conclusiones. Esto lo puede enseñar la comunicación educativa.

Es importante saber siempre quién es el propietario del medio, al respecto se trae un diálogo que aparece en el libro Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll en 1865. Dice:

  • Cuando digo una palabra -dijo Humpty Dumpty-, esta quiere decir lo que quiero que diga, ni más ni menos.

  • La pregunta es -insistió Alicia- si se puede hacer que las palabras puedan decir tantas cosas diferentes.

  • La pregunta -dijo Humpty Dumpty-, es saber quién es el que manda […], eso es todo.

Ahora que se vive en un mundo donde el combate es sobre la base de ideas, de símbolos, la enseñanza de la comunicación educativa debe crear conciencia en los estudiantes sobre las esencias agresivas de la política imperialista para con nuestro país, no cambian, están y estarán muy dirigidas a manipular y a penetrar a sectores importantes de nuestra patria como los jóvenes. Se debe estar alerta, nunca será y es tan importante utilizar métodos creativos y productivos en nuestra labor educativa en general y en particular la política e ideológica, donde la escucha, el diálogo permanente, el dominio de la información y el sacar a la luz nuestros logros, indiscutibles y muy superiores en la región y en el mundo son incuestionables, porque lo tratan de ocultar, precisamente una de las formas más sutiles de manipulación es el silencio.

Es necesario tener presente el origen de la propiedad, orientarnos en su posición filosófica, política e ideológica, no para desecharlo sino para valorar en su justa medida sus aportes, sus limitaciones. Tener en cuenta que ningún medio es neutral ni imparcial, siempre se adopta una posición.

Se debe siempre hacer una lectura comprensiva y crítica del texto, pensar que no es lo mismo la lectura de textos escritos que el de las imágenes, lo diferencian los códigos gráficos y los códigos de sus relaciones, que hay que conocerlos. El texto visual no es lineal, se percibe como un todo y luego se comienzan a percibir los detalles, la primera impresión tiene gran influencia en el proceso de percepción y de comprensión.

Para leer críticamente las imágenes es importante:

  • Tener una visión de conjunto.

  • Analizar los objetos que la componen.

  • Analizar su relación interna (equilibrio, espacio, movimiento, ritmo y énfasis).

  • Interpretar su significado (son portadoras de símbolos visuales y de mensajes que pueden generar diferentes significados).

  • La interpretación depende del momento histórico que determina el modo de ver y estado de ánimo del observador, el conocimiento acerca del creador de la obra, su estilo, sus códigos personales, la experiencia anterior del receptor, la intención, la cultura en la que se inserta la imagen y desde la que se lee (Domínguez et al., 2013: 240).

Por último, insisto en el deseo de que la educación en relación con los medios no sea pasiva sobre el análisis de los contenidos o que los jóvenes se formen en el mimetismo acrítico, es necesario despertar en ellos la curiosidad por los intereses ocultos en los mensajes de la información y esto puede ser tratado desde nuestras ciencias de la educación y en especial desde la comunicación educativa. Constituye una necesidad en los tiempos actuales.

CONCLUSIONES

El futuro profesional de la educación requiere estar preparado política e ideológicamente. La preparación política-ideológica debe estar basada en el diálogo y debe dar armas ideológicas, para que el sujeto se oriente en su vida y tome un camino enriquecedor y constructivo.

Los contenidos de la comunicación educativa deben proponerse intencionalmente el desarrollo de modos de actuación, que explicitan en el desempeño profesional la capacidad de ser jóvenes, futuros maestros, espectadores críticos de su entorno y desarrollar una posición activa, para la trasformación necesaria hacia ambientes más dialógicos y participativos. Los contenidos de esta disciplina en relación interdisciplinaria y multidisciplinaria pueden estimular el hecho de distinguir posturas manipuladoras y hegemónicas del medio que atentan contra las identidades y dar herramientas para el afrontamiento y enfrentamiento de las mismas. Esa es la verdadera preparación política ideológica en los tiempos de internet.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Recibido: Mayo de 2018; Aprobado: Noviembre de 2018

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